La traducción de los marcadores del discurso en italiano y español: el caso de insomma

ESTEFANíA FLORES ACUÑA

Universidad de Málaga

Este artículo aborda el estudio de los marcadores discursivos desde la perspectiva traductológica entre el par de lenguas italiano I español. El tipo especial de significado que poseen los marcadores, asi como su capacidad para incidir en distintos planos de la comunicación, los convierten en poderosos instrumentos a disposición del hablante que pretende organizar su discurso de forma inteligible y alcanzar ciertos objetivos argumentativos. El traductor ha de saber identificar y reproducir en la lengua término las estrategias formulativas y argumentativas utilizadas por el autor original. Ilustramos esta cuestión a través del análisis del marcador insomma y de su traducción al español.

The aim of this paper is to study discourse markers from the point of view of Italian /Spanish translation. Thanks to their special type of meaning and their capacity to affect different levels of communication, discourse markers are very powerful tools which allow speakers to organise their discourse and to achieve certain argumentative aims. Translators must be able to identify and reproduce in the target language all formulation and argumentative strategies used by tne author of the so urce text. We wish to illustrate this issue through the analysis of insomma and its translation into Spanish.

1 INTRODUCCIÓN

Entre las capacidades que debe poseer un buen traductor, la competencia textual o discursiva se presenta como aquella que le permite crear un nuevo producto que contenga todos los elementos explícitos e implícitos que conforman el texto origen y que contribuyen a su existencia como un todo unitario.

Si reconocemos que, al analizar el texto de partida, es fundamental comprender la manera en que los distintos argumentos1 se encadenan entre sí, hemos de admitir que la misma atención merece la organización de la actividad formulativa, es decir, el resultado del trabajo de producción discursiva que el locutor lleva a cabo tras esfuerzos más o menos grandes por sortear los problemas que encuentra en la construcción de su discurso2. Entre las «huellas» de dicho trabajo, nos centraremos en los marcadores del discurso cuyas instrucciones son predominantemente metadiscursivas3. En concreto, estudiaremos el comportamiento discursivo de insomma, partícula muy frecuente en italiano (tanto en el discurso escrito como en el oral), con el fin de observar cómo se pueden trasladar al español sus instrucciones semánticas y pragmáticas en la operación traductora.

2 INSOMMA: DESCRIPCIÓN SEMÁNTICO­PRAGMÁTICA

Nos encontramos ante un adverbio4 cuya grafía también presenta la variante poco usual in somma. Como valor de base, podemos afirmar que, con este marcador, el locutor presenta un nuevo enunciado como reformulación de otro segmento anterior (explícito o no), después de haber buscado un denominador común a todos los elementos que componen dicho segmento.

En el discurso, actúa normalmente como reformulador recapitulativo que confiere valor de resumen o conclusión al fragmento de discurso introducido respecto a lo dicho anteriormente:

(1) Era scoppiato un bagliore accecante, faceva caldo come in un forno, e Marcovaldo stava per svenire. Gli avevano puntato contro riflettori, «telecamere», microfoni. Balbetto qualcosa: a ogni tre sillabe che lui diceva, sopravveniva quel giovanotto, torcendo il microfono verso di sé: -Ah, dunque, lei vuol dire ... -e attaccava a parlare per dieci minuti.

Insomma, gli fecero l’intervista. (1. Calvino, Marcoualdo, p. IIO.)

Como señalamos más arriba, el nuevo punto de vista introducido por insomma es presentado como la búsqueda de un elemento común al conjunto de enunciados expuestos anteriormente:

(2) In veritá, non sentivo dentro di me un ardente desiderio di famiglia. [ ... ] Inoltre, pur vivendo ancora a casa, ero completamente indipendente, padrona di ogni ora delle mie giornate. Per guadagnare un po’ di soldi davo ripetizioni di greco e latino, le mie materie preferite. A parte questo, non avevo altri impegni, potevo passare pomeriggi inte­ ri alla biblioteca comunale senza dover rendere conto a nessuno, potevo andare in montagna tutte le volte che ne avevo voglia.

Insomma la mia vita, rispetto aquella delle altre donne, era libera e avevo molta paura di perdere questa liberta. (S. Tamaro, Va’ dove ti porta il cuore, p. 96.)

En estos casos, los enunciados reformulados suelen estar coorientados, lo que facilita la tarea de encontrar un denominador común a todos ellos. Esto nos obliga a interpretar los puntos de vista anteriores como un todo homogéneo. Es evidente, por tanto, la inadecuación de un ejemplo como el siguiente:

(3) # Maria suona il piano, Anna il violino, Gianni il violoncello, e/mentre la Clara non suona niente. Insomma, e una famiglia di musicisti’. (C. Rossari 199T 51)

La extrañeza que provoca (3) no se debe tanto a la distinta orientación argumentativa de uno de los puntos de vista de la serie, sino al hecho de que el enunciado reformulador «e una famiglia di musicisti5» no se puede entender como el denominador común de los componentes de la serie anterior, uno de los cuales indica que un miembro familiar no toca ningún instrumento. En efecto, la diversa orientación argumentativa no es impedimento para que el marcador introduzca una conclusión que represente el resultado de la tensión entre enunciados enfrentados:

(4) -Dite alla signora Diomira, - rac­ comando la madre, - che poi puó tenersi un cosciotto! No, meglio dirle: la testa. Insomma: veda lei. (1. Calvino, Marcovaldo, p. 61.)

Insomma como reformulador conclusivo es un recurso muy utilizado en diálogos y entrevistas, para volver a formular lo expuesto por el interlocutor, sin necesidad de que esta heter- rreformulación resuma todos los puntos de vista explícitos lingüísticamente y, por tanto, dando más libertad al locutor para llegar a determinadas conclusiones:

(5) -[ ... ] lo sono stato uno dei precursori della necessitá del riarmo della Germania. Sia ben chiaro che questo non lo dico ora che vengo chiamato in causa dopo la pubblicazione del carteggio tra me e Martino: lo testimoniano tanti articoli, tante dichiarazio­ ni sin dal 1953.

-Insomma, lei sembra voler dire che quella decisione, se non le fu quasi strappata, fu presa perlomeno senza matura riflessione. (L’Espresso, 16/11/oo, p. 99.)

Además, insomma presenta dos peculiaridades en su empleo que han de ser destacadas:

a) En un cotexto con una serie de enunciados explícitos, insomma puede, además, referirse a estados de la memoria discursiva no expresados lingüísticamente:

(6) Dei signori delle vacanze, naturalmente: reucci di spiagge e discoteche, ras di banchine e agenzie di servizi, portieri, cuochi e camerieri di bar, alberghi e ristoranti. Da Cortina alla costa Smeralda, sono loro che hanno in mano i giochi, che decido no chi sta dentro e chi sta fuori. Insomma, che comandano. (L’Espresso, 27/7/00, p. 92.)

El locutor indica que corta su enunciación y motiva esta decisión en la reformulación que introduce tras insomma. Pero los dos enunciados efectivamente formulados quizás no sean suficientes para llegar al denominador común «che comandano» expresado en la reformulación, por lo que llegamos a la conclusión de que el locutor hace alusión a otros hechos grabados en la memoria discursiva, pero no explícitos. Llevando esta posibilidad al límite, puede ocurrir que no aparezca ninguno de los miembros a los que se refiere la recapitulación, lo cual tendrá repercusiones en la traducción, como veremos en el próximo apartado.

Esta particularidad del empleo de insomma posibilita el valor correctivo del que se puede cargar este adverbio, valor que se manifiesta cuando el locutor expresa un punto de vista y, más tarde, una serie de acontecimientos o reflexiones le obligan a encontrar un denominador

común que no parece derivarse del punto de vista apenas expresado:

(7) Scia bene quel tizio, insornma non maleo (C. Rossari I99T 54)

El locutor, tras la enunciación de P («Scia bene quel tizio»), recuerda o es testigo de algún acontecimiento que le lleva al punto común presentado en la reformulación Q («non male»). Como la reformulación contradice en parte el contenido proposicional de P, insomma adopta un valor derivado de rectificación. Ahora bien, dicho denominador común debe ser compatible con el conjunto de reflexiones implícitas. Esta es la razón por la que la modificación que aporta insomma no puede ser radical:6

(8) • Gira adestra, insomrna a sinistra! (C. Rossari 1997: 38)

En el nivel formal, insomma sirve como recurso cuando el locutor ha comenzado a formular un enunciado que no le satisface y que, por tanto, corrige sobre la marcha:

(9) \UTE\ sei mesi e un giorno II sen­ nonché I poi I e cambiata I e allora I adesso I io I vorrei sapere I innanzitutto I appunto I se posso I hee I insomma I quanti anni ancora devo/ [ ... ] (Gorpus di italiano parlato, p. 62.)

En esta misma línea, insomma puede desempeñar el papel de reformulador que introduce lo que hasta ese momento estaba siendo objeto de un razonamiento implícito:

(10) Eccellé, vi devo notificare quest’ atto giudiziario. Mettete una firmetta qua, ma gia che ci state, scusate se approfitto, vedete un po’ se potete raccomandare un mio conoscente, un quasi parente, insornrna mio figlio ... (L’Espresso, 19/10/00,, p. 58.)

En casos como este, insomma sirve de conclusión al proceso de creación del texto por parte del hablante. Observamos que insomma ayuda al locutor a formular definitivamente el término que parecía temeroso o reacio a introducir en el discurso, a decir lo que se estaba intentando ocultar.

Es necesario destacar que, como marcador de invalidación, no sólo puede funcionar en el nivel del díctum o contenido proposicional, sino que también puede renunciar a la fuerza ilocutiva del acto de habla precedente, añadiendo un matiz modal de impaciencia:

(11) «Penso anche che sarebbe opportuno che uno di noi rimanesse qui a Belgrado, ma insomma fai come vuoi. Lo parto tra poco »

( www.mclink.it/com/ agonistikal giochidi­ ruolo/pathos2/racconti/angelobianco.htm)

b) Utilizando insomma, el locutor puede expresar su incapacidad para encontrar algún denominador común a los puntos de vista anteriores, sin tener que llega a expresar esta imposibilidad en una reformulación, ya que la mera enunciación del marcador sería suficiente (a condición, eso sí, de que se utilice una entonación particular). De este modo, la enunciación del marcador se cargaría de un valor derivado de descontento, asombro o impaciencia, según el contexto:

(12) Insomma, la smettete si o no? (Lo Zingarelli 1999, S.V. «insomma», p. 917.)

En (12), insomma puede señalar el disgusto del locutor ante la incoherencia de la actitud de los interlocutores con respecto a lo que el primero tiene asumido; puede tratarse, por ejemplo, de un grupo de alumnos que se están comportando mal en clase, actitud incoherente con las normas asumidas por el locutor/profesor: en clase hay que portarse bien, hay que callarse, hay que obedecer... De ahí la imposibilidad de encontrar un denominador común, puesto que se da una incompatibilidad entre los puntos de vista del locutor y la actitud del destinatario.

Cuando insomma constituye por sí solo un enunciado autónomo, se convierte en interjección con valor dubitativo:

(13) «Sta meglio tua madre? «lnsomma!» (DISG, s.v. «insomma», p. 1276.)

Solamente en el discurso oral, insomma puede servir de continuativo o muletilla al locutor mientras busca la palabra apropiada e intenta llenar las pausas que se producen:

(14) \GNA \ un lo so II o spendere settantamila lire I subito I o spendere xxx II cioé I o spendere I tipo I un’ ottantina di mila lire e menarsela ... ‘nsornma I o spendere un’ ottantina di mila lire I pero menarsela per trovarlo I eeh I per poi I insomma I comprare II (Gorpus di italiano parlato, p. 42.)

El control del hablante sobre su mensaje resulta igualmente fácil de apreciar cuando éste utiliza insomma para retomar el hilo del discurso tras alguna interrupción (debida o no a su interlocutor). En la conversación, es evidente qué difícil resulta, en ocasiones, no perder la línea temática principal:

(15) Dice: Lo ero triste, avevo bevuto, sapete che non bevo mai. Mi veniva da vomitare. Morale: mi son messa a raccontargli la mia vita. [ ... ]

A chi? chiedo io.
A Ralph, il ragazzo tedesco. [ ... ] E in che lingua parlavate?
In italiano, lui conosce bene l’Italia, ha
fatto molta attivitá politica con l’Italia.
Attivitá politica? E che e, un ministro? No no, un altro tipo di politica, capito? Oddio! E un naziskin?
Se ti ha appena detto che ha i capelli lung­ hi! [ ... ]
Senti Beate, lo vuoi ancora un po’ di vino? Madonna, va a finire che mi tocca portarla a casa in spalla, fa la Ale.
Si, insomma, continua la Lucia, io li triste per Philippe e anche per il mio uomo che non viene mai con me alle feste, che sta sempre per i fatti suoi, e ho pensato, qui non puó andare avanti cosi. (R. Campo, Mai sentita cosi bene, pp. 116-117.)

En lo referente a su posición, el insomma recapitulativo puede ocupar una posición inicial, media o final dentro de su miembro discursivo, y siempre se encuentra aislado de éste, sin que ello altere necesariamente la puntuación:

(16) Laurea in ristorante, forse e un po’ riduttivo per chi ha dovuto seguire, in tre anni di frequenza obbligatoria, 18 corsi integrati e dare qualche cosa come 40 esami diversi: microbiologia, chimica degli alimenti, chimica-fisica, biologia chimica, biologia organica, e poi dietetica, igiene degli alimenti, marketing, approvvigionamento, tecnologia ... Insomma, ha dovuto studiare non solo di che tipo di forno puó aver bisogno un ristorante, una mensa o un ospedale, ma anche come si costruisce una piastra elettrica, quali sono le capacita caloriche dei fornelli a gas... (L’Espresso,10/8/00, p. 186.)

(17) Quando un corpo cade, perde per un momento la sua scioltezza, il suo moto ordinato entra in crisi, prende ad assomigliare pericolosamente ad un burattino, a qualcosa di inanimato e meccanico. Allora gli altri, i presenti alla caduta, preoccupati da que sta minaccia di disordine, danno sfogo al riso per ripristinare lo stato di norrnalitá. Il riso sarebbe insomma un atto «terapeutico» contro la minaccia del disordine mortale, in favore dell’ordine virtuale. (D. Maraini, Dolce per sé, p. 69.)

(18) Basta sentire il parere di Claude Nobs, gran patron del Jazz Festival di Montreux: «Di D’Angelo conoscevo i dischi, ma davvero non immaginavo che, dal vivo, fosse una tale bomba atomica. Ha la voce fenome­ nale di Prince, l’ energia del James Brown degli anni buoni, il carisma di Marvin Gaye», il massimo dei massimi, insomma. (L’Espres- 50,10/8/00, p. 178.)

Sólo en estos casos goza de absoluta libertad. En los restantes empleos, aparece siempre introduciendo el segmento reformulador. No obstante, en posición final y acentuado, insomma puede usarse para reforzar el enunciado (exclusivamente en el discurso oral):

(19) Ma se mi dimettevo (chi) lasciavo, Zamberletti? ((risa)) ABBIA pazienza Padre Zanotelli INSOMMA eh ((risa)) (C. Bazzanella 1990: 633)

3 INSOMMA: TRADUCCIÓN AL ESPAÑOL

Veamos qué soluciones existen en español cuando el traductor se enfrenta a los distintos empleos discursivos de insomma en textos escritos y orales.

Como reformulador recapitulativo, insomma puede traducirse con alguno de los reformuladores que en español entran dentro de esta misma categoría (en resumen, en suma, en fin, en conclusión, en una palabra, etc.)7:

(22) It. Tanto piü che, per scaldarsi, ordino -o meglio: si lasció imporre da quelli che stavano al banco -un quarto di vino, dapprincipio, e poi ancora mezzo litro, piu qualche bicchiere, con gran manate sulle spalle, gli fu offerto dagli altri. Insomma, quando usci dall’osteria, le sue idee sulla via di casa non erano piü chiare di prima, ma in compenso piü che mai la nebbia poteva con­ tenere tutti i continenti ed i colori. (1. Calvi­ no, Marcovaldo, p. 69.)

Esp. Tanto más cuanto, para calentarse, pidió (o mejor: se dejó imponer por los que estaban junto al mostrador) un cuartillo de vino, en un primer momento, y luego medio litro más, con alguna copita que, acompañada de grandes manotazos en los hombros, le ofrecieron aquéllos. En resumen, que al salir de la taberna sus ideas acerca del camino a casa no estaban más claras que antes, aunque en contrapartida y como nunca la niebla podía albergar todos los continentes y los colores. (Marcovaldo, p. 88. Traducción de Juan Ramón Masoliver.)

(23) It. Era tempo di disfarsi del carico: ora o mai piü. Al richiamo dell’altoparlante la folla dei clienti era presa da una furia frenetica, come se si trattasse degli ultimi minuti dell’ultimo supermarket in tutto il mondo, una furia non si capiva se di prendere tutto quel che c’ era o di lasciarlo li, insomma uno spingi spingi attorno ai banchi, [ ... ] (I. Calvi­ no, Marcovaldo, p. 97,)

Esp. Había llegado la hora de deshacerse de la carga: ahora o nunca. A la llamada del altavoz el tropel de clientes caía preso de una furia frenética, como si se tratase de los últimos minutos del último supermercado en el mundo entero, una furia no se sabe si de llevarse todo lo que había o de dejarlo todo, en fin, una de empujones en torno a los mostradores, [ ... ] (Marcovaldo, p. 114.)

(24) It. Nelle pagine che ho scritto oggi e un po’ come se avessi preparato una torta mescolando diverse ricette -un po’ di man­ dorle e poi la ricotta, dell’uvetta e del rhum, dei savoiardi e del marzapane, cioccolata e fragole- insomma una di quelle cose terribili che una volta mi hai fatto assaggiare dicendo che si chiamava nouvelle cuisine. (S. Tamaro, Va dove ti porta el cuore, p. 74.)

Esp. En las páginas que he escrito hoy parece, en parte, como si hubiese preparado una tarta mezclando recetas diferentes -un poco de almendra y después el requesón, pasas de Corinto y ron, melindros y maza­ pán, chocolate y fresas-; en otras palabras, una de esas cosas terribles que en cierta ocasión me hiciste probar diciendo que se llamaba nouvelle cuisine. (Donde el corazón te lleve, pp. 81-82. Traducción de Atilio Pentimalli Melacrino.)

Ahora bien, no siempre es indiferente que se elija uno u otro de estos conclusivos en español. Así, en suma sólo puede introducir una recapitulación con la misma orientación que los miembros anteriores. Como se puede deducir por su morfología, en suma introduce la adición de los elementos concordantes examinados con anterioridad y, por ello, reformula sólo elementos del mismo signo. Si los constituyentes de la primera formulación son de signo opuesto, no es posible volver a formular con este marcador, casos en los que hay que recurrir a otros marcadores como en fin:

(25) It. -Dite alla signora Diomira, - raccomandó la madre, -che poi puó tenersi un cosciotto! No, meglio dirle: la testa. Insomma: veda lei. (1. Calvino, Marcovaldo, 61.)

Esp. -Decid a la señora Diomira -instó la madre- que después se puede quedar con un muslito. No, mejor decidle: la cabeza. En fin: que ella vea. (Marcovaldo, p. 80.)

Además, insomma permite la supresión de los sumandos que reformula, mientras que en suma no, algo que hay que tener en cuenta al traducir si la reformulación no se puede deducir a partir de los puntos de vista expresos en el cotexto:

(26) It. Finirono la sera malinconici, perché verme fuori che Guido appena congedato doveva fare una scappata al paese a salutare la mamma. Ginia si consoló come pote­ va, facendolo parlare dei suoi e della casa, del mestiere di suo padre e di quando era ragazzo. Seppe che aveva una sorella che si chia­ mava Luisa, ma le dispiacque che Guido fosse insomma un contadino. (C. Pavese, La bella estate, pp. 56-57.)

Esp. Terminó la noche melancólicamente porque Guido dijo que apenas obtenida la licencia tenía que hacer una escapada al pueblo a ver a su madre. Ginia se consoló como pudo haciéndole hablar de sus padres, de su casa, del trabajo de su padre y de él mismo cuando era chico. Supo así que Guido tenía una hermana que se llamaba Luisa, pero le disgustó que Guido fuera, en realidad, un campesino. (El bello verano, p. 131. Traducción de Carmen García Lecha.)

La traductora ha optado por un marcador que establece una distancia con respecto al nivel factual de los enunciados anteriores, sustituyendo una relación de recapitulación por otra de distanciación. Sin negar la validez de esta solución, sugerimos la posibilidad de traducir insomma mediante un reformulador de reconsideración como, por ejemplo, en definitiva, gracias a su capacidad de presentar un enunciado como argumento fuerte sin que estén presentes los miembros anteriores reformulados y de actuar, por tanto, más como operador que como reformulador. Apliquemos dicha alternativa a la traducción del siguiente fragmento:

(27) It. Le cifre parlano chiaro. Su 600 mila abitanti di Maiorca, 50 mila, quindi uno su dodici, sono tedeschi con residenza fissa. Nuovi coloni insomma. (L’Espresso, 7/9/00, p.124.)

Esp. Las cifras hablan claro. De 600000 habitantes de Mallora, 50000, es decir, uno de cada doce, son alemanes con residencia fija. Nuevos colonos, en definitiva.8

La corrección parcial introducida por insomma es igualmente posible a través de marcadores de origen tan diverso como en fin, bueno, vaya o vamos:

(28) It. Per quanto mi riguarda li ho trovati tutti molto alla mano, solo Scott se la tira un po’ troppo, solo perche e carino, insomma, accettabile, pensa di essere un gran gnoccol (http://www.trentinovolley.itlforum/ forum-post.asp?messaggio-845)

Esp. Lo que es a mí, me han parecido todos muy campechanos, solamente Scott se lo tiene un poco creído... sólo porque es mono, en fin / bueno / vaya / vamos, pasable, ¡se cree que está buenísimo!

La traducción de insomma por cualquiera de estos reformuladores de invalidación es posible siempre que la rectificación aportada por la reformulación tenga un vínculo de naturaleza temática o argumentativa con la primera formulación. En efecto, «pasable» se sitúa en la misma escala argumentativa que «mono», aunque en una posición inferior.

Cuando se trata de retroceder sobre el propio discurso y rectificar la forma de un enunciado que no satisface al locutor, de nuevo en fin nos ofrece una solución aceptable, gracias a su capacidad para corregir lo no dicho, como podemos ver en el siguiente ejemplo:

(29) Ya en su momento me pareció improbable que precisamente él, provisto de un catalejo prehistórico y no más largo que una ... que una ... en fin, no muy largo -acabé diciendo porque sólo acudían a mi mente metáforas inapropiadas [ ... ] (E. Mendoza, El laberinto de las aceitunas, p. 231.)

Otros como vaya o vamos podrían ser válidos, aunque, a diferencia de en fin, ocuparían posición final en el enunciado:

(30) Los arquitectos de vanguardia se han dedicado a reformar naves y almacenes medio derruidos en el barrio de Soho, y la moda es que sobre mucho sitio por todas partes, alguna columna en medio, desnudez ambiental y vivir como en un garaje. Como un pulpo en un garaje, vamos. (C. Martín Gaite, Nubosidad variable, p. 81.)

(31) La reducción del lector, sea cual fuere su género, a la condición de voyeur (o voyeuse, vaya), es uno de los puntos fuertes de esta prosista concisa [ ... ] (El Mundo, 8/9/00, p.6.)

La equivalencia entre en fin e insomma parece total cuando se trata de concluir un razonamiento que el hablante no hace explícito, pero que no le exime de introducir el enunciado que había intentado evitar9:

(33) Esp. -Estoy asombrado de cómo se parece usted a su madre -comentó-. Supongo que se lo habrán dicho infinidad de veces.

-Algunas me lo han dicho, sí. Aunque últimamente... , bueno, hace ya años ... , mis amistades y las suyas no pertenecían al mismo círculo, o sea que ... , en fin, no había mucha ocasión de comparar. (C. Martín Gaite, Lo raro es vivir, pp. 15-16.)

It. «E incredibile quanto lei assomigli a sua madre, comrnentó. «Immagino che glielo abbiano detto mille volte»,

Si, qualche volta me l’hanno detto. Anche se ultimamente... , beh, gia da qualche anno ... le míe amicizíe e le sue non appartenevano allo stesso ambiente, cioe..., insomma, non c’era l’occasione per fare paragoni», (Lo strano e vivere, p. 13. Traducción de Michela Finassi Parolo.)

Si lo que se pretende es cancelar la fuerza ilocutiva del segmento precedente, nos damos cuenta de que en fin comparte de nuevo con insomma este uso discursivo:

(34) -No sé cómo le puede gustar una cosa tan agria, donde esté un trozo de tarta de Santiago... Pero en fin. (C. Martín Gaite, Lo raro es vivir, p. 119.)

En efecto, con en fin, se renuncia al acto ilocutivo indirecto «cómase otra cosa». En la traducción, son posibles otras opciones como bueno o vamos, aunque éstos, a diferencia de en fin, no hacen hincapié en el deseo del hablante de cortar la enunciación. Recordemos un ejemplo ya visto:

(35) lt. «Penso anche che sarebbe opportuno che uno di noi rimanesse qui a Belgrado, ma ... insomma fai come vuoi. Io parto tra poco ... » ,(www.mclink.it/com/ agonistika/giochidiruolo/pathos2/racconti/ angelobianco.htm)

Esp. «También creo que sería oportuno que uno de nosotros se quedara aquí en Belgrado, pero ... en fin / bueno / vamos, haz lo que quieras. Yo me marcho dentro de poco... »

Sí hay que tener en cuenta que al marcador español en fin le sigue en muchas ocasiones un silencio suspensivo, como ocurre en (34), algo poco frecuente con insomma.

La posibilidad que ofrece insomma al locutor de expresar su indignación o asombro ante una determinada situación no es compartida ni por en suma ni por en fin, por lo que hay que proponer otro marcador o combinación de marcadores que se cargue de dicho valor pragmático:

(36) Ma insomma, e possibile che non si possa avere un attimo di pace ?! (DISG, s.v. insomma, p. 1276.)

¡Pero bueno, será posible que no se pueda tener un momento de tranquilidad!

Cuando insomma constituye un enunciado autónomo, encontramos en español expresiones equivalentes que, aunque también expresan duda, suelen ir acompañadas de algún enunciado que explicite dicho valor:

(37) It. ‘Come va?’ ‘insomma!’ (Lo Zin­ garelli 1999, s.v. insomma, p. 917.)

Esp. «¿Cómo estás?» «Así así... / Más o menos ... / Vaya .. »10

Como en italiano, también en español existen partículas discursivas propias de la conversación que el locutor utiliza para rellenar pausas y concederse tiempo en la construcción de su discurso. Así funciona, por ejemplo, en fin y o sea:

(38) También es un barrio precioso que últimamente parece que lo están cuidando mucho y que sigue tan típico y tan bonito. Muy cerca de, en fin, de la catedral y toda la zona así más conocida de Sevilla. (Encuestas del habla urbana de Sevilla, 29 años, p. ٩١.)

(39) [ ... ] que si a ti te gusta vas a la Semana Santa y te diviertes. Si no te gusta, pues, con no ir tienes bastante. O sea, aunque no tengas dinero, ¿no? (Encuestas del habla urbana de Sevilla, 29 años, p. 52.)

Veamos, pues, un ejemplo en el que insomma en empleo continuativo ha sido traducido por en fin:

(40) lt. Be’, e venuto il tipo a prenderla, quello con cui c’ha la storia...

Ti scandalizzi?

Si, proprio io, figurati... no, e che, una cosa curiosa, guarda, la tua amica che lavora alla tivvü, come si chiama, Nadia, e la con voi?

[ ... ]

Be’, dovresti informarti se il tipo, il suo uomo, quello belloccio, ha un fratello gemello.

CHE COSA ??!! faccio io.

Qpello, insomma, quello che e venuto a prendere Sandrine, guarda, o e l’uomo di Nadia o e suo fratello gemello. (R. Campo, Mai sentita cosi bene, pp. 115-116.)

Esp. Bueno, ha venido un tío a recogerla, ése con el que está liada...

¿Te escandalizas?

Sí, justamente yo, ya ves... no, es que, una cosa curiosa, mira, tu amiga que trabaja en la tele, cómo se llama, Nadia ¿está allí con vosotras? [ ... ]

Bueno, tendrías que informarte si el tío, su hombre, ese guapillo, tiene un hermano gemelo. ,

¡¡¿¿QUE??!! digo yo.

Ese, en fin, ese que ha venido a recoger a Sandrine, mira, o es el hombre de Nadia o es su hermano gemelo. (Nunca me he sentido tan bien, p. 157. Traducción de Pablo Zamora.)

Si pensamos, por último, en marcadores que en español se utilicen para recuperar una secuencia anterior, tarea para la que, como vimos, se suele recurrir a insomm11 en italiano, encontramos, además del polivalente en fin (41), otros como bueno o total (42):

(41) It. E a un certo punto della vita ti scatta qualcosa e pensi, occhei, fino ad ora ti sei divertita, hai pian tato casini in giro, ne hai preso a barili,

Di che? chiede la Valeria.

Eh? fa la Nadia.

Di che ne hai preso a barili? ripete la Valeria.

Lascia perdere, fa la Ale.

La Nadia prosegue: Insomma ti sei divertita ma adesso e il momento di darti una regolata, sennó arrivi a quarant’anni e le tue amiche sono tutte accasate [ ... ] (R. Campo, Mai sentita cosi bene, p. 90.)

Esp. Y en un determinado momento de la vida se te dispara algo y piensas, de acuerdo, hasta ahora te has divertido, has armado bullas, has pillado por un tubo,

¿Qué has pillado? pregunta Valeria.

¿Eh? dice Nadia.

¿Qyé has pillado por un tubo? repite Valeria.

Olvídalo anda, dice Ale.

Nadia prosigue: En fin te lo has pasado bien pero ahora es el momento de que cambies, si no llegas a los cuarenta años y tus amigas están todas casadas [ ... ] (Nunca me he sentido tan bien, p. 127-)

(42) It. Dice: lo ero triste, avevo bevuto, sapete che non bevo mai. Mi veniva da vomitare. Morale: mi son messa a raccontargli la mia vita.

A chi? chiedo io.

A Ralph, il ragazzo tedesco. [ ... ] E in che lingua parlavate?

In italiano, lui conosce bene l’Italia, ha

fatto molta attivitá política con l’Italia.

Attivitá politica? E che e, un ministro? No no, un altro tipo di politica, capito? Oddio! E un naziskin?

Se ti ha appena detto che ha i capelli lunghi! [ ... ]

Senti Beate, lo vuoi ancora un po’ di vino? Madonna, va a finire che mi tocca portarla a casa in spalla, fa la Ale.

Si, insomma, continua la Lucia, io li triste per Philippe e anche per il mio uomo che non viene mai con me alle feste, che sta sempre per i fatti suoi, e ho pensato, qui non puó andare avanti cosi. (R. Campo, Mai sentita casi bene, pp.116-117.)

Esp. Dice: yo estaba triste, había bebido, sabéis que nunca bebo. Tenía ganas de vomitar. Total: me he puesto a contarle mi vida. ¿A quién? pregunto yo.

A Ralph, el chico alemán. [ ... ] ¿En qué lengua hablábais?

En italiano, él conoce muy bien Italia, ha hecho mucha actividad política con Italia. ¿Actividad política? ¿Y qué es, un minis-

tro?

No no, otro tipo de política ¿entiendes? ¡Oh Dios mío! ¿Es un cabeza rapada?

¡Si te acaba de decir que lleva el pelo largo!

[ ... ]

Oye Beate ¿quieres un poco más de vino? Madre de Dios, a que tengo que llevarla a casa cargada a mis espaldas, dice Ale.

Sí, bueno [ / total], sigue Lucía, yo allí

triste por Philippe y también por mi hombre que nunca viene conmigo a las fiestas, que va siempre a su rollo, y he pensado, no se puede seguir así. (Nunca me he sentido tan bien, p. 159·)

4 CONCLUSIONES

A través de estas reflexiones sobre la traducción al español de la partícula italiana insomma, hemos comprobado que la coexistencia de factores lingüísticos y pragmáticos tiene consecuencias importantísimas en el discurso que todo traductor ha de interpretar correctamente antes de generar un nuevo producto en lengua término.

Si aceptamos los marcadores discursivos como categorías pragmáticas que manifiestan una relación entre enunciado y proceso de enunciación (A. Briz 1998), tendremos que admitir también que un análisis exhaustivo de estos elementos ayudará al traductor a reflejar en su obra tanto el recorrido argumentativo como la actividad formulativa que realiza el autor del texto original.

Si tenemos en cuenta, además, que, para unidades como la estudiada en este trabajo, los diccionarios se suelen limitar a ofrecer una lista de supuestos sinónimos sin especificar las condiciones de uso de cada uno de ellos12, nos percatamos de la necesidad de realizar estudios que ayuden a conocer a fondo todos los factores macroestructurales que conforman la enunciación (M. Tricás Preckler 1995).

Hemos partido de un estudio del marcador insomma desde una perspectiva monolingüe para plantearnos, a continuación, la tarea de transposición al español de todos sus valores pragmáticos.

A pesar de su proximidad morfológica con en suma13, hemos podido comprobar que ambos marcadores comparten las mismas instrucciones de base, pero sólo algunas posibilidades de empleo. Por ello, en suma puede traducirse siempre por insomma, pero no al contrario. Así por ejemplo, el marcador español no permite recapitular elementos de signo opuesto, posibilidad que, sin embargo, sí ofrece insomma. Tampoco autoriza la supresión de los sumandos, mientras que insomma puede perfectamente actuar como operador que se dirige hacia miembros discursivos implícitos, del mismo modo que en español ocurre con en realidad, en el fondo o en definitiva (J. Portolés 2002). Además, en suma es propio de un registro culto, mientras que insomma puede aparecer también en usos informales.

Son muchas las instrucciones de significado que insomma comparte con en fin. En efecto, ambos funcionan con un valor esencialmente recapitulativo, aunque con el marcador español el locutor hace más hincapié en su deseo de no continuar con la enunciación. Del mismo modo, tanto uno como otro pueden anular la fuerza ilocutiva del acto de habla precedente, si bien de nuevo existe un pequeño matiz que los distingue: insomma se carga de un valor modal de impaciencia del que carece en fin.

La corrección parcial del contenido o de la forma del segmento precedente que permite el insomma reformulador nos ha conducido, por otra parte, hasta diversas formas ya gramaticalizadas como vamos, vaya o bueno, difíciles de prever, en un principio, como correspondencias de la unidad de origen. Finalmente, sus empleos como marcador típico de la conversación coloquial (continuativo y recuperador de secuencia) son compartidos no sólo por en fin, sino por otros marcadores polifuncionales como o sea y total.

Al traducir, pues, los marcadores discursivos -sin olvidar que, en ocasiones justificadas, no traducirlos puede ser una buena solución-, es necesario tener siempre presente que no existen equivalentes perfectos y que lo que se debe verter en la lengua término es el sentido que en ese momento adquiere el marcador como resultado de la combinación entre su significado y el contexto.

RECIBIDO ENERO DE 2003

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PUBLICACIONES PERIÓDICAS

El Mundo (Madrid)

L’Espresso (Roma)

1 Ya sean responsabilidad de uno o de varios enuncia­ dores.

2 De ahí que autores como A. Briz (1995) distingan dos clases de coherencia: la argumentativa y la formulativa.

3 Frente a los marcadores en que predominan las instrucciones argumentativas.

4 Que, como veremos, puede actuar en ocasiones como interjección.

5 Con el signo # indicamos los discursos pragmáticamente difíciles de entender.

6 Algo posible, en cambio, para otros marcadores como o meglio, anzi, etc.

7 En un registro informal, también cumplen esta función otros marcadores como vaya o vamos:

(20) Para mí, la Venus es demasiada mujer, su cintura es enteriza y sus pechos de matrona. No es mi tipo, vaya. (M. Delibes, Cartas de amor de un sexaganario voluptuoso, p. 98.)

(21) Consuelo se harta de decirlo, que está por una vez que le ridan una cosa de malas maneras. Ni de buenas. ~e no le piden nada, vamos, es lo que saco en consecuencia. (C. Martín Gaite, Nu­ bosidad variable, p. 122.)

8 Cuando no indicamos el nombre del traductor, la traducción es propia.

9 Este uso de en fin es exclusivo del discurso oral:

(32) La gente prefería venir a Sevilla a estudiar eso de banca y todo eso, en vez de quedarse allí con nosotros. Allí estuvimos sólo un año porque, en fin, la cosa no nos fue muy bien, ¿no? (Encuestas del habla urbana de Sevilla, 23 años, p. 78.)

10 El empleo de vaya en estas situaciones parece restringido a ciertas zonas de Andalucía.

11 También se retoma el hilo del discurso con otros marcadores como al/ora o comunque.

12 Actualmente, y en el ámbito hispánico, se está intentando llenar esta laguna mediante un proyecto de investigación destinado a la creación de un Diccionario de particulas discursivas del español, en el que trabajan investigadores de la Universidad de Valencia (bajo la dirección de A. Briz), de la Universidad Autónoma de Madrid (bajo la dirección de J. Portolés) y de la Universidad de Barcelona (bajo la dirección de E. Montolío).

13 Ambos comparten, además, propiedades formales como su movilidad dentro del enunciado.