TSN desea ser como la aurora que no cesa, como reza el título del monográfico del presente número; una luz primigenia que preceda al rayo que ilumine la geografía iberoamericana, y que número a número nos muestre sus rasgos más definitorios. A cuentagotas, paso a paso pero sin cesar, TSN navega por el proceloso mar del conocimiento con una guía, el rigor y la honestidad intelectual, y con el propósito de contribuir al entendimiento entre los pueblos que constituyen esa geografía. Promover las relaciones culturales entre ellos, y con los pueblos y naciones del mundo atlántico, es parte de nuestros objetivos; y la investigación es el medio para conseguirlos. Y en ese propósito María Zambrano ha sido desde la creación de esta revista uno de sus faros principales, una referencia en el proyecto de crear un espacio académico y científico compartido.

El contexto actual sigue siendo difícil, y el equilibrio internacional muy frágil. Las crisis institucionales sufridas en Estados Unidos, primero; en Brasil, después; y, más tarde, en Perú han convertido en incertidumbre la supuesta fortaleza de las democracias. La guerra de Ucrania, que continúa sin visos de terminar; la ambigua posición de China en el escenario mundial, convertida ya en gran potencia; los conflictos regionales en distintas partes del mundo; y una nueva crisis económica en ciernes son, entre otros, factores inquietantes de inestabilidad. Y en medio de todo ello, los intentos de recuperación económica y política de los países iberoamericanos, que aspiran a superar la división existente entre ellos y a propiciar espacios de integración cada vez más amplios, tal como ha puesto de relieve la reciente Cumbre Iberoamericana. España y Portugal pueden y deben jugar un papel importante de apoyo a dicho proceso.

Con ese escenario, TSN edita en papel el presente número, que incluye una firma de apertura que viene esta vez de Asia oriental, de Filipinas, de la mano de Javier Galván Guijo, director del Instituto Cervantes de Manila, sobre las relaciones culturales entre España y el archipiélago asiático, que durante cuatro siglos compartieron idioma, política y cultura. Filipinas, pese al proceso de angloamericanización sufrido y a sus relaciones directas con los países de su entorno geográfico, no puede permanecer por historia y por cultura al margen de la comunidad de países iberoamericanos. Por eso, estamos seguros de que Filipinas volverá muchas veces a nuestras páginas, entre otras, por las razones que el mismo profesor Galván aduce.

Y como siempre, una extensa lista de temas, inclusive musicales, y de colaboradores de prestigio procedentes de Estados Unidos, Italia, México, Cuba, República Dominicana, Suiza, Canadá, Filipinas, Francia y España que dan muestra de nuestra vocación internacional, y que son la mejor garantía de nuestro trabajo. A todos ellos muchas gracias.