Amor donal y transcendencia
Donal love and transcendence
Miembro de Número de la Real Academia de Doctores de España, Madrid
-
1
Pues bien, Polo desa-
rrolla una –que él denomina antropología transcendental–, sobre la que el pensamiento de
Palabras clave: -
-
Keywords:
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La experiencia humana elemental. La veta profunda del magisterio de Juan Pablo II, Ma-
¿Qué es el amor? ¿Cómo conceptualizarlo? ¿Cuál es su estatuto ontoló-
gico? ¿Quién no se ha enamorado? ¿Quién no sabe —incluso aunque no se
atreva— que, no solo es posible, sino sublime prometer y comprometerse con
amados lo más noble que hay en la tierra y lo que da sentido a la existen-
cia? ¿Y quién no desea ser amado así? ¿No es cierto, además, que en lo más
profundo sabemos que cuando amamos estamos más cerca de Dios y nos
asemejamos a Él?
1. El amor como donación y su estructura
Karol Wojtyla expresó en diversas ocasiones su convicción de que: “El
-
prensible, su vida está privada de sentido si no se le revela el amor, si no se
encuentra con el amor, si no lo experimenta y lo hace propio, si no participa
2
la búsqueda de su fundamentación en el ser, y si buscáramos una descripción
3
No todo el mundo explica el amor como donación, aunque tiene raigam-
-
la antropología cultural, Marcel Mauss presenta el dar como la forma social
más arcaica de hacer intercambios, sobre la base de la tríada dar-recibir-de-
Posteriormente otros extenderán a
todas las sociedades el primado del don, al que describen como “toda pres-
tación de bienes y servicios, sin garantía de retorno ni contrapartida, con el
-
2
Redemptor Hominis
3
II, “El don desinteresado”,
Recientemente traducido en Come Gesù,
Como Jesús, Madrid:
, Ensayo sobre el don. Forma y función del intercambio en las sociedades arcaicas, -
, MEl enigma del don
L’esprit du don
Amor donal y trascendencia
que plantea diversas aporías, quizá debidas a que esta cuestión necesita una
Pues bien, sin depender de ellos, pero sí dentro del mismo contexto cul-
-
creto, los autores que hoy nos ocupan lo abordan desde la perspectiva de la
entrega sin deber de devolución; esto
es que se da sin intención de recibir algo a cambio; esto implica donación
Esto permite obtener al menos dos conclusiones: que don y amor son dos
cuestiones intrínsecamente relacionadas
y que la donación amorosa se sitúa
en otro plano o es algo más que un do ut des
1.1. El amor, realidad tríadica
-
que en el Cosmos se pueden hallar vestigios de relaciones triádicas no son
-
más del don, el amor: amante, amado y unión, o la familia: padre, madre e
-
tad e inteligencia, interioridad y medio externo, sujeto y objeto, individuo y
-
, “Justicia y perdón”, en ¡Palabra! Instantáneas losócas
Un iter extenso de los desarrollos citados puede verse en Acción, deber, donación.
Dos dimensiones éticas inseparables de la acción
, Summa Theologiae
, Summa
Theologiae
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superando el planteamiento dualista e incompatible presente en la pluma de
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san Agustín señaló que en el amor hay que considerar: el amante, el amado
13
1.2. Amor y correspondencia
Entrando ya en la estructura del don, detengámonos en primer lugar en el
-
-
cho o tiene de todo, pues ¿qué regalo podría sorprenderle? Otro ejemplo se
puede poner desde el ámbito docente: no hay profesor si no hay alumnos, y
el alumno no sólo recibe, sino que también da en cierto modo al profesor con
su atención, permitiendo a aquel ver las cuestiones con más profundidad y
nuevos horizontes, pues de alguna manera el amor nunca es merecido: siempre
categoría —como más adelante veremos—, y otorgan el mismo tipo de felici-
10
El hombre: inmanencia y trascenden-
cia
11
EncDeus caritas est
12
Eros och Agape, eEros y ágapeLa
noción cristiana del amor y sus transformaciones,
13
, De Trinitate
Antropología trascendental I. La persona humana
Amor donal y trascendencia
El calado de esta cuestión se vislumbra mejor desde la correspondencia,
o no de la correspondencia cuando se recibe un don? Aunque un don sea gra-
tuito, aunque no requiera estrictamente un deber de devolución, parece que,
-
da, al menos de la conciencia de estar en deuda, lo que, si se aborda exclusi-
vamente desde el nivel de la acción o desde el tener, puede suscitar diversas
Pero en el fondo, lo que se está planteando es algo más profundo
que la relación entre donante y recipiendario, pues, en caso de que no sea
sea de un modo incoado, a saber, que la correspondencia es imprescindible
del amante es a su vez ser amado por el amado; pues el esfuerzo del amante
se dirige a atraer al amado a su amor, y si esto no sucede, es necesario que ese
-
cidad es imprescindible para que exista el amor? ¿Es que el amor no corres-
-
rrespondido habría que disolverlo ad lieram?
detendremos en dicha propuesta, simplemente constatarla, por ejemplo, en
algunos versos del cancionero popular español, que cantan al amor sin espe-
El amor sin esperanza
es el más lindo querer;
yo te quiero y nada espero:
Y el galán de la zarzuela La alegría de la huerta canta:
Planteadas por Derrida, quien considera que la descripción fenomenológica del don es apo-
rética o, mejor dicho, es la aporía misma, consistente en hacer conciliable lo que no lo es:
-
pectiva del tener y del do ut des
Acción, deber, donación,
, Summa contra GentilesHoc enim est praecipuum in intentione
diligentis, ut a dilecto reametur: ad hoc enim praecipue studium diligentis tendit, ut ad sui amorem
dilectum arahat; et nisi accidat, oportet dilectionem dissolve
mira si te quiero bien,
que aunque te cases con otro
Estas coplas hablan de muchas cosas: de desinterés, de amar al otro por sí
-
ra bien, ¿se puede hablar de amor verdadero, si éste no es aceptado?
amor se ‘paga’ ”, a su vez, indica en rigor la correspondencia amorosa, pues
el amante-don no acaba de serlo más que por el amado-acogida, y en ese
fenómeno solitario, donde se basta el amante consigo mismo, sino triádico o
-
Polo?
Y no hay
amante sin amado, ni don si éste no es acogido, por lo que el amor, en cuanto
plus ultra, que vienen del carácter entero y sincero del don y la
Los
amores y vínculos íntimos, T. I: Estructuras y dinámicas básicas,
Filosofía y economía, Pamplona: Eun-
-
su máxima plenitud, no es realizado más que en Dios: en el amor recíproco de las personas
Ser nito y Ser eterno, en Obras
Completas, III,
Amor donal y trascendencia
movimiento cuya perfección –lograr ser don, es decir, que lo mío sea tuyo–
se logra en su acogida por el amado, que acepta como suyo aquel mío del
entrelazamiento recíproco en el que amante y amado logran, el uno por el
20
-
1.3. El dar y el aceptar
Hemos señalado que según la perspectiva adoptada, ambos momentos
esa es la dinámica desde el ámbito del tener, desde la que también se puede
-
-
plar el dar desde el ámbito del ser, desde lo que se es, en lugar de desde lo
al amor, distingue entre un sentido esencial y otro nominal o personal, para
21
Contempladas desde el ámbito del ser personal, el dar y el aceptar no
-
tidez: “aceptar no es menos que dar”,
22
lo que nos introduce en el carácter
23
Polo distingue con claridad entre el ámbito del tener y el del dar, que se co-
rresponden con la diferencia entre naturaleza y persona, exponiendo que el
distintivo entre la naturaleza humana respecto a la de seres inferiores o supe-
20
de vida en el amante, en la correspondencia con el amado y en la unión conyugal”, en Ius
Canonicum,
21
, Summa Theologiae
22
Antropología trascendental I. La persona humana
23
Antropología trascendental I. La persona humana
De aquí que el don, como el amor, en sentido
Karol Wojtyla, por su parte, coincide con el planteamiento inicial de Polo
-
-
misma categoría:
el mismo donar se convierte en aceptar, y el aceptar se transforma en do-
Ambas exposiciones coinciden también en que la persona es una crea-
ción donal de Dios, pues “cada criatura lleva en sí el signo del don originario
dona y al que recibe el don, y también la relación que se establece entre am-
que, en cuanto ‘imagen de Dios’, es capaz de
comprender el sentido mismo del don
Pues bien, partiendo de estos presupuestos comunes, en Wojtyla se descu-
don es la persona misma, que a su vez es capaz de aceptar dones: “el hombre
Pero aún hay más, aún hay otro don más excelso, el ser humano aparece
Sobre la existencia cristiana
Filosofía y economía, Pamplona: Eunsa,
Antropología trascendental I. La persona humana
sobre el dar y el aceptar desarrollan que la persona humana es una creación donal de Dios, en
la que Dios es el que da –y posteriormente acepta–, al hombre y es el hombre el que acepta el
la antropología poliana un mayor tratamiento de la transcendentalidad dual a nivel antropo-
II, Varón y mujer. Teología del cuerpo I,
II, Varón y mujer
II, Varón y mujer
Amor donal y trascendencia
“como aquél que, en medio del ‘mundo’, ha recibido como don al otro hom-
bre”:
Juan Pablo II hace hincapié en que para comprender el sentido mismo del
don es preciso tener presente que el ser humano, constitutivamente, es algo
más que soledad, pues en él es también constitutiva la relación, en cuanto
llamada a la comunión de las personas humanas: “Comunión de personas
30
en el sentido que él da a la co-existencia–, de que “desde el principio” Dios
31
-
humano que se le asemejaba, le hizo su ayuda y, al mismo tiempo, entregó el
32
-
nera de aceptarla –tal como la ha querido el Creador, es decir “por sí misma”–
se convierten en una primera donación, de modo que la mujer, al donarse, se
dignidad del don mediante la ofrenda de lo que ella es en toda la verdad de su
humanidad, llega a la íntima profundidad de su persona y a la plena posesión
33
II, Varón y mujer
30
II, Varón y mujer
31
Es sabido que en el Génesis hay dos relatos de la Creación y en el segundo parece que Adán
-
conjuntamente en la existencia, siendo Génesis 2 un texto simbólico que hay que interpretar
varón antes que la mujer? Reexiones en torno a la Antropología de la Creación, Madrid: Rialp,
Annales Theologici
32
II, “El don desinteresado”,
33
II, Varón y mujer,
II, Carta Apostólica Mulieris dignitatem
Esta intuición está contenida, en la famosa “unidad de los dos” de la que ha-
a la que Polo describe como dual, Juan Pablo II añade que es unidual, relacio-
nal, ontológica y complementaria,
una diferencia originaria e indeducible
que tiene la característica de formar una peculiar unidad: la unidad de los dos.
1.4. El tercer momento del amor
tres elementos diferenciados de la estructura del amor en las tres personas
pues el ser humano es, desde el inicio, sólo dos maneras diferentes de ser
amor si sólo tenemos dos personas, una que da y otra que acepta?
es dual o co-existente, pero de ninguna manera trina, el hombre necesita de
Para Polo es claro que:
En Antropología transcendental se alcanza la dualidad de dar y aceptar que
don como transcendental hay que admitir un tercero, con lo que transciende
II, Carta Apostólica Mulieris dignitatem
II, Carta a las mujeres
II, Carta Apostólica Mulieris Dignitatem,
, De
Trinitate, , Summa Theologica
La
experiencia humana elemental
Antropología trascendental I. La persona humana
Amor donal y trascendencia
En efecto, esta precisión de que la persona humana es incapaz de comuni-
car a su propio don carácter personal, es congruente con la explicación de que
los padres sólo trasmiten al hijo la naturaleza, mientras que el don que hace
triádica, por lo cual habrá que indagar de qué modo la tríada se hace presen-
referido, respecto a la imago Dei, -
jtyla la plenitud de la imagen, que siempre considera trinitaria, no se da en
una persona aislada, sino cuando dos personas viven entre sí una comunión
El hombre se convierte en imagen de Dios, no tanto en el momento de la soledad
cuanto en el momento de la comunión
mundo, sino también, y esencialmente, imagen de una inescrutable comu-
no está plasmado en otra persona distinta, pero que supone una realidad
uno vive para el otro, siendo la reciprocidad mutua la engendradora de
nivel humano, por tanto, la estructura tríadica sería, entonces el amante,
Es un tres real,
porque la unión entre el tú y yo podría no existir, y su unión, aunque no sea
otra persona distinta, si es algo nuevo: un “único nosotros”, constituyendo,
ese ser-unión, un esse de un orden superior al esse
torna entonces un peculiar además, distinto del además con el que Polo suele
Antropología trascendental I. La persona humana
II, Varón y Mujer
Por qué y para qué “uno con una para toda la vida”
Polo suele describir a la persona con el adverbio “además”, además de la operación, además
de su dotación natural, además de su perfección esencial, cuestión coherente con la distin-
tión essentia-esse, que sitúa a la persona a nivel del ser, la más allá de la esencia, en cuanto
Presente y futuro del hombre, en Obras Completas,
Why a Transcendental Anthropology?,
2. El amor, don desinteresado en Karol Wojtyla
Una vez analizada la estructura tríadica del amor donal pasemos al plan-
-
tación antropológica se encuentra en la célebre frase de la Gaudium et Spes,
que Juan Pablo II no se cansará de repetir en muchos de los documentos de su
por sí mismo y no encuentra su plenitud más que en el don sincero de sí a
En este breve texto se describen las dos dimensiones internas de la
persona humana: su carácter subsistente, que lo medievales denominaban
“incomunicable”, y su apertura relacional, que le dota de máxima comu-
-
rística personal, también llamada unicidad, alude a un alguien que tiene
brillantemente Kant,
razón por la cual debe ser amada por sí misma, tal y
punto de partida y el fundamento de la teoría sobre el amor que desarrolla
Juan Pablo II en su importante estudio Amor y responsabilidad,
tema de
del que buscará la funda-
mentación antropológica en su obra Persona y acción
y la teológica en su
magna obra sobre la Teología del cuerpo.
Y además. Escritos sobre la antropología transcendental de Polo,
Gaudium et Spes
Fundamentación de la metafísica de las costumbres
Amor y responsabilidad
El don del amor,
Persona y acción
II, Uomo e dona lo creò. Catechesi sull’amore umano
Varón-mujer. Teología del cuerpo, Madrid: Palabra, 2011; La Redención del corazón,
El celibato apostólicoMatrimonio, amor y fecun-
didad
Amor donal y trascendencia
2.1. Cuando el don es otra persona
Para Karol Wojtyla “la conciencia del don y de la donación se halla cla-
ramente inscrita en el imagen bíblica de la creación”,
sobre todo, porque
cuando en el último día Dios llama a la vida al hombre: varón y mujer los creó
Dios entregó al varón la feminidad de ese ser humano que se le asemejaba,
varón para que él pueda entenderse a sí mismo y, recíprocamente, el varón
Al comienzo de la Creación nos encontramos, por tanto, con algo singular:
en diferentes referencias: viven uno para el otro: uno para otro son hermano
se adensa en ciertos
-
Es entonces cuando uno puede advertir respecto a otra persona que “Dios
la maternidad constituye la primera forma de la encomienda del hombre al
don, que lo sabes abrazar en tu corazón, que supone responder a este don
II, “El don desinteresado”,
II, “El don desinteresado”, .
II, “El don desinteresado”, .
II, “El don desinteresado”, .
Dios realmente nos entrega personas: los hermanos, las hermanas en huma-
cada una de ellas representa en cierto sentido un don para nosotros, a cada
-
-
2.2. Libres con la libertad del don
Como es sabido, en la primera parte de la Teología del Cuerpo, Juan Pablo II
contempla al ser humano tal y como salió de las manos de Dios, profundizan-
eran libres con la misma libertad del don.
Como se advierte, en esa expresión
-
dominio con el que, en el estado de inocencia originaria, cada uno se poseía
plenamente a sí mismo y estaba libre, sin trabas para hacerse don de sí mismo
segunda expresión: “libertad del don”, que precisa desentrañar previamente
II, “El don desinteresado”,
II, “El don desinteresado”, p.
“Creados por el Amor, esto es, dotados en su ser de masculinidad y feminidad, ambos están
‘desnudos’, porque son libres con la misma libertad del don
Varón y mujer, Teología del cuerpo I,
“Entendemos aquí la libertad sobre todo como dominio de sí mismos
aspecto, esa libertad es indispensable para que el hombre pueda ‘darse a sí mismo’, para que pueda
.
amor, en el que el hombre se convierte en don; por otro, le corresponde la capacidad y la pro-
vivir el hecho de que el otro –la mujer para el varón y el varón para la mujer– es, por medio
del cuerpo, alguien a quien ha querido el Creador ‘por sí mismo’, es decir, único e irrepetible:
Varón y
mujer...,
Amor donal y trascendencia
-
-
po, Adán descubre que Eva es alguien como él, aunque sea distinta, cuando
-
Una vez explicados estos presupuestos estamos en condiciones de enten-
como mutua acogida
que puede expresarse de múltiples maneras, por lo
que la unión física de los cuerpos –propia del matrimonio–, es una expresión
entre otras de la unión entre ellos, es decir, es un don libre, pero no el único
Esto pone de mani-
-
sado, que se da al otro, trascendiendo la dimensión física del amor y permite
entender que la vocación al celibato por el reino de los cielos es ante todo una
vocación esponsal, es decir, movida por el amor, que expresa, incluso de un
la
reciprocidad, crea la comunión de las personas; ésta se construye desde dentro, comprendiendo tam-
bién toda la ‘exterioridad’ del hombre, esto es, todo eso que constituye la desnudez pura y
Varón y mujer...,.
“Pero GenLibres con la libertad del don, varón
y mujer podían gozar de toda la verdad, de toda la evidencia humana, tal como Dios Yahveh se las
-
sado de sí mismos– permite a ambos, varón y mujer, encontrarse recíprocamente, en cuanto el
Creador ha querido a cada uno de ellos ‘por sí mismo’Gaudium et spes
De este modo, él la acoge interiormente; la acoge tal como el Creador la ha querido ‘por sí
misma’, como ha sido constituida en el misterio de la imagen de Dios a través de su femini-
dad; y recíprocamente, ella le acoge del mismo modo, tal como el Creador le ha querido ‘por
Varón y mujer...,
“El cuerpo humano, orientado interiormente por el ‘don sincero’ de la persona, revela no
sólo su masculinidad o feminidad en el plano físico, sino que revela también este valor y esta
belleza de sobrepasar la dimensión simplemente física de la II, Audiencia
Varón y mujer...,.
matrimonio, otra vocación -la de renunciar al matrimonio por el Reino de los cielos-, con esta
mujer son capaces de darse en don por el Reino de los cielos, esto prueba a su vez (y quizá
3. El amor y el signicado esponsal
Frente a otros planteamientos asexuados del amor, Juan Pablo II, partien-
do de la Creación, descubre –como estamos viendo– la importancia del amor
entre varón y mujer, al que por otra parte se le reconoce como arquetipo de
En primer lugar, recordemos el vasto campo semántico de la palabra “amor”:
se habla de amor a la patria, de amor por la profesión o el trabajo, de amor en-
tre amigos, entre padres e hijos, entre hermanos y familiares, del amor al próji-
destaca, como arquetipo por excelencia, el amor entre el hombre y la mujer,
en el cual intervienen inseparablemente el cuerpo y el alma, y en el que se le
abre al ser humano una promesa de felicidad que parece irresistible, en com-
En este sentido Wojtyla explica, sin ambages, que la dualidad varón-mu-
jer está diseñada por Dios, no sólo para el matrimonio y la procreación, sino
para la comunión de personas, cualquiera que sea el estado y las circunstancias
matrimonio (la una caro) es un expresión libre del amor, tiene una profunda
libertad para reconocer la belleza y la imagen de Dios en el amor humano en
todas las circunstancias, donde la diferencia y la relación varón-mujer juega un
papel fundamental en la comunión de personas, pues la complementariedad
entre ambos es necesaria no solo en el matrimonio sino en todas las facetas de
la “comunión” interpersonal, constata que a lo largo de la historia se desarrolla
la integración, querida por Dios, en la humanidad de lo “masculino” y de lo
Varón y
mujer...,
Deus caritas est
desarrolla en esta historia la integración en la humanidad misma, querida por Dios, de lo
Amor donal y trascendencia
-
el amor, en el que el hombre se convierte en don; por otro, le corresponde la
esto es, literalmente, la capacidad de vivir el hecho de que el otro –la mujer
para el varón y el varón para la mujer– es, por medio del cuerpo, alguien a
quien ha querido el Creador “por sí mismo”, es decir, único e irrepetible:
Esponsal, por tanto, no es sinónimo de conyugal, ni siquiera de nupcial,
se trata de una estructura humana anterior, que hace posible las otras dos,
-
rón frente a la mujer o de ésta frente a aquel, sean cuales sean sus relaciones
entre varón y mujer, como dos modos de amar complementarios, el del es-
poso y el de la esposa, constatando que la verdad sobre la mujer como esposa se
descubre frente al esposo
es “la que recibe el amor, para amar
a su vez”,
así como el varón es el que ama y es amado.
Esta descripción capta la realidad de dos modos de amar situados frente
a frente, donde dar y aceptar son dos modos de ser activos que están corre-
dar y aceptar son dos actividades de la misma categoría,
por la sencilla ra-
zón de que una hace posible la otra: el don no tiene sentido si no es aceptado,
ambos son amados, pero en un peculiar orden –él ama para ser amado, ella
es amada para amar–, orden que no comporta ni temporalidad ni superiori-
dan sentido uno al otro, situados frente a frente y con la capacidad de formar
entre los dos una unidad, un co-ser, de orden superior al de sus propias indi-
Por esa razón, aunque cada uno tiene valor por sí mismo, en cuanto per-
sona, al ser la persona ontológicamente relacional, la fuerza de la diferencia
sexuada consiste en que posibilita la “unidad de los dos”, reconociendo que
Varón y mujer...,
II, Carta Apostólica Mulieris dignitatem
“El donar y el aceptar el don se compenetran, de modo que el mismo donar se convierte en
II, Varón y
mujer
,
Antropología trascendental I. La persona humana
la diferencia varón-mujer es fundamental para vertebrar la comunión de per-
-
aman, esto es, cuál es el contenido de su don y de su acogida, en qué se unen?
Cuanto contiene y compone ser humano en modo masculino o femenino es
un radical antropológico, que resulta insoslayable si, al amar y por amor,
amante y amado quieren compartirse en el ser, no sólo en el obrar
4. Hacia una ontología del amor
que ver de alguna manera con el ser o, dicho de otra manera, que el enclave
radical de esas cuestiones tiene que ver con lo más profundo de la realidad
-
(D’Être comme lieu de la Fidelité
que ha salido imperiosamente de mí en un instante dado del tiempo, presen-
Una y otra vez se preguntaba asombrado por qué esas palabras tenían
para él un valor tan luminoso que, sin embargo, no acertaba a explicar: que
-
-
cil acceder a las cuestiones antropológicas donde, por ejemplo, la libertad,
queda encerrada en el ámbito de la naturaleza y considerada como un
-
Polo parte
Por qué y para qué “uno con una para toda la vida”…
Être et Avoir,
-
sica”, en Studia poliana,
Obras Completas Obras Menores (2001-2014),
Why a Transcendental Anthropology?
Amor donal y trascendencia
de la distinción tomista recientemente redescubierta de la distinción entre
essentia-esse
-
labras, en cuanto distinto de la esencia, el esse humano es la persona, el otro
co-principio, el que actualiza la naturaleza individualizada de cada hom-
transcendental –actualizando todas las perfecciones formales de cada hom-
bre–, se puede decir que el alma es personal y que el cuerpo es personal o
que todo el hombre es personal, pero no en el sentido de que la persona sea
el “todo”, en el sentido de que le falte uno de sus elementos constitutivos
Polo sigue constatando que el hombre se distingue del Cosmos tanto en
otra parte, destaca la inclusión de la relación en el mismo acto de ser al des-
cribir el ser personal como co-existencia,
puede ser sola pues sería “un absurdo total”;
no una contradicción, sino un
porque no
tendría con quien comunicarse, ni a quien darse,
parte, si se distingue un nivel transcendental propio para lo humano, de un
transcendentales del ser –la unidad, la verdad, la bondad, la belleza–, el acto
de ser personal tendrá sus propiedades transcendentales propias, a los que
Por ejemplo, la liber-
tad o la inteligencia serían dimensiones transcendentales, en cuanto que no
se reducen a ser potencias de la naturaleza, sino que más radicalmente son
si de nuevo nos preguntáramos por el estatuto ontológico del amor, podría-
del transcendental, unidad que acoja la pluralidad, para poder explicar el
ampliación ontológica que propone afecta sobre todo a la transcendental
-
-
esse del hombre: de
Miscelánea Poliana
Antropología trascendental I: La persona humana
La coexistencia del hombre
Presente y futuro del hombre
“Anuario Filosóco
encontrarse también en Obras Completas, t. XIX: Persona y libertad
Libertas transcendentalis
puede ser ni monolítica –que antropológicamente desemboca en la soledad
o el individualismo–, ni el todo –que deriva en panteísmo o colectivismo–,
sino que en su seno ha de acoger la diferencia, que haga posible explicar
el amor interpersonal y la unión (co-ser) que posibilita
la antropología de Polo podría servir de base para explicar la “unidad de
los dos” de la que habla Karol Wojtyla, que en sí misma es algo más que
cada uno de ellos por separado, aunque no constituye otra persona distin-
5. Apertura a la transcendencia
El amor nos abre a la trascendencia de Dios, esta es una conclusión co-
para él se refiere in recto
porque, siendo la persona el acto de ser único e irrepetible, ese don procede
No es la paternidad humana la primaria, sino la paternidad creadora de
no es completo hijo de sus padres o que no lo es en todas sus dimensiones,
En cualquier hombre su propio carácter espiritual no viene de sus padres
Al advertir que la persona, el acto de ser que hará subsistir la naturale-
za trasmitida por los padres es un don de Dios, Polo señala que cada vez
Creación como amor de Dios hacia el nuevo ser que aparece en la existen-
An-
tropología y trascendencia,
Obras Completas, t. XXVI: Obras Menores (2001-20014),
Metafísica de la familia, Pamplona: Eunsa,
Obras Completas, t. XVI: Escritos menores (1991-2000), Pamplona:
-
na”, en Miscelánea Poliana
Amor donal y trascendencia
-
paso de lo inmensamente improbable que es el que tenga lugar el día y
hora en los que los padres se unan y trasmitan a cada cual la naturaleza,
Dios a cada nuevo ser, es un modo a apertura a la trascendencia, frecuen-
Para Wojtyla, el punto culminante en el que se evidencia la presencia de Dios
en el ser humano es la realización de la imago Dei como “unidad de los dos”,
El hombre se convierte en imagen de Dios, no tanto en el momento de la soledad
cuanto en el momento de la comunión
mundo, sino también, y esencialmente, imagen de una inescrutable comu-
Por lo que la “unidad de los dos” vendría a ser una imagen de la unidad
Esa imagen, no sólo en uno, sino en dos que viven cada uno “para” el otro,
en la que los dos se han convertido en don y acogida del otro, esa que es la
plenitud de la imagen en el hombre es, para Wojtyla, la mayor apertura del
Bibliografía
metafísica”, en Studia poliana,
Obras Completas, T. XXVI: Obras Menores (2001-2014), Pamplona:
Deus caritas est
Noción de Persona y antropología transcenden-
esse del
Miscelánea Poliana
, ¿Fue creado el varón antes que la mujer? Reflexiones
en torno a la Antropología de la Creación
¡Palabra! Instantáneas filosóficas, Madrid:
II,Varón y mujer,
II, Carta Apostólica Mulieris Dignitatem
Antropología y trascendencia-
Obras
Completas, T. XXVI: Obras Menores (2001-2014)
Acción, deber, donación. Dos dimensiones éticas inseparables de la acción,
Y además. Escritos sobre la antropología transcendental de
Polo
II, Uomo e dona lo creò. Catechesi sull’amore umano,
Varón-mujer. Teología del cuerpo
El enigma del don
II, “El don desinteresado”, en Leonardi, Mauro, Come Gesù, Milano:
Como Jesús
II, Carta Apostólica Mulieris dignitatem
Redemptor Hominis
II, Varón y mujer. Teología del cuerpo I,
Fundamentación de la metafísica de las costumbres
Ensayo sobre el don. Forma y función del intercambio en las sociedades ar-
caicas
Eros och AgapeEros y
ágape. La noción cristiana del amor y sus transformaciones
Metafísica de la familia, Pam-
Obras Completas, t. XVI: Escritos menores (1991-2000),
, , “Coexistencia e índole familiar de la persona”,
en Miscelánea Poliana
El hombre: inmanencia
y trascendencia-
Obras Completas, t. XVI: Escritos menores (1991-2000),
Sobre la existencia cristiana
Filosofía y economía
Antropología trascendental I. La persona humana
Anuario Filosóco,-
de encontrarse también en Obras Completas, t. XIX: Persona y libertad, Pamplo-
Amor donal y trascendencia
Obras Completas, t. X
lengua inglesa: Why a Transcendental Anthropology?
De Trinitate, en Obras Completas, t. V
La experiencia humana elemental. La veta profunda del magisterio de Juan
Pablo II
Ser nito y Ser eterno, en Obras Completas, III,
, Summa contra Gentiles,
Summa Theologiae
Los amores y vínculos íntimos, T. I: Estructuras y dinámicas básicas,
de la unidad de vida en el amante, en la correspondencia con el amado y en la
unión conyugal, en Ius Canonicum
Amor y responsabilidad
El don del amor
Persona y acción
