Introducción
Como describe Solé (1992), leer es un proceso de interacción entre el lector y el
texto
examinando
imprescindibles para que tenga lugar dicho proceso. El lector construye el significado del
texto
objetivos
invariable, y son esenciales porque no solo determinan las estrategias de lectura de las que
depende la comprensión, sino que influyen en el control inconsciente que tenemos sobre
este proceso.
Según la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos (OECD)
la
utilizar,
desarrollar
Educación,
respondiendo
favorecer que el lector alcance una competencia lectora conforme a los objetivos de cada
situación, y esta debe ser desarrollada y evaluada durante todo el proceso educativo del
alumnado y no tan solo en las etapas iniciales. Como señala Solé
Confinar
extremadamente restrictivo: es necesario aprender a leer, por supuesto. Pero también es necesario aprender
a leer para aprender, para pensar, para disfrutar. En la época de la sobreinformación, saber leer con criterio,
de forma inteligente y reflexiva es tal vez un bien más preciado que nunca. Formar lectores equivale a formar
ciudadanos que puedan elegir la lectura para una variedad de propósitos, que sepan qué leer y cómo hacerlo,
que puedan utilizarla para transformar la información en conocimiento. (p. 50).
Diversos estudios evidencian que los estudiantes universitarios tienen dificultades
en la interpretación de textos, en encontrar las ideas principales o en la generación de una
opinión crítica con respecto al texto (Arnoux, 2007; Calderón & Quijano, 2010; De Brito
&
Solís,
Gullerová (2015):
la competencia lectora es un complejo de habilidades y capacidades lectoras necesarias para el
trabajo efectivo con el texto. No es solo la habilidad de leer palabras, frases y textos; significa también
comprender todo
transmitirla
obtenida, es decir, crear un nuevo conocimiento innovador a partir del conocimiento adquirido a través de
la lectura. (p. 49).
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