ISL (2020). Consumos lectores entre adolescentes: un abordaje… ISL, 13, 153-168.
En relación con el tiempo que dedican a diferentes tipos de lecturas cada semana (libros
escolares y no escolares, cómics y periódicos y revistas), la mayoría reconoce dedicar menos de
una hora a cualquier de las categorías definidas (para cada tipo de lectura, el 50 %, 43,4 %, 66,6
% y 80,4 % de los escolares, respectivamente), destacándose en este punto, en sentido negativo,
las de tebeos y publicaciones periódicas. Estos datos se ven corroborados por el escaso interés
que manifiestan por la lectura de ambos tipos de publicaciones en su tiempo libre: si no tenemos
en cuenta a aquellos que dicen leer cómics algunas veces al mes (17,4 %), los leen una o dos
veces por semana el 3,6 %, casi todos los días un 2,2 % y diariamente un 0,7 %, mientras apuntan
ser lectores de diarios y revistas algunas veces al mes el 16,7 %, una o dos veces por semana el
11,6 %, casi todos los días un 2,2 % y diariamente un 3,6 %.
Un número también significativo de alumnos (para cada tipo de lectura, 37,6 %, 39,1 %,
25,3 % y 16,6 % de los escolares, respectivamente), le dedica entre 1 y tres horas, siendo una
minoría los que le dedican más de 4 horas. Entre estos, la lectura por placer y la de libros escolares
es la que más tiempo les ocupa. Además, se emplea claramente más tiempo en la lectura (por
placer) en época de vacaciones: un 36,2 % lee “mucho” o “bastante” en este período (se destacan
los que dicen leer “algo” en esta época del año: un 35,5 %), frente al 14,5 % en fin de semana o
el 11,6 % diariamente. Por su parte, leen “muy poco” o “nada” en vacaciones un 34,7 %; estos
porcentajes se disparan, frente a lo que ocurre con chilenos y polacos, en el caso del fin de semana
(56,5 %) y el día a día (63,7 %).
En cuanto al formato de la lectura, digital o papel, manifiestan indiferencia en su mayor
parte (40,6 %) o incluso prefieren el papel (37 %) frente al digital 22,5 %. El consumo de libros
digitales tampoco destaca por su frecuencia: el 58,6 % afirma que nunca o casi nunca lee e-books,
un 26 % lo hace ocasionalmente y una minoría lee frecuentemente (12,3 %) o muy
frecuentemente (2,9 %). Los contenidos digitales que consumen nuestros adolescentes están
relacionados sobre todo con las redes sociales (más de la mitad de los escolares indican que leen
noticias o artículos en RR. SS. con frecuencia o mucha frecuencia) y, en mucha menor medida,
con foros o chats públicos (el 32,6 % los visitan con frecuencia o mucha frecuencia) y
enciclopedias online (28,9 % de lectores frecuentes o muy frecuentes). Los formatos que menos
atención suscitan (nunca o casi nunca navegan por ellos) son las aplicaciones de revistas (72,4
%) y las literarias (63,7 %), junto a las páginas de periódicos online (63 %), datos que inciden
una vez más sobre el desinterés, también en formato digital, por las publicaciones periódicas
(para mayor invormación ver Azevedo, Paiva y Bastos (2015) y Azevedo, Selfa y Paiva (2016)
sobre lectura en estas nuevas modalidades en Portugal).
En cuanto a las preferencias lectoras (vid. Figura 4), la apetencia por la lectura, en cuanto
al ámbito temático-genérico, se inclina claramente hacia los libros de aventuras (el 55 % dicen
leer “mucho” o “bastante”), como remarcan otros estudios sobre este ámbito –entre otros, Martins
y Azevedo (2016) y Azevedo, Selfa y Paiva (2016)–, despertando el interés de los escolares en
menor medida las obras encuadrables en géneros como el humor (40,5 %), el terror (30,4 %), el
misterio (28,9 %), la ciencia ficción o la música (en ambos casos, un 27,5 %). Entre los asuntos
menos frecuentados se cuentan la historia y la política (“nada” 60,8 %; “muy poco” 21,7 %), la
literatura clásica (“nada” 55 %; “muy poco” 5,9 %), las biografías o autobiografías (“nada” 54,3
%; “muy poco” 21,7 %), la novela (“nada” 49,2 %; “muy poco” 26,8 %) y la literatura científica
ISSN 2340-8685
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