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Metafísica y Persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 29, Enero-Junio, 2023, ISSN: 2007-9699
Conocer para cohabitar: una propuesta
a partir de Henri Bergson
Know to cohabit: a proposal starting from Henri Bergson

1
Benemérita Universidad Autónoma de Puebla, México
rodoherlo@yahoo.com

Conocemos la realidad desde la representación, a partir de lo que Henri Bergson lla-
mó signo. Debido a ello hemos privilegiado un conocimiento útil, transformador, técnico
y rígido que concibe a la realidad como algo inmóvil, fragmentado y categorizado. El
resultado ha sido una visión parcial que privilegia estructuras y que ha roto el vínculo
entre nosotros y la vida. Eso nos ha llevado a la devastación de nuestro entorno y de no-

partir de la naturaleza de la realidad y nuestra posición en ella. Esto se hace a través del
on algunos de sus
conceptos (impulso vital, duración, signo y simpatía). Se propone que el conocimiento es
establecer vínculos íntimos con la realidad que nos permitan cohabitar en y con la vida.
Palabras clave: duración, impulso vital, signo, sólidos, cohabitar, sensibilidad, simpatía

We know reality from representation, from what Henri Bergson called a sign. Due
to this we have privileged a useful, transforming, technical and rigid knowledge that
conceives reality as something immobile, fragmented and categorized. The result has
been a partial vision that privileges structures and has broken the link between us and
life. That has led us to the devastation of our environment and ourselves. For this re-

our position in it. This is done through dialogue with Henri Bergson’s philosophical
proposal, mainly with some of his concepts (vital impulse, duration, sign and sympa-
thy). It is proposed that knowledge is to establish intimate links with reality that allow
us to cohabit in and with life.
Keywords: duration, vital impulse, sign, solids, cohabitation, sensitivity, sympathy
1
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Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 29, Enero-Junio, 2023, ISSN: 2007-9699
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Introducción
El conocimiento, como el amor, consiste en crear un lazo, estrecharnos con
la vida y con el otro como prójimo (proximus: junto, cerca de nosotros). Esto
se alcanza al comprender que somos una forma más de la realidad. Ella no es
de jerarquías, protocolos, clases, tipos, formas, cantidades, modelos, símbo-
los y demás estructuras que aparentan estabilidad y que pretenden asignar
valor desde sus parámetros e intereses, sino de relaciones en movimiento. De
esto se dio cuenta Henri Bergson
2
hace más de cien años, de modo que pro-
puso otra manera de conocer la naturaleza de la realidad:
3
en lugar de usar la
-
có la comprensión del movimiento a partir de nosotros mismos, pues somos
otro rumbo en el andar heterogéneo de la vida o, en las palabras de Bergson,
somos una tendencia
4
más que se desprende de su impulso. Sin embargo,
la manera en que nos hemos relacionado con la vida nos pone a distancia,
incluso creemos estar privilegiados en la altura. Desde ahí, el resto de lo vivo
nos parece que existe por debajo de nosotros y para nuestros objetivos. Eso
no sólo nos impide ver lo que se mueve entre las cavernas de lo real, sino que

-
mos y somos.
Esta es la razón por la que la vida se nos ha vuelto tan ajena: no la com-
prendemos y, como resultado, no nos compenetramos con ella. En lugar de
eso, la señalamos, transformamos y utilizamos. Así, no vivimos, incluso apenas
-
2
En este texto se mencionan diferentes obras de Bergson, así que se decidió abreviar los títulos
de ellas cada vez que son mencionadas. Salvo Historia de la idea del tiempo, el resto se encuentra
en la edición Oeuvres de Presses Universitaires de France de 1970, que es la que se utiliza para
este artículo. Dicho esto, las abreviaturas son las siguientes: Essai sur les données immédiates
de la conscience: EDC; L’évolution créatrice: EC; La pensée et le mouvant: PM; Historia de la idea del
tiempo: HIT.
3
-

teoría de conocimiento conectada con la vida (v. EC, 492; PM, 1363-1365). Ello se reforzó con
el diálogo directo que tuvo con otros saberes de su época: biología en EC y psicología en EDC
y MM. Además, orientó su propuesta hacia cuestiones muy propias de lo humano: la moral
y la religión. Sobre el aspecto de la moral y su conexión con lo epistémico (en el sentido de
la fragmentación del conocimiento) Bergson tiene aplicaciones pedagógicas, pues coincide
con Edgar Morin y su propuesta del pensamiento complejo. A partir de esto, hay también

-
Annales bergsoniennes VIII, 8, Paris, 2017, pp. 51-60).
4
V. EC, p. 578.
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Conocer para cohabitar: una propuesta a partir de Henri Bergson
tropoceno, la discriminación
5
y el privilegiar la técnica, las instituciones y los
intereses económicos sobre los vínculos con la vida. Esto último ha tenido con-
secuencias sociales, políticas y ecológicas
6
-
son como una voz profética o, al menos, la hacen valiosa para la actualidad.
Las ideas de progreso y civilización han determinado cierta forma de
bienestar que se impone sobre la vida misma. Parece que ignoramos la vitali-
dad presente en todo y en contraposición a cohabitar con lo que nos rodea, lo
consideramos un objeto que se desecha tan pronto cumple su función y hasta
nuestro deseo. En origen, esto no parece haber sido una decisión deliberada
sino, más bien, como un resultado de las necesidades más fundamentales que

vemos al movimiento, cambio e indeterminación de la vida como una vorá-
gine; por eso, hemos buscado construir una realidad que nos resguarde y que
nos dé dirección (nuestro afán por el sentido). Sin embargo, en esa búsqueda

protocolos y modos de ser a los que hemos dado mayor importancia que a la

y hasta nos ha llevado a devastarla, y a nosotros mismos.
-
nos conceptos de Bergson en tres obras suyas: el Ensayo sobre los datos inme-
diatos de la consciencia, La evolución creadora y El pensamiento y lo moviente. Esa
revisión se debe a que las ideas de Bergson son de ayuda para explicar unas
observaciones sobre el lazo entre nosotros y la realidad; por eso, se habla en
primer lugar de lo que Bergson llamó impulso vital, pues con él nos ayuda a


realidad. Para ello se acudirá al concepto de signo en Bergson como resultado
de nuestra capacidad para abstraer. Éste, aunque efectivo para nuestra super-
vivencia, nos ha puesto en enemistad con la naturaleza y con nosotros mis-
mos, al privilegiarlo como método de conocimiento; como dijo Rainer Maria
-
5
Que ha desembocado en casos como el nazismo, Ku Klux Klan, machismo, colonialismo y
colonización, etc.
6
-

de Bruno Latour. Sobre el mismo tema, Jean Hassenforder retoma la opinión de Emmanuel
Kessler sobre la presencia de Bergson al observar la estructura de pensamiento que ha con-
ducido a la crisis climática. En el ámbito político, social y económico está la futurabilidad de
Franco Berardi, que plantea al dinero en el neoliberalismo como signo que se superpone a la

-
les e ideológicas de Muhammad Iqbal y Léopold Sédar Senghor.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
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
7
Sucede así porque, con el signo, miramos a la vida y a los seres en ella desde
el exterior, como objetos sólidos, sin historia, sin profundidad y sin lazos
con el resto de la vida. Ante las consecuencias de esto, es necesario buscar

el conocimiento tiene. De este modo acudimos al concepto de simpatía en
Bergson como una manera de conocimiento desde el interior que nos lleva

-
vivir, sino a vivir al cohabitar.
1. La vida como un comportamiento: el impulso vital

Henri Bergson llamó inteligencia: otro haz de la vida, así como el instinto, con
el que actuamos sobre lo que existe para transformarlo y utilizarlo a favor de
nuestras necesidades e intereses. Esta capacidad es paradójica, porque la ma-
-
dad.
8
Sin embargo, se dijo otro haz y no opuesto, y es porque la inteligencia es un
resultado más de que la vida realice todas sus posibilidades debido a su natu-
raleza creadora. Por esa razón, inteligencia e instinto sólo son dos de los tantos
caminos en los que la vida diverge. Ello ocurre porque, como notó Bergson, el
comportamiento de la vida es, retóricamente, el de un impulso:
[H]ay que compararlo con un impulso, porque no hay imagen, prestada del
mundo físico, que pueda dar una idea más aproximada de él. Pero eso es
solo una imagen. La vida es en realidad de orden psicológico, y es la esencia
de lo psíquico envolver una pluralidad confusa de términos que se interpe-
netran entre sí.
9
Bergson acudió a esta imagen porque los conceptos, como un resultado
de la capacidad de la inteligencia para elaborar signos,
10
no son la realidad,
pues la representan desde algo ajeno que nada aporta a su naturaleza móvil,
heterogénea y continua. Por este motivo corremos el riesgo de extraviarnos
en las discusiones de espectros ilusorios fabricados con lenguaje, como men-
ciona el propio Bergson. Además, él buscó huir deliberadamente de los ancla-
jes estériles de la conceptualización precisa, como lo muestra su estilo, pues:
7
, R. M., Elegías de Duino, Madrid: Visor, 2008, p. 87.
8

9
EC, p. 713.
10
Más adelante se explica el signo bergsoniano.
51
Conocer para cohabitar: una propuesta a partir de Henri Bergson
Al reducir las cosas a sus conceptos, al encajar los conceptos unos en otros,
-
na que todo se explica. A decir verdad, ella no explica gran cosa, ante todo
porque acepta la subdivisión y la repartición de lo real en conceptos que la
sociedad ha consignado en el lenguaje y que ella había efectuado la mayoría
de veces por su mera comodidad, luego porque la síntesis que efectúa de
dichos conceptos está vacía de materia, y es puramente verbal.
11
-

-

12
Aunque la imagen tampoco recupera la naturaleza de la realidad, sí se
acerca más que los conceptos, principalmente cuando las imágenes se acu-
mulan, porque evitan lo preciso
13
y se anulan entre ellas para debilitar a la
mediación. Además de esto, la imagen:
Nos mantiene en lo concreto. Ninguna imagen reemplazará la intuición de
la duración, pero muchas imágenes diversas, tomadas de especies de cosas
muy diferentes, podrán, a través de la convergencia de su acción, dirigir la
consciencia hacia el punto preciso en el que hay cierta intuición a captar.
Eligiendo las imágenes tan dispares como sea posible, se impedirá que cual-
quiera de ellas usurpe el lugar de la intuición a la que está encargada de
llamar, puesto que entonces sería expulsada de inmediato por sus rivales.
14
Por esta razón, la imagen es una manera de hacer tangible cómo se com-
porta la vida, cómo actúa, pues ella se nos escapa, sólo son evidentes sus
resultados. Ellos son lo que Bergson llamó tendencias: 
tendencia, y la esencia de una tendencia es desarrollarse en forma de haz, que
crea, por el mero hecho de su crecimiento, direcciones divergentes entre las

15
11
EC, p. 713.
12

Revista de losofía y teoría política, núm. 37, Buenos
Aires, 2006, p. 46.
13
En la quinta lección del curso Historia de la idea del tiempo que dio Bergson en el Collège de
Franceciencias de la precisión. Esto se debe a que la realidad
-
pleto, sino que siempre están en camino de realizarse

(EC, p. 505). Por ese motivo Bergson
encuentra en la sugerencia un medio para acercarnos a esa realidad, pues el sugerir implica
algo no terminado que nos pide llenar los espacios de lo no dicho. Esto lo encuentra Bergson
en ciertas literaturas (, H., Historia de la idea del tiempo, México: Paidós, 2017, p. 107).
14
PM, p. 1399.
15
EC, p. 579.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 29, Enero-Junio, 2023, ISSN: 2007-9699
52
2. Tendencias y nuestro interior

materia bruta. Sin duda, el sentido de esta acción no está predeterminado:
de allí la imprevisible variedad de las formas que la vida siembra sobre su

16
Al observar la variación de las formas de vida y los

creador imparable. Tenemos, por ejemplo, 132,000 especies de polillas y 5,000
de catarinas con incontables patrones en sus manchas.
17
Encima de esto, es-
tán las diferentes formas de vida: vegetales, hongos, animales, minerales y
hasta podemos considerar a los elementos que hemos registrado en la tabla
periódica. Además, hay ritmos distintos de desarrollo, y no sabemos la razón
de ello: por un lado, hay organismos unicelulares como las amebas, por otro,
mamíferos tan complejos como el ser humano.
18
Esto quiere decir que hay
organismos que llevan incontables años sin variar y otros que muy pronto
se transforman,
19
incluso algunos lo hacen como parte de su ciclo vital (oru-
gas, renacuajos). La vida está sin duda en un movimiento al que nos cuesta

crea y transforma, incluso devora, pues están las plagas, enfermedades, de-
predadores y los eventos meteorológicos que arrasan con los espacios. Esto
parece caótico e inclemente para nuestra necesidad de orden y sentido; sin
embargo, a pesar de tal poder destructivo, la vida persiste.

cerca de nosotros, y encontraremos lo mismo. La relación no es azarosa ni
una ocurrencia, pues al ir a nuestro interior, a cómo percibimos, a nuestra
afectividad y a nuestra historia interior, nos damos cuenta de que estamos
ante algo como magma y bruma: no hay contornos ni formas, y todo se re-
mueve imperceptible. Así notamos que nuestra consciencia y la vida se pa-

20
La mejor
      
Todo comienza con preguntarnos sobre ellas, por ejemplo: ¿qué sentimos
16
EC, p. p. 577.
17


(EC, p. 507).
18
Estos dos organismos son los puntos de referencia de Bergson en EC.
19
[…].
Vamos a ver que, de las cuatro grandes direcciones en las que se ha comprometido la vida
animal, dos han conducido a callejones sin salida, y que en las otras dos el esfuerzo ha sido
EC, p. 605).
20

orgánica aproximarse a la de una conciencia, donde el pasado presiona contra el presente y
EC, p. 517).
53
Conocer para cohabitar: una propuesta a partir de Henri Bergson
cuando experimentamos miedo? No respondemos de inmediato, nos detene-

sin recursos. El miedo no tiene partes ni grados, tampoco se extiende en el
espacio, sino que es reacciones físicas, pensamientos y emociones que se en-
trelazan sin dejarse ver por separado. Lo que experimentamos no es una cosa
sino un conjunto de cualidades en movimiento.
21
Lo anterior no sólo sucede en la percepción externa, también puede suce-
der con las percepciones a través de nuestros sentidos, como, por ejemplo, un
olor. Hugo Hiriart notó que lo que olemos no puede describirse, como sucede
con lo que vemos,
22
porque el olor no tiene partes ni formas que podamos
distinguir y acomodar. Entonces, necesitamos de las relaciones y la sugeren-
cia, en lugar del lenguaje preciso e ilusoriamente objetivo que describe desde
la disposición espacial. Así también ocurre con los sonidos: aunque los ubi-
camos en el espacio, tal ubicación es arbitraria. Decimos que un sonido es
alto porque, quizás, en el canto requiere de los resonadores de cabeza para
emitirse (y ubicamos la cabeza como la parte alta de nuestro cuerpo). Pero esa
lógica se contradice en un instrumento como el violonchelo que se coloca en
posición vertical entre nuestras piernas, de manera que las notas graves están
en la parte superior del diapasón
23
(cerca de nuestra cabeza) y las agudas
en la parte inferior (cerca de las piernas). Por otro lado, el diapasón de un
violín o una guitarra lo tenemos de forma horizontal, así que ya no hablamos
de arriba y abajo, sino de izquierda y derecha. Finalmente, un piano podría
construirse con el arpa invertida, de modo que los sonidos agudos estarían
a la izquierda (originalmente los ubicamos a la derecha) sin que ese cambio
de orientación afecte el sonido. Estas inconsistencias pueden verse también
cuando hablamos del tiempo: para algunos grupos humanos el futuro está
a la derecha y el pasado a la izquierda, mientras que, para otros, como los
aimaras, el primero está detrás y el segundo, adelante.
24
        
que hace nuestra inteligencia para dar orden, pero no cambian la naturaleza
21

intensidad creciente de la piedad consiste, pues, en un progreso cualitativo, en un paso del
(EDC, p. 17).
22
Los dientes eran el piano, México:
Tusquets, 1999, p. 41.
23
Pieza de madera de algunos instrumentos en donde el ejecutante presiona las cuerdas para
emitir las diferentes notas.
24
, A., Historias debidas VIII: Silvia Rivera Cusicanqui, Buenos Aires: Canal Encuentro,
2018, min 40:37. Además, la exégesis que hace Cusicanqui del aforismo aimara donde se en-
cuentra esta idea, se acerca a cómo explica Bergson el tiempo y la memoria por medio de la

, A., Historias debidas VIII…, 41:27).
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 29, Enero-Junio, 2023, ISSN: 2007-9699
54
de la realidad. En una práctica como el canto, el sonido no depende sólo de
colocaciones espaciales, sino también del estado anímico, la constitución

en su artículo sobre la duración    
como más alta que otra nota o con una intensidad mayor que otra cuando,
si meditáramos un poco, nos daríamos cuenta que las diferencias son cua-

25
Esto es porque en lo vivo todo está relacio-
nado estrechamente, mientras que los límites y la organización espacial
26
     

nuestra duración interna se funde con la externa. Ello comienza con lo que
llamaremos aquí la sensibilidad.
25
M-
Revista general de información y documentación, vol. 6, núm. 1, Madrid,
1996, p. 295.
26
Al inicio del libro A de la Metafísica, Aristóteles dice que, en nuestra tendencia natural por
conocer, nos hemos inclinado a usar el sentido de la vista sobre el resto de los sentidos
(, Metafísica, Madrid: Alianza Editorial, 2017, p. 41). Esto es muy evidente en
la vida cotidiana, como el movernos en la ciudad: simplemente cruzar una calle requiere
de ver el semáforo (pocas veces tienen sonido). En mi labor de enseñanza a personas con
ceguera y debilidad visual apoyé las iniciativas de arquitectura inclusiva, pues, al menos
en la ciudad de Puebla (México) los espacios son riesgosos para las personas con esta

en la educación: al trabajar en los programas de alfabetización para adultos, una nece-
sidad constante que nos encontramos en los participantes fue que deseaban poder leer
los letreros de los destinos en el transporte público para saber cuál abordar. A esto se
le suma el peso de la lectura y escritura en la historia de la humanidad, actividades que
fundamentalmente requieren de la visión. No hay respuesta de por qué acudimos tanto
a este sentido, ¿será por la manera en que funciona nuestra inteligencia o será que acudir
tanto a nuestra visión ha desarrollado de esa manera nuestra inteligencia? Esta pregunta
es porque, como se sabe, otros animales recurren a diferentes sentidos para conocer su
entorno: murciélagos privilegian el sonido, gatos el olfato, etc. Cual sea la respuesta, la
vista es un sentido que se conecta de manera sobresaliente con la ordenación espacial,
y en Bergson esta relación está presente. Incluso, Bertrand Russel, en su famoso ensayo
sobre la filosofía de Bergson, critica que el filósofo francés se refiera a la vista para hablar
de espacio y que por eso piensa que todo nuestro conocimiento es espacial.
Lo dicho por Aristóteles sobre privilegiar la visión para obtener conocimiento está presente
-
portante concepto de la duración, dice que si el tiempo no se comprende es porque lo hemos

tiempo son tomados prestados del idioma del espacio. Cuando evocamos el tiempo, es el es-
PM, p. 1256). Además, la idea de espacio es para Bergson
la que nos dirige a la ilusión de los llamados sólidos, según lo explica en EC
PM.
55
Conocer para cohabitar: una propuesta a partir de Henri Bergson
3. Sensibilidad y duración
Entiéndase sensibilidad como la reunión de los movimientos externos con
nuestro movimiento interior. Es decir, la percepción en la sensibilidad no
se convierte en cantidades ni conceptos, tampoco emitimos juicios sobre lo
percibido o experimentado, simplemente ocurre con nosotros como duración
conjunta. Es como el estado de lo abierto en los animales: no parecen pregun-
tarse, como nosotros, sobre lo que perciben, experimentan y son, como con-
secuencia, no se separa su movimiento interior del exterior. Como dice Rilke:
-

27


28
El propio Bergson considera este estado


29
La sensibilidad como estado de apertura es lo que sucede en el ejemplo
que dio Bergson sobre las campanadas de un reloj:
En el momento en que escribo estas líneas suena la hora en un reloj vecino;
pero mi oído distraído no se da cuenta de ello más que cuando varias campa-
nadas se han dejado ya oír; no las he, pues, contado. [...] Si, volviendo sobre
mí mismo, entonces me interrogo cuidadosamente acerca de lo que acaba de
pasar, me doy cuenta de que las cuatro primeras campanadas habían afecta-
do a mi oído e incluso conmovido mi consciencia, pero que las sensaciones
producidas por cada una de ellas, en lugar de yuxtaponerse, se habían fun-
dido unas con otras como para dotar al conjunto de un aspecto propio, como
para hacer de él una especie de frase musical.
30
La relación con una melodía implica, además de que no hay una sepa-
ración de elementos, que se trata de algo en movimiento; por eso, Bergson

31
Es de valor que, tan pronto se atiende a
la experiencia, lo que tenemos es una melodía y no una serie de golpes ho-
mogéneos que se presentan como un número en nuestra consciencia.
32
Para
contabilizar es necesario un proceso que no es inmediato, incluso podría de-
cirse que no parece natural, como sí sucede con el hecho de que los sentidos
y la consciencia recuperen la sensación a manera de una melodía. Esa natura-
27
, R. M., Elegías de Duino, p. 87.
28
, R. M., Elegías de Duino.
29
EDC, p. 84.
30
EDC, p. 84.
31
EDC, p. 83
32

PM, p. 1261).
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 29, Enero-Junio, 2023, ISSN: 2007-9699
56
lidad se debe, para Bergson, a que somos lo que él llamó duración,
33
al igual
que la realidad. Por eso hay una correspondencia entre nosotros y lo que
sucede externamente: estamos en movimiento (como se explicó al mencionar
los ejemplos del miedo y la piedad). Este es el motivo por el que Miguel Ruiz
Stull resalta la idea de Bergson sobre dejarse vivir,
34
entregarnos con lo que
nuestra sensibilidad nos pone en contacto de manera directa.
35
Del otro lado de esta forma de experimentar tenemos la conversión de
la experiencia en cantidades, su traducción y representación en signos. Eso,
dice Ruiz Stull:
[N]
o es un dato fundamental, si se quiere inmediato, sino más bien el más
habitual o general respecto de nuestra experiencia, por lo tanto, el más media-
do por caracteres simbólicos. Y esto, sostenemos, es todo el punto desarrolla-
do por Bergson: lo inmediato dado por duración, en duración a la experiencia,
es la génesis de todo lo heterogéneo, todo lo diverso y del todo en variación
diferenciada cada vez de sí misma.
36

no es un resultado instantáneo, sino una decisión deliberada según la bús-
-
cia procede sobre la realidad.
4. La inteligencia y los sólidos
Como se planteó en una de las secciones anteriores, las abundantes es-
pecies y formas de vida se deben al llamado impulso vital. Él no tiene más
límites que los que le impone la materia (pero gracias a ella puede realizar
sus posibilidades).
37
Como resultado de esa relación están la inteligencia y el
instinto como otras tendencias más de la vida.
33
EC, p. 507.
34
, M., Tiempo y experiencia: variaciones en torno a Henri Bergson, Santiago: FCE, 2013, p. 40.
35
La realidad y su sombra con
la idea clásica de la posesión de las musas para referirse a la experiencia estética. Las corres-
pondencias con Bergson son evidentes y no gratuitas, pues, aparte de que Levinas reconoce
su deuda con Bergson (v. , R., Face to face with Levinas, New York: State, University of
New York Press, p. 13), desde el inicio de este artículo se menciona la intuición en un sentido


(, E., La realidad y su sombra
artículo y compararlo con las propuestas de El pensamiento y lo moviente de Bergson.
36
, M., Tiempo y experiencia…, p. 41.
37
[…] no puede crear de un modo absoluto, porque
encuentra frente a sí a la materia, es decir, el movimiento inverso al suyo. Pero él se apropia
57
Conocer para cohabitar: una propuesta a partir de Henri Bergson
Hemos distinguido a ellos como contrarios, pero con un poco de aten-
ción a nuestro propio comportamiento podemos notar rasgos en nosotros
            -
ligencia en los animales: antes de saltar, un gato observa y nos parece que
mide la distancia; mientras que nosotros, en situaciones de peligro, solemos

gato respiramos sin prestar atención a ello. Asimismo, la práctica vuelve más
precisos los movimientos que realizamos frecuentemente. A esto se le llama
automatización y se debe a que la vida tiende a la acción para, principalmen-
te, sobrevivir. Si algo distingue a la inteligencia y al instinto es cómo cada una
funciona para lograr este objetivo.
    -

para su supervivencia (como se dio cuenta Bergson)
38
están en su propio
cuerpo. El animal tiene todo lo necesario para arrojarse a la vida y luchar por
sus necesidades elementales, pero parece ser que no va más allá de ellas.
En el caso del ser humano, podría decirse que se encuentra inerme ante
las condiciones del mundo natural y su supervivencia en él. Aunque en su

ha permitido sobrevivir: la inteligencia. En pocas palabras ella es una herra-
mienta que transforma y que fabrica:
-
toria y la prehistoria nos presentan como la característica constante del hom-
bre y de la inteligencia, no diríamos quizás Homo sapiens, sino Homo faber. En
la inteligencia, considerada en lo que parece ser su marca original, es la
facultad de fabricar objetos articiales, en particular herramientas para hacer herra-
mientas, y de variar indenidamente su fabricación.
39
Pero la inteligencia va más allá, pues para poder manipular el entorno
requiere de un procedimiento y eso es lo que en realidad la distingue: la
de esta materia, que es la necesidad misma, tiende a introducir en ella la mayor suma posible
EC, p. 489).
Esta distinción que hace entre impulso y materia es, quizá, un momento complejo en Bergson,
pues al separar uno de otro ofrece una existencia autónoma al impulso vital que la convierte
en una entidad inaprensible. Se entiende el motivo, y es que Bergson observa un comporta-
miento tan vasto en la heterogeneidad de organismos, eventos de la consciencia y naturales,
que supone que algo mayor los sustenta. El problema es que con ello regresa a las entidades
metafísicas más tradicionales. A pesar de esto, se da un papel importante a la materia en el

y pasajero. Esta presencia de la materia anuncia algo cercano a lo que Michel Henry propuso
hace algunos años con su fenomenología del cuerpo.
38
EC, p. 607.
39
EC, p. 613.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 29, Enero-Junio, 2023, ISSN: 2007-9699
58
inteligencia abstrae y eso implica inmovilizar, aislar, homogeneizar, asignar

lo llamó concebir a todo como sólidos:
La inteligencia humana se siente en su casa en tanto se le deja entre los

es la lógica de los sólidos; que, por eso mismo, nuestra inteligencia triunfa
en la geometría, donde se revela el parentesco del pensamiento lógico con
la materia inerte.
40
Una forma de entender esto es la manera en que los objetos se nos pre-
sentan ante la percepción.
41
Por ejemplo, las piedras: el paso del tiempo nos
ha mostrado su perdurabilidad, de modo que, como sabemos, fue un mate-
rial al que muchos grupos humanos acudieron para la fabricación no sólo
de herramientas, sino también de espacios como Göbekli Tepe. Se menciona
este lugar porque, aparte de que evidencia lo perdurable del material, se

Eso se refuerza con el hecho de que, para algunos grupos humanos, como
los hebreos, las piedras fueran símbolos de eternidad,
42
pues para una per-

          
que se fracturan y se desgastan; sabemos que ellas no son una pieza comple-
ta, absoluta, sino partículas que están en movimiento y con mucho espacio
entre ellas.
43
Además, reaccionan al entorno, como sucede con la acción del
viento que lentamente las erosiona. Así también es la realidad, un conjunto
de elementos que actúan entre ellos y producen movimiento y cambio. Si

nuestro tiempo es mucho menor al del deterioro de la piedra, de manera
que no podemos tener una visión amplia de los procesos que constituyen
a la realidad, no podemos estar presentes en ellos, además de que nuestros
sentidos muchas veces no pueden percibirlos. Por otro lado, porque nuestra
inteligencia requiere de la inmovilidad para actuar y no percibe el movi-
miento sino los instantes cuando un cambio es muy grande. Un ejemplo
completo y claro está en nuestro crecimiento:
No hay niño terminado, por así decirlo; no hay hombre terminado. Lo
que existe realmente es la evolución, es el devenir, es la evolución del niño,
40
EC, p. 489.
41
Ver nota 26.
42
Esto se presenta a través de una relación con lo divino, muy importante en los hebreos con
conceptos como בֵ ּית אֵ ל (Beth-el), la piedra que consagra Jacob y sobre la cual reposa su cabeza
y tiene la visión de la escalera al cielo por la que suben y bajan mensajeros divinos.
43
-
(, E., Ciencia y humanismo, Barcelona: Tusquets, 2002, p. 23).
59
Conocer para cohabitar: una propuesta a partir de Henri Bergson
que nunca es niño absolutamente, al hombre, que nunca es hombre absolu-
tamente. No hay nada real excepto la evolución de la infancia a la virilidad.
44
Somos una continuidad infragmentable. Si vemos estadios es porque sole-
-
go, como lo demuestra el caso mencionado por Bergson, no hay un momento
exacto donde podamos hablar de la infancia o vejez absolutas, es un proceso
que pasa imperceptible, como cuando una planta recupera su vitalidad des-
pués de recibir agua: nosotros no notamos el paulatino ascenso de las hojas,
sólo los momentos más evidentes del cambio. Algo muy parecido ocurre en
la memoria: el pasado se acumula y no hay momentos de quiebre, sino
que lo vivido y nuestra vida afectiva se nos presentan tan unidas entre sí que
no sabemos cuándo comienza y termina una experiencia o un sentimiento
45
.
  [...] el fondo
mismo de nuestra existencia consciente es memoria, es decir, prolongación

46
La organización de la realidad por bloques yuxtapuestos es un proceso
que le permite a la inteligencia transformarla y utilizarla. Sin embargo, al
hacerlo ignora las relaciones, la profundidad heterogénea, los procesos y la
historia que constituyen a lo vivo. Como resultado creamos lo que Bergson
llamó signo.
5. El signo y la abstracción
Cuando Bergson habla de signo o símbolo
47

los números y a los conceptos; pero, al igual que con el impulso vital, el tér-
-


muy frecuente del signo; pero a partir de él hemos construido estructuras
más complejas que tienen las mismas características.
48
44
, H., Historia de la idea del tiempo, México: Paidós, 2017, p. 114.
45
Como podemos darnos cuenta en los sueños.
46
EC, pp. 507-508.
47
La constante es la palabra signo, sin embargo, en una pregunta fundamental que aparece en
El pensamiento y lo moviente
PM, p. 1414). Esta falta de distinción entre uno y otro concepto también puede
notarse dispersa en su primera obra, el Ensayo sobre los datos inmediatos de la consciencia.
48
EC, pp. 628-29.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 29, Enero-Junio, 2023, ISSN: 2007-9699
60
En el EDC, Bergson habló con detalle sobre la distinción entre cualidad
             
representaciones externas. En esta obra, el tan mencionado signo (la repre-
         
-
radas parciales de la realidad, pues intentan predecir un resultado desde la
medición de manifestaciones externas, y eso no corresponde con el compor-
tamiento de la vida, sino que incluso atenta contra su naturaleza. El ejemplo
antes mencionado de las campanadas de un reloj también sirve para explicar
este comportamiento que se opone a la naturaleza de la duración.
Como se dijo, cuando el reloj suena al marcar la hora, lo que percibimos
es la continuidad del sonido, ya que, por lo general, estamos haciendo algo
      
quedarán como una continuidad, como una melodía; pero si, por ejemplo,
-

eso, ya no se trata de sólo los sonidos, sino que empezamos a separarlos
como unidades homogéneas y, por lo tanto, contables. La percepción inicial
no requirió de contar, porque no teníamos ese interés: el sonido es, por así
decirlo, una experiencia; pero, al querer obtener algo de él, se convierte en
una función y para ello representamos y traducimos en números. En este
proceso se fragmenta la melodía y se homologan las vibraciones, de modo
que no nos importan las cualidades (la resonancia de los armónicos, por
ejemplo); pasamos de lo percibido a lo inteligible debido a que hay un inte-
rés utilitario para nosotros. El sonido ya no es una experiencia, ahora es un

Este proceso de reducir, traducir y representar desde algo inmóvil y distin-
to a lo experimentado nos ha llevado a vencer muchos límites. Lo que hemos

en salud e informática los logros son abundantes, incluso hay casos como los
de Neil Harbisson que demuestran sus alcances, pero también sus límites.
Neil Harbisson es la primera persona en ser reconocida como cyborg. Él
sólo ve en escala de grises, así que desarrolló una antena externa conectada a
su hueso occipital. Ella recibe ondas de color que son traducidas en ondas de
-
que esta antena le ha permitido ampliar su experiencia de la realidad, sigue
sin conocer la realidad desde una de sus cualidades, que es el color, pues lo
que percibe son vibraciones, no la descomposición de la luz. Se trata de la tra-
ducción y representación de los colores, pero no de los colores en sí mismos.
61
Conocer para cohabitar: una propuesta a partir de Henri Bergson
Este es un ejemplo muy valioso de las posibilidades del signo: por un lado,
es una herramienta para conocer, pero lo que nos ofrece no es la realidad.
Además, hay un problema importante y es que, por medio del signo, hemos
privilegiado una forma de conocimiento que nos ha alejado de la vida hasta
el punto en que hemos incidido negativamente en ella. Esa forma de conoci-
miento se construye con una de las características elementales del signo: ge-
neralizar.
49
La primera característica corresponde con nuestra facultad para
abstraer. Ella nos permite homogeneizar porque busca las semejanzas entre
-
ventajosas para Bergson; primero porque desde el EDC habló de la heteroge-
neidad de cualidades que constituyen a la realidad y a la consciencia, incluso
su propio discurso se dispersa en lo múltiple: diferentes conceptos para refe-
rirse a una misma idea, acudir a ejemplos en lugar de la precisión conceptual
y considerar la acumulación de imágenes como algo favorable para acercar-
nos a la intuición. Incluso, como observa Mullarkey, el propio pensamiento
de Bergson propone variaciones de un mismo tema:
tipos de tiempo (durée y especializado), tipos de memoria (virtual, habitual
y representacional), tipos de relatividad (media y completa), tipos de mora-
lidad (abierta y cerrada), tipos de religión (estática y dinámica) y hasta tipos
de multiplicidad (cualitativa y cuantitativa).
50
-
todo que apela a la multiplicidad. Como comenta, una vez más, Mullarkey,

por la multiplicación de variables para escapar de una problemática falsa.
51
Bergson lo plantea de esta manera debido a las variaciones que resultan del
impulso vital, y con ello sustenta su propuesta del conocimiento absoluto
y relativo.
52



53
Lo son
porque al encontrar semejanzas se reducen cualidades, esto sucede porque
por medio de elementos simples podemos abarcar el mayor número de va-
riaciones de la realidad.
54
Así funciona nuestra inteligencia, porque algo
49
Ver HIT, pp. 43-63.
50
Metaphilosophy, vol. 26, núm
1995,
51

52
Ver PM, p. 1393.
53
PM, p. 1253.
54

eidos y dianoia de un modo que respalda el planteamiento de Berg-

comprender la realidad. Ver 
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 29, Enero-Junio, 2023, ISSN: 2007-9699
62
homogéneo es más fácil de usar y recordar,
55
y eso favorece nuestra acción
sobre el mundo.

acercamiento a ella. Además, nos ha permitido crear estructuras complejas
con las que hemos, por así decirlo, fabricado una realidad muy propia, nues-
tra realidad humana.
6. El signo como estructura
La capacidad del signo para hacer generalizaciones se relaciona con otra
  
56
      -
quiere de inmovilizar, dado que la realidad se mueve y por eso cambia. Esta
-
tica que da Bergson), nos facilitan actuar sobre la realidad como si fuera un
objeto. Esto es de ayuda para nuestra supervivencia.
Líneas antes se mencionó que estamos inermes ante la vida, y es porque el
movimiento impredecible de ella y la aspereza del entorno natural nos llevan
a experimentarla como inclemente. Por algo, en la mitología la naturaleza es
representada con seres inmensos que superan nuestra aprehensión, pero su
presencia se impone, aunque como un misterio
57
(Leviathan, Ziz, Behemoth,

vida parece terrible. Ante ello, la inteligencia es nuestro refugio, porque con
ella transformamos y utilizamos la materia para protegernos y preservarnos.
             
realidad: podemos generar conocimiento, porque hay algo estable a lo cual

-
Física, por Aristóteles, México: Universidad Nacional Autóno-

             
, M., La prosa del mundo
55
Las investigaciones del equipo de Susumu Tonegawa para el tratamiento del alzheimer por
-
presentaciones neuronales, plantean la base neurológica de esta declaración. Además, apor-
tan material actual para analizar la propuesta de Bergson sobre la diferencia entre cerebro y
memoria (Ver , S. et al.
Science, W. et
al
Science
56
Ver HIT, pp. 43-63.
57
Cf., Job 40 y 41.
63
Conocer para cohabitar: una propuesta a partir de Henri Bergson
to y causa. Con el movimiento y las direcciones imprevisibles del impulso
vital no nos es posible una certidumbre y menos un sentido, eso es causa de
     
una manera de ordenar lo que nos parece inaprensible y efímero. Esto lo lo-
gramos con estructuras y sistemas: ordenamientos que retienen el cambio.
58
El signo no es únicamente un medio de conocimiento, también fabrica
todo lo necesario para que podamos enfrentar la vastedad de la vida y
actuar en y sobre ella. Pero no sólo hemos fabricado herramientas ma-
teriales, también fabricamos estructuras complejas con las que organiza-
mos, categorizamos y jerarquizamos la realidad. Así han aparecido las
instituciones, la organización del tiempo (por ejemplo, con el calendario),
las creencias, las áreas de conocimiento, los sistemas
59
y hasta ideas como
lo son el gobierno, la cultura y la identidad que han sido de mucho peso
en la historia. La primera y la segunda están íntimamente relacionadas
con las diferentes formas de discriminación; la segunda ha dado paso a
las entidades absolutas de la metafísica tradicional y también los esque-
mas del saber humanos (no sólo de las ciencias exactas, pues las sociales,
económicas y humanidades también pretenden trabajar sobre estructuras

la creación de modelos y corrientes).
          
donde acomodamos la vida. En sus esquemas normamos nuestras relaciones
58
Esto remite a los conceptos de caos y cosmos. El último se conecta con la inteligencia ya que
ordena y organiza a la vida, que en su estado natural nos parece caótica, pues aparenta ser
inaprensible e indeterminada dado su movimiento. Esta imagen es clara en diferentes for-
Tlaltecuthtli. En ella se reúnen los
cambios de forma en la vida y sus procesos, y es porque, en primer lugar, su nombre hace
-
gura dando a luz). En segundo lugar, está en posición de parto, pero tiene una boca abierta

esta representación está la oposición de fuerzas que hacen posible la vida y la gestación de la


y todo regresa, como el devorar y el parto de Tlaltecuthtli. Para nuestra imagen de orden,

59
-
co en el modelo neoliberal. Berardi acude a la noción de signo en Bergson para describir al
dinero y las consecuencias de imponerlo sobre la realidad. Su comportamiento se vuelve au-


La acumulación de valor abstracto depende del sometimiento de la población a la deuda, y de
la depredación de los recursos existentes. Esta emancipación de la acumulación del capital
de la producción de cosas útiles tiene por resultado un proceso de aniquilación del bienestar
, F., Futurabilidad: la era de la impotencia y el horizonte de la posibilidad, Buenos
Aires: Caja Negra, 2017, p. 167).
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 29, Enero-Junio, 2023, ISSN: 2007-9699
64
y eso ha limitado la manera en que nos acercamos unos a otros. En lugar de
comprender
60
y vivir en y con,
61
medimos a la vida y a los demás desde nues-
tras estructuras. En otras palabras, experimentamos a nuestro alrededor y lo

función y utilidad.
Ahora bien, el problema no está en la inteligencia en sí, pues como antes se
planteó, ella es una tendencia más de la vida; es decir, ella misma nos ha dado
esta facultad. El problema está en que no es la única manera en que podemos
conocer, sino que tiene un complemento. Incluso, el proceso de abstracción,
aunque pareciera que es la causa primera de nuestra escisión con el mundo,
tiene otra cara. Esa posibilidad no tiene por qué causar sorpresa, ya que la
naturaleza de la vida es abrirse en diferentes direcciones y realizar posibili-
dades; incluso el pensamiento es también un producto de ese impulso, por
lo que está en proceso, nunca acabado. Por eso, como antes fue mencionado,
los conceptos en Bergson, y su propuesta misma, suelen bifurcarse: así como
puede haber una moral abierta y otra cerrada, la abstracción puede escindir,
pero también acercar.
7. Intuir y cohabitar
El conocimiento depende de cómo nos relacionamos con lo que queremos

la manera en que nos acercamos a algo y con qué intención. Por eso, Bergson
planteó que los problemas de la metafísica no eran irresolubles porque tuvie-
ran una naturaleza ilusoria o inaccesible,
62
como había declarado Kant, sino
porque nos acercamos a ellos con un método ajeno a su naturaleza.
63
Para acercarnos a la realidad necesitamos hacerlo de la manera en que ella
se presenta: profunda, llena de cualidades y en movimiento. La represen-

como el movimiento distingue a la realidad
64
y a la vida,
65
ella tendrá mo-
 deje de ser. Se suma a esto
60
No se trata de la manera en que la hermenéutica ha utilizado este concepto, sino desde la
imagen (como tropo) que forma su etimología: hendere (atrapar, agarrar) y con (unión). Es
como si se tratara de un abrazo entre los seres tan estrecho que los funde uno con otro.
61
Estos tres elementos son el cohabitar.
62
, E., Crítica de la razón pura, México: Fondo de Cultura Económica, 2009, p. 5.
63
PM, pp. 1253, 1269.
64
EC, p. 626.
65
EC, p. 603.
65
Conocer para cohabitar: una propuesta a partir de Henri Bergson
que, en la búsqueda por abarcar los detalles, procedemos por análisis,
66
y
por medio de él fragmentamos en piezas cada vez más pequeñas tratando
de encontrar el principio fundamental de la realidad (del universo, podrían
decir algunos). No obstante, buscar al ser en los trozos en que lo separamos
con nuestros procedimientos, es como querer percibir a una silla en sus par-
tículas. La fragmentación nos muestra que una silla es pluralidad en movi-
miento, pero la silla no es esas partículas, sino que se hace con su movimiento
y la relación entre ellas. Lo que quiere decirse con esto es que la realidad se
entrelaza, tiene (incluso es) vínculos, como si se tratara de un tipo magma
que funde todo a su paso mientras avanza y lo incorpora a su masa, la cual se


simplemente a que el signo suprime a las características de la realidad, tam-
bién es porque olvidamos que somos esa misma realidad, que somos dura-
ción. Volver a reconocer este lazo es estrecharnos con la vida, y eso es lo que
Bergson nombró, con algunas reservas, intuición.
67
Intuir es el método
68
(no muy metodológico, como dice Mullarkey)
69
que
propone Bergson para lograr un conocimiento absoluto.
70
Esto quiere decir
que el conocimiento es directo, no a través de representaciones: hay un con-
tacto que sigue el movimiento de lo conocido y no permite intersticios donde
-
ciencia, pero conciencia inmediata, visión que apenas se distingue del objeto

71
Como se dijo, Mullarkey señala que la intuición no es estrictamente un
método, y es porque se trata más del despliegue de nuestra propia naturaleza
que de un conjunto de reglas, pasos y protocolos. Ese es el motivo por el que

con ejemplos e imágenes lo que la intuición hace, y eso es simpatizar.
72
En la
66
PM, p. 1466.
67
PM, p. 1271.
68
La respuesta que Pamela Sue Anderson dio a Adrian William Moore es un trabajo muy re-
comendable para ir más allá de la intuición como un opuesto del análisis y mostrar su valor
como una metodología sólida (ver 
Philosophical Topics
69
, J., p. 232.
70
PM, p. 1393.
71
PM, p. 1273.
72
Worms explica la intuición con el concepto inicial de vínculo. Eso, más la claridad con la que
entiende lo inmediato y su relación con lo sensible, hace que se encuentre correspondencia en-
-
samente el vínculo estricto entre estos dos aspectos. No sólo hay una entrada inmediata de los
caracteres de la duración#; sino lo contrario, cualquier entrada o conciencia inmediata de una
realidad, cualquiera que sea, es entrada o consciencia, en esta realidad, de esas características,
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 29, Enero-Junio, 2023, ISSN: 2007-9699
66
Introducción a la metafísica hay una explicación detallada de cómo sucede esta
simpatía. Todo comienza, una vez más, desde el signo que, en esta ocasión,
está materializado en las palabras y la construcción de mensajes por medio
de ellas. El sentido de ese mensaje no está en las palabras sino en el movi-
miento que motivan a través de sus relaciones:
la verdad es que por encima de la palabra y por encima de la frase hay algo
mucho más simple que una frase e incluso que una palabra: el sentido, que
es menos una cosa pensada que un movimiento de pensamiento, menos un
movimiento que una dirección.
73
Esta frase es fundamental en Bergson, pues extiende la movilidad de la

decirse que el pensamiento es móvil,
74
sin estructuras rígidas, y por eso es
-
   
75
     
76

77
Pero debe notarse que, además de plantearse la movili-

de esto es que estamos ante el impulso vital, y es porque ese empuje que da
el impulso vital es la intuición misma.
78
El proceso de la intuición es llevarnos a nuestro interior, replegarnos in-
tensamente en nosotros mismos para luego arrojarnos hacia el exterior con
la misma fuerza generada durante la contracción. Por eso, ninguna fórmula

79
así que tiene que
ser comprendida de otra manera, y eso es al experimentarse como nos ex-
perimentamos a nosotros mismos: desde dentro. Es posible hacerlo porque:
La existencia de la que estamos más seguros y que conocemos mejor es la
nuestra, porque de todos los demás objetos tenemos nociones que pueden
que son las características propias de la duración. Así, no sólo la duración no es accesible
sólo al conocimiento inmediato, sobre el modelo del conocimiento sensible (o instintivo); sino
que, sobre todo, cualquier conocimiento inmediato, incluido el sensible, es la conciencia o el
conocimiento de una duración. Por eso la intuición atestigua en cada cosa, ‘interna o externa’,
, F., Le
vocabulaire de Bergson, Paris: Ellipses, 2000, p. 38).
73
PM, p. 1358.
74
Por eso la obra en la que aparece el último fragmento mencionado y una sección dedicada
El pensamiento y lo moviente.
75
EC, p. 627; EC 143.
76
Como más adelante se dirá, esa incomprensión no se debe a su naturaleza, sino a que no es el
único medio que tenemos para conocer, tiene un complemento.
77
EC, p. 635.
78
EC, p. 635.
79
EC, p. 1351.
67
Conocer para cohabitar: una propuesta a partir de Henri Bergson
         
internamente, profundamente.
80
        
nuestra duración
81
  
nosotros mismos,
82
podemos ir al interior del resto de la movilidad que nos
abraza.
83
Así es como la intuición es simpatía,
84
pues conocemos íntimamen-
te, sentimos el movimiento de algo más como si fuera el nuestro.
85
Sucede

86
Sin embargo, para que todo esto sea posible, se requiere de humildad,
pues. ¿cómo puedo penetrar, compenetrarme, si me pienso ajeno y superior
a lo que me rodea? Esa humildad es la misma que la vida tiene para poder
vencer los obstáculos de la materia:
La resistencia de la materia bruta es el obstáculo que había que superar pri-
mero. La vida parece haberlo logrado a fuerza de humildad, haciéndose muy
pequeña y muy insinuante, balanceándose con las fuerzas físicas y químicas,
aceptando incluso recorrer parte del camino con ellas, como la aguja en el
ferrocarril cuando adopta por unos instantes la dirección del raíl del que se
quiere despegar.
87
La inteligencia, como resultado del impulso creador de la vida, podría
proceder del mismo modo, pero quizá no sucede porque hace falta una hu-
mildad epistémica. Ella ocurre cuando nuestro método de conocimiento deja
de posicionarse por encima de la realidad y recorre el camino con ella, como
lo hace la intuición. De este modo puede plantearse que el desprendimiento
80
EC, p. 495.
81
Esta relación de naturaleza entre intuición y duración es mencionada constantemente por
Mary Ann Gillies (ver 
82
Como creer que nuestros intereses, ideas, gustos, respuestas emocionales y demás son inva-
riables durante toda nuestra vida.
83
Bergson dice que es por medio de un esfuerzo de imaginación (PM, p. 181), aunque no explica
Introducción a la metafísica cómo se representa la
inconsciencia, se entiende el procedimiento de la intuición (eso se encuentra en desarrollo en las
ideas que dieron paso a esta nota). Sin embargo, es importante mostrar que la palabra imagina-
ción insinúa que se trata de la facultad relacionada con procesos distintos a los que usamos para
conocer; estos procesos son como los que Hugo Hiriart describe en Los dientes eran el piano al
hablar sobre la imaginación en el arte y presentan coincidencias importantes con la propuesta de
Bergson. Una de ellas es que los límites no son reales sino construidos por una disposición espa-
cial, y aquello que no pueda ubicarse como sólido en el espacio (un olor, por ejemplo) requiere
, H., Los dientes eran el piano).
84

PM, p. 1395).
85
Cf., PM, pp. 1396-1401.
86
EC, p. 507.
87
EC, p. 579.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 29, Enero-Junio, 2023, ISSN: 2007-9699
68
dado entre la inteligencia y la intuición no es por su naturaleza (ambas son
tendencias de la vida), sino por la manera en que se relaciona cada una con
la realidad. Esto lleva a considerar que la abstracción, proceso y característica
fundamental de nuestra inteligencia, tampoco tendría por qué ser contraria a
la naturaleza de la realidad u oponerse decisivamente a ella. Por lo contrario,
podría participar en el proceso de simpatía, y eso es posible por su capacidad
para establecer semejanzas.
En un primer momento, encontrar semejanzas implica retirar las cuali-
dades
88
que hacen a la pluralidad, pero también son un primer paso para

se toma en cuenta que, en nuestra infancia, antes de los 8 años aproxima-
damente, es más difícil encontrar semejanzas en los objetos que diferencias
(así como también poder explicar en palabras propias). Ambos procedi-
mientos requieren de abstracción, pues para poder explicar se necesita un
panorama global que se logra con la síntesis y con ella generalizamos y

a las cualidades y variaciones que hacen de cada cosa algo único. Pero las
semejanzas son sutiles, implican un trabajo más complejo, principalmente
cuando estamos ante semejanzas materiales; ya que, mientras las diferen-
cias se presentan ante nuestros sentidos, las semejanzas implican atender a
formas, y eso lo hacemos al abstraer.
89
Las semejanzas son un paso para la familiaridad, pero de nada serviría
encontrarlas si hacemos caso omiso del interior. Comenzamos en el exterior,
desde lo sensible, pero la comprensión abraza para compenetrarse y no dejar
intersticios. Así, inteligencia e intuición no han de considerarse némesis uno
de otro, sino complementos, incluso momentos de un mismo proceso, el de
conocimiento que nos lleve a la sabiduría. Ella es saber vivir, habitar en y con
el mundo (que nos parece caos), familiarizarnos, tener un vínculo afectivo
con la vida.
90
Al hacerlo, logramos comprender,
91
y esto es cohabitar.
88
Y en un caso como la consciencia, tan valiosa para comprender la naturaleza de lo vivo, ho-

PM, p. 1397).
89
En su teoría de desarrollo cognitivo, Piaget propone que el pensamiento formal se da alrede-
dor de los 11 años y es ahí donde ocurren los procesos complejos de la abstracción. Aunque
estas categorías de Piaget deben considerarse con reservas, la práctica muestra que los proce-
sos de abstracción no son inmediatos ni sencillos.
90
Un regreso al sentido más habitual de la palabra sofía

PM, p. 1345).
91
Como se dijo en la nota 59, comprender es abrazar íntimamente hasta fundirnos.
69
Conocer para cohabitar: una propuesta a partir de Henri Bergson
Conclusión
-
miento. Su valor no está en la función que cumplen o porque se adecuan a nues-
tros esquemas, sino en sus propias cualidades y el hecho de que forman parte
de la vida misma. Desde esta visión, el lugar e importancia del signo continúa
en la fabricación de estructuras, sistemas y herramientas, pero que existen para
la preservación de la vida y no sólo para la realización de nuestros intereses o
satisfacer ilusiones de estabilidad, a pesar de que atenten contra el movimiento
creador de la vida. Por eso, si continúa nuestra devoción hacia un conocimiento

procedimientos y pautas, será imposible compenetrarnos con la realidad. El re-
sultado de eso no es sólo una visión parcial de ella, sino su destrucción.
Nuestro andar diario está lleno de casos que demuestran que privilegiamos
al signo y sus estructuras. Este artículo se acercó a distintos de ellos, pero cada
uno puede ser profundizado, ya que ocurre en las situaciones más cotidianas de
nuestra realidad humana
92
y su historia: desde las más graves, como han sido la
esclavitud y la explotación de recursos, hasta los problemas emocionales al tener
esquemas rígidos sobre el sentido de la vida y nuestro valor individual, así como
también tomar decisiones de índole educativo o de desarrollo a través del arte y
el conocimiento según intereses económicos. Si pretendemos que algo vale cuan-
do es medible, sigue un esquema o un formato o se adecua a nuestros modelos
(creencias, discursos, ideologías, prácticas, costumbres, etc.), estamos aún lejos
de entender la realidad. Es necesaria otra manera de acercarnos a ella y por eso
Bergson es de tanto valor para nuestros tiempos, porque no sólo nos hizo notar
la naturaleza de la realidad y de nosotros, sino que también propuso cómo pode-
mos conocernos y a ella. Es posible que así nuestra búsqueda por sobrevivir tenga
mayores probabilidades, pues el cohabitar es saber relacionarnos con el entorno,
formas de vida y otros en lugar de imponernos, medir y esperar que la realidad se

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Un ejemplo inmediato ocurre hoy en la educación en México, con la normatividad de que los
     
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reprobado (la solución de la Secretaría de Educación Pública fue dar doce semanas de regulari-
zación, algo irrelevante para un proceso tan complejo como lo es las lagunas en el aprendizaje).

de aprendizaje y desarrollo de habilidades cognitivas y académicas. Las aulas en el ciclo escolar
actual ya padecen los resultados negativos de esta decisión, pues son constantes los retos con
alumnos que no cuentan con habilidades básicas de lectura, escritura y contabilización. La brecha
de aprendizaje se ha ensanchado y comienza a haber confusión, presión y frustración en los alum-
nos, pero también en padres de familia y docentes. Este caso es tan reciente que aún no cuenta con

estructurales que dan peso a un signo, se anteponen a la realidad y le impactan negativamente.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 15, Núm. 29, Enero-Junio, 2023, ISSN: 2007-9699
70
Bibliografía
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Paris: PUF, 1970.
Oeuvres, Paris: PUF, 1970.
Oeuvres, Paris: PUF, 1970.
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
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
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
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Física, por Aristóteles, México: Universidad Nacional Autónoma
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Metaphilosophy, vol. 26, ním.
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
Revista general de información y documentación, vol. 6,
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Science
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