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Filosofía, conocimiento y vida
Metafísica y Persona, Año 15, No. 30, Julio-Diciembre 2023, es una publicación se-
mestral, coeditada por la Universidad de Málaga y la Universidad Popular Au-
tónoma del Estado de Puebla A.C., a través de la Academia de Filosofía, por la
Facultad de Filosofía y Humanidades y el Departamento de Investigación. Ca-
lle 21 Sur No. 1103, Col. Santiago, Puebla-Puebla, C.P. 72410, tel. (222) 229.94.00,
www.upaep.mx, contacto@metyper.com, roberto.casales@upaep.mx. Editor res-
ponsable: Roberto Casales García. Reservas de Derecho al Uso Exclusivo 04-2014-
061317185400-102, ISSN: 2007-9699 ambos otorgados por el Instituto Nacional del
Derecho de Autor. Licitud de Título y contenido No. (en trámite), otorgados por

Gobernación. Impresa por Mónica Lobatón Díaz, Servicios editoriales y de im-
presión, Enrique Rébsamen 124, colonia Narvarte Poniente, 03020, Ciudad de
México, este número se terminó de imprimir en julio de 2023, con un tiraje
de 250 ejemplares.
Metafísica y Persona está presente en los siguientes índices: Latindex, ÍnDICEs-CSIC,
REDIB, SERIUNAM, The Philosopher’s Index, ERIH PLUS, Dialnet, Fuente Acadé-
mica.

de los editores de la publicación.
Queda estrictamente prohibida la reproducción total o parcial de los contenidos
e imágenes de la publicación sin previa autorización de los editores.
ISSN: 2007-9699
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Filosofía, conocimiento y vida
Año 15 — Número 30
Julio-Diciembre 2023


Metafísica y Persona es una revista de difusión internacional y carácter académico, cuyo
objetivo principal es la transmisión y discusión de los resultados de las últimas investiga-

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Pretende ser un lugar de encuentro y difusión de estudios que ahonden en las relacio-
-

las materias que abarca.

El eje central de la revista es la realidad de la persona. Los artículos publicados en
ella abordarán el estudio de la persona desde los distintos puntos de vista que permiten
conocerla mejor. El lector encontrará, por tanto, trabajos de Filosofía, Teología, Sociología,
Psicología, Psiquiatría, Neurociencia, Medicina y otros saberes centrados en el hombre.

en particular, a la Metafísica de la persona, pues son ellas las que dan sentido y sirven de
fundamento al resto de saberes sobre el ser humano.

Metafísica y Persona
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   
mejorar el conocimiento de la persona, necesitado de una constante revisión y puesta al día.
No obstante, por las múltiples orientaciones que acoge, la Revista está también abierta

formación en los saberes acerca de la existencia humana, desean profundizar en el cono-
cimiento de la persona.

Las contribuciones enviadas a Metafísica y Persona han de ser inéditas en cualquier
idioma y no estar sujetas a revisión para ser publicadas en ninguna otra revista o publi-
cación, ni digital ni impresa. En principio, los artículos se publicarán en la lengua en que
hayan sido redactados, aunque en ocasiones, de acuerdo con el autor, podrán ser traduci-
dos al castellano o al inglés.
Los artículos y las notas son sometidos a un arbitraje doble-ciego. Para ser publicados,
los artículos han de obtener dos dictámenes favorables. Las notas, sin embargo, podrán
ser admitidas con un solo dictamen positivo y rechazadas con un solo dictamen negativo.

(edición, difusión, identicación y contacto)
Metafísica y Persona es coeditada entre la Universidad de Málaga (UMA) y la Univer-
sidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (UPAEP). Nació como revista electrónica,
pero hoy se ofrece a los lectores tanto en formato digital como en papel.
En su versión impresa, la revista se distribuye, con alcance internacional, mediante
intercambio, donaciones e inscripciones (ver Suscripciones).
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Título: Metafísica y Persona
Subtítulo: Filosofía, conocimiento y vida
Carácter
Periodicidad: Semestral
Difusión: Internacional
ISSN en línea: 1989-4996
ISSN impreso: 2007-9699

• Málaga (España), Universidad de Málaga (Grupo PAI, Junta de Andalucía, HUM-495)
• Puebla (México), Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla (Facultad de
Filosofía y Humanidades, y Departamento de Investigación)
Año de fundación: 2009

• Livia Bastos Andrade
Facultad de Filosofía
Decanato de Artes y Humanidades
Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla
Calle 21 Sur No. 1103, Col. Santiago
72410 PUEBLA (México)
livia.bastos@upaep.mx
• Gabriel Martí Andrés
Departamento de Filosofía
Facultad de Filosofía y Letras
Universidad de Málaga
Campus de Teatinos
E-29071 MÁLAGA (España)
gmartian@uma.es

Director emérito: Melendo Granados, Tomás, Universidad de Málaga, España
Directora: Bastos Andrade, Livia, Universidad Popular Autónoma del Estado
de Puebla, México
Subdirector: Martí Andrés, Gabriel, Universidad de Málaga, España
Secretarios: García Martín, José, Universidad de Granada, España
Castro Manzano, José Martín, Universidad Popular Autónoma del
Estado de Puebla, México

Blancas Blancas, Noé, Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, México
García González, Juan A., Universidad de Málaga, España
Jiménez, Pablo, Australian National University, Australia
Lynch, Sandra (emérito), University of Notre Dame, Australia
Porras Torres, Antonio, Universidad de Málaga, España
Rojas Jiménez, Alejandro, Universidad de Málaga, España
Villagrán Mora, Abigail, Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, México

Arana Cañedo, Juan, Universidad de Sevilla, España
Brock, Stephen L., Università della Santa Croce, Italia
Caldera, Rafael T., Universidad Simón Bolívar, Venezuela
Casales García, Roberto, Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, México
Clavell, Lluís (emérito), Università della Santa Croce, Italia
D’Agostino, Francesco, Università Tor Vergata, Italia
Donati, Pierpaolo, Università di Bologna, Italia
Falgueras Salinas, Ignacio, Universidad de Málaga, España
González García, Ángel L. (†), Universidad de Navarra, España
Grimaldi, Nicolás, Université de Paris-Sorbonne, Francia

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Livi, Antonio (†), Università Lateranense, Italia
Llano Cifuentes, Carlos (†), Instituto Panamericano de Alta Dirección de Empresa, México
Medina Delgadillo, Jorge, Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, México
Morán y Castellanos, Jorge (†), Universidad Panamericana, México
Pithod, Abelardo, Centro de Investigaciones Cuyo, Argentina

Peña Vial, Jorge, Universidad de los Andes, Chile
Ramsey, Hayden, Australian Catholic University, Australia
Redmond, Walter, University of Texas, U.S.A.
Sánchez Muñoz, Rubén, Universidad Popular Autónoma del Estado de Puebla, México

Vigo, Alejandro, Universidad de los Andes, Chile
Wippel, John F., Catholic University of America, U.S.A.
Zagal, Héctor, Universidad Panamericana, México
7


The “razón de fuerza mayor” and barbarism. Eduardo Nicol and Michel
Henry on the Technique
Stefano Santasilia ..............................................11
A critical reection on the Antikythera Mechanism from an idealist
perspective and its implications on technological development as a means
of understanding our Cosmos
Carlos Alberto Carbajal Constantine ..............................21
A natural articial intelligence? Some notes on the computational biomimicry
of human intelligence
Héctor Velázquez ..............................................31
What kind of “intelligence” is Articial Intelligence?
Paniel Reyes Cárdenas . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 39
Some remarks on Leibniz’s criticisms to mechanics
Roberto Casales García..........................................49
Del simbolismo a la alimentación: el nacimiento de una nueva identidad
bajo las virtudes teologales, la Virgen de Guadalupe, la trigarancia y los
chiles en nogada
David Sánchez Sánchez .........................................61

La primera propuesta de Martin Seligman acerca de la felicidad
Livia Bastos Andrade . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . . 99

Tappolet, C., Philosophy of Emotion. A contemporary Introduction,
New York: Routledge, 2022, 255p.
María Soledad Paladino ........................................117
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
8
Panikkar, R., Ecosofía. La sabiduría de la Tierra, Barcelona: Fragmenta
Editorial, 2021, 93p.
Paulina Michelle Romero Tenorio, Iñigo Sánchez Trujillo,
Rubén Sánchez Muñoz.........................................121
Normas editoriales ..............................................125

11
Metafísica y Persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
razón de fuerza mayor

La “y la barbarie. Eduardo Nicol
y Michel Henry sobre la Técnica

Universidad Autónoma de San Luis Potosí, México
stefano.santasilia@uaslp.mx

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porary philosophers. Among these, Eduardo Nicol and Michel Henry also took up the
theme to identify and underline those problematic articulations of technological develo-

-
que consists in a reduction of human existence to mere automatism, generating a loss of
the authentic meaning of life. Thus, for Nicol this is evidenced by the emergence of force
majeure, and for Henry by the resurgence of the dimension of barbarism.
Keywords: Eduardo Nicol, Michel Henry, barbarism, technique, philosophy of technology

-
sofos contemporáneos. Entre ellos, Eduardo Nicol y Michel Henry también abordaron

tecnológico que, según los dos pensadores, afectan negativamente a la subjetividad. De
hecho, a pesar de las diferencias - contextuales y de perspectiva - para ambos autores el
problema de la técnica consiste en una reducción de la existencia humana a mero auto-
matismo, generando una pérdida del auténtico sentido de la vida. Así, para Nicol esto
se evidencia en la aparición de la fuerza mayor, y para Henry en el resurgimiento de la
dimensión de la barbarie.
Palabras clave         
tecnología.
1



Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
12

The relationship between the technological dimension and that of philo-
  

of reason, and its direct applications in the world of nature, to the time of
-
-
opment, has made it possible to grasp with time the intimate contradictions
inherent in a conception too inclined to see in the technological dimension the
realization of the original form of the human.
2
Despite this, it is not possible
to consider the human being regardless of his indissoluble relationship with
the world around him, a relationship that implies the very transformation of


in its being praxis, the presence of an ethical plot that underwriters the same
conception of the Anthropos.
3
Within this context are placed the respective

-
cal practice: Eduardo Nicol
4
and Michel Henry.
5



his whole life in this country; the second, after a very short Vietnamese paren-
thesis, will spend his whole life in France. Nevertheless, both recognize each
2

, H., The imperative
of Responsibility: In Search of an Ethics for the Technological Age, Chicago: University of Chicago
Press, 1985; , G., Die atomare Drohung. Radikale Überlegungen
and , G., Die Antiquiertheit der Menschen, Band I und II, Bd. I, Berlin: Beck, 2002.
3
, J., Teoría de la cultura-
ted to the axiological dimension of the cultural phenomenon and human action.
4
Eduardo Nicol was a Spanish thinker who emigrated to Mexico after the establishment of
  

thought of Eduardo Nicol, we allow ourselves to refer to , S., Tra metasica e storia.
L’idea dell’uomo in Eduardo Nicol, Firenze: Le Cáriti, 2010; and , R. (Ed.), Eduardo
Nicol (1907-2007). Homenaje, México: UNAM, 2009.
5
Michel Henry, phenomenologist and protagonist of what Dominique Janicaud called the
, D., Le tournant théologique de
la phénoménologie francaise-

his thinking cf. , C., La fenomenologia rovesciata. Percorsi tentati in Jean-Luc Marion, Mi-
chel Henry e Jean Luis Chrétien, Torino: Rosenberg & Sellier, 2004; and , G., Michel
Henry. Fenomenologia vita cristianesimo, Brescia: Morcelliana, 2006.
13
The razón de fuerza mayor and barbarism. Eduardo Nicol
and Michel Henry about the technique

both turn a glance at the question of technology seeking its deep meaning.


-

El
Porvenir de la losofía
6
is the text in which the thinker analyzes the problem in
detail. According to Nicol, the criticism of the technological dimension must
-

a set of men. It is a faceless enemy, a force that reduces the space of human
vocations. His victory will be manifested when the possible ceases to be so,

.7
For the philosopher, the immeasurable expansion of technological domi-


the possibility of a genuinely free and creative life would also be lost. Behind the
image of man capable of bending nature to his will, but above all of assuming


-

that empties the subject of any real will to reduce him to a servant of a reason
-

begin to struggle according to a reason of force majeure and not according


8
It is

replacement of theoretical reason with pragmatic reason.
9
Through such statements, the author wants to show how this process en-

6
, E., El porvenir de la losofía, México: FCE, 1972.
7
, E., El porvenir de la losofía, p. 24.
8
, E., El porvenir de la losofía, p. 71.
9
, E., El porvenir de la losofía, pp. 242, 243 and 354.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
14
recognizing a necessity that cannot be questioned, and what took the form
of a hypothetical choice takes on the face of an inevitable path. In this way,
according to Nicol, the orientation that recognizes the manifestation of the


of the data, of creativity to homologation. This reduction consists in concealing

knowledge which, messianic, will one day reveal all that is still shrouded in
mystery. About this concealment, Nicol emphasizes the slow disappearance of


can guarantee an understanding not spoiled by the result:
philia for the sophia has dis-
  
usefulness remains. Useful knowledge must be more rigorous the more it
depends on its success: practice does not forgive mistakes.
10
The subjected reason for the useful is, clearly, an instrumental reason.
Now, according to Nicol, reason of force majeure (or instrumental reason)
and theoretical reason (dis-interested) constitute two levels inextricably
linked: theoretical reason needs the instrumental level because otherwise, it
could not develop, but it is precisely its development that allows understand-
ing the instrumental level as basic but reductive.


11
of a necessity imposed by a reality that demands the re-
duction of every possibility to a single and universal reading would corre-

would not be a question of exploitation due to subsistence, but of a reduc-
tion surreptitiously oriented by the conviction that a single interpretation can
give the reason for every aspect of reality:
The danger does not come from the success of technology nor from the au-
tonomy of the particular sciences. What threatens philosophy, and so science
in general, is the totalitarian dominance of utility. Science cannot serve two
masters. If all sciences are to be technicalized, that is, oriented in a univocal
way towards productivity, the result will not consist only in the disappear-
10
, E., El porvenir de la losofía, p. 19.
11
, E., Ética y mundo tecnológico, México: FCE, 2010; and , A.,
, R. (Ed.), Eduardo Nicol
(1907-2007). Homenaje, México: UNAM, 2009.
15
The razón de fuerza mayor and barbarism. Eduardo Nicol
and Michel Henry about the technique
ance of philosophy but of science itself. In fact, all sciences are constitutively
useless: it is precisely in this that their service is based.
12
The problem, therefore, does not lie in the practical use of reason but the
  
the fundamental criterion of human action. Technology itself belongs to the
human dimension so that it would be a mistake to consider it as something
negative a priori.
The danger lies in the assumption of this dimension as the only criterion
of truth: a condition of this kind can, according to Nicol, unleash violent and
underground forces aimed at standardizing praxis according to the convic-
tion that there is no alternative. Not only that: the following consequence
consists in the invasion of any other type of knowledge that is, thus, restruc-
-



the loss of understanding. Furthermore, with this, the possibility of the exact
-
son of force majeure is characterized by a dimension of anonymity for which
human action crosses. It is always achieved through human action but never

that this strength does not belong to any individual. According to the same
modality, it imposes something foreign to the human constitution: it is root-
ed in the human condition, but paradoxically, it is foreign. What Nicol is
highlighting is the very human possibility of generating the condition of his
self-destruction. This possibility corresponds to the degeneration of the very
possibilities of reason, and it is what shows the authentic face of the idolatry
of progress: the state of barbarism.

Moreover, precisely of barbarism speaks Michel Henry about the idolatry
of technology understood as the pure truth of human life. For the thinker
French, the barbarism understood as the give of a new condition, never con-
sidered before, which has upset the relationship of the subject with his own
-
12
, E., El porvenir de la losofía, p. 21.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
16
ture and knowledge. In La barbarie,
13
Henry recognizes culture as the capac-
ity of life to transform itself and recognize itself in that transformation. Life,

essence of which consists in making oneself capable of feeling and perceiving

14
In Henry’s conception of subjectivity,

15
the knowledge

is inescapably linked to life and its feeling itself.
From this perspective, the objectifying knowledge of natural science turns
out to be the result of a double abstraction: on the one hand, it disregards the

aspects of things susceptible of ideal determination in a geometric and math-


-
ty that feels itself. For this reason, according to Henry, although the natural


is to know about life, since life is both the subject and the object of culture,
then science does not belong to the culture because, by its essence, it abstracts
from authentic life.
Here is Henry’s thesis: science does not fail to know, but it constitutes a


also contrasting.
16
Now, the technique appears as the complete abstraction of
life, considering that it assumes the position even of the manipulator of life



17
In the technique, it is discernible
the inverse of an orientation always willing towards the maximum result,

the other forms of knowledge almost obliged to assume the same methodol-
ogy. Nevertheless, it is not just about this: its most dangerous potential lies in
13
, M., La barbarie, Paris: PUF, 2004.
14
, M., La barbarie, p. 16. Regarding the question of life in the context of Michel Hen-
, I., Dalla barbarie alla vita come auto-manifestazione. La
proposta fenomenologica di Michel Henry, Roma: Aracne, 2010.
15
, M., L’essenza della manifestazione
, C. (a cura di), Michel Henry. Narrare il pathos,
Macerata: Eum, 2007, pp. 155-172.
16
, M., La barbarie, pp. 43-70.
17
, M., La barbarie, p. 77.
17
The razón de fuerza mayor and barbarism. Eduardo Nicol
and Michel Henry about the technique
becoming an end in itself. According to Henry, it is a process that feeds itself,
and that has as its objective simply its self-empowerment:
the self-development of a network of processes based on the theoretical
knowledge of science, and left to themselves, playing with themselves and
for themselves, operating again on this knowledge, arousing and provoking

This is the essence of modern technique.
18
This means that techno-science does not already show technology as a




If, as Henry himself recognizes, in its original constitution, technology re-
fers to praxis
  -
solved by the subordination of life itself to the external representation of itself.
In the dynamics implemented by modern technology, the categories of rational
thought overlap and replace those linked initially to the body and its action,
thus concealing the proper meaning and the concrete and accurate dimension
of human practice. Nevertheless, the culmination of the overthrow occurs

knowledge that updates the capacities of subjectivity. Now when technology

action is possible only in the context of subjectivity and, according to this, as
-




19
-
nity, which marks the passage from the kingdom of the human to the king-

20
What is achieved in the age of the full deployment of techno-science is,
for Henry, barbarism and implies the reorganization of all practices. If the

-
18
, M., La barbarie, pp. 78-79.
19
, M., La barbarie, p. 86.
20
, M., La barbarie, p. 85.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
18

is the radical revolution that has subverted the humanity of man by hang-

21
This condition is nothing more than the separation between knowledge
and authentic action: everything is reduced to the measurable data, and
its meaning is conferred starting from the possible reconstruction that the
data allows. In this context, life in its fundamental originality, and its most
authentic meaning, are lost.

In conclusion, it seems to us that we can recognize, in both authors, the de-
-
sion and, at the same time, ambivalent: capable of manifesting the remarkable
abilities of the human but, precisely for this reason, also capable of opening
    

progress in any way but try to show the dark side that has completely assumed
-


described by Henry, and both refer to an obscure dialectical game between his
own and the stranger about the human subject. Nevertheless, there is a way out
for both of them, which consists of recovering a certain level of humanity: an
-
self and, above all, of its instrumental self-degeneration. After all, both authors’
philosophical cry is only an appeal not to give way to the impersonal.

, G., Die atomare Drohung. Radikale Überlegungen
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, M., L’essenza della manifestazione
21
, M., La barbarie, pp. 88-89.
19
The razón de fuerza mayor and barbarism. Eduardo Nicol
and Michel Henry about the technique
, R. (Ed.), Eduardo Nicol (1907-2007). Homenaje, México: UNAM, 2009.
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
, R. (Ed.), Eduardo Nicol (1907-2007). Homenaje, México: UNAM,
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, C. (a cura di),
Michel Henry. Narrare il pathos, Macerata: Eum, 2007, pp. 155-172.
, S., Tra metasica e storia. L’idea dell’uomo in Eduardo Nicol, Firenze: Le
Cáriti, 2010.
21
Metafísica y Persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699




Una reexión crítica sobre el Mecanismo de Antikythera desde una
perspectiva idealista y sus implicaciones en el desarrollo tecnológico
como medio para entender nuestro Cosmos

The Churchill School and College
carlos.carbajal@churchill.edu.mx

Technology can be an insight into how humanities’ needs have changed along the centuries
and how science has been applied in order to solve these conundrums, to make the world our
own and understand it to learn about what surrounds, what is true, and what is unchangeable.
The Antikythera Mechanism’s complexity and recent discoveries allow the academy to know
its functions and how exact it was, as a new model has been proposed that shows that it was a
device to unravel one of the biggest mysteries of antiquity: The Cosmos and the Stars. Along
with the help of the perspective of Collingwood’s sense II and sense III, this paper aims to
-
chanism, by looking into what is says about the old world and how it contrasts with the new.
Keywords: Antikythera Mechanism, Epistemology, Methodology, Idealism, Collin-
gwood, Minimum Space, Minimum Time, Parmenides Proposition, Metaphysics, Astro-
nomy, Theodore of Smyrna, Thinking and Being.

La tecnología muestra una mirada perspicaz hacia cómo las necesidades de la humani-
dad han cambiado a lo largo de los siglos, y cómo la ciencia ha sido aplicada para resolver
estos acertijos, para hacer el mundo nuestro y entenderlo para aprender lo que rodea,
lo que es cierto y lo que es inmutable. La complejidad del mecanismo de Antikythera y
1



Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
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recientes descubrimientos permiten a la academia saber sus funciones y qué tan exacto
era, ya que un nuevo modelo ha sido propuesto que muestra que era un dispositivo para

Con la ayuda de la perspectiva del sentido II y el sentido III de Collingwood, este artículo

Antikythera, al estudiar lo que dice del viejo mundo y cómo contrasta con el nuevo.
Palabras clave: Mecanismo Antikythera, Epistemología, Metodología, Idealismo, Co-
llingwood, Espacio mínimo, Tiempo mínimo, Proposition de Parménides, Metafísica, As-
tronomía, Teodoro de Esmirna, Pensamiento y Ser.
This paper will explore the historical device and the mathematical and an-
thropological research done upon it, particular the work done by the University
College London team headed by Tony Freeth; having presented a mostly nar-
-
wood’s propositions on natural science whilst touching on some related con-
cepts in philosophy of nature as found in the thought of Theodore of Smyrna.


past twenty years. And not only because there is no signature, dating, or pos-
sible provenance, but because it was incomplete and what was recovered was
a mechanical marvel too formidable to unravel.


very recently that a team from University College London
2
pieced together
-
essary, as the ANTIKYTHERA MECHANISM, was broken up into 82 pieces
forming 3 distinct bodies) digital rendering of the working of the mechanism.

view this from Robin Collingwood’s idea of causation and minimum time
and space as applied to the ANTIKYTHERA MECHANISM.




-
er in the XXI century and analog computing devices. The ANTIKYTHERA
2

23
A critical reection on the Antikythera Mechanism from an idealist perspective and its
implications on thechnological development as a means of understanding our Cosmos


time, actually bridging humanity’s ability to use minimum space to describe
cosmic spatial and temporal notions.
The aforementioned UCL team describes the mathematical principle be-
hind the ANTIKYTHERA MECHANISM as that delineated by Plato in Par-
menides 154 b-155b.
This model, described by Fowler as the Parmenides’ Proposition,
3
details
the ratios between temporal coordinates which translate into spatial ones in
the ANTIKYTHERA MECHANISM. According to Plato, two temporal co-

added or subtracted to them. This ratio considers the numbers as relative

between them, the marginal error decreases as the relative amounts also are
fractioned. This is expressed as p:q < (p + r):(q+s) < r :s. As Fowler accurate-

constant relative values that can then be applied to points in space and time,
namely, orbital positions.
The orbital positions of the planets in the ANTIKYTHERA MECHANISM
are calculated as being relative one to another according to the constraints
of minimum space and time as dictated by gear ratios. These follow a very

be determined by the same homogenous ratio that follows Parmenides’
Proposition.
4
This discussion will be developed further, but for the time being, it is im-
perative that we explain the theoretical basis for a minimum space and mini-
mum time, and for that, we will refer to two works by Robin George Colling-
wood, ie, An Essay on Metaphysics and The Idea of Nature.
In An Essay on Metaphysics,
5
Collingwood ventures forth the concept of
-

pertain most closely to the study of the cosmos and the application of mathe-
matical principles to astronomical observation. To be succinct, sense II is that
of relativistic causation, that is, when an event in nature can derive its cause
from the observation carried out from the point of view of humans. Now, one
3
, D., The mathematics of Plato’s Academy (2
nd
-
versity Press, 1999, p. 41.
4
, D., The mathematics of Plato’s Academy, p. 42.
5
, R., An essay on metaphysics (2
nd
ed.), Lanham, Md: Univ. Pr. of America, 1984, p. 314.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
24
might argue that this is not the case for orbital paths of planets as they were
there millions of years before humans and they will inexorably continue their
paths around the Sun and Milky Way whether we are there to measure and
observe them or not. However, the measurement of orbital paths that corre-
spond to mathematical propositions does tell us one thing about mathemat-
ical science, ie: principles are as much derived from Nature as explanatory of
nature.
Which leads to Sense III as Collingwood applies it to theoretical sciences,
of which astronomy was until not too long ago one of the most prominent. It
is not so anymore as it is squarely set within the realm of applied sciences, but
we will address this topic at length further on.
Sense III for Collingwood is that contrary to the contingency of the observ-
er-observation synergy required in Sense III, these are necessary events both
         

6
Let us rephrase this as a positive statement: the conditions
must always be there for its existence and operation.
But which conditions are these if the necessary inference is that they can-

chronologically but also ontologically simultaneous. As applied to the orbits
of the planets in the Greek and also our modern Cosmos, the orbits and plan-
ets are both chronologically and ontologically simultaneous, necessary one
for the other in what Collingwood calls a one-to-one tight relationship.
The ANTIKYTHERA MECHANISM, as a computational device for such
orbital paths, is then a product of Sense III in which Collingwood describes



allow the smallest number of related gears within the mechanism to explain
more than one orbital path. These two interrelated concepts interestingly are
part of Collingwood’s Sense II, inasmuch as there was a volitional and condi-
tional aspect in generating the physical body of the Mechanism. How so? The
calendar count used for this was the ever-so-popular in the Ancient World Me-
tonic Calendar, developed fully in its Lunar synodical observation by Meton of
Athens, but widespread amongst the Hebrews and Babylonians, from whence
the count for the Antikythera Mechanism was devised. The volitional aspect,

association of Prime Numbers and the very idea of a compact astronomical
6
, R., An essay on metaphysics, p. 317.
25
A critical reection on the Antikythera Mechanism from an idealist perspective and its
implications on thechnological development as a means of understanding our Cosmos

mathematics, over against the derivational view as seen in Sense III.
This seems elegant, albeit being incomplete, as something else was re-
quired to be able to apply the Metonic Calendar, the factorisation using
Parmenides’ Proposition to the orbital paths of the known planets, and the
calculation of exacting periods for multiple celestial bodies using a lim-
itedphysical space. And it is exactly that, what Collingwood describes as
Minimum Space and Minimum Time.
7
For Collingwood, the advent of contemporary physics, as he draws a dis-
tinct line from Newton to Whitehead, has brought back a most important idea
that he seems to draw from Pythagoreanism, mainly, that the quantitative
and qualitative notions of physical reality are tied in together at the most

or time and space. As he states, the mathematics behind modern physics is a

as he is, with the metaphysics behind it. We cannot help but see here Aristo-
telian principles at work. In Physics II (154b-d), Aristotle already established
-

However, it is our suspicion that Collingwood, whilst not mentioning this
notion by name, is closer to Theodore of Smyrna’s supposition of a dynamic

a Byzantine commentator of Aristotle’s and one of his original insights is that



Theodore to separate place and motion, that is motion requires space, but

If we look at the combined elements that make up the Antikythera Mecha-
nism, we see that these three elements are at play: in having a Metonic Cycle
ruling the basic calculations alongside Parmenides’ Proposition, we have the

in Prime Numbers which in turn gives us the gearing required to establish the


This is most important as it is through a secondary place, devoid of vacuum

7
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Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
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making it clear that only in our modern Copenhagen Interpretation and thank
to the General Theory of Relativity can we understand this vacuum proper-

necessary, and we come full circle with our third Sense of Causation in the
dynamics of astronomical observation.
Collingwood, of course, was for the most part laying out a historical argu-
ment from the metaphysics of science. We merely complement it with some
elements from Theodore, but it is the application of such principles to the
study of the Antikythera Mechanism that are our focus.
The Antikythera Mechanism was built, as we have shown, with the pre-
suppositions of the physical science available at the time, which includes the
aforementioned metaphysical implications of time, space, motion, and place.
Perhaps we should explain this point further. Not only did Aristotle and his
commentators explain these topics at length for they were ultimately trying
to understand what Collingwood sees as one of the pivotal points in astrono-
my, that is: the relation between force and motion. This cannot be understated,
as it is a central aspect of both Newton’s and Kepler’s models for planetary
motion but one that, given the context from Theodore, we can see was also
paramount for Greek Cosmology.

energy and activity. It is always forceful. So, for Theodore’s and Colling-
wood’s dynamic cosmos, movement and so space- time will be dynamic, that
is, there is a positive activity, a drive that is intrinsic, a priori, and necessary
to the cosmos. So, inasmuch as the cosmos exists and we can perform
derivative mathematics from it, it is so because of this dynamism which, as
Collingwood explains, is not only a physical quality but a metaphysical real-
ity that underlies the material properties of space and that ultimately allows
for an understanding of the cosmos. So, we can establish with certainty that
this ontological realm grants epistemic quality to the cosmos which allows for
mathematical principles to be derived and explained. The Antikythera Mech-

that calculates and measures dynamic relations of orbital planes and cycles.
We must clarify once more, lest the reader think that Collingwood was

Greek Cosmology, that this is a personal insight from this author and one that
should be taken with a moderate view as Byzantine sources are scarce and

Greek and modern understanding of cosmology that is valuable and unique
as it allows for a more thorough understanding of the metaphysical under-
pinnings of this venture.
27
A critical reection on the Antikythera Mechanism from an idealist perspective and its
implications on thechnological development as a means of understanding our Cosmos
Having established a theoretical foundation for this discussion, let us cen-

The Mechanism is comprised of a central dome representing the Earth.
The discussion on Heliocentrism vs Geocentrism is an interesting one, but it
will not concern us so long as the metaphysical principles established from
Collingwood and Theodore remain true for either and all systems.
Adjacent and tied into the Geodome is a sphere to mark out the lunar
phases and its Zodiac position. The gears that are interlinked with the Me-
tonic Cycle according to the mathematical principles described above are, in
order: Mercury, Venus true Sun, Mars, Jupiter, and Saturn. Uranus and Nep-
tune would not be a part of the cosmic array until 1781 by Herschel and 1846

-
lations for a reason. As discussed above, one of the main concerns with the
theory behind orbital location was that of gravity as a force. We now know
8
9

as the Suns, so, as long as Jupiter accounts as a bridge in its ratio between Mars
and Saturn, all of the planetary locations and secondary locations can be more
or less accurately pinpointed as the prime factorisation will make Jupiter’s
calculation of its synodic and Metonic cycle the most accurate. The outer-
most disc marks the date, as well as the oppositions that will mark Lunar
and Solar Eclipses. The mechanisation process that was required to build the
mechanism is truly remarkable, as the authors of the article mention, as it al-


the philosophical value of analysing this mechanism.
What can we learn about the epistemic need to understand Nature, how are
we able to do so; what are our metaphysical presuppositions when approach-
ing the study of nature, and where does this lead in our contemporary society?
The metaphysical presuppositions have been discussed at length; howev-
er we can say more about the epistemic requirements and motivations.
And we point to both Collingwood and Harvard Professor Irad Kimhi
to give us a satisfying explanation of this. In Thinking and Being, Profes-

Parmenidean conundrum of the thought and the thinker being intrinsically
8
      

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.
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linked as the category of thought can only be a category for the thinker.
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And we would do well to recall Sense II that Collingwood proposes. The
actual computation and usage of a machine to determine relative positions


that this anthropocentrism might have to do with some utilitarian means to

brings up a radical question or rather, series of questions. They’re radical inas-
much as it can only be answered by speculation, one that must bridge almost

of the Antikythera Mechanism? Well, to study the cosmos. Yes, to what pur-
pose? What was in store for the designer of the Antikythera Mechanism?
Why go to such lengths to put together such a complex machine that involved
studying all the ancient cosmological theories and charts and piecing togeth-
er mathematical principles from logical views of the natural world?
Perhaps Collingwood wasn’t wrong in ascribing not only an anthropocen-


able to understand the movement of the cosmos would grant the wielder a
power that was quite terrible. Indeed, that of being able to establish not only
astrological data that was important for the religious and social life of a soci-

reaping and sowing of harvests.


festivals tied into the seasonal changes are the bloodline of civilisation. The
cosmos thus becomes an icon or iconographic representation of our own vo-
litions. And not because as humans we are able to control planetary motion
in any way, shape or form. Rather, that in understanding the structure of the
cosmos that surrounds us, we can make use of that cosmos to our advan-
tage, to pursue the ultimate Aristotelian goal in life: happiness. Now, it
is not our intention to leap into an ethical conclusion, nor do we think it is
the scope of this piece. Rather, we wish to show how an understanding of the
physical and metaphysical principles of the cosmos is both an epistemic and
moral activity for man. Ultimately, knowing when to reap and sow will pro-
vide sustenance for the anthropocentric gods and for ourselves, so there is
always a utilitarian bend on things. Seeing the cosmos as an icon, or as The-

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, I., Thinking and being (1
st
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2018, p. 14.
29
A critical reection on the Antikythera Mechanism from an idealist perspective and its
implications on thechnological development as a means of understanding our Cosmos
as a wheel within a wheel, takes us to the ultimate question on the nature of
-
mos? Saint Maximos tells us that the universe has a multiplicity of parts and
places that share in a single substance. In trying to understand this is that we
see causality as a priori to the cosmos, allowing for us to intervene and derive
principles from it.
And this leads us to analysing the implications on technological devel-

wonder, especially in the art of observing the cosmos. We no longer need
the Antikythera Mechanism to help us estimate planetary positions: we have
Hubble, Cassini, Huygens, Voyagers 1 and 2, New Horizons; we have SETI
and the International Space Station; and now we even have eyes and ears on
Mars with Perseverance and Zhurong.
Firstly, we must poise the question about the Third Sense of causation in
-
nus, Neptune, Pluto, and most recently the recognition of Ceres as a dwarf
planet
11
 
wouldn’t? To put it more bluntly, does our Solar System function without
us? As philosophers trying to unravel not only the substance of the natural
world but also the minds that wish to comprehend it, we must not be coy in
seeing a transition of Astronomy from being a purely theoretical science to an
applied one in Collingwood’s sense. Ever more we are not only seeking to
understand the planetary bodies that surround us but are claiming them by
human will for human gain under a human lens. Perseverance and Zhurong
-
pability of Martian soil and atmosphere; the Israeli Beresheet lander was there
to test Lunar minerals that might work towards cleaner energy on Earth;
the Parker Solar Probe was designed to study radio-magnetic interference
-
communications. We have here a most interesting transition from seeing
the cosmos as an icon of an ontological reality to an icon of our own needs.
In that sense, we have become the primary looker towards the secondary
place that Theodore was so concerned was a purely metaphysical exercise.
In doing so, we are learning to manipulate the cosmos as we manipulate

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lens, we see a most noble avocation in seeking to understand the immensity

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.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
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but rather, a historical reality that shifts according to human needs. And hu-
mans need to comprehend the cosmos in such a way that it may become an
asset, and no longer a vast expanse of mathematical wonder.

, Physics, McKeon & Reeve (18
th
ed.), New York: Random House, 2014,
pp. 192a10-200b5.

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, R., The idea of nature (1
st
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, R., An essay on metaphysics (2
nd
ed.), Lanham, Md: Univ. Pr. of
America, 1984.
 et
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021-84310-w
, I., Thinking and being (1
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versity Press, 2018.
, Complete Works, ed. John Cooper, Parmenides (1
st
ed.), Indianapolis: Hack-

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Metafísica y Persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699

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¿Una inteligencia articial natural? Algunas notas sobre la
biomímesis computacional de la inteligencia humana

Centro de Bioética, Universidad del Desarrollo, Chile
hv_mx@yahoo.com.mx

This article introduces the case that it does not seem plausible that AI can come to
be presented as interchangeable with human intellect, as if its processes could pass as
natural, as much as our intellectual exercise of understanding reality is. The paper shows
that even though AI reproduces the structure of human knowledge yet misses subjec-
tivity. And in that sense, strong AI could not overcome human knowledge, because it is
not able to see itself as an active spectator of itself, nor protagonist or responsible for its
actions. Though some think that the human being’s own lies in a dynamic combination

interdependent sociability. It is of no interest to AI to imitate our biographical temporal
vulnerability, although it would be interested in imitating rational autonomy; and it does
not need interdependent sociability either.
Keywords

Este artículo introduce el caso de que no parece plausible que la IA pueda llegar a pre-
sentarse como intercambiable con el intelecto humano, como si sus procesos pudieran pa-
sar tan naturales como lo es nuestro ejercicio intelectual de comprensión de la realidad. El
documento muestra que, aunque la IA reproduce la estructura del conocimiento humano,
aún pierde la subjetividad. Y en ese sentido, la IA fuerte no podría superar al conocimien-
to humano, porque no es capaz de verse a sí misma como espectadora activa de sí misma,
ni protagonista ni responsable de sus actos. Aunque algunos piensan que la propia del ser
humano radica en una combinación dinámica de diferentes características como la corpo-
reidad vulnerable, la racionalidad autónoma y la sociabilidad interdependiente. A la IA
1

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
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
32

imitar la autonomía racional; y tampoco necesita la sociabilidad interdependiente.
Palabras clave


-
sesses the principle of movement and rest in itself versus

tries to imitate the natural, sometimes it tries only to reproduce the natural,
but other times it tries to complete or perfect it.



refer to result.
         
achieve the synthesis of the active ingredient that triggers a natural reaction
-




 
with something natural, the limits of the natural and its potentialities estab-

they would not cut, but we can grow ears or aortic valves on the skin of a ro-
dent because for this it is only necessary to grow tissue within another tissue.
-
man cognitive abilities through its imitation, it focused its mimesis on the
operations of calculation and logical deduction, with the intention of making



encompasses all the advances that AI has introduced into our daily lives) and

33
A natural articial intelligence? Some notes on the
computational biomimicry of human intelligence
-
nition of what is meant by intelligence.

AI refers, beyond an imitation of human calculation processes, the study
and imitation of the way in which human solve problems through processes
of symbolic information.
2
AI does not include non-symbolic numerical infor-
mation processing systems but implies the ability to address and solve prob-

AI awakened the expectation of reproducing intelligent processes according
          
were strategy games, and later resolution of logarithmic problems, logical rea-
soning, simultaneous translation of languages and automatic reading of texts,

3

great indisputable goals, especially in expert systems and its ability to make
-
ent criteria for information processing are used. Today expert systems have
multiplied their functionality: they are able to diagnose, monitor, plan and
interpret information. In other areas such as speech recognition, simultane-
   
sought. That is weak IA. But strong AI implies the development of intelligent
machines with scopes like or greater than those of human intelligence, but
without understanding the operations and processes it executes. AI could
pose as natural intelligence, but, to this day, hardware has only been able to
emulate cognitive structure, while software emulates the process.
4
 natural

placed on the distance between AI and human intelligence rather than com-
2
 (Eds.), Diccionario
Interdisciplinar Austral
3
 A. (Ed.), Historia Universal del Pens-
amiento Filosóco
4
, G., Dizionario Interdisciplinare di Sci-
enza e Fede, Urbaniana University Press, 2002, vol. 1, pp. 771, 768.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
34


us is the nature of the exercise of our intellect; that is, there is a qualitative

-
monstrative reasoning from universal mathematics and the assumption that
human rationality was but part of that mathematics, such that the automation
of calculus would only have to reproduce those rational processes to emulate
and eventually supplant natural intelligence. This suggested that any problem
or logical approach could be calculated or reduced to a computable algorithm.
With the miniaturization of electronics, logic machines emerged over
arithmetic calculators. With feedback and self-organized systems, computers
in their modern form made their way as logical-symbolic operators. Subse-
quently, expert systems surprised by their ability to emulate humans special-
ized in a certain subject and became able to solve all kinds of problems by jus-
tifying the resolution process: they managed to acquire information based on
theories and accumulated experiences. There were able not only to acquire,
process, and store information quickly, but also to select and discriminate the

the context of the problem and its elements and through the understanding
of the symbolic language. That is communication.
5

them, but from trial and error and the analysis of the particularity of each
case, the system was able to solve problems in a human way. That is, learn

and assume failures in the process of acquisition, management or increase of
knowledge, etc. Gödel’s theorem stated that there were truths that the ma-
chine could not reach while human intelligence yes could. But identifying
how IA imitate human does not mean having found a way to be intelligent
in a human way. The limitations can also occur in humans. It is therefore

is possible that it is imitated by AI so that it can seem natural. That is, if the
machine can really think and not just acquire, store and process information;
abilities in which they are indisputably superior to humans.
If we notice how the human neural network operates, we will notice that
it adjusts its semantics through learning: from children the human explores,
plays, rehearses, corrects by contrasting his body with the environment that
5
, T., Homo Cybersapiens. La inteligencia articial y lo humano, Pamplona: EUNSA,
2002, p. 39.
35
A natural articial intelligence? Some notes on the
computational biomimicry of human intelligence
surrounds him, facing another everything: it reveals a joyful, irritable, dissat-
-
pears, with its words and symbols, contact with reality is not carried out di-
rectly, through the external senses; neither only in a sentimental or emotional
way, but through formal signs and symbols, which only have the semantics
and feelings that we assign to them.
In that sense, both the human being and a computer manipulate symbols,
although the human knows that he only deals with signs and symbols. When


their action because if they tried they would put their survival at risk. In hu-

ideas we formulate on a particular issue are the right ones, and if not, what is
the way to adjust them.
-
ness of our ideas, we warn that information is only information. And when
that happens, the signs and symbols of language and communication are
shown as a reality that refers to something external (intentionality). When
the human being asks a question, he knows that the questions are only ques-
tions, that he will have to adjust, correct, or suspend them because he knows
that what has been achieved through the answers is not all the information
to be acquired, and this can only be achieved by an exercise of consciousness.
Machines and animals are intentional and require and acquire informa-
tion. While in the human intellect there is much more than that. In animal
intentionality the fundamental thing is to adapt to reality; he can only do
what comes to his mind, to ensure survival.
But human intelligence goes beyond that. It does not stop at conclusions.
If it only prompted answers and not new questions it would fail in an anthro-
pological sense because asking is a healthy sign of knowing how to put in pa-

ability by which we possess, master, or direct our information (and we know
that it is only information), is combined with curiosity that leads us to new
questions about each reality and the set of realities.
6
Human intelligence does not just solve problems: it creates them and gets
into more trouble; not because it wants to complicate existence, but as a way of
recognizing the complexity of the world around it in all its aspects. The human

6
, T., Homo Cybersapiens... pp. 133, 175.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
36
carrying out projects, considering new possibilities, because when discovering
that ideas are only ideas, the human being warns that there is more reality than
thought. If AI did the same thing, it would have to be called natural.

and meaningful interactions with the intention of contributing, enriching, in-
creasing, or varying the understanding of real interactions.
In this sense, it does not seem that computer neural networks operate in
-

there is; they operate what there is and according to what there is, without
further questioning.


requiring thought: and AI seems to be primarily concerned with the imitation


The modes of reasoning, i.e., rational skills, are methods of knowledge,
but not of thinking. Asking questions about the known goes beyond ratio-
nal skill itself, which is what computer science and cybernetics all about are.
Asking myself questions about these methods of acquiring and processing
information, leads me to a meta-science, a meta-logic, a meta-mathematical,
which allows me to possess and direct reason (always instrumental) and its
results. Reason requires to be directed, while the intellect directs and allows
to act well or to run well. That is, to think wisely, sensibly, with the increase
in the capacity to understand what this entails.
-

and makes our intelligence ready to know and understand the world in front of it.
That turns our mind into a free intelligence that invents, dominates, har-
monizes, directs, rational skills, and turns them not only into skills for obtain-
ing information but into a source of understanding. Therein lies our pecu-
liarity, in our ability and interest to understand, not just to learn to conclude.
The social character intrinsic to our nature implies not only the mutual de-
pendence between humans to communicate but also for the mastery and en-
richment of our cognitive operations, which are not achieved in solitude and
37
A natural articial intelligence? Some notes on the
computational biomimicry of human intelligence
without dialogue, which is only achieved with the development of culture.

a man lies in our ability to cultivate dialogue as a basis for acquiring intellec-
tual habits that allow us to conquer the freedom of thought; because rational
machines do not actually possess the knowledge they imitate and reproduce,
nor do they have the freedom to know.
AI reproduces the structure of human knowledge but misses subjectivity.
And in that sense, strong AI could not overcome human knowledge, because
it is not able to see itself as an active spectator of itself, nor protagonist or
responsible for its actions.
Some think that the human being’s own lies in a dynamic combination of
-
ity, and interdependent sociability. It is of no interest to AI to imitate our bi-
ographical temporal vulnerability, although it would be interested in imitating
rational autonomy; and it does not need interdependent sociability either.
natural
It has been suggested throughout this text that it does not seem plausible
that AI can come to be presented as interchangeable with human intellect, as
if its processes could pass as natural, as much as our intellectual exercise of
understanding reality is.
-
ity of acquisition, processing, and increase of information, called rationality
(which would be imitable and widely surpass able by rational machines),
with respect to the intellectual skills that are exercised to understand reality,
not just go from one premise to another syllogistically, because AI does not
require understanding to compute, manage or optimize the information that
is generated in its processes.
7
Perhaps we have come to think about the possibility of strong AI by iden-
        
brain operability of the human being is carried out from the perspective of
the third person; while the most intimate of our mental operation, that which
is only self-transparent to the subject in which it occurs, belong to the per-

7
¿Qué tan natural es la inteligencia articial? Sobre los límites y alcances de la
biomímesis computacionalNaturaleza y libertad, núm. 12, 2019, pp. 245-256.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
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
we notice that we know we exist, we know who we are and what we do. This
is not in the AI scenario because to work it does not require a biographical
singularity of the information processing it produces. The same can be said


others, we coexist and penetrate the intimacy of the other and manifest the
intimacy that constitutes us from within. This knowledge is reached from
the perspective of the second person.
When AI seeks to emulate, overcome, and supplant the unique character
of the human being, it reduces those two perspectives to one through the
naturalization of knowledge. It is a reductionism of human wealth from the
perspective of the third person.
And when we forget the individual, unique, unrepeatable character of
each of us, we are facing a reductionism of the second person, which is in-
tended to be possible in the latest developments of AI.
-
ously fruit of intellectual operability) is that we have blurred the scope, limits,
and realistic expectations of the variants of AI. Understanding this (not only
inferring it), calibrating it, weighing it, can help us avoid false reductionisms,
but also unwarranted fears. AI will continue to give us tools to not depend on
our limited discursive capacity, but it will still be at our disposal to be taken
in its true social, cultural, and technological dimension, and for this, there is
no biological mimesis that is enough.

          
(Eds.), Diccionario Interdisciplinar Austral
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, T., Homo Cybersapiens. La inteligencia articial y lo humano, Pamplona:
EUNSA, 2002.
, G., Dizionario Interdisci-
plinare di Scienza e Fede, Urbaniana University Press, 2002, vol. 1, pp. 767-781.
 A. (Ed.), Historia Univer-
sal del Pensamiento Filosóco
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2019, pp. 245-256.
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
¿Qué tipo de “inteligencia” es la Inteligencia Articial?

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panielosberto.reyes@upaep.mx

In this article I carry a study of some comparative terms that aim to help narrowing down

-
ing the acts of a kind of agent, a mind that interprets and knows itself while knowing, and as
-
tegrated view of intelligence emerges, and hence sheds light about what kind of intelligence is

and psychological conceptions of intelligence, and hence we have been able to interpret to what

Keywords
Philosophy of Mind.

En este artículo realizo un estudio de algunos términos comparativos que buscan acotar
-

para la integración de los actos de un cierto tipo de agente, una mente que interpreta y se
conoce a sí misma mientras conoce las cosas. La inteligencia también emerge como el con-
junto de operaciones y funciones que tienen los seres inteligentes. Con tales aspectos de la
inteligencia se construye una visión más integrada y apropiada del término y así se adquiere

es un punto de partida necesario para entender los problemas de las visiones reduccionistas
puramente psicologistas o funcionales de la inteligencia, y desde allí se juzga hasta dónde

Palabras clave
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1
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Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
40


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describing the senses in which the concept has been understood and its gener-
alisations present in the inter-sectional and trans-disciplinary character of the

from knowing the origins and theories of intelligence that were advanced by
the great minds of the past, this will reveal both the limitations as well as the

-


we will pursue their understanding. In addition, it is also the case that our time
has produced a renewed inquiry over the varieties of human intelligence and

in our time on the role that emotions play in our conscious and intellectual
  
intelligence to construct a more integrated view of AI: we aim for an enriched
view that will include metaphysical aspects of intelligence, epistemological
aspects of our knowledge of intelligent beings, as well as psychological traits.


technological, theoretical and practical challenges demand.

     -


to the composite origin of the term we ought to follow St. Thomas Aquinas,
-

interpreter is an intelligence that captures the sense or meaning of the inter-
pretation. The doctrine of intelligence, that Aristotle introduced in his famous
On the Soul) is examined by St. Thomas and incorporat-
ed to a metaphysical theory of intelligence and being. In his treatment he dis-
41
What kind “intelligence” is Artificial Intelligence?

that concerns human intelligence. Broadly introduced, Thomas Aquinas tells
us that the intellect in general can be conceived from the metaphysical theory
of modes of being of act and potency, leading us to see that there are poten-


contemplates the intellectual concepts by which we can think, while the in-
tellect in act (intellect agency) carries mental operations while is conscious of
them. In this way, the medieval theory of intelligence, particularly the Aristo-
-
ing to its functional properties, but its contents too and, furthermore, includes


2
Going even further back in time, for thinkers as St. Augustine, who is one
of the main sources for the understanding of the history of the concept of
intelligence in the Middle Ages, Intelligence (mens) is a faculty that is above
the simple ability to reason logically; it also includes the ability to remember,
to think, to judge and to deliberate and decide meaningfully. This antecedent
was important for St. Thomas and later Aristotelians like John Duns Scotus.

of the two intellects explained above. For St. Thomas, as it has been stated,

means, in the interpretation provided by Peter Geach
3
 -
tively thought. Saint Thomas also not only understands intelligence as an
activity (act) but as a habit, he tells us that intelligence is a habitus principiorum
(habit of principles), a continuous activity that happens according to princi-
ples. The relevance of these ideas is that they tell us what is the fundamental
metaphysical nature of intelligence: intelligence is a mode of being, not only
a set of operations and functions.
Early Medieval Islamic philosophers such as Ibn Sina (known in the Latin
Medieval West as Avicenna) and Ibn Rushd (known in the Latin Medieval
West as Averroes) used the concept of intelligence in order to make sense

 -
terpreted. In doing their contribution to the topic of intelligence the Islamic
philosophers explained intelligence as the ability to follow laws of thought
that belong to a logic. The knowledge that an intelligence develops over a
2
Cf. , S., I, q. 14, a 1, q. 55, a. 1, q. 79, a. 2; y Coment. In De An.; L. III, c. 2, lec. 2; c.4, lec. 7
y 9, c. 5, lec. 10; c. 7, lec. 12; c. 8, lec. 3, etc.
3
, God and the Soul, London: Routledge and Kegan Paul, 1969.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
42
given topic depends on the logic in which that topic falls: an intelligence is a

and develops habits about such operations.

some proper traits of intelligent lives are not only the functions and opera-
tions. In our own time and grounded on the above tradition, philosophers
-

views of S-AI because they reduce intelligence to an ability of perform op-
erations that forgets about the meaning and consciousness of them. In other
words and following Searle’s reasoning, it is not only about describing the
logical syntax of language, but to make sense of how can we have a con-
-

An American polymath and philosopher of the 19th Century, Charles
Sanders Peirce, reminds us of thought as the using of signs; a sign can only

and, therefore, underlies the importance of understanding how signs work.
Should we wanted to understand the nature of thought, we need to under-
stand the nature of signs. Peirce formed a rigorous science of signs to give

interpretation is an essential aspect of the sign-relation: each sign needs in-
terpretation in order to be a sign of something. There are there basic kinds of
signs from the view point of the interpretant (the way of interpretation that
we might have of it): icons, indices, and symbols. Each kind of sign involves
three characteristics:
1. 
2. That of what the sign is about, i.e., the object of the sign (for example,
a speed limit, road works ahead, etc.)
3. -

expect for a driver after seeing the sign).


According to Peirce, even the interpretant itself (z) is meant to become a fur-
ther sign. As such, the interpretant must be interpreted by a further inter-
pretant that is wider in scope, which in turn is interpreted for another… and
so on. Therefore, there is no limit to the process of interpretation. Inasmuch
as there is an intelligence, an intelligence will be so manifested as a capacity

43
What kind “intelligence” is Artificial Intelligence?
 
which the convergence of interpreting minds will approach in their converg-
ing interpretations.
Since Peirce holds that interpretants are themselves signs and, hence, they
must be interpreted, he thinks that the interpretation of signs must be a com-

-
volves generations of communities of interpretation. Intelligence is, therefore,
at least to a minimal sense, the ability to interpret signs in a self-conscious and
self-controlled way, not only performing some functional operations.

         
similar or related concepts such as understanding, intellect, reason. Ferrater
Mora rightly points out that in our time there is a pervasive use of the term


4
In such a case, intelligence can be interpreted

by some organisms to adapt to new situations using for such a purpose the

5
Thus, there are many famous experiments in which it is shown how an-
imals show and exhibit this kind of intelligence in the sense of being a psy-
chological function of adaptation. In this sense of intelligence, W. Köhler’s
experiments on chimps and their behaviour are presented to the reader as

-
ed by such primates.
There is certainly no doubt that the contributions to psychology are valu-
able to contribute to an enrichment on the understanding of what kind of be-
haviours intelligent beings exhibit, and these are important to qualify distinct
intelligent behaviours. However, these ways of talking about intelligence
might hamper rather than help an inquiry into what is the meaning of intel-
ligence, since already take for granted that intelligence is adaptation, such
      
4
, Diccionario de losoa, Madrid: Alianza, 1990, p. 1873.
5
, Diccionario de losoa, p. 1873.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
44
with these kind of viewpoints is the total absence of fundamental metaphys-
ical and epistemological aspects of intelligence: a mind that interprets has to
be a very particular kind of being, not only one that functionally responds
to some operative expectations. This kind of reductionism about the concept
of intelligence has been the main obstacle to overcome some views of intel-
ligence that exaggerate the value of some technological achievements in the


        -
      
-
-
standing, living beings will exhibit certain functions that are acknowledged
as intelligent. Ferrater Mora tells us in his famous dictionary of philosophy

in the course of which calculations are carried, problems (mathematical and
otherwise) are solved, games are played (e.g., a Chess game), learning is hap-


6
Hence AI is more frequently understood as the ability to programme an

However, even as of today, machines function with a kind of programming
-

technology has made great advances at an accelerated rate, and even in the
use of programming that does not necessarily depend on the logic mentioned
above, but trying fuzzy logics, multi-valued logics, even quantum logic that
-
ics. But these advancements, though very impressive, still do not mean that
the systems that perform these highly sophisticated tasks are conscious.
According to a number of thinkers that follow the ideas of Alan Turing, if
a machine could develop in such a way that its operations and the linguistic
expression of these were indistinguishable from the ones of a human being
that is behaving rationally then this will entail the judgement that this AI is
-
6
, Diccionario de losoa, 1875.
45
What kind “intelligence” is Artificial Intelligence?

and operations that were thought only in the scope of intelligent human be-

However, American philosopher of ordinary language John Searle has
-
ing’s ideas. Indeed, Searle articulated a famous thought-experiment known

argument of the Chinese room pictures a digital computer that executes a
       
        

behaviour of an intelligent human being a computer is, still does not mean

Behavioural and Brain Sciences in 1980 in the article

The argument is clearly addressed against the philosophical views that
understand intelligence through a computational or functional theory (i.e.,
they already presuppose a reductionist approach to intelligence). Most spe-



with correct inputs and outputs of information would have in virtue of that a

7
Searle’s thought experiment begins with this hypothetical premise: suppose
that some research on AI has been successful in construction a computer that
behaves as if could understand the Chinese language (let us say, Cantonese).
The programme assumes the Chinese characters and symbols in the input slot
and, following the instructions of a computational programme that describes
-
pose that in the same way this computer carries its tasks so convincingly that
without a problem outstandingly passes the Turing test, consequently con-
vincing the Cantonese speakers that the program is a living speaker of Can-
tonese. Thus, to every relevant question that a person does, the output slot

of Cantonese is convinced that inside the room there is another human being
that actually understands the language. Finally, then, the question that Searle


7
Behavioral and Brain Sciences, núm. 3, 198, p. 1.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
46
          

Searle then, supposes that he himself is the one that is in the closed room
and has a book with an English version of the interactive, he also has papers,
pencils, erasers and a lot of information in relevant shelves. Searle could be
receiving Cantonese characters through the slot in the door, he could process
such characters with the book of instructions, and producing new pieces of
paper as answers. If the computer has passed the test of Turing in this way
it will necessarily follow that Searle did too, but they are only following the
manual of instructions, neither Searle nor the computer understand what the
whole thing means.


in the sense in which we think when we understand, we cannot then adscribe
a mind to the machine in the usual sense of the term. In consequence, Searle

the Turing test. However, even if Searle’s overall argument is perfectly sound
(as it really shows that there is a missing key aspect of intelligence, our con-
sciousness of experience), many computer scientists might claim that the colos-
al amount of computational networks has grown exponentially on the capacity
of predicting human behaviour, concluding that computers know ourselves
-
er massive the amount of information could be recombined, this still does not
mean consciousness. This keeps being a qualitatively syntactic and functional
aspect of the operations, and it does not become what David Chalmers has

from a great syntactical web, it is needed to navigate willingly in the network
of meanings and experiences that the web might represent: it is the interpretant
missing in the sheer representation.

       
-
sition between a rational life and emotions, as though intelligence in order

47
What kind “intelligence” is Artificial Intelligence?
authors such as Daniel Goleman
8
have vindicated the Intelligent character of
the integration of emotions and the psychological life of the mind. However,

of the value of emotions to the intellectual life: thus, just to invoke an appeal-
ing example, there are interesting texts such as Brady.
9
Unfortunately, these
important developments have been struggling with a prejudiced view that
revokes emotions as fundamentally irrational. Contemporary philosophy of
emotions, as opposed to the negative assessment of emotions, values a positive
role in moral emotions in the formation of a mature and autonomous moral
character. Philosophy of emotion has even discovered that the sheer desire of
knowledge and the unrestricted search for truth is endorsed by an intellectual
emotion: even the classical philosophy of Plato and Aristotle is in tune with
this belief that intelligence starts with the desire for truth and knowledge. If we
examine our intellectual lives we discover that our consciousness and aware-


other words: a fuller sense of awareness and consciousness emerges from the
integration of our intelligence of our emotional states. In Hegel’s philosophy,
for instance, particularly in his Phenomenology of the Spirit
10
he introduces us
to a gradual growth of consciousness that allows us the understanding of our
experience and the intelligence of it not as a monolithic or uniform phenom-

-
ence. Thus, far from expelling emotions from our consciousness, we become
more capable of evaluate our life as intelligent if we take on account the value

This clearly goes far beyond a purely functional aspect of intelligence.

In this article I have introduced some comparative terms that aim to help
-
dition that actually produced the term itself, acknowledging that it is a term
that has been suitable for integrating the acts of a kind of agent, a mind that
interprets and knows itself while knowing, and as the operations and func-
8
, Emotional Intelligence: Why It Can Maer More Than IQ, New York: Bantam Books,
1995; , Working with Emotional Intelligence, New York: Bantam Books, 1998.
9
, Emotion: the basics, London: Routledge, 2019.
10
, G. W. F., Phenomenology of Spirit, translated by Terry Pinkard, Cambridge: Cambridge
University Press, 2017.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
48

view of intelligence emerges. This view is a cornerstone to understanding the
problems of purely functional and psychological conceptions of intelligence,
and hence we have been able to interpret to what extend we can properly
-
sidered that there is a growing realisation of the emotional component of

intelligence and therefore questions the functional reductionism. Consider-

conscious life goes beyond consciousness of thought: it is also consciousness
of feelings and the awareness of realities that are meaningful to us. An issue
that still remains open here, however, is the explanation of how the intelli-
gent life includes the consciousness of emotional experience as well as the
moral experience and the aesthetic experience. This has to be emphasised in
future explorations to avoid reductionists accounts of intelligence, but not
only that, we also need to open the discussion to a greater deepening on the


intelligence, but it will be wrong to mistake one for another.

, Emotion: the basics, London: Routledge, 2019

  Diccionario de losoa, Madrid: Alianza, 1990.
, God and the Soul, London: Routledge and Kegan Paul, 1969.
, Emotional Intelligence: Why It Can Maer More Than IQ, New
York: Bantam Books, 1995.
, Working with Emotional Intelligence, New York: Bantam Books, 1998.
, G. W. F., Phenomenology of Spirit, translated by Terry Pinkard, Cambridge:
Cambridge University Press, 2017.
and,
Collected papers of Charles Sanders Peirce, Cambridge, Mass: Belknap Press of
Harvard University Press, 1965.
Behavioral and Brain Sciences, núm.
3, 198, pp. 417-57.
49
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
Algunas observaciones sobre las críticas de Leibniz a la mecánica

UPAEP, Universidad
roberto.casales@upaep.mx

The main purpose of this paper is to analyze some of Leibniz’s critics of mechanics in
order to understand its limitations, particularly those that help to clarify the distinction
between the machines made by human beings and machines of nature. To understand
Leibniz’s critics of mechanics, we divided them into three kinds: 1. critics of the Cartesian
conception of extension; 2. Leibniz´s mill argument; and 3. the irreducibility of living be-
ing too simple machines or artifacts.
Keywords: force, mechanics, machine of nature, perception, body.

El objetivo principal de este artículo es analizar algunas de las críticas de Leibniz al
mecanicismo, con la intención de comprender sus limitaciones, particularmente aquellas
que nos ayudan a esclarecer la distinción entre las máquinas fabricadas por los seres hu-
manos y las máquinas de la naturaleza. Para entender las críticas de Leibniz al mecanicis-
mo, las hemos dividido en tres: 1. las críticas a la concepción cartesiana de extensión; 2.
el argumento leibniziano del molino; y 3. la irreductibilidad de los seres vivos a simples
máquinas o artefactos.
Palabras clave: fuerza, mecanicismo, máquina de la naturaleza, percepción, cuerpo.

In a famous letter to Nicolas Remond, dated on January 10
th
of 1714,
Leibniz mentioned that, after studying some modern philosophers and
1



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50
thinkers at the age of fifteen, he went to the Rosetal to deliberate whether
to preserve substantial forms or not. Even when he chooses mechanics
over metaphysics at that moment, his further investigations on the ulti-
mate grounds of mechanics and the laws of motion lead him to conclude


2
A statement that can also be found in his New
System of the Nature and the Communication of Substances of 1695, where he
argues that
after trying to explore the principles of mechanics itself in order to account
for the laws of nature which we learn from experience, I perceived that the
sole consideration of extended mass was not enough but that it was necessary,
in addition, to use the concept of force 
of metaphysics.
3
These biographical notes let us see that his adscription to mechanics was
ambiguous since he, on one side, state that every natural phenomena could

-
cally, since they depend on more sublime principles which show the wisdom

4
Even when Leibniz is considered as a relevant precursor for computing

5
especially for his improvements in mathemat-
ics and logic, his developments for the mines of Harz, and his calculator,
his ambiguous adscription to mechanics reveals some of the limits not only
of this account of nature but also of our technological improvements. The
main purpose of this paper is to analyze some of Leibniz’s critics of me-
chanics in order to understand these limitations, particularly those that
help to clarify the distinction between the machines made by human beings
and machines of nature. To understand Leibniz’s critics of mechanics, we
divided these into three kinds: 1. critics of the Cartesian conception of ex-
tension; 2. Leibniz´s mill argument; and 3. the irreducibility of living being
too simple machines or artifacts.
2
Loemker, 655. All references from Leibniz and Descartes will be quoted according to the
canonical style of citation.
3
Loemker, 454; GP IV, 478.
4
Tentamen anagogicum, Loemecker, 478; GP VII, 272; see also: Extrait d’une leer de M. de Leibniz
sur la question, si l’essence du corps consiste dans l’Etendue, Lamarra 204-205.
5

, A., Leibniz. Máquinas inteligentes, multicultura-
lismo y ética de la vida, Granada: Comares (Nova Leibniz Latina 2), pp. 5-28.
51
Some remarks about Leibniz’s critics to mechanics

Descartes notion of extension is quite relevant for mechanics not only be-
cause he sustains that extension constitutes the true nature or essence of all
bodies,
6
but also because, as Gilson noticed, it allows him to develop a form of


7
If the essence of all
bodies consists in extension, then we can measure and describe every natural
phenomena through the lengths of a mathematical equation. Even when Leib-
niz accepts that every natural phenomena can be explained mechanically, and
thus by mathematical means, he clearly sustain in a brief text of 1677 that this
account of nature only correspond to our cognitive limitations:
First of all, I take it to be certain that all things come about through certain
intelligible causes, or causes which we could perceive if some angel wished
to reveal them to us. And since we may perceive nothing accurately except

to be explained through these four. But because we are now speaking of those
things which seem to take place without perception, such as the reactions of
liquids, the precipitations of salts, etc., we have no means of explaining them

8
According to Leibniz, extension and mechanics only correspond to how
we can represent the external and phenomenical world through perception:
every natural phenomena can be explained mechanically, through mathe-
matical means, only because, as we can see in his correspondence with De

in things, like the rainbow or the mock-sun, and all reality belongs only to

9
By giving a phenomenical character to all bodies, Leibniz is not
saying that they lack of reality, but only that it is grounded in something
else and, therefore, that the true essence or nature of bodies cannot consist
only in extension. What Leibniz is denying is the substantial character of ex-
-

into plurality, continuity and coexistence or the existence of parts at one and

10
As a property of things, according to Leibniz, extension is

6
Treatise on light, Ariew 37; AT XI, 36.
7
 The Unity of Philosophical Experience, New York: Charles Scribner’s Sons, 1950, p. 133.
8
De modo perveniendi ad veram corporum analysin et resum naturalium causas, Loemker,
173; GP VII, 265.
9
Leer from Leibniz to De Volder from June 30th of 1704, Loemker, 536; GP II, 270.
10
Leer from Leibniz to De Volder from march 24
th
of 1699, Loemker, 516; GP II, 169.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
52


11
In a second argument to deny the substantiality of extension, as we can see
in a brief text from 1691, Leibniz state that if the true essence of bodies consists
in extension, extension alone should be enough to explain every property of
bodies.
12
Extension, as Laura Herrera noticed,
13
is not enough to explain the
transmission of movement that happens in the collision of two or more bodies,

would be, at most, explained by the mere geometric composition of move-
ments, without explaining the ultimate causes of movement.
14
Another reason
-

cannot make up a complete entity, no action or change can be deduced from it,
it expresses only a present state, not at all the future and past as the concept of a

15



16
Both reasons to deny the substantial character of extension aim to the
-
plies that if we need to
change the point of view from foronomics to dynamics. Alternatively, if de-
sired, to pass from describing movement with exactitude to explain it. The
distinction between describing and explaining seem unequivocal, as it can
be seen when we confront rough descriptions and explanations that lead us
to the ultimate causes.
17
Even when we can explain everything mechanically, mechanics only rep-
resents one form to approach to nature, especially when we want to under-
stand the realm of living beings, as we will see in Leibniz’s mill argument
against mechanical materialism.
11
Nullum quidem librum contra philosohpian Cartesianam
12
Extrait d’une leer de M. de Leibniz sur la question, si l’essence du corps consiste dans l’Etendue,
Lamarra, 203.
13
, S. &
, M. (Eds.), Leibniz en la losofía y la ciencia modernas, Granada: Comares,
2010, p. 284.
14
Extrait d’une leer de M. de Leibniz sur la question, si l’essence du corps consiste dans l’Etendue,
Lamarra, 203.
15
Draft of a leer from Leibniz to Arnauld, Mason, 88; Finster, 186.
16
Draft of ‘New System for the Explaining the Nature of Substances and the Communication between
them, as well as the Union of the Soul with the Body, Woolhouse, 25; GP IV, 476.
17
Juan Arana 2013: 63.
53
Some remarks about Leibniz’s critics to mechanics

Beyond the Cartesian conception of extension and its applications to nat-

measured and, therefore, described through a mathematical equation, but
also that we can explain every single natural change by understanding two
things: the parts that constitute the machine, i.e., the gears that make this ma-
chine work, and the way that these parts interact.
18
Leibniz believes that we
can only apply this mechanical criterion to explain the interaction of bodies,


19
since bodies, according to §79 of his Monadology,

20
Howev-
er, he also states that we cannot apply the same criterion to explain the inner

21
since their
inner actions, as he states in §2 of his Principles of Nature and of Grace, Based on
Reasonperceptions
appetitions
-

22
By grounding mechanics in his dynamics and not only in
-
New Essays in Human Understanding


23
or, as he claims in the §1 of his Principles of Nature and of Grace,
Based on Reasonsubstance 
24
while in bodies or
compounds their activity consist in motion, the activity of monads consist in
perception and appetite, two inner activities of this soul-like entities.
When Leibniz state that each body or compound is not one substance but
an aggregate of substances,
25
he is also saying that the force that explains mo-
tion, considered as a derivative force, proceeds from an inner primitive force


26
According to this approach, as we can see
18
, H., ¿Qué es la naturaleza? Introducción losóca a la historia de la
ciencia, México: Porrúa, 2007, p. 87.
19
Considerations on vital Principles and Plastic Natures, Loemker, 587; GP VI, 541.
20
Loemker, 651; GP VI, 620.
21
Monadology, Loemker, 643; GP VI, 607.
22
Loemker, 636; Robinet I, 29.
23
AA VI, 6, 53.
24
Loemker, 636; Robinet I, 27.
25
Communicata ex disputationibus cum Fardella, de serie rerum, corporibus et substantiis, et de praede-
terminatione, AA VI, 4B, 1668.
26
Leer from Leibniz to De Volder from June 20th of 1703, Loemker, 530; GP II, 251.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
54
in §11 of his On Nature Itself-


force of resistance that he locates in prime maer-

27
Since action and motion
are not something that can be derived from this prime maer or mass, Leibniz
concludes that we need to presuppose something else in bodies that explain
-
stance a primary entelechyprôton dektikòn) of activity, that is,
a primitive motive force which, superadded to extension, or what is merely
geometrical, and mass, or what is merely material, always acts indeed and

28
As we can see
in §11 of his New System, these primary entelechies constitute the
real unities absolutely devoid of parts, that can be the sources of actions, and

ultimate elements in the analysis of sunstances…they have something of the
nature of life and a kind of perception.
29
Even when we can explain every corporal movement by mechanical means,
as the result of the impact of another body, this movement can be described,
in Leibniz’s opinion, as an external expression of the inner force of things,
something that depends on the existence of monads. This soul-like entities,

internal principle
30
The inner action of
monads, as we already state, consist in perception and appetite: while per-
etail in that which changes
31
which
express or represent what is outside (the external world) from the inside,
32
as


33
Since monads are
always acting, we can infer that they are always perceiving and passing from
one perception to another, even when they are not aware of their own per-
ceptions, as we can see in the Preface of his New Essays, when he introduced
-

soul itself, of which we are unaware because these impressions are either too
27
Loemker, 503; GP IV, 510.
28
On Nature Itself, Loemker, 503; GP IV, 511.
29
Woolhouse, 16; GP IV, 482-483.
30
Monadology, Loemker, 643-644; GP VI, 608.
31
Monadology, Loemker, 644; GP VI, 608.
32
Leer to R.C. Wagner from June 4th of 1710, GP VII, 329-330.
33
Monadology, Loemker, 644; GP VI, 609.
55
Some remarks about Leibniz’s critics to mechanics
-

34
Monads always perceive something, even

those monads whose perceptions cannot reach the level of sensation.
35
All of
this allow us to understand the ontological background of his mill argument
against mechanical materialism, as we can see in §17 of his Monadology:
It must be confessed, moreover, that perception and what depends on it are
inexplicable by mechanical reasons-
tend that there is a machine whose structure enables it to think, feel, and
have perception, one could think of it as enlarged yet preserving its same
proportions, so that one could enter it as one does a mill. If we did this, we

never see anything which would explain a perception. So it is in the simple
substance, and not in the composite substance or machine, that perception
   
and their changes- that can be found in simple substance. It is in this alone
that the internal actions of simple substances can consist.
36
As Paul Lodge noticed, the key to understand Leibniz’s mill argument is
-
poreal being is a mechanical system and, therefore, that material things are
entities whose behavior can be accurately and exhaustively explained by ad-
verting to nothing other than the sizes and shapes of impenetrable particles
that have the power to receive motion from other particles through impact or
as a result of the direct activity of immaterial entities upon them.
37

will see that Leibniz agrees with mechanical materialists in saying that every
corporeal natural phenomenon is prone to a mechanical explanation, some-
thing that, however, cannot apply to perception and appetite, the inner ac-
tivity of monads, since they do not depend on any corporeal or geometrical
thing. Mental states like perception and appetite, even when they could be
related with sensation and, in this way, with the impressions that we receive
through some of our organs, cannot be explained in mechanical terms since

38
By understanding
the parts that constitute our body, conceived as a natural machine, and the
34
AA VI, 6, 53.
35
Monadology, Loemker, 644; GP VI, 610.
36
Monadology, Loemker, 644; GP VI, 609.
37
Ergo, vol. 1,
num. 3, 2014, p. 81.
38

Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
56
way they interact, i.e., the way that they behave, we would never see some-
thing that explains our mental states:
sentient or thinking being is not a mechanical thing like a watch or a mill: one
cannot conceive of sizes and shapes and motions combining mechanically to

there was nothing of the kind.
39

As we can see at the end of §2 of his New System, Leibniz’s concerns about
mechanics are not only related to the Cartesian notion of extension but also
-


40
Leibniz also makes this critic to Descartes when he explains, in
§2 of his Principles of Nature and of Grace, Based on Reason, the distinction be-

stating that all our perceptions are apperceived, i.e., that every mental state
is conscious,
41

that there is no soul in beast, still less other principles of life
42
In this way,
Leibniz not only recognize that animals have souls but also that every living
being have one, including plants, since they have perceptions and appetites:


43
All of
this means that even when Leibniz accepts a mechanical account of bodies,


44
The reason

not only that living beings have a soul that guarantees the unity of the entire
organism, since bodies without a soul can only be considered as mere aggre-
gates of beings without any further vinculum
45

-
39
New Essays, AA VI, 6, 66-67.
40
Woolhouse, 11; GP IV, 478.
41
AT, VIII, 160.
42
Loemker, 637; Robinet I, 37.
43
New Essays, AA VI, 6, 139.
44

Machines of Nature and
Corporeal Substances in Leibniz, Dordrecht-Heidelberg-London-New York: Springer, 2011, p. 65.
45
Nullum quidem librum contra philosohpian Cartesianam, GP IV, 395-396.
57
Some remarks about Leibniz’s critics to mechanics

46
but also because their complex structure, which make them quite
Monadology:
So each organic body belonging to a living being is a kind of divine machine
 -
chine made by human art is not a machine in each of its parts; for example,

far as we are concerned, and which do not have the character of a machine,



divine art and ours.
47
Even when Leibniz describes the structure of an organism in terms of a
mechanism, as he asserts in his New Essays about the bodies of plants and
animals,
48


49
This program can
-

50

51

number of organs or machines but rather the very structure of a natural ma-

ad innitum
52
something that helps us to understand in which sense Leibniz


53
and, on the

itself indestructible but also the animal itself, although its machine may often

54
In this
way, as he states in his correspondence with De Volder,
-
chines, I think it must be added at the same time that it forms one machine
46
Leibniz a Foucher, GP I, 391.
47
Loemker, 649; GP VI, 618.
48
AA VI, 6, 139.
49
, J.E. & Machines of
Nature and Corporeal Substances in Leibniz, Dordrecht-Heidelberg-London-New York: Spring-
er, 2011, p. 2.
50
Nullum quidem librum contra philosohpian Cartesianam, GP IV, 396.
51
New System, Woolhouse, 16; GP IV, 482.
52

53
Monadology, Loemker, 650; GP VI, 619.
54
Monadology, Loemker, 651; GP VI, 620.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
58
composed of these machines and that it is actuated, besides, by one entele-
chy, without which it would contain no principle of true unity.
55
          
-

of things that are not always artifacts at the same time, smaller machines or
-
-

56
Each part of a living being, in this
sense, is a smaller living being that is also composed of other even smaller
living beings, conforming an aggregate of machines of nature that are inte-
grated by virtue of an intrinsic teleological organization.
57


, A., Leibniz. Máquinas
inteligentes, multiculturalismo y ética de la vida, Granada: Comares (Nova Leib-
niz Latina 2), pp. 5-28.
 Oeuvres de Descartes, Adam, Ch. & Tannery, P. (Eds.), Paris: J. Vrin,
11 vols, 1964-1986.
 Philosophical Essays and Correspondence, Ariew, R. (ed.), Indianapo-

  The Unity of Philosophical Experience, New York: Charles Scribner’s
Sons, 1950.
-
, S. & , M. (Eds.), Leibniz en la losofía y la ciencia mod-
ernas, Granada: Comares, 2010, pp. 281-296.
 Der Briefwechsel mit Antoine Arnauld (Franzosisch-deutsch), Fin-
ster, R. (Ed.), Hamburg: Felix Meiner Verlag, 1997.
  Die Philosophischen Schriften, herausgegeben von C.I. Gerhardt,
Hildesheim, 1965.
Essais scientiques et philosophiques. Les articles publiés dans les jour-
naux savants
55
Leer from Leibniz to De Volder from June 20
th
of 1703, Loemker, 529; GP II, 250.
56
Machines of Na-
ture and Corporeal Substances in Leibniz, Dordrecht-Heidelberg-London-New York: Springer,
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, G.W., New Essays on Human Understanding
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
Ergo, vol. 1, num. 3, 2014, pp. 79-99.

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(Eds.), Machines of Nature and Corporeal Substances in Leibniz, Dordrecht-Hei-
delberg-London-New York: Springer, 2011, pp. 61-80.

Machines of Nature and Corporeal Substances in Leibniz, Dordrecht-Heidel-
berg-London-New York: Springer, 2011, pp. 39-60.
, J.E. &         
(Eds.), Machines of Nature and Corporeal Substances in Leibniz, Dordrecht-Hei-
delberg-London-New York: Springer, 2011, pp. 1-9.
-
toria de la ciencia, México: Porrúa, 2007.
61
Metafísica y Persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699

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From symbolism to food: the birth of a new identity
under the theological virtues, the Virgin of Guadalupe,
the trigarancia and chiles en nogada

1
UPAEP, Universidad, México
david.sanchez@upaep.mx

En México y hacia el mundo, Puebla y los chiles en nogada son una dualidad en sí mis-
ma pensada como maravillosa unidad, una unidad mestiza que gestó un correlato simbó-
lico, una casa común y un alimento sagrado, con múltiples lecturas reiteradas cada año,
no siempre acertadas, pero con una misma realidad original, la de tener el reconocimiento
mundial de pertenecer a una de las jerarquías culinarias más excelsas de la faz de la tierra,
que desde su Historia, desde los textos sagrados, las fértiles tierras, los sublimes manjares,
las rutas comerciales, las herencias culturales, las sabias manos de años de entrega, desde
el pensamiento simbólico y desde las cocinas tradicionales y regionales… crearon un cal-

ante las virtudes teologales y hacia el Ejército Trigarante de una nueva y preciada realidad
independiente llamada Imperio Mexicano.
Palabras clave: Puebla, Chiles en nogada, virtudes teologales, Nueva España, Virgen de
Guadalupe, Independencia, Insurgencia, Trigarancia, Agustín de Iturbide.

In Mexico and towards the world, Puebla and the chiles en nogada are a duality in itself
thought of as a marvelous unit, a mestizo unit where together they formed a symbolic co-
rrelate, a common house and a sacred food, with multiple repeated readings every year, not
always successful, but with the same original reality, that of having the worldwide recognition
of belonging to one of the most sublime culinary hierarchies on the face of the earth, which
1

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Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
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from its History, from the sacred texts, the fertile lands, the sublime delicacies , trade routes,
cultural heritage, the wise hands of years of dedication, from symbolic thought and from tra-
ditional and regional cuisines... created a breeding ground where the chiles en nogada knew
how to interact, identify and express themselves before the theological virtues and towards
the Triguarantor Army of a new and precious independent reality called the Mexican Empire.
Keywords: Puebla, Chiles en nogada, theological virtues, New Spain, Virgen de Guadalu-
pe Independence, Insurgency ,Trigarance, Agustín de Iturbide,


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lista representativa del Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad.
Dicha inclusión, aunque menciona un caso de estudio, se hizo extensiva a
la totalidad de la cultura culinaria mexicana:
La cocina tradicional mejicana es un modelo cultural completo que compren-
de actividades agrarias, prácticas rituales, conocimientos prácticos antiguos,
técnicas culinarias y costumbres y modos de comportamiento comunitarios

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tidad comunitaria y permiten fortalecer los vínculos sociales y consolidar el
sentimiento de identidad a nivel nacional, regional y local.
2
El concepto de patrimonio se abre en este caso a lo inmaterial:

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tura inmaterial, que considera los aspectos del estilo de vida local, como lo es

3
Son en estos espacios donde se mimetizan mitos con tradiciones reales sin
escandalizarnos por la existencia de dichos testimonios, a veces confusos, en
nuestro imaginario. Efectivamente debemos desmentir los mitos, pero quizás

se han incorporado al imaginario popular siguiendo un canal identitario que
2
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Cultural Inmaterial. La cocina tradicional mexicana, cultura comunitaria, ancestral y viva - El

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dicional-mexicana-cultura-comunitaria-ancestral-y-viva-el-paradigma-de-michoacan-00400,
consultado el 26 de mayo de 2023.
3
Ciudad histórica como destino turístico, Barcelona: Ed. Ariel, 2002.
63
Del simbolismo a la alimentación: el nacimiento de una nueva identidad bajo las
virtudes teologales, la Virgen de Guadalupe, la trigarancia y los chiles en nogada
los hace partícipes reales de una tradición. Los chiles en nogada forman parte
del Patrimonio Inmaterial de la Humanidad, pero con una destacada y singular
pertinencia que, en la ciudad de Puebla, México, brilla como singular y excelsa
estrella. En su excelencia, los chiles en nogada han llegado a formar parte del
concepto de plato nacional, de plato simbólico representativo de una destacada
herencia que se revaloriza desde los fogones individuales hacia una participa-
ción colectiva que trasciende a la propia receta original y al individuo para ser
símbolo de una destacada identidad cultural, dentro y fuera de sus fronteras,
con origen reconocido y valorado. Los acontecimientos históricos
4
han guiado
estos procesos de creación gastronómica con mayor singularidad desde la pro-
ducción autóctona de sus más destacados alimentos, los conocimientos de nues-
tros ancestros, las rutas comerciales y las herencias culturales, desde nuestras
cocinas en sus materialidades, desde los sazones y los condimentos, desde las
prácticas particulares de cada región… Los saberes, los aromas, los sabores,
las texturas y los colores conforman una plena identidad gastronómica:
-
ticas y conocimientos en la producción que requieren dichos alimentos así
como la producción de recetas propias de un lugar y consumo de las mismas
que contienen importancia simbólica, cultural e identitaria para determina-

catalogadas como platos típicos, que tienen una historia tras sus ingredien-
tes, utilizando técnicas culinarias, recetas y formas de preparar que vienen
a ser el aporte cultural; forman las bases de la identidad de la gastronomía.
No solo se hace relación a la elaboración de platos tradicionales o bebidas tradi-
cionales, sino también, a los productos de los cuales se alimentan los miembros
-
ductos nativos con los que se prepara la comida junto con ciertos condimentos
o aromatizantes, permiten que este producto adquiera una textura, sabor y olor
característico, que se convierte en una costumbre en especial al momento de la
preparación que se convierte en tradición de la gente que habita y es participe
para ser transmitidos de generación en generación para elaborar un plato.
5
Dentro de estos conceptos nos centraremos en el presente análisis en el
simbolismo y la historicidad de los colores de los chiles en nogada hasta con-
formar dicha identidad gastronómica en nuestro presente y hacia el futuro:


4
 Sabor a comida, sabor a libertad. Incursiones en la comida, la cultura y el pasado, Mé-
xico: Ediciones de la Reina Roja, 2003.
5

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licenciatura, Universidad Técnica de Ambato, Ecuador, 2016.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
64
la emoción que provocan
6
   
por encima de otras consideraciones, a la existencia de sistemas culinarios
distintos y a la proliferación de cocinas a partir de esos sistemas culinarios.
7
Pocas recetas gastronómicas, con tanto valor identitario y patrimonial,
8
han pasado a la Historia con tanta relevancia cultural a la par que con tan-
-

través de ellos una huella cromática identitaria y espiritual como patrimonio
inmaterial? Viajemos al pasado para comprenderlo.

En la Primera Carta del Apóstol San Pablo a los Corintios 13:13 se cita:


Esta referencia habla de que tres son las virtudes teologales de la cosmo-
visión católica: la fe, la esperanza y la caridad. Dichas virtudes teologales son
recibidas en el bautismo:
Las virtudes humanas se arraigan en las virtudes teologales que adaptan
las facultades del hombre a la participación de la naturaleza divina (cf 2 P

cristianos a vivir en relación con la Santísima Trinidad. Tienen como origen,
motivo y objeto a Dios Uno y Trino.
Las virtudes teologales fundan, animan y caracterizan el obrar moral del
 

suyos y merecer la vida eterna. Son la garantía de la presencia y la acción del
Espíritu Santo en las facultades del ser humano.
9
6


Rev. Esp. Nutr. Comunitaria, 2019.
7
, Los mapas culinarios y la recreación del color, IEMed, Universidad de Sevi-
lla, España, 1997.
8
      
Trace. Travaux et Recherches dans les Amériques du
Centre      
consultado el 26 de mayo de 2023.
9

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65
Del simbolismo a la alimentación: el nacimiento de una nueva identidad bajo las
virtudes teologales, la Virgen de Guadalupe, la trigarancia y los chiles en nogada
Estas virtudes teologales disponen al cristiano en su relación con la divini-
dad. El orden de las virtudes teologales según el teólogo Pedro Cantor
10
se da
-

11
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prudencia, fortaleza, justicia y templanza. Dichas virtudes serán expresadas
por San Ambrosio de Milán (siglo IV) inspirado a su vez en la República de Pla-

-

atributos y colores. Se crearon por tanto alegorías
12
de dichas virtudes teologa-
les. La descripción de las virtudes como personajes en lucha contra los vicios se
remonta a etapas tempranas como las referencias de Tertuliano en el s.II:

buena fe, la crueldad derrotada por la compasión, el orgullo vencido por
la humildad: tales son los certámenes en los que nosotros, cristianos, reci-
bimos coronas.
13
El alma se planteó como un campo de batalla frente a la cierta armonía
defendida por los clásicos. Clemente de Alejandría (siglo III) llamó a las vir-
tudes teologales la santa tríada.
14
El origen de la iconografía de las virtudes
teologales se expande en la Edad Media europea vinculado al arte románico
y al arte gótico
15
espejo moral. Se tomó
por inspiración la narración de la Psicomaquia de Prudencio (s.IV), la batalla
dentro del alma del hombre, en dicha pugna entre vicios y virtudes. Desde el
s.XIII, en su representación y descripción, esa lucha fue dejando paso a un pe-
riodo donde las virtudes supuestamente triunfaron sobre los vicios y por tan-

Pietro Cavallini realizó el Mosaico de la Anunciación (1291) en la Basílica de
Santa María in Trastévere de Roma, donde podemos apreciar que el croma-
tismo de las alas del ángel atienden a los colores rojo, blanco y verde.
10
 , Verbum Abbreviatum. Opus Morale 
consultado el 26 de mayo de 2023.
11
, Cristianismo, sociedad y cultura en la Edad Media: Una visión contextual, Plaza
y Valdés, 2008.
12


13
., El arte religioso del siglo XIII en Francia. El gótico, traducción de Abundio Rodríguez,

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Stromata IV 7. Stromata IV-V (Fuentes Patrísticas, sección textos), Editorial
Ciudad Nueva, 2003.
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El arte religioso del s.XIII en Francia. El gótico.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
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
Mosaico de la Anunciación, obra de Pietro Cavallini (1291), Basílica de Santa María
in Trastevere de Roma. Fuente: The Yorck Project (2002) 10.000 Meisterwerke der

Es aquí donde debemos citar la importante obra La Divina Comedia de
Dante Alighieri (1307-1314), en su canto vigesimonono (XXIX) cita las tres

Tres mujeres danzantes van girando
a la derecha, y una tan rojiza

La otra, verde esmeralda simboliza,
en sus huesos y carne; y la tercera
cual nieve que al caer se cristaliza.
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16
, La Divina Comedia, Versión en verso castellano de Bartolomé Mitre, La-
tivm: Buenos Aires, 1921, p. 377.
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Del simbolismo a la alimentación: el nacimiento de una nueva identidad bajo las
virtudes teologales, la Virgen de Guadalupe, la trigarancia y los chiles en nogada
En su cita, dichas mujeres representan a las tres virtudes teologales
uniendo en sus vestimentas los códigos de color por este orden: rojo (cari-
dad), verde (esperanza) y blanco (fe). En la obra Maestá di Massa Mariima de

pies del trono de la Virgen María con el Niño. En el escalón más bajo, siendo

y vestida de blanco (Fe) en cuyas manos sostiene una representación de la

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espiritual representado incluso por una alta torre que es la propia Iglesia.
Finalmente se culmina esa parte de la escena con otra joven mujer coronada

como el amor divino, piedad y extremo fervor.

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
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
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En el siglo XIII para Santo Tomás de Aquino las tres virtudes teologales no
pueden separarse, deben permanecer siempre unidas (eles formata); la fe se
actualiza plenamente en esperanza y amor.
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
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francés mediante manuscritos iluminados.

Virtudes teologales y cardinales, Manuscrito de Aristóteles (2ª mitad s. XV).
Fuente: Bibliothéque Municipale de Rouen (Ms. 927, fol. 17v.) , D.,

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17
. Summa contra Gentiles. III 151-153, en Suma Teológica, Obras completas, tra-

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Del simbolismo a la alimentación: el nacimiento de una nueva identidad bajo las
virtudes teologales, la Virgen de Guadalupe, la trigarancia y los chiles en nogada
Los manuscritos conservados que han sido estudiados en relación a esta
iconografía, son principalmente libros de horas y compilaciones históricas
realizadas entre 1430 y 1480 que, dada su difusión, extendieron esta nueva
iconografía por toda Europa. En este sentido, merecen especial atención un
Libro de Horas parisino (h.1430) conservado en la Pierpont Morgan Library,
un manuscrito hecho para sir John Falstolf (h. 1450) acompañado por una
versión francesa del Breviloquium de Virtutibus, de John of Wale, un libro
-
las (1460), una compilación histórica escrita por Jacques d’Armagnac, duque
de Nemours (h. 1470) -la representación encabeza la traducción del tratado
Martin de Braga Formula Vitae Honestae conocido como De Quatuor Vir-
tutibus Cardinalibus, erróneamente atribuido a Séneca (BNF, Ms. François
9186, fol. 304)- y el manuscrito de Aristóteles de la Biblioteca de Rouen (2ª
mitad S.XV - Ms. 927. Bibliothéque Municipale de Rouen)…
Fe: iglesia en la cabeza, libro y un cirio encendido en las manos, símbolos de
la Biblia y la luz que ilumina las tinieblas
Esperanza: en las manos una colmena, una pala y una hoz, símbolo de la es-
peranza del agricultor en la cosecha y recogida de la miel, igual que el cristia-

que el cristiano recibe su recompensa como el navío cuando entra al puerto,
y con los pies sobre una jaula con un pájaro, como el cristiano que será libre
el día que su alma abandone la prisión del cuerpo.
Caridad: en las manos el anagrama de Jesucristo brillando como el sol y el
corazón, elevándolo al cielo, en su cabeza un pelícano alimentando a sus
crías con la sangre de su pecho. En ocasiones aparece junto a un horno, aso-
ciado al fuego de la caridad.
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En 1531, dentro del Acontecimiento Guadalupano, el sagrado ayate ori-

colores rojo, blanco y verde en la misma disposición que los de las alas del
ángel de la obra ya mencionada Mosaico de la Anunciación (1291) de Pietro
Cavallini. Dicha referencia se encuentra en las alas del ángel (algunos inves-

19
Autores como Pseudo Dio-
18
-
-
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19
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Pero hablando concretamente del último orden de los seres celestes no hay razón para lla-

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jerarquía celeste
que ellos constituyen. En Obras completas
 
26 de mayo de 2023.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
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
el vulgo, aquella: inteligencias celestes con muchos pies y rostros, de forma
parecida a bueyes o como leones salvajes. No tienen corvo: picos de águilas
ni alas o plumas de pájaros…La teología se vale de imágenes poéticas al es-

20
. Y en esa imagen poética,
en una de las mejores prosas poéticas de la historia de la humanidad como es
el Nican Mopohua
21
se cita:

Era como el canto de varias aves preciosas.
Al irrumpir sus voces,
como que el cerro les respondía.
Muy suaves, placenteros,
Sus cantos aventajaban a los del coyoltotl,

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Estas palabras de la obra atribuida a Don Antonio Valeriano hacen re-
ferencia al inican como al actual Trogon mexicanus (Sw. 1827).
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Sería

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vincu-
lado a su vez a las virtudes teologales rojo (caridad), blanco (fe) y verde
(esperanza).
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, La jerarquía celeste.
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El Nican Mopohua (Aquí se Narra) es una obra escrita en náhuatl y atribuida a don Antonio
Valeriano, gobernador e intelectual mestizo formado en el prestigioso Colegio de la Santa
Cruz de Santiago Tlatelolco (Ciudad de México). Se le considera el texto fundacional de una
tradición devocional que se consideró sagrada dentro de la historicidad de una tradición oral
náhuatl cristiana de diversas voces del siglo XVI que fueron recopiladas. Dicha obra, respecto
a su composición original, está datada en torno a 1556 siendo por tanto uno de los primeros
textos de unión cosmogónica del mundo mesoamericano con el mundo castellano. Sus 218
versos son una de las mejores creaciones literarias de la prosa poética mundial. El texto narra
el Acontecimiento Guadalupano y su proceso de inculturación. La copia más antigua localiza-
da a la fecha se encuentra en la Biblioteca Pública de Nueva York (EEUU) posiblemente data-
da en el siglo XVII. Aún no se ha localizado el documento original del siglo XVI. Actualmente

(UIC), se encuentran realizando nuevos análisis de dicho documento y una edición facsimilar
comentada bajo la coordinación del director del proyecto Ramón Abajo (The Vellum Page) con
la colaboración de la Dra. Myriam Sánchez Posada de Arteni y el Dr. Luis Cortest, Fuente:
Nican Mopohua    
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Nican Mopohua, 8. , Tonain Guadalupe. Pensamiento náhuatl y mensaje cris-
tiano en el Nican Mopohua, México: Fondo de Cultura Económica, 2014.
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, Crestomatías guadalupanas. El canto de un ángel
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mayo de 2023.
24
, El canto de un ángel.
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Del simbolismo a la alimentación: el nacimiento de una nueva identidad bajo las
virtudes teologales, la Virgen de Guadalupe, la trigarancia y los chiles en nogada



del sagrado ayate original de la Virgen de Guadalupe. Fuente: Rocha Cortés, Artu-


Cesare Ripa publicó la obra Iconología
-
logales tuvieron una nueva propuesta representativa pero donde su asignación






Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
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
Si en el sagrado ayate original de la Virgen de Guadalupe tenemos por

hasta los procesos de insurgencia
25
y trigarancia del Virreinato
26
de la Nueva

patrios? La iconografía de poder de la Virgen de Guadalupe se potenció más
aún, pues comenzó en su historicidad en una tradición oral náhuatl cristiana
en el s.XVI, desde mitad del s.XVIII a 1821, dentro y fuera del Virreinato de
la Nueva España, como legítima defensora de dicho territorio
27
y con aspira-


limitó a la protección de las Indias: pretendió también ampliar su patrocinio

28
Debemos referirnos a que el término patrón o patronos
29
es el que hace
mención, en la cosmovisión católica, a los mediadores que el hombre toma
como especiales protectores ante Dios de un territorio o lugar, de una en-
tidad, de una profesión o de unas de las necesidades de la vida.
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Dichos
mediadores de los cristianos son la Virgen María y los Santos. Desde el
siglo XIV surge la elección de patronos, pero será desde Urbano VIII (1613-

bajo consentimiento del obispo puede elegir un patrón de un lugar que

ser una advocación de la Virgen María o de un Santo. Dentro de las causas
que promovieron la expansión del patronazgo mariano de la Virgen de
25
México y su
historia, vol. 5, México, UTEHA, 1984.
26
, E. (Coord.), La disputa del pasado: España, México y la Leyenda Negra, Ma-
drid: Editorial Turner, 2021.
27


 , consultado el 26 de mayo de 2023.
28

Atrio. Revista de Historia del Arte, núm. 17, Universidad Pablo

29
, F.M. y E.M., Año Mariano. Presencia de María en la vida de los hombres, Ma-
drid: Apostolado de la Prensa, 1958; Manual de Liturgia Sagrada,
Madrid: Corazón de María, 1943; y  Iniciación a la
Liturgia de la Iglesia, Madrid: Palabra, 1988; Á., Religiosidad popular. Aproxi-
mación teológica y pastoral, Sevilla: Arzobispado, 1997.
30

Iberismo. Las relaciones entre España y
Portugal. Historia y tiempo actual y otros estudios sobre Extremadura Llerena, Sociedad Extremeña
de Historia, 2007, pp. 181-194.
73
Del simbolismo a la alimentación: el nacimiento de una nueva identidad bajo las
virtudes teologales, la Virgen de Guadalupe, la trigarancia y los chiles en nogada
Guadalupe en el Virreinato de la Nueva España en el siglo XVIII existió
un momento clave con la Proclamación Ponticia del Patronato de la Virgen de
Guadalupe sobre el Reino de la Nueva España por Benedicto XIV el 25 de mayo
de 1754 y con la expresión Non fecit taliter omni nationi 

Dios hacia Jerusalén):
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timamente elegida la dicha B. Madre de Dios en Patrona Principal de

el Pueblo del Reino Mexicano, o sea de Nueva España, profesa a la Santí-
sima Virgen María llamada de Guadalupe, Patrona Principal del mismo

31
Tanto insurgentes como realistas
32
defendieron y valoraron dicha icono-
grafía de poder guadalupana desde periodos tempranos debido a que, sien-
do los territorios españoles un espacio común, recurrieron siempre a ella los
habitantes de dicho territorio como defensora
33
de la Nueva España y por
tanto ante su respuesta a la Invasión Napoleónica de España de 1808, contra-
rio a las argumentaciones de algunos análisis que dejan a un lado la defensa
de los realistas de dicha advocación durante los actos bélicos. Teniendo a la
Virgen de Guadalupe como eje, toda la pasión de unos hombres se vio in-
mersa en una Guerra Civil, pues las independencias americanas no fueron
buscadas inicialmente sino que fueron consecuencia de los hechos históricos
tras la Invasión Napoleónica de 1808.
34
31
E., Historia de la Guerra de Independencia de México, 6 tomos, 1877, José
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Independencia Nacional y 75 Aniversario de la Revolución Mexicana. Edición 2007. Univer-
sidad Nacional Autónoma de México. Consultado el 30.03.2018. 
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32
Sánchez Sánchez, D.
Boletín Guadalupano
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el 26 de mayo de 2023.
33
 La Virgen de Guadalupe contra Napoleón Bonaparte. La defensa de la religión en el obis-
pado de Michoacán entre 1793 y 1814, 1999.
34
, T., Elegía criolla: Una reinterpretación de las Guerras de Independencia Hispanoameri-
canas, Tusquets editores, 2009.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
74


de Guadalupe sobre el reino de la Nueva España, ca. 1756, óleo sobre lámina de

-
-

75
Del simbolismo a la alimentación: el nacimiento de una nueva identidad bajo las
virtudes teologales, la Virgen de Guadalupe, la trigarancia y los chiles en nogada
Tras la arenga,
35
conocida como el Grito de Dolores,
36
del 16 de Septiembre
de 1810 y realizada por Miguel Hidalgo y Costilla, las tropas insurgentes ca-
minaron bajo el espíritu de sus líderes de ser defensores del establecimiento
de una Junta Provincial en defensa de la religión y del rey. Las expresiones de
-

37
-
grafía de poder guadalupana. Pese a tener preparadas con anterioridad las
conocidas Banderas de San Miguel el Grande o también llamadas Banderas Geme-
las de Allende
38

insurgente por el Santuario de Jesús Nazareno de Atotonilco, se tomó el autén-
tico
39
Estandarte de Miguel Hidalgo y Costilla, siendo este un cuadro de la Virgen
de Guadalupe de Andrés López de 1805 que reproducía el sagrado ayate original.
Esta obra fue izada como iconografía de poder y bandera principal del movi-
miento insurgente y cuyo original se encuentra en la actualidad en el Museo
Nacional de Historia Castillo de Chapultepec en Ciudad de México. No debe-
mos olvidar, sin embargo, las referencias a Doña Ramona Zapata que con la
entrega de una imagen guadalupana dio inicio a una singular y enérgica acción:

hermana del padre Remigio González, que a la sazón era el capellán de dicho
santuario, y vive aún, es lo que sigue: que mientras los expresados Allende,
Hidalgo, Aldama, Abasolo, etc., etc., etc. tomaban chocolate en la sala no ha-
biendo ido ni tenido motivo para ir a la sacristía, ni aun el de la curiosidad,
por ser bien conocido de todos el santuario, uno de los rancheros de aquella
multitud, pidió una estampa de Guadalupe, a Doña Ramona Zapata, que vi-
vía como otras, con el nombre de beatas en la propia casa..., la que en efecto,
le dio; que vista por otros que lo acompañaban, la pusieron en un asta, no de
lanza, sino de un tendedero de ropa que había en el patio, y que salieron con

La misma señora dice, que al oír aquel estrépito y clamoreo, salieron Allende
e Hidalgo , con el padre capellán y otros, pero que atendiendo al entusiasmo

40
35

36
, Versiones del grito de Dolores y algo más. Memoria de las revoluciones en
México, RGM Medios, 2009, p. 41.
37
Atribuida a Juan Aldama (1811).  J.E., La independencia de la América española, México:

38
, Banderas de la Independencia con imágenes marianas: las de San Miguel el Grande, Guanajua-
to, de 1810, Dirección de Estudios Históricos-Instituto Nacional de Antropología e Historia, 2011.
39
; , G.; , J.J., Aquí se narra: estudios sobre el
Acontecimiento Guadalupano, Puebla: Centro de Estudios Guadalupanos-Universidad Popular
Autónoma del Estado de Puebla, 2016.
40
, B.A., Correcciones a la Historia de México, San Miguel de Allende, 1862, citado por
, J., El venerado e histórico Santuario de Atotonilco, Guanajuato, 1984, cita-
do por J.F., La soledad del silencio, México: FCE, 1991.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
76

Reconstrucción del Estandarte de Miguel Hidalgo y Costilla,
basado en la obra de Andrés López, sin su pedestal actual,
tal y como se vería al frente de las tropas insurgentes
en Septiembre de 1810. David Sánchez Sánchez,
Centro de Estudios Guadalupanos CEG-UPAEP.
77
Del simbolismo a la alimentación: el nacimiento de una nueva identidad bajo las
virtudes teologales, la Virgen de Guadalupe, la trigarancia y los chiles en nogada
La Virgen de Guadalupe pasó a conformar una nueva fase en su sentido
de pertenencia
41
e iconografía de poder. La Primera Proclama Formal de Hi-
dalgo reforzó estos conceptos: 
siempre en este Continente Americano nuestra sagrada patrona, la Santísima

42
Las banderas guadalupanas proliferaron teniendo
testimonio de ello en la obra de Theubet de Beauchamp
43
. Era por tanto un

o Aspa de Borgoña (representación de la Cruz de San Andrés), que sufría de
un ataque a su legitimidad política al estar preso el rey.
Las referencias en cuanto a los colores, y atendiendo a la insurgencia, desde
las Banderas Gemelas de Allende se incorporaron el azul celeste y el blanco en refe-
rencia a la defensa de la monarquía católica de la Inmaculada Concepción
44
y por
tanto como defensa del territorio. En 1761, Carlos III y bajo autorización del Papa
Clemente X, la Inmaculada Concepción había sido nombrada Patrona de España
y las Tierras de su Reino.
45
Existirán a continuación al menos dos fases dentro
del movimiento insurgente bajo el mando de José María Morelos y Pavón, una
primera fase donde aún se luchará a favor de la unidad, la legitimidad política
basada en el Derecho Castellano frente a la Invasión Napoleónica y la defensa
del rey; y una segunda fase ya de matiz independentista. Antes de 1814, las juras
de lealtad eran a favor del rey y a la Constitución, posteriormente, solo se juró la
obediencia a las autoridades y a las disposiciones del Supremo Congreso.

Constitucional sancionado para la libertad de la América Mexicana, y que no
reconoceréis no obedeceréis otras autoridades ni otros jefes que los que dima-
nen del Supremo Congreso conforme al tenor del mismo Decreto?
46
La defensa guadalupana continuará pero aconteció un nuevo testimonio don-
de los colores de las virtudes teologales saltarán a un primer plano. Aún se tienen
algunas dudas sobre la primera evidencia de la llamada Bandera Siera (Sierra).
41

Guadalupe 500 años junto a México, el siglo XVI, México: UPAEP, 2021, pp. 165-193.
42
     
original de la época, sin fecha ni rúbrica, que obra en el Archivo General de la Nación, ramo

43

Trajes y vistas de México en la mirada de Theubet de Beauchamp, Trajes civiles y
militares de los pobladores de México entre 1810 y 1827
44

defensor de la Inmaculada Concepción.
45
En el Museo Soumaya de Ciudad de México se encuentra el lienzo Patronato de la Inmacula-
da Concepción sobre los Reinos españoles.
46
-
       

Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
78

Bandera Siera (Sierra), paño de lana verde y tela de
lino blanca y roja (1812-1817). Fuente: Museo Nacional
de Historia Castillo de Chapultepec, Ciudad de México.
Si atendemos a la comparación numismática, existen monedas acuña-


espada y palma cruzadas y año de acuñación. Por ello posiblemente po-
dríamos establecer su creación en 1812 como símbolo de la participación

zonas entre Tehuacán (Puebla) y Veracruz, bajo el mando de Nicolás Bra-
vo, que se unió al proceso de insurgencia.
47
El escudo presenta un carcaj


y con las armas mesoamericanas como observamos en las obras de Miguel
Cabrera, Indios Gentiles (1763) y la de Manuel Arellano, Indio Chichimeca
(1711). Pero a ello debemos añadir que en textos tan destacados de la época
virreinal como la obra de Francisco Pardo (1676) Vida y virtudes heroicas de
la madre María de Jesús, religiosa profesa en el convento de la limpia Concepción
de la Virgen María, nuestra señora en la ciudad de los Ángeles
48
se menciona
que dicha referencia puede atender al paralelismo de la Luna y a Diana
-
47
, J., Veracruz en armas. La guerra civil 1810-1820. Antología de documentos. Vol. 1,

de Veracruz, 1997.
48
-
na-María de Jesús.
79
Del simbolismo a la alimentación: el nacimiento de una nueva identidad bajo las
virtudes teologales, la Virgen de Guadalupe, la trigarancia y los chiles en nogada
cepción. Atiende esta relación al planteamiento mencionado por Jeremías
de que en una sola mujer estaban los tres blasones: de luz (sabiduría de
su hijo), terror (potencia del Padre) y de imperio (actividad del Espíritu

diosas: Luna, Diana y Proserpina.
         
purísimas de Diana, sus votos, o sus deseos la dicha de guardar esta lu-
minaria del cielo, perpetua virginidad; según la introduce en los desig-
 
esta causa llamaron a la Luna (que es lo propio que Diana) los eferiptores
de las primeras edades, unos, doncella cándida, otros, nevada limpieza, y
otros, láctea candidez.
49
La Virgen María supera en todo a la Luna con sus tres blasones y por tanto:

del Padre, la luz con la sabiduría del Hijo y el imperio con la dulce actividad
del Espíritu Divino; las saetas das al abismo, tu cetro venera el mundo, y


Superior y Señora.
50
Do-
liente de Hidalgo Deá 12 (1811) del llamado Regimiento de la Muerte, organizado
por el sacerdote del burgo de San Cosme (Zacatecas) José María Cos que lo
instaura en Zitácuaro.
51
En dicho reverso también aparecen los símbolos de

virtudes teologales mencionadas. Esta Bandera de Siera (Sierra) seguía defen-
diendo la legitimidad de Fernando VII.

de verde (esperanza), blanco (fe) y rojo (caridad). Mientras tanto, los colores de
la insurgencia seguían siendo el azul celeste y blanco de la Inmaculada Con-
49
, F., Vida y virtudes heroicas de la madre María de Jesús, religiosa profesa en el convento de la
limpia Concepción de la Virgen María, nuestra señora en la ciudad de los Ángeles, México: Viuda de
Bernardo, Calderón, Tratado II, Cap. III, 1676.
50
, J., Triunfos de la Verdad, en obsequio y debido culto de la Concepción de Ma-
ría en gracia, Lima, 1785.
51
Banderas rojinegras en la Guerra de Independencia
Novohispana, 1811-1814, México: Universidad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo, 2004.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
80
cepción
52
y que han sido documentados
53
en las cucardas,
54
posiblemente en
la Bandera de Aculco, en las Banderas Albicelestes de Morelos (1812-1814) y otros
distintivos.
55
En Decreto del 25 de noviembre de 1812, José María Morelos y

-

-
neralmente de diez años arriba traer en el sombrero la cucarda de los colores
nacionales, esto es, de azul y blanco, una divisa de listón, lienzo o papel, en que
declara ser devoto de la SSma. Imagen de Guadalupe, soldado y defensor de su
culto, y al mismo tiempo defensor de la Religión y su patria contra las naciones
  
indevoto y traidor a la nación al individuo que reconvenido por tercera vez, no
usare la cucarda nacional o no diere culto a la SSma. Virgen, pudiendo.
56
52
La Inmaculada Concepción será representada con el paso de las décadas, con antecedentes

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
niña, lindos y graves ojos, nariz y boca perfectísima y rosadas mejillas, los bellísimos cabellos

túnica blanca y manto azul, que así apareció esta Señora a Beatriz de Silva Portuguesa, que se
recogió después en Santo Domingo el Real de Toledo a fundar la religión de la Concepción

blanco, que cerque toda la imagen, unido dulcemente con el cielo, coronada de estrellas, doce
estrellas compartidas en un círculo claro entre resplandores, sirviendo de punto la sagrada
frente, las estrellas sobre unas manchas claras formadas en seco de purísimo blanco, que sal-
, F., El Arte de la Pintura, Madrid, 1990, pp. 576-577; -

Sevilla,
-


de mayo de 2023.
53
Theubet de Beauchamp representa en los sombreros de los insurgentes decoraciones que
hacen referencia al color azul y blanco de la Inmaculada Concepción en defensa de la religión
, Theubet, 2009.
54

o formando lazadas alrededor de un punto, que se usa como distintivo, colocada en el som-

55

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coronel Juan Nepomuceno Moctezuma, en , C. (Comp.), Morelos. Documen-
tos inéditos de la vida revolucionaria, Zamora, 1987.
56
Proclama de D. José María Morelos, 11 de marzo de 1813, en Albura Histórico Guadalupano del
IV Centenario, México, 1930, p. 229.
81
Del simbolismo a la alimentación: el nacimiento de una nueva identidad bajo las
virtudes teologales, la Virgen de Guadalupe, la trigarancia y los chiles en nogada


Retrato del Excelentísimo Señor Don José María Morelos.
Capitán General de los Ejércitos de América. Vocal de su
Suprema Junta y Conquistador del Rumbo del Sur.

Fuente: Museo Nacional de Historia Castillo de Chapultepec.
Desde el Palacio Nacional en Puruarán (Michoacán) el Soberano Congreso

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de la Suprema Junta.
-
lebra en el pico y descansando sobre un nopal cargado de fruto, cuyo tronco

y se colocará en la parte superior del mismo una corona cívica de laurel por
cuyo centro atravesará una cinta con esta inscripción: Independencia Mexi-
cana, Año de mil ochocientos diez.
57
57
Decreto del Congreso, refrendado por José María Morelos, creando el Escudo Nacional.
Puruarán, 3 de julio de 1815. , E.,
, México: Universidad Nacional Autónoma de
México, 1965, pp. 560-561.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
82


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y Gran Sello de la Nación (1815).
La Bandera Nacional aprobada por el Supremo Congreso el 3 de julio de

de la Inmaculada Concepción.


Bandera Nacional aprobada por el Supremo Congreso el 3 de julio
de 1815. Fuente: Diseño de la bandera de México: Nacional,
de Guerra, de Comercio y gallardetes Bandera de Puruarán (1815)

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83
Del simbolismo a la alimentación: el nacimiento de una nueva identidad bajo las
virtudes teologales, la Virgen de Guadalupe, la trigarancia y los chiles en nogada
Tras el fusilamiento de Morelos el 22 de diciembre de 1815 en San Cristó-
bal Ecatepec, la creación de banderas insurgentes se mantuvo con la icono-
grafía del águila con el albiceleste en referencia a la Inmaculada Concepción.
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En la fase de trigarancia de Agustín de Iturbide y Vicente Guerrero, desde
1821, el Ejército de las Tres Garantías necesitará de un nuevo elemento ico-

Iturbide conformará el Plan de Independencia de la América Septentrional (Plan
de Iguala) donde estableció que:

la nación más católica y piadosa, heroica y magnánima. La España la edu-
có y engrandeció, formando esas ciudades opulentas, esos pueblos hermo-
sos, esas provincias y reinos dilatados que en la historia del universo van a

conocidos todos los ramos de la natural opulencia del suelo, su riqueza me-
-
tancia del centro de su unidad, y que ya la rama es igual al tronco; la opinión
pública y la general de todos los pueblos, es la de la independencia absoluta
de la España y de toda otra nación. Así piensa el europeo, así los americanos

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
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formará un ejército protector, que se denominará de las Tres Garantías, y que

ligera infracción de ellas.
58
Dicho ejército fue creado formalmente en Iguala el 2 de marzo de 1821

59
juró bajo una
bandera del propio Regimiento.
58
Plan de Independencia de la América Septentrional (Plan de Iguala), Manuscrito, 1821, Cen-
-

59
Agustín de Iturbide participó en la Batalla de Monte de las Cruces (30 de octubre de 1810)
siendo ascendido por su valor al rango de capitán de fusileros del Batallón de Tula (17 de
noviembre de 1810). Posteriormente fue nombrado coronel del Batallón de Infantería Provin-
cial de Celaya (27 de abril de 1813), aun estando en lucha contra los insurgentes. 
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
84
-
dad los cuerpos que del Ejército se hallaban presentes en la plaza mayor
del pueblo. Se colocó en medio de ella una mesa con un Santo Cristo; al
lado derecho se puso la bandera del Regimiento de Celaya escoltada por
la compañía de Cazadores del mismo cuerpo. Se presentó el señor jefe a
caballo con su estado mayor. El teniente coronel graduado don Francisco
Hidalgo, mayor de órdenes del Ejército, y el padre capellán, tomaron el

de la tropa. La energía al contestar y su alborozo en los vivas hubieran
-
bajo de la bandera ante la cual habían hecho el juramento, y volvieron a
tomar sus mismos puestos.
60
Nacerá a continuación una nueva iconografía de poder vinculada a unos
colores que perduran hasta nuestros días en la Bandera Nacional de los
Estados Unidos Mexicanos. Unos meses después de la Promulgación del
Plan de Iguala se creará la Bandera Trigarante que representó las tres garan-
tías del nuevo movimiento y que se basarán en las tres virtudes teologales:
Religión (blanco, la Fe), Independencia (verde, la Esperanza) y Unión (rojo,
-

nueva nación. En su centro se situará una corona
61
por la intención de la
creación de un nuevo Imperio y se situarán tres estrellas con sus colores

una pluma tricolor.
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Cortázares y otros innumerables jefes que servían al gobierno español, y que
durante los últimos diez años combatieron por el gobierno colonial, tomaron
a ejemplo de Iturbide las banderas nacionales y los tres colores ondearon en
pocos meses por todas partes.
62
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Tzinun. Rev. estud. históricos
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g=es&nrm=iso. Epub 19-Mar-2020, consultado el 26 mayo de 2023.
60
 y , M.Á. (Coords.), Margarita Moreno Bone. De la crisis
del modelo borbónico al establecimiento de la República Federal, México: Enciclopedia Parlamen-
taria de México del Instituto de Investigaciones Legislativas de la Cámara de Diputados, LVI
Legislatura, Serie III, Documentos, vol. I, Leyes y documentos constitutivos de la Nación
mexicana, tomo I, 1997, p. 203.
61
Se han representado banderas trigarantes sin corona pero no parecen atender a la realidad
histórica del momento.
62
, L., Ensayo histórico de las revoluciones en México, desde 1808 hasta 1830, edición facsi-

Clásicos de la Historia de México), 1985, p. 92.
85
Del simbolismo a la alimentación: el nacimiento de una nueva identidad bajo las
virtudes teologales, la Virgen de Guadalupe, la trigarancia y los chiles en nogada


Bandera del Ejército Trigarante 1821. Fotografía

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consultado el 26 de mayo de 2023.
Al igual que la nueva bandera se establecerían los reglamentos de otros
elementos como los uniformes:
El uniforme que debían usar los nacionales, estaba designado en un decreto
del generalísimo almirante
63
del 7 de Diciembre de 1821: debían usar casaca
azul celeste, aletilla blanca en la manga, pantalón blanco sobre la bota para
los días de gala y celeste para la fatiga diaria, y el mismo morrión que usaba
la infantería del ejército, llevando en el escudo el nombre de la población a
que pertenecía la milicia: las divisas eran blancas para la caballería y de oro
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morrión, y espada ceñida con cinturón debajo de la casaca, que para el sol-
dado era corta o guácaro.
64
63
Decreto. Prerrogativas, honores y facultades del Serenísimo Sr. D. Agustín de Iturbide por sus
empleos de generalísimo almirante .Noviembre 14 de 1821, en, Legislación mexicana o colección
completa de las disposiciones legislativas expedidas desde la independencia de la República
por los licenciados Manuel Dublán y José María Lozano, Fondo Antiguo, 1876.
64
Historia Antigua y Moderna de Jalapa y de las revoluciones del Estado de Vera-
cruz, Capítulo VI, Imprenta de I. Cumplido, 1869, p. 246.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
86
Dicho uniforme se inspiró indudablemente a la indumentaria de un sol-
dado realista al menos desde el levantamiento de 1808 contra Napoleón I
Bonaparte.


,

,

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
Soldado realista en la Conmemoración del 25 de mayo de 1808. ARHCA Asociación
-
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J.A., La Nueva España. Oviedo 
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Theubet_de_Beauchamp.jpg. Soldado realista Real Regimiento Talavera de la Reina
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La iconografía de poder guadalupana no había decaído pues se creó la Or-
den de Guadalupe (inspirada en la anterior propuesta de José Ignacio Antonio

luego llamadas de corte, en agradecimiento a la Virgen de Guadalupe:
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cipación, se organizó una ceremonia religiosa
65
que ocurrió en la Villa de Gua-
65

Estud. hist. mod. contemp
87
Del simbolismo a la alimentación: el nacimiento de una nueva identidad bajo las
virtudes teologales, la Virgen de Guadalupe, la trigarancia y los chiles en nogada
dalupe el 12 de octubre siguiente, a la que asistieron los principales funciona-
rios encabezados por Agustín de Iturbide, presidente de la Regencia.
66

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67

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Puebla se convirtió en la forjadora de la unión de tres elementos: las vir-
tudes teologales, la trigarancia y los chiles en nogada. El desarrollo de los
puntos anteriores nos sitúa en un contexto histórico, en 1821, donde las vir-
Bandera Trigarante previa a la
Consumación de la Independencia del 27 de septiembre de 1821, con una ico-
nografía de poder basada en: Religión (blanco, la Fe), Independencia (verde,
la Esperanza) y Unión (rojo, la Caridad):
De toda esa producción simbólica solo algunas arraigaron en la conciencia
de los mexicanos mientras otras se olvidaron, la festividad del 16 septiembre,
el culto a los héroes y los colores de las Tres Garantías son el más importante
legado el cual ha llegado hasta nuestros días.
68
Dicha bandera, o banderas, fueron realizadas posteriormente a la Jura
de Iguala del 2 de marzo de 1821.Agustín de Iturbide tuvo una estancia en
Puebla del 2 al 5 de agosto de 1821, en el Palacio Episcopal, para realizar la
Jura Solemne de la Independencia. Este puede ser uno de los primeros dos
momentos que podrían señalarse para la vinculación de los chiles en nogada
con una nueva argumentación identitaria, ambos referidos a Puebla. El pri-
mero de ellos pudo ser entre el 2 y el 5 de agosto de 1821; el segundo entre
el 27 y 28 de agosto de 1821. No tenemos constancia de que en esa primera
-
g=es&nrm=iso, consultado el 26 de mayo de 2023.
66
, F., Las voces de la ciudad de México a través de sus impresos, 1539-1821, Madrid: Consejo

67
Decreto del Congreso del Primero de marzo de 1822, adicionado con otro del 12 de agosto de
ese año. Véase Decreto del Congreso del 12 de agosto de 1822, en vista de la consulta de Ma-

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Eclesiásticos el 23 de agosto de 1822, Centro de Estudios de Historia de México Carso, Fondo
XLI, carpeta 18, 1363.
68
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de la Independencia. Academia Mexicana de la Historia.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
88
fecha señalada a principios de agosto se otorgara Agustín de Iturbide este

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dos aspectos de alta relevancia histórica a considerar. Por un lado se realizó

Iturbide (Primer Jefe del Ejército Imperial Mexicano de las Tres Garantías) y

sin autorización del rey español.
I. Esta América se reconocerá por nación soberana e independiente, y se lla-

prosperidad de ambas naciones, y por la satisfacción que recibirán los mexi-
canos en añadir este vínculo a los demás de amistad con que podrán y quie-
ren unirse a los españoles.
69
Surgió por tanto el nombre de Imperio Mexicano mientras el término
mexicanos, que había atendido en etapas anteriores a los habitantes de la
Ciudad de México y en ocasiones a los hablantes de náhuatl, se extendió a
todo su territorio a las puertas de la consumación de su independencia. Ade-
más de ser esta una importante consideración a atender en la identidad de
una nueva y preciada realidad
70
vinculada a los actos siguientes, debemos

una nueva estancia en Puebla por parte de Agustín de Iturbide, un día festivo
destacado por su coincidencia en onomástica y nombre, el 28 de agosto día
de San Agustín.
Los chiles en nogada, en su origen,
71
tenían una tradición de al menos un
siglo antes,
72
pero ante ello el 27 de agosto de 1821 entró el Ejército Trigarante
en Puebla:

justo a un costado de Catedral, al Palacio Episcopal, donde tuvo un lugar

69
Tratados de Córdoba, celebrados en la Villa de Córdova el 24 de agosto de 1821, entre don Juan

del ejército imperial mexicano de las tres garantías. En Documentos Históricos Constitucionales de
las Fuerzas Armadas Mexicanas, México: Senado de la República, 1965, Tomo I, p. 101, 4 Tomos,

70
, E.G., México: su tiempo de nacer 1750-1821, México: Fomento Cultural Ba-
namex, 1997.
71
            
Libro de Guisados de Rupert de Nola
books?id=2-9B5aWSyjkC&dq=Ruperto+de+Nola&hl=es&pg=PP11#v=onepage&q&f=false
72
Cuadernos de
nutrición, núm. 24, 2001, pp. 143-251.
89
Del simbolismo a la alimentación: el nacimiento de una nueva identidad bajo las
virtudes teologales, la Virgen de Guadalupe, la trigarancia y los chiles en nogada
discusión fue servir, como límite entre los guisos y postres, un platillo que
podía quedar en ambos rubros: los famosos y nunca tan bien ponderados:
chiles en nogada.
-
tas, botánicas y hasta medio brujas: monjitas del convento de Nuestra Madre


73


Chiles en nogada. Autor: David Sánchez Sánchez (2022).
Es aquí donde parece que se fusionan los diversos componentes de una
tradición histórica y cultural que llega con excelencia hasta nuestra actua-
lidad. En ese año 1821, con el Ejército Trigarante en Puebla desde el 27 de
agosto, ya seguramente con banderas trigarantes y coincidiendo con la festi-

de las Recoletas de San Agustín y onomástica del propio Agustín de Iturbide.

Recoletas de San Agustín pudieron haber realizado ese y otros platos para
73

Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
90
tal recibimiento considerados para ofrecer en los actos como parte de una re-
presentación gastronómica más amplia. Los chiles en nogada no fueron una
creación ex novo en ese momento, pero sí dieron inicio en esas fechas a
-
gales, la Bandera Trigarante y la nueva identidad:
-
llo con la bandera de las tres garantías: verde, blanco y rojo, estos dos últimos
colores los tenía ya el platillo, pues la salsa de nuez o nogada es casi blanca,
el rojo les sobra a los granos dulcísimos de la granada; solamente faltaba el
  
con perejil. Así ya estaba algo digno del representante trigarante.
74
Puebla fue el mejor escenario posible que se hubiera podido imaginar
para consolidar los suculentos chiles en nogada desde donde pudieron ex-
presar lo mejor de la nueva tierra mexicana, de sus gentes, de su cultura, de
su patrimonio y de su identidad; comenzaron, como se hizo con las primeras

referencia) de la Catedral Basílica de Nuestra Señora de la Inmaculada Con-
cepción de Puebla. El sublime sabor de la tradición había triunfado, una vez
más, en la Puebla de los Ángeles.
Con los alimentos se busca transformar al otro, embrujarlo, envolverlo en un
sentimiento de placer, de satisfacción. Con el alimento reconciliamos bata-
llas, reconstituimos fortalezas, transformamos pensamientos y sublimamos


sus espíritus o divinidades, devuelve los dones que ha recibido de los pode-

75
Los chiles en nogada entraron en 1821 en una fase, por su alta importan-
cia simbólica, donde comenzaron a formar parte de cierta transubstanciación
donde sus propiedades de sabor, textura, color, peso y forma se alteraron
mínimamente respecto al siglo anterior pero donde cambió su naturaleza

-

adquirirán denominaciones y correlatos de acuerdo con el espacio de las
cocinas tradicionales y regionales en que se inscriben, a los gustos de con-
sumo, a las gramáticas de reconocimiento de sus narrativas y discursos. La
74

75
, Z. y -
Food as symbol: notes for a culinary alchemy, Diálogo Académico, vol. 1., 2011, pp. 59-89.
91
Del simbolismo a la alimentación: el nacimiento de una nueva identidad bajo las
virtudes teologales, la Virgen de Guadalupe, la trigarancia y los chiles en nogada

luego de los procesos de transformación e intercambio, están listos para su
transubstanciación, última etapa de la transmutación culinaria para llegar a

76
Los chiles en nogada siguieron el camino, como en otras grandes referencias
gastronómicas mundiales, desde el simbolismo a la alimentación; viajando a
-
dependiente. Son por tanto una Gran Obra de la que sentirnos orgullosos, una
gran obra de historias asociadas a ellos con momentos destacados de nuestro
pasado ante las cuales nos preguntamos desde nuestro presente sobre su alta
importancia y singularidad. Somos lo que comemos y festejamos:
-
do de quienes los comen; las técnicas empleadas para encontrar, procesar,
preparar, servir y consumir esos alimentos varían culturalmente y tienen sus
propias historias. Y nunca son comidos simplemente; su consumo está con-

77
Como comentamos al inicio, Puebla y los chiles en nogada, una dualidad
en sí misma pensada como maravillosa unidad, una unidad mestiza, confor-
maron desde entonces un correlato simbólico, una casa común,
78
y supieron

virtudes teologales y hacia el Ejército Trigarante de una nueva y preciada
realidad independiente llamada Imperio Mexicano.

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79
movimiento por el cual hacemos
traspasar al alimento la frontera entre el mundo y nuestro cuerpo, lo de fuera
y lo de dentro. Comer es incorporar todo o parte de las propiedades de un
alimento, comer es ser lo que comemos, el fundamento de la identidad.
80
76
, Z. y 
77
Sabor a comida, sabor a libertad. Incursiones en la comida, la cultura y el pasado, 2003.
78

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
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ciclica-laudato-si.html, consultado el 26 de mayo de 2023.
79
, Z. y 
80
, C., El (h)omnívoro. El gusto, la cocina y el cuerpo, Barcelona: Editorial Anagrama, 1995.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
92

. y ., Iniciación a la Liturgia de la Iglesia, Ma-
drid: Palabra, 1988.
, La Divina Comedia, versión en verso castellano de Bartolomé
-

, Correcciones a la Historia de México. San Miguel de Allen-
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, Cristianismo, sociedad y cultura en la Edad Media: una
visión contextual, México: Plaza y Valdés, 2008.
  Verbum Abbreviatum, Opus Morale -

Ciudad histórica como destino turístico, Barcelona: Ed.
Ariel, 2002.
Carta Encíclica Laudato Sí del Santo Padre Francisco sobre el cuidado de la casa común,

 
el 26 de mayo de 2021.
Catecismo de la Iglesia Católica. Tercera parte. La vida de Cristo

-
    
BUSTAMANTE,_fray_Francisco_de, consultado el 2 de junio de 2021.
    
  
consultado el 26 de mayo de 2021.
Decreto del Supremo Congreso, Apatzingán, 24 de octubre de 1814. Nor-
mas para el juramento del Decreto Constitucional de Apatzingán, Art. 11.
-
sultado el 26 de mayo de 2021.
Decreto. Prerrogativas, honores y facultades del Serenísimo Sr. D. Agustín de
Iturbide por sus empleos de generalísimo almirante. Noviembre 14 de 1821.
En Legislación mexicana o colección completa de las disposiciones legisla-

licenciados Manuel Dublán y José María Lozano, Fondo Antiguo, 1876.
Decreto del Congreso del Primero de marzo de 1822, adicionado con otro del 12 de
agosto de ese año. Véase Decreto del Congreso del 12 de agosto de 1822, en vista


por el ministro de Justicia y Negocios Eclesiásticos el 23 de agosto de 1822, Centro
de Estudios de Historia de México Carso, Fondo XLI, carpeta 18, 1363.
 Stromata IV 7. Stromata IV-V (Fuentes Patrísticas, sec-
ción textos), Editorial Ciudad Nueva, 2003.
DRAE, Diccionario de la lengua española
93
Del simbolismo a la alimentación: el nacimiento de una nueva identidad bajo las
virtudes teologales, la Virgen de Guadalupe, la trigarancia y los chiles en nogada
De Suremain, Charles-Edouard
Trace. Travaux et Re-
cherches dans les Amériques du Centre
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Epub 19-Mar-2020. ISSN 2007-963X, consultado el 26 mayo de 2021.
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Historia del Arte
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nomía típica de la Parroquia de Atocha-Ficoa y su contribución en la identi-
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-
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de 2021.
 La cocina tradicional mexicana, cultura comunitaria, ancestral y
 -
munitaria-ancestral-y-viva-el-paradigma-de-michoacan-00400, consultado el
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Antología
de documentos. Vol. 1, -
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Plan de Independencia de la América Septentrional (Plan de Iguala), Manuscrito,
1821, Centro de Estudios de Historia de México, Biblioteca Digital Mexicana
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do el 26 de mayo de 2021.
, Vida y virtudes heroicas de la madre María de Jesús, religiosa pro-
fesa en el convento de la limpia Concepción de la Virgen María, nuestra señora en la
ciudad de los Ángeles, México: Viuda de Bernardo, Calderón, Tratado II, Cap.
III, 1676.
 Elegía criolla: una reinterpretación de las guerras de independencia
hispanoamericanas, México: Editorial Crítica, 2010.
95
Del simbolismo a la alimentación: el nacimiento de una nueva identidad bajo las
virtudes teologales, la Virgen de Guadalupe, la trigarancia y los chiles en nogada
-
nuscrita, original de la época, sin fecha ni rúbrica, que obra en el Archivo
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Proclama de D. José María Morelos, 11 de marzo de 1813, en Albura Histórico
Guadalupano del IV Centenario, México, 1930.
, Triunfos de la Verdad, en obsequio y debido culto de la
Concepción de María en gracia, Lima, 1785.
-
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en Obras completas de Pseudo Dionisio Areopagita-
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do-dionisio-areopagita.pdf, consultado el 26 de mayo de 2021.
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en la percepción sensorial y en la respuesta emocional, AZTI-Tecnalia, Área
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, Iconologia, Appresso gli Heredi di Matteo Florimi, 1613.
Con licenza de’ Superiori. Ad instanza di Bartolomeo Ruoti libraio in Fiorenza,
  -
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mayo de 2021.
, Historia Antigua y Moderna de Jalapa y de las revoluciones del
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. y , Año Mariano. Presencia de María en la vida de los
hombres, Madrid: Apostolado de la Prensa, 1958.
., La independencia de la América española, México: Fondo de Cul-

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do el 26 de mayo de 2021.
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, Aquí se narra: estudios sobre el Acontecimiento Guadalupano, Puebla: Cen-
tro de Estudios Guadalupanos-Universidad Popular Autónoma del Estado de
Puebla, 2016.
         
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UPAEP, 2021, pp. 165-193.
, Las voces de la ciudad de México a través de sus impresos, 1539-
1821
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
96
  -
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dios de Historia Novohispana-
h.24486922e.1998.019.3485 1999.
, Banderas de la Independencia con imágenes marianas: las de San Mi-
guel el Grande, Guanajuato, de 1810, Dirección de Estudios Históricos-Instituto
Nacional de Antropología e Historia, 2011.

Trajes y vistas de México, en la mirada de Theubet de Beauchamp,
Trajes civiles y militares de los pobladores de México entre 1810 y 1827, México:

, Summa contra Gentiles, en Suma Teológica, Obras completas, tra-

1957, t. III, pp. 151-153.
Tratados de Córdoba, celebrados en la Villa de Córdova el 24 de agosto de 1821, en-
-
tín de Iturbide, primer jefe del ejército imperial mexicano de las tres garantías.
En Documentos Históricos Constitucionales de las Fuerzas Armadas Mexicanas, Mé-

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Académico, vol. 1. , 2011, pp. 59-89.
-
Estud. hist. mod. contemp. Mex,
-

consultado el 26 de mayo de 2021.
 y  (Coords.), Margarita
Moreno Bone. De la crisis del modelo borbónico al establecimiento de la República
Federal, México: Enciclopedia Parlamentaria de México del Instituto de Inves-
tigaciones Legislativas de la Cámara de Diputados, LVI Legislatura, Serie III,
Documentos, vol. I, Leyes y documentos constitutivos de la Nación mexicana,
tomo I, 1997.
, Ensayo histórico de las revoluciones en México, desde 1808 hasta
1830
de Cultura Económica (Colección Clásicos de la Historia de México), 1985.

99
Metafísica y Persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699


Martin Seligman’s rst proposal about happiness

UPAEP, Universidad, Puebla
livia.bastos@upaep.mx

Seligman declara, en Authentic Happiness,
2
que su principal objetivo es demostrar que
es posible aumentar la felicidad auténtica, a través de acciones intencionales estudiadas
por la psicología, y puestas en marcha por las personas de todo el mundo en su día a día.
En efecto, en esta primera propuesta, que será posteriormente reformulada en Flourish,
3
él pone a disposición de sus lectores tres caminos o tres formas de vida que prometen
conducirlos, de forma práctica, efectiva y genuina, a la felicidad anhelada. Esta nota crítica
pretende presentar su propuesta resaltando ciertas conexiones e implicaciones. Se propo-
ne aquí una lectura sintética y razonada. La psicología positiva ha sido duramente critica-
da por diversos motivos. Al mismo tiempo, es importante tener en cuenta que Seligman y
los psicólogos positivos poseen el mérito de haber impulsado el estudio de la felicidad en
el
ámbito ps
Palabras clave: Seligman, psicología positiva, felicidad auténtica, eudaimonía,
emoción positiva.

Seligman states, in Authentic Happiness (2002), that his main objective is to demonstrate
that it is possible to increase authentic happiness through intentional actions studied by
psychology and implemented by people all over the world in their daily lives. Indeed,
Flourish,
4

-
1

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
2
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3
 Flourish, New York: Free Press, 2011.
4
 Flourish.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
100
nuine way, to the longed-for happiness. This critical note intends to present his proposal,
highlighting certain connections and implications. A synthetic and reasoned reading is
proposed here. Positive psychology has been severely criticized for various reasons. At the
same time, it is important to bear in mind that Seligman and positive psychologists have
-

Keywords: Seligman, positive psychology, authentic happiness, eudaimonia, posi-
tive emotion.

La felicidad no fue un objeto de estudio central de la psicología estadou-

siglo XX que hemos asistido al crecimiento de un nuevo campo dentro de la

5
Este se ha denominado psicología positiva. En otras palabras, la psicología
tradicional trabajó durante muchos años en el tratamiento de la enfermedad
mental. Sin embargo, fuimos testigos, en las últimas décadas, del surgimiento


más bien hacia el estudio de la salud psíquica y de la felicidad.
6
Antes de fundar la psicología positiva, Seligman trabajó por más de tres
décadas investigando sobre psicopatologías y curando depresiones. Él cons-
tató en su práctica terapéutica que, luego de curar a sus pacientes, a pesar del
éxito en el tratamiento de la patología, frecuentemente, ellos no vivenciaban

El concluyó que los hombres y mujeres sanos también pueden ser infelices
-
cluyó, además, que las herramientas que son usadas por el terapeuta para


He sido psicoterapeuta durante treinta y cinco años. No soy muy bueno

las cosas me han salido bien y he ayudado a los pacientes a superar su tris-
5
Para profundizar el argumento, cf. , J. A., -
Acta comportamentalia: Revista latina de
análisis del comportamiento, vol. 30, núm. 1, 2022, pp. 89-119.
6
Cf. The encyclopedia of positive psychology, editado por

101
La primera propuesta de Martin Seligman acerca de la felicidad
teza, casi toda su ansiedad y casi toda su ira. Creía que había hecho bien mi
 
-
dad para disfrutar de emociones positivas, relacionarte con las personas que

tener buenas relaciones es muy distinta a la capacidad para no estar deprimi-
do, ansioso o enfadado. Estas disforias ponen trabas al bienestar, pero no lo
imposibilitan; del mismo modo, la ausencia de tristeza, ansiedad o ira no
garantiza ni por asomo la felicidad. Una de las ideas básicas de la psicología
positiva es que la salud mental positiva no es solo la ausencia de enferme-
dad mental. Es muy común que la gente no padezca enfermedades mentales,
pero languidezca en la vida y llegue a sentirse atrapada. La salud mental
positiva es una presencia: la presencia de la emoción positiva, la presencia
de la entrega, la presencia de encontrarle sentido a la vida, la presencia de
las buenas relaciones y la presencia de los logros. Un estado mental sano no
se limita a no tener trastornos, sino que implica la presencia de crecimien-
to personal. Esta concepción es muy distinta a la sabiduría que Sigmund
Freud derivó del Monte Sinaí: la salud mental solo consiste en la ausencia de

(1788-1860). Ambos creían que la felicidad era una ilusión y que a lo más que
podíamos aspirar era a sufrir lo menos posible. Me gustaría dejar bien claro
que la psicoterapia tradicional no está pensada para generar el bienestar,
sino para combatir la infelicidad, propósito nada fácil.
7
-

la práctica. Un primer insight obtenido a partir de esa observación fue que la
felicidad y la sanación no eran realidades correlativas. Un segundo insight se
i.e.,

y un tercer insight se dirigió hacia las herramientas con las que él, como tera-
peuta, contaba:



no tenía las herramientas para construir el bienestar y estaba cegado por
Freud y Schopenhauer (para quienes los seres humanos pueden, en el mejor
de los casos, minimizar su infelicidad); todavía no se me había ocurrido que
las dos cosas son realidades diferentes. En aquel momento, sólo tenía las he-
rramientas para aliviar la depresión. Pero toda persona, todo paciente, sólo
7
 Flourish, cap. 9.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
102
alivio del sufrimiento y la
construcción del bienestar.
8


arreglo de los desequilibrios psicológicos, puesto que una persona pueda en-





las investigaciones empíricas. Algunos modelos y constructos se ubican bajo
el paraguas de la felicidad hedónica o subjective well-being (SWB), mientras
otros se suscriben bajo aquel de la felicidad eudaimónica o psychological well
being (PWB).
9
         -
authentic happiness (felicidad auténtica), tiene
un enfoque más cercano a lo hedónico, pues todo lo que se busca es referido,
en última instancia, al crecimiento de la satisfacción personal; mientras la
segunda propuesta, la que aparece en Flourish, presenta un enfoque más eu-
daimónico, aunque sin abandonar los componentes hedónicos de la primera

su segunda propuesta puede ser considerada un planteamiento mixto, donde
cada uno de los cinco componentes del Modelo PERMA (i.e., P- positive emo-
tion, E- engagement, R- positive relationships, M- meaning, A- accomplishments/
achievements) es buscado por sí mismo.
10
No se pasa por alto que el mismo Seligman llega a plantear que él no tiene
dos teorías o dos propuestas acerca de la felicidad, sino que su segunda pro-
puesta sería, en realidad, una teoría acerca del bienestar (i.e., Modelo PER-
MA), tomando así distancia de la felicitología monista de corte aristotélico que
habría inspirado su primera propuesta, caracterizándose por ser, esencial-
descripción de
lo que las personas eligen libremente por su mismo signicado intrínseco.
8
 Flourish, cap. 3.
9
Cf. The Encyclopedia of Positive Psychology, editado por

10
Cf. ., Authentic happiness; ., Flourish.
103
La primera propuesta de Martin Seligman acerca de la felicidad
En síntesis, Seligman anuncia haber cambiado su objeto de estudio al
plantear su segunda teoría, pasando del estudio de la felicidad
11
al estudio
del bienestar.
12

que Aristóteles nunca ha formulado una felicitología monista,
13
sino que, al

proairesis
intención de distanciarse de él y superarlo, lo que hizo Seligman, en cambio,


14
se entiende,

15
Por lo tanto, a mi juicio, al alejarse de la felicitología que condicionaba su
primera propuesta, Seligman se dirigió hacia el estudio del bienestar, que, a

de la felicidad.
16

En Authentic Happiness-

llevarían la persona a alcanzar el objetivo buscado: el H (que está para happi-
ness). En dicha ecuación H = S + C + V (Happiness = set range + circumstances +
voluntary variables), la letra H corresponde al nivel permanente de felicidad, la S
al intervalo establecido, que es atribuido genéticamente al individuo, la C a las
circunstancias de la vida y la V a las variables voluntarias, las que dependen del
control personal.
17
Hoy en día, el índice más aceptado de la contribución genética a la felici-

11
., Authentic happiness.
12
 Flourish.
13
Cf. The morality of happiness,
14
 Ethics in the conicts of modernity: an essay on desire, practical reasoning, and nar-
rative, New York: Cambridge University Press, 2016, p. 201.
15
Cf. , Eudaimonía y losofía práctica, México: Editorial Torres Asociados,
2022.
16
Esta tesis fue sostenida en dos de mis estudios precedentes. Para profundizar el argumento,
cf. , L’eudaimonia nella proposta della psicologia positiva di Martin Seligman,
Roma: EDUSC, 2019; -
y Sánchez Muñoz, R., Problemas actuales de ética y
antropología desde una perspectiva interdisciplinaria, San Luis Potosí: FCSyH-UASLP, 2022, pp.
195-218.
17
Cf. ., Authentic Happiness, cap. 4.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
104


felicidad recae dentro del ámbito de sus acciones intencionales.
18
No nos ocuparemos aquí de los factores genéticos ni de las circunstancias
de la vida. Si bien Seligman los tiene en cuenta, centra su atención en demos-
trar que es posible aumentar la felicidad auténtica a través de acciones inten-
cionales estudiadas por la psicología y puestas en marcha por las personas
en su día a día. En efecto, es dentro de este marco de las variables voluntarias
(V), que Seligman presenta tres estilos de vida o tres diversos caminos no
normativos (descriptivos) para la obtención de la felicidad. Los veremos a
continuación.
19
2.1. La vida placentera: placer y graticación
El primer estilo de vida considerado consiste en la búsqueda de emocio-
nes positivas como, por ejemplo, la alegría, la gratitud o la inspiración. Es
necesario tener en cuenta que su propuesta se sitúa en el ámbito de la psico-
logía aplicada, así que Seligman estudia tanto las emociones positivas como
las diferentes estrategias para maximizarlas.

conexión con el aspecto temporal (i.e.,
es posible cultivar cada una de ellas por separado de las demás. Las interven-
ciones de la psicología positiva se dan dentro de estas tres coordenadas o,
dicho de otro modo, tomando en cuenta esos tres tiempos existenciales.
Las emociones positivas relativas al pasado (i.e., satisfacción, serenidad,
orgullo, contentamiento) se potencian a través de la gratitud y la capacidad
de perdonar, que liberan a las personas de la ideología determinista para-
lizante. Aquí Seligman se distancia del determinismo de Darwin, Marx y
Freud. Respecto del pasado, sí hay algo que se puede hacer, que se puede

se encuentran correlacionados con la satisfacción relativa al pasado que, a
su vez, se vivencia en el hoy de nuestras vidas. Por lo mismo, el perdón y la
gratitud son los ejes prioritarios de esta intervención que pretende aumentar
la felicidad, desde el pasado, de forma auténtica y sostenible.
18
Cf. , L’eudaimonia nella proposta…, p. 268.
19
Los siguientes tres subapartados son una adaptación de lo que fue originalmente desarrolla-
do en , L’eudaimonia nella proposta…, pp. 281-87.
105
La primera propuesta de Martin Seligman acerca de la felicidad
Las emociones positivas respecto al futuro (i.e., optimismo, esperanza, en-

discutir los pensamientos pesimistas automáticos. La ansiedad, la pasividad

vez, se basa en patrones cognitivos distorsionados y autodestructivos. Se-
ligman y colegas formulan un ejercicio cognitivo para enseñar el optimismo

de los cinco procedimientos utilizados provienen de la propuesta de Aaron
Beck; el quinto, de la terapia de Albert Ellis. El método consiste en reconocer
y discutir los propios pensamientos pesimistas, tomando conciencia de ellos
y de sus efectos, y buscando pensamientos alternativos que sean verosímiles


Las emociones positivas en el presente se dividen en dos categorías: pla-
el logro de la realización biológica, mien-
el logro del crecimiento psicológico. Tratando
de explicar el concepto en términos económicos, Csikszentmihalyi compara

creación de capital psicológico. Para Seligman, este es el mejor ejemplo de
dos caminos radicalmente distintos hacia la felicidad. Los placeres son mo-

con sabores y olores deliciosos, placeres sexuales, movimientos corporales
sin obstáculos, sonidos y bellezas deleitables. Algunos son incluso placeres
superiores que suelen partir de mecanismos y aprendizajes más complejos,
como el éxtasis, el arrebato, la embriaguez, la conmoción, la dicha, el conten-
tamiento, el júbilo, la alegría, la exuberancia, la efervescencia, el confort, la
diversión, el entretenimiento, la relajación y similares.
Los placeres son inherentemente subjetivos y uno se acostumbra a ellos
rápidamente. Se pueden aumentar luchando contra la habituación que gene-
ran y aprendiendo a saborearlos plenamente con todo nuestro ser. La prácti-
ca de la atención plena (mindfulness) es una técnica que permite hacer frente a
-

-
gue emociones positivas en relación con el presente, el pasado y el futuro, y


e inducir un estado de entusiasmo apasionado (ow), que Csikzentmihalyi

Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
106
la actividad.
20

ow se caracteriza por la
-
tras potencialidades y virtudes y, por tanto, abren el camino a otro tipo de fe-
licidad. Implican actividades intencionales como cocinar, hacer deporte, leer,
el trabajo diario, bailar, entre otras.
2.2. La vida comprometida (o la vida virtuosa)
El segundo componente de la auténtica felicidad en la teoría de Seligman
engagement), es decir, una existencia en la que las
actividades diarias van acompañadas de un alto grado de involucraión. Para
tener éxito en la involucración, Seligman recomienda la creación del ow.
Cuando se experimenta un estado así, el tiempo pasa rápidamente, la aten-
ción se centra por completo en la actividad, el sentido del yo casi se pierde y
el rendimiento es óptimo.
21
Seligman señala una forma de mejorar la involucración y el ow, que con-
signa-
ture strengths) y, a continuación, ayudarla a encontrar oportunidades en su
vida cotidiana para utilizar estos puntos fuertes. En Character strengths and
virtues: a handbook and classication, junto con Christopher Peterson, Seligman
i.e., sabiduría y conocimiento; valor o fortaleza; amor
y humanidad; justicia y templanza; espiritualidad; y trascendencia) y veinti-
cuatro puntos de fuerza que fueron observados en las principales culturas de
la historia de la humanidad.
Podíamos decidir estudiar sólo aquellas virtudes que los protestantes nortea-
mericanos del siglo XIX valoraban, o las que valoran los académicos varones,
blancos y de mediana edad contemporáneos. Sin embargo, es mucho mejor
tomar como punto de partida las fortalezas y virtudes ubicuas, aquellas que
son valoradas en prácticamente todas las culturas.
22
Frente al posible particularismo, por un lado, y frente al posible relati-
vismo, por otro lado, Peterson y Seligman reivindican la ubicuidad de estas
20
Cf. The encyclopedia of positive psychology, editado por Shane
, Flow: the
psychology of optimal experience, New York: Harper Perennial, 1991.
21
Cf.  , Flow: the psychology of optimal experience;  ,

22
., Authentic happiness, cap. 8.
107
La primera propuesta de Martin Seligman acerca de la felicidad
seis virtudes a lo largo y ancho de la historia y de las diversas culturas del

En esta época de posmodernismo y relativismo ético, se ha convertido en
un lugar común suponer que las virtudes no son más que meras conven-
ciones sociales, propias de una época y un lugar determinados. Así pues,
 
la autonomía, la singularidad, la riqueza y la competitividad son altamente
deseables. Sin embargo, santo Tomás de Aquino, Confucio, Buda y Aristó-
teles no habrían considerado virtudes ninguno de estos rasgos y, de hecho,
habrían condenado unos cuantos por considerarlos vicios. La castidad, el


consiguiente, para nosotros fue toda una sorpresa descubrir que hay nada
más y nada menos que seis virtudes refrendadas en todas las grandes reli-
giones y tradiciones culturales.
23
Cabe mencionar que Seligman y sus colegas no se limitaran al aspecto más
teórico del estudio de las virtudes y fortalezas. Han desarrollado una serie de
-
cial en las principales áreas de la vida.
Tayyab Rashid lo resume así:

un niño, hacer cerámica, cocinar, pintar, leer, concentrarse en oír y hablar, so-
cializar, ayudar a los demás, saborear la belleza natural o artística, o escalar

actividades no tienen necesariamente que ver con el uso de modernos dispo-
sitivos digitales y, a menudo, para que se produzcan, requieren el ejercicio
del pensamiento y la interpretación, así como el compromiso de una cierta
cantidad de tiempo, en lugar de un breve momento. En comparación con la
búsqueda de placeres sensoriales que se desvanecen rápidamente, estas acti-
vidades duran más y no generan habituación fácilmente, ya que son tempo-
rales y ofrecen numerosas vías creativas. El compromiso o la involucración
son buenos candidatos para la felicidad auténtica porque se centran en el

de la felicidad auténtica, es probable que las personas busquen hacer aquello
que les llene profundamente y, al hacerlo, quieran ser el tipo de individuos
que siempre han buscado ser. Intentar utilizar las fortalezas, talentos y ha-
bilidades más elevadas de cada uno es una de las mejores formas de ser au-
23
., Authentic happiness, cap. 8.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
108

auténtica felicidad.
24
Es por ello que Seligman sostiene que la auténtica felicidad proviene del
-
les (signature strengths), en particular, para así poder utilizarlos en el trabajo,
en el amor, en la vida familiar, durante los momentos de ocio y en el papel
social que cada uno de nosotros desempeña.
2.3. La vida con signicado

del bienestar: éste consiste en utilizar el potencial personal tan a menudo
como sea posible, en todos los ámbitos de la vida, de forma que se alcance

Con la esperanza de aumentar el nivel de emociones positivas y la capa-

hacia la felicidad: encontrar sentido y propósito a la vida. Si la vida placen-
tera consiste en la búsqueda exitosa de sentimientos positivos (apoyada por

-
ticas), la vida con sentido tiene un aspecto más: consiste en utilizar el potencial
personal al servicio de algo más grande que uno mismo.
Hay varias formas de lograr una vida con sentido, por ejemplo, las relacio-
nes interpersonales estrechas, la generatividad, el activismo social, la carrera
profesional o el trabajo entendidos como vocación o misión, entre otras. De
entre todas ellas, numerosos estudios documentan la asociación entre los vín-
culos sociales estrechos y la felicidad.

compañeros de trabajo solidarios tienen menos probabilidades de sufrir de-
presión, baja autoestima y problemas de salud. Las personas casadas son siem-
pre más felices que las solteras. Del mismo modo, las personas activas desde
el punto de vista religioso son más felices que sus homólogas no religiosas.
25
        
mezquitas, templos, asociaciones profesionales, clubes deportivos, instala-
24
The encyclopedia of positive psychology, editado por Shane

25

109
La primera propuesta de Martin Seligman acerca de la felicidad
ciones recreativas, organizaciones sin ánimo de lucro, grupos ecologistas o

más grande que uno mismo. Los investigadores sostienen que, independien-
-
cativa, hacerlo conduce a una sensación de satisfacción y a la creencia de que

Usted cuenta con la posibilidad de escoger el rumbo de su vida. Puede elegir
una existencia que, en mayor o menor medida, favorezca estos propósitos;
o sin duda puede optar por una que no tenga ninguna relación con ellos.
De hecho, puede escoger una existencia que los obstaculice reiteradamente.
También puede elegir una vida que gire en torno al incremento del cono-

literatura, al periodismo y a otras muchas actividades. Puede optar por una
existencia dedicada a desarrollar un poder creciente a través de la tecnología,
-
de optar por una vida construida en torno a una bondad creciente por medio:
de la ley, el mantenimiento del orden, la protección civil, la religión, la ética,

una felicidad auténtica empleando sus fortalezas características todos los
-
te: utilizar dichas fortalezas para fomentar el desarrollo del conocimiento, el
poder o la bondad. Una existencia semejante se halla cargada de sentido, y si

26
De este modo Seligman concluye Authentic happiness, es decir, presentan-

retomar la digresión teológica presentada al inicio y en las últimas páginas
de su obra (i.e., lo divino viene postulado como el fruto de un proceso evolu-
tivo), se limita a señalar que la vida con sentido añade un componente más
a los otros dos caminos: el uso del propio potencial más allá de uno mismo,
para promover el conocimiento, el poder y la bondad.
Resta decir que, para Seligman, es probable que exista una farmacología
del placer, es muy posible que exista una farmacología de la emoción po-
sitiva en general, pero es poco probable que exista una farmacología de la
ow). Y es imposible que exista una farmacología del sentido.
Según el autor, experimentar estas tres dimensiones es llevar una existencia
de auténtica plenitud.
26
., Authentic happiness, cap. 14.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
110


Según la teoría de Barbara Fredrickson, la vida placentera es impor-
tante porque las emociones positivas ayudan a cambiar la disposición
mental de las personas, amplían su campo de atención y expanden su re-
pertorio de pensamiento-acción, lo que conduce a un mayor dominio de
sí mismo y del mundo y, por lo tanto, a una mayor felicidad. Las emocio-
nes positivas también contribuyen a la resiliencia en las crisis y favorecen
la salud física.
27

a las nociones de que las emociones positivas son puramente derivadas,
defensivas o puras ilusiones, las pruebas empíricas han sugerido que las

28
Sin embargo, la felicidad auténtica, señala Rashid, no consiste en expe-
rimentar a menudo las emociones positivas más intensas. Más bien consis-
te en experimentar emociones positivas de leves a moderadas con mayor
frecuencia.
Una lección de la investigación sobre la felicidad es que, si las personas bus-
can el éxtasis la mayor parte del tiempo, ya sea en un pasatiempo, en un
trabajo o en las relaciones personales, es probable que se decepcionen porque
las emociones positivas intensas son raras y presentan un marcado contraste
-
   
emociones negativas que cumplen muchas funciones adaptativas. Para ser
auténticamente feliz, es necesario encontrar un cuidadoso equilibrio entre
las ventajas de ver el vaso medio vacío y las ventajas de verlo medio lleno, ya
que una vida utópica completamente desprovista de dolor puede que nun-
ca sea posible. A veces las personas más felices se sienten tristes, y las más
tristes tienen sus momentos de alegría. Por tanto, la auténtica felicidad no
es estática, es dinámica, y el secreto reside en equilibrar sus movimientos.
29
Además, alcanzamos la felicidad auténtica cuando descubrimos nuestras vir-
tudes, nuestras fortalezas del carácter y nuestras potencialidades personales más
marcadas (signature strengths), es decir, aquellas fortalezas que nos distinguen
27
Cf.    y       
en The encyclopedia of positive psychology-
ley-Blackwell, 2009, pp. 105-110; . y 
The Oxford handbook of positive psychology, editado por Shane J. Lopez y Charles Richard Sny-

28

29

111
La primera propuesta de Martin Seligman acerca de la felicidad
más profundamente, y cuando las utilizamos para mejorar nuestra vida. En últi-
ma instancia, estas actividades nos llevan a ser quienes aspiramos ser en la vida.
La vida comprometida está sostenida por el ejercicio de la virtud y el ejercicio de
la virtud está sostenido en el estado de ow. Cuando se alcanza el ow, la persona
logra vivenciar actividades que le son altamente satisfactorias, pero de forma
diferida (a posteriori). Como ya he mencionado, tenemos el ow cuando estamos
concentrados en una tarea y nos abstraemos de todo lo demás, por ejemplo, al
escalar una montaña. Durante la actividad desempeñada no sentimos nada, no
estamos centrados en nosotros mismos ni en nuestros estados de ánimo. Como
indica Csikszentmihalyi, hasta perdemos la noción del tiempo (no vemos la hora
pasar). Sin embargo, luego, se siente la satisfacción por lo que fue realizado y se
obtiene el crecimiento psicológico.
El tercer escalón de la felicidad consiste en el encontrar una profunda sen-
sación de realización, de satisfacción empleando nuestras fortalezas en un
propósito mayor que nosotros. Se logra al estar al servicio de algo más gran-
de que uno: algo que mejore al mundo, a las demás personas y cree una dife-
rencia positiva. Como hemos visto, Seligman no ofrece una respuesta relativa

un sentido en la vida son más felices.

son necesariamente excluyentes. Como señala Rashid, las actividades como
-
táneamente. Sin embargo, esta división proporciona un marco conceptual

felicidad consiste en: experimentar emociones positivas, saborearlas; generar
-

la vida al servicio de algo más grande que uno mismo.
30

-
mentar la felicidad auténtica mediante acciones intencionales. En efecto, su

atribuida a las elecciones del individuo: H = S + C + V (Happiness = set range
+ circumstances + voluntary variables
puede tener una fórmula así? Como observa Rafael Martínez, en la misma
30

Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
112
línea que Barbara Ehrenreich, si no existen métodos universalmente acep-

cosa que una analogía.
31
En efecto, años después, Seligman la abandonará.
En Flourish, el autor pasa a presentar el constructo PERMA, argumentando
que la felicidad auténtica, tal y como estaba formulada anteriormente, era


ofrece un resumen de los factores que se consideran relevantes para el éxito
de una vida feliz.
En segundo lugar, la psicología positiva ha sido duramente criticada por
diversos motivos: excesivo afán de protagonismo, imprecisiones conceptua-
les en sus textos, errores metodológicos en las investigaciones, focalización
-

hechos en respuesta a las críticas. Al mismo tiempo, a pesar de los errores y
limitaciones, hay que tener en cuenta que Seligman ofrece un aporte valioso


32
Esta intuición
que será mejor desarrollada en Flourish ya nutre las páginas de Authentic ha-
ppiness, un manual de autoayuda que, para el autor, tiene una peculiaridad:
los libros de autoayuda que escribe no constituyen la totalidad de su obra
-

última prolongación
Finalmente, Seligman y los psicólogos positivos poseen el mérito de haber

-
tudios sostenidos, sería engañoso atribuir el éxito de la felicidad únicamente
a las circunstancias vitales o a variables genéticas heredadas. Las acciones
intencionadas también desempeñan un papel importante, de hecho, funda-
mental, y Seligman pretende enseñar al lector cómo aumentar la felicidad
genuina mediante estas acciones. Se ve entonces cómo la psicología positiva
ingresa, con nuevas herramientas y recursos epistémicos, en un camino ya

31
Cf. , L’eudaimonia nella proposta…, p. 267; , Bright-Sided: how
the relentless promotion of positive thinking has undermined America, New York: Metropolitan
Books, 2009.
32

ourishing y por su misma conceptua-
lización (ambos anteriores al trabajo de Seligman). Cf. y J., Flourishing,
Washington (DC): American Psychological Association, 2003.
113
La primera propuesta de Martin Seligman acerca de la felicidad

, L’eudaimonia nella proposta della psicologia positiva di Mar-
tin Seligman, Roma: EDUSC, 2019.
, Eudaimonía y losofía práctica, México: Editorial Torres
Asociados, 2022.

 , Problemas ac-
tuales de ética y antropología desde una perspectiva interdisciplinaria, San Luis Po-
tosí: FCSyH-UASLP, 2022, pp. 195-218.
  y ,     
Acta comportamentalia: Revista lati-
na de análisis del comportamiento, vol. 30, núm. 1, 2022, pp. 89-119.
  The morality of happiness,     
Press, 1993.
, Flow: the psychology of optimal experience, New York:
Harper Perennial, 1991.
The encyclopedia of positive psychology, edit-

, Bright-Sided: how the relentless promotion of positive thinking
has undermined America, New York: Metropolitan Books, 2009.
 y -
The encyclopedia of positive psychology, editado por Shane J.

. y The Ox-
ford handbook of positive psychology, editado por Shane J. Lopez y Charles Rich-

The Encyclopedia of Positive Psycholo-
gy
1030-1034.
y  Flourishing, Washington (DC): American
Psychological Association, 2003.
The encyclopedia of positive psychology, ed. de

 Ethics in the conicts of modernity: an essay on desire, practical
reasoning, and narrative, New York: Cambridge University Press, 2016.
The encyclopedia of positive psychology,

., Authentic happiness,
Schuster, 2002.
 Flourish, New York: Free Press, 2011.

117
Metafísica y Persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
Philosophy of Emotion. A contemporary
Introduction

Universidad Austral, Argentina
spaladino@austral.edu.ar
Las denominadas aective sciences han progresado considerablemente en
los últimos 50 años debido al reconocimiento de la relevancia de los afectos
en la vida humana. La complejidad del universo afectivo llama en causa no
-
-
tes fundamentales: qué son las emociones, cómo es posible regularlas y qué
valoración moral merecen. Teniendo presente que una parte considerable de
la discusión contemporánea gira en torno a la pregunta sobre cómo las emo-



Con una estructura ordenada y una preciosa combinación de riqueza
de contenido y capacidad de síntesis, la autora brinda una rigurosa intro-

sobre todo a quienes están dando los primeros pasos en esta temática.
Tappolet invita a familiarizarse con los autores y las principales teorías, y
aunque toma posición en algunas cuestiones, no resulta desequilibrada la
exposición sobre enfoques contrarios al suyo.
El libro tiene 12 capítulos distribuidos en 4 partes. En la primera parte
(capítulos 1 a 4) se compendian nociones básicas para situar al lector en el


1



Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
118
Platón y Aristóteles, Santo Tomás, Descartes, Hume y Kant han querido res-
ponder, se exponen las principales notas que caracterizan las emociones. De-
jando de lado las discusiones de escuela, las emociones se comprenden como
estados mentales caracterizados por cuatro notas: sensación, motivación, di-
reccionalidad y evaluación. Estas notas son la clave para distinguir las emo-
ciones de otros fenómenos afectivos similares como son los sentimientos o
el humor. En este contexto introductorio adquiere relevancia el interrogante
acerca de si las emociones están determinadas por la naturaleza o la cultura.
Mientras que para el determinismo biológico las emociones dependen de ca-
racterísticas innatas del psiquismo, el constructivismo social sostiene que son
constructos resultantes de prácticas sociales. Expuestas las principales teorías
de cada posición, la autora concluye que los argumentos en favor de una

para desarrollar un tertium quid acorde con la tesis de que las emociones son
el resultado de la interacción de la biología y la cultura.
La segunda parte del libro busca esclarecer la esencia de las emociones.
El estudio de las notas fundamentales y cómo se articulan entre sí es lo que
da origen a las teorías de las emociones. Son dos los principales desafíos
que enfrentan tales teorías. Por un lado, precisar la distinción de las emocio-
-
rencia los diversos tipos de emociones. Las teorías más relevantes se conocen
como: Feeling theories, Motivational theories y Evaluative theories, desarrolladas
respectivamente en los capítulos 4 a 6. Aunque históricamente prevalecía, la
conocida Feeling theory ha recibido muchas objeciones al punto de que hoy
son pocos los que suscriben esta teoría para la cual las emociones no son otra
cosa que sentimientos. Mientras que James y los llamados neo-Jamesian-

corporales (bodily feelings
así las dos modalidades principales de esta teoría. Una de las principales ob-
jeciones que ha recibido Feeling Ttheory es que no da lugar a la intencionali-
dad de las emociones, a la vez que no está en condiciones de dar cuenta de su
causalidad en la acción como sugiere el sentido común.
Como ponen de relieve Aristóteles, Santo Tomás y Kant, las motivación es
considerada componente esencial de la emoción. Este es el núcleo conceptual
de las llamadas Motivational theories cuyas vertientes más representativas son
Simple Motivational Theory desarrollada por el psicólogo Frijda, y Aitudinal
Theory de Deonna y Teroni. Si bien ambas teorías comparten las mismas vir-
tudes, la segunda supera la primera en cuanto que admite que las emociones
están dirigidas a objetos intencionales e involucran evaluaciones. Sin embar-
go, el análisis de Tappolet lleva a concluir que ambas proponen una imagen
débil de la motivación emocional.
119
Tappolet, C., Philosophy of Emotion. A contemporary
Introduction, New York: Routledge, 2022, 255p.
Tanto Platón como Aristóteles pensaban que las emociones dependían de

Hume. Los partidarios de las denominadas Evaluative theories, aunque no en-
cuentran acuerdo sobre la esencia de las emociones, sí lo encuentran en el
   
escuela dentro de esta teoría corresponden a cómo se considere dicho pro-
ceso evaluativo. Los autores de las llamadas Appraisal theories-

mientras que los representantes de Judgmental y quasi-judmental theories-

emociones consisten en juicios evaluativos y se distinguen por ellos. La tesis
principal de las Perceptual theories es que las emociones comparten importan-
tes características con las percepciones sensoriales. El carácter no conceptual
de las percepciones visuales dio lugar al desarrollo de una analogía entre las
emociones y las percepciones sensoriales el cual se refracta en una serie de
teorías dependiendo de la admisión de una versión literal o no de dicha ana-
logía. Prinz y Dö
percepción sensorial y afectiva correspondientemente. Por el contrario, para
los partidarios de una versión no literal de la analogía como De Sousa, Gol-
die, Helm y Mitchel, las emociones aun siendo similares a las experiencias

Receptive theorie para la cual las emociones son representaciones evaluativas
con contenidos no conceptuales que, a diferencia de las percepciones, no se
encuentran en la periferia sensorial sino que se ubican en una nivel superior
de la arquitectura cognitiva. Esta teoría receptiva resulta adecuada para en-
tender cómo se evalúan las emociones.
Los capítulos 7 a 10 componen la tercera parte del libro dedicada a la di-
mensión normativa de las emociones. En el capítulo 7 se expone la relación
-
ción: las emociones son epistémicamente indispensables para el conocimien-
to de los valores. Expuestas las objeciones a dicha tesis, la autora concluye
que esta tesis no solo es plausible sino que es capaz de resistir tales obje-

con la cuestión normativa. En efecto, cabe preguntarse si el hecho de que a
menudo basemos nuestras creencias evaluativas en las emociones sea algo
bueno desde el punto de vista práctico. En el capítulo 8 Tappolet se aden-
tra en esta cuestión analizando la relación emociones-racionalidad práctica
buscando esclarecer el rol de estos fenómenos afectivos en la toma de deci-
siones. Aunque son muchas las posiciones que concurren en dicho análisis,

razonamiento práctico. Sin embargo, debido a los múltiples efectos que las
-
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
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siones deviene un asunto complejo. Con esto, emerge una paradoja de difícil
-
ciones pueden provocar irracionalidad práctica o ayudar a alcanzar plena
racionalidad. En cualquier caso, independientemente de su papel causal en
las acciones, las emociones desempeñan un rol práctico indispensable en el

De particular interés resultan los capítulos 9 y 10. Haciendo eco de estu-
dios recientes, la autora sostiene que la oposición entre sentimentalismo y
racionalismo moral no debe exagerarse: en efecto, es compatible enfatizar el
papel de la emoción en la ética con sostener que los juicios morales pueden
ser verdaderos o falsos. En el capítulo 9 se examina el debate de larga data
sobre la relación de las emociones con lo evaluativo. Aclarada la noción de


que relacionan las emociones con los valores y propiedades evaluativas. Entre
las principales se mencionan: Simple subjectivism, la cual sostiene que algo es
valioso solo si causa cierta emoción, e Ideal oberver theory, para la cual solo tiene
valor aquello que causa cierta emoción en un observador ideal. Por su parte,
el neosentimentalismo en su versión reduccionista sostiene que los valores se
reducen a emociones ajustadas. El principal atractivo de esta posición es que
promete explicar la normatividad de los valores. Las teorías de la sensibilidad
(Sensibility theories) se proponen como versión no reductiva de neosentimen-
talismo y resultan ser compatibles con las Evaluative theories y, de modo par-
ticular, con Receptive theorie. En el capítulo 10 Tappolet se detiene a estudiar
la teoría de Sreenivasan según la cual las emociones son el corazón de las
virtudes y contribuyen a la felicidad psicológica entendida como el equilibrio
positivo de los estados afectivos. Aunque el análisis es consistente, la relación
emoción-virtud admite ulteriores desarrollos, sobre todo teniendo en cuenta
-
nes al pensamiento de Aristóteles y Tomás de Aquino, entre otros.
La relación entre emoción y virtud deriva en la pregunta por la regulación
de las emociones, objeto de la cuarta parte del libro de corte más original. Los
-

la autora, la cuestión acerca de la regulación de las emociones es de particular
-
nes mira a sentir emociones adecuadas; en efecto, las emociones adecuadas o
ajustadas constituyen el núcleo de las virtudes. De aquí que la regulación de las
emociones suponga educación. Ambos capítulos resultan de particular interés

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Metafísica y Persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
Ecosofía. La sabiduría de la Tierra


1

2

3
UPAEP, Universidad, México
-
culos europeos. Su pensamiento, guiado hacia un diálogo intercultural e
interreligioso expresa de manera espléndida toda su educación en ciencia,
Ecosofía. La sabiduría de la Tierra (publicado por
la editorial Fragmenta y editado por el periodista Jordi Pigem), es una guía
para entender de primera mano lo que se conoce como ecosofía. El texto está
conformado por una introducción histórica al nacimiento de la palabra y a la
ideología escrita por Pigem (pp. 7-25) y que más adelante se desarrollará en
el libro a través de una recopilación de textos de Panikkar. Dichos artículos y
ponencias nos presentan la argumentación y el contexto necesario para que
nos introduzcamos de forma más intelectual en un problema que llevamos
arrastrando desde hace varias generaciones, siendo este el del maltrato al
planeta a través de la contaminación y la explotación de recursos naturales.
Así, con lo que nos encontramos en este libro es con el esfuerzo de entablar
un diálogo intercultural e interreligioso que despliega desde una postura no

exponer a los Veda (p. 57), pero que se apoya también en la postura occiden-
tal del anima mundi (p. 19).
A lo largo del libro y el desarrollo del tema, Panikkar nos embarca en un
viaje histórico y cultural, pues su desarrollo del término ecosofía no es una

1

2

3



Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
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de la palabra ecosofía nos encontramos con algo más allá del cuidado del pla-
neta: es el cuidado de nuestra casa común. En griego, la palabra -oikos -
-soa 
Con este desarrollo volvemos a referir a la idea de que todo esto va más
allá de un simple tema sobre el cuidado ambiental, pues, siguiendo esta pers-
pectiva, la tierra se vuelve un simple objeto, un lugar en el que estamos, no
en el que habitamos y vivimos (con todas sus implicaciones metafísicas). En

los medios idóneos para el business as usual, porque «no podemos ir contra el
progreso» y, por tanto, busca desesperadamente un desarrollo sostenible, como
ahora se dice, la ecosofía
es solamente un lugar, es donde cada quien empieza a relacionarse, a pensar
y desenvolverse como individuo pensante. En este sentido, Panikkar consi-
dera en este libro que el estudio de la Tierra como un objeto, con el método

Panikkar entiende a la tierra como un ser vivo, aquel que por excelencia
permite la vida de todos los otros seres animados. Y esta capacidad de, en
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un estatuto mucho más importante del que se le reconoce. Por ello, uno de los
aspectos que mayormente resaltan de este libro es la intuición cosmoteándri-
ca que sostiene el autor. La modernidad se ha desarrollado y fundamentado
en un antropocentrismo y se ha olvidado de otras dimensiones fundamen-
tales de la realidad. No es que a juicio de Panikkar el ser humano no sea
importante, porque de hecho lo es. Lo que pasa es que hay más dimensiones
de la realidad que solo la humana. Están también el kosmos y el theos. Por ello
la intuición cosmoteándrica ontónoma, como él mismo la llama, resalta estas tres
dimensiones de la realidad que son la del Kosmos, la del Theos y la del Anthro-
pos (p. 66). Se trata de tres mundos interconectados o sobrepuestos: el mundo
de los dioses, el mundo del hombre y el mundo de la naturaleza, y en cada
uno de ellos se presenta actualmente una crisis. En el mundo propiamente
humano falta aprender a relacionarse con los otros seres humanos, y en los
otros mundos falta aprender a relacionarse adecuadamente con los dioses y
con la naturaleza (pp. 35-36).
Pues, si admitimos la ecosofía como una posición legítima y, además la
apoyamos, es necesario tomar en cuenta una de sus propuestas más fuertes,
la que, a nuestra consideración, más puede agitar a las personas, remover

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presupone que, en la actualidad, la mayoría de las personas ven al planeta
Tierra como un objeto, algo que pueden usar, hacer y deshacer las veces que
les plazca, ya que no está al mismo nivel ontológico que los humanos.
123
Panikkar, R., Ecosofía. La sabiduría de la Tierra, Barcelona: Fragmenta Editorial, 2021, 93p.
Bajo esta mentalidad, la Tierra ha sufrido graves daños, como son el des-
gaste a la capa de ozono, la sobreexplotación de recursos naturales (como el
agua y algunos minerales), la deforestación, las sequías en lugares húmedos
y las inundaciones en regiones secas, el derretimiento de los glaciares, la pér-
dida de hábitats, etc., que ha tenido como consecuencia que ciertas especies
animales se encuentren en condiciones críticas, entre muchas otras. Dice Pa-
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naturaleza como objeto del pensamiento sólo puede ser una abstracción, un
constructo, no la verdadera naturaleza. El pensamiento de sujeto-objeto es
ciertamente válido y necesario, pero es metodológicamente inadecuado para

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libro es afrontar la situación actual y encontrar una raíz del problema, la cual
se reduce a que el ser humano se ha creído superior a la Tierra, a la naturale-
za, y por ello cree tener el derecho de utilizarla como si fuera nada más que
una herramienta que sólo existe para cumplir los deseos de la especie huma-
na. Tomando esto como el posible origen de los daños al medio ambiente y
al planeta Tierra en general, la opción que se plantea es, hasta cierto punto,
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neta, al igual que los seres humanos, es un sujeto y merece respeto, cuidado
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rramienta. Panikkar se opone al modo técnico de tratar la Naturaleza. Llega
a decir, inclusive, que no puede haber una ciencia de la naturaleza, si por
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Nos parece interesante que la Ecosofía propone algo muy parecido al an-
tiespecismo (o antiespeceísmo), que es atribuir la categoría de sujeto a seres
que habían sido (mal)tratados como simples objetos para servir al ser huma-
no, ya sean los animales no-humanos, o bien, el planeta Tierra. Se trata de
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objeto siempre hubo un sujeto y es momento de tratarlo como tal.
A decir verdad, esto parece más bien un paso muy pequeño en el cuidado
del planeta Tierra y los habitantes que tiene; sin embargo, consideramos que
sigue siendo un paso, es decir, un cambio para que cada vez más personas
traten a la Tierra como es debido, entendiendo que es el hogar de muchos ani-
males, no sólo los humanos, y es injusto ignorar a otras criaturas e ignorar los
mecanismos de la Tierra cuando esta parece pedirnos a gritos que la cuidemos.
En consecuencia, la ecosofía propone que la Tierra es un ser vivo (p. 34) e
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Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
124
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para la humanidad, es mucho más que nuestro escenario o nuestro habitáculo.
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Ciertamente, no podemos agotar todos los temas y conceptos que apare-
cen en la obra, pero sí hemos querido resaltar uno de los aspectos más impor-
tantes de la misma obra, y el cual se inscribe dentro de las preocupaciones
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medio ambiente.
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125
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• Los textos, originales e inéditos, deberán ser relativos a los temas que
sugieren el título y subtítulo de la revista y que se explicitan en la Informa-
ción general (Cobertura temática). Para optar a su publicación es preceptivo
atenerse a las siguientes normas:
1. La extensión máxima, incluidos los espacios, será de 70.000 caracteres
para los Artículos y de 45.000 para las Notas. Esta norma general es suscep-
tible de excepciones, cuando se trate de trabajos cuya unidad temática lo re-
quiera. Asimismo, los trabajos que, por el mismo motivo, excedan el doble de
la extensión aquí indicada, podrán ser publicados en dos números sucesivos.
2. El Título de los trabajos ha de constar en el idioma original y en inglés.
Los artículos irán precedidos de un resumen, entre 500 y 1000 caracteres,
seguido de 5 a 7 palabras clave (o expresiones muy breves); uno y otras —el
resumen y las palabras o expresiones clave—, también en los dos idiomas.
3. Los trabajos se redactarán en formato Word (.doc o .docx), con las si-
guientes características:
Tipo de letra: Palatino Linotype
Tamaño de letra: 11
Márgenes: 3 cm laterales y 2.5 superior e inferior
Espacio interlineal: Sencillo
4. Las citas y referencias deberán redactarse en el orden y con el formato
siguientes: (s) e inicial(es) de nombre(s), título de la obra 
revista y volumen (si es el caso), ciudad de publicación, editorial, año y pági-

, J., Metafísica de la persona, Barcelona: Balmes, 2008, p. 159.

Revista Española de Filosofía Medieval, 
J.-P., L’être et le néant, Paris: Gallimard, 1976, pp. 11-30.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
126
Tras la primera cita de una obra, en las siguientes podrán utilizarse (no es
preceptivo) las abreviaturas comunes en los trabajos de investigación.
Cuando se trate de autores clásicos, las obras se citarán según las normas
y costumbres habituales entre los especialistas.

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• Normas para el envío de originales:
Para someter el original al procedimiento de arbitraje de la revista, se envia-
rá un documento en Word, con el trabajo correspondiente, además de propor-

1. Con objeto de preservar el carácter anónimo de las colaboraciones y
posibilitar el arbitraje ciego, los trabajos se enviarán a través del Sitio Web
Metafísica y Persona:

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Además del texto completo, con las notas correspondientes a pie de página,

Para que el texto pueda someterse al arbitraje ciego, según se describe en
el Procedimiento de evaluación, no constará en él ni el nombre del autor ni

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colaboración, será preciso rellenar un formulario, en el que se incluyen los da-
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remitidos a la revista. Como se ha indicado, ninguno de esos datos personales

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La selección de los artículos y notas para Metafísica y Persona se rige por el
siguiente sistema de evaluación.
1. Arbitraje. Todos los trabajos serán evaluados y dictaminados por dos
académicos del máximo nivel y especialistas en el tema sobre el que versa el
artículo o la nota. Los árbitros siempre serán ajenos al Consejo Directivo y al
Consejo de Redacción.
127
Normas editoriales
Se tratará de un arbitraje doble-ciego. Los artículos han de recibir dos dic-
támenes favorables. En el caso de las notas, un solo dictamen favorable hará
posible su publicación, y uno solo en contra podrá impedirla.
Con independencia de cuál sea el dictamen, las opiniones de los árbitros
y sus observaciones o sugerencias se comunicarán al autor a través del sitio

— En caso de que se considere publicable, pero el dictamen incluya su-
gerencias, el autor será libre de tomarlas o no en cuenta e incorporarlas al
trabajo, siempre dentro del plazo previsto.
— Si la publicación está condicionada a ciertas mejoras, la aceptación de-

propuesta de los dictaminadores.
— Cuando el dictamen rechace la publicación, el autor tiene plena libertad
para asumir las correcciones, elaborarlas, incorporarlas al texto y volver a
presentarlo para su publicación en un número posterior de Metafísica y Per-
sona, que en su momento se someterá, como cualquier otra publicación, a
nuevo arbitraje.
2. Autoría. Una vez editados sus escritos, los autores podrán utilizarlos y
Metafísica y
persona como el lugar en que inicialmente se publicaron.
3. Certicación y envío de ejemplares. Los autores cuyos trabajos sean pu-
blicados recibirán por correo postal dos ejemplares de la revista en que el

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trabajo ha sido aceptado para su publicación por la revista y que será publi-
cado en su momento.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
128

La suscripción a la Revista es anual y comprende dos números. Existen
cuatro tipos de suscripción, cada una con sus propias características:
Para recibir por correo electrónico nuestra
publicación, así como también las noticias relevantes sobre la Revista, es ne-
cesario enviar un correo electrónico a contacto@metyper.com, añadiendo los

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de la Revista tiene un costo de $62.00 USD, más gastos de envío. Para recibir-
-
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institucional, correo electrónico y dirección completa a la que se enviarán
los ejemplares. Una vez recibida esta información, la Revista hará llegar al
interesado los datos necesarios para realizar el pago y este, una vez hecho
efectivo dicho pago, enviará una copia escaneada del recibo al mismo correo.
Para solicitar el intercambio de publica-
ciones, es necesario enviar un correo electrónico con todos los datos de la

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pecífico en su versión física, contactar con la Revista en la dirección:
metafisicaypersona@upaep.mx.