Carta de los fundadores

Ha pasado ya casi un siglo desde la publicación del primer volumen de los Papyri Graecae Magicae de Preisendanz (Leipzig-Berlín, 1928) y casi siglo y medio desde que viera la luz el venerable tratado de Bouché-Leclerq Astrologie Grecque (París, 1879). Ambas obras evidenciaban el error de los filólogos clásicos y de los historiadores antiguos al menospreciar la magia y la astrología grecorromanas, dos pseudociencias que, a fin de cuentas, son un claro testimonio de la irracional pero viva cepa que impregnó y estimuló la antigua cultura greco-romana.

Desde entonces, los estudiosos del mundo antiguo han tenido cada vez más en consideración ambas actividades, la magia y la astrología, tratando de explicar pasajes enigmáticos de la literatura grecorromana o llamando la atención de sus lectores hacia alusiones explícitas o veladas de los textos antiguos referentes a las estrellas y a poderes superiores supuestamente controlados por los humanos.

La actividad editorial relacionada con los manuscritos griegos y latinos, con inscripciones y, sobre todo, con los papiros ha abierto nuevas perspectivas para los textos antiguos en el siglo XX y en lo que va del XXI y ha puesto en nuestras manos un material precioso y abundante, datado muchas veces en la misma época en que esos textos fueron escritos. Estos materiales han permitido sobre todo la edición de monografías, obras de conjunto y artículos sobre tratados y autores escasamente conocidos hasta hace bien poco y, a menudo, sobre detalles técnicos relativos a la magia y la astrología. Todo ello evidencia un gran interés actual entre los estudiosos del mundo clásico por estas prácticas o doctrinas que no puede ser ignorado.

Pese a ese interés, la ausencia hasta la aparición de nuestra revista de un soporte científico para difundir este tipo de estudios es sorprendente. Hasta entonces, los materiales (artículos, ediciones críticas de pequeños textos, interpretaciones de documentos epigráficos, papiráceos o arqueológicos, notas y reseñas científicas de publicaciones recientes) se encontraban dispersos en libros colectivos, actas de congresos o revistas sobre ciencia (la astrología) o sobre historia de la religión (astrología y magia).

Desde su aparición en el año 2000, editada por el Centro de Ediciones de la Diputación de Málaga hasta 2014, y ahora en la nueva etapa que se inicia como revista propia editada por la Universidad de Málaga (siempre con el aval científico de su Área de Filología Griega), la revista MHNH (Mene) ha ofrecido a la comunidad científica un soporte para la publicación de todos esos materiales de orientación filológica, histórica, científica y filosófica relacionados con la astrología y la magia grecorromana o que permitan una mejor comprensión de éstas y de su influencia en la tradición medieval, moderna y/o contemporánea, siempre en relación con los esquemas teóricos y las prácticas desarrolladas en el mundo antiguo.

Pero ¿por qué el nombre de MHNH? ¿Por qué este antiguo nombre que, como Varrón y Cicerón nos dijeron, dio origen al nombre del mes (mensis)? Nosotros, los editores, pensamos en esta diosa, femenina y madre por excelencia, Selene-Luna-Mene, que remonta a los Himnos homéricos, como un homenaje apropiado para aquellos pioneros de la magia, como la épica Circe, la Medea de los trágicos o las magas tesalias de Aristófanes y Platón; o sus herederas helenísticas y romanas Acantís, Canidia, Dipsas, Aglaonice y tantas otras. Con sus fases, Mene gobernaba los meses griegos y la menstruación de las mujeres; controlaba la meteorología y excitaba los sentidos y actitudes anímicas de ciertos animales y de las personas; servía de referente a los campesinos y ganaderos para sus tareas de siembra, recolección, esquilado, castración, etc.; estimulaba la imaginación de los poetas y el pensamiento de los filósofos; y sobre todo, ella fue siempre la reina de la noche, la señora de las estrellas y la antorcha para los rituales mágicos en los que se asociaba a divinidades griegas, romanas y orientales tan importantes para la religión antigua como Hécate, Ártemis/Diana, Atenea, Isthar/Astarté o Isis.

Son esos poderes extraordinarios de Mene, así como su privilegiado papel en los textos ?especialmente de carácter poético? relacionados con la magia y la astrología, las razones que justifican su presidencia sobre las páginas de esta revista que ha superado con éxito la mayoría de edad y pretende mantener en su nueva etapa la calidad científica más que demostrada hasta ahora. Como aval, cuenta con nombres tan importantes para la historia de la magia, la astrología y las religiones como los de Beatrice Bakhouche, Alberto Bernabé, Giuseppe Bezza, Esteban Calderón, Roberta Caldini Montanari, Salvatore Costanza, Godofroid De Callatay, John Dillon, Christopher Faraone, Francisco Javier Fernández Nieto, Jürgen Blänsdorf, Manuel García Teijeiro, Dorian Gieseler Greenbum, Giulia Gasparro, Richard Gordon, Fritz Graf, Stephan Heilen, Wolfgang Hübner, Marina Piranomonte, Ilaria Ramelli, Francisco Marco Simón, Attilio Mastrocinque, Mariangela Monaca, Santiago Montero, Aldo Setaioli, Emilio Suárez o Marion Witteyer, entre otros muchos que han sido, son y serán siempre un referente para los estudiosos y futuros investigadores de estas cuestiones tan importantes para los resortes más secretos de la sociedad grecorromana. Su conocimiento en sus justos términos es un báculo indispensable, como el que recibió Hesíodo de las musas, para arqueólogos, antropólogos, filósofos, filólogos e  historiadores en su afán por desentrañar los fundamentos más secretos de las culturas modernas, tanto de occidente como orientales.

Los fundadores de la revista, Aurelio Pérez Jiménez y José Luis Calvo Martínez, que la hemos codirigido en estos veinte años, cedemos el testigo, por exigencias de la naturaleza, a los nuevos responsables de su edición, los profesores Juan Francisco Martos Montiel y Luisa Lesage Gárriga, y junto con ellos invitamos a los estudiosos de estas materias a que con sus contribuciones sostengan el nivel de calidad científica que la revista ha mantenido hasta ahora, mirándose en el espejo (como diría Plutarco) de las autoridades que con su generosidad y buen hacer la han convertido en un referente para los investigadores de estos aspectos tan importantes de la cultura grecorromana.

        

 Aurelio Pérez Jiménez (Universidad de Málaga)

José Luis Calvo Martínez (Universidad de Granada)