Recensión de La certificación
forestal, un instrumento económico de mercado al servicio de la gestión
forestal sostenible. GARCÍA-MORENO RODRÍGUEZ, F., Thomson
Reuters Aranzadi, Pamplona, 2021, 588 pp. ISBN: 9788413086835.
Cynthia Inmaculada Mata Torres
Doctoranda en Ciencias Jurídicas y Sociales
Universidad de Málaga
cynthiamata@uma.es
A lo
largo de esta obra el autor nos acerca al sistema de la certificación forestal
desde un punto de vista jurídico, centrándose en la perspectiva de la
protección medioambiental y, en particular, en el cuidado de los montes. Es por
ello que Moreno Rodríguez relaciona el procedimiento de la certificación
forestal con la gestión forestal sostenible. Para ello, divide la obra en
varias partes claramente diferenciadas. En primer lugar, realiza una
aproximación a los intentos internacionales, comunitarios y estatales por
proteger a nuestras zonas verdes. En segundo lugar, se centra en definir la
certificación forestal, incluyendo tanto su regulación comunitaria como su
posterior inclusión en nuestra normativa estatal y autonómica. El último bloque
de esta obra relata cómo funcionan los principales sistemas de certificación
forestal con los que contamos a día de hoy.
Pues
bien, centrándonos en la primera parte de esta obra, apuntamos primeramente que
el hecho de relacionar la gestión forestal sostenible con la certificación
forestal nos parece especialmente interesante y, sobre todo, muy apropiada para
estos momentos, ya que los últimos textos normativos aprobados por la Unión
Europea nos acercan a la necesidad de cuidar nuestros espacios verdes, mediante
la imposición de obligaciones a los Estados miembros en este sentido. Además,
esta obra presenta a los bosques dándoles un enfoque antropológico, resaltando
ante todo su indiscutible unión con el ser humano desde tiempos inmemorables.
Ahora bien, tal y como nos apunta el autor, el principal problema radica
precisamente en que en la mayoría de las ocasiones no hemos hecho un uso
adecuado de nuestras zonas verdes, lo cual a su vez ha propiciado que nos
encontremos ante una situación de insostenibilidad grave de los montes y sus
recursos. Todo ello ha provocado, como muy bien nos comenta Moreno Rodríguez,
un cambio en la percepción de nuestros bosques, a los que ya no concebimos
tanto como zonas de aprovechamiento y explotación para nuestras actividades
económicas, sino como lugares con necesidad de protección mediante instrumentos
internacionales. En este sentido, el autor destaca la labor llevada a cabo por
la Unión Europea desde la década de los 90, a través de, como decimos, la
creación de diversos instrumentos internacionales, como la Comisión de
Desarrollo Sostenible dentro de la Organización de Naciones Unidas, la
Estrategia Forestal Europea, la Estrategia sobre la Diversidad de la Unión
Europea, etc.
En
este sentido el autor destaca la labor llevada a cabo por la Unión Europea.
Así, la obra realiza un recorrido por las andaduras comunitarias en esta
materia, dentro de la cual nosotros tenemos a bien resaltar la Estrategia
Forestal de la Unión Europea. Por otra parte, una vez realizado el recorrido
internacional y comunitario que venimos comentando, el autor hace lo propio con
el ámbito nacional, centrándose en este caso en la Ley 43/2003, de Montes. Como
principal apunte a resaltar de este texto normativo es el hecho de que el
principio de gestión forestal sostenible ocupe buena parte de su redacción, por
otra parte lógico, ya que no podemos ignorar que esta
Ley se aprueba en el marco de la Estrategia Forestal Española y del Plan
Forestal Español, y estos instrumentos a su vez, parten de ese mismo principio
de gestión sostenible del monte. El autor valora positivamente que en dicho
texto normativo se defina el concepto de gestión forestal sostenible, lo que en
nuestra opinión facilita la labor posterior de los poderes públicos a la hora
de aplicar dicho principio en sus respectivas políticas públicas.
El
segundo bloque en el que se estructura la obra aborda el concepto de
certificación forestal. En este sentido, nos parece muy interesante la forma en
que el autor define este concepto, ya que, en lugar de acudir directamente a la
respectiva normativa, va desgranando, en primer lugar, los aspectos puramente
semánticos que han derivado, a día de hoy, en lo que significa la certificación
forestal, para posteriormente hacer un estudio jurídico del mismo. A partir de
aquí, el autor define este término como un
instrumento económico de mercado del sector forestal cuyo objetivo es lograr que el consumidor de productos forestales
se decante por aquellos generados en bosques gestionados de manera sostenible.
Por lo tanto, a la luz de esta definición aportada por el autor, podemos
deducir que la certificación forestal persigue un doble objetivo: por un lado,
garantizar que la actividad económica desarrollada en las zonas verdes se
realiza de forma sostenible, y por otro, fomentar el mercado de productos
forestales producidos de forma respetuosa con el medio ambiente. Todo ello, a
juicio del autor, contribuye a mejorar la transparencia sobre el tratamiento de
los poderes públicos a nuestras zonas verdes.
Por
otra parte, la obra contiene un análisis bastante exhaustivo sobre las
influencias que las políticas de la Unión Europea han tenido en el concepto de
certificación forestal. En este sentido, la perspectiva comunitaria coincide de
pleno con el punto de vista del autor, pues la Unión Europea ratifica la idea
de que la certificación forestal es más un instrumento económico que de
protección forestal (aunque eso sí, propicia la consecución de una gestión
forestal sostenible). Es decir, en lo relativo a la certificación forestal, los
intentos de la Unión Europea van más encaminados a impedir que se comercialicen
productos forestales procedentes de bosques no gestionados de forma sostenible
que hacia el propio cuidado en sí de los bosques, aunque la protección y
cuidado de los mismos redunde en una comercialización de productos más
ecológicos.
La
obra continúa comentando nuestro Derecho interno. En nuestro país la
certificación forestal ha sido implementada tanto en los principales
instrumentos jurídicos de protección forestal (Estrategia Forestal Española y
Plan Forestal Español), como en la propia legislación (en este sentido, la
norma más destacada es la ya comentada Ley 43/2003, de Montes). Es precisamente
en este último punto donde García Moreno hace más hincapié a lo largo de la
obra, detallando brillantemente los cambios más sustanciales que este concepto
ha ido experimentando a lo largo de la respectiva evolución normativa. De todos
ellos, resulta relevante el aportado por la Ley 10/2006, por la que se modifica
la Ley 43/2003, de Montes, que supuso la imposición de una mayor participación
de los poderes públicos a la hora de aplicar la certificación forestal,
dotándoles de un mayor protagonismo en esta tarea. En efecto, será obligación
de las Administraciones públicas garantizar el cumplimiento del principio de
gestión forestal sostenible en lo relativo a la comercialización de productos
forestales a través de la promoción del certificado forestal, y haciendo
partícipe a la ciudadanía de esta preocupación. Todo ello se acentúa con el
hecho de que el legislador, mediante estas modificaciones, decide relacionar,
ya de forma expresa, la certificación forestal con la gestión forestal
sostenible.
Finalmente,
en este recorrido normativo que efectúa el autor, no podíamos olvidarnos de las
leyes autonómicas, en aras de descubrir qué tienen que decir sobre la
certificación forestal. Se vuelve a realizar un recorrido histórico sobre las
sucesivas aprobaciones y modificaciones normativas que en materia de montes y
gestión forestal han venido experimentando los territorios autonómicos que
conforman nuestro país. Pues bien, concretamente son nueve las comunidades
autónomas que a día de hoy no cuentan con legislación forestal en las que se
mencione la certificación forestal. Ello a nuestro juicio, no deja de ser
llamativo, puesto que, como hemos visto antes, el Estado, en su legislación básica,
sí que contempla este instrumento como una herramienta clave en la consecución
de una gestión forestal sostenible y, por ende, de un comercio justo y
respetuoso con la protección medioambiental.
Al
mismo tiempo, del resto de territorios autonómicos que sí mencionan a la
certificación forestal en algún punto de su legislación sobre bosques, como
sostiene el autor, solamente la Comunidad Autónoma de Galicia aporta una breve
referencia o definición. Cierto es que Galicia cuenta con unas zonas de bosques
bastante extensas a lo largo de su territorio, pero también el resto de
comunidades autónomas cuentan con importantes masas forestales, por lo que
sería conveniente incorporar el citado instrumento de mercado. Galicia llega a
imponer obligaciones a los poderes públicos autonómicos para vigilar la
correcta implementación de la certificación forestal en su territorio, algo
digno de alabar, sobre todo, dada la escueta regulación que han realizado las
comunidades autónomas que se han referido a la misma y la ausencia de previsión
en la mayoría de las legislaciones forestales autonómicas.
En
otro orden de cosas, el autor deja para el final -coincidiendo con el tercer
bloque en el que a nuestro modo de ver se divide esta obra- el capítulo
dedicado a analizar los principales sistemas de certificación forestal con los
que contamos en el entorno internacional. En este sentido, se realiza un examen
exhaustivo de algunos sistemas de certificación forestal, indicando en cuáles
son las fases de cada procedimiento. Efectivamente, Moreno Rodríguez va
explicándonos cuáles son los sistemas que cuentan con más implantación en
nuestro país como, por ejemplo, el sistema de certificación FOREST
STEWARDSHIP COUNCIL (más conocido como FSC), y el sistema PAN EUROPEAN
FOREST CERTIFICATION (más conocido como PEFC); se refiere precisamente el
autor a estos dos sistemas porque son los que a día de hoy gozan de mayor
prestigio mundial y son los únicos aplicables en España en la actualidad.
Para
concluir esta reseña, y a la vista de todo lo expuesto, podemos determinar que
esta obra resulta de referencia obligada para conocer la certificación
forestal, no sólo para el lector conocedor del Derecho, sino también para
aquellos sujetos privados o incluso miembros de las Administraciones públicas,
que deseen conocer qué medidas pueden tomarse para alcanzar la tan ansiada
gestión forestal sostenible, y que sepan valorar las ilimitadas posibilidades
que la certificación forestal puede arrojar, tanto a nivel económico como de
protección medioambiental. A día de hoy los esfuerzos comunitarios están
destinados a permitir solamente el comercio de productos forestales
provenientes de bosques gestionados sosteniblemente, y esta decisión afecta
irremediablemente a nuestra política y regulación interna, lo cual se traduce
en la obligación de mejorar el cuidado de nuestras masas forestales, siendo por
ende la certificación forestal un instrumento más que válido para dicha tarea.
A todo ello contribuye la obra recensionada.