Invisible Work. Borges and Translation

Efraín Kristal

Nashville: Vanderbilt University Press, 2002. 213 págs.

Juan Jesús Zaro

Pocos autores literarios hay más citados que Jorge Luis Borges al hablar de Traducción. Y, sin embargo, las referencias a él no suelen pasar del famoso y emblemático relato Pierre Menard, autor del Quijote. Es cierto que Borges habló mucho más de traducción, pero la asistematicidad y el escaso amor por lo teórico del autor argentino dificultaban cualquier otra mención. Este libro, producto de una investigación rigurosa y apasionada cuyo objetivo es nada menos que caracterizar la teoría de la traducción de Borges, lo consigue plenamente. Efraín Kristal ha escrito un brillante ensayo recopilando con detalle todo lo que Borges dijo acerca de la Traducción (en el capítulo primero, Borges on Translation); perfilando, después, sus características como traductor (en el capítulo segundo, Borges as Translator) y relacionando finalmente la Traducción con el proceso de creación de la obra literaria del argentino (en el capítulo tercero, Translation in the Creative Process). El libro se cierra con un apéndice (Borges and Philosophy) en el que Kristal expone, de manera concisa y directa, las raíces filosóficas que subyacen a la escritura de Borges.

Kristal, que dedica su libro a Christopher Maurer, uno de los más importantes hispanistas norteamericanos, expresa su convencimiento de que para hablar de un autor y su obra literaria es necesario referirse al pro ceso creativo; es decir, concibe la crítica literaria como «recuperación» de un proceso (criticism as retrieval) situándose así en la escuela del crítico norteamericano Richard Wollheim. Qpizá sea la posición adecuada para hablar de un escritor como Borges y del papel que la Traducción ejerció en su amplia y personal indagación artística, como se recoge en el capítulo tercero.

En el primer capítulo, se recopilan todas las referencias que, de modo disperso, Borges hizo con respecto a la Traducción. La teoría que conforman es, sin duda, fascinante: Para el autor argentino no existe el concepto de «obra definitiva», por consiguiente todas son siempre revisable y deben estar abierta a modificaciones. Esto rige tanto para originales y traducciones, pues cualquier obra sufre el paso del tiempo y es susceptible de reescribirse. En el caso concreto de las traducciones esto supone, entre otras cosas, que la fidelidad al original es cuestionable, que una traducción puede superar o enriquecer al original, pues puede destacar aspectos que en el original pasan desapercibidos al lector, y que el traductor debe considerar el original como mero borrador y no como un trabajo cerrado y definitivo. De ahí la necesidad de retraducir para sacar a la luz aspectos de la escritura, en especial las connotaciones y asociaciones arbitrarias del significado, que el paso del tiempo va desfigurando. Kristal menciona cuánto le divertía a Borges leer las libertades que se tomaban determinados traductores y también cómo incluso prefería, como lector, las traducciones de determinadas obras a sus originales, por ejemplo, «El Quijote». Con todo, Borges se permitió criticar abiertamente determinadas traducciones que no eran de su agrado como la que León Felipe hizo de Song of Myself de Walt Whitman en 1941.

En el segundo capítulo, se comentan las traducciones del propio Borges. La lista de autores traducidos es larga y variada, y comprende desde fragmentos, cuentos o poemas de autores como Martin Buber, Edgar Allan Poe, Herman Melville, R. L. Stevenson, Villiers de l’Isle Adam, Kafka, y numerosos anónimos del anglosajón y el escandinavo, hasta obras completas de Virginia Woolf (Orlando), Faulkner (The Wild Palms) y otros. Su método como traductor era, ante todo, el mismo que empleaba como escritor: crear una obra literaria convicente, para lo cual se tomaba libertades como reescribir párrafos o frases concretas o eliminar todo lo que a su juicio era superfluo o redundante.

En el tercer capítulo, se expone convincentemente el papel que la Traducción y los traductores desempeñan en la obra literaria de Borges: cuentos que son reescrituras de otros autores, personajes que se dedican al oficio de traducir, cuentos que se hacen pasar por traducciones, y fragmentos de traducciones que se incluyen en sus escritos, de los que algunos son verdaderos y otros falsos. En secciones concretas, se describen con minuciosidad ejemplos concretos de la relación entre obras originales de Borges y autores diversos: por ejemplo, la relación de Las ruinas circulares y de El jardín de senderos que se bifurcan con Un barbare en Asie de Michaux y con L’ultima visita del gentiluomo malato de Papini o la de Tema del traidor y del héroe con The Sign ifthe Borken Cross de Chesterton, entre otros.

Finalmente, Kristal alude, en las conclusiones de su obra, a la proyección de Borges y su concepción de la literatura en los escritores sudamericanos del siglo XX. La idea de recrear, reescribir o traducir la obra de un escritor parece haber inspirado a figuras de la talla de García Márquez (que crea el universo de Macando tomando como modelo el condado de Yokanapatha de Faulkner), Carlos Fuentes (que reescribe Citizen Kane en La muerte de Artemio Cruz) o Mario Vargas Llosa (que se inspira claramente en Conrad o en Victor Hugo para escribir algunas de sus novelas).

En suma, Invisible Work. Borges and Translation es un libro actualísimo y plenamente interesante que aporta claves esenciales para entender el inegotable debate entre literatura de creación y literatura traducida así como las relaciones de intertextualidad entre una y otra. Un libro, además, que coloca a Borges en lugar destacado, por la originalidad y ruptura de sus planteamientos, en la Teoría de la Traducción contemporánea.

Traducciones españolas de Victor Hugo. Repertorio bibliográfico

Francisco Lafarga

Barcelona: PPU, 2002. 134 págs.

María José Hernandez Guerrero

La contraportada de este volumen nos informa de la creación de una nueva colección, «BT bibliografías de traducción», dirigida por el profesor Lafarga, que pretende ofrecer distintos repertorios bibliográficos relativos tanto a traduccienes como a traductores o estudios sobre traducción.

Sin lugar a dudas una excelente noticia para nuestro ámbito científico, pues esta colección llenará un vacío existente entre las cada vez más numerosas publicaciones consagradas a estos estudios.

Este primer volumen, obra del propio Lafarga, ofrece un repertorio bibliográfico de las traducciones españolas de Victor Hugo muy completo, que cubre una laguna en la bibliografía española sobre este escritor francés. En la presentación de la obra el autor señala que es fruto de una labor prolongada en el tiempo a la que ha querido poner fin coincidiendo con el bicentenario del nacimiento de Victor Hugo, en 2002. Además, marca las pautas que ha seguido para la elaboración de este trabajo. En concreto, señala que ha tomado en consideración las traducciones y adaptaciones publicadas en castellano, catalán, euskera y gallego, y en forma de libro, excluyendo de esta forma las versiones que vieron la luz en la prensa, así como las traducciones inéditas.

El cuerpo con el repertorio de las traducciones de Victor Hugo se halla estructurado en dos secciones. La primera sección comprende la única edición de obras completas y determinado número de ediciones de obras selectas, atendiendo sucesivamente a las obras poéticas, a las dramáticas y a las narrativas; un último apartado lo constituyen las ediciones Varia, en las que ha reunido los volúmenes de obras diversas realizados por los editores. La segunda sección está constituida por los títulos de obras originales de Victor Hugo, tanto las que fueron publicadas con carácter autónomo por el propio autor como las que incluyó en su momento en alguna publicación mayor, pero que han merecido, por parte de los traductores y editores españoles, un tratamiento independiente.

En total, un trabajo con más de seiscientas entradas, que se completa con un anexo e índices muy útiles que facilitan la labor de consulta. El anexo, por ejemplo, recoge la relación de los estudios publicados sobre recepción y traducción de Victor Hugo en España, incluyendo un comentario sobre el contenido de ellos. Los índices, por su parte, contribuyen a facilitar el manejo de este repertorio, encontrando el lector un índice de títulos originales, otro de títulos en traducción, y un último onomástico, con los nombres de los traductores junto con los de los prologuistas, anotadores y editores.

Tras este repaso al contenido del primer volumen de «BT bibliografías de traducción», sólo nos resta desear una vasta andadura a esta nueva colección que nace con tan útil finalidad, con la esperanza de que en el futuro nos siga proporcionando herramientas tan prácticas como estas Traducciones españolas de Victor Rugo.

La estilística textual. Visión traductológica del tema

Zinaida Lvóvskaya (Dir.)

Málaga: Libros Encasa, 2002

José Antonio Gallegos Rosillo

En el campo de la reflexión teórica sobre el lenguaje -reflexión que, como es bien sabido, se inició por lo menos ya con Aristóteles y su Poética, es decir, hace ya unos cuantos siglos- la determinación de los diferentes tipos de lenguaje y de los diferentes tipos de texto, desde las más diversas perspectivas y con los más variados objetivos, ha sido y sigue siendo una obsesión constante de los estudiosos. No me vaya detener yo ahora a ofrecer un panorama de dichos intentos que puede verse, por ejemplo, en breve síntesis, en el trabajo de la profesora Sánchez Trigo titulado «Tipologías textuales y traducción» (TRANS, nº 6, 2002, pp. 122-133). Era, pues, obvio que en la actualidad, con el desarrollo de los estudios de traducción, volviesen a recobrar nuevo vigor los intentos por establecer, desde una perspectiva traductológica, tipologías textuales con el objetivo práctico de describir los diferentes lenguajes dentro de distintas culturas y así facilitar la tarea a los traductores y mejorar el resultado de su trabajo. Y, en efecto, dentro de la Traductología han surgido propuestas en todos los ámbitos y desde todas las perspectivas. Se han propuesto clasificaciones basadas en la temática textual, en las funciones lingüísticas, en la función del texto, en el género o en el estilo textual, etc. Cada una de estas clasificaciones parecía satisfacer a su respectivo promotor, pero no consiguen satisfacer por sí mismas a los demás traductólogos, los cuales continúan proponiendo nuevas bases de clasificación. Con todo ello se ha llegado a la evidencia y a la conclusión de que es muy difícil de establecer una base de clasificación tipo­ lógica que se apoye en criterios aislados, sean del orden que sean: funcional, estilístico, temático... Es necesario apoyarse en todos ellos si se quiere conseguir una base de clasificación que sea medianamente fiable «porque todos ellos forman parte de la comunicación verbal» (Z. Lvóvskaya: Problemas actuales de la traducción, Granada Lingüística, 1997, p.87). Es esa clasificación globalizadora la que nos permitirá posteriormente pasar, con las debidas garantías de fiabilidad, a la comparación entre los diferentes lenguajes en cada cultura y, como consecuencia de ello, se pueda establecer una correspondencia adecuada entre distintas tipologías textuales. Todo esto debe conducir al objetivo final del traductólogo: ofrecer al traductor en ejercicio instrumentos más completos y medios más eficaces de trabajo para mejorar el producto final, es decir, el texto en LM. Si, como decía Nietzsche, «es el ritmo del estilo el aspecto más difícil de traducir de una lengua a otra» (Más allá del bien y del mal, 28) uno de los objetivos del traductólogo será buscar medios para que el traductor consiga en el TM la equivalencia hasta en el ritmo del estilo. Y por eso mismo, el instrumento esencial del traductor hasta ahora, el diccionario teminológico bilingüe, basado esencialmente en un análisis conceptual e ideológico de la lengua, se verá poco a poco completado y perfeccionado por otros tipos de auxiliares basados en criterios de orden textual; es decir una especie de macrodiccionarios o glosarios que con los modernos medios informáticos es posible crear. Estas obras deberán confeccionarse a partir de textos y contextos paralelos de dos o más culturas, tal como señalamos anteriormente. Pero para llegar a esa comparación a nivel textual es preciso determinar antes cuáles serán en concreto los puntos o categorías textuales comparables. Esas categorías concretas nos las suministra, en este caso, la lingüística rusa y son esos parámetros concretos los susceptibles de ser comparados al confrontar los textos paralelos en diferentes culturas. Justo a ese punto final es adonde yo quería llegar para explicar y justificar la reciente aparición del libro elaborado por un equipo de investigadores de la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, dirigido por la profesora Zinaida Lvóvskaya, y titulado Estilística textual. Una visión traductológica del tema.

Se trata de un libro diverso y unitario: es diverso porque está constituido por las diferentes aportaciones de más de una decena de investigadores y docentes de la Universidad de Las Palmas que trabaja sobre los problemas de la estilística textual bajo la dirección de la doctora Lvóvskaya. Es unitario porque, en primer lugar, posee un objetivo común: realizar una primera aproximación a lo que se entiende por estilística textual en el ámbito traductológico. Pero, además, en segundo lugar, cada una de las diferentes aportaciones está dedicada a explicar e ilustrar con ejemplos concretos qué son y cómo se manifiestan en una tipología textual determinada las categorías textuales universales, configurando las convenciones textuales, si se trata de textos convencionales, o características del estilo de un autor concreto, si se analizan textos idiolectales. Los firmantes de las distintas aportaciones forman parte, como dije antes, de un grupo de investigación que estudia las convenciones textuales en diversas culturas y desde el punto de vista de la traducción. Es quizás la primera aportación en torno a este tema que aparece a la luz pública. De ahí, por un parte su importancia y de ahí también su carácter en general de tanteo. El volumen se abre con un extenso capítulo de la propia directora del grupo. En él se explican ante todo los fundamentos teóricos de lo que debe constituir el estudio comparativo de las convenciones textuales en las diferentes culturas y cuáles son esas categorías textuales sobre las que debe apoyarse dicho estudio comparativo. Para ello, la profesora Lvóvskaya se apoya en una ya larga tradición moderna tanto de la lingüística como de la estilística textual, además de la traductología europea, en parti­ cular la rusa. A 10 largo de su exposición van apareciendo referencias a nombres tan conocidos, entre otros muchos, y además, por supuesto, de los rusos Bajtin, Propp, Matveeva, los de Bühler, Jakobson, Van Dijk, Bernárdez, Nida, Taber, Reiss y Vermeer,... ; lo cual muestra lo bien fundado de la teoría sobre las convenciones textuales de la doctora Lvóvskaya desde la nueva perspectiva traductológica. Los ocho capítulos siguientes se encargan de explicar y ejemplarizar las manifestaciones de las seis categorías textuales que servirán de base a la investigación ulterior: las dos categorías lineales como son las cadenas temáticas y la cadena lógica; las tres categorías de campo, es decir, la modalidad, el espacio y el tiempo textuales; por fin, la sexta, la categoría estructural. Así, nos encontramos con capítulos que llevan por título «Marcadores de la categoría textual tiempo en un texto científico», firmado por Vicente Marrero Pulido; «Marcadores de la categoría textual espacio en un texto científico», de Marie-Claire Durand Guizou; más una serie de capítulos dedicados al resto de las categorías citadas. Otros trabajos pretenden realizar un análisis global de una texto concreto. Por ejemplo: «Análisis de un manual de informática desde la perspectiva de la estilística textual», firmado por Amelia Torres Medina y Mª Jesús Rodríguez Medina; «Convenciones textuales en la carta comercial» de Ana Mª García Álvarez y «Convenciones textuales de sitios web comerciales de equipos informáticos», de Alicia Bolaños Medina.

Como decíamos antes, estas seis categorías universales de cualquier texto se estudian y analizan en textos concretos, redactados en español. Casi todos los textos pertenecen al mismo estilo funcional (cien­ tífico), la mayoría son del mismo género funcional (artículo científico) y están dedicados a temas especializados: ya sea sobre el asma bronquial o sobre su terapia; sobre fenómenos morfosintácticos del español en la región de los quechuas. También se analizan un texto jurídico (contrato de compraventa: estilo administrativo, género legal) y otro de informática (estilo científico, género divulgativo).

El libro, ya lo dijimos también antes, es la primera manifestación de un trabajo de más largo aliento, pero que comienza ahora. En él se plantean las bases del programa de trabajo y se exponen sus procedimientos. La siguiente fase será el análisis y el estudio de las manifestaciones de las citadas categorías textuales en un solo tipo muy definido de textos y, además, aplicado a una cultura concreta, la española. En otra fase posterior, dicho estudio se extenderá a lo textos paralelos en otras culturas diferentes de la española, antes de pasar a la siguiente y última fase del proyecto que sería el objetivo final: la comparación de las convenciones textuales de los textos españoles con los textos paralelos de otras lenguas estudiadas: inglés, francés y ruso.

De lo dicho, se puede concluir que se trata de un vasto programa de investigación, pero realizado sobre un corpus de textos que necesariamente ha de ser, por una parte, muy concreto y restringido en cuanto a su tipología y, por otra, relativamente limitado en cuanto a su extensión o número de páginas analizadas. Sin embargo, lo suficientemente extenso como para que los resultados de la investigación se muestren fiables. Todas estas circunstancias harán sin duda alguna que el alcance de la investigación en sí se vea bastante limitado en sus efectos prácticos para los traductores, habida cuenta de que, según apuntaba antes, la tipología de textos se ciñe al tema concreto de la Fisioterapia, al estilo científico y al género artículo científico. No dudamos, a pesar de todo ello, de su gran valor paradigmático y metodológico en lo que respecta a nuevas y sucesivas investigaciones sobre otros tipos de textos.

Stratégies de traduction: les Lettres hispaniques en langue française

Laurence Malingret

Arras: Artois Presses Université, 2002. 264 págs.

María José Hernández

Guerrero Acostumbrados como estamos a ocuparnos de trabajos sobre la recepción de la literatura traducida al español, resulta un tanto extraño ponernos del otro lado, y ver cómo funciona la literatura traducida del español en otras culturas. Esta posibilidad nos la ofrece esta obra de Laurence Malingret, que se ocupa de la recepción en los países francófonos de la literatura traducida del español, abarcando, por tanto, no sólo las traducciones de autores españoles, sino también de autores hispanoamericanos.

Desde las primeras páginas la autora confiesa la influencia que Toury y sus Descriptive Translation Studies han tenido en los planteamientos de esta obra y en el marco que ha establecido para analizar el lugar que ocupan las traducciones del español en la cultura francesa.

Parte Malingret de los datos recogidos en las bibliografías nacionales francesa, canadiense, suiza y belga sobre las traducciones del español que han circulado durante los últimos treinta años, así como sus reediciones. Constata que esta producción es insignificante en algunos de estos países, salvo en Francia, pero desde allí está garantizada su difusión al resto de los países francófonos. Los resultados obtenidos en esta búsqueda han sido comparados con los de fechas anteriores, como los años cincuenta o los setenta, con la finalidad de comprobar cómo funciona el sistema literario francés y su evolución.

Así, por ejemplo, en los años cincuenta la Bibliografía Nacional de Francia recogía únicamente una veintena de traducciones de escritores de lengua española. En esos momentos los escritores hispanoamericanos apenas si se traducen al francés y lo que más se traducía eran clásicos españoles (Cervantes, García Lorca ... ). En los años setenta la situación era similar, abundando la traducción y reedición de auto­ res del pasado, muchas veces en ediciones bilingües dirigidas a un público especializado. En cuanto a los escritores contemporáneos, pocas traducciones.

A partir de esta situación, y paulatinamente, la autora describe un cambio de tendencia que llega hasta la actualidad, y que podemos resumir en dos grandes líneas: el mayor peso adquirido por las traducciones de autores hispanoamericanos y la irrupción en el mercado de la traducción de autores españoles contemporáneos. El lector interesado encontrará numerosos datos curiosos, como el aumento del número de traducciones en los últimos años (entre 1990 y 1995 se tradujeron del español unos ciento cincuenta títulos al año); que actualmente el escritor español que más se traduce al francés es Manuel Vázquez Montalbán, cuyo héroe, Pepe Carvalho, ha seducido al público del país vecino; que no ha habido una traducción de La Regenta de Clarín hasta 1987, o que Torrente Ballester ha llegado al mercado francés en fechas recientes. Entre otras curiosidades se halla el problema planteado por las diferencias del español peninsular con el español de América. Así, en las traducciones de obras hispanoamericanas se ha impuesto entre los editores franceses la norma de indicar el país de procedencia de la siguiente forma: «Traducido del español (Chile)», o el nombre del país del que se trate, para distinguir la realidad cultural y lingüística de dicho país.

Dejando al margen los detalles anecdóticos, el lector va a encontrar un análisis muy completo de diferentes aspectos relacionados con la recepción, como el papel de las editoriales, en qué tipo de colecciones se publican las traducciones del español, quiénes traducen, qué se traduce, cómo, etc. La autora también proporciona un análisis de algunas estrategias de traducción observadas en las traducciones del español, como, por ejemplo, la traducción de los títulos, las cuestiones tipográficas, procedimientos semánticos y sintácticos, supresiones, adiciones, etc. Y todas estas estrategias tienen su aplicación práctica en el capítulo IV, donde analiza tres traducciones: la novela de Mario Vargas Llosa ¿Quién mató a Palomino Molero? traducida por Albert Bensoussan, la novela de Alejo Carpentier Concierto barroco traducida en una edición unilingüe y posteriormente en edición bilingüe por René L.-F. Durand, y las traducciones de El llano en llamas de Juan Rulfo realizadas por Michelle Lévi-Provencal y por Roger Lescot.

La conclusión que cierra este trabajo viene a hacer un repaso de todos los datos proporcionados por este análisis y resulta de bastante interés por subrayar las líneas generales del panorama actual de la recepción en francés de la literatura en español. A este respecto, el lector encontrará tras la bibliografía un anexo que recoge la literatura traducida del español en los últimos treinta años que, si bien no es una lista exhaustiva, como reconoce la propia autora, puede servir como muestra de la literatura traducida de nuestra lengua que circula por el mercado francófono.

Translation-mediated Communication in a Digital World. Facing the Challenges of Globalization and Localization

Minako O’hagan Y David Ashworth

Clevedon: Multilingual Matters, 2002. 168 págs. Colección Topics in Translation, 23

José Miguel Aguilar Río

La colección Topics in Translation es conspicua por su variedad: si bien se centra en la traducción literaria y sus aspectos culturales, no faltan volúmenes dedicados a la interpretación, la lingüística aplicada, la teoría y la didáctica de la traducción e incluso a la realidad de la profesión. Quizá proceda adscribir el libro que aquí se reseña a los dos últimos campos citados. Los autores, Minako O’Hagan y David Ashworth, se presentan como buenos conocedores de las últimas tendencias en el mundo de la traducción profesional, pero son, ade­ más (sobre todo en el caso del segundo), docentes de cursos relacionados con la traducción y su práctica profesional.

De acuerdo con la hipótesis principal de los autores, los avances técnicos (por resumirlo de alguna manera, el giro de la galaxia Gutenberg a un mundo digital) han afectado de tal manera al desempeño de las tareas del traductor que aparecerán nuevas profesiones y nuevas formas de ejercerlas, con el teletrabajo como concepto inminente e incluso ya presente y aceptado entre nosotros. Podría hablarse de un nuevo marco de acción e incluso de un nuevo paradigma, el de la TMC (Translation-Mediated Communication), que se define con arreglo a dos líneas básicas. Por una parte, el entender la traducción como comunicación, es decir, dentro de un enfoque comunicativo, no centrado en el proceso de traducción, sino en el contexto de la comunicación. Por otra, el aceptar la naturaleza cambiante de la comunicación: la globalización está difuminando las fronteras y facilitando los propios procesos de comunicación, pero también está planteando nuevas exigencias a los profesionales. Así, por ejemplo, la localización de software o páginas web ya no es una opción, sino un auténtico imperativo por el ascenso vertiginoso de Internet como fuente de referencia y medio de comunicación.

Los autores citan tres principales grupos de posibles lectores para su trabajo: traductores profesionales, empresarios con interés en desarrollar su actividad en Internet y educadores. De estos tres grupos, es el tercero el que parece que puede sacar más jugo al contenido del libro; en efecto, no faltan apuntes interesantes para el docente en traducción, sobre todo en relación con cómo hacer que el alumnado entienda la naturaleza de esta forma de comunicación y no se sienta superado por nuevos lenguajes como la jerga de los chats. Las posibilidades de la comunicación virtual, campo aún incipiente y prometedor, son infinitas, y así se demuestra al describir los casos prácticos de enseñanza plenamente virtual de la traducción e interpretación en los que han participado los autores.

Sin negar que el impacto de Internet en el trabajo del traductor es inmenso y revolucionario, no parece tan claro que todo se explique con el ubicuo latiguillo «with the advent of the Internet», y puede que el libro exagere ligeramente al explicar el estadio de la situación y hablar de un «mundo digital». Sin embargo, no es ésa la principal crítica que se puede hacer de este trabajo. En primer lugar, el libro se queda a medio camino y acumula explicaciones poco profundas sobre determinados campos que ya han sido tratados con anterioridad y en mayor profundidad por otros, como admiten los propios autores (referencias, por ejemplo, a los trabajos de Bert Esselink sobre localización). Por otra parte, a pesar de que los autores advierten de la naturaleza subjetiva e intuitiva de su obra, quizá se eche de menos algo de articulación teórica en las conclusiones. Probablemente llevados por la tendencia a ceder el protagonismo al estudian­ te, se invita de forma implícita a que el lector extraiga conclusiones a partir de una profusa recopilación de ejemplos acompañados de unas explicaciones más bien magras. El resultado es cierta vaguedad ocasional, tanto en la expresión (se repiten construcciones como This suggests, are likely to, could mean ... ) como en los diagramas, poco claros. Por último, lo incierto del desarrollo del ámbito del que se está tratando lleva a hablar mucho de lo que vendrá en el futuro, pero menos de los conceptos básicos (así, por ejemplo, al cubrir el espectro de la ingeniería lingüística).

Pero tampoco obviaremos una serie de puntos positivos. El primero y quizá principal es seguramente lo novedoso del tema, con numerosos términos que resultarán llamativos para una mayoría de lectores: transterpretation (un híbrido de traducción e interpretación propiciado por la comunicación virtual), language support (un hiperónimo para referirse a todo tipo de servicios lingüísticos), packaging (noción que hace referencia aspectos no lingüísticos del language support y que, según admiten los autores, es deudora de la noción de content y package de Gile) ... En segundo lugar, se trata de un tema de actualidad e interés, con capítulos hilados a través de ejemplos que, por su originalidad dentro del campo de la traducción, «atrapan» al lector (por ejemplo, al hablar de las implicaciones políticas de implantar Unicode como estándar). Cabe destacar, por último, la honestidad de los autores, que exponen abiertamente la distancia entre los ideales y las realidades del mundo de la traducción y la interpretación profesional, de lo que debería ser un ámbito presidido por el esfuerzo cooperativo y el avance tecnológico continuo, pero en el que estos ideales no siempre acaban cumpliéndose.

Translating for Children

Riitta Oittinen

New York: Garland, 2000, 205 pp.

Nieves Jiménez Garra Translating for Children, escrito por la finlandesa Riitta Oittinen, es una obra dirigida a estudiosos de la literatura en general, de la literatura infantil y de la traducción. La experiencia de la autora como traductora e ilustradora de textos infantiles a su lengua natal, el finlandés, se ve reflejada en cada rincón del libro. Publica­ do en el año 2000, Translating for Ghildren cuenta con una extensa bibliografía especializada, fiel muestra de la precisa investigación llevada a cabo por la autora. Asimismo, las notas finales que acompañan a cada capítulo aportan una visión indispensable de la realidad del tema, y ayudan a un mejor comprensión de la obra. Además, se aporta un índice por autor y otro por materia, que facilitan y agilizan la búsqueda. Se trata de una obra amena, de fácil lectura y de interés indiscutible. Se aprecia, no obstante, una cierta reiteración en determinados términos e ideas, que vienen formulados en varias ocasiones a lo largo del libro.

El volumen, segundo de la colección Children’s Literature and Culture, está dividido en seis capítulos. En los tres primeros, el propósito es dar una visión general de la literatura infantil (objetivo, características del público receptor, etc.). No es intención de la autora, sin embargo, establecer normas para la traducción infantil sino analizar qué procesos son necesarios para realizar este tipo de traducción y para comunicarse con los niños a través de ella.

Una de las particularidades en la que la autora insiste y que considera inherente tanto a la traducción como a la simple lectura de literatura infantil, consiste en la inevitable influencia que ejerce la imagen infantil del traductor-lector. La herencia cultural, la experiencia como lector y la visión que el traductor tenga de la infancia determinarán la forma en la que se reciba un texto y, por tanto, se traduzca. Oittinen no cree en la traducción como acto mecánico, ya que «all translation involves adaptation, and the very act of translation always involves change and domestication- (Oittinen, 2000: 6). Para ella, la acción humana constituye un aspecto esencial de la actividad traductora, especialmente en lo que a traducción infantil se refiere.

Las opiniones en torno al concepto de «equivalencia» pronunciadas por autores como Snell-Hornby, Nida, Nord, Toury, Godard o Pym ocupan parte del primer capítulo. Del mismo modo, la «situación» (o «contexto», en sentido amplio) de la traducción se convierte en objeto de análisis por parte de Nord, Reiss y Vermeer.

En el segundo capítulo, Readers reading, se analiza la importancia de los factores que rodean a la lectura del texto y que influyen en la interpretación. Ésta es única, a pesar de cuantas visiones distintas pueda ocasionar, ya que, según Oittinen -que cita a Juhl­, el traductor no tiene derecho a tener su propia interpretación del texto. La traducción y la lectura son actos inseparables ya que el primero es, con frecuencia, identificado con el segundo y, en cualquier caso, este último constituye una parte fundamental del proceso translativo. El «diálogo» es analizado por la autora como un elemento importante de la lectura. Los textos (y las traducciones) están dirigidos a los lectores u oyentes, y éstos, a su vez, están dirigidos al texto.

El capítulo tercero, titulado For whom?, está dedicado al destinatario del texto infantil. Tras hacer un recorrido a través de la evolución que ha tenido la figura del niño desde el siglo XVII, Oittinen explica que el peor obstáculo que existe en la comunicación entre niños y adultos es la autoridad que estos últimos ejercen sobre los primeros, y el aparente desconocimiento de la verdadera voluntad de éstos. Por eso, el traductor infantil debe encontrar su propia imagen de la infancia, ya que a través de ella se refleja su visión de los niños. En uno de los apartados de este capítulo, Oittinen se centra en la visión psicológica infantil, y cita a reconocidos autores (Piaget, Vygotsky) para hacer un análisis de su naturaleza egocéntrica o social. Para la autora, la argumentación de Vygotsky resulta más convincente, en cuanto que este autor considera al niño un ser humano social, capaz de pensar, evaluar y aprender desde el día de su nacimiento. No acepta, sin embargo, la de Piaget, que lo define como un ser egocéntrico e incluso autista al nacer.

El cuarto capítulo lleva por título Children’s Literature and Literature for Children, y explica la imagen que se tiene en el mundo adulto de este tipo de literatura. La autora considera fundamentales las funciones que Tabbert advierte en la literatura infantil: didáctica y creativa. Esto, a su juicio, explicará por qué la literatura infantil nunca se ha entendido como ficción, sino como algo más parecido a una herramienta pedagógica. Es quizás por esto por lo que algunos autores de literatura infantil escriben pensando en los padres, que son los que comprarán los libros para sus hijos, a pesar de que «the favorite children’s books of adults and of children may be quite different» (Oittinen, 2000:68).

El capítulo quinto, llamado Translating children’s literature and translating for children, tiene como objetivo aplicar a la práctica de la traducción todas las ideas explicadas anteriormente en el libro. La autora admite la inevitable visibilidad del traductor, en contraposición a las ideas de Venuti, si bien está de acuerdo con él en la influencia que ejercen sobre la traducción la época y la sociedad en la que ésta se realice. A este respecto, Astrid Lindgren, autora de Pippi Calzaslargas (Pippi Longstocking), y Kornei Chukovsky consideran que el traductor debe ser invisible y que sólo un traductor «pobre» distorsionaría al autor original.

El concepto de visibilidad e invisibilidad viene relacionado con los de traducción y adaptación, este último entendido muchas veces como versión reducida de la obra. Comenta la autora que nuestras actitudes hacia las versiones y adaptaciones son, a menudo, más abiertas que con respecto a las traducciones. De hecho, advierte que muchos de los clásicos han sobrevivido en la literatura gracias a adaptaciones para niños.

Asimismo, en este capítulo se tratan los aspectos extralingüísticas de la traducción, que abarcan las ilustraciones, la música o el movimiento, y que, junto con el texto escrito, influyen en la situación emocional del lector traductor. La importancia de las ilustraciones, estudiada de forma extensa en este capítulo, debe ser tenida en cuenta en el momento de la traducción, ya que, como se ha comentado, el texto constituye sólo un elemento de la totalidad del discurso.

Cierra el capítulo una revisión de los problemas de traducción planteados en las versiones ilustradas de Alicia en el País de las Maravillas, donde el cambio de las ilustraciones supone una modificación en el sentido del texto.

El último capítulo, A never-ending story, constitu­ ye, a modo de conclusión, el final de la obra, donde se realiza un resumen de lo tratado a lo largo del texto, así como una revisión de los objetivos marcados al comienzo. El traductor infantil debe tener la habilidad de leer analítica y sensiblemente, de escribir y producir una traducción que no sólo se pueda leer de forma natural, sino que refleje la función que tenía el texto original. Ninguna traducción produce un texto «igual», sino textos con diferentes objetivos, situaciones distintas y públicos diversos. Como apunta Snell-Hornby, la traducción en el sentido de «igualdad» no debe constituir la base de una teoría convincente. Se encuentra en continuo cambio, y depende de las circunstancias que rodean al traductor. En resumen, «translation is a never-ending, unfinalizable process» (Oittinen, 2000:162).

Nuvole Migranti. Viaggio nel fumetto tradotto

Valerio Rota

Mottola: Lilliput, 2001. 166 págs.

José Miguel Aguilar Río

El profesor Valerio Rota, de la Universidad de Bari y especialista en el ámbito del cómic traducido (tantas veces estudiado, pero tan pocas en profundidad más allá del análisis contrastivo), ha conseguido publicar en una editorial especializada (Lilliput) y dentro de una colección específica (Le Guide del Fumetto), un interesante trabajo que, por su volumen y características, quizá habría tenido difícil salida por otros cauces, y sin el que ahora seríamos un poco más pobres.

La hipótesis y el método de trabajo son sencillos: se han escogido tres obras significativas para estudiar las transformaciones que han sufrido al traducirlas a otra lengua, con la convicción de que, de este modo, emergerá la alterita o carácter distintivo que está pre­ sente en los cómics, en comparación con la identidad de la cultura de llegada.

Trata en primer lugar Rota de establecer qué es y qué no es cómic, qué rasgos caracterizan al género y cuál es su posición dentro del entramado de la cultura de masas y de los polisistemas culturales en sentido amplio. Lo hace con encomiable erudición semiológica y sorprendente amplitud de miras, con menciones a la fotonovela y remontándose incluso al tapiz de Bayeux para argumentar que las razones por las que el cómic no ha gozado hasta hace poco de la justa estima que merece han tenido que ver más con los prejuicios culturales que con posibles deficiencias del lenguaje propio del género. Así, ante la pregunta «¿Existe una crisis en el mercado editorial?», se reivindica la existencia de un género que no deja de crecer y que, con el tiempo, ha alcanzado su propia especificidad (a medio camino entre el texto y la imagen) y ha conseguido vencer los prejuicios de muchos para al fin ganarse un hueco entre las demás artes. Ese género es el cómic o tebeo, para muchos el noveno arte.

Dentro de la misma línea de fundamentación nocional, pero girando ya hacia su propósito fundamental, expone Rota diferentes intentos de establecer tipologías de cómic, bien con arreglo a la naturaleza de la autoría, a la búsqueda de la identificación con el lector o al modo de producción y publicación. Concluye que sólo el último de estos caminos puede ser verdaderamente válido y objetivo, aunque en todos los casos podemos trazar un paralelismo con el concepto de centro y periferia, o al menos con los de variedades marginales y de éxito de masas. Según explica Rota, el grado y modo de difusión del cómic (en quioscos/en librerías) está muy ligado al formato de publicación (blanco y negro o color, formato reducido o álbumes grandes y lujosamente publicados), por lo que conviene prestar especial atención a este punto. Igualmente debe tenerse en cuenta la relevancia de los canales de distribución y otros temas no directamente relacionados con el «hecho lingüístico» propiamente dicho. La insistencia en los procesos de edición y publicación convierte a Rota en un auténtico insider de los Estudios de Traducción dentro del mundo del cómic.

Rota se sitúa, así, en posiciones concomitantes a la teoría de la recepción, del skopos (apunta, por ejemplo, cómo una traducción literal de servicio, puede bastar a los fines perseguidos por la casa editorial) y del polisistema (se señala a EE.UU. como mercado y cultura dominante poco permeable al cómic foráneo). El libro es, de hecho, un estudio centrado principalmente en los intercambios entre las culturas tebeísticas italiana, francesa y anglosajona, pero con extensas menciones a otras, como Japón (aunque también nos consta personalmente el interés de Rota por el mundo del tebeo español). En sentido amplio, se contraponen casos de culturas (EE.UU.) en los que la censura ha hecho del cómic un arte semimarginal o de bajo perfil cultural con otros en los que es un auténtico medio de masas casi en pie de igualdad con la literatura escrita (Japón, Francia). En el análisis de obras concretas, se incide más en cómo las cuestiones culturales y, sobre todo, editoriales, influyen en la traducción de unos u otros cómics en diferentes culturas (un campo que el autor sabe inexplorado y en el cual quien esto escribe le anima a proseguir).

En el debe del autor cabe citar algunos posibles temas que podrían haberse discutido con mayor amplitud. En primer lugar, es éste un libro más sobre el cómic que sobre la traducción de cómics, más sobre semiótica y adaptación en relación con aspectos, por decirlo de alguna manera, políticos y crematísticos que sobre aspectos lingüísticos. Así, por ejemplo, el autor se rinde en ocasiones a los problemas de traducción sugiriendo la imposibilidad de agotar más recursos que la socorrida pero poco enjundiosa nota del traductor o la conservación de determinados contenidos en la lengua original. Sin embargo, es de justicia reconocer que Rota expone ejemplos que suelen avalar estas afirmaciones.

Se echa de menos, además, una mención más concreta a los traductores de cómics, a los que en más de un caso se cita como responsables de los resultados; sin embargo, esta mención se hace al colectivo, con lo que la tarea de los profesionales (que muchas veces, como se apunta en el libro, son más expertos en el mundo del cómic que en el de la traducción o el de las lenguas en juego) queda ensombrecida.

Por último, el resultado final quizá peque de ligeramente deslavazado en la fundamentación teórica de sus presupuestos (véase, por ejemplo, la introducción al apartado «Tradurre fumetti americani: problemi di adattamento» en las páginas 48-49) y su falta de relación con las tesis básicas (más allá de la insistencia en el concepto de adattamento o adaptación). Pero en defensa del autor debemos hacer notar que esto no implica falta de rigor teórico, y que tampoco parece que sea erudición traductológica lo que se busca, ni lo que por lo general se echa de menos en el estudio del cómic y la traducción.

En definitiva, un estudio muy ameno, que habla de lo divino y de lo humano mezclando adecuada e inteligentemente Historia, elementos culturales y el apasionante mundo del tebeo en un interesante relato. Al autor le apasiona el mundo del cómic y tiene un conocimiento enciclopédico de él; «se gusta» al escribir sobre este tema y eso se nota y se agradece. Podemos decir que este libro viene a llenar un vacío largamente sentido: el de la presencia de más expertos/aficionados devotos que estudien la traducción del cómic.

[Este libro sólo está disponible en edición print­ on-demand, es decir, previa petición de impresión. Para más información, rogamos contacten con el editor (plrota@libero.it). Se responderán preguntas en inglés, francés e italiano.]

Teoría de la traducción: convergencias y divergencias

Elena Sanchez Trigo

Servicio de Publicacións, Universidade de Vigo, 2002, 229 págs.

Leandro Félix Fernandez

Es innegable -y las numerosas publicaciones al respecto lo confirman- que la reflexión traductológica está tomando cada vez más peso en la formación de los futuros traductores. Lo más sorprendente es que los avances producidos en este campo de investigación todavía no han quedado plasmados en una asignatura de pleno derecho en la mayoría de los Planes de estudios de la licenciatura de Traducción e Interpretación en el territorio español, quedando en manos de los profesores de buena voluntad la decisión de iniciar a los alumnos en este ámbito. Para rellenar este vacío o, en todo caso, para ofrecer una herramienta que facilite esta labor docente, se encuentra en el mercado una serie de estudios monográficos al respecto entre los que figura este manual firmado por Elena Sánchez Trigo.

La concisión del libro -consta de 229 páginas­ refleja la intención de la autora por circunscribir el tema y ofrecer puntos de referencia muy prácticos. Bien sabemos que no es nada fácil adentrarse en el campo de las teorías de la traducción por la complejidad de los distintos campos que abarca y, sobre todo, sintetizarlas para que los alumnos puedan apreciar sus respectivas aportaciones. Nos consta que la autora, por lo menos con respecto al primer objetivo, lo consigue en su libro. Por otro lado, el planteamiento que adopta refleja no solo su experiencia en el aula sino también su preocupación docente, pues el libro aparece como una respuesta a las numerosas preguntas que plantean los alumnos en clase (y, a veces también los profesores). Con respecto concretamente a las teorías de la traducción, de sobra sabemos que, para la mayoría de los estudiantes, la pluralidad de enfoques equivale a un reconocimiento de divergencias -a menudo confirmado por la falta de unificación terminológica- que los deja, por lo general, en un estado de desconcierto, duda e inseguridad. Precisamente por ello y a nuestro entender, una de las aportaciones más interesantes del libro de la profesora Sánchez Trigo radica en haber logrado justificar esta pluralidad de enfoques en el marco del progreso histórico, es decir en la propia dialéctica de la reflexión intelectual enmarcada en el tiempo. Visto desde este prisma tanto las divergencias como las convergencias no sólo tienen su razón de ser sino que sirven de punto de partida a nuevas reflexiones que, a su vez, fomentarán otras y así sucesivamente. Como es de suponer, este enfoque tiene para los estudiantes la enorme ventaja de desarrollar el espíritu crítico, abrirles nuevos horizontes, infundirles seguridad y, de este modo, llevarlos paulatinamente al camino de su propia autonomía.

En cuanto a los contenidos propiamente dichos, se puede decir que el libro plantea y analiza detenidamente los principales temas que, en la actualidad, conciernen a la traducción en general. El manual está dividido en dos partes. En la primera, se analiza el concepto de traducción desde una perspectiva en la que teoría y práctica constituyen el marco referencial y, tras explicar los avatares epistemológicos que han perseguido esta nueva ciencia a la hora de darle un nombre, este primer bloque se cierra con una condensada exposición de los principales enfoques traductológicos que van desde los tiempos de Cicerón hasta nuestros días. En la segunda parte, se abordan los temas que han sido motivo de preocupación -de reflexión mejor dicho- por parte de las personas que se han dedicado a la traducción desde que esta actividad existe. Resultan ser puntos de convergencia por constituir la materia prima de una constante reflexión teórica. Nos referimos, por citar los más importantes, al caso del escurridizo concepto de equivalencia, a la definición de las unidades de traducción, a la importancia de las tipologías textuales en el proceso traslativo, a las diferentes estrategias de traducción y al código deontológico que ha de servir de garantía de calidad para cualquier operación traslativa.

Se trata, pues, por los diferentes temas que aborda, de un manual de plena actualidad cuyas características más relevantes son, como ya hemos señalado, la concisión y la claridad. Tan sólo hemos echado de menos un mayor desarrollo en los contenidos del capítulo III dedicado a la historia de las principales corrientes traductológicas. En honor a la verdad, es preciso señalar que la propia autora califica su intervención de «injus Dentro de la misma línea de fundamentación nocional, pero girando ya hacia su propósito fundamental, expone Rota diferentes intentos de establecer tipologías de cómic, bien con arreglo a la naturaleza de la autoría, a la búsqueda de la identificación con el lector o al modo de producción y publicación. Concluye que sólo el último de estos caminos puede ser verdaderamente válido y objetivo, aunque en todos los casos podemos trazar un paralelismo con el concepto de centro y periferia, o al menos con los de variedades marginales y de éxito de masas. Según explica Rota, el grado y modo de difusión del cómic (en quioscos/en librerías) está muy ligado al formato de publicación (blanco y negro o color, formato reducido o álbumes grandes y lujosamente publicados), por lo que conviene prestar especial atención a este punto. Igualmente debe tenerse en cuenta la relevancia de los canales de distribución y otros temas no directamente relacionados con el «hecho lingüístico» propiamente dicho. La insistencia en los procesos de edición y publicación convierte a Rota en un auténtico insider de los Estudios de Traducción dentro del mundo del cómic.

Dentro de la misma línea de fundamentación nocional, pero girando ya hacia su propósito fundamental, expone Rota diferentes intentos de establecer tipologías de cómic, bien con arreglo a la naturaleza de la autoría, a la búsqueda de la identificación con el lector o al modo de producción y publicación. Concluye que sólo el último de estos caminos puede ser verdaderamente válido y objetivo, aunque en todos los casos podemos trazar un paralelismo con el concepto de centro y periferia, o al menos con los de variedades marginales y de éxito de masas. Según explica Rota, el grado y modo de difusión del cómic (en quioscos/en librerías) está muy ligado al formato de publicación (blanco y negro o color, formato reducido o álbumes grandes y lujosamente publicados), por lo que conviene prestar especial atención a este punto. Igualmente debe tenerse en cuenta la relevancia de los canales de distribución y otros temas no directamente relacionados con el «hecho lingüístico» propiamente dicho. La insistencia en los procesos de edición y publicación convierte a Rota en un auténtico insider de los Estudios de Traducción dentro del mundo del cómic.

A modo de conclusión, queremos hacer hincapié en el carácter didáctico del libro que, además, está escrito con mucha amenidad. La claridad y la concisión a la que nos hemos referido anteriormente así como los distintos temas analizados -muchos de ellos novedosos para los estudiantes- convierte este manual en livre de chevet para todos los que quieran adquirir una sólida y básica formación en Traductología y, de paso, conocer también el metalenguaje propio de este área de conocimiento.

Traducción y Comunicación, v. 2

Elena Sánchez Trigo y Óscar Diaz Fouces (Eds.)

Servicio de Publicacións, Universidade de Vigo, 2001, 150 págs.

Mª José Herndndez Guerrero

El segundo volumen de Traducción y Comunicación, siguiendo la línea trazada por su antecesor, nos ofrece una variada muestra de trabajos científicos. Esta obra presenta cinco nuevos estudios junto a un aspecto novedoso con respecto al volumen anterior, como es la inclusión de una traducción.

De nuevo nos hallamos ante trabajos de distinta procedencia y de temática variada que recorren las tendencias más actuales de la disciplina y proporcionan al lector nuevas perspectivas sobre el mundo de la traducción. Nos proponemos seguidamente avanzar de forma resumida el contenido de dichos trabajos.

El primero de ellos lo firman Jesús Baigorri, Icíar Alonso y Marina Pascual, del equipo de profesores intérpretes del Departamento de Traducción e Interpretación de Salamanca. Su «Propuesta metodológica de recursos didácticos para el aprendizaje de la interpretación» recoge unas reflexiones generales sobre la didáctica de las asignaturas de Técnicas de interpretación consecutiva y Técnicas de interpretación simultánea, para después desarrollar una serie de bases metodológicas que estructuran de la siguiente forma: 1. La interpretación se puede enseñar y aprender; 2. Progresividad (las técnicas de interpretación se han de ir ·introduciendo de manera paulatina); 3. Variedad (se abordan las distintas modalidades de interpretación centrándose principalmente en la modalidad de interpretación de conferencias); y 4. La importancia de la práctica real. Los autores presentan, además, dos ejemplos de unidades didácticas.

El segundo trabajo, «Tres poetas feroeses», de José Antonio Fernández Romero es, en realidad, la primera traducción que se hace al castellano de la obra de tres poetas de las islas Feroé: Malan Poulsen, Karsten Hoydahl y Rói Patursson. Nos hallamos, en este caso concreto, ante una versión muy especial, que supone un acercamiento a una de las culturas más desconocidas de Europa.

A continuación, Roberto Mayoral, en sus «Propuestas de reorientación en el estudio de la traducción», señala la necesidad de revisar algunos puntos de partida en los estudios sobre la traducción. Sus propuestas son diez en total y recorren un amplio abanico de puntos de partida, cuyos epígrafes enumeramos: 1. La traducción es una tarea humana y como tal debe ser estudiada; 2. La traducción no es un proceso determinista; 3. La calidad en la traducción se mide en términos de mejor o peor, no de correcto o incorrecto; 4. La definición de traducción; 5. El campo de referencia para la traducción es la realidad profesional; 6. Algunos conceptos traductológicos son meros artefactos académicos y no corresponden a ninguna realidad; 7. Los procedimientos empíricos y experimentales en el estudio de la traducción; 8. ¿Qué norma y para qué?; 9. El estudio de la traducción tiene que desplazarse de tipologías textuales obsoletas a los problemas de traducción; y 10. Ideolo gía es contraria a conocimiento científico.

Le sigue «Trial, error and experimentation in the training of translation teachers», donde Anthony Pym ofrece una completa descripción de los programas de adiestramiento dirigidos a profesores de traducción que se han ido desarrollando en fechas recientes, con especial atención a los que se celebraron en Tarragona, Rennes y Monterey en 2001.

En «Una teoría y un modelo de la comunicación y de la mediación interlingüe» Sergio Viaggio desarrolla el modelo de la comunicación verbal de Garda Landa con la intención de hacerlo más directamente aplicable a la práctica de los intérpretes y a la enseñanza de la interpretación. Viaggio analiza aspectos como el enunciado, el sentido, el contexto, el acto de habla, el mundillo, la cultura, el interlocutor, etc., y concluye con tres ejemplos prácticos que muestran cómo el intérprete, o en su terminología «el mediador», interviene en el proceso de comunicación interlingüe.

Por último, en «La ambición y la subjetividad de una traducción desde un modelo de prioridades y restricciones» Patrick Zabalbeascoa, basándose en un esquema de prioridades y restricciones que el autor ha defendido en otras publicaciones, presenta los términos ambición y subjetividad. Zabalbeascoa actualiza la propuesta de prioridades de Nida (1969) aprovechando los avances en la disciplina aportados por los modelos funcionalistas y descriptivistas. En este planteamiento, una traducción es el resultado de una interacción entre un conjunto de objetivos fijados para el texto meta que se estructuran jerárquicamente (su conjunto de prioridades). Cada una de las prioridades (P) está condicionada por unas circunstancias y limitaciones restrictivas (R). El autor expone un modelo (P+R) estructurado en cinco puntos: las opciones y consideraciones previas a la operación traductora, el descubrimiento de los factores variables, un estudio de restricciones, un estudio de prioridades y, por último, algunos conceptos de utilidad para la evaluación y la crítica de la labor del traductor.

El lector interesado hallará, pues, en este volumen una variada selección de trabajos, muestra de la riqueza y la amplitud de las investigaciones actuales en torno a la traducción.

Traducción y Comunicación V.3

Elena Sánchez Trigo y Óscar Diaz Fouces (Eds.)

Servicio de Publicacións, Universidade de Vigo, 2002, 162 págs.

Jorge Leiva Rojo

Bajo el nombre de Traducción & Comunicación V.3 se recoge un total de ocho artículos que tratan sobre diversos aspectos de la traducción. En el primero de ellos, de Javier Casas Cabido, se aborda la labor del intérprete jurado. En su trabajo, Casas Cabido intenta establecer la diferencias existentes entre el intérprete jurado, el traductor de la Administración de Justicia y el traductor que trabaja en el ámbito de la diplomacia, al tiempo que hace referencia a lo antiguo del oficio del intérprete jurado en el ámbito hispano -en activo desde 1529 en América y reconocido oficialmente en España desde 1843-. Robert Dengler Gassin, por su parte, considera necesario tratar la traducción de las unidades fraseológicas por ser este un aspecto que plantea especiales dificultades a los traductores. Para ello, realiza un estudio sobre la traducción de las unidades fraseológicas en la novela La colmena, de C. J. Cela y en su traducción al francés, contrastando los resultados con diversos repertorios lexicográficos. La conclusión a la que se llega en este trabajo es que, a pesar de los grandes avances que se han dado en los últimos años en el campo de la fraseología española -Dengler Gassin cita, entre otros, a Zuluaga y Carpas Pastor-, lo cierto es que se han producido escasos avances en el tratamiento que los repertorios lexicográficos hacen de las unidades fraseológicas, ya que este continúa siendo inadecuado.

La relación entre lo que se denomina sociología de la vida cotidiana y la interpretación se estudia en el trabajo de Marta García González, ya que expresa su autora que es posible realizar un estudio del primero de los aspectos basándose en el principio de Goffman de que el comportamiento humano tiene poco de instintivo y es resultado de un proceso de socialización. Si bien la interacción social, continúa afirmando García González, desempeña un papel importante en la traducción, más relevante aún lo es en el caso de la interpretación, ya que esta disciplina, por norma general, está sujeta a una serie de comportamientos prefijados. Para ello declara que siempre es posible predecir la presencia de una serie de elementos propios en función del tipo de discurso del que se trate, si bien, como reconoce al final del artículo, siempre surgirán elementos imprevisibles.

En el cuarto de los trabajos de esta publicación, realiza María José Hernández Guerrero un estudio acerca de lo que se entiende por temporalidad en traducción, concepto que hace referencia al alejamiento temporal entre el texto origen y el texto meta y que ha recibido distintas denominaciones, entre ellas traducción diacrónica, historicidad, distancia histórica y traducción intertemporal. Hernández Guerrero aborda el estudio de la temporalidad desde diversos aspectos, ya que, frente a lo que podríamos denominar concepto clásico de la traducción diacrónica, en el que intervienen dos lenguas distintas, también habla la autora de la traducción que se hace dentro de una misma lengua, como ocurre con algunas obras escritas en castellano antiguo que cuentan con adaptaciones al lenguaje contemporáneo. Por otra parte, también se trata aquí de la temporalidad entre autor y lector, que se encuentra estrechamente ligada al dilema al que se enfrenta el traductor a la hora de tener que decantarse por la domesticación o por la extran­ jerización, conceptos estos últimos desarrollados especialmente por Lawrence Venuti.

En el trabajo de Arnt Lykke Jakobsen se tratan de ver las diferencias existentes entre los estudiantes de traducción y los profesionales de esta disciplina, para lo que se basa en las traducciones de los mismos textos por parte de individuos de ambos grupos. Una vez analizados los textos, concluye Jakobsen que los traductores profesionales tienen menos necesidad de tiempo para revisar los textos que los estudiantes de traducción, si bien las distancias entre ambos grupos son las lógicas. Por el contrario, señala Jakobsen que el aspecto en el que existe una gran diferencia entre ambos grupos es en la realización de la primera versión de la traducción, en la que los profesionales invierten mucho menos tiempo que los estudiantes. Por otra parte, en «O jardineiro», el presidente de la Associaçao Portuguesa de Traductores, Francisco José Magalhäes, hace una crítica de la formación de los traductores en Portugal, que se limita al conocimien­ to de los aspectos teóricos, aspectos que en realidad, según manifiesta, en pocas ocasiones se relacionan con la realidad, mientras que no se ocupa de temas que él considera tan importantes como el asociacionismo de los traductores o el trato con el cliente.

Christiane Nord nos habla en su artículo de la traducción entendida desde el punto de vista de la intencionalidad, por lo que hace referencia también a la idoneidad de la traducción y a lo relativo de su planteamiento. En este concepto de intencionalidad, por tanto, también va a estar implicado el concepto de cultura y de culturalidad, que no se puede identificar -aunque a veces se haga- con área lingüística. Para demostrar la influencia de la culturalidad y la intencionalidad en la traducción pone como ejemplo distintas traducciones del Nuevo Testamento, en las que queda de manifiesto su postura.

Por último, Fray Andrés López es objeto de estudio del artículo de Joaquín Sueiro Justel, que cierra esta obra. López, teórico español de la traducción del siglo XVII, fue misionero en Filipinas y autor de una gramática de la lengua pangasinana que fue publicada en 1690. Sin embargo, esta gramática se caracteriza por el hecho de que en ella su autor trata además de la traducción y de las dificultades que entraña esta tarea, al tiempo que postula claramente por una con­ servación escrupulosa en el TO del sentido -y del estilo del autor- presente en el TM. Por otra parte, se advierte en López una gran preocupación por el entendimiento del lector, hasta el punto de que aboga por adoptar la estrategia de traducción en función del tipo de destinatario del TM.

En definitiva, es esta una obra interesante en la que se tratan aspectos de la traducción abordados desde diversos puntos de vista. Sin ánimo de criticar, debemos decir que echamos en falta en la obra un prefacio que explique cuál es el hilo conductor del libro, ya que a veces no se entiende cuál es el criterio que se ha tomado para seleccionar los artículos -ni su orden dentro del libro-, dado lo amplio del concepto comunicación relacionado con la traducción. Por otra parte, advertimos un claro desequilibrio en lo que a la extensión de los artículos se refiere, ya que, frente a dos artículos de cuatro y ocho páginas cada uno, nos encontramos con dos estudios de más de treinta páginas.

Traducción e Interpretación en los Servicios Públicos: Nuevas realidades para nuevas necesidades (Community Interpreting and Translating: New Needs for New Realities.)

Valero Garcés, C. y G. Mancho Barés (Eds.)

Servicio de Publicaciones: Universidad de Alcalá, 2002, 284 págs.

Mustapha Taibi

Community Interpreting and Translating: New needs for new realities reproduces the talks delivered at the I Congreso Nacional de Traducción e Interpretación en Los Servicios Públicos, held in the University of Alcalá de Henares (Spain) from 21 to 22 February 2002. Both in print and in CD ROM, it offers 35 papers covering different aspects of community interpreting and translation (cross-cultural communication, terminology and register, power relationships, interpreter role, responsability and training, institutions and recruitment criteria, pilot projects, regional or local surveys, etc.).

The aim of this conference was to gather professionals and experts from all over the world to exchange views, research results and experience in this field, as well as to address the new needs that societies and translation trainers and professionals face as a result of new social and intercultural realities. By so doing, the conference contributed a great deal to doing justice to community interpreting and translation, which, apart from a few published works and conferences like the First BABELEA Conference on Community Interpreting, held in Vienna in 1999, have been neglected and given much less importance than the other translation and interpreting branches. As Putignano (2002: 215), one of the participants in the conference, states (referring to the case in Italy, but what she says is perfectly applicable to a great many countries all over the world), «Community interpreting has been practised from time immemorial, yet it is the least prestigious and the most misunderstood branch of the interpreting profession... », So much so that there has been very little reflection and few studies about ir (especially in the countries where it has not been professionalized) and it has been left to the participants themselves to relate their experiences and express their opinion (Harris, 1990; Pochhacker, 2000).

Experts and professionals from different countries (Spain, Italy, Belgium, Sweden, Australia, the United States, Morocco, Democratic Republic of Congo, Great Britain, etc.) delivered valuable theoretical and field research contributions that have been reproduced in a singular volume/CD ROM. The talks are introduced by Carmen Valero Garcés and Guzmán Mancho Barés, the conference coordinators and book editors, and divided into four sections:

1 The first one (after the Preface and Introduction) includes the contributions of two researchers and specialists of world renown: Ann Corsellis (Institute of Linguistics, England) and Helge Niska (Stockholm University, Sweden).

2 Contributions about translation and interpreting in Spanish Public Services: including talks by Anne Martin and Isabel Abril Martí, Carmen Valero Garcés, José Alberto Luis Estévez and Carmen Toledano Buendía, Luis Pérez González, José Martín del Pozo, Ana Isabel Foulquié, Mohamed ElMadkouri and Beatriz Soto Aranda.

1 Contributions about translation and interpreting in Public Services (Community Translation and Interpreting) abroad: including talks by Jan Cambridge, Mette Rudvin, Brett A. Rosenberg, Marta Herrero Escobedo, Tim Connell, J. Chrys Chrystello, Yolanda Vanden Bosch, Susana S. Sawrey, Son­ soles Sánchez- Reyes and Manuel Martín Casado, Ron Holt, Guadalupe Soriano Barabino, Elena Tomassini, Mara Morelli, Gema Castillo Garda, Stefanía Putignano, and María del Carmen Riddel.

2 Professionalizing the work of translators and interpreters: talks by Javier Ortiz García, Pilar Orero, Veronica Vivanco, Camino ViUanueva and Isabel Pizarra, Ana Pereira and Lourdes Lorenzo, Milagros Beltrán Gandullo and Carmen Pena Díaz.

The two contributions included in the first section seem to provide the reader with a good representative sample of the content, variety and depth of the academic and fieldwork contributions that the book/CD ROM comprises. In the first paper entitled «Creating a Professional Context for Public Service Interpreters and Translators», Ann Corsellis offers «an overview of what is needed to create a viable professional context» for community interpreters and trans­ lators. In this respect, she calls for nationally standadized and consistent training programs (both for community interpreters and translators and public service ernployees), code of conduct, employment strategies, deployment and quality control. In the second, Helge Niska goes beyond these general and «external» aspects into the community interpreter’s real-time service and one of the majar challenges it poses: terminology. This pivotal aspect of translation and interpreting has received due attention in «established- branches of translation and interpreting (scientific, technical, literary, international relations, etc.), but not enough in community interpreting, hence the importance of Niska’s papero For, in addition to dealing with issues like the definition, evolution and standardization of terminology, the author addresses the question of terminology variation according to speaker and addressee (expert-expert, expert-layman, layman-layman) and, therefore, terminology problems in the special case of community interpreters, who often have to work with languages or dialects for which there are no reference books, no dictionaries or glossaries and no interpreter training.

The section about Community Translation and Interpreting in Spain offers interesting views about and insight into the role of community interpreters in bridging the communication gap in multicultural or multilingual societies (Madkouri, Martin, Valero), as well as «insider» information and expertise about interpreting in specific institutions like Courts and Police Stations (Pérez, Martín del Pozo, Foulquié): state of the art in Spain, certification, recruitment, problems, etc. This section also includes a paper by Estévez and Toledano about a postgraduate community interpreting course offered by the University of La Laguna (Canary Islands) and another by Abril Martí about Sign Language interpreting. In the latter, the author offers a general view of the situation of Sign Language in Spain and argues that the professionalisation of Sign Language Interpreting in a country is closely related to the official status of Sign Language in it.

The following section, «Contributions about translation and interpreting in Public Services abroad» comprises, on the one hand, a selection of important issues such as the pressures on interpreters, professionalisation of the individual, code of conduct, direct and indirect speech and, on the other, a selection of projects, initiatives and experiences from different parts of the world. To mention just a few, the conference book/CD ROM, includes a paper about community interpreting in Northern Irish hospitals, the findings of a survey on the role of community interpreters in the region of Emilia Romagna (Italy), the court interpreting pilot project of the Antwerpt courts (Belgium) and an Australian experiment in intercultural information for professional communicators, translators and interpreters. Among the issues raised in this section (and also in the previous one, in Martin’s paper) it is worth highlighting the one about the role of the community interpreter as a mediator in the communicative act. This question has been controversial in the emerging literature about community interpreting so far: the range of philosophical and theoretical points of view go from those who see the interpreter’s role as a simple linguistic transfer to those who consider it as an act of advocacy (Roberts, 1997). In this respect the conference (and this section in particular) is no exception: while Cambridge advocates the impartial model (relaying «messages accurately, completely and in as closely as possible the same style as the or iginal»), Rudvin, Rosenberg and Herrero argue that community interpreters are more than interlinguistic mediators; they are intercultural mediator.

This section closes with a singular paper by María del Carmen Riddel entitled «Exile and Literary Production». In this contribution the author tackles the effects of exile on intellectuals and their work (new narrative structures and communicative strategies). She divides the change process exiled intellectuals go through into three stages and argues that translators of works by such authors should be aware of the stage they are at (psychological state) in order to better understand and translate them. Although this paper seems to be out of place, it is indeed strictly related to community translation and interpreting: this field is often associated with immigrants and refugees; and exiled writers are part of them. Their background and ambition might be different, but what they have in common is an experience far away from their home country and a need for communication.

The last section includes papers covering a wide range of interesting subjects that go beyond the realm of community translation and interpreting. Javier Ortiz García addresses the issue of translation quality assessment and the translator-client relationship. To improve translation quality, he suggests and develops methodological tools to be carefully taken into consideration at seven stages (contact, proposal, starting the project, development, revision, delivery and assessment). Pilar Orero deals with a relatively new specialization in translation, namely audiovisual translation (subtitling, dubbing, voiceover and multimedia). She starts by speaking about technological progress and globalization and goes on to speak about three levels of demand for audiovisual translation: educational, entertainment and occupational. With «Egg Insulator or Aislador de Nuez», a paper on metaphor in technical translation, Veronica Vivanco adds to the richness of this conference, and so do the other papers about translation problems caused by specialized registers of English, translation in the Regional Government of Galicia (Spain), problems in legal German-Spanish translation and features of legal English.

To sum up, this collection of papers adds a great deal to the community translation and interpreting bibliography. The variety of subjects (both theoretical and applied), the different experiences and points of view (both from different Spanish regions and from abroad), in addition to the multidisciplinary contributions and approaches (translation and interpreting trainers, intercultural communication experts, community translators and interpreters, sworn translators, social workers, etc.), all this makes it a valuable contribution.

References:

HARRlS, B. (1990): «NORMS IN INTERPRETATION». TARGET, 2,1, PP. 115-119.

Pöchhacker, F. (2000): «The Community Interpreter’s Task: Self-perception and Provider Views» in Roberts, R. et al. (eds). The Critical Link 2: Interpreten in the Community. Amsterdam/Philadelphia:

John Benjamins.

Putignano, S. (2002): «Community Interpreting in Italy: A Selection of Initiatives« in Valero Garcés,

C. and Mancho Barés, G. (eds), Community Interpreting and Translating: New Needs for New Realities. Madrid: Universidad de Alcalá de Henares.

Roberts, R. (1997): «Community Interpreting Today and Tomorrow» in Carr, S. et al. (eds), The Critical Link: Interpreters in Community. Amsterdam/ Philadelphia: John Benjamins.

El mensaje de las monedas almohades. Numismática, traducción y pensamiento islámico

Miguel Vega, Salvador Peña & Manuel C. Feria

Cuenca: Universidad de Castilla-La Mancha, 2002, 348 pp. (Escuela de Traductores de Toledo, 10.)

Francisco Lafarga

Este libro conduce al lector por un mundo fascinante, el de la numismática, vinculado a lo cotidiano aunque, al tratarse de épocas pretéritas y aun de culturas distintas a la nuestra, teñido de misterio. El propio título de la obra alude a ese misterio, que pretende desvelar; y el recorrido que realiza queda explicitado en el subtítulo, que abarca tres campos que los autores relacionan entre sí y que constituyen las bases científicas sobre las que se asienta todo el discurso.

Son conscientes los autores de las dificultades que un trabajo de este tipo, que implica ciertos conocimientos de las disciplinas que se barajan, puede suponer a lectores no avezados, y por tal motivo declaran ya en la introducción su intención de facilitar el camino mediante recapitulaciones al término de cada capítulo. Resulta de este planteamiento inicial una obra perfectamente estructurada en capítulos, subcapítulos y apartados, cuya simple enumeración en el índice general ofrece un claro esquema del contenido.

Por otra parte, la clarificadora introducción, con la declaración de intenciones, opciones metodológicas, bases bibliográficas y resumen de los capítulos resulta modélica y ayuda innegablemente al lector en su recorrido.

El estudio se centra en el dirham, una de las monedas de mayor circulación en la España musulmana desde mediados del siglo XII: se trataba de una acuñación de plata, de forma cuadrada, con leyendas en ambas caras, usualmente frases de contenido religioso y político.

En el primer capítulo los autores pasan revista a los textos de las citadas monedas y a las traducciones e interpretaciones que de ellos han dado distintos estudiosos, tanto españoles como extranjeros, con lo cual se incide de lleno ya en los aspectos mencionados en el subtítulo del trabajo y, muy particularmente, en el ámbito de la traducción.

El segundo capítulo está centrado en la interpretación del término amr, palabra clave en las leyendas del dirham almohade. Para ello, los autores han consultado numerosos diccionarios bilingües hacia las lenguas occidentales. De este exhaustivo análisis se llega a la conclusión de que no hay unanimidad en los lexicógrafos, los cuales barajan los significados de ‘mandato, ‘poder’ o ‘autoridad’, por un lado, y de ‘asunto, ‘cosa’, ‘negocio’ o ‘empresa’, por el otro. Intentando conjugar ambos sentidos y conservar el carácter indeterminado del término árabe, los autores proponen su interpretación en el sentido de ‘disposición.

La oportuna contextualización del término objeto de atención lleva luego a los autores a aludir al pasaje coránico del que se ha extraído, comentando las distintas interpretaciones que del mismo se han hecho a las lenguas occidentales. Barajan para ello hasta 19 versiones distintas del Corán al español, alemán, francés e inglés. No han podido tener en cuenta, por haberse publicado una vez concluida la investigación, la recientemente hecha al catalán por Míkel de Epalza (L’Alcora, Barcelona, Proa, 2001), que le valió al traductor el premio nacional a la mejor traducción 2002.

La interpretación en un contexto sagrado del término amr es contrastada luego (en el capítulo cuarto) en otros ámbitos textuales, ya sea literarios, jurídicos, filosóficos o políticos. Precisamente en el último ámbito -y utilizando textos del propio período almo­ hade- los autores han podido advertir un desplazamiento del sentido del término de ‘disposición’ u ‘orden’ a ‘causa’ (se entiende la ‘causa almohade’), en un intento de legitimar la autoridad del movimiento almohade.

En última instancia, se trataría de mostrar -como lo hacen los autores en los capítulos siguientes- la influencia de la teología chií en el ideario político y religioso de los almohades, la plasmación -con fórmulas y procedimientos finamente calculados- de dicho ideario en el sistema monetario que crearon (y que se convertiría en modélico), y su utilización como procedimiento de legitimación política y religiosa.

La obra se completa con una treintena de páginas de apretadas referencias bibliográficas, prueba de la cuidadosa documentación y del rigor científico con que se ha abordado el tema.

El libro es, en definitiva, la demostración palmaria de cómo «unos objetos tan concretos, pequeños y cotidianos”, son portadores de una significación profunda, de un mensaje político e incluso de un eslogan publicitario.