Tratamiento del lenguaje del niño y de sus juegos en la traducción: The Giver y sus versiones en español y gallego

Lourdes Lorenzo García

Ana MªPereira Rodríguez

Universidad de Vigo

El lenguaje infantil, feudo fecundo para psicólogos y pedagogos, ha sido lamentablemente descuidado en los estudios de Traducción. Si tenemos en cuenta que los niños son personajes habituales de muchas obras literarias, especialmente en la Literatura Infantil y Juvenil, el estudio de su lenguaje se torna ya no aconsejable, sino necesario.

Con el presente estudio, basado en la obra de Lois Lowry, The Giver (Premio Newberryl, y en sus traducciones al español y al gallego, pretendemos alertar a los traductores sobre las dificultades propias de la traducción de este tipo de lenguaje y analizar hasta qué punto el universo del infante en la cultura origen puede ser importado por la cultura meta.

Though during 20th century childrens language appears to have been the centrepiece of Psychology and Pedagogy, the attention devoted to this issue from Translation Studies has been scarce. If we bear in mind that children are often important characters in Literature, especially in Children´s Books, the study of their language turns to be not only advisable but necessary.

The present contribution -based on the novel written by Lois Lowry, The Giver (Newberry Award) and on its Spanish and Galician versions- is meant to alert translators on the difficulties when translating this kind of language and to examine to what extent the children´s world of the source culture can be successfully translated into the target text.

1 EL HABLA DEL NIÑO Y SU TRADUCCIÓN

Las primeras etapas de desarrollo de cualquier lengua se caracterizan por una sencillez estructural y léxica propias de lo que Nobile denomina un «individuo en formación» (1990:45); el niño, si bien es capaz de comprender mensajes ciertamente complejos provenientes de un adulto, todavía no es capaz de reproducirlos con el mismo nivel de elaboración, es decir, su competencia activa en su lengua es mucho menor que su conocimiento pasivo.

En muchas ocasiones el traductor adulto pasa por alto este factor edad en su traducción, y en su afán de presentar una obra léxicamente rica y bien construida otorga a los personajes infantiles un registro claramente fuera del alcance de la competencia de éstos.

A continuación, ofreceremos algunos ejemplos de este «desliz» traductor, extraídos de la traducción española de la obra de Lois Lowry, The Giver, El Dador, y paralelamente mostraremos las mejoras que, a nuestro juicio, se han introducido en la traducción gallega de la misma obra, O Dador, ambas publicadas por la Editorial Everest. Con las mejoras a las que nos referimos no queremos afirmar que sean las únicas posibilidades, ya que coincidimos plenamente con Al-Shabab en que «( ... ) thereis no impeccable, ‘ideal’ translation to be adopted as a modelwhentranslating a givenwork» (1996:6); sin embargo, creemos que constituyen un paso más hacia una traducción mejor trabajada, fruto de una mayor reflexión. Antes de tratar estos casos haremos un breve resumen del argumento del libro para que nos proporcione un contexto de trabajo, tan necesario como lamentablemente ausente en muchos análisis del proceso traductor.

The Giver fue escrito por Lois Lowry y publicado en 1993 por Houghton Miffin Company (Boston), recibiendo el Premio Newberry de novela juvenil. Tres años más tarde Everest encargó su traducción española a María Luisa Balseiro, saliendo publicada con el título de El Dador, en 1997 Everest Galicia encargó la traducción de la obra al gallego a Lourdes Lorenzo, una de las autoras de esta reflexión, saliendo a la luz con el título de O Dador.

El libro está ambientado en un mundo futurista con una sociedad «perfecta» en apariencia en la que el destino de cada individuo -trabajo, familia y pareja- es elegido desde su infancia por un Comité de Ancianos según las capacidades e inclinaciones que observen en cada uno. La vida, así, es un transcurrir monocolor en el que se han conseguido eliminar incluso los sentimientos, ya que el miedo al dolor y al sufrimiento los ha llevado también a suprimir la felicidad. Únicamente el más venerable de todos los Ancianos, el Dador, es el depositario de los recuerdos de un mundo pasado en el que penas y alegrías jalonaban la existencia de los hombres. Jonás, un niño de doce años, ha sido elegido por el Dador como continuador de su misión, cargando con todos los dolores y momentos de placer de la humanidad vividos en sus recuerdos; esta tarea, honorable a la vez que terrible, hará a Jonás desear aquel mundo perdido imperfecto y luchar para recuperarlo.

Aunque el verdadero protagonista es Jonás, Lily, una niña destinada a vivir en su núcleo familiar con una función similar a la de «hermana», tiene también un papel importante con abundantes intervenciones en la historia; sin embargo, la edad de la niña -8 años- parece no haber sido tenida en cuenta por la traductora al español, cuyas elecciones léxicas resultan impropias en este estadio inicial de desenvolvimiento lingüístico. Analicemos un par de ejemplos, identificados con las letras a y b:

a) En cierta ocasión, los padres de Jonás desean hablar con su hijo a solas para explicarle qué significan las primeras manifestaciones de su sexualidad; para dar paso a esta conversación mandan a Lily que se vaya a la cama, con el consiguiente enfado de ésta al no poder participar en la charla:

Versión original: «Lily…go on now and get into your nightclothes. Father and Iare going to stay here and talk to Jonas for a while.»
Lily sighed, ... «Privately?»she asked. (p. 10)

Traducción española: -Lily ... vete ya a ponerte el camisón. Papá y yo vamos a qudarnos un rato de charla con Jonás.
Lily suspiró, ...
-¿En privado?- preguntó. (p.13)

Traducción gallega: -Liliana ... agoravaipoñer o camisón, O paie maiseu irnos ficar aquí un anaco para falar con Xonás.
Liliana suspirou, ...
-¿A soas? - preguntou. (p.13)

Mientras que en la lengua inglesa esta pregunta se formula con «privately?» o «in private?» desde las fases más tempranas de adquisición del código lingüístico, tanto el español como el gallego permiten posibilidades diferentes, con distinta distribución según el período evolutivo del individuo; «¿en prioado?», «¿privadamente?» o ¿a solas?» / ¿a soas?» pueden aparecer en el habla de cualquier adulto, pero lo más normal es que únicamente «¿a solas» / «¿a soas?» aparezca en el caso del habla infantil. Por consiguiente, aunque lo que siguiendo a Alvarez Calleja (1991:179) denominamos «significado conceptual» está conseguido en la traducción española, no podemos decir lo mismo de su envoltorio no referencial en cuanto a la banda etaria implicada en el texto.

b) En otro momento, en el obligado recuento que hacen los niños cada noche de todo lo que les ha sucedido a lo largo de su jornada escolar, Lily se expresa en los siguientes términos:

Versión original: «Ifeltveryangry this afternoon, »Lily announced (p. 5)

Traducción española: -Yo esta tarde he estado iracunda-declaró Lily- (p. 9)

Traducción gallega: -Pola tarde estiven enfadadísima- anunciouLiliana-.(p. 9)

A poco que nos detengamos a pensar, nuestra intuición de hablantes nativos de español estándar peninsular y nuestra experiencia con niños nos lleva a concluir que el adjetivo «iracunda» no es lo más esperable en una niña de ocho años, mientras que un simple «enfadada» estaría al orden del día. Así, y siguiendo la terminología de Álvarez (1998:76-77), si bien los dos hipónimos-«iracunda» y «enfadadisima»- logran transmitir el architransemamuy enfadada, el segundo se ajusta a las posibilidades del caudal léxico infantil, mientras que el primero no lo hace.

Hasta aquí hemos ofrecido ejemplos en donde la traductora de la obra al español no ha reparado en la edad de los personajes. Ahora, por el contrario, presentaremos un ejemplo en donde ha tenido en cuenta especialmente este factor, incluso llegando a incrementar, en nuestra opinión, la calidad del original. Este ejemplo se inscribe en uno de los capítulos finales del libro, en el que Jonás huye de su mundo, llevando consigo a Gabriel para evitar que lo maten por no acabar de adaptarse a aquella sociedad y seguir con sus lloriqueos nocturnos; en su huida son perseguidos por aviones y Gabriel exclama aterrado al verlos:

Versión original:«Plane! Plane!» (p. 169)

Traducción española:«¡Avión! ¡Avió!l»(p. 163)

Traducción gallega: «¡Vión! ¡Vión!», (p. 163)

Si consideramos que Gabriel es un bebé de año y medio, su lenguaje será todavía necesariamente muy rudimentario, algo que la autora parece haber tenido en consideración al poner en su boca una frase nominal sin determinante; como podemos observar, en ambas traducciones se ha insistido en este dato, presentando la intervención del bebé con fonemas equivocados (versión española) o palabras incompletas (versión gallega).

2 TRADUCIENDO EL MUNDO DEL NIÑO

Pero a veces el desconocimiento o falta de atención al lenguaje infantil aludidos anteriormente se inscriben en un desconocimiento del mundo del niño en general y de sus juegos en particular; probablemente la ausencia de contacto con la realidad que rodea al infante de traductores y redactores de diccionarios y obras de consulta hace que los términos propios de esta parcela en distintas lenguas no se hallen recogidos de una manera sistemática; además, las denominaciones de los primeros juegos tampoco suelen ser estables incluso dentro de un mismo idioma, ya que pertenecen a un ámbito de comunicación muy cerrada, íntima y personal -madre e hijo, padre e hijo, abuela y nieto, etc.-, pudiendo recibir nombres diferentes de un núcleo familiar a otro.

La traducción española de The Giver refleja muy a las claras esta situación, siendo numerosos los juegos mencionados que nada tienen que ver con sus correspondientes en el original, luego recuperados de nuevo en parte en la traducción al gallego. Veamos dos ejemplos en donde el padre de Jonás menciona algunos de los juegos que se practican en el Centro de Crianza de bebés para el que trabaja:

Versión original: «Every day, at the Nurturing Center, I play bounce-on-the-knee, and peek-a-boo, and hug-the-teddy.»(p.18)

Traducción española: Todos los días, en el Centro de Crianza, juego a tortas-tortitas y a cucú ya aserrin-aserrán, (p. 20).

Traducción gallega: (...) A cotío, no Centro de Cría, xogoos cabaliños, ócucú, e xogocoosiño. (p. 21)

El primer y el tercer juego (en cursiva) mencionados en la versión original, construidos gracias a un procedimiento de formación de palabras tan rentable en inglés como es el de la composición por medio de guiones, son traducidos erróneamente al español y rehabilitados, aunque sólo hasta cierto punto, en la traducción al gallego. «To playhug-the-teddy» consiste simplemente en que el niño juega con un osito, imitando las acciones que los adultos realizan con él (abrazándole, dándole de comer, cambiándole los pañales, etc.); por el contrario, en el juego del «aserrín-aserrán» el adulto agarra las manos del niño -normalmente en posición sentada- y tira de ellas adelante y atrás, como si de una sierra se tratase, a la vez que pronuncia la cancioncilla «aserrín-asarrán, maderitas de San Juan, unas ‘vienen y otras ‘van», o cualquiera de sus variantes. La traducción gallega -«xogarcoosiño»-, como se ve, refleja con mucha mayor precisión, el original.

De la misma manera, «to playbounce-on-the knee» consiste en sentar al niño en las rodillas y hacerle rebotar arriba y abajo con suavidad a la vez que se recita una rima, por ejemplo la tan conocida española «arre caballito vamos a Belén, que mañana es fiesta y pasado también»; este juego, por lo tanto, tampoco se corresponde con la traducción española «jugar a tortas-tortitas», actividad lúdica consistente en animar al niño a batir palmas mientras se tararea «tortastortitas, que ‘viene papá, si no viene hoy, mañana ‘vendrá». En este caso, la elección editorial que se ha hecho en gallego -«xogar ós cabaliños»-, si bien se acerca un poco más al sentido original, no parece tampoco la más adecuada, ya que induce a pensar en las escobas-caballito que los niños espolean mientras corren; la propuesta que la traductora había formulado era «xogar ó arre-cabaliño», a nuestro entender mucho más acorde con el original, pero descartada finalmente por los correctores de estilo de la casa editora.

Esperamos que estas reflexiones «en voz alta» partiendo de ejemplos extraídos de obras de amplia difusión y publicación reciente nos sirvan, en general, tanto a docentes como a profesionales de la traducción, para considerar la variante etaria como otro factor más a tener en cuenta en el laborioso proceso traductor y, en particular, para ponernos en guardia ante el difícil reto que supone el trasvase del lenguaje y del mundo de los niños.

OBRAS OBJETO DE ESTUDIO

Lowry, L.:

- (1993) The Giver, Boston, Houghton Mifflin Company.

- (1996) El Dador, León, Editorial Everest.

- (1997) O Dador, A Coruña, Editorial Everest

Galicia.

BIBLIOGRAFÍA

Al-Shabab, O.S. (1996) Interpretation and the Language of Translation. Creativity and Convention in Translation, London, Janus Publishing Company.

Álvarez, M.A. (1998) «Fidelity to the original in literary translation: Micro- and macro-analysis of translational phenomena», enTRANS, Revista de Traductologia 2:67-81.

Álvarez Calleja, M.A. (1991) Estudios de traducción (Inglés-Español), Madrid, UNED.

Nobile, A. (1990) LetteraturaGiovanile. L’infanzia e ilsuo libro nellaciviltátecnologica, Brescia, EditriceLa Scuola, (Traducción española: Inés Marichalar (1992) Literatura infantil y juvenil, Madrid, Ediciones Morara).

RECIBIDO EN NOVIEMBRE DE 1999