Entreculturas. Revista de Traducción y Comunicación Intercultural
Entreculturas 14 (2024) pp. 238-240 — ISSN: 1989-5097

RESEÑA

Giovanni Caprara y Silvia Datteroni (2023)

DANTE ALIGHIERI EN ESPAÑA. TRADUCCIONES, TRADICIONES Y FORTUNA LITERARIA DEL SOMMO POETA
Entreculturas. Revista de Traducción y Comunicación Intercultural
Review
Lorenzo Cittadini
Universidad de Málaga
Recibido: 14 de julio de 2023
Aceptado: 21 de septiembre de 2023
Publicado: 27 de febrero de 2024
DE LA NOVELA AL CINE Y A LA FICCIÓN TELEVISIVA. ADAPTACIONES MÚLTIPLES Y NUEVAS VÍAS DE ESTUDIO
Editorial: Comares (Granada)
Número de páginas: 136 páginas
ISBN: 978-84-1369-396-5

¿Por qué leer a los clásicos? ¿Por qué volver a leer a Dante? Estas son sólo algunas de las preguntas que surgieron de manera espontánea tras la apasionante lectura del volumen Dante Alighieri en España. Traducciones, tradiciones y fortuna literaria del Sommo Poeta. La monografía, editada por Giovanni Caprara y Silvia Datteroni para la editorial Comares de Granada, recoge las aportaciones realizadas por diversos estudiosos de la obra de Dante con motivo de las celebraciones del 700 aniversario de la muerte del poeta florentino, evento organizado en 2021 por los Comités de las Sociedades Dante Alighieri de Málaga y Granada —de los que los autores son respectivamente presidentes— con el patrocinio del Comité de Roma.

Como sostiene Italo Calvino, es muy probable que al hablar de los clásicos se mencione inevitablemente su relectura más que su lectura. Este es el caso de Dante Alighieri, leído en este volumen a través de múltiples interpretaciones que, combinadas, han proporcionado a los lectores una summa de la obra de Dante: desde el itinerario histórico sobre la recepción de Dante en España hasta la intertextualidad y la intermedialidad, pasando por las cuestiones relativas a las traducciones al español de la Divina Comedia y los principales estudios filológicos en España. Lo que principalmente se pone de manifiesto es la transversalidad de la obra de Dante, que fusiona saberes muy diferentes entre ellos, como la filosofía, la ciencia, la teología, la mitología y la política. Del mismo modo, el volumen editado por Caprara y Datteroni está organizado de tal manera que ofrece al lector un recorrido original por los estudios, las reflexiones crítico-literarias y las iniciativas artístico-culturales que han caracterizado los últimos tiempos.

Cuál es el valor de un clásico y cómo se puede interpretar hoy a Dante Alighieri son las preguntas a las que intenta responder Alberto Casadei en la primera contribución, presentando un abigarrado mapa del ámbito dantesco, tan rico en interpretaciones artísticas y convertido en símbolo, en icono adaptado a diferentes usos. La obra de Dante, como la de todos los clásicos, vive en la dualidad de ser un instrumento de medida, con sus respectivos «límites históricos, exegéticos y lingüísticos» (p. 5), o de servir de base para una reinterpretación constante de los destinos humanos. Dante se manifiesta en formas y contenidos siempre diferentes, con la globalización y los nuevos medios de comunicación que proyectan la obra del fiorentino a contextos inesperados hasta hace poco.

Valerio Cappozzo, por su parte, se adentra en los orígenes árabo-andaluces de la rima de Dante: a pesar de la ausencia de algunas fuentes que certifiquen su conocimiento real, el debate sobre las influencias árabo-islámicas en la Divina Commedia sigue muy animado, con algunos «puntos de contacto con las tradiciones literarias del viaje de ultratumba de Mahoma»1 (p. 9). El estudioso rastrea el origen de la rima, la poesía clásica y la musicalidad del verso árabe, con las respectivas influencias y contaminaciones.

A continuación, Fernando Molina Castillo reflexiona sobre las afinidades lingüísticas de Dante, contenidas sobre todo en el Convivio y el De vulgari eloquentia, con ciertas ideas estéticas clásico-medievales. La interesante comparación entre el uso del latín y la lengua vernácula es útil para entender la elección de esta última como «lengua natural», como la «materia más adecuada al fin o función a que se destina el artefacto»2 (p. 30).

La aportación de Enrique Baena nos lleva a un viaje entre el arte y el misterio, en el que los versos de Dante son senderos que a menudo conducen al mundo de lo oculto, del esoterismo, con un carácter fuertemente doctrinal que pretende ser entendido sólo por aquellos que sean capaces de captar la poesía-profecía del poeta. De ahí el concepto de una creación basada en la hermenéutica, que vislumbra la posibilidad de comprender y aclarar todo tipo de texto escrito, en un «encuentro del mundo textual con el mundo real [que] resulta de un imaginario fascinante que alarga hasta nuestro presente la creación de Dante y su impulso, productor del ejercicio brillante, transhistórico y original de la lectura y la interpretación» (p. 43).

Francisco Estévez reflexiona sobre la importancia del lenguaje del Sommo Poeta, haciendo suyas las palabras de P. B. Shelley recogidas en Defensa de la poesía (1821-1840), la cual afirma que la poesía de Dante «tiende un puente sobre el río de la vida que une el mundo antiguo y el moderno» (p. 46). La Divina Commedia, sigue el estudioso, es la suma de varios temas, es el deseo del poeta de comprender el conocimiento de su época de una manera profunda, más allá de toda restricción. Además, Dante manifiesta su extraordinaria humanidad a través de las referencias a su ciudad, Florencia, que, como para todo viajero, está cuajada de recuerdos, sentimientos y proyecciones sobre el viaje terrenal —incluido el exilio— y el de ultratumba. Como afirma el antropólogo Vito Teti, «somos nuestro lugar, nuestros lugares: todos los lugares, reales o imaginarios, que hemos vivido, aceptado, descartado, combinado, eliminado, inventado. Somos también la relación que hemos podido y querido establecer con los lugares»3 (Teti, 2014: 4). El eco infinito de la poesía y la pasión de Dante llegan hasta nosotros, influyendo aún hoy en la literatura, en la vida y en la sociedad.

Una amplia sección está dedicada a las experiencias traductológica de la Divina Commedia al español, que, como cualquier otra traducción, plantea «una serie de problemáticas teórico-prácticas acerca de la mejor traducción del verso dantesco» (p. VIII), renovando el debate sobre la imposibilidad de una equivalencia exacta, «inalcazables correspondencias semánticas, sintácticas, morfológicas, fonéticas y léxicas del texto dantesco» (p. VIII). Como nos recuerda el título del volumen, traducciones y tradiciones tienen el mismo origen etimológico, ambas palabras describen la importante acción de transmitir un patrimonio cultural a través del tiempo y de las generaciones, la acción real de entregar, de transmitir una práctica, así como un texto. Pero, como recuerda Umberto Eco, la experiencia de la traducción implica una cierta traición que lleva a «decir casi lo mismo». La traición también tiene la misma etimología que la traducción y la tradición, lo que significa que el resultado es siempre la mejor de las aproximaciones posibles ya que, en cualquier caso, algo se pierde en el proceso de transmisión.

Lo que hace que esta aproximación sea más o menos eficaz, como en la experiencia traductora de José María Micó, es la capacidad «de reconstrucción del valor poético, porque el lenguaje dantesco tiene tal concentración semántica y tal densidad expresiva, que requiere una constante vigilancia y una fidelidad incompatible con el menor descuido» (p. 62). El traductor puede definirse como un «conciliador cultural», es decir, no un conocedor aséptico de la lengua, sino un verdadero mediador cultural, que sabe conciliar, a través de sus elecciones y posturas, esa fidelidad a la obra original que se espera de todo traductor. Este concepto guía la experiencia de Ángel Crespo, que Rossend Arqués recuerda en la contribución a este volumen: en particular, reflexiona sobre el concepto de «compensación» (p. 71), ya que la traición y las infidelidades en el proceso de traducción son inevitables. El estudio repasa algunas de las principales traducciones españolas del siglo xx de la Divina Commedia, analizando las diversas metodologías adoptadas por los traductores.

El último testimonio es de Raffaele Pinto, que aborda los criterios de traducción de la poesía de Dante, incluida la Commedia. En un intento de resumir la metodología adoptada, el estudioso propone el concepto de «libertad», en consonancia con las intenciones del propio poeta, legitimado para «cruzar y mezclar niveles de lenguas diferentes, desde el más elevado al más humilde» (p. 94). Interesante, además del concepto de libertad, es la idea de «violencia» en el proceso de traducción, «entendida como programático rechazo de todo moralismo expresivo», en el caso de la combinación de un registro bajo, deslenguado —a veces obsceno— con un léxico más sublime, limpio y metafísico. A pesar de estas estrategias, subsiste, según Pinto, la imposibilidad subyacente de restaurar el sentimiento de «omnipresencia verbal» (p. 94) del texto original.

Como aportación final, en la sección «Dante para todos», un apasionante recorrido por las diferentes artes —desde la literatura a la cultura popular— que han utilizado a Dante y su Commedia para describir, de hecho, al ser humano. Del cine a las series de televisión, del manga al cómic pasando por la música y la ciencia, la obra de Dante es, una vez más, un mosaico de voces, ideas, proyecciones, ambiciones, miedos y visiones. Como afirma Gustavo Romero Sánchez en este capítulo final, «Dante sigue vivo» (p. 112): a pesar de los innumerables cambios en los medios de transmisión —de las páginas del libro electrónico y la pantalla de televisión— el mensaje de la obra del poeta fiorentino sigue siendo válido y universal, sobreviviendo a las circunstancias de un mundo que a menudo parece haber perdido la brújula. Así que son clásicos como Dante y su Commedia los que intervienen, confirmando la necesidad, incluso en el caso concreto de España, de confiar en las palabras de libros sin tiempo.

En conclusión, pues, tras haber navegado y redescubierto a Dante gracias a las valiosas aportaciones reunidas por Giovanni Caprara y Silvia Datteroni en Dante Alighieri en España. Traducciones, tradiciones y fortuna literaria del Sommo Poeta, quizá sea posible dar una respuesta, ciertamente personal, a las preguntas iniciales que este volumen ha suscitado: ¿por qué leer a los clásicos y por qué volver a leer a Dante? Porque la relectura es una nueva lectura, configuradora de experiencia, «proveedora de modelos, contenedores, términos de comparación, esquemas de clasificación, escalas de valores, paradigmas de belleza» (Calvino, 1995: 6). La obra de Dante adquiere diferentes significados en el tiempo, en el espacio y en el estado de ánimo, respondiendo a las necesidades de cada época, adaptándose a los cambios de la historia, a las tensiones del presente, a las ideologías e interpretaciones de las personas.

Dante como Cervantes, encontrando correspondencia en la mayor obra literaria de España: la Divina Commedia como el Quijote, como sostenía Leonardo Sciascia, obras llenas de «verdades mutables; y cada verdad, al cambiar, deja algo que contribuye a la verdad, siempre por alcanzar. Lo que constituye su buena fortuna. Y la nuestra»4 (Sciascia, 1988: 50).

Creemos, por tanto, que las valiosas aportaciones recogidas en esta publicación son un testimonio importante y fundamental de la continuidad de los estudios filológicos y traductológicos de la obra de Dante en España, confirmando un interés que trasciende el espacio y el tiempo.

Bibliografía

Calvino, Italo (1995). Perché leggere i classici. Mondadori.

Sciascia, Leonardo (1988). Ore di Spagna. Pungitopo.

Teti, Vito (2014). Il senso dei luoghi. Donzelli.

1 Traducción propia.

2 Traducción propia.

3 Traducción propia.

4 Traducción propia.

Entreculturas. Revista de Traducción y Comunicación Intercultural