El bestiario de Picasso durante la Segunda Guerra Mundial
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Resumen
A Picasso le gustaban toda clase de animales, surgiendo su propio bestiario de manera frecuente en toda su obra. Tanto es así que el poeta Guillaume Apollinaire describía a Picasso como un pastor y sus cuadros eran los animales que él cuidaba. Cabe destacar la relación vital que tiene Picasso con los animales, más allá de la obra: tenía monos, perros, gatos, lechuzas y, por supuesto, palomas, contando con un palomar que pintó en numerosas ocasiones.
La obra de Picasso durante la Segunda Guerra Mundial desatiende por lo general los acontecimientos acaecidos en ese momento. El vocabulario visual y los elementos iconográficos que empleó durante los años de guerra tienden hacia un repertorio de temas tradicionales en los que predomina una atmósfera negra, un mundo sombrío y débilmente iluminado. Surgen criaturas que en ocasiones adoptan valores simbólicos, como las cabeza de cordero degolladas para alimentar a Kazbek, el perro afgano de Picasso, o los peces y crustáceos vistos en el mercado de Royan.Detalles del artículo
Referencias
Gato atrapando un pájaro (1939). Zervos IX, 296.
Pesca nocturna en Antibes (1939). Zervos IX, 316.
Naturaleza muerta con cráneo de cordero (1939). Zervos X, 122.
Niño con langosta (1941). Zervos XI, 200.
Naturaleza muerta con cráneo de buey (1942). Zervos XII, 35.
Per Dora Maar tan rebufona (1943).
El hombre del cordero (1943). Spies 280, I.
París, 14 de julio de 1942 (1942). Baer 682, VBa.