Pilar Orero
Universidad Autónoma de Barcelona
El término accesibilidad está de moda y en los Estudios de Traducción, según Mayoral Asensio (2005: 4), fue el «tema estelar» de la traducción audiovisual en 2005. Este interés por la accesibilidad en los medios en el campo de la traducción, y más en concreto en la traducción audiovisual, se mostró por primera vez en la intervención de Chas Donaldson en el congreso de esist (European Association for Studies in Screen Translation), celebrado en Berlín en 1998. Mucho ha llovido desde entonces y la accesibilidad en los medios ya ha entrado plenamente en los Estudios de Traducción con la incorporación de cursos específicos, proyectos de investigación con financiación de distintos ministerios y con el establecimiento de redes temáticas universitarias cuyo objeto es la investigación y formación en este ámbito.
Los medios de comunicación tienen dos componentes fundamentales: los tecnológicos y los contenidos; los primeros permiten la comunicación y la accesibilidad de los segundos. Los Estudios de Traducción han centrado su atención en la accesibilidad de los contenidos —cómo hacer accesible el texto audiovisual—, sin embargo es imprescindible conocer la tecnología que soporta la comunicación de los contenidos para poder avanzar en la investigación de la accesibilidad en los medios. De nada nos sirve, por ejemplo, investigar los parámetros formales del tipo de subtítulo intralingüístico idóneo si éste no se puede generar y transmitir, o si los formatos son incompatibles. Nos encontramos en un campo de especialización donde la interdisciplinariedad es no sólo imprescindible sino que es la clave del progreso, donde el entendimiento y la colaboración entre expertos de diversas materias producen sinergias que no se producirían si la investigación se llevase a cabo de manera aislada. Y es precisamente por este motivo por el que se decidió en 2005 crear una red universitaria nacional —cepacc 1 (Red Ciencia y Empresa por la Accesibilidad en la Comunicación)— que investiga y forma en accesibilidad en los medios desde la universidad con una perspectiva multidisciplinaria.
Este dossier de la revista trans es el reflejo de la colaboración entre investigadores de campos tan diferentes como la ingeniería informática, el derecho, la traducción o la economía. Este volumen es el resultado, y muestra el esfuerzo, de un numeroso grupo de académicos de distintos centros españoles y extranjeros que han trabajado en la formación de una red nacional cepacc y otra internacional TransMedia para poder investigar de forma holística la accesibilidad en los medios. La mayoría de los colaboradores de este número forman parte de una de las dos redes, o de las dos.
El artículo de Fernando Alonso es imprescindible para entender el contexto social y económico en el que nos movemos cuando hablamos de accesibilidad en los medios. Mientras que la accesibilidad ha estado tradicionalmente asociada al ámbito de la discapacidad, el término adquiere un matiz reivindicativo al referirse a los derechos de aquellas personas que tienen dificultades intelectuales, motoras, o sensoriales para poder relacionarse con el entorno o comunicarse en igualdad de condiciones. Entender conceptos como Diseño para Todos o Accesibilidad Universal ayuda a romper con la identificación de accesibilidad con supresión de barreras e intenta corregir la reticencia de los colectivos que representan a los discapacitados para aceptar el marco más amplio que proporciona el paradigma de Diseño para Todos.
Una vez explicadas las nociones básicas de la accesibilidad y los beneficios sociales de esta nueva forma de diseñar y crear para toda la sociedad, en el artículo de Pilar Orero, Ana Pereira y Francisco Utray se hace un breve repaso histórico de la accesibilidad en los medios en España. En esta ocasión, pasamos del marco teórico de la accesibilidad a la revisión de las iniciativas que se han venido desarrollando en España. Una vez establecido el marco teórico e histórico, la colaboración de Jorge Díaz Cintas explica la apuesta que se ha hecho desde la universidad en Europa por una accesibilidad de calidad, que sin duda comienza por la formación de expertos en un nuevo perfil laboral y especialización en «accesibilizar los medios». Por su parte, Anna Matamala y Toni Badia exponen en su colaboración una recopilación de los distintos centros españoles que ya ofrecen formación en accesibilidad así como de las diversas especialidades que se imparten en cada centro. Y de esta preocupación por la calidad en la formación y su geografía las contribuciones siguientes se centran en los cuatro ejes de la accesibilidad a los contenidos en los medios: la subtitulación para sordos, la audiodescripción, la accesibilidad web y la lengua de señas. El artículo de Aline Remael y Gert Vercauteren estudia la audiodescripción, mientras que Josélia Neves y Lourdes Lorenzo analizan la subtitulación para sordos. José Gabriel Storch de Gracia y Asensio ofrece un análisis de la otra posibilidad de accesibilidad para sordos: la lengua de señas, y el equipo de ingenieros de la Universidad Politécnica de Madrid —José Luis Fuertes Castro y Loïc Martínez Normand— describe con detalle una de las necesidades sociales más acuciantes: la accesibilidad a la web. A continuación, el equipo de ingenieros de ESIDE de la Universidad de Deusto —Mª Luz Guenaga, Ander Barbier y Andoni Eguíluz— repasa las diversas tecnologías existentes para la accesibilidad y, para terminar esta primera publicación interdisciplinar española, Álvaro Pérez-Ugena, Rafael Linares y Ricardo Vizcaíno, profesores de la Universidad Rey Juan Carlos del Departamento de Ciencias de la Comunicación I, nos muestran los nuevos retos de la accesibilidad en los medios.
El objetivo final de la formación e investigación, que están llevando a cabo las personas que colaboran en este volumen, y tantos otros, es mejorar la calidad de vida de todas las personas a través de un diseño pensado desde el mismo momento de la creación, y no de la postproducción, y de mayor calidad, orientado hacia la diversidad de usuarios: cualquier persona debe poder disponer y utilizar con confort y seguridad los entornos, los servicios y los productos —ya sean físicos o virtuales— en igualdad de condiciones que cualquier persona de la sociedad. Esta preocupación es el punto de partida del trabajo de todos los implicados en este dossier de trans: el rechazo de la concepción tradicional de la sociedad en la que se diferenciaban dos tipos de población: una población «normal» y otra población «especial» o discapacitada. Consideramos que la nuestra es una nueva sociedad diversa, que forma parte de la sociedad de la información y que presenta nuevas características y retos. En la sociedad de la información carecer de acceso a dicha información significa una marginalización, crea una segregación y estigmatización de los diferentes sectores de población que, por diversos motivos, no pueden acceder a esta nueva sociedad que es la de todos. El colectivo de investigadores que presentamos aquí nuestra aportación rechazamos el concepto de «ética excluyente» y creemos y trabajamos en el concepto de «ética común» (Etxeberria 2005) que se ha reflejado en Diseño para Todos o Diseño Universal, para el que sólo existe una población, que está compuesta por individuos con distintas características y habilidades y que requieren diseños e intervenciones acordes a esa diversidad.
Segorbe, 6 de diciembre de 2006
Etxeberria, Xabier (2005): Aproximación ética a la discapacidad. Bilbao: Universidad de Deusto.
Mayoral Asensio, Roberto (2005): «Introducción». Puentes. Hacia nuevas investigaciones en la mediación intercultural. 6: 3-4.
Los artículos de esta publicación forman parte del proyecto «La subtitulación para sordos y la audiodescripción: primeras aproximaciones científicas y su aplicación» (hum2006-03653filo), que ha recibido financiación en la
convocatoria del Plan i+d+i del mec.