FIRMAS
TSN nº 13, 2022. ISSN: 2530-8521
FIRMAS
Las relaciones culturales entre España y Filipinas
Javier Galván Guijo
Director del Instituto Cervantes de Manila (Filipinas)

Javier Galván. Instituto Cervantes de Manila.

Javier Galván. Instituto Cervantes de Manila.

Las relaciones culturales entre España y Filipinas están inexorablemente marcadas por los 333 años de soberanía española sobre el archipiélago. También están muy marcadas por la enorme distancia que las separa, causa de que el número de españoles en territorio filipino fuera siempre reducido. En cualquier caso es en la cultura donde se manifiestan con mayor intensidad las relaciones entre España y Filipinas.

La aportación sin duda más importante de España a Filipinas es la creación de una identidad propia, inexistente en tiempos prehispánicos, que se fue forjando en esos tres siglos largos de presencia. A la llegada de los europeos la población de las islas se agrupaba en comunidades independientes gobernadas por caudillos, algunos de ellos musulmanes, que comerciaban y guerreaban entre sí, sin que hubiera ninguna entidad ni sentido nacional común. Haciendo historia ficción, diríamos que si Felipe II no hubiera encomendado a Legazpi la ocupación de las islas, hoy su territorio pertenecería tal vez a Malasia, Indonesia o incluso a China.

La religión católica es un ingrediente fundamental de esa aportación de España a la identidad filipina. Del éxito de la evangelización, llevada a cabo por las órdenes religiosas —agustinos, franciscanos, jesuitas y dominicos, principalmente—, da buena cuenta el hecho de que Filipinas siga siendo un Estado de mayoría católica —con libertad de culto—, el único católico, junto a Timor Oriental, en Asia, el tercero del mundo con mayor número de católicos y el primero en cuanto al número de bautizados anualmente.

Si bien en Filipinas no se habla español, nuestra lengua está presente en las lenguas del archipiélago, y los lingüistas estiman que en torno a un treinta por ciento de los vocablos utilizados en tagalo vienen directamente del español, incluso más en otras lenguas como el cebuano. Mención especial merece el chabacano pidgin del español y el malayo hablado por unas ochocientas mil personas, principalmente en la ciudad de Zamboanga, en Mindanao.

Si bien nunca fue hablada por la mayoría de la población, la lengua española fue fundamental para la formación de la identidad filipina, incluso para la revolución contra la soberanía española. Los líderes intelectuales del movimiento independentista filipino se formaron en el liberalismo de la España del XIX. El héroe nacional por excelencia, José Rizal, escribió toda su obra literaria en español, empezando por su influyente novela Noli me tangere, inspirada en la Doña Perfecta de Galdós.

Se considera la edad de oro de la literatura filipina el período de dominación norteamericana, de 1902 a 1942, cuando los autores filipinos, como Jesús Balmori o Claro Recto, escribían sus obras en español. En la actualidad los filipinos se acercan al aprendizaje de la lengua española por razones prácticas, para adquirir una herramienta que les permita mejorar sus expectativas laborales. En 2021 el centro de Manila fue el que tuvo mayor número de alumnos en toda la red del Instituto Cervantes.

El ingrediente hispano está presente en todos los aspectos de la cultura filipina; por ejemplo, en el folklore encontramos zarzuelas, fandangos, jotas. En la gastronomía: empanadas, adobos, longanizas. Pudiera decirse que, culturalmente hablando, Filipinas equidista de Iberoamérica y de Asia.

Si bien las relaciones culturales entre España y Filipinas nunca se extinguieron, es indudable que a lo largo del siglo XX fueron perdiendo intensidad, llegando a su fase más álgida en el período que comienza en 1945 con la masacre de hispanohablantes en la batalla de Manila y que se prolonga hasta 1992, por anclar en un año muy significativo el momento en el que una España democrática comienza a desarrollar su acción cultural en el exterior de una forma decidida, sistemática y profesionalizada, personificada en instituciones como la Agencia Española de Cooperación y el Instituto Cervantes.

Lo español siempre ha tenido una consideración de prestigio; durante el período norteamericano, los intelectuales filipinos se consideraban pertenecientes a una cultura superior a la de los norteamericanos, si bien es cierto que durante muchos años se ha asociado lo español a lo rancio y obsoleto, cuando no oscuro. Se dice que Filipinas vivió trescientos años en un convento y cincuenta en Hollywood. Pero a partir de los noventa esa percepción ha ido cambiando a medida que desde la Embajada de España y el Instituto Cervantes se ha presentado a los filipinos, a través de su cultura, la España real, moderna, dinámica, con peso propio en Europa y una relación especial con Iberoamérica.

El cine de Almodóvar o figuras de la cultura pop, triunfadoras en el mundo y en especial en Estados Unidos en distintos momentos, como Julio Iglesias, Pau Gasol, Antonio Banderas, Penélope Cruz o Rafael Nadal, han contribuido mucho a cambiar positivamente la imagen que los filipinos tienen de España. Y sobre todo el hecho de que cada vez más filipinos visitan España y conocen de primera mano una realidad que les encanta, al igual que nos ocurre a los españoles que visitamos o vivimos en Filipinas. Desde 2003 se celebra en Filipinas el Día de la Amistad Hispano-Filipina.

En el ámbito de la difusión cultural, ayudaría mucho la programación en España de actividades que divulgaran aspectos de la cultura filipina poco o nada conocidos, como su pintura contemporánea o su cinematografía. En el otro sentido, la programación anual de la Embajada de España y del Instituto Cervantes acerca la cultura española a miles de filipinos. Esta programación continua adquiere mayor o menor intensidad en función de la disponibilidad presupuestaria del momento y de la celebración de efemérides, como el centenario de la independencia orgánica de España en 1998, el centenario de Legazpi en 2003 o el de la llegada de los primeros españoles en 2021.

En el ámbito de la cooperación cultural se suceden los intercambios entre instituciones de ambos países, si bien de forma moderada. Entre 1997 y 2012 se desarrolló el Programa de Cooperación Cultural entre el Ministerio de Educación de España y las universidades de Filipinas e islas del Pacífico que financió numerosos proyectos culturales presentados por dichas universidades. En la Universidad Complutense de Madrid existe una cátedra extraordinaria de estudios sobre Filipinas.

El gran reto se encuentra en la creación y producción de programas y actividades de forma conjunta: en definitiva, se trata de trabajar juntos para tener un mejor conocimiento mutuo y poder crear espacios compartidos de futuro.

TSN nº13, 2022. ISSN: 2530-8521