La medida y la estrofa: correspondencias y consideraciones para la traducción poética inglés-español

Isidro Pliego Sánchez

Universidad de Sevilla

Presentamos en este artículo un estudio de los sistemas métricos y tipos de estrofa comunes al español y al inglés. Ofrecemos, así, una comparación entre un conjunto de sonetos ingleses y sus respectivas traducciones al español, a partir de la descripción y análisis de correspondencias posibles entre ambos sistemas. Y proponemos una regla de aplicación. Nuestra conclusión es que darle prevalencia al ritmo del poema puede determinar pérdidas de significado en el texto terminal. En caso de que haya que retocar una de estas dos variables para preservar el significado, el traductor debe preferir, siempre que sea posible, manipular el sistema métrico del texto terminal.

This article presents a study of metrical systems and types of stanza common to Spanish and English. On the basis of a description and analysis of possible correspondences between the two systems, a quantitative comparison of a set of English sonnets and their Spanish translations is offered. A rule of application is proposed.

The article concludes that focussing mainly an the rhythm of the poem can cause a loss of meaning in target language text (TLT). lf there is a need to readjust one of those two variables, the translator should consider the manipulation of the TL metrical system first, where possible, to maintain the meaning.

0 INTRODUCCIÓN

La traducción de textos literarios no se reduce a afrontar y resolver estrictos problemas de sentido. Si esto fuera así no habría distinción alguna entre traducir literatura y traducir otros tipos de textos; en definitiva, lo que diferencia la traducción literaria de todo lo demás, y sobre todo, la buena de la mala traducción literaria, es la correcta traducción de todo tipo de eufonías: aliteración, rima y ritmo.

En las páginas que siguen, quiero presentar un estudio de los sistemas métricos español e inglés, así como de las estrofas más características de ambas lenguas, con objeto de establecer cuál es la correspondencia entre ambos sistemas; para ello, haré dos cosas; en primer lugar, describir lo que es propio de cada sistema y, en segundo lugar, ofrecer los datos de un estudio cuantitativo que será el apoyo para la elaboración de una posible regla de aplicación.

1 EL RITMO

1.1 Características y definición de los sistemas inglés y español

Los diccionarios de métrica definen el ritmo como la «división del tiempo en unidades métricas que forman serie», siendo los factores que lo constituyen, en el verso español, «el acento, el tono, el número de sílabas y el timbre».1 G. N. Leech (1969: 104) advierte que debajo de lo que regularmente entendemos como «ritmo» existen unas palpitaciones periódicas que establecen cierta analogía con el tictac del reloj, con los latidos del corazón o con el golpe de los pasos al andar. En este trabajo, los elementos del ritmo que se van a tener en cuenta son el acento, o sea el ritmo acentual o de intensidad, entendido como «la ordenación periódica de los acentos léxicos que desempeñan una función rítmica» (por ser característico del inglés), y el elemento cuantitativo, o ritmo cuantitativo o silábico, entendido como «la ordenación periódica del número de sílabas métricas» (propio del español).

Para demostrar que los sistemas rítmicos del inglés y del español difieren notablemente, basta con contraponer la regularidad en la distribución del acento del inglés (rota a menudo para huir de la monotonía), a la variedad en la distribución del acento en español.2 La ordenación y regularidad del acento en inglés es propia de la rama germánica, en la que existe una gran cantidad de monosílabos léxicos, y por tanto, la gran cantidad de sílabas tónicas que se organizan en pies métricos:

El pie métrico binario.

_ • (fuerte, débil) troqueo.

• _ (débil, fuerte) yambo.

_ _(fuerte, fuerte) espondeo.

El pie métrico ternario.

_ • • (fuerte, débil, débil) dáctilo.

• _ • (débil, fuerte, débil) anfíbraco.

• • _ (débil, débil, fuerte) anapesto.

El pie cuaternario.

_ • • • (fuerte, débil, débil, débil) paeónico descendente.

• • • _(débil, débil, débil, fuerte) paeónico ascendente.

1.2 La longitud del verso

La longitud del verso dependerá del número de acentos (débiles o fuertes) de cada pie y del número de pies. Los versos más comunes en inglés son: «Dimeter», «Trimeter», «Tetrameter», «Pentameter», «Hexameter», «Heptameter» y «Octameter». En español, de acuerdo con el número de sílabas, encontramos, como más comunes, bisílabos, trisílabos, tetrasílabos, pentasílabos, hexasílabos, heptasílabos, octosílabos, eneasílabos, decasílabos, endecasílabos, dodecasílabos y alejandrinos. La distribución de los acentos en el verso da origen a cierto tipo de ritmo; de este modo podemos hallar pentasílabos trocaicos (oóoóo), heptasílabos dactílicos (ooóooóo), etcétera3. Todo esto permite pensar que un tetrámetro dactílico inglés es equivalente, en número de sílabas, a un dodecasílabo español y, atendiendo a un enfoque funcional, se ha llegado a afirmar que el tetrámetro yámbico inglés es equivalente al eneasílabo español y al octosílabo francés (García Yebra, 1984: 301). Claro que si tenemos en cuenta que un verso equivale a otro cuando su sentido y su función son equivalentes, esta afirmación quiere decir que el tetrámetro yámbico es al inglés lo que el eneasílabo es al español, pero no que la mejor traducción de un tetrámetro yámbico sea un eneasílabo. La longitud del verso traducido, en primer lugar, está en relación con la exactitud del sentido, y en segundo lugar, viene determinada por la correspondencia semántica entre los monosílabos del inglés y las palabras que los traducen en español. El hecho de que V. García Yebra (1984: 304-305) haya logrado traducir en eneasílabos, con similar efecto rítmico, el poema «The arrow and the song» de Longfellow, no quiere decir que la correspondencia entre el tetrámetro yámbico y el eneasílabo sea fija. De hecho, un simple monosílabo inglés puede alargar enormemente el verso español:

And climbed clijfs and stripped by the country streams.

Stephen Spender. «Rough».

escalaban riscos y se desnudaban junto a los arroyos del campo.

Traducción de J. Ferrer Vidal.

En este ejemplo, el pentámetro de pie binario da lugar a un verso de veintiuna sílabas, debido a que la acumulación de monosílabos hace imposible la traducción en endecasílabo: «climbed cliffs» (2 sílabas) > «escalaban riscos» (6 sílabas), «stripped» (1 sílaba) > «se desnudaban» (5 sílabas), «by» (1 sílaba) > «junto a» (2/3 sílabas), «country» (2 sílabas) > «del campo» (3 sílabas) y por último «streams» (1 sílaba) > «arroyos» (3 sílabas). La elección de 1a longitud del verso dependerá, en cada caso, del sentido que el verso encierre y del léxico de la lengua terminal, y no de que exista en español un verso que más o menos tenga el mismo número de sílabas. El ideal rítmico puede ir en contra del ideal semántico. Conseguir ambos ideales en un mismo verso es una aspiración intrínseca al ejercicio de la traducción literaria, pero ante la dificultad que esto generalmente plantea, el textema del sentido debe predominar sobre el del ritmo.4

1.3 Correspondencias

Cabe entonces preguntarse si existe alguna forma fiable de saber cuál es la correspondencia entre un sistema métrico y otro, es decir, ¿puede el traductor prever cuántas sílabas va a necesitar para traducir un verso? Con toda seguridad, la respuesta a esta pregunta será distinta en cada caso, y mucho me temo que es casi imposible predecir, de forma exacta, si un tetrámetro yámbico, por ejemplo, quedará bien traducido por un eneasílabo.

1.3.1 Correspondencias de palabras y sílabas

En este punto de la exposición, quiero presentar un estudio cuantitativo de cuyo resultado se derivan unas conclusiones no sin cierto interés. El estudio tiene como objetivo ver la correspondencia entre el número de palabras del TLT y el número de palabras del TLO en relación con el sentido que comunican, de modo que podamos pronunciarnos sobre la correspondencia en el número de sílabas en los versos de ambos textos. Esto se ha hecho así porque, como ya se ha afirmado, creo que lo que determina la longitud del verso (no del poema) es el sentido o significado completo de las unidades léxicas del original, que van inevitablemente ligadas a unidades léxicas equivalentes semánticamente.

1.3.2 Términos del estudio

Elegí, sin criterio establecido, doce sonetos de William Shakespeare con ritmo de pentámetro yámbico; estos sonetos son los números 1, 2, 31, 32, 51, 52, 61, 62, 71, 72, 81 y 82. Para cada uno de estos sonetos elegí también tres traducciones, que hacen un total de 36 sonetos en español. Las versiones elegidas son ejemplos de traducción poética, y tienen en común que usan trece o catorce sílabas por verso; una de ellas, la de Carlos Pujol no está rimada; en cambio, la de Carmen Pérez Romero tiene rima asonante, y la versión tridecasilábica de Agustín García Calvo, consonante. Después hice un recuento de palabras, tanto del inglés como del español, según el número de sílabas. Para hallar el número de palabras en español saqué la media de las tres versiones españolas. En las tablas correspondientes aparecen dos sumas: la media de las sílabas (columna vertical) y la media de las palabras (columna horizontal).5 Estas sumas son las que se comparan con el inglés. En el recuento de las palabras en español no se han tenido en cuenta ni sinalefas, ni diéresis, ni las agudas o esdrújulas a final de hemistiquio o a final de verso, a pesar de que el cómputo global de sílabas del soneto sea un número fijo. Esto se ha hecho así para saber de forma más certera cuántas palabras hay en cada soneto, puesto que a efectos fónicos, muchos monosílabos en español forman unidad con la palabra anterior o posterior.

Los resultados globales del inglés se han usado también en la elaboración de la Tabla nº

En esta tabla, se han hecho los mismos cálculos con idéntico proceso; los sonetos en español de esta Tabla nº 4 no se han usado para la elaboración de la Tabla nº 1 porque están en verso endecasílabo.

Por último, quiero advertir que todas las conclusiones posibles derivadas de esta muestra estadística se refieren exclusivamente a los sonetos estudiados y no a un estudio comparativo de las lenguas inglesa y española.

1.3.3 Tablas y comentarios

Tabla nº 1

Comparación de los textos original y terminal en número de palabras y en número de sílabas por· palabra. En la media de los grupos del texto en LO se incluyen los sonetos en LO de la Tabla nº 4. Los sonetos en LT son alejandrinos y tridecasílabos.

Acerca de la Tabla nº 1, quisiera llamar la que el poema original, pero en cinco tiene atención sobre ciertos aspectos. En siete oca- menos. La máxima diferencia de palabras por siones el poema traducido tiene más palabras exceso, en lo que concierne al TLT, está en el soneto 82, y es de +8’2 palabras. La máxima diferencia por defecto está en el soneto nº 2 y es de -8’4. La media de las palabras en los sonetos en inglés es de 114’5 y la del español de 116’1, es decir, los sonetos en español son una media de 1’6 palabras más largos. Esta diferencia, relativamente pequeña, contrasta con el hecho de que el número de sílabas sea fijo y muy diferente en cada caso: 140 del inglés por 196 del español. En cuanto a la comparación de las palabras por número de sílabas, es únicamente en el grupo de los monosílabos donde el inglés supera al español, y con gran diferencia: 93’7 contra 54’4. A este respecto, es curioso resaltar cómo el soneto nº 71 en inglés tiene 105 monosílabos de un total de 121 palabras, que representa el 86’7% del poema. El soneto español con más monosílabos es el nº 72 con 71 monosílabos de 126’2 palabras, o sea, un 56’2%.

Tabla nº 2

Porcentaje de palabras monosílabas, bisílabas, etc., según se desprende de la tabla nº 1. Incluye los sonetos en LO de las tablas 1 y 4.

Esta tabla muestra la relación entre los grupos de palabras reflejada en porcentajes. Nótese la desigual subida del número de monosílabos en inglés, no sólo respecto a los monosílabos espa­ñoles, sino en relación con el resto de los grupos de su misma lengua.

Tabla nº 3:

Comparación del poema en alejandrino no rimado (NR) con el alejandrino/tridecasílabo rimado (R).

La Tabla nº 3 muestra la comparación entre el soneto en español traducido sin rima, a cargo de Carlos Pujol, por un lado, y los traducidos con rima, a cargo de A. García Calvo y Carmen Pérez Romero, por otro. Esta comparación permite concluir que no hay una relación directa entre el número de palabras en LO y LT, puesto que si en seis ocasiones el soneto rimado tiene más palabras que el no rimado, en otras tantas ocurre lo contrario. El cómputo global arroja un balance incluso más igualado que el que ofrece la tabla nº 1; el soneto rimado es más largo que el no rimado en 1’3 palabras, lo cual no dice mucho si tenemos en cuenta que el número global de palabras es de 115’4 y 116’7 respectivamente. La rima, por tanto, no altera sustancialmente el número de palabras.

Tabla nº 4.

Traducción en endecasílabo. Comparación de los textos original y terminal en número de palabras y en número de sílabas por palabra. En la media de los grupos en lengua original se incluyen los sonetos en LO de la Tabla nº l.

Los textos originales que se han usado en esta tabla son sonetos en pentámetico yámbico de dos autores, W. Shakespeare (18, 30 y 71) y J. M. Blanco White («Night and Death»).

Todas las traducciones han usado el verso endecasílabo. Donde ha sido posible, se ha usado más de una versión. La traducción de M. Mujica Lainez es la única que no tiene rima.

Todas estas comparaciones sirven para hacer las siguientes observaciones:

1. El número de palabras de un soneto en verso alejandrino, o tridecasilábico, en español, no es «significativamente» superior al de un soneto en pentámetro yámbico en inglés.

2. El número de palabras es mucho mejor indicador del nivel de equivalencia semántica. Se puede expresar en español un mismo mensaje escrito en inglés, con un número similar de palabras; el español, según mi estudio, requiere 1’6 palabras más para decir lo mismo.

3. No es indicativo de la exactitud de la traducción que el número de sílabas de un poema y el de su traducción sean iguales, puesto que mucho de lo que en inglés se dice con una sílaba, en español se dice con dos o más («love» > «amor», «dull» > «tonto», «man» > «hombre», «race» > «carrera», etc.). La correspondencia «sílaba» = «lexía», que se da en inglés, no se da en español con la misma frecuencia.

4. Lo que el TLO dice con 10 sílabas, el TLT lo dice, con garantías de equivalencia semántica (porque el número de lexías empleado es el mismo), con 14. El español dice con igual número de palabras lo que el inglés expresa con un número menor de sílabas.

5. De la Tabla 4 se deduce que al traducir un pentámetro yámbico inglés por un endecasílabo español se emplean 20’6 palabras menos, lo cual quiere decir que la capacidad semántica disminuye (al menos estadísticamente).

Otras consideraciones:

6. En cuanto a la diferencia entre las posibles versiones en la LT, no hay alteración significativa en el número de palabras. No obstante, si el traductor no tiene que rimar el verso, el número de palabras del alejandrino es más parecido al original (115’4 del español contra 114’5 del inglés), en cambio, la imposición de la rima alarga el número de palabras en español (116’7; +2’2 sobre 114’5).

7. La razón del aumento en el número de sílabas por verso es de 1’4, es decir, el resultado de dividir 14 entre 10. La razón del aumento en el número de palabras por soneto es de 1’014, es decir, el resultado de dividir 116’1 entre 114’5. De lo cual podríamos deducir las siguientes fórmulas: el número de sílabas en español es igual al número de sílabas en inglés multiplicado por 1’4 (NSe = NSi x 1’4). Del mismo modo, el número de palabras en español es igual al número de palabras en inglés multiplicado por 1’014 (NPe= NPi X 1’014).

8. Para convencernos de la insignificancia de añadir 1’6 palabras, que es lo que supone traducir un soneto en pentámetro yámbico inglés en ritmo alejandrino o tridecasílabo, compárese esta diferencia con la pérdida de 20’6 palabras por soneto al traducir un pentámetro yámbico en ritmo de endecasílabo ( Tabla nº 4). Con ello no quiero decir que un soneto en endecasílabos no sea una buena traducción, pero tampoco se debe ser indiferente al riesgo de restarle a la traducción 20’6 palabras, con la pérdida semántica que ello representa.

Teniendo en cuenta la conclusión número 7 anteriormente expuesta, se puede intentar definir un sistema similar de conversión, de modo que el traductor se haga una idea previa de cuál es la longitud idónea de los versos en español desde el punto de vista semántico. Obsérvese que en la siguiente tabla (nº 5) sólo se consideran los cuatro tipos de ritmo más frecuentes en inglés:

Para comprobar la fiabilidad de esta tabla de correspondencias de estrofas, se habría de verificar si efectivamente un tetrámetro de pie binario se puede traducir al español por un endecasílabo, teniendo en cuenta que el número total de palabras debe ser similar al número de palabras del inglés, o al menos, que no supere el margen por exceso de 1’6 palabras aceptado para el alejandrino. Con esta intención se ha elaborado la tabla nº 6.

Esta tabla muestra un claro descenso en el número de palabras en el texto inglés respecto al pentámetro de pie binario (114’5 - 97= 7’5). No obstante, existe una asombrosa semejanza en el número total de palabras de los sonetos de una y otra lengua; el resultado es de 0’2 a favor del texto en lengua terminal.

Tabla nº 5:

Tabla nº 6:

La traducción en endecasílabos rimados del tetrámetro yámbico.

De esta tabla se deduce que si el número total de palabras es casi igual en ambos textos (+0’2 para el TLT), el sentido no tiene por qué mermar. Por consiguiente, se puede anunciar que la tabla de correspondencias (Tabla nº 5) no es incorrecta. Por otra parte, soy consciente de que la afirmación es excesivamente categórica para el número de casos cotejados, de modo que me veo de nuevo en la necesidad de recordar que este estudio sirve para indicar que puede existir una falta de equivalencia semántica entre los textos inglés y español si sólo se atiende al número de sílabas que lleva el verso.

2 COMENTARIOS SOBRE LA CORRESPONDENCIA ENTRE ESTROFAS

Sobre la cuestión de la posible equivalencia de las estrofas de ambos sistemas, lo primero es hacer una relación de las más comunes, que por coherencia con el estudio silábico, se agruparán no por el número de versos, que es lo habitual, sino por la longitud de los mismos. Estrofas más comunes en inglés:

(a) En tetrámetro yámbico: «Octosyllabics»,«Ballads» y «Ballade» (aunque esta última también puede darse en tetrámetro anapéstico).

(b) Combinación de tetrámetros y dímetros yámbicos: «Burns Stanza».

(c) Pentámetro yámbico: «Blank Verse», «Heroic Couplets», «Sonnet» (shakesperiano), «Tailed Sonnet» (soneto italiano con estrambote), «Terza Rima», «Ottava Rima» y «Troilus Stanza», también llamada «Rhyme Royal» o «Chaucer Stanza».

(d) Combinación de pentámetros y hexámetros yámbícos: «Spenserian Stanza».

(e) Hexámetros yámbicos o dactílicos: «English Hexameters».

(f) Con cualquier tipo y número de pies: «Couplets», «Triplets» y «Qyatrains».

(h) De metro silábico, por influencia italiana o francesa: «Villanelle» (diecinueve versos de cualq uier medida), «Rondel», «Rondeau» y «Triolet».

Estrofas más comunes en español:

(a) Combinación de 4 y 8 sílabas: Sextilla de pie quebrado.

(b) Combinación de 5 y 7 sílabas: Seguidilla (o cuarteta).

(c) Combinación de 6 y 11 sílabas: Playera.

(d) De 7 sílabas: Soneto.

(e) Combinación de 7 y 11 sílabas: Lira, Sexteto, Silva y Estancia.

(f) De 8 sílabas: Soleares, Cuarteta (redondilla), Qyintilla, Sextilla, Décima o Espinela y Romance.

(g) De 11 sílabas: Terceto, Serventesio (cuarteta encadenada), Cuarteto, Sexta Rima, Octava Real, Décima o Espinela, Soneto y Romance Heróico.

(h) De 14 sílaba s: Cuarteto, Terceto, Cuaderna Vía y Soneto.

Resulta difícil recomendar la sustitución de una estrofa del inglés por otra del español, porque puede que no coincida el número de versos, aunque coincida el número de sílabas; por ello, la práctica general, en lo que respecta al tipo de estrofa, es la de mantener la estructura que presenta el texto original, y en esto la traducción tiene poco que decir. Aunque aceptemos que es preciso naturalizar la expresión y hacer que la lengua del TLT se comporte como si el texto fuera original, también es credo general que en todo texto traducido, siempre queda algo que delata la traducción, es decir, siempre se respetan ciertos rasgos que le indiquen al lector la presencia de un texto proveniente de otra cultura. Estos vestigios suelen encarnarse en nombres propios, sistema métrico, moneda, tipos de estrofa (para el verso), etc. A pesar de ello, existen traductores que prefieren sustituir el formato original del poema por lo que sería el análogo en la propia lengua. Entre lo más corriente está hacer que el soneto shakesperiano se convierta en petrarquista, ejemplo de lo cual es el siguiente soneto de Fernando A. Nogueira Pessoa, escrito en inglés, traducido por Esteban Torre Serrano:

Ido not know what truth the false untruth
Of this sad sense of the
seen world may own,
Or if this flowered plant bears also a fruit
Unto the true reality unknown.
But as the rainbow, neither
earth’s nor sky’s,
Stands in the dripping freshness of lulled rain,
A hope
, not real yet not fancy’s, lies
Athwart the moment of our ceasing pain.
Somehow, since pain is felt yet felt as ill,
Hope hath a
better warrant than being hoped;
Since pain is felt
as aught we should not feel,
Man hath
a Nature’s reason for having groped,
Since Time was Time and age and grief his measures,
Towards a better shelter than
Time’s pleasures.

Yo no sé qué verdades nos ofrece
este triste mentir de nuestra vida,
o si será una planta que florece
hacia una realidad desconocida.

Como arco iris que, entre tierra y cielo,
crece en las gotas de la lluvia calma,
una
esperanza nace como un velo
al trasluz del dolor, sobre mi
alma.

Si sentimos dolor hasta quemarnos,
la esperanza es más fuerte y más segura;
si
lo sentimos como lejanía,

razón será de más para buscarnos,
puesto que el Tiempo es Tiempo
y amargura,
un refugio mejor que la alegría.

Traducción de Esteban Torre Serrano.

Se podrá observar que no solamente se ha deshecho el pareado final típico del soneto inglés (que en este caso es sólo de rima, no conclusivo, como ocurre por ejemplo, en Shakespeare), sino que además se han eliminado las mayúsculas propias de principio de verso.

3 VERSOS Y ESTROFAS IRREGULARES

Tanto en el plano del verso como en el de la estrofa, también es frecuente encontrar una versificación irregular en la composición del pie, en el número de pies y en el número de versos. Este hecho, muy común en la poesía de este siglo, permite cierto grado de libertad al traductor; éste puede sentirse liberado de la esclavitud métrica para concentrar sus energías en la equivalencia del sentido. No obstante, y en contra de la libertad absoluta de movimientos que se deduce de esta afirmación, existen consideraciones métricas que, aun con todo, siguen dominando las traducciones literarias de calidad. La estrofa puede no estar definida en el TLO, la longitud del verso puede ser inconstante, pero ello no significa que exista ausencia de ritmo; el ojo atento del lector, en lo relativo a la distribución de los acentos, descubrirá, sin duda, cierta intención. En tales casos, la traducción suele seguir uno de estos dos caminos:

(a) En el TLO, la longitud del verso es inconstante y la estrofa irregular, pero en la traducción se intenta buscar un ritmo acentual para los versos originales que lo tengan.

The broadback figure drest in blue and green

T. S. Eliot. «Ash Wednesday».

...la figura maciza vestida de azul...

Traducción de Juan Ramón Jiménez.

La figura de anchas espaldas vestida de azul

Traducción de J. Ma. Valverde.

Aunque en el original se ve un claro esquema de pentámetro yámbico, los dos traductores han seguido el ritmo acentual anapéstico. Sobre la transmisión de la estructura formal del TLO, no recogida aquí, es de resaltar que J. Mª Valverde siga la distribución versal del original, y que, en cambio, J. R. Jiménez convierte la distribución estrófica en cuatro párrafos de una prosa de riquísimo ritmo.

(b) En el TLO, la longitud del verso es inconstante y la estrofa es irregular, pero en la traducción se intenta crear un ritmo cuantitativo formando grupos fónicos propios de la poesía y la lengua españolas.

There comes Emerson first, whose rich words, every one,
Are
like gold nails in temples to hang trophies on,
Whose prose
is grand verse, while his verse, the Lord knows,
Is some of it pr-- No, ‘tis not even prose;

I’m speaking of metres; sorne poems have welled
From those rare depths of souls that have ne’er been excelled;
(...)

James Russell Lowell. «Emerson».

Ahí tenemos a Emerson de entrada,
cuya rica
dicción,
signo a signo semeja
doradas perchas áureas para colgar trofeos;
cuya prosa grandioso
verso es siempre;
cuyo verso -Dios sabe-
se erige en parte en prosa
y ni aun a prosa llega.
Hablando estoy de métrica: poemas hay que emanan
del aliento mistérico del alma,
de ese aliento hasta entonces intangible.
( ..)

Traducción de Román Álvarez y Francisco Fernández Colinas.

En este último ejemplo, está clara la falta de correspondencia en la distribución de los versos, y es notoria, a la vez, la creación de un ritmo cuantitativo mediante la combinación de endecasílabos y heptasílabos.

Como resumen, quiero decir que no sólo se traducen con ritmo el verso y la estrofa regulares, sino que también existe poesía que cae fuera de los cánones formales tradicionales, no por ello desprovista de ritmo.

4 CONCLUSIÓN

Un estudio comparativo entre el inglés y el español demuestra que la lengua española requiere un mayor número de sílabas para expresar lo mismo que la lengua inglesa expresa, lo cual conlleva una evidente alteración en el sistema rítmico. No obstante, el número de palabras usado para expresar lo que se expresa en inglés, no es significativamente mayor. Dicho de otra forma, la idiosincrasia de las lenguas española e inglesa reflejada en sus léxicos, y la práctica general de los traductores literarios, indican que el texto español requiere un número mayor de sílabas, no necesariamente un número mayor de palabras. Por tanto, es recomendable ajustar el número de sílabas resultante a lo que el texto en LT, a través del léxico, tiene que defender como equivalencia semántica, puesto que la morfología del léxico de las lenguas no es igual.

Se ha calculado en este estudio que la razón del crecimiento del número de sílabas del español frente al inglés es de 1’4 sílabas, es decir, donde hay diez sílabas en inglés, en español habrá catorce.

En lo relativo al tipo de estrofa, no es habitual sustituir una estrofa del inglés por otra del español; la práctica general es la de mantener la estructura que presenta el texto original, y en esto la traducción tiene poco que decir. Aunque aceptemos que es preciso naturalizar la expresión y hacer que la lengua del TLT se comporte como si el texto fuera original, también es credo general que, en todo texto traducido, siempre queda algo que delata la traducción, es decir, siempre se respetan ciertos rasgos que le indiquen al lector la presencia de un texto proveniente de otra cultura.

Sobre el estudio que he presentado aquí, también quiero llamar la atención sobre el hecho de que puede parecer que el análisis de 36 sonetos en español es insuficiente para proclamar conclusiones, pero obsérvese también que ninguna de las conclusiones, aunque se intuyen generales, se refiere a nada que esté más allá de las obras analizadas.

Por último, y como conclusión global, me gustaría reiterar que el ideal rítmico puede ir en contra del ideal semántico. Conseguir ambos ideales en un mismo verso es una aspiración intrínseca al ejercicio de la traducción literaria, pero ante la dificultad que esto generalmente plantea, el textema del sentido debe predominar sobre el del ritmo. Para ello, el traductor se ve con frecuencia obligado a hacer reajustes en el plano métrico, y esto, según demuestra la práctica, es un ejercicio lícito.

REFERENCIAS

Díez Borque, José Mª. 1989. Comentario de textos literarios. Método y práctica. Madrid: Playor. 16ª ed.

Domínguez Caparrós, José. 1985. Diccionario de métrica española. Madrid: Paraninfo.

García Yebra, Valentín. 1984. Teoría y práctica de la traducción. Madrid: Gredos. 2 Vols.

Leech, Geoffrey N. 1969. A Linguistic Guide to English Poetry. London: Longman.

Lefevere, André. 1975. Translating Poetry. Amsterdam: Van Gorcum.

Martínez García, José Antonio. 1975. Propiedades del lenguaje poético. Oviedo: Publicaciones de Archivum, Universidad de Oviedo.

Pérez Romero, Carmen. 1988. «Sanciones aduaneras en la frontera lingüística anglo-española al traducir los sonetos de Shakespeare». Cuadernos de Traducción e Interpretación. N° 10, págs. 19-37.

Perrine, Laurence. 1982. Sound and Sense. An Introduction to Poetry. New York: Harcourt Brace Jovanovich. 6ª edición.

Pliego Sánchez, Isidro. 1993. Teoría y Práctica de la Traducción Literaria. Tesis doctoral sin publicar. Sevilla. Universidad de Sevilla.

Popovic, Anton. 1976. A Dictionary for the Analysis of Literary Translation. Edmonton: Alberta University Press.

Sáez Hermosilla, Teodoro. 1987. Percepto mental y estructura rítmica. Prolegómenos para una traductología del sentido. Cáceres: Servicio de publicaciones de la Universidad de Extremadura.

RECIBIDO EN FEBRERO DE 1996

1 Domínguez Caparrós, 1985: 138ss.

2 En García Yebra (1984: 301-302) podemos ver un ejemplo de ello. La regular distribución de los acentos plasmada en un poema de Browning, la irregular distribución de éstos en «Ultima tierra en e destierro» de Jorge Guillén.

3 Para una completa clasificación véase José Mª Díez Borque (1989: 73ss.) según cita a T. Navarro Tomás en su Arte del verso (Buenos Aires, 1965).

4 Esta apreciación personal se basa en la diferencia que hay entre decir que tal texto es «una mala traducción», o decir que tal otro «no traduce» lo que su original expresa. Un error de versificación en el TLT puede no alterar el valor semántico, en cambio un error semántico puede dar lugar a la «traición».

5 Para elaborar los resultados generales de los sonetos en inglés también se han tenido en cuenta los sonetos en pentámetro yámbico señalados en la Tabla nº 4, aunque no sus traducciones.