Se abre llamada para contribuciones para número monográfico sobre antropología humana versus inteligencia artificial 17/2 (2024)

2023-09-15

Nuestra época está marcada por la emergencia de una Inteligencia Artificial (IA) que asume cada vez más labores que, hasta hace poco, considerábamos propias de los humanos. Estas nuevas herramientas avisan, a través de su constante mejora, de que en poco tiempo podrán reemplazar no solo nuestras labores automáticas, sino también aquellas creativas. En sus albores, se creía que la IA solo podría hacerse cargo de esas actividades tediosas y robotizadas que no requerían de imaginación o de ingenio. Sin embargo, en los últimos dos años hemos presenciado el perfeccionamiento de sus características hasta el punto de que ciertos sectores artísticos, científicos e intelectuales de la sociedad han entrado en pánico por su posible sustitución por parte de la IA.

A lo largo de la historia, numerosos autores han descrito las características y atributos que distinguen a los seres humanos de otras especies. Entre ellas se podrían encontrar el razonamiento y pensamiento abstracto, el lenguaje complejo, la conciencia de uno mismo y de los demás, la creatividad y expresión artística, el uso de herramientas y tecnología, la afectividad, la religiosidad y un largo etcétera. A pesar de que estos atributos no son exclusivos de los humanos en su totalidad y de que algunas de estas capacidades también se han observado en otras especies, la combinación y complejidad de estas características ha sido estimada distintiva del ser humano.

La IA, recordemos, refiere a la capacidad de las máquinas para imitar o simular la inteligencia humana, es decir, para realizar tareas cognitivas de manera eficiente. El auge de la IA ha abierto nuevas posibilidades en diversos aspectos de nuestra vida y se espera que continúe transformando la sociedad de manera continua e ininterrumpida; no obstante, también ha despertado la preocupación por la posible sustitución de las personas por herramientas de IA en diversas profesiones y sectores de la sociedad. En este sentido, ya se han escrito artículos, columnas de opinión y libros intentando dar cuenta de esas características puramente humanas que no están al alcance del perfeccionamiento de ninguna máquina. A pesar de ello, parece que la preocupación por el paulatino mejoramiento de la IA y el desafío que supone para la labor humana no deja de aumentar.

Este monográfico busca compendiar artículos que se acerquen no tanto a las características de la IA como a las de la propia humanidad. En concreto, buscamos rescatar aquellas características que, según los/as autores/as, no pueden ser sustituidas por ningún mecanismo no-humano. Se trata de esbozar el estado de la cuestión y los motivos que nos llevan al optimismo o al pesimismo, junto con su justificación teórica y su defensa personal.

 

El monográfico se centra en dos líneas de investigación que contienen múltiples posibilidades de ser abordadas:

 

- ¿Qué diferencia a los humanos a nivel antropológico, filosófico, religioso, histórico, artístico, pedagógico, tecnológico, sentimental, afectivo, psicológico, etc.? ¿Cuáles son las características puramente humanas?

 

- ¿Qué es lo que impide que la labor humana sea suplantada por la labor no-humana? ¿Es una diferencia cualitativa perteneciente al ser humano o se reduce al mero hecho de que los humanos preferimos, de manera consciente y elegida, colocarnos ante un producto elaborado por otro ser humano?