Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 30, Julio-Diciembre, 2023, ISSN: 2007-9699
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de la palabra ecosofía nos encontramos con algo más allá del cuidado del pla-
neta: es el cuidado de nuestra casa común. En griego, la palabra -oikos -
-soa
Con este desarrollo volvemos a referir a la idea de que todo esto va más
allá de un simple tema sobre el cuidado ambiental, pues, siguiendo esta pers-
pectiva, la tierra se vuelve un simple objeto, un lugar en el que estamos, no
en el que habitamos y vivimos (con todas sus implicaciones metafísicas). En
los medios idóneos para el business as usual, porque «no podemos ir contra el
progreso» y, por tanto, busca desesperadamente un desarrollo sostenible, como
ahora se dice, la ecosofía
es solamente un lugar, es donde cada quien empieza a relacionarse, a pensar
y desenvolverse como individuo pensante. En este sentido, Panikkar consi-
dera en este libro que el estudio de la Tierra como un objeto, con el método
Panikkar entiende a la tierra como un ser vivo, aquel que por excelencia
permite la vida de todos los otros seres animados. Y esta capacidad de, en
un estatuto mucho más importante del que se le reconoce. Por ello, uno de los
aspectos que mayormente resaltan de este libro es la intuición cosmoteándri-
ca que sostiene el autor. La modernidad se ha desarrollado y fundamentado
en un antropocentrismo y se ha olvidado de otras dimensiones fundamen-
tales de la realidad. No es que a juicio de Panikkar el ser humano no sea
importante, porque de hecho lo es. Lo que pasa es que hay más dimensiones
de la realidad que solo la humana. Están también el kosmos y el theos. Por ello
la intuición cosmoteándrica ontónoma, como él mismo la llama, resalta estas tres
dimensiones de la realidad que son la del Kosmos, la del Theos y la del Anthro-
pos (p. 66). Se trata de tres mundos interconectados o sobrepuestos: el mundo
de los dioses, el mundo del hombre y el mundo de la naturaleza, y en cada
uno de ellos se presenta actualmente una crisis. En el mundo propiamente
humano falta aprender a relacionarse con los otros seres humanos, y en los
otros mundos falta aprender a relacionarse adecuadamente con los dioses y
con la naturaleza (pp. 35-36).
Pues, si admitimos la ecosofía como una posición legítima y, además la
apoyamos, es necesario tomar en cuenta una de sus propuestas más fuertes,
la que, a nuestra consideración, más puede agitar a las personas, remover
presupone que, en la actualidad, la mayoría de las personas ven al planeta
Tierra como un objeto, algo que pueden usar, hacer y deshacer las veces que
les plazca, ya que no está al mismo nivel ontológico que los humanos.