:: RESEÑAS. Págs. 609-613 ::
adnan K. aBdulla
Londres-Nueva York, Routledge, 2021, 153 págs.
Sara Solá Portillo
Translation in the Arab World: The Abbasid Golden Age nos adentra en la práctica de la traducción durante el califato abasí (750-1259), una de las épocas más productivas de toda la historia de la traducción. Con Bagdad como centro de gran parte de la actividad intelectual del momento, este periodo se considera a menudo la edad de oro del mundo árabe, en especial los años más activos en cuanto a actividad traductora, desde mediados del siglo viii hasta finales del x. Sobre este llamado movimiento traductor grecoárabe se publicaron dos estudios en los noventa, el de Salama-Carr (1990) y el de Gutas (1998), ambos citados varias veces en la obra que nos ocupa. Tanto la Casa de la Sabiduría de Bagdad como Ḥunayn ibn Iṣhāq, su figura más prolífica, han inspirado numerosos artículos y ediciones académicas, muchos de ellos recientes. La existencia de estos trabajos nos demuestra que el interés por esta época dorada de la traducción al árabe lleva con nosotros un tiempo y, lejos de decaer, cada vez hace surgir más preguntas acerca de los abasíes y la naturaleza de este movimiento de traducción.
Así pues, resulta del todo oportuno que se publique ahora una obra como esta, que intenta ofrecernos una visión más amplia de esta parte de la historia de la traducción. En resumen, hay cuatro ideas que funcionan como ejes vertebradores de todo este trabajo: (1) que el movimiento de traducción grecoárabe fue un fenómeno complejo cuyas consecuencias se extendieron de manera extraordinaria en el tiempo, el espacio y, sobre todo, en lo social y lo intelectual; (2) que fue un proceso de características únicas, sin precedentes y que no ha vuelto a repetirse; (3) que el novedoso método de traducción de Ḥunayn ibn Iṣhāq y sus discípulos revistió una gran importancia en la transformación del árabe y su establecimiento como nueva lingua franca científica en la Edad Media; y que existieron ciertos problemas relacionados con la práctica de la traducción que influyeron en el desarrollo del movimiento y que terminaron por ocasionar su fin.
El libro se trata de la traducción al inglés de la obra de este mismo autor قرآت معاصرة لتراث الترجمة في العصر العباسي, publicada en 2017 por la Universidad de Sharjah, donde Adnan K. Abdulla, doctor en Literatura Inglesa y Americana, ejerce como profesor desde 2008. Él mismo se ha encargado de la traducción y apunta en el prefacio a que ha debido adaptar el contenido de manera considerable. La obra se divide en nueve capítulos, precedidos de una cumplida introducción. Tras las conclusiones, acompaña al texto un índice de antropónimos, obras y conceptos clave.
El primer capítulo, «Beginnings and endings», trata sobre el origen, la evolución y el fin del movimiento de traducción abasí. Abdulla sostiene que todo este proceso no respondió solo al capricho de unos cuantos califas, sino al esfuerzo conjunto de traductores y miembros de estamentos diversos. Apunta a Ḫālid ibn Yazīd como una figura pionera en la traducción al árabe y describe la evolución del fenómeno en época de al-Manṣūr, al-Maʾmūn y al-Mutawakkil. La revisión histórica es rigurosa cumple con su función dentro de los objetivos del libro. El autor cita a los académicos que han publicado en este campo y se hace eco también de las palabras de varios historiadores árabes medievales. El hecho de que este sea el primer capítulo de la obra es un acierto, ya que nos ayuda a hacernos una composición general de los hechos antes de continuar con el resto de la lectura.
En el segundo capítulo, «Translation and cultural struggle», Abdulla se centra en analizar cuáles eran las actitudes de la sociedad ante la traducción en la época y en desgranar los motivos que llevaron a algunos sectores de la población a rechazarla. Se habla de la polarización cultural y se revisan las particularidades de los distintos tipos de textos y las traducciones desde lenguas diferentes, como el persa y el sánscrito. Se hace hincapié en las dificultades a la hora de introducir en el mundo árabe conceptos nuevos provenientes de la cultura helénica, en la traducción de los textos religiosos y en el papel del siríaco como lengua intermedia entre el griego y el árabe.
En el tercer capítulo, «Translation of literary criticism», se ilustra lo dicho en el anterior mediante el estudio de la traducción al árabe de la Poética de Aristóteles. El análisis de este texto contribuye de forma clara e interesante a formar en la mente del lector una imagen más completa de cómo se traducía en época abasí. Abdulla lo consigue de una forma muy original: además de describir cómo se plasmó la traducción árabe de la Poética en la obra de al-Fārābī, Avicena y Averroes, critica él mismo la traducción de Mattà ibn Yūnus, no sin antes advertir de que evaluar la traducción de un texto filosófico que se redactó hace varios siglos resulta extraordinariamente complicado, en parte porque la examinamos a través del filtro de nuestra cultura y los gustos literarios actuales: «We have a translation that is removed from our time and taste. The culture that produced it is no longer our own. We are distant from its style and language» (p. 41).
En el capítulo cuarto, «A discussion about translation in the Abbasid period», se habla de un suceso histórico concreto: el debate entre Mattà ibn Yūnus, el traductor al árabe de la Poética de Aristóteles, sobre el que versa todo el capítulo anterior; y el gramático al-Sīrafī, perteneciente a la escuela de Basora y mentor de los filósofos al-Kindī y al-Tawhīdī. De nuevo, Abdulla nos sorprende con una manera original de presentarnos la polarización de opiniones en torno a la traducción en aquella época, con aquellos que creían que se trataba de una actividad beneficiosa que ayudaba a mantener vivo el conocimiento de la Antigua Grecia —representados en la figura de Mattà ibn Yūnus— frente a aquellos que se oponían a ella y llegaban a considerarla una herejía —representados en la figura de al-Sīrafī y sus discípulos—. Este capítulo se presenta también como un análisis de la autenticidad del relato de este debate, que nos llega a través de las palabras de al-Tawhīdī.
El quinto capítulo está dedicado a la traducción de literatura y el sexto a la de la ciencia. Se toman respectivamente la obra Kalīla wa Dimna y al traductor Ḥunayn ibn Iṣhāq como elementos de referencia. Empezando por Kalīla wa Dimna, además de analizar detenidamente el origen del texto y la historia de su traducción, Abdulla aprovecha para introducir el concepto de pseudotraducción. En el capítulo dedicado a Ḥunayn ibn Iṣhāq, el lector interesado encontrará una biografía muy cumplida y algunas citas a su Epístola, aunque no en su edición más moderna, firmada por Lamoureaux (2016). En cuanto a su técnica de traducción, Abdulla la describe a través de ejemplos, pero se echan en falta referencias a las ediciones ya publicadas de algunas de sus traducciones —como la de Cooper (2011)— o a más artículos recientes sobre su técnica. Un apartado interesante es el dedicado a los mecenas de Ḥunayn ibn Iṣhāq. Aunque pueda parecer un asunto prosaico, aprender más acerca de quiénes financiaban las traducciones en el califato abasí puede ayudarnos a entender cómo funcionaba el movimiento.
El séptimo capítulo pretende responder a la pregunta que le da título: «Did the Abbasids have a theory of translation?». Aquí, de nuevo, el autor se apoya en algunas frases de la Epístola de Ḥunayn ibn Iṣhāq para tratar de definir cuál era la política de traducción imperante. También le sirven para abordar conceptos como la traducción literal frente a la dinámica, la corrección de los originales, la fidelidad y la imposibilidad de la traducción. Este es el capítulo más extenso del libro, seguido muy de cerca del tercero, y es que esta es una de las cuestiones con más enjundia que se plantean y que solo puede estudiarse a través de los testimonios de los traductores de la época, por un lado, y el análisis de las propias traducciones, por otro.
En el capítulo ocho se aborda la traducción de la poesía y el nivel de aceptación de la poesía griega dentro de la cultura árabe. El hecho de que no se tradujera ningún poema durante todo el movimiento parece que debería dejar a esta tipología textual fuera del análisis. Sin embargo, Abdulla toma este hecho como algo significativo en el que conviene profundizar. Que sepamos, es la primera vez que se estudia este fenómeno como una parte más del movimiento, al menos de forma tan detallada.
El noveno capítulo quizá sea uno de los más atractivos, ya que trata sobre el impacto de la traducción en la lengua árabe, un área de gran interés actualmente dentro de los campos de la Traductología y la Lingüística Aplicada. Aplaudo que el autor haya decidido arrancar este tema desde la descripción de los orígenes de la lengua árabe y su naturaleza tribal, ya que nos ayuda a comprender mejor cuán drástico fue el cambio en la importancia de esta lengua en pocas décadas. Uno de los ejes fundamentales del análisis de Abdulla es el léxico, y se describen también los procesos de neología más comunes en la época. Se tocan términos médicos, zoológicos, botánicos, filosóficos, etc.
La bibliografía es extensa, y en ella encontramos tanto ediciones de obras clásicas como estudios de los últimos diez años. No obstante, teniendo en cuenta que se mencionan en varias ocasiones y que desempeñaron un papel crucial en el desarrollo de la traducción árabe posterior, quizá se echa de menos alguna referencia más a la lengua siríaca y sus traductores.
Para finalizar, se puede decir que este libro supone una innovación tanto en los temas que aborda como en la forma de presentarlos. Se trata de un recorrido histórico muy completo y a la vez ameno en el que se nos da la oportunidad de iniciarnos en el estudio del movimiento de traducción grecoárabe a través de tipos de textos muy diversos. Además, se nos invita a conocer a sus figuras más preeminentes y a reflexionar sobre las cuestiones traductológicas más candentes de la época y que aún hoy en día son objeto de estudios y debates en la comunidad científica. Abdulla no vuelve a insistir en ideas que ya han sido ampliamente estudiadas en trabajos como los de Gutas y Salama-Carr, sino que trata de impulsarse sobre esas mismas nociones para analizar el movimiento desde otros puntos de vista. Habría sido muy interesante complementar todo lo dicho en este volumen con algún capítulo más dedicado enteramente a la traducción al árabe desde otras lenguas como el siríaco y el persa, aunque entiendo que tratar de abarcar la complejidad y la multitud de facetas del movimiento en una sola obra resulta una tarea titánica, cuando no imposible. En definitiva, recomiendo Translation in the Arab World. The Abbasid Golden Age a todos los que quieran acercarse a la traducción en época abasí, y más concretamente al movimiento de traducción grecoárabe de los siglos viii a x, de una manera distinta a través de una obra breve, actualizada y rigurosa.
Referencias
Cooper, Glen M. (2011): Galen, De diebus decretoriis, from Greek into Arabic. A Critical Edition, with Translation and Commentary, of Ḥunayn ibn Isḥāq, Kitāb ayyām al-buḥrān, Nueva York: Routledge.
Gutas, Dimitri (1998): Greek Thought, Arabic Culture. The Graeco-Arabic Translation Movement in Baghdad and Early Abbasaid Society (2nd-4th/5th-10th c.), Nueva York: Routledge.
Lamoureaux, John (2016): Ḥunayn ibn Isḥāq on His Galen Translations, Provo: Brigham Young University Press.
Salama-Carr, Myriam (1990): La traduction à l’époque abbasside, París: Didier Érudition.