La adaptación de la Carta al Greco en el Kazantzakis de Smaragdís
pronta recuperación. Este detalle no procede, lógicamente, de la Carta al
Greco, sino que lo recogía Eleni Kazantzaki (1977: 652). A las palabras
«
Soy un arco en tus manos, Señor: ténsame, o me pudriré» le sigue una
aparición de El Greco en sueños al escritor. A continuación, las palabras
No me tenses demasiado, o me romperé» nos trasladan al segundo
«
escenario del prólogo, Antibes.
Mediante un flashback se llega a la ciudad francesa donde la pareja
residió desde 1948 y donde tomó forma la Carta al Greco. Al escritorio,
donde vemos al autor trabajando, volverá una y otra vez la cámara, pues
desde allí va leyendo a Eleni los capítulos de su vida que conforman parte
importante del guion. Se trata de un escritorio muy reconocible para
quienes han visitado los archivos de Nikos Kazantzakis en Creta, pues se
encuentra instalado y abierto al público en el Museo Histórico de
Heraclio. También volverá la película una y otra vez al motivo de la vecina
griega –personaje ideado por Smaragdís– que en ese momento lee un mal
presagio en los posos del café del escritor y le advierte de no viajar a
China. Así, el director imagina una llamada de atención del destino al
autor, pues fue precisamente durante un viaje con Eleni a China cuando
sufrió una infección tras habérsele administrado una vacuna. De regreso
tuvo que ser hospitalizado de urgencia en Alemania. Allí se recuperó de la
infección, pero contrajo una gripe que lo halló debilitado y falleció.
Esta segunda escena finaliza con un fundido a negro y con el colofón a
las citas anteriores, «Ténsame hasta el límite, Señor, ¡aunque me rompa!»,
seguido de un texto adaptado, ahora sí, del prólogo del libro: «Me
arrodillo. Recojo mis herramientas: vista, oído, gusto, olfato, tacto,
mente. Escucha mi reporte, abuelo Doménico, y si nunca di la espalda al
enemigo, dame tu bendición».
Inmediatamente después entran los títulos de la película, que comienza
en sentido estricto en ese momento, del mismo modo que comienza la
Carta al Greco con el capítulo «Creta», ambientado durante la dictadura
otomana en 1897. Los primeros doce capítulos del libro,
aproximadamente una quinta parte de este, se resumen en algo menos de
14
siete minutos de rodaje , prescindiendo, evidentemente, de numerosos
episodios.
Destacan las escenas dedicadas a presentar al personaje a través de los
de sus padres, cuyos caracteres opuestos explican, en opinión del propio
Kazantzakis, la imperiosa necesidad de síntesis, de reconciliación de
contrarios, que atraviesa toda su obra. Destaca también el papel tan
determinante que tuvo la lucha entre Creta y el régimen otomano en su
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. «Los ancestros», 2. «El padre», 3. «La madre», 4. «El hijo», 5. «Colegio», 6.
La muerte del abuelo», 7. «La lucha entre Creta y Turquía», 8. «Vidas de Santos»,
. «Anhelo de huida», 10. «Matanza», 11. «Naxos», 12. «Libertad», ocupan las
primeras 111 páginas de las 506 que tiene la Carta al Greco en la edición griega de
007.
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