La crítica de la traducción: otros métodos, otros objetivos

PILAR ELENA

Universidad de Salamanca

Generalmente se ha descrito la Critica de la Traducción como una parte de la Teoría que ofrece alternativas en cuanto al método más adecuado para cumplir un objetivo, que es el de comparar y valorar traducciones (ajenas) ya hechas; pero que tanto los métodos como los objetivos pueden ser otros se intenta demostrar aquí a través de la propuesta de una critica de la traducción insertada en la formación de traductores como ejercicio práctico y auxiliada por otra disciplina, la gramática (textual) contrastiva.

Translation criticism has generally been described as a part af translation theory that offers alternatives os regords which approach is more suitoble foro specific objective, which is to compare and evaluate translations that hove been done by others. However, both the methods and the objectives can be other than those general/y described, as this paper tries to prove with a propasa! of a type of translation criticism that is introduced into the training oftranslators as a practica/ exercise and aided by another discipline, contrastive (textual) grammar.

INTRODUCCIÓN

Desde la perspectiva de la teoría de la traducción se entiende por crítica de una traducción la comparación de un texto de partida con el resultado de su traslado a otra lengua/cultura y la evaluación de dicho resultado. De tal forma que una crítica se convierte en un proceso comparativo y evaluativo que para obtener una validez como tal deberá delimitar su objeto, someterse a un método riguroso, y fijar unos objetivos claros y precisos.

Evidentemente un trabajo de crítica como el que aquí se plantea rebasa con toda probabilidad el espacio, el tiempo y, probablemente, las intenciones de muchas reseñas que con una finalidad valorativa aparecen en revistas y suplementos literarios (vid. Libro Blanco de la traducción en España 1997, 130). Por sus peculiares características el desarrollo de esta actividad quedaría relegado, en cierta medida, al mundo académico. La finalidad de este artículo es contemplar alguna de las posibilidades que un trabajo crítico puede ofrecer en este ámbito.

1 La crítica de la traducción desde la perspectiva de la teoría

1 Los métodos de la crítica

En el campo de la teoría de la traducción abundan modelos de crítica que describen básicamente el procedimiento para llevar ésta a cabo. Un modelo representativo podría ser el propuesto por W. Koller (1982, 196 y ss.) según el cual se comienza con el análisis del texto de partida, se sigue con la comparación de la traducción con éste para terminar con la valoración del texto de llegada o traducción. Al contrario que Koller, K. Reiß, (1971) recomienda comenzar el trabajo crítico con el análisis de la traducción centrado en buscar en ésta aquellos aspectos que por exceso o por defecto distorsionan el texto en la lengua de llegada. De modo parecido argumenta Amman (1990, 212) cuyo modelo, basado en un «esbozo de modelo para una crítica aplicada» diseñado por Vermeer, fija las condiciones del trabajo crítico en cinco puntos básicos, muy ligados a la corriente funcionalista de la traducción1 : en primer lugar se determinan la función de la traducción y su coherencia intratextual para pasar posteriormente a definir la función del texto de partida así como su coherencia intratextual, todo lo cual llevaría a establecer unos parámetros conducentes a probar la coherencia intertextual entre la traducción y el texto de partida. Gerzymisch-Arbogast (1994, 148) propone también en primer lugar una lectura de la traducción con el fin de observar la impresión que deja en el lector, en esta fase se trata sobre todo de subrayar aquellas partes del texto que destacan como especialmente buenas o las que parecen poco conseguidas -esto se convertiría en una lista de aciertos-desaciertos que constituyen los aspectos o puntos que se deben cotejar en la lectura de la obra de partida, lo cual constituye la segunda fase de este método. La mayor novedad de esta propuesta radica en establecer las fronteras del campo de operaciones de la crítica; es decir, la crítica se centrará únicamente en determinadas partes textuales, claramente descritas, y dentro de estas partes en determinados aspectos, aunque éstos, en el caso de esta propuesta, se establecen únicamente tomando en consideración lo más lla­mativo de la lectura de la traducción.

El análisis del texto base es el punto de partida para Hansen (1996, 156), que al igual que Koller propone de este modo seguir el mismo itinerario del traductor cuando traduce, porque sólo a través de este análisis se perciben las características tanto externas como internas del texto que se ha de traducir o cuya traducción se ha de criticar, la etapa siguiente la constituye la reflexión acerca del encargo y de la estrategia de traducción (ésta consiste fundamentalmente en ftjar el tipo de traducción que se va a efectuar: informativo-documental o participativocomunicativa), en último lugar se realiza por parte de los alumnos una traducción propia, que tiene la finalidad de facilitarles el trabajo de crítica o de revisión de la traducción ajena.

Igualmente dentro de una línea pedagógica el siguiente modelo (Elena 1998) inicia su trayectoria analizando el texto base, si bien delimita su campo operativo a tres problemas de traducción que pueden ser de tipo léxicosemántico, morfosintáctico o textual. La clasificación de los problemas , su estudio documentado, y la aportación de posibles soluciones constituyen la base a partir de la cual, tras haber analizado la traducción, se valoran las soluciones aportadas por el traductor a cada uno de los tres aspectos o problemas clasificados previamente; la última fase de este modelo consiste en entregar una traducción propia en la que deberán quedar reflejadas las conclusiones o soluciones a las que se ha llegado a lo largo del proceso crítico.

1.2 Los objetivos de la crítica

El objetivo último y general de casi todos los modelos de crítica presentados es ofrecer al lector una valoración lo más objetiva posible de una traducción ya realizada, difícil empeño éste dada la falta de criterios unitarios que rigen tanto el proceso de la traducción como el de la crítica, así que no es de extrañar que a veces se recurra a formulaciones vagas para concluir que la finalidad de la crítica consiste en «la elaboración de una base aplicable a una decisión subjetiva» (Amman 1993, 64).

Otras propuestas resultan algo más tangibles como la de Hansen (1996, 157-160) según la cual la crítica, a corto plazo, debe servir para conseguir una traducción propia sin errores. A largo plazo, contradiciendo en parte su afirma­ción anterior, este autor cree que la crítica y revisión de traducciones ajenas no contribuye a desarrollar o perfeccionar la competencia traductora, pero puede ayudar a conseguir una competencia, también muy necesaria, como es la capacidad para criticar y revisar traducciones. La función de la crítica, desde mi planteamiento pedagógico, no tiene un objetivo tan amplio, al menos a corto plazo, puesto que su finalidad inmediata se dirige a catalogar, clasificar, documentarse sobre problemas concretos de traducción como fase previa que permite establecer pautas o esquemas aplicables tanto a la crítica de la traducción ajena como a la elaboración de la propia traducción. De esta forma un trabajo valorativo de traducciones se convierte en práctica académica (un tipo de ejercicio en la clase de traducción) para cuya realización se recurre preferentemente a la gra­mática (textual) contrastiva.

2 LA GRAMÁTICA CONTRASTIVA COMO DISCIPLINA AUXILIAR EN LA CRÍTICA DE LA TRADUCCIÓN

En términos generales se reconocen las supuestas ventajas de la Lingüística Contrastiva para los estudios de traducción pero se opina que los resultados son más bien decepcionantes (vid. Snell-Hornby 1986, 20), de lo que se deduce que serían necesario más estudios en este campo o una mayor colaboración entre la Lingüística Contrastiva, para algunos disciplina autónoma, y la Teoría de la Traducción que permita aplicar los estudios contrastivos relevantes para la traducción en la formación de la competencia traductora. A este respecto Jarventausta (1996) se pregunta ¿cuánta gramática contrastiva necesita el traductor? dando título a un artículo sobre el tema de la contrastividad que concluye con la respuesta obvia de que no se trata de cantidad, sino de calidad: un traductor debe disponer de la gramática contrastiva que le sea necesaria o útil en su actividad. La necesidad dependerá naturalmente de varios factores entre los que se cuenta el par de lenguas de trabajo, sus convergencias o divergencias. Los problemas que se presentan al traducir son de diversa índole: situacionales, culturales, macrotextuales y microtextuales, de éstos algunos son en buena parte predecibles puesto que se trata de diferencias léxicas y morfosintácticas entre la lengua de origen y la lengua de llegada o diferente uso de unidades léxicas o estructurales, y precisamente la gramática contrastiva estudia estas diferencias , las describe y las contrasta. Para el traductor el provecho de los estudios contrastivos radica sobre todo en que al reconocer problemas de traducción puede recurrir a los resultados obtenidos a través de estudios comparativos sobre divergencias y convergencias entre las dos lenguas, lo que a veces constituye una gran ayuda sobre todo en la fase de producción del texto de llegada.

3.1 LA CRÍTICA COMO EJERCICIO

Presentación del ejercicio

Un trabajo de crítica realizado por los alumnos se convierte en un tipo de ejercicio que conviene encuadrar en sus justos términos. Nord (1996) se lamenta de la escasa importancia que suele tener para los teóricos un elemento pedagógico tan básico, necesario y cotidiano como son los ejercicios de traducción realizados en clase. Esta falta de atención, cuyo reflejo se manifiesta en las escasas publicaciones sobre el tema, queda paliada en parte por valiosas excepciones entre las que cabe destacar la aportacion de A. Hurtado Albir (1996). Si se parte del hecho de que la competencia traductora se compone de varias subcompetencias tales como la competencia comunicativa en las dos lenguas y la competencia extralingüística, la competencia textual, la competencia traslatoria y la profesional, los objetivos de la enseñanza de la traducción lógica ente serán el logro de las destrezas correspondientes. Para conseguirlo Hurtado ofrece un amplio abanico de ejercicios agrupados en función del objetivo que se pretende. Por lo que respecta a los objetivos contrastivos se proponen ejercicios centrados en las convenciones de la escritura, en las dificultades léxicas, en las discrepancias sintácticas, las diferencias textuales y socioculturales. La idea, sin embargo, de que el alumno una vez adquiridos los primeros principios metodológicos contrastivos es capaz de encontrar de forma automática la solución a los problemas provocados por las divergencias entre las lenguas de trabajo no siempre se corresponde con la realidad. La práctica diaria en clase demuestra que la contrastividad necesaria no surge espontáneamente siempre que es preciso y en caso de que así fuera tampoco conduce necesariamente a soluciones adecuadas, al menos cuando se trabaja con dos lenguas sin parentesco cercano. (Probablemente la solución a problemas léxicos o estructurales tenga que pasar obligatoriamente por un proceso cognitivo de hacer conscientes tales problemas).

Aquí se va a presentar un tipo de ejercicio que por sus posibles variantes externas presenta las siguientes características:

-por el número de alumnos que intervienen: trabajo en (pequeño) grupo.

-por el tipo de control: tema, método y organización propuestos por el profesor.

-por la presentación del trabajo: por escrito (espacio limitado) con debate previo (limitación temporal).

El nivel de dificultad del ejercicio es alto dado que se requiere por parte del alumno un desarrollo previo de ciertas destrezas, sobre todo metodológicas y textuales, a lo que hay que añadir que es un ejercicio mixto, compuesto de varias tareas a la vez. Por todo lo cual se puede catalogar como ejercicio apropiado para cursos superiores.

3.2 Organización práctica

Los estudiantes forman grupos de 3 o 4 individuos, cada grupo de trabajo recibe el encargo de hacer un estudio documentado de uno de los temas propuestos por el profesor (sería posible la elección de los temas por parte de los alumnos), estos son problemas de traducción de un determinado texto, texto literario, que se va a trabajar en la clase de traducción; así pues, el trabajo crítico está delimitado in extenso y en detalle: se va a efectuar sobre las primeras páginas de Die unendliche Geschichte de Michael Ende2 y de este fragmento cada grupo se centrará en un problema de traducción concreto.

De esta forma se cumplen dos de los requisitos más importantes en el campo de la crítica de la traducción (vid. Gerzymisch-Arbogast 1994, 153):

-delimitación del campo operativo: in extenso y en detalle

-criterios claros tanto para la valoración como para el trabajo previo de estudio de problemas, análisis y comparación

El desarrollo concreto del método abarca distintas etapas:-división de tareas por grupos de trabajo (en realidad los niveles de trabajo son dos, porque paralelamente se prepara la propia traducción).

-propuesta de temas de estudio:

1. Tiempos verbales en secuencias narrativas y descriptivas (adverbios/complementos locales/temporales)

2. Adjetivos: clases, adjetivación múltiple, adjetivos compuestos

3. Diálogos: entradas, salidas, interjeccio­nes, frases hechas, etc.

-comparación del resultado con la traducción ajena y con la traducción propia (se comentan las posibilidades y se evalúa razonadamente la validez/idoneidad de las soluciones aportadas, pero únicamente en relación a los tres temas tratados: diálogos, tiempos verbales y adjetivos).

-valoración final que está en consonancia con las conclusiones del estudio realizado y tiene por finalidad no tanto evaluar una traducción o la labor del traductor sino aprender a resolver problemas para conseguir mejores traducciones propias.

4 PRESENTACIÓN DE LOS EJERCICIOS

1.1 Trabajo del grupo 1

La historia interminable: Comentario sobre los tiempos verbales en la traducción

Aunque nuestro trabajo está enfocado desde la perspectiva de la lengua castellana, hemos partido de una comparación entre el texto original y la versión traducida. Ello nos ha ayudado a comprender mejor a qué obedece la selección de los diferentes tiempos verbales por parte del traductor.

Al cotejar ambos textos hemos comprobado un hecho que incide en la traducción: el sistema lingüísico español difiere notablemente del alemán en la forma de hacer referencia a actos y procesos del pasado. Así, nos hemos encontrado con que el tiempoque se emplea en el original es fundamentalmente el Präteritum, mientras que en la traducción este tiempo equivale en unas ocasiones al pretérito indefinido y en otras al pretérito imperfecto. Valga como ejemplo la siguiente oración

Plötzlich wurde die Tür so heftig aufgerissen, dass eine kleine Traube van Messingglöckchen, die über ihr hing. aufgeregt zu binneln begann und sich eine ganze Weile nicht wieder beruhigcn konnte (Zl. 8)

Mientras que en ella sólo aparece un tiempo verbal (el Präteritum), al verterla al castellano el traductor opta por combinar el indefinido (abrió, puso) con el imperfecto (colgaba).

La puerta se abrió de pronto con tal violencia que un pequeño racimo de campanillas de latón que colgaba sobre ella, austado, se puso a repiquetear sin poder tranquilizarse en un buen rato (L. 8).

Lo mismo sucede en estos otros ejemplos:

Offenbar sass dort jemand, und tatsächlich hörte der Junge nun hinter der Bücherwand cine Stimme ziemlich barsch sagen: (...) (Zl. 27).

Evidentemente, allí había alguien y, en efecto, el muchacho oyó. una voz bastante brusca que, desde detrás de la pared de libros, decía(...) (l. 30).

Dort, wo sie ihr Schwanzchcn nachzog, Jief zwischen den Pfotenabdrücken ein dünner Strich. Plötzlich richtete sie sich auf und horchte. Und dann verschwand sic -husch!- in einem Loch zwischen den Dielen (ZJ. 343).

Allí donde la colita le arrastraba quedaba entre las impresiones de sus patas una reya delgada. De pronto se enderezó y escuchó. Y luego -¡husch!- desapareció en un agujero de las tablas (l. 344).

Para encontrar una explicación a esta combinación de tiempos, que es constante en todo el texto, hemos acudido a diferentes gramáticas de la lengua castellana. Sin embargo, el enfoque normativo de la mayoría de ellas no da cuenta del porqué del uso de unos tiempos frente a otros. En cambio, la Gramática Comunicativa del Español de F. Matte Bon nos ha aclarado relativamente el problema.

En primer lugar, este autor no explica el uso de los tiempos del pasado al modo de la gramática tradicional, con su habiual énfasis en el aspecto durativo o perfectivo. Lo fundamental para Matte Bon es la intención del hablante. Lo que determina la elección del tiempo verbal es la forma en la que éste desea presentar la acción y no la supuesta naturaleza de ésta. Así pues, si en el texto se intercalan dos formas verbales, eso significa que en él existen dos modos de referirse al pasado y que cada uno obedece a una intención, consciente o inconsciente, por parte del traductor (la cual, a su vez, parte de una interpretación de los designios del autor).¿Cuál es esa intención?

El pretérito indefinido se emplea para informar sobre hechos en sí, sin añadir nada más. Por el contrario, el imperfecto se refiere a hechos pasados que no interesa relatar en sí, sino tan sólo en la medida en que constituyen rasgos o características de una situación que se quiere reproducir lingüísticamente. Trasladando la idea al ámbito del texto literario que nos ocupa, el indefinido cumple una función primordialmente narrativa, mientras que el imperfecto tiene un cometido fundamentalmente descriptivo. Así pues lo que el traductor hace, de forma más o menos consciente, es discernir cuál es la intencionalidad del autor alemán al emplear el Präteritum: si es la de evocar un marco situacional (describir acciones secundarias que componene un escenario para la acción principal), opta por el pretérito imperfecto; si es la de relatar los hechos que dan lugar a la trama, recurre al indefinido.

Es importante tener en cuenta que esta diferenciación no da lugar únicamente a párrafos descriptivos (por ejemplo los dos que dan inicio al relato) frente a párrafos narrativos. Antes bien, ambas funciones textuales se entremezclan constantemente incluso dentro de una misma oración, como hemos visto en los ejemplos anteriores. En este sentido, los marcadores temporales proporcionan un valioso indicio de cuál es el modo en el que se presenta la acción en alemán y cuál podría ser su equivalencia temporal en español. Por ejemplo en la frase: Plötzlich wurde die Tür so heftig aufgerissen, dass... (Zl.8), el marcador plötzlich nos da una idea de que se trata de una acción que irrumpe en el marco descriptivo que establecen los párrafos anteriores y que por tanto debe resaltarse como acción en sí misma (es decir, mediante el indefinido): La puerta se abrió. Lo mismo con la oración: Nun klappte er sein Buch wieder auf und setzte seine Lektüre fort (Zl. 65). (Luego abrió el libro otra vez y continuó leyendo).

Como es lógico, existen casos en los que la versión castellana depende del valor (narrativo o descriptivo) que el traductor otorga al Präteritum. En los comentarios realizados en clase han surgido dos casos en los que el traductor no parecía haber interpretado adecuadamente el tiempo verbal alemán:

Die dumpfe Stimme klang immer noch aus dem Kabinett herüber. Es war ein langes Telefongespräch (Zl. 179).

En el despacho seguía oyéndose la voz apagada. Fue una larga conversación telefónica (l. 187).

Er sah das stille, traurige Gesicht seines Vaters vor sich, und er wusste, dass er unmoglich würde anlügen können (Zl. 291-292).

Bastian vio ante sí la cara tanquila y triste de su padre y se dio cuenta de que le sería imposible mentir (l. 293-294).

En el primer ejemplo parece probable que la acción tenga un cometido contextualizador (evocar los hechos que sucedían mientras se desarrollaba la trama) más que un valor como acción en sí misma. Por eso opinamos que el imperfecto sería más adecuado: Era una larga conversación telefónica. En cambio, el segundo caso (vio frente a ·veía depende en mayor medida de la interpretación personal del traductor.

4.2 Trabajo del grupo 2

Adjetivos en la traducción del primer capítulo de La historia interminable

Nuestro trabajo intenta analizar tres problemas de traducción de los adjetivos alemanes y su resolución por parte del traductor 3:

1. La posición del adjetivo con respecto al sustantivo (en alemán siempre va antepuesto)

Tradicionalmente las gramáticas distinguen entre adjetivos explicativos y especificativos, característica que condiciona su lugar respecto al sustantivo. Por ejemplo, Gómez Torrego (1994, 60) habla de:

a) Adjetivo especificativo (postpuesto) Cuando el adjetivo va postpuesto al sustan­

tivo suele delimitar la extensión significativa de éste, por eso se le llama adjetivo especificativo. Algunos ejemplos de ello que encontramos en nuestro texto son los siguientes:

el tramo superior dela escalera (l. 337), fumaba en una pipa curva (l. 44), se quitó las gafas con la mano derecha (l. 49)

(b)Adjetivo explicativo (antepuesto) Cuando el adjetivo va antepuesto suele aña­dir una nota significativa meramente explicativa, sin delimitación alguna del contenido del sustantiva. Por ello recibe el nombre de adjetivo explicativo o epíteto. Sirvan como ejemplo los siguientes casos:

adornadas letras (l. 6), antipático señor Koreander (l. 243), muda resignación (l. 311)

Esta distinción entre adjetivos especificativos y explicativos atendiendo estrictamente a la posición no es siempre válida, como apuntan las propias gramáticas. En la colocación del adjetivo influyen otros factores subjetivos como la estilística, el ritmo prosódico, etc. Así, en español se tiende a colocar postpuestos los adjetivos más largos que el sustantivo, como en los siguientes ejemplos:

voz apagada (l. 187), forma misteriosa (l.248), cuero desgastado (l. 38)

Existen además algunas construcciones fijas, en las que el adjetivo y sustantivo forman un compuesto semántico, cuyo orden sólo se alterará por razones estilísticas, como por ejemplo:

buen rato (l. 11), raras veces (l. 354), la menor idea (l. 327)

2. Adjetivos múltiples

Si bien la clasificación anterior está generalmente aceptada, en el caso de la adjetivación múltiple existe una mayor controversia a la hora de establecer relaciones de coordinación o subordinación entre los adjetivos. El problema para el traductor reside en plasmar en español estas relaciones, que en alemán se establecen muy claramente, en función de la aparición o no de un nexo de unión entre los adjetivos (vid. Helbig/Buscha). Los que van unidos por coma (o por las conjunciones oder/und) están coordinados, mientras que entre los que no aparece nexo o coma alguna se establece una relación de subordinación, donde el adjetivo más alejado se subordina al más cercano al sustantivo. El el texto de partida encontramos algunos ejemplos de subordinación y coordinación:

ein grauer kalter Novembermorgen (Zl. 4) (subordinación)

dcr Speicher war gross und dunkel (Zl. 332) (coordinación)

ein langer, schmaler Raum (Zl. 17) (coordinación)

Para algunos autores (Alarcos Llorach 1994, 83-84) en español no existe una forma determinada de reflejar las relaciones de coordinación o subordinación que existe entre los adjetivos que modifican a un sustantivo. Este hecho se refleja en la traducción:

manaña fria y gris de noviembre (l. 4) el desván era grande y oscuro (l. 332) una habitación larga y estrecha (l. 19)

Sin embargo otros autores señalan la exis­tencia de ciertas tendencias a ordenar de una forma u otra los adjetivos múltiples según ciertos criterios (Marín 1976, 283-297). Por citar algunos de ellos, se suelen anteponer los adjetivos más positivos, valiosos o grandes (1. 293: cara tranquila y triste). En el caso de la concurrencia de adjetivos físicos y abstractos, se anteponen aquéllos a éstos (l. 198: letras iniciales de capítulo grandes y hermosas). Cuando hay múltiples adjetivos físicos, se anteponen el aspecto, la forma y la dimensión a las cualidades sensoriales como el color (l. 43: gafas pequeñas y doradas; l. 333: el desván era grande y oscuro). Cuando concurren varios adjetivos abstractos, se coloca en segundo lugar el que especifica, refuerza o complementa al primero (l. 275: ejemplar único e insustituible). Por último, existe la tendencia a establecer compuestos semánticos de sustantivo + adjetivo a los cuales califican otros adjetivos, como por ejemplo gordo dedo índice (l. 47) o larga conversación telefónica (l. 188).

Aunque, como decíamos antes, el español no dispone de medios fijos para reflejar las distintas relaciones de importancia entre adjetivos, nos llamó la atención el modo en que el traductor trata de plasmar la relación de subordinación que se establece en ein kleiner dicker Junge (Zl. 11). Al traducirlo como muchacho pequeño y francamente gordo, se intensifica gordo, al que pequeño está subordinado, en un intento por rescatar el matiz original.

3. Otros problemas en la traducción de adjetivos alemanes

Una de las particularidades de la lengua alemana la constituyen los compuestos. En el caso de los adjetivos, su traducción puede suponer una dificultad a la hora de traducir. Las soluciones son variadas, como puede verse en los siguientes ejemplos del texto:

das dunkelbraune Haar (Zl. 12) - el pelo castaño oscuro (l. 13)

mamshohe Mauer (Zl. 22) - una pared tan alta como 1111 hombre (l. 25)

kupferfarbene Scidc (Zl. 192) - seda color cobre (l. 195)

También nos parece relevante la tendencia del traductor a traducir el adjetivo klein- + sustantivo por un diminutivo, como en el caso de einen kleinen Ladens (Zl. 1), que se traduce por tiendecita (l. 2). En nuestra opinión hay que ser cautelosos con el uso de diminutivos en español, ya que están cargados de afectividad. Teniendo en cuenta que el alemán dispone también de sufijos diminutivos (-chen, -lein), creemos que debería intentarse traducir klein­ + sustantivo por pequeño + sustantivo, siempre que sea posible. En el ejemplo antes mencionado cabe la posibilidad de que el traductor haya introducido el diminutivo para evitar una acumulación excesiva de complementos. Sin embargo, éste no es el caso del siguiente ejemplo:

eine kleine Maus (Zl. 342) - un ratoncito (l. 343)

4. Conclusión

De todo lo anteriormente expuesto se deduce que la traducción de los adjetivos del alemán al español plantea dificultades en determinados casos. Así, si el traductor del alemán decide tratar de reflejar las relaciones de coordinación y subordinación entre diferentes adjetivos, se verá ante una complicada tarea . Asimismo, al no existir en alemán una división entre adjetivos explicativos y especificativos, el traductor deberá inferir qué adjetivos pertenecen a uno u otro grupo. Como hemos visto, la posición de los adjetivos en español responde más a una cuestión de uso que de normas establecidas. Las tendencias apuntadas nos sirven de referencia a la hora de traducir, pero son meramente descriptivas.

4.3 Trabajo del grupo 3

Diálogos en el texto original

En este trabajo pretendemos realizar un análisis de los diálogos del texto original, aunque quizás sería más correcto hablar de «lenguaje hablado en estilo directo», ya que una de las partes analizadas es un monólogo. Dedicaremos una especial atención a las partículas por que abundan en la lengua alemana hablada y, además, por la importancia que tiene el uso de las mismas. El traductor necesita conocer sus posibles significados, ya que de otra forma, los matices que éstos proporcionana podrían perderse durante el proceso de la traducción.

Una de las primeras características que cabe destacar es el uso de diferentes signos ortográficos en alemán y en español para introducir la secuencia de diálogos: en alemán los diálogos se señalan mediante comills, mientras que en español se utilizan guiones.

1. Verbos

Hay que destacar que el tiempo verbal más utilizado es el Präsens. También es bastante frecuente el uso del imperativo, algo muy habitual en los diálogos debido a su función exhortativa:

Wundern Sie sich drinnen oder draussen, aber machen Sie die Tür zu (Zl. 30)

Hör zu, mein Junge ... (Zl. 54)

A veces aparecen contracciones verbales típicas del lenguaje coloquial:

Machte ganz den Eindruck, als ob du auf der Flucht gewesen wärst (Zl. 93)

Das hab’ ich einmal gcmacht (Zl. 125)

Ich red’ manchmal mit mir selber (Zl. 153)

Ich denk’ mir Geschichten aus (Zl. 155)

Tipos de oraciones

El diálogo gana en naturalidad y viveza gracias al uso de oraciones cortas o incompletas, es decir, aquéllas en las que falta alguno de los elementos de la estructura habitual sujeto-verboconplementos. Esto refleja una de las características del lenguaje hablado, en el que la omisión de algunas partes de la oración es muy frecuente:

-frases cortas: Alle sind eben nicht so (Zl. 69). En este ejemplo también hay que mencionar el énfasis especial que se le da a alle mediante la cursiva.

-frases incompletas: Ich wollte nur - nicht alle Kinder sind so... (Zl. 74-75)

Además de las oraciones enunciativas propias de la narración, tambien se utiliza otro tipo de oraciones como son las interrogativas y las exclamativas. En el primer diálogo se puede observar una secuencia de preguntas que producen el efecto de un interrogatorio. Asimismo abundan preguntas retóricas que aportan naturalidad al diálogo:

«Du bist immer noch da? Was muss man eigentlich tun, um so einen wie dich los zu werden, kannst du mir das mal verraten? Was hast du da eben so überaus Wichtiges zu sagen gehabt?» (Zl. 70-73)

El matiz irónico queda plasmado en muchas situaciones:

«Dann bist du woh! vermut/ich selbst die grosse Ausnahme, wie?» (Zl. 77)

«Wahrscheinlich bist du ein rechter Streber, wie? Der Klassenbeste

mit lauter Einsern, der Liebling aller Lehrer; nicht wahr?» (Zl. 135- 136)

Se recurre a las oraciones exclamativas para indicar sorpresa, enfado, énfasis, impertinenecia: «(...) aber ich nicht!» (Zl. 56) . El enfado lo expresa Koreander enfáticamente también en la siguiente: «So, ich hoffe, dass wir uns verstanden haben!»(Zl. 62). Y la sorpresa queda reflejada en expresiones como: «Stimmt!» (Zl. 88).

Las interjecciones son también muy frecuentes en los diálogos: contribuyen a la viveza y expresividad del lenguaje oral. Entre las que aparecen en el texto citaremos las siguientes:

«Ach, du liebes Bisschen!» (Zl. 49), «Ach, so!» (Zl. 76), «Gott im Himmel!» (ZI. 139),

3 Otros elementos

Algunos signos ortográficos, como por ejemplo los puntos suspensivos y los guiones, se emplean para indicar pausas, reflejar determinadas entonaciones de una frase o para separar una oración, normalmente incompleta, de la siguiente.

«Ich wollte nur - nicht alle Kinder sind so wie Sie sagen»(Zl. 74)

«Das hab ich einmal gemacht... » (Zl. 125)

Los guiones sirven también para dar un especial énfasis a lo que se está diciendo. Si en estos ejemplos se hubieran utilizado el punto o la coma en lugar de los guiones, las oraciones hubieran resultado más neutras.

«Heutzutage ist es zwar Mode, dass alfe Welt ein Mordsgetue mit euch veranstaltet - aber ich nicht! « (Zl. 55)

«Nein - das mag ich nicht» (Zl. 115)

«Die - ist nicht mehr da» (Zl. 164)

Otra característica del diálogo es la omisión de pronombres, lo que contribuye a la naturalidad propia del lenguaje oral. Este recurso de emplea por razones de economía lingüística.

«Hast ihn dir ja nicht selbst gegeben» (ZI. 85)

«Machte ganz den Eindruck, als ob du auf der Fucht gewesen wärst»(Zl. 92)

Otra figura literaria es el hipérbaton, que consiste en alterar la posición habitual de algún elemento de la frase. Generalmente se emplea con una finalidad enfática: la carga semántica se coloca al principio de la oración: «Aber reden kannst du doch immerhin»(Zl. 123), «Alle sind aber nicht so» (Zl 69).

También aparecen expresiones coloquiales, muy propias del lenguaje hablado, que contibuyen a la expresividad y naturalidad del mismo:

«(... ) Manieren hast ddu nicht für fü1nf Pfennig (...)» (Zl. 81)

«Heraus mit der Sprache» (Zl. 100) 19

« Warum gibst du ihnen nicht einfach eins mif die Nase?» (Zl 114)

4 Las partículas

Las partículas abundan en la lengua alemana, y aparecen tanto en el lenguaje escrito como -sobre todo- en el oral. A menudo plantean serios problemas al traductor. A continucación queremos analizar algunas de las partículas que aparecen en los diálogos del texto original.

ja

Con esta partícula el hablante señala que está diciendo algo que supuestamente el otro hablante ya conoce: «(..) dafür kannst du nichts, hast ihn dir ja selbst gegeben» (Zl. 85). Por supuesto, Bastian es consciente de que él no se ha bautizado a sí mismo, por lo que Koreander utiliza ja para subrayar que está hablando de hechos conocidos por el muchacho. Al emplear la partícula ja en el siguiente ejemplo:»( ) ist ja auch ganz gleich, wie wir heissen, da wir uns ja doch nicht wiedersehen» (ZL. 89), Koreander da por supuesto que Bastian sabe que no volverán a verse, pero al mismo tiempo suaviza la manifestación de ese deseo que, formulado de otra manera, podría resultar hiriente.

naja

Esta partícula indica que lo que se va a decir a continuación no tiene, o no debiera tener, importancia. Puede expresar también resignación, como sucede en el siguiente ejemplo:

« Und das erziihlst du dir selbst? Warum?»

«Naja, sonst ist doch 11iema11d da, den so was interessiert» (Zl. 157-158)

doch

«Aber reden kanst du doch immerhin», meinte Herr K (Zl. 123)

En el ejemplo anterior se consigue con el uso de doch afianzar el matiz irónico de la oración. En general, esta partícula se emplea a menudo para enfatizar o reforzar el significado de una frase, como se puede comprobar a continuación:

«Naturlich sind mir Buchstaben drin, die auf Papier gedruckt sind, aber trotzdem - irgendwas muss doch los sein (...)» (Zl. 407)

mal

«Manieren has! du nicht für fünf Pfennig, s0nst hättest du dich wenigstens erst mal vorgestellt» (Zl. 82)

Esta partícula se suele emplear para restar importancia a la situación de la que se está hablando. En este caso, sin embargo, se utiliza junto a erst por lo que tiene valor temporal. Cabe destacar que en el lenguaje se utiliza einmal en lugar de mal.

wohl

Las preguntas que contienen la partícula wohl hacen referencia a hechos inciertos, no confirmados. En este ejemplo, la partícula sirve para reforzar el tono irónico de la pregunta:

«Dann bist du wohl vcrmutlich die grosse Ausnahme, wie?» (Zl. 77). En general, wohl se utiliza para suavizar declaraciones o reproches (Du bist wohl verrückt geworden!).

ganz

El empleo de esta partícula tiene normalmente como objetivo enfatizar el significado de la frase. En alemán podría equivaler a palabras como ·völlig o absolut: «Machtc ganz den Eindruck, als ob du auf der Flucht gewesen wärst» (Zl. 92).

«(...) oder was euereins heutzutage so macht» (Zl. 97)

So

contribuye a que lo que se está diciendo refleje vaguedad, imprecisión. El hablante expresa así un cierto distanciamiento frente a lo mencionado.

«Dann schreien sie lauter so Sachen» (Zl. 110)

«Und das lässt du dir einfach so gefallen?» (Zl. 112)

Como se ve en este último ejemplo, so en combinación con einjách puede expresar reproche y asombro. También sirve para poner fin a una enumeración, dejando entrever que aún quedan cosas por añadir, pero sin especificarlas: «Ich denk› mir Geschichten aus, ich erfinde Namen und Worten; die’s noch nicht gibt, und so» {Zl. 155).

denn

«Was tun Sie denn?» (Zl. 107)

«Was meinen denn deine Eltern dazu?» (ZL 160)

Como se desprende de los ejemplos, mediante el uso de la partícula denn, el hablante demuestra un mayor interés en sus preguntas. Así se pasa de una simple necesidad de información a una expresión emocional por parte del hablante.

einfach

«Warum gibst du inhen nicht einfach eins auf die Nase?» (Zl 114)

A través de einfach se suaviza la enunciación o se destaca, como en este caso, algo que el hablan te considera obvio.

also

«Also (...) ein Angsthase bist du obendrein» (Zl. 132)

Esta partícula suele aparecer al principio de una réplica. En este ejemplo, el hablant recurre a ella para resumir la conversación anterior y extraer una conclusión.

5 CONCLUSIÓN

Aun apreciándose diferencias notables entre los trabajos presentados (el nº 2 expresa claramente las conclusiones a las que se ha llegado en su campo, el nº 3 no realiza una contrastividad propiamente dicha), todos ellos han contribuido en mayor o menor medida a conseguir lo que se pretendía, la conciencia sobre determinados problemas de la traducción literaria del alemán al español. Honig (1986, 230) describe el proceso del traducir como una mezcla de reflejo y reflexión, se traduce por reflejo aquello que no da problemas y cuando estos surgen hay que obrar con reflexión. Esta es la razón de la importancia para el traductor de ser consciente de los problemas cuando inicia lo que Kussmaul (1986, 209) llama la cadena de reflexión (Reflexionskette).A lo largo de esta cadena el traductor se sirve de varias herramientas entre las que no cabe duda de que la gramática contrastiva es una de ellas. Los estudiantes que han realizado este tipo de trabajos de crítica se han apropiado al hacerlos de unos esquemas de tratamiento para los problemas de traducción que representan los tiempos verbales, los adjetivos o las partículas modales en los diálogos, no sólo a través de su estudio de las gramáticas respectivas, sino también por medio del contraste con las aportaciones de un traductor con mucha más experiencia que ellos. Estos esquemas, además, no son rígidos, se van ampliando o perfeccionando con la experiencia; en definitiva, son pequeños pasos en el camino hacia la competencia traductora

6 REFERENCIAS BIBLIOGRÁFICAS

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RECIBIDO EN SEPTIEMBRE DE 1998

1 El texto traducido según la corriente funcionalista es un texto autónomo, con entidad propia, por lo cual puede ser analizado o criticado de lorma independiente; de ahí también el lugar que ocupa su análisis en los modelos funcionalistas de crítica.

2 Michael Ende, Die unendlirhe Geschichte. Stuttgart: K Thienemanns Verlag 1979, pp. 5-16. Michael Ende, La historia interminable, Ed Círculo de Lectores, pp. 7-17. Trad. de Miguel Sáez.

3 Este grupo de trabajo aportó la, siguiente bibliogra­fía:

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