LAS CUESTIONES DE DEBATE DE LA CIENCIA POLÍTICA COMO DOCENCIA
PRÁCTICA EN UN ENTORNO DE ENSEÑANZA SEMIPRESENCIAL Y VIRTUAL
The issues of debate of Political Science as a
practical teaching in a semi-presential and virtual teaching environment
RESUMEN
Esta
investigación en el ámbito docente presenta una propuesta de formación practica
para las asignaturas de introducción a la Ciencia Política que tiene como
objetivos desarrollar la tolerancia, la argumentación, el juicio crítico, la
capacidad de acuerdo, la presentación en público y el interés por la política
como competencias entre los alumnos en escenarios de docencia no presenciales.
Esta propuesta práctica se centra en la formación de grupos de trabajo
dedicados a documentarse, analizar y exponer un posicionamiento político ante
una cuestión de debate que esté presente la vida pública y que esté relacionada
con el temario de las clases teóricas. Para ello, determinamos las posibles
dificultades que pueden encontrarse en escenarios de semipresencialidad
y virtualidad, exponemos el diseño y la ejecución de esta propuesta en tres
clases y mostramos los resultados tras una encuesta aplicada a los alumnos para
conocer el exito de una primera implementación
durante el curso 2020/2021. Finalmente, comprobamos como esta propuesta docente
permite mejorar competencias básicas y necesarias para el desempeño profesional
en el seno de democracias representativas y reforzar los conocimientos teóricos
de los estudiantes.
PALABRAS
CLAVE
Ciencia Política, enseñanza virtual, enseñanza semipresencial, argumentación, juicio crítico, tolerancia, capacidad de acuerdo.
ABSTRACT
This research in the field of education presents a
proposal of practical training for the subjects of introduction to Political
Science that aims to develop tolerance, argumentation, critical judgment,
capacity of agreement, the public presentation and interest in politics as
competencies among students in non-personal teaching scenarios. This practical
proposal focuses on the formation of working groups dedicated to documenting,
analyzing and exposing a political position before a question of debate that is
present in public life and that is related to the agenda of theoretical
classes. To this end, we determine the possible difficulties that can be
encountered in semi-attendance or virtual scenarios, expose the design and
execution of this proposal in three classes and show the results after a survey
applied to the students to know the success of a first implementation during
the 2020/2021 academic year. Finally, we can see how this teaching proposal
allows us to improve basic and necessary competences for professional
performance within representative democracies and to strengthen the theoretical
knowledge of students.
Political Science, virtual learning, semi-presential
learning, argumentation, criticism, tolerance, capacity of agreement
Sumario: 1. Introducción a esta propuesta de innovación práctica.
1.1. Estructuración del artículo. 1.2. La Ciencia Política como saber autónomo
en la vida pública democrática. 1.3. El mínimo común denominador de las
definiciones de política. 1.4. La argumentación y el debate como competencias
prácticas en la Ciencia Política. 2. Los handicaps de
esta propuesta docente en un escenario a medio camino entre la semipresencialidad y la virtualidad. 3. El diseño de una
propuesta de prácticas integradora del debate en Ciencia Política en el
contexto de la pandemia del covid-19. 3.1. Cronograma de la primera aplicación
de esta propuesta de prácticas. 3.2. Selección del tema de debate. 3.3.
Documentación y lectura sobre una cuestión de debate político. 3.4.
Organización de la postura grupal ante una cuestión de debate político. 3.5.
Exposición de la postura grupal ante la clase. 4. Encuesta aplicada a los
alumnos tras la ejecución de esta práctica de debate político. 4.1. Grado de
adaptación de la práctica al contexto semipresencial y virtual. 4.2. Grado de
desarrollo de conocimientos y efectos sobre el propio juicio. 4.3. Desarrollo
de las competencias personales tras la práctica. 4.4. Valoraciones y
recomendaciones cualitativas de los alumnos. 5. Conclusiones. 6. Bibliografía.
1.
Introducción
a esta propuesta de innovación práctica.
1.1 Estructuración
del artículo.
Este artículo recoge una propuesta de prácticas en la enseñanza en Ciencia
Política en un contexto de semipresencialidad y virtualidad docentes debido a las restricciones producidas
por la crisis sanitaria del coronavirus (covid-19) y sus resultados tras una
primera implementación en el Grado en Derecho y Grado en Gestión y
Administración Pública (GAP) durante el curso 2020/2021 en la Universidad de
Málaga. Desde la pretensión de que la enseñanza teórica de los alumnos en esta
materia fuese confrontada con su iniciación ante preguntas o dilemas habituales
en esta asignatura, los docentes diseñamos originariamente un sistema de
prácticas que pudiese ser desarrollado tanto en el caso de sesiones
presenciales como virtuales y siendo conscientes de las posibles restricciones
que podíamos encontrarnos en las clases según la evolución de la pandemia
durante el curso.
La propuesta docente manifestada se estructura en los siguientes apartados:
una introducción que explica los objetivos y los planteamientos de esta
propuesta de prácticas, un segundo que manifiesta las diversas dificultades que
tanto profesores como alumnos pueden encontrar ante las restricciones en las
clases en el contexto de la crisis sanitaria, un tercero con el diseño de las
prácticas teniendo en cuenta los anteriores planteamientos y su ejecución en
una primera edición, un cuarto que incluye los resultados obtenidos a partir de
una encuesta realizada a los estudiantes tras la implementación y unas
conclusiones con reflexiones finales sobre esta propuesta docente y su
aplicación.
1.2 La Ciencia Política como saber
autónomo en la vida pública democrática.
Las asignaturas introductorias en Ciencia Política representan una parte
fundamental en distintas titulaciones de las Ciencias Jurídicas y Sociales. Los
fundamentos en politología en estos itinerarios curriculares mantienen la
función de insertar al alumnado en las estructuras, las dinámicas, los actores
y los resultados de la política. En ese sentido, la división de la política
como objeto de estudio en tres dimensiones[1] está asociada
al conocimiento de los poderes públicos como estructura política (polity), el comportamiento o proceso político (politics) y las políticas públicas o consecuencias de la
acción pública (policy), según una clasificación
habitual en la disciplina.
La Ciencia Política como materia de estudio tiene la función de hacer
comprensible la realidad política como un área del saber autónoma del ámbito
jurídico, gerencial, sociológico o filosófico. Lo que no es óbice para
renunciar a su carácter interdisciplinar y para su reconocimiento como una de
las disciplinas básicas de las Ciencias Sociales. El proceso de delimitación de
un ámbito académico propio de la Ciencia Política se debe situar en la teorización
del Estado moderno en obras como El Príncipe de Maquiavelo y El
Leviatán de Hobbes durante el Renacimiento. Los inicios de este saber en
España se pueden rastrear a partir de la creación del Instituto de Estudios
Políticos y la Facultad de Ciencias Políticas de la Universidad Complutense de
Madrid en la década de los cuarenta del siglo pasado. Las restricciones
intelectuales del franquismo dificultaron un desarrollo autónomo y libre de la
Ciencia Política debido a que estaba considerada como un conocimiento
potencialmente subversivo para el régimen[2]. De este
modo, se establecen cuatro fases de evolución de la disciplina en España desde
el final de la Guerra Civil hasta la década de los ochenta del siglo XX. A
partir de la década de los noventa, la Ciencia Política en España comienza su
etapa de auge e internacionalización en el ámbito académico[3]. Por tanto,
la Ciencia Política es un saber que se desarrolló en España de forma gradual
conforme se separó del Derecho Público y la Sociología y diversificó sus
enfoques dentro de la atmósfera del librepensamiento característico de una
democracia representativa.
Siguiendo esta argumentación, los docentes en esta asignatura deben ser
capaces de trasladar los debates presentes en la vida pública que no se rigen por
argumentaciones exclusivamentes jurídicas y que
mantienen una conexión con dilemas clásicos en la disciplina. De este modo, los
profesores deben favorecer el desarrollo de las competencias que permitan,
dentro del respeto a la libertad intelectual, que los alumnos sean capaces de
expresar y justificar de forma lógica y razonable una postura definida en torno
a estas cuestiones a partir de su conocimiento teórico mediante metodologías
activas[4]. Todo ello
sin olvidar que una amplia cantidad de los debates en la vida pública son el
resultado de la diversidad de valores y preferencias existentes entre los
colectivos de una sociedad democrática y que son gestionados mediante el
acuerdo y/o la confrontación.
1.3 El mínimo común denominador de
las definiciones de política.
La Ciencia Política como asignatura y grado académico está vinculada a su
autonomía frente a otras áreas del saber y su institucionalización como parte
de las Ciencias Sociales en un sistema democrático que respete la libertad y la
pluralidad políticas entre las personas. Si prestamos atención a las
definiciones dadas para el concepto de “política” en los manuales de
introducción empleados en España podemos encontrar una relación con estos
postulados y determinar cuáles son los componentes comunes de este término. La
obra coordinada por Rafael del Águila establece una división entre las
concepciones de la política como la capacidad del ser humano para lograr
acuerdos comunes en la sociedad y la política como una actividad conflictiva
entre personas y facciones con intereses contrapuestos que intentan imponerse
frente a otros[5]. El manual de
Josep Maria Vallès reconoce
como política, con una visión abierta y holística, a cualquier actividad
colectiva mediante la que los miembros de una comunidad gestionan los
conflictos derivados de la vida en grupos humanos y cuyo resultado son
decisiones vinculantes que benefician a unos y perjudican a otros[6]. Una
definición ligeramente distinta la define como el proceso por el cual las
comunidades logran objetivos colectivos delimitados por reglas, procedimientos
e instituciones y alcanzan decisiones obligatorias que emanan de la autoridad
estatal[7]. Sin embargo,
esta definición excluiría aquellos elementos que son ajenos al ámbito
gubernamental, pero que también implican confrontraciones
de intereses y valores. La última aportación sostiene que la política mantiene
una controversia gnoseológica entre restringirse a la teoría, la acción y los
procesos de gobierno o adoptar una perspectiva holística que abarca todos los
ámbitos de la vida en sociedad[8]. Esta
afirmación subraya la compleja delimitación de las fronteras de la Ciencia
Política frente a otros saberes y las estrategias intelectuales tendentes a la
despolitización de determinadas cuestiones mediante su supresión como temas de
interés de la disciplina.
Estas definiciones mantienen una tríada de elementos compartidos entre
ellas como son los grupos humanos, el conflicto y la vinculación de las
decisiones adoptadas. A continuación, explicamos cada uno de estos elementos
dentro de la definición de política. Primero, la política es una actividad
ejecutada en plural debido a la diversidad de visiones, valores e intereses que
pueden coincidir o pugnar entre ellos, pero nunca es una actividad ejercida por
un sujeto en singular. En segundo lugar, la vida en sociedad implica la gestión
de la pluralidad y las controversias que resulten de ella, lo que se resuelve
mediante la deliberación de los representantes en sociedades democráticas
frente a la imposición habitual en los contextos institucionales autoritarios.
Tercero, el cumplimiento de las decisiones emanadas de las instituciones y el
recurso a la coacción en caso de incumplimiento requiere que esas soluciones
sean acordes a los valores imperantes en la comunidad. Dicho de otra forma, la
adopción de decisiones mediante deliberación y su evaluación por parte de los
representantes y la ciudadanía son las reglas de juego básicas de la
democracia. Por ello, el debate y la argumentación como medio de gestión de los
conflictos que se derivan de una sociedad plural y libre también deben ser
habilidades y valores desarrollados en el aprendizaje de la Ciencia Política.
1.4 La argumentación y el debate como
competencias prácticas en la Ciencia Política.
Los métodos que de forma más lógica permiten establecer las reglas de juego
y que son acordes a los valores de las democracias representativas son el
debate y la argumentación. De esta forma, representan cualidades que los
profesores de Ciencia Política deben integrar y promover entre sus alumnos en
la formación práctica de la asignatura. Como ha señalado recientemente Josep Maria Vallès, los análisis
rigurosos y críticos de los politólogos representan su principal aportación de
servicio útil a la propia sociedad[9]. A partir de
esta perspectiva, proponemos que las sesiones prácticas de la
asignaturas de Introducción o Fundamentos de la Ciencia Política deben
ir dirigidas a que los estudiantes se enfrenten a preguntas vigentes en esta
materia y que a su vez son debates habituales en la vida pública a partir del
estudio guiado dentro de los métodos de enseñanza activa[10]. Por tanto,
la docencia en Ciencia Política no debe centrarse exclusivamente en la medición
de la calidad, sino que debe insertar un componente de reflexividad que incluya
elementos de carácter ético y juicio crítico entre el alumnado[11]. Además, los
cambios continuos a los que está sometido el mundo académico requieren que la
transmisión convencional de conocimientos del profesor hacia el estudiante sea
complementada con la promoción de habilidades que favorezcan la definición o autoidentificación de los estudiantes y su capacidad para
intervenir desde esa posición en su entorno[12]. De este
modo, la consideración de la argumentación como un acto discursivo encaminado a
influir sobre las creencias, los valores y los conocimientos de la audiencia
para hacerlos acordes con los del emisor, representa una cualidad que debe
fomentarse entre los alumnos de Ciencias Sociales y Jurídicas[13]. Entre los
casos que han implementado estas prácticas docentes en la universidad española
merece especial mención dos antecedentes. En primer lugar, un proyecto
educativo implementado en la Universidad de Salamanca entre los estudiantes de
Derecho, Ciencia Política y Criminología que les introducía en el análisis de
un problema de la realidad política para el cual se documentaban, estructuraban
la información y expresaban finalmente una postura desde su propia opinión
crítica[14]. En segundo
lugar, es destacable la experiencia del profesor Rodríguez Prieto en el fomento
del debate como una fórmula para que el alumno desarrolle su responsabilidad
como sujeto activo en su formación[15]. Sin embargo,
esta última práctica implica el riesgo de definir una línea de pensamiento que
puede ubicar al alumno en una determinada posición teórica o ideológica cercana
a la del profesor, negándole su propia autonomía y libertad intelectual.
La propuesta de docencia práctica que exponemos en este artículo introduce
la argumentación y el auto-posicionamiento del alumnado como habilidades
prácticas desarrolladas a través de cuatro etapas mediante el esquema
“razonamiento, discusión y argumentación” dentro de un equipo de trabajo[16]. En primer
lugar, los alumnos desarrollan su conocimiento sobre una pregunta clásica en la
asignatura y la confrontan (ejemplo: ¿es proporcional el sistema electoral en
España?). Segundo, los estudiantes se documentan y seleccionan fuentes que
favorezcan su conocimiento referente a las distintas respuestas y/o posturas en
torno a dicha cuestión. En tercer lugar, el grupo de alumnos analiza las
lecturas para diseñar su propia postura ya sea adhiriéndose a alguna de las
existentes o conformando una posición ecléctica. Finalmente, el grupo deberá
presentar la importancia de la pregunta trabajada, mostrar una panorámica de
las distintas respuestas para afrontarla y razonar su postura ante una
audiencia formada por el profesor y el resto de la clase. Esta etapa final se
corresponde con lo que podemos calificar como el discurso del propio grupo,
aunque nosotros lo denominamos posicionamiento en este artículo. Este discurso
o posicionamiento implica la agregación de todas las argumentaciones que se han
expuesto, siendo el elemento global de las mismas y el producto final de este
proceso práctico[17]. En esta
última parte, es recomendable habilitar un turno de preguntas o réplicas por
parte del público para evaluar la fundamentación de los argumentos del grupo.
2.
Los handicaps
de esta propuesta docente en un escenario a medio camino entre la semipresencialidad y la virtualidad.
La propuesta docente inicial supone que los alumnos desarrollan su
capacidad de análisis, razonamiento y argumentación en dos niveles de
interacción por parte del grupo de trabajo: entre sus miembros y desde el
equipo hacia el resto del aula. En esta línea, se promociona la aplicación de
las anteriores habilidades tanto entre el equipo como ante una audiencia. En un
principio, esta propuesta de práctica resulta óptima en caso de disfrutar de un
entorno presencial, pero siendo conscientes que no disfrutaríamos de estas
circunstancias a comienzo del curso 2020/2021 se tomaron medidas para que se
pudiese ejecutar tanto en un contexto semipresencial como en uno virtual (el
cual variaba en función de las restricciones). A continuación, explicamos las
distintas etapas y sus correspondientes riesgos teniendo en cuenta cualquiera
de esos dos escenarios:
1)
Selección del tema de debate: el estudiante que se
inicia, por regla general, desconoce las preguntas y dilemas clásicos de la
Ciencia Política así como su vinculación con la
actualidad política. Esto requiere que el docente realice una labor de guía
para que el alumno opte por alguna de las cuestiones y cuya ejecución
conllevaría un tiempo prudencial. A ello se añade que es deseable que cada
equipo de trabajo se encargue de temas distintos y no se solapen o repitan
entre sí y sea posible mostar una visión global del
temario de la asignatura al conjunto de la clase.
2)
Documentación y lectura sobre el tema de debate: el
desconocimiento inicial del alumno también está presente en esta fase en la que
debe seleccionar fuentes y acceder a las bibliotecas universitarias. Esto
último supone que no todos los alumnos ni siempre van a tener acceso a
manuales, monografías y textos necesarios debido a las restricciones de acceso
en las salas. Asimismo, puede que los alumnos eviten tener una visión plural de
autores, enfoques y teorías que aporten una respuesta a la cuestión planteada,
suponiendo un sesgo considerable.
3)
Organización de la postura grupal: conforme los alumnos
disponen de un tema de debate y han realizado las lecturas correspondientes, ya
están en disposición de analizar la información y acordar un posicionamiento
colectivo. Esto puede quedar impedido por las dificultades del grupo para
reunirse físicamente. Pese a ello, esta es la fase de menor riesgo ya que el
trabajo en equipo puede ser coordinado y puesto en común por parte de los
alumnos mediante reuniones virtuales.
4)
Exposición del posicionamiento grupal: la exposición
puede que no se produzca con la totalidad de la clase en la sesión y que el
tiempo de las réplicas de los alumnos y del profesor se vea limitado. También
cabe la posibilidad de que no todos los alumnos disfruten de una visión
completa de los temas que han abordado cada uno de los grupos.
Ante estas limitaciones, era preciso que el diseño de
estas prácticas en Ciencia Política permitiesen salvar y/o evitar los
riesgos expresado y garantizase una realización óptima dentro de estas
circunstancias.
3.
El diseño de una propuesta de prácticas
integradora del debate en Ciencia Política en el contexto de la pandemia del
covid-19.
Nuestra
propuesta de prácticas introduce la argumentación, el aprendizaje y el debate
en torno a cuestiones tanto clásicas como vigentes en las asignaturas de
introducción y/o iniciación a la Ciencia Política. A continuación, se expone el
diseño de las tareas, las habilidades y los objetivos de este proyecto docente
desglosado para cada una de la etapas que hemos establecido, como mostramos en
la tabla 1. A grandes rasgos, las metas de este diseño docente son: promover la
iniciación del estudiante en debates académicos que tiene una conexión con la
vida pública, favorecer la habilidad del alumnado para informarse sobre estos
temas y fomentar su capacidad para acordar, estructurar y expresar una postura
colectiva de forma lógica.
Los profesores
hemos trasladado las instrucciones necesarias para realizar esta práctica de
debate mediante dos sesiones de clase y un documento explicativo que hemos
puesto a su disposición en el aula virtual de la asignatura.
Etapas y tareas |
Habilidades |
Objetivos |
Selección del tema de debate |
Conocimiento de la variedad de autores y de enfoques
sobre un tema de Ciencia Política |
Documentarse
sobre un tema de debate en Ciencia Política |
Documentación y lectura sobre un tema de debate
político |
Conocimiento
de las diversas fuentes de información en Ciencia Política |
Distinguir
y estructurar las distintas respuestas ante un tema de debate de Ciencia
Política |
Conocimiento
de la variedad de autores y corrientes de enfoques sobre un tema de debate en
Ciencia Política |
Desarrollar
la tolerancia ante distintos enfoques y corrientes de pensamiento político |
|
Conocimiento
sobre los argumentos y contenidos de distintos autores y enfoques sobre un
tema de debate de Ciencia Política |
Conocer
los argumentos, ventajas y críticas de las posturas de distintos autores y
enfoques sobre un tema de debate de Ciencia Política |
|
Organización de la postura grupal ante un debate
político |
Acuerdo
y/o negociación en la
estructuración de una respuesta grupal |
Desarrollar
la capacidad de acuerdo y/o
consenso ante un tema de debate político de forma
colectiva |
Estructuración
de los argumentos de la postura grupal |
Favorecer
la capacidad de estructuración de la argumentación de una postura colectiva
ante un tema de debate político |
|
Exposición de la posición grupal ante un debate
político |
Comunicación
de un tema de debate político y su importancia |
Desarrollar la capacidad de comprensión y comunicación de la relevancia de un tema de
debate político ante una audiencia |
Comunicación de las distintas
respuestas y/o posturas ante un
tema de debate político |
Desarrollar la tolerancia y la capacidad de comunicación de las distintas posturas en torno a un tema de debate político ante una audiencia |
|
Argumentación
de la postura grupal ante un tema de debate político |
Favorecer la capacidad de argumentación y defensa lógica de la postura colectiva adoptada ante un tema de debate político ante una audiencia |
|
Defensa
de la postura grupal ante las críticas o réplicas en torno a un tema de
debate político |
Desarrollar la capacidad de respuesta lógica a las
críticas a los argumentos expuestos ante una audiencia |
Tabla 1. Etapas y tareas, habilidades y objetivos de la propuesta docente
de prácticas en Ciencia Política. Elaboración propia.
3.1. Cronograma de la primera aplicación de
esta propuesta de prácticas.
La aplicación de este diseño que hemos realizado se inició en octubre de
2020 y ha abarcado hasta enero de 2021 como se observa en la tabla 2. La
primera etapa de selección de los temas de debate que hemos coordinado los
docentes se ejecutó al comienzo del curso durante el mes de octubre. La segunda
etapa de documentación por parte de los estudiantes y la tercera
referente a la organización de los posicionamientos de los grupos se
sitúan entre octubre y comienzos de diciembre. Debemos destacar que a principios de noviembre, la Universidad de Málaga pasó
de un escenario de docencia semipresencial a uno virtual debido a las
restricciones autonómicas decretadas a causa del covid-19 y se ha mantenido así
hasta el final del primer semestre en febrero del siguiente año. Finalmente,
las exposiciones de los equipos de alumnos han tenido lugar entre el mes de
diciembre y enero.
Etapas |
Duración |
Entorno
de docencia |
Selección del tema
de debate |
Octubre de 2020 |
Semipresencial |
Documentación y
lectura sobre un tema de debate político |
Desde
octubre a diciembre de 2020 |
Semipresencial
y virtual |
Organización de la
postura grupal ante un debate político |
Desde
octubre a diciembre de 2020 |
Semipresencial
y virtual |
Exposición de la posición
grupal ante un debate político |
Entre
diciembre de 2020 y enero de 2021 |
Virtual |
Tabla 2. Cronograma de aplicación de la propuesta docente sobre
argumentación y debate de una cuestión clásica en Ciencia Política.
3.2. Selección
del tema de debate
En la primera etapa hemos trasladado los temas de la teoría de la
asignatura a cuestiones de debate respectivamente, es decir, cada tema de
teoría funciona como un macrotema o ámbito desde el
que los docentes hemos escogido uno más concreto y teniendo en cuenta su
vinculación con la actualidad política, como ilustramos en la tabla 3.
Originariamente, hablamos de los diez temas de la parte teórica y que vienen
dados a partir de una obra de referencia de la asignatura (Águila, 1997). Estos
diez temas de teoría o macrotemas son los siguientes:
la política y el poder, el Estado moderno, el Estado liberal, el fascismo y
socialismo como rupturas del Estado liberal, el Estado del Bienestar, la
calidad democrática y los modelos de democracia, la comunicación política, los
sistemas electorales, los partidos políticos y la organización territorial del
poder. A partir de cada uno de ellos se establecen un tema y una o varias
cuestiones de debate.
Tema
de teoría |
Tema
de debate |
Cuestiones
de debate |
Política y poder |
La visión de la política |
¿La política es una actividad positiva o negativa? |
Estado moderno |
Surgimiento de Estados después de la Edad moderna y/o
problemática de los Estados fallidos |
¿Es recomendable que un territorio experimente un largo
proceso histórico para convertirse con éxito en un Estado? |
Estado liberal |
Democracia representativa versus democracia directa |
¿Es preferible una democracia representativa o una
democracia directa en el presente? |
Fascismo y socialismo como rupturas con el Estado
liberal |
El regreso de los fascismos y los partidos de extrema
derecha |
¿Es posible que se reproduzcan Estados o partidos que
puedan ser calificados como “fascistas” en la actualidad? |
Estado del Bienestar |
La crisis del Estado del Bienestar |
¿Es posible garantizar la continuidad del Estado del
Bienestar o es preferible un Estado mínimo que disminuya sus competencias? |
Calidad democrática y modelos de democracia |
Modelos de democracia |
¿Cuál es el modelo de democracia más óptimo y cómo puede
ser llevado a la práctica? |
Comunicación política |
Las redes sociales como nuevo foro para la opinión
pública |
¿Las redes sociales de Internet son un instrumento
positivo para la participación política o son un instrumento de control que
limita la deliberación? |
Sistemas electorales |
El sistema electoral español |
¿El sistema electoral en España tiende hacia la
gobernabilidad, hacia la proporcionalidad o mantiene un equilibrio entre
ambos? |
Partidos políticos |
Nuevos partidos políticos en España |
¿Cuáles son los factores que han propiciado el
surgimiento y crecimiento de nuevos partidos políticos en España? |
Organización territorial del
poder |
La Unión Europea |
¿Es preferible que la integración europea avance hacia
una federación de Estados
o es preferible garantizar la independencia de los Estados
miembros? |
Tabla 3. Temas de teoría, temas de
debate y cuestiones de debate. Elaboración propia.
Desde el establecimiento de esta estructura temática, los docentes hemos
solicitado a los alumnos que formen grupos (hemos optado por un tamaño entre 3
y 5 integrantes) en función del tamaño de la clase[18] y su
notificación. Teniendo en cuenta este criterio, hemos buscado que la cantidad
de equipos de trabajo en cada clase fuese igual o inferior a los diez temas
propuestos. Una vez hemos dispuesto de la lista de grupos de alumnos hemos
distribuido los diez temas o número de temas correspondientes entre los grupos
de cada clase[19].
Esta distribución de temas entre los equipos de estudiantes se ha realizado
presencialmente durante la segunda sesión de prácticas de la asignatura en cada
clase y teniendo en cuenta que esa ordenación debía ser operativa tanto en un
escenario de semipresencialidad como de virtualidad.
El reparto lo hemos realizado por sorteo mediante la asignación de un número a
cada equipo de alumnos según una tirada de dado, después estos grupos los hemos
ordenado del número menor al mayor y consecutivamente hemos asignado las
cuestiones de debate según el número del tema en el temario con el cual se
correspondían. El resultado de este reparto ha sido óptimo: once, siete, ocho y
diez equipos en cuatro subgrupos de la asignatura de Ciencia Política del Grado
en Derecho y diez equipos en los dos subgrupos de clases prácticas de
Introducción a la Ciencia Política del Grado en GAP. Sólo el primer subgrupo
que hemos mencionado anteriormente registró la duplicidad de un tema debido a
la cantidad de alumnos.
En síntesis, cada equipo de alumnos ha trabajado una pregunta o cuestión
referida a uno de los temas de debate que se desprenden de un tema teórico.
Subrayamos la importancia de buscar un equilibrio entre la cantidad de temas de
teoría y la cantidad de grupos de trabajo en función del tamaño de cada clase.
3.3. Documentación y lectura sobre una cuestión de debate político.
La fase de selección de fuentes de información y lectura representa el
segundo hito de este proceso. A raíz de las cuestiones de debate, hemos
elaborado una selección de referencias bibliográficas básicas (artículos,
capítulos de libro, informes, etc.) que permiten responder a cada una de ellas.
Estas lecturas no han tenido un carácter obligatorio, y
por tanto, hemos manifestado a los alumnos que tenían libertad para
documentarse siempre que ofreciesen una visión panorámica y lo cual es deseable
para su formación. Dicho de otra forma, esta selección de fuentes tenía la
intención de servir de punto de partida para los alumnos que no estuviesen
versados con el tema y la cuestión de debate, pero no era imprescindible para
su buen desempeño. Los criterios que hemos tenido en cuenta para elegir estas
lecturas son los siguientes:
1)
Los textos debían ser accesibles a través de Internet
para permitir que el estudiante pueda trabajar desde su casa y/o no esté
limitado por el acesso presencial a las bibliotecas
universitarias. Esta decisión docente ha permitido salvar las dificultades
planteadas en la segunda fase, especialmente por las restricciones de acceso y
los casos de estudiantes que puedan ser especialmente vulnerables ante el
covid-19.
2)
Hemos intentado garantizar una visión plural en torno a
las teorías, autores y posturas en cada una de las cuestiones de debate,
evitando posibles sesgos derivados de la selección que pudieran realizar los
alumnos de forma aislada.
3)
Cada uno de los temas de debate recoge entre tres y
cuatro referencias bibliográficas para cada cuestión de debate de modo que
pueda ser una labor abarcable por parte del equipo de alumnos y puedan
distribuir su análisis.
A partir de aquí, hemos dispuesto un listado de 34 lecturas repartidas
entre los diez temas y cuestiones de debate de esta propuesta de prácticas[20]. De esta
forma, el grupo de alumnos puede disfrutar de una visión panorámica de cada uno
de los debates planteados y tiene la posibilidad tanto de posicionarse en
alguna de las posturas tradicionales en torno al mismo o definir una propia.
3.4. Organización de la postura grupal ante una cuestión de debate político.
El siguiente
paso consiste en que los alumnos se decantan por una postura ante la cuestión
de debate planteada y van diseñando su exposición. Desde aquí, hemos exigido a
los estudiantes que estructurasen su puesta en escena en tres partes: una
primera consistente en presentar y explicar la importancia de la cuestión que
han trabajado, una tercerca en la que muestran las
posturas tradicionales de la Ciencia Política en torno a esa pregunta y
finalmente una argumentación de la postura que ellos han elegido.
Tanto esta
fase como la anterior suponen la lectura y la organización de la exposición que
pueden ser realizadas por los estudiantes en sus hogares a través de reuniones
telemáticas con sus compañeros. Al respecto, hemos promovido el uso de
aplicaciones como Microsoft Teams y Google Meet para favorecer el desarrollo de estas tareas y hemos
organizado tutorías virtuales en aquellos casos de grupos que han planteado
consultas o necesitaban resolver dudas. Así, hemos evitado que los alumnos
requieran de un contacto presencial para trabajar tanto entre ellos como para
la asistencia docente.
3.5. Exposición de la postura grupal ante la clase.
Finalmente,
los grupos de estudiantes han realizado la exposición que representa el culmen
de su trabajo al final del semestre. Nuestro diseño original contemplaba que
las intervenciones se realizarían en un entorno de semipresencialidad
con entre uno y dos portavoces[21] por grupo,
siendo esas las instrucciones que se dieron al comienzo del curso. En la
práctica real, las intervenciones han tenido lugar virtualmente a través de
Google Meet debido al cambio de semipresencialidad
a virtualidad establecido en noviembre. Estas exposiciones en la clase virtual
las han realizado ante los profesores y el resto de compañeros de la
asignatura, con una duración aproximada de 10 minutos para los alumnos de
Ciencia Política en el Grado de Derecho y de 15 minutos para los alumnos en el
Grado de Gestión y Administración Pública. Esta asignación de tiempo ha
dependido de la cantidad de grupos de alumnos por clase y la duración de horario
de la sesión[22]. Hemos
observado como la duración de 10 minutos es reducida para un desempeño óptimo,
mientras que la de un cuarto de hora es más adecuada para este formato de
exposición.
De este modo,
los estudiantes de cada equipo han presentado su pregunta, han realizado una
visión panorámica de las posturas y una argumentación de la posición ante la
cuestión de debate. Sólo hemos encontrado tres casos anómalos de grupos que no
han operado adecuadamente: uno en el Grado en Derecho debido a una falta de
coordinación de los alumnos y dos en el Grado en GAP debido a equipos con un
escaso rendimiento[23] e interés por
el trabajo. Después de cada exposición de cada grupo hemos procurado realizar
preguntas para evaluar el conocimiento y juicio de los estudiantes, aunque no
ha sido posible siempre debido a la escasez de tiempo.
En la
evaluación de las exposiciones, hemos tenido como criterios principalmente el
conocimiento de los estudiantes sobre la cuestión de debate y su capacidad para
posicionarse al respecto. También, hemos valorado el grado de dificultad y el
carácter técnico que revisten algunos temas frente a otros, como puede ser el
conocimiento en torno al sistema electoral general que reviste una considerable
complejidad. Por último, es importante en la medida de lo posible que el
profesor no evalúe con una perspectiva adoctrinadora a los alumnos en términos
de ideas y valores políticos, favoreciendo la libre expresión dentro de los
cauces explicitados anteriormente. De lo contrario, el docente estaría
pervirtiendo el espíritu y los objetivos de esta práctica de debate que se
enmarcan en valores democráticos básicos.
4.
Encuesta aplicada a los alumnos tras la
ejecución de esta práctica de debate político.
La propuesta
de práctica docente ha sido ejecutada entre un total de 228 alumnos que han
cursado una asignatura introductoria a la politología: 75 y 78 estudiantes de
dos clases de Ciencia Política en el Grado de Derecho y 75 estudiantes de
Introducción a la Ciencia Política del Grado en Gestión y Administración
pública.
Al final del
semestre, una vez han finalizado las exposiciones en estas asignaturas hemos
elaborado y aplicado una encuesta entre los estudiantes que han participado en
este trabajo y que se ha presentado a través del Campus Virtual de la
Universidad. Los objetivos de esta encuesta se pueden sintetizar principalmente
en: conocer: el grado de adaptación de esta práctica en un contexto de docencia
semipresencial y virtual, si la práctica había producido algún cambio cognitivo
y de juicio entre los alumnos, el efecto de esta práctica en el desarrollo de
las competencias personales y la recepción de valoraciones y recomendaciones
por parte de los estudiantes. Este estudio ha constado de 10 preguntas de
respuesta obligatoria y ha sido aplicado entre el 11 de enero y el 15 de
febrero de 2020. Esta consulta ha recibido un grado de respuesta que representa
el 47,36% del alumnado que ha participado en esta dinámica docente (el 50,8% en
el caso de las dos clases del Grado en Derecho y el 26,6% del Grado de Gestión
y Administración Pública).
4.1. Grado de adaptación de la práctica al contexto semipresencial y
virtual.
Las tres
primeras preguntas de nuestra encuesta han ido destinadas a conocer en qué medida
los alumnos se sienten satisfechos con las adaptaciones realizadas de esta
práctica al contexto del covid-19. La primera cuestión planteada muestra como
más del 90% de los estudiantes consultados en las tres clases han calificado
que la propuesta estaba adecuada a las restricciones de la docencia
semipresencial (gráfico 1). Al respecto, debemos destacar que más del 60%
califica como “bastante” el grado de adaptación a partir de las medidas tomadas
por el profesorado. Tan sólo una minoría inferior al 10% entre la clase A del
Grado en Derecho señala que estaba “poco” adecuada al contexto.
Gráfico 1. Valora el
grado de adaptación del trabajo de exposición en grupo que ha realizado en esta
asignatura a las clases semipresenciales. Elaboración propia.
Siguiendo con
estas cuestiones, la segunda pregunta se sitúa dentro del tránsito de docencia
semipresencial a virtual que experimentamos en noviembre de 2020, lo que
requirió un traslado prácticamente desde las aulas al entorno cibernético
(gráfico 2). En ese sentido, nos interesaba conocer en qué medida los alumnos
consideraron que ese cambio pudo afectar al funcionamiento de esta práctica. Si
agregamos las categorías “mucho” y “algo”, podemos afirmar que más del 55% de
los alumnos encuestados en cada clase percibió una disrupción considerable. En
cambio, sólo una minoría del 11% o menos no sufrió un gran cambio. Esto
evidentemente implica que deben estudiarse correctivos que permitan controlar
estas coyunturas en la medida de lo posible por parte de los docentes.
Gráfico 2.
¿Experimentaste un gran cambio en la realización de este trabajo desde las
clases semiprepresenciales a las clases virtuales
durante el mes de noviembre? Elaboración propia.
La tercera
cuestión pretende conocer qué percepción han tenido los estudiantes sobre la
adaptación de las distintas etapas de la práctica en el contexto semipresencial
y virtual con una valoración entre 1 y 5 en una escala Likert (gráfico 3). En
primer lugar, todas las etapas registran una valoración media de cumpimiento que se sitúa entre el 4,1 y el 4,3. Una laguna
o calificación baja que merece especial mención se encuentra en la clase del
Grado en GAP que califica con un 3,9 la variedad de autores que se le ha
ofrecido. Por lo que, es indicativo que puede ser necesaria una revisión de la
selección de lecturas que hemos planteado a los alumnos y/o buscar otro método
que anime a una búsqueda activa de información por su parte.
Gráfico 3. Valora los siguientes elementos de la exposición en cuanto a su
grado de adaptación a un formato de clases semipresenciales y/o virtuales
(1-5). Elaboración propia.
4.2. Grado
de desarrollo de conocimientos y efectos sobre el propio juicio.
En el segundo
apartado de la encuesta, hemos intentando saber si existía un conocimiento y
una opinión previa en torno a la cuestión de debate y si se ha producido algún
cambio tras la exposición. La cuarta pregunta muestra como el 65% o más de los
alumnos consultados en cada clase sí tenía un conocimiento anterior sobre el
tema que había trabajado (gráfico 4). En cambio, el porcentaje de encuestados
que tenía un mayor desconocimiento sobre alguno de estos ítems se corresponde
con los estudiantes del Grado en Gestión y Administración Pública, con más de
un 35% que no había tenido un acercamiento anterior.
Gráfico 4. ¿Tenías conocimiento sobre la cuestión de debate que trabajaste
en tu exposición previamente a la realización de este trabajo? Elaboración
propia.
Cuando preguntamos si la realización de la práctica ha supuesto una mejora
o un aumento del conocimiento en torno a la cuestión, más del 95% de los
encuestados lo afirma (gráfico 5). En este sentido, podemos afirmar que este
tipo de trabajos permite complementar el aprendizaje transmitido en las clases
teóricas. Sin embargo, hay que relativizar los datos especialmente en el Grado
en Gestión y Administración Pública donde la cuota de alumnos que ha respondido
a la encuesta es baja.
Gráfico 5. ¿Consideras que has adquirido algún conocimiento sobre la
cuestión de debate después de la realización del trabajo? Elaboración propia.
La siguiente cuestión interroga a los alumnos si tenían una opinión o
juicio personal sobre el tema que han tratado antes del trabajo (gráfico 6).
Estos datos deben ser analizados en relación con la cuarta pregunta que
consulta si existía un conocimiento anterior. En ese sentido, existe una
coherencia entre el porcentaje de estudiantes que sabían algo sobre el tema y
aquellos que tenían una opinión previa en sobre el mismo en las dos clases del
Grado en Derecho. En cambio, debemos señalar una disonancia en el Grado de
Gestión y Administración Pública. En este grupo, un 65% de los alumnos
encuestados desconocían el tema que abordaban en su exposición, pero
paradójicamente un sector del 85% tenía una opinión previa sobre un asunto al
que nunca se había acercado hasta este momento. Por tanto, entre esta clase un
sector de los estudiantes consultados que tenían un prejuicio sobre el tema analizado
en su trabajo sin tener un conocimiento sobre el mismo. Es interesante este
dato, ya que esta práctica puede servir para evitar este tipo de incoherencias
cognitivas y garantizar que el alumno tiene tanto un conocimiento como una
opinión sobre un tema determinado.
Gráfico 6. ¿Tenías
alguna opinión o juicio propio sobre la cuestión de debate que trabajaste en tu
exposición previamente a la realización de este trabajo? Elaboración propia.
Posteriormente, se observa que al menos la mitad de los estudiantes
encuestados han cambiado su opinión sobre el tema en cada clase, aunque
desconocemos si el factor que ha tenido más peso ha sido el acercamiento
cognitivo al tema o la interacción con sus compañeros de equipo para alcanzar
una postura en común en la exposición (gráfico 7). Por lo que
en futuras encuestas, debemos incluir una pregunta para recabar más información
sobre las causas del cambio de su juicio personal. Además, se puede destacar como
existe una mayor capacidad de cambio de actitudes entre los alumnos consultados
en el Grado en Derecho frente a los del Grado en GAP.
Gráfico 7. ¿Has
adquirido (en caso de que no la tuvieses antes) o has cambiado tu opinión o
juicio propio sobre la pregunta de debate que trabajaste tras la realización de
este trabajo? Elaboración propia.
4.3.Desarrollo de las competencias personales tras la práctica.
El grado de
cumplimiento de las competencias personales se sitúa en general en un rango
medio alto entre los alumnos consultados con valores entre 3,5 hasta 4,5 en una
escala Likert (gráfico 8). Las competencias con una calificación más alta son
interés por la política con una media de 4,06 y juicio crítico con una media de
4,03 en las puntuaciones obtenidas en cada clase. En tercer lugar, se
encuentran tanto la capacidad de argumentación como la capacidad de consenso
con una media de 3,9 en ambos casos. Por último, las habilidades que mantienen
un índice más bajo de consecución son la tolerancia y la exposición en público
con una valoración media de 3,6. Los índices más bajos dentro de las clases los
encontramos en el 4,3 en interés por la política en el Grado en Gestión y
Administración Pública y el 3,4 en tolerancia para la clase A del Grado en
Derecho.
Gráfico 8. Valora si
has experimentado algún cambio en alguna de tus siguientes competencias
personales, después de la realización de la exposición (1-5). Elaboración
propia.
4.4.Valoraciones y recomendaciones cualitativas de los alumnos
La amplia
variedad de respuestas recibidas por parte de los estudiantes cuando les hemos
preguntado qué han aprendido a través de esta práctica y que cambiarían para su
mejora es difícilmente reproducible en el espacio de un artículo. Sin embargo,
vamos a destacar cuáles son los elementos positivos y negativos que se repiten
entre los encuestados de las tres clases para ambos ítems.
En la cuestión
referida a qué han aprendido, las respuestas que más se destacan con un
carácter positivo son aquellas referentes a la tolerancia y la pluralidad, la
búsqueda de consenso y el trabajo en equipo. Este último que no habíamos tenido
en cuenta de forma expresa, pero sí latente mediante la exigencia que los
alumnos alcanzasen un acuerdo es un elemento fundamental de este trabajo. Por
lo cual consideramos que es preferible que se realice de forma colectiva en
lugar de individualmente. También es cierto que se percibe una mayor valoración
de la mejora de los elementos cognitivos entre los alumnos del Grado en GAP. En
cuanto a las valoraciones negativas más habituales en esta pregunta se debe
destacar la falta de competencias de los alumnos para hablar en público y la
escasa duración de la exposición, sobre todo entre los consultados en el Grado
en Derecho.
En la pregunta
en torno a las futuras mejoras de esta formación práctica las más habituales
son las referidas a la ampliación del tiempo de exposición, las problemáticas
encontradas en el seno de los grupos para organizar las tareas, dificultades de
adaptación tecnológica encontradas en la plataforma de Google Meet y la preferencia por la realización de esta práctica
en un entorno de docencia presencial. Por lo que, entre los criterios que se
deben tomar de cara a futuras ediciones deben centrarse en la ampliación de la
duración de la exposición, la búsqueda de una plataforma más adecuada en caso
que la puesta en escena se realice de forma virtual y la dedicación de algunas
sesiones a la tutorización de los distintos grupos de trabajo.
5.
Conclusiones.
Desde el
equipo de profesores que hemos participado en el diseño y la ejecución de esta
propuesta docente hemos intentado plantear una formación práctica en Ciencia
Política que ejercite competencias básicas de la disciplina a la par que
refuerce el conocimiento teórica de la materia. Estas
competencias básicas se han extraído a partir de las definiciones de la
política entre los principales manuales de la asignatura en España y se ha
procurado establecer un vínculo entre estas competencias y los valores básicos
de una democracia moderna. A partir de esta postura, las competencias de la
tolerancia, la argumentación, el juicio crítico, la búsqueda del consenso, la
expresión en público y el interés por la materia son a nuestro modo de ver las
capacidades que deben ser ejercitadas por los estudiantes de esta disciplina.
Este diseño e
implementación habría sido deseable que se hubiese ajustado a un entorno de
docencia presencial. Sin embargo, esta preferencia no ha sido una opción para
los docentes debido a la situación de incertidumbre que ha planteado y plantea
el coronavirus. Por eso, se decidió realizar un diseño que tuviese en cuenta
las posibles dificultades que se derivasen de esta situación, viendo esta
situación más como una oportunidad que como una limitación. De ahí, que esta
propuesta de formación práctica esté mejor adaptada para un entorno de semipresencialidad y virtualidad, al menos en su momento
inicial.
El
cumplimiento de los objetivos planteados inicialmente y el desarrollo de los
trabajos se corresponden con las expectativas originarias, especialmente en el
cumplimiento de las competencias por parte de los estudiantes y en la
orientación ético-política que deseamos conceder a esta dinámica. Sin embargo,
hay elementos que pueden ser mejorables o cambiados hacia el diseño original
como la búsqueda de la duración adecuada de las exposiciones que por nuestra
experiencia se puede situar en torno a los 15 minutos como se ha ejecutado en
el Grado en GAP. Asimismo, otras dificultades están relacionadas con
conocimientos y/o competencias ajenas a la asignatura como son las habilidades
comunicativas y sociales especialmente en cuanto a su expresión en público y
conocimientos relacionados con las distintas plataformas de conferencias y
videoconferencias en Internet. Paradójicamente, una de las críticas que
esperábamos recibir era referente a las cuestiones de debate seleccionadas en
cada tema, pero las cuales no hemos recibido entre los encuestados. No
obstante, es posible alterar tanto los temas como las cuestiones de debate en
función de la programación que se haga de esta asignatura siempre que se siga
el mismo procedimiento. Lo que sí recomendamos es que exista una relación entre
las clases teóricas y la tematización de los trabajos en grupo.
Cabe destacar algunas
de las mejoras que pueden ser introducidas: la redefinición del tamaño de los
grupos, el establecimiento de criterios de selección la obligatoriedad o
voluntariedad de la actividad práctica y la adecuada inserción de los
estudiantes de Movilidad y aquellos con diversidad functional.
También, una transformación vital reside en el paso de un modelo de caja negra
a uno de caja blanca, es decir, que el profesor abandone su rol como guía y
puede incluso participar activamente en las actividades de los equipos de
trabajo.
Consideramos
que las actuales transformaciones políticas, económicas y sociales se han visto
completadas por el carácter poliédrico de las crisis producidas por el
covid-19. Por ello, es fundamental que los estudiantes de las asignaturas
introductorias a la Ciencia Política tengan las competencias adecuadas para su
desempeño profesional en el seno de las democracias representativas y puedan
responder adecuadamente ante situaciones críticas como la actual. Además, estas
competencias deberían desarrollarse dentro del respeto a la identidad y las
convicciones de los estudiantes como cabe esperar de la pluralidad
característica de un sistema democrático.
En definitiva,
los estudiantes necesitan saber cuáles son los debates presentes en la Ciencia
Política y en la vida pública, pero también deberían tener las herramientas
para poder responder y/o enfrentarse a esos dilemas. A fin de cuentas, y como
ya han postulado los politólogos, la vida en democracia supone conciliar el
conflicto y el acuerdo dentro de unos cauces racionales y civilizados.
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[1] VALLÈS, J. M. (2006),
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[2] JEREZ MIR, M. Y
LUQUE, J. (2016), “Treinta años de Ciencia Política en España:
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Política, núm. 40, pp. 179-215, pp. 180-181 [en línea] https://recyt.fecyt.es/index.php/recp/article/view/41238.
[3] ORTEGA RUIZ, M.,
REAL-DATO, J. y JEREZ MIR, M. (2021). “Late but not least? Spanish political science’s
struggle for the internationalisation in the
twenty-first century”, European Political Science.
[4] GARCÍA, T.,
ARIAS-GUNDÍN, O., RODRÍGUEZ, C., FIDALGO, R. y ROBLEDO, P. (2017),
“Metodologías activas y desarrollo de competencias en estudiantes
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[5] ÁGUILA, R. (1997),
pp. 21-22.
[6] VALLÈS, J. M. (2006),
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[7] SODARO, M. (2006), Política
y Ciencia Política: una introducción. Madrid: McGraw Hill, pp. 1-2.
[8] CAMINAL, M. (2011), Manual
de Ciencia Política. Madrid: Tecnos, p. 32.
[9] VALLÈS, J. M. (2020),
¿Para qué servimos los politólogos? Madrid: La Catarata.
[10]MERCER, N. (1997). La construcción guiada del conocimiento: el habla de
profesores y alumnos. Barcelona: Paidós.
[11] ESTEBAN, J. (2005), Universidades reflexivas: una
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[12] PRENSKY, M. (2015), El mundo necesita un nuevo
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[13] CROSS, A. (2003), Convencer en clase: argumentación y
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[14] CARRIZO, A. (2016), El debate académico de competición
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[15] RODRÍGUEZ PRIETO, R. (2012), “El debate como estrategia
de innovación docente: experiencias en Filosofía del Derecho y Teoría de la
Cultura”, Revista UPO Innova, vol. 1, pp. 493-503, pp. 500 [en línea] https://www.upo.es/revistas/index.php/upoinnova/article/view/124.
[16] JIMÉNEZ, M. P. (2010), 10 Ideas clave. Competencias en
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[17] MARAFIOTI, R. (2003). Los
patrones de la argumentación: la argumentación en los clásicos y en el siglo XX.
Buenos Aires: Biblos, pp. 39-40.
[18] Las clases prácticas de la Universidad de Málaga se descomponen en grupos
más pequeños (llamados “subgrupos” o “grupos reducidos”) a los alumnos de una
clase para su impartición.
[19] Si son diez grupos se reparten los diez temas, si son nueve grupos se
suprime un tema al azar y se reparten nueve temas, etc.
[20] Este listado de referencias bibliográficas no se incluye debido a la falta
de espacio, pero estamos abiertos a ponerlos en disposición de aquellos
docentes que nos las soliciten.
[21] Este era el número máximo de alumnos de cada grupo que permitíamos que
expusieran en caso de haber sido en un entorno semipresencial y atendiendo a un
criterio de distanciamiento social.
[22] Al respecto, debemos señalar que la duración de las clases se vio reducida
debido al paso de docencia semipresencial a virtual debido a las restricciones
decretadas por el Gobierno de la Junta de Andalucía en noviembre de 2020 a raíz
del agravamiento de la pandemia.
[23] En uno de estos grupos los alumnos no se preocuparon por seguir las
instrucciones del profesor dadas en clase y en el documento explicativo de esta
práctica.