Trasvases entre la literatura y el cine, 3, 2021, págs. 343-345
ISSN-e: 2695-639X
DOI: 10.24310/Trasvasestlc.vi3.13597
Rafael Bonilla Cerezo (ed.), Aitana Sánchez-Gijón. Cintas
y letras, Madrid, Sial Pigmalión, 2020.
Las colectáneas sobre literatura y cine emprendidas en España, desde
que alcanzaron amplia difusión (merced al Centro Virtual Cervantes) las
coordinadas por Ríos Carratalá y Sanderson a mediados de los noventa, han
abordado tanto las adaptaciones a partir de un mismo autor literario
(recuérdense los casos de Cervantes y Galdós en varias conmemoraciones),
como las que gravitan sobre géneros y épocas determinadas. Pero (he aquí
el primer gran rasgo distintivo de Aitana Sánchez-Gijón. Cintas y letras) no se
había encauzado hasta ahora un estudio sobre adaptaciones al cine en torno
a un intérprete; en este caso, se trata de la gran actriz Aitana Sánchez Gijón.
La idea, por más que sean abundantes sus películas basadas en textos
literarios, parece de entrada un tanto temeraria, y a priori podría esperarse,
en todo caso, un escueto libro colectivo, dado el escaso interés que en el
mundo académico ha despertado el asunto con enfoque hacia el mundo
actoral. Pero nada más lejos de la realidad: gracias al empeño y buen hacer
de su promotor y coordinador, Rafael Bonilla Cerezo (autor de un libro
excelente de 2008 sobre literatura y cine, Suspirando a Musidora, donde
reúne sus trabajos acerca de este ámbito), la colectánea alcanza nada menos
que 849 páginas y no se deja en el tintero ninguna de las adaptaciones en las
que participó la actriz hispano-italiana. Es de alabar el rigor y exhaustividad
con que se ha cuidado este laborioso libro, que ofrece además un abundante
apoyo gráfico (a todo color), con lo que las explicaciones sobre los
mecanismos de adaptación apuntan a cada fotograma en concreto y el lector
encuentra además, en consecuencia, un precioso álbum fotográfico del
trabajo de la actriz.
Aitana Sánchez-Gijón. Cintas y letras evoca, desde un primer momento,
los trasvases de la literatura al cine a los que alude su coordinador en el
prólogo: el libro recorre las adaptaciones de novela y teatro en las que ha
participado la actriz a lo largo de casi treinta años, desde Jarrapellejos (1988)
hasta El club de los incomprendidos (2014).
A través de los diversos artículos que lo conforman, encontramos un
elogio a la trayectoria de la actriz desde sus comienzos. Así, por ejemplo,
en Jarrapellejos se ensalza la figura de la mujer en una España todavía
Natalia Humenyuk
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patriarcal (y más considerando que la publicación original de la obra de
Felipe Trigo data de 1914). Para este momento, la actriz ya ha
protagonizado cinco películas, hecho que le ha valido para demostrar sus
dotes actorales, pero su carrera todavía está comenzando, de modo que no
deja de ser interesante que haya conseguido un papel que puede considerarse
tan relevante, tal como señala María Teresa García-Abad en «De “gatas de
salón” y walkyrias: modelos de mujer en Jarrapellejos». La actriz repite esta
fórmula a lo largo de su carrera: en «Narrar el cuerpo a través de la
escritura: La puta y la ballena (Luis Puenzo, 2003)», Claudia Battistel señala
el reclamo de Lola, la protagonista de la película de Puenzo, de los derechos
de libertad (tanto moral como sexual) de la mujer; en La viuda valenciana
(2010), que reseña Manuel España Arjona en «La viuda valenciana de Lope
de Vega (Carlos Sedes, 2010): el regalo de Aitana para Estudio 1», la
protagonista es una viuda que, pese a la presión ejercida por la sociedad,
decide ejercer su libertad como mujer soltera.
Y así hasta completar la friolera de veinticinco trabajos sobre películas
variadísimas. No obstante, además de esta perspectiva académica, a cargo
de algunos de los mejores especialistas en adaptaciones de la literatura al
cine, en el libro también encontramos, ya con miras más divulgativas,
evocaciones (como la inicial de José Sacristán, a la que llama “manual de
instrucciones”), testimonios (los de Maribel Verdú y Juan Echanove, por
ejemplo) e incluso dos jugosas entrevistas: una a Gonzalo Suárez y otra a la
protagonista, ambas a cargo de Bonilla Cerezo. En «Aitana on the rocks:
entrevista con Gonzalo Suárez», el director ensalza la figura de la actriz:
«Aitana lo tiene todo. Belleza, talento y está dotada para el teatro y para el
cine, para la tragedia o para la comedia» (pág. 592). La entrevista de Bonilla
Cerezo a la actriz, como es gico, es más extensa: momentos de su vida
personal, rodajes o incluso su breve paso por la carrera de Filología
Hispánica son algunas de las cuestiones que se tratan. Hay un momento en
que el coordinador del libro dice a la entrevistada: «usted no oculta su
feminismo» (pág. 722), lo que da sentido a todo lo mencionado
anteriormente respecto a sus papeles protagónicos: ha encarnado
habitualmente a mujeres que luchan por su libertad en un entorno opresor.
Culmina el volumen con una extensísima recopilación de su filmografía
y de la bibliografía que ha suscitado, minuciosa labor de rastreo de reseñas
y críticas a cargo de María J. Moreno Prieto.
Es este, en definitiva, un singular libro que surge de la admiración que
produce Aitana Sánchez-Gijón; prueba de ello son estas páginas,
conformadas no solo por investigadores que aportan sus pesquisas a este
novedoso conjunto de estudios, sino también por personalidades del cine
como Maribel Verdú, Juan Echanove, Cayetana Guillén Cuervo y Sol
Carnicero, quienes escriben unos cariñosos textos, más próximos a la
Rafael Bonilla Cerezo (ed.), Aitana Sánchez-Gijón
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creación, dedicados a su figura. Es así mucho más que una compilación de
estudios académicos y constituye un merecido homenaje a la actriz en su
tránsito por las cintas y las letras.
NATALIA HUMENYUK
Universidad de Málaga