Hijos del relax.

01 Descripción y estado del proyecto

El proyecto Hijos del Relax (2020 - 2021) pretende analizar la base de mi interés por la ciudad y el urbanismo, que es haber crecido en la Costa del Sol. Interés que me ha llevado a desarrollar diferentes proyectos artísticos relacionados con lo escultórico, la instalación, las maquetas, la cartografía o las derivas urbanas. Para ello este proyecto se propone investigar el fenómeno urbano en el que he crecido, analizando las causas y sus efectos, tanto en el territorio como en mi identidad. En última instancia el proyecto es una investigación que pretende averiguar cuáles han sido los efectos de “lo urbano sobre mi”, cómo ha afectado a mi producción y mis intereses. Pretende así ayudar a definir parte de mi posicionamiento, ofreciendo un punto de partida situado1, que me permita abordar más adelante el fenómeno urbano en la Costa del Sol desde unas posturas más cercanas a lo especulativo, la denuncia o lo propositivo. Posiciones que necesitan, para comenzar a trabajar, un profundo conocimiento del objeto de estudio. Este posicionamiento situado, que analiza el fenómeno desde lo subjetivo y lo experiencial, intenta que esa mirada subjetiva permita establecer ciertos procesos de identificación con otras personas de mi generación para que juntos comprendamos nuestro contexto territorial.

La producción de este proyecto se está realizando gracias a viarias ayudas: la primera fase consiste en una serie fotográfica que se ha llevado a cabo durante la beca de residencia Creadores 2020, en La Térmica (Málaga), la segunda fase consiste en un vídeo realizado gracias a una ayuda para proyectos audiovisuales del Vicerrectorado de Cultura de la UMA y la tercera fase estará basada en lo escultórico, siendo producida gracias a los I Premios a la Producción Artística del Ayuntamiento de Málaga. La mayor parte del trabajo será presentado en la galería Isabel Hurley (Málaga) a finales del año 2021, en una exposición comisariada por Juan Francisco Rueda. En la actualidad se ha completado la primera fase, que consiste en una serie de fotos de detalles arquitectónicos, y estamos completando la segunda fase, que será un video-ensayo en el que se recorrerán N-340 desde Málaga a Estepona y se realizarán entrevistas a estudiosos, artistas y diferentes personas relacionadas con las edificaciones documentadas.

02 Marco teórico-conceptual

El proyecto Hijos del Relax (2020 - 2021) utiliza la fotografía, el vídeo y la escultura para analizar como el turismo masivo ha marcado profundamente la Costa del Sol, no solo su territorio y sus estructuras socio-económicas, sino también la identidad de sus habitantes. La serie de fotos que aquí se muestra constituye la primera fase del proyecto y consiste en una catalogación de detalles arquitectónicos de algunos de los edificios más icónicos de este fenómeno.

Este proyecto está basado en un ejercicio de repetición, cuarenta años después, de aquel viaje que realizaron a través de la carretera N-340 Diego Santos, Carlos Canal y Juan Antonio Ramírez y del cual surgió el libro El estilo del relax. (N-430. Málaga, H. 1953-1965) (1986), así como El relax expandido: arquitectura turística de la Costa del Sol (2010). Ambos viajes –tanto el que se ha realizado en este proyecto, como el que hicieron Santos, Ramirez y Canal– se basan a su vez al que realizaron Venturi, Brown e Izenour por el strip de Las Vegas en 1968 y del cual surgió Aprendiendo de las Vegas, un libro fundamental que anunció la postmodernidad y que acercó la arquitectura a los valores del pueblo común. Hijos del Relax utiliza el viaje de la misma forma: para “aprender” a través de lo arquitectónico, analizando así el profundo cambio en el territorio que ha tenido lugar en la Costa del Sol desde los años 60.

A continuación se desarrollarán las bases conceptuales y metodológicas del proyecto.

Desarrollismo

La explotación turística en Málaga tiene su origen en diversos programas de apoyo al turismo que comenzaron entre los años 60 y 70, en la segunda mitad de la dictadura franquista. Durante estos años el régimen fomentó los destinos de “sol y playa” mediante la declaración de Zonas de Interés Turístico Nacional (CyZITN), que impulsaron la construcción de infraestructuras turísticas como balnearios, hoteles y urbanizaciones con el objetivo de atraer turistas extranjeros. Por otro lado, el aumento de los salarios y la reducción de la jornada laboral también popularizó el turismo a nivel nacional, generando un auténtico “boom turístico” en zonas como Málaga o el levante español.

En el caso se Málaga, la implantación del turismo se inició siguiendo un modelo que fomentó en primer lugar la implantación de hoteles de lujo, continuó después con la implantación de otros equipamientos hoteleros de menor categoría y amplió posteriormente la oferta con apartamentos turísticos y urbanizaciones. La implantación de este modelo, fuertemente ligado a la construcción y a la especulación inmobiliaria, generó gran cantidad de empleo y atrajo, en consecuencia, una considerable cantidad de población a la costa procedente de pueblos del interior. Emigrantes que cambiaron un entorno rural por uno urbano, un entorno que ellos mismos estaban colaborado a construir. Este caso es el de mis padres, que emigraron de la ciudad de Ronda a la de Fuengirola durante los años 70, ciudad donde mi padre comenzó a trabajar como ferrallista en la industria de la construcción. Este crecimiento exponencial de la población continuó durante los años 80 y 90, trasformando profundamente el territorio y constituyendo una desordenada aglomeración urbana en torno a la carretera N-340. Unido al crecimiento urbanístico se produjo además una gran apertura social, impulsada por la llegada de influencias extranjeras y la relajación de los últimos años del régimen.

El “Estilo del Relax”

En cuanto a lo arquitectónico, el “boom turístico” propició que en la Costa del Sol se comenzarán a introducir una serie de tendencias arquitectónicas ligadas al Movimiento Moderno, tendencias que no habían llegado antes a nuestro país debido a la dictadura franquista. Este conjunto de estilos llegaron de forma tardía y bastarda, mezclándose estilos tan diferentes y contradictorios como el racionalismo, el surrealismo, el brutalismo o el organicismo, así como los primeros atisbos de postmodernidad. Este conglomerado de estilos, ligado en la mayoría de las ocasiones a la arquitectura del ocio, comenzó a denominarse años después como “Estilo del Relax”. Este término fue acuñado por el artista Diego Santos en 1987, quien lo utilizó para denominar una serie de edificios, muebles y objetos decorativos relacionados con el primer turismo masivo de la Costa del Sol. Esta selección sirvió a Santos, con la ayuda del fotógrafo Carlos Canal y el historiador Juan Antonio Ramírez, para dar forma al libro-catálogo y a la exposición El estilo del relax. (N-430. Málaga, H. 1953-1965)2, que tuvo lugar en el Colegio de Arquitectos de Málaga el año 1987. Para su publicación Santos, Ramirez y Canal recorrieron la N-340 desde Málaga a Estepona3, de forma similar a como Robert Venturi, Steven Izenour y Denis Scott Brown lo hicieron por el strip de las Vegas en 1968, recorrido del cual surgió el mítico libro Aprendiendo de Las Vegas”4.

Portadas de El estilo del Relax (1987), El relax expandido (2010) y Aprendiendo de las Vegas (1972).

Con el paso del tiempo el libro-catálogo El estilo del Relax se ha convertido en uno de los primeros intentos de valorar la arquitectura del ocio en Málaga, acuñando un término que ha sido adoptado en numerosos estudios sobre ese periodo histórico, tanto en el campo de la arquitectura como en otro tipo de áreas5. Este libro fue después ampliado con El relax expandido: arquitectura turística de la Costa del Sol (2010)6, que coordinó Tecla Lumbreras. En esta ocasión Maite Méndez Baiges (2010) toma el relevo de Juan Antonio Ramirez, definiendo de forma muy acertada el “Estilo del Relax” como una aplicación del Movimiento Moderno en “forma de aluvión”:

Así que se podría decir que la implantación definitiva, y tardía, de lo moderno en España fue en algunos aspectos en forma de aluvión; nuestro país lo recibía y adoptaba todo al mismo tiempo: el racionalismo, el empirismo nórdico, la banalización del Movimiento Moderno por parte del Estilo Internacional, el organicismo, el brutalismo o informalismo, el estructuralismo, los primeros atisbos de postmodernidad de acuerdo con las formulaciones pop de Robert Venturi y las neorracionalistas de Aldo Rossi, etc. De ese aluvión es fiel testimonio la arquitectura de la Costa del Sol entre los años cincuenta y los setenta. (p.67)

Bajo la denominación de “Estilo del Relax” podemos encontrar edificios basados en el Estilo Internacional o el Brutalismo –como es el caso del la urbanización Playamar (Antonio Lamela, 1963) o Los Manatiales (Luis Alfonso Pagán López de Munaín, 1971), en Torremolinos-, así como edificios que utilizaban elementos basados en el organicismo, el surrealismo –como el suelo y las columnas del hall del Hotel Pez Espada (Juan Jáuregui Briales y Manuel Muñoz Monasterio, 1959) o la Ciudad Residencial Tiempo Libre de Marbella (Manuel Aymerich Amadios y Ángel Cadarso del Pueyo, 1956-1963)– o el “art deco” aerodinámico, con sus alusiones a los aviones y grandes transatlánticos –este es el caso del desaparecido Hotel Mare Nostrum, en Fuengirola o el Antiguo Colegio de Huérfanos Ferroviarios (Francisco Alonso Martos 1934), en Torremolinos– introduciendo incluso ciertos atisbos de posmodernidad –como el Hotel el Puerto (Miguel Sierra Navas y Antonio Vázquez de Castro, 1972), en Fuengirola–. Estas tendencias internacionales convivieron durante los años 50 y 60, pero terminaron por mezclarse en un pastiche que Juan Antonio Ramirez (1992) definió como Surreoide Curviquebrado.7

Pero, por encima de todo durante los años cincuenta y la primera mitad de los sesenta, el mundo conoció la expansión prodigiosa de un nuevo estilo que combinaba la fantástica sinuosidad curvilínea de inspiración surreal, con las rectas inclinadas o las disposiciones ortogonales propias del racionalismo o el constructivismo de entreguerras. (p.121)

Ejemplos de pilotis de hormigón en el edificio nº 23 del paseo marítimo Ciudad de Melilla (Antonio Lamela, 1971), el auditorio Eduardo Ocón (Jaime Fernández Pimentel, 1962), apartamentos La Nogalera (Antonio Lamela Martínez, 1963)y Hotel Don Carlos (José María Santos Rein y Alberto López Palanco, 1967). Fotos: Antonio R. Montesinos.

Este conglomerado de tendencias llegó a España en los años 70, constituyéndose como un único estilo de carácter heterogéneo y desprejuiciado, asociado a la construcción de edificios relacionados con el turismo y el tiempo libre: hoteles, apartamentos, discotecas o restaurantes. Este “estilo” combinó el más estricto funcionalismo con el capricho más gratuito, la alta con la baja cultura, lo internacional con lo folclórico. De esta forma, se mezclaban las formas racionalistas de Frank Lloyd Wright y Le Corbusier con elementos kitsch y escultóricos –columnas troncocónicas, trencadís y muros rusticados–, trabajos en hormigón armado –depósitos de agua, marquesinas o las cubiertas flotantes de Félix Candela– con formas ameboides, arriñonadas y surrealistas –basadas en Jean Arp, Bárbara Hepworth o Alexander Calder–. Por otro lado, debido a la implantación de técnicas industriales de edificación en un ámbito des-industrializado, se mezcló también lo industrial –los encofrados de hormigón armado– con elementos artesanales y vernáculos –muros encalados, barro cocido, incrustaciones, cañizo o detalles en hierro forjado–.

Formas ameboides en el hall del Hotel Pez Espada (Juan Jáuregui Briales y Manuel Muñoz Monasterio, 1959). Fotos: Antonio R. Montesinos.

Debemos reconocer el trabajo documental que hicieron Diego Santos, Juan Antonio Ramírez y Carlos Canal recorriendo esos cien kilómetros de carretera que separan Málaga de Estepona. Cien kilómetros que constituyen un auténtico strip que articula esta ciudad lineal que es hoy la “Zona Metropolitana de la Costa del Sol”8. El análisis que realizaron de estas edificaciones es vital hoy en día para analizar la huella que el turismo masivo ha dejado en la Costa del Sol y como la incesante actividad turística ha marcado profundamente, no solo el territorio y las estructuras socio-económicas, sino también la identidad de sus habitantes.

En la actualidad toda una generación puede considerarse descendiente de este profundo proceso de transformación territorial. Una generación cuyos padres proceden de algún pueblo del interior de Málaga, pero que han crecido en un contexto repleto de hoteles, chiringuitos y urbanizaciones, que utiliza el coche para desplazarse por ese strip que es la N-340 y que considera cada uno de estos aspectos a un mismo nivel identitario que otros aspectos folclóricos más tradicionales.

03 Producción

El proyecto Hijos del relax pretende hablar de este fenómeno a partir de lo arquitectónico y lo biográfico, realizando un análisis de los edificios más representativos del denominado “Estilo del relax”. A partir de esta documentación y de un enfoque en primera persona, pretendo enfrentarme a esta profunda trasformación territorial que ha marcado mi propia identidad, analizando su influencia y reivindicando este estilo bastardo como parte de nuestro patrimonio colectivo. Hijos del relax se está desarrollando en tres fases o apartados:

La primera fase consiste en un archivo fotográfico basado en imágenes que pretenden documentar elementos constructivos y ornamentales: barandillas, columnas, cubiertas, señalética, objetos y mobiliario. Este archivo se ha realizado durante el año 2020, gracias a una beca de residencia dentro del programa Creadores 2020, en La Térmica (Málaga).

Instalación del proyecto Hijos del relax en la exposición Creadores 20202, en La Térmica (Málaga). Foto: José Baez.

Para la segunda fase del proyecto se está produciendo un vídeo-ensayo documental, que se articula a partir de un viaje en coche por la N-340. Este viaje imita al que Santos, Ramirez y Canal realizaron en los años 80 y permite ver el estado actual de muchos de los edificios catalogados por Diego Santos, así como conversar con algunas personas que habitan estos edificios y con expertos –artistas, historiadores, arquitectos, etc.– que han estudiado el fenómeno. Entre los entrevistados están Tecla Lumbreras Krauel (Vicerrectora de cultura de la U.M.A.), Maite Méndez Baiges (Catedrática y profesora de Historia del Arte en la U.M.A.), Juan Francisco Rueda (crítico, comisario y profesor de Historia del Arte en la UMA), Martín Moniche (responsable de programación de La Térmica), Ricardo León (artista audiovisual), Álex Martín Rod (investigador y comisario) , Eugenia Álvarez Blanch (arquitecto y responsable de Actividades Culturales del Colegio de Arquitectos de Málaga) y Enrique Bravo Lanzac (arquitecto, profesor de la U.M.A y codirector de la revista del Colegio Oficial de Arquitectos de Málaga). Este documental se está terminando de producir y ha sido financiado gracias a una ayuda para proyectos culturales del Vicerrectorado de Cultura de la UMA.

Fotograma de Relax N-340, vídeo ensayo en el que actualmente estamos trabajando. Toma frente a torres de Los Manantiales (Luis Alfonso Pagán López de Munaín, 1971), en Torremolinos.

La tercera y última fase del proyecto se centra en la escultura. A partir de las fotografías realizadas en la primera fase se realizarán una serie de esculturas que representarán réplicas a escala de edificios completos y/o de detalles arquitectónicos. Estarán realizadas utilizando materiales de construcción: madera, hiero forjado, contrachapado, así como algunos elementos constructivos (ladrillos, pladur, etc.). Esta fase se realizará durante el año 2021 y se producirá con la ayuda de los I Premios a la Producción Artística del Ayuntamiento de Málaga. El trabajo realizado se expondrá en la Galería Isabel Hurley a finales del 2021, en una exposición comisariada por Juan Francisco Rueda.

Bocetos de las esculturas que se realizarán en la tercera fase del proyecto.

A continuación del texto se presentan algunas imágenes de la primera fase del proyecto, que hace uso de la fotografía para realizar una catalogación de detalles arquitectónicos. El proceso de trabajo se ha basado en la exploración y documentación de la mayoría de los edificios que aparecen en El estilo del Relax y en El relax expandido, mostrando su estado actual. La imágenes permiten mostrar el estado de abandono de alguno de los edificios –como, por ejemplo, el club de buceo Aqua-Tech–, así como lo irrespetuoso de algunos de los procesos de reforma por los que otros han pasado –este es el caso de la iglesia de la La Ciudad Residencial de Marbella (Manuel Aymerich Amadios y Ángel Cadarso del Pueyo, 1956-1963), o de la antigua Residencia San Jaime en Estepona (Miguel Oriol e Ybarra, 1964)–. Otros edificios no han podido siquiera ser documentados, ya que han sido demolidos, como muchas de las torres de agua, el cine Sohail de Fuengirola o algunas gasolineras.

Estado actual del depósito de agua en Urb. Pueblo Andaluz (Marbella) y del club de buceo Aqua-Tech (Fuengirola). Fotos: Antonio R. Montesinos.

Estas fotografías han sido expuestas en la exposición Creadores 2020 que ha permanecido abierta desde el 27 de noviembre del año 2020 al 28 de febrero del año 2021. En esta exposición se mostró parte de la documentación realizada, planteándose como el despliegue de un archivo fotográfico en proceso. Las imágenes se mostraron sin enmarcar, tan solo agarradas a unos rieles metálicos mediante un sistema de sujeción basado en imanes. Estos imanes imitan a su vez plantas y detalles arquitectónicos de los edificios catalogados en El estilo del Relax y en El relax expandido, siguiendo una estética similar a unas piezas fresadas que también se muestran, estas piezas también muestran planos y detalles de algunos de los edificios documentados. Estos imanes son además una forma de apelar al souvenir y una estrategia para mostrar un archivo visual que cambiará y se ampliará en un futuro.

04 Conclusión

El proyecto Hijos del relax parte de la catalogación realizada por Diego Santos para conocer y analizar, desde lo arquitectónico y lo autobiográfico, como se ha impuesto en la Costa del Sol un estilo de vida basado en el ocio. La catalogación de estas edificaciones que realizó Santos han adquirido con el paso de los años un estatus de icono y nos permiten conocer cómo se impuso un importante cambio económico-social en la costa malagueña. Un profundo cambio que ha afectado a varias generaciones y que ha modificado profundamente el paisaje y el territorio de la Costa del Sol. La generación a la que pertenezco es la primera que ha crecido y se siente plenamente reconocida en este paisaje desordenado, en esta economía basada en el ocio y en el progreso social que acompañó la construcción de estas edificaciones de estilo bastardo. Realizar en estos momentos una revisión del trabajo de Santos, Ramirez y Canal nos permite asimilar estos edificios como parte de nuestro patrimonio, reconocernos a nosotros mismos y comprender como “nuestros lugares” son como son. Es por esto que el proyecto tiene como objetivo, no solo aprender de todo lo que simbolizan estas edificaciones, sino también sensibilizar sobre su conservación.

Referencias:

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Vista general de la instalación del proyecto Hijos del relax en la exposición Creadores 2020, en La Térmica (Málaga). Foto: José Baez.

Placa en el Parador Montemar, Torremolinos. Foto: Antonio R. Montesinos.

Bazar Aladino, Torremolinos (Fernando Morilla Cabello, 1953). Foto: Antonio R. Montesinos.

Apartamentos Playamar, Torremolinos (Antonio Lamela Martínez, 1963). Foto: Antonio R. Montesinos.

Apartamentos Ópera, Fuengirola (Andrés Escassi Corbacho, 1962). Foto: Antonio R. Montesinos.

Gasolinera Shell, Fuengirola. Foto: Antonio R. Montesinos.

Apartamentos Skol, Marbella (Manuel Jaén Albaitero, 1963). Foto: Antonio R. Montesinos.

Notas

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