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Metafísica y Persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 14, Núm. 27, Enero-Junio, 2022, ISSN: 2007-9699
La persona es estado embrionario. Una propuesta
al debate sobre el estatuto antropológico del
embrión humano desde el personalismo integral
The Person Is Embryonic State. A Proposal to the Debate
on the Anthropological Status of the Human Embryo From
the Integral Personalism

Universidad Surcolombiana, Colombia
eliasbermeo@gmail.com

El debate sobre el estatuto antropológico del embrión humano ha tenido dos corrientes

de persona y en la comprensión concedida al embrión humano. Ahora bien, aunque am-


que propongo analizar al embrión humano desde el personalismo integral, y salir de una

es, como una vía alterna que resalta lo irreductible de la persona desde el momento de la
fecundación.
Palabras claves: El personalismo, embrión humano, la persona, gradualismo, digni-
dad humana.

The debate on the anthropological status of the human embryo has had two opposing
-
son and in the understanding granted to the human embryo. Now, although both theories

the human embryo is, from their philosophical positions. And it is there, in this discus-
sion scenario, that I propose to analyze the human embryo from integral personalism and
leave a description focused on what it is, to a reading that emphasizes identifying who it
1



Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 14, Núm. 27, Enero-Junio, 2022, ISSN: 2007-9699
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is, as an alternative path that highlights the irreducibility of the person from the moment
of fertilization.
Keywords: Personalism, human embryo, the person, gradualism, human dignity.
El debate sobre el estatuto antropológico del embrión humano ha tenido
dos corrientes contrapuestas: la teoría de la gradualidad y la personalista,

al embrión humano. Ahora bien, aunque ambas teorías están yuxtapuestas,


propongo analizar al embrión humano desde el personalismo integral, y salir
de una descripción focalizada en el qué es a una lectura que pone el acento en

persona desde el momento de la fecundación.
En consonancia con lo anterior, el itinerario que propongo es: primero, con-
textualización del debate sobre el estatuto antropológico del embrión huma-
no, las dos caras de la moneda; segundo, el personalismo integral; tercero, del
qué es a quién es el embrión humano, aportes del personalismo integral al
dilema sobre el estatuto antropológico del embrión; cuarto, conclusiones.
1. Contextualización del debate sobre el estatuto
antropológico del embrión humano
El debate sobre el estatuto antropológico del embrión humano se contex-

pregunta sobre el valor de la persona humana en sus etapas iniciales de de-
sarrollo, entre ellas: el aborto, los métodos de Fecundación In vitro, la clona-
ción, los diagnósticos embrionarios y prenatales. Todo ello saca a la luz la
persona.
-
miento o no del embrión humano, como persona. Aquí se exponen las teorías,
argumentos y algunos autores representativos de ambas corrientes, contex-
tualizando las dos caras del debate bioético, como preámbulo para realizar el
aporte del personalismo integral.
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La persona es estado embrionario. Una propuesta al debate sobre el estatuto
antropológico del embrión humano desde el personalismo integral
2. El embrión humano: un ser vivo, pero no persona
Entre los autores que sostienen que el cigoto humano es un ser vivo, pero
no una persona, se encuentran: J. R. Lacadena
2
, Norman Ford
3
, P. Singer
4
,
J.C. Álvarez
5
, H.T. Engelhardt
6
, J, Harris
7
y D. Gracia
8
. Sus posturas se
han agrupado en la teoría denominada gradualismo, según la cual, para lograr
ser persona es necesario superar la etapa de la fecundación y estar el cigoto
en el útero, logrando así la individualidad y unicidad. De ahí se sostiene:
que antes de los primeros catorce días no existe individualidad, perío-
do de la fecundación del embrión hasta su implantación en el útero, porque
existe la probabilidad de que el embrión se divida o fusione con otro, pro-
vocando, en el primer caso: la gemelaridad; en el segundo, la hibridación o
quimerismo.
9
A lo que, J. R. Lacadena, Norman Ford, P. Singer, J.C. Álvarez,
H.T. Engelhardt, J. Harris, Gracia Guillem, Smith y Brogaard consideran que,
en la primera etapa del embrión hasta antes de la anidación, no existiría un
solo individuo sino la probabilidad de uno o varios.
Solo se considera persona a quien posee en acto la facultad para razonar

el ejercicio racional, como lo sostuvieron Locke,
10
Hume,
11
Penelhum,
12
Pe-
rry,
13
Nozick.
14
Por ende, se ha establecido que el momento biológico que
determina que un embrión humano logra el grado de persona se da cuando
desarrolla algunas funciones cerebrales que dan paso a los procesos de la
2
, J.R., Genética y condición humana, Madrid: Alhambra S.A, 1983.
3
, N. M.History, philosophy
and science, Cambridge: University Press, 1989.
4
, P., Ética práctica, Barcelona: Ariel, 1984.
5
, J., Ser huma-
no, persona y dignidad, Bilbao: Desclée de Brower, 2005.
6
, H.T., The Foundations of Bioethics,
7
 J., Superman y la mujer maravillosa, Madrid: Tecnos, 1998.
8
D., Ética y vida: Estudios de bioética, vol. 3.
Ética de los connes de la vida, Santa Fe de Bogotá: El Búho, 1998, pp. 151-179.
9
Boletín Médico del
Hospital Infantil de México, vol. 57, 2000, pp. 104-108; 
, American Journal of Law Medicine, vol. 9,
1998, pp. 31-41.
10
, J., Ensayo sobre el entendimiento humano, Madrid: Editorial Nacional, 1980.
11
, D., Tratado de la naturaleza humana, Madrid: Editorial Nacional, 1977.
12
, T., Personal identity: the enciclopedia of philosophy, Nueva York: Macmillan Publish-
ing Co., 1972, vol. VI.
13
, J., The importance of being Identical, the Identities of Persons, Berkeley: University of Cali-
fornia Press, 1976.
14
, R., Philosophical Explantions
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 14, Núm. 27, Enero-Junio, 2022, ISSN: 2007-9699
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memoria e inteligencia. Maclaren,
15
Donceel,
16
y Grobstein
17
establecen que
el paso cualitativo de embrión a persona surge con la manifestación del sis-
tema nervioso; que inicia con la estría primitiva, después de los catorce días
de la fecundación; es decir, cuando está implantado el embrión en el útero y
comienza el surgimiento del cerebro y el desarrollo de sus funciones. Así, la
realidad anterior al feto es un estado de pre-persona, sin derechos, ni recono-
cimiento moral, ni jurídico. No es una persona, sino un proyecto que con el
tiempo lograría llegar a ser.
Los argumentos anteriores plantean que el embrión humano es una per-
sona en potencia, pero no en acto, con la posibilidad de que, en algún mo-
mento, cuando adquiera el estado indicado, llegará a ser persona. Por ende,
M. Warren
18
ha denominado a los embriones humanos como aquellos que
tienen la capacidad de ser personas, independientemente de que esto se rea-
lice. El ser persona en potencia provoca que sus derechos no sean reales, sino
potenciales: el eliminar un embrión humano no es un homicidio porque no
hay víctima real, sino potencial.
Al igual que las anteriores teorías, se han postulado otras que se integran
al interior del gradualismo porque responden a la misma dinámica: ser perso-
na se logra después de un tiempo, condiciones y estructuras determinadas.
3. El embrión humano, una persona
A diferencia de la teoría de la gradualidad, existe una línea que se contra-
pone a sus argumentos: se es persona desde el momento de la fecundación.
El punto de partida es la estructura ontológica, no fenomenológica, que se
expresa en la corporalidad desde su inicio. De ahí que toda su línea de argu-
mentación se desarrolla desde la metafísica.

fundamental que todo ser humano es persona y toda persona es un ser hu-
mano. De ahí que el surgimiento de la persona es el cigoto, expresión vital
de su realidad personal, quien hereda de sus progenitores la pertenencia a
15
, A., “Prelude to embryogenesis” In Human Embryo Research: yes or no?, The Ciba
Foundation, London. Tavistock Publishing, 1986.
16
Theological Studies, núm.
31, 1970.
17
, C., Biological Characteristics of the pre-embryo. Annals of the New York Academy of
Sciences, 1988, núm. 541.
18
, M. A., Do Potential People Have Moral Rights, Obligations to Future Generations, Phila-
delphia: Temple University Press, 1978.
79
La persona es estado embrionario. Una propuesta al debate sobre el estatuto
antropológico del embrión humano desde el personalismo integral
la humanidad; él es un quien diferente a los demás, con unas características
únicas que con el tiempo se van materializando.
La fecundación marca el inicio fundante de todo cigoto –sin el cual no
existe una persona, lo que antes existe es el material biológico que posibilita
la constitución de un ser humano– para desarrollar de manera coordinada
y paulatina los diversos procesos y cambios fenotípicos que se van presen-
tado en los estadios y tiempos biológicos, que vive toda persona, antes de
su nacimiento. El cigoto, al pertenecer a la especie humana, posee el núcleo
interno que lo hace ser una persona. Esta es la estructura propia de su ser,
que hace que cada etapa vital no sea permanente sino dinámica.
Desde el inicio de la nueva vida humana, acontece la individualidad que
posee todo embrión, la división del cigoto antes de la implantación en el
útero; esto no altera la unidad armónica y teleológica de la persona en su
singularidad, como lo ha desarrollado Fernández,
19
quien, para abordar el
problema de la individuación en el ser humano, se pregunta: ¿puede repe-
tirse un ser humano?, ¿puede sustituirse un hombre por una copia suya, que

seriedad que nada ha cambiado?
20
En el mundo no humano, la repetición de
individuos es posible. Muy al contrario pasa en la realidad humana, como
devela la experiencia personal, principalmente cuando experimentamos la

luego, al hombre se lo puede sustituir en ciertas funciones sociales, en algu-
nas actividades, pero no en su ser, pues no hay dos seres humanos iguales

21
El desarrollo del cigoto humano se activa en el momento de la fecunda-
ción; es una acción continua que va actualizando y colocando en acto todas
las potencialidades y capacidades que están en la estructura interna del ser

19


persona en estado embrionario. Principalmente analiza la división celular del embrión huma-
no, en los primeros catorce días desde la fecundación hasta la anidación en el útero; estudia
los conceptos de individualidad, singularidad y persona para comprender la dignidad del

las bases conceptuales y epistemológicas para comprender la realidad vital de los embriones
monocigóticos y explicar por qué, desde el momento de la fecundación, existe una indivi-
dualidad en cada embrión, aunque se divida, y no después de la anidación. Pensamiento que
complementa con la postura de Scheler, estudiando el principio de espíritu que él propone
para comprender la individualidad humana. , F., Embriones y una muerte cerebral, Ma-
drid: Cristiandad, 2007.
20
, F., Embriones…, p. 33.
21
, F., Embriones…, p. 34.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 14, Núm. 27, Enero-Junio, 2022, ISSN: 2007-9699
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en cada persona, que lo hace ser diferente y distinto a otro de su especie, pues
los cambios fenomenológicos, como la estría primitiva, la forma de feto y el
acto de usar la razón y la memoria, solo son manifestaciones biológicas que
van expresando el ser que está en su código genético. Cada capacidad no
surge si no existe el acto primero: el cigoto. El nacimiento de un ser humano


su proyecto vital.
El argumento de continuidad y de unidad biológica entre cigoto, mórula,

del ser humano se va expresando de diversas maneras y que, a pesar de los
cambios biológicos que va presentando por su desarrollo, su estructura on-
tológica continúa a través del cambio para seguir existiendo. En palabras de

su desarrollo: es ininterrumpidamente el mismo e idéntico ser que se está
-
    
22
Es contradictorio utilizar un ca-

primeros días de la vida humana: de preembrión o de seres humanos con un
grado ontológico, de menor valor. Lo que existe antes de la fecundación son
dos gametos (óvulo y espermatozoide) que tienen la posibilidad de fecundar-
se, situación que es hipotética.
Se puede concluir que el cigoto es persona, aunque el reconocimiento del
adjetivo de persona
porque se encarga de reconocer los elementos ontológicos que hacen que el
embrión sea una persona, a nivel diacrónico y sincrónico. La biología constata
que la nueva célula, cigoto, expresa la corporalidad del nuevo proyecto exis-
tencial, elemento esencial de la persona. En otras palabras:
Será necesario concluir que el cigoto tiene verdadera dimensión humana. Se-
-
mano del hombre es inseparable de la corporeidad; en el ser persona humano,
no es posible separar la vida biológica de la que es propiamente humana.
23
22
-
 Comentario interdisciplinar a la evangelium vitae, Madrid: BAC, Ed.
Lucas, 1996, pp. 573-597.
23
, R., Antropología y problemas bioéticos, Madrid: BAC, p. 71.
81
La persona es estado embrionario. Una propuesta al debate sobre el estatuto
antropológico del embrión humano desde el personalismo integral
4. El personalismo integral
El Personalismo integral es propuesto por Juan Manuel Burgos como una
corriente alternativa del personalismo,
24
el cual tiene como fundamento la
antropología de Karol WojtylaJuan Manuel Bur-
gos. De Wojtyla se acoge la antropología, que nace fruto del diálogo entre
una antropología objetivista y una que escudriña las vivencias subjetivas que
conducen hacia el yo. Su propuesta antropológica se encuentra plasmada en
su libro Persona y acción
25
; su antropología no se reduce al Tomismo clásico y
ortodoxo, ni a la fenomenología, antes bien, es una nueva antropología per-
sonalista de la segunda mitad del siglo XX.
      
de la persona al acto por otro, novedoso, que invierte la relación, del acto a la
persona. Primero se examina el acto y, a su luz, se examina y se descubre (se
revela) la persona
26
Para lograr este objetivo, utiliza los aportes de la feno-
-
co,
27
que tiene como punto de partida la confrontación y sin intermediarios
con la experiencia, tal como lo explica Burgos:
El método sirve para la comprensión trans-fenoménica de la realidad, este
es el punto decisivo. Si el hombre es realmente más que un conjunto de fe-
nómenos, la experiencia debe mostrarlo con claridad y el método más ade-
cuado para desentrañar la riqueza de la experiencia es el fenomenológico. Lo
que hay que hacer es empujar este método hasta el límite, hasta las últimas
consecuencias, no quedarse en la epoché husserliana ni en el actualismo sche-
leriano, sino proceder desde la experiencia hasta la raíz más profunda que,
si son reales, debe ser accesible y, por tanto, de un modo o de otro también
visibles en la experiencia.
28
La antropología de Wojtyla se caracteriza por tener como punto de partida
a la persona y desde ahí, construye toda su obra.
La segunda fuente de fundamentación del Personalismo integral es la pro-
puesta de Juan Manuel Burgos, quien sistematiza y sintetiza las corrientes del
personalismo –comunitario, dialógico, fenomenológico y ontológico– y decide pro-

24
Quién: Revista de losofía per-
sonalista, núm. 1, 2015, pp. 9-27; 
Quién: Revista de losofía personalista, 2015, núm. 2, pp. 7-32.
25
, K., Persona y acción, Madrid: Palabra, 3ª ed., 2017.
26
, K., Persona y acción, p. 119.
27
, J.M., La experiencia integral, Madrid: Palabra, 2015.
28
, J.M., La losofía personalista de Karol Wojtyla, Madrid: Palabra, 2007.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 14, Núm. 27, Enero-Junio, 2022, ISSN: 2007-9699
82
Ahora bien, ninguna de las corrientes principales de personalismo me pare-
ce completamente adecuada para esta tarea. El personalismo comunitario, con

Mounier, que considero teóricamente bastante agotada; el personalismo feno-
menológico es muy rico, pero su perspectiva ontológica a veces es débil, lo mis-
mo que le ocurre al personalismo dialógico. Y el personalismo ontológico re-
sulta demasiado clásico, demasiado ligado al tomismo de modo estructural.
29
En concordancia con ello, Burgos propone construir una nueva corriente de
-
tegral. Ahí se acogen los conceptos clásicos y modernos sobre el ser humano; se
busca una síntesis que articule ambas tradiciones y así superar los pormenores
que cada tradición presenta por separado; se diferencia de las demás corrientes
personalistas, corrigiendo las debilidades que tienen, pero utilizando los apor-
tes pertinentes que ha desarrollado para comprender a la persona.
Para el Personalismo integral, la estructura antropológica es la persona,
-
zar categorías construidas para otras realidades e interpoladas a la realidad
humana por analogía. Para ello, es fundamental salir del lastre griego.
30
En
palabras de Burgos:
Pensar desde la persona y, en particular, desde un concepto moderno de per-
sona, solo es posible si se realiza a través de categorías personalistas, es decir,

superan el grave problema antropológico constituido por el lastre griego.
31
Para lograr este objetivo, se toma como punto de partida el método de la
experiencia integral desarrollado por Wojtyla. Este método permite captar
la dimensión objetiva y resaltar los elementos del Yo, que dan razón de la sub-
jetividad de la persona y que son confrontados con la experiencia personal.
Wojtyla diseñó así los rudimentos de una metodología personalista (la
propia del Personalismo integral) que pone su fundamento en la experiencia,
entendida de un modo muy particular. Se trata, en concreto, de una experien-
cia integral que comprende, al mismo tiempo, elementos subjetivos (lo que
Wojtyla denomina experiencia del yo, y que da razón de la subjetividad de la
persona) y de elementos objetivos (lo que Wojtyla denomina experiencia del
hombre y que dan razón del mundo externo a la subjetividad humana, lo que
29
Revista Quién,
núm. 1, 2015, pp. 9-27.
30
Para profundizar en la propuesta del lastre griego, recomiendo: 
Revista Quién, núm. 1, 2015, pp.
97-115; , J.M., Repensar la naturaleza humana, Madrid: Eiunsa, 2007, pp. 11-14.
31

83
La persona es estado embrionario. Una propuesta al debate sobre el estatuto
antropológico del embrión humano desde el personalismo integral
incluye la propia corporalidad). Con el añadido de que ambas dimensiones

experiencia de cualquier cosa que se encuentre fuera del hombre siempre
conlleva una cierta experiencia del propio hombre. Pues el hombre nunca
experimenta nada externo a él sin que, de alguna manera, se experimente

32
.
El punto de partida del método de Wojtyla es la experiencia, en ella la per-
sona descubre la vivencia subjetiva de su yo y la presencia del mundo externo
que sale a su encuentro, le brinda información y lo conduce a tener una expe-
riencia de sí mismo. Mediante la categoría experiencia, Wojtyla logra sintetizar
Tomista
y la propuesta de Scheler

-
do, planteando una objetividad sin subjetividad o viceversa; en sus palabras:


33
5. Del qué es, a quién es el embrión humano. Aportes
del personalismo integral a los debates ético sobre
el embrión humano
El Personalismo integral promueve el reconocimiento del embrión humano
como persona. El núcleo de la persona está en su estructura ontológica; ha sido
dada por sus progenitores, quienes, perteneciendo a la humanidad, son los
encargados de trasmitirla a su descendencia. Como lo asegura R. Spaemann:
Se puede y debe tenerse un único criterio para la condición de persona: la
pertenencia biológica al género humano. Por eso también el comienzo y el


organismo humano individual, y existirá mientras este organismo viva. El

34
Para el Personalismo integral no existe diferencia entre ser humano y per-
sona, en contraste a la teoría del gradualismo, que reduce la persona a determi-
32

33

34
 R., Personas. Acerca de la distinción entre “algo” y “alguien”, Pamplona: Eunsa,
2000, p. 241.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 14, Núm. 27, Enero-Junio, 2022, ISSN: 2007-9699
84
nadas cualidades en acto –racionalidad– del ser humano, provocando una

con sus propiedades, sino que está por encima de ellas; la persona es todo, las

35
La persona, desde el inicio de su existencia, permanece siendo la misma
en medio de los cambios psicorgánicos; su individualidad permanece hasta
su muerte; su historia vital arranca con la fecundación, y su desarrollo se da
hasta que llega la muerte. Ante ello, la tradición clásica construyó el concepto
de subsistencia, indicando que la persona es capaz de permanecer a través


vivencias ni una agrupación temporal de fenómenos que el tiempo disuelve y

36
.
Cada embrión humano inaugura el inicio de una nueva vida, que no es
-
genitores, que va poniendo en acto sus facultades cuando las condiciones
biológicas estén dadas. Que la persona inicie su existencia en forma celular,
revela la primera expresión de su corporalidad, la cual va cambiando de ma-
nera paulatina con el trascurrir del tiempo. La persona se expresa mediante
-
la, feto, niño, joven, adulto, anciano– permanece ahí, sigue siendo él.
La corporalidad expresada en forma celular lo ubica en el mundo; lo hace



37
es la expresión correcta

embrión humano es una persona, se reconocer el valor ontológico que posee.
Su dignidad está en su existencia y en las características de su ser, no en la po-
sesión o capacidad de ejercitar algunas cualidades
38
–pensar, sentir, hablar–,
ni en algún estado biológico de algún ciclo vital –feto, niño, adulto. De ahí
que, para el Personalismo integral, la persona en estado embrionario no debe
ser instrumentalizada, ni manipulada, ni destruida.
Hasta aquí el personalismo integral plantea una similitud con las demás
corrientes del personalismo: ¿Dónde estará lo novedoso de esta propuesta?
En la aplicación del giro personalista: el pasar del qué es el embrión humano,
35
, J. M., Reconstruir la persona. Ensayos personalistas, Madrid: Palabra, p. 85.
36
, J. M., Antropología: una guía para la existencia, Madrid: Palabra, 2013 (5
a
ed.), p. 44.
37
 J., Reconstruir la persona…, p. 92.
38
, J. M., Antropología…, p. 43.
85
La persona es estado embrionario. Una propuesta al debate sobre el estatuto
antropológico del embrión humano desde el personalismo integral
a quién es. Así se pueden captar algunas notas personales que reconozco en
el ser humano y experimento en mi existencia.
Ahora bien, al momento de analizar los argumentos presentados en am-
bas posturas, presentadas en la primera parte de este texto, se puede obser-
var que el embrión humano ha sido leído desde dos enfoques que ponen el
acento en alguna facultad o cualidad del ser humano, destacando la mirada
en alguna dimensión de la persona, pero omitiendo que la persona es un mis-



39
En las teorías del gradualismo y del personalismo se pone en evidencia que
el criterio de lectura está ligado a una noción descriptiva del embrión humano
desde dos enfoques diferentes. Al momento de responder: ¿Qué es un embrión
humano?, para la corriente gradualista es un ser vivo de la especie humana,
pero no una persona; para el personalismo, es una persona en su primera etapa
vital: la embrionaria. Ahora bien, si revisamos estas teorías desde el plantea-
miento sobre el qué y el quién del embrión humano, encontramos lo siguiente:
En la visión del gradualismo-
tablecen que el criterio para poder ser persona está determinado en los datos
biológicos posterior a la fecundación, proceso que se logra cuando el em-
-

en una persona. Es decir, para esta corriente la persona está limitada por una
lectura biológica y desde allí, se establecen los criterios para determinar en qué
etapa del ciclo vital surge el salto cualitativo. Se ve claramente la separación
entre la corporalidad y la dimensión subjetiva de la persona, desarrollada en
la modernidad a la cabeza de Descartes, el cual fundamenta que lo propio de
la persona no está en su base material, sino en la subjetividad que se une al
cuerpo, pero que no hace parte de él.
40
La realidad embrionaria sería la base material y biológica que lo convierte
en un ser vivo de la especie humana, aunque no en una persona-
tituirse plenamente como hombre es fruto de la actividad de su inteligencia y
de su libertad que no conoce límites ni fronteras y que evoluciona continua-

41
En estas posturas se observa que el embrión humano ha sido reducido a
una comprensión biológica, omitiendo las otras dimensiones propias de la
39
, J. M., Antropología…, p. 38.
40
, J. M, Repensar la naturaleza humana, p. 35.
41
, J. M, Repensar la naturaleza humana, p. 35.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 14, Núm. 27, Enero-Junio, 2022, ISSN: 2007-9699
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persona, presente desde el momento de la fecundación, lo que para el per-
sonalismo es un error. ¿Dónde está el error? En que la teoría gradualista no
reconozca que el embrión humano sea una persona al separar lo corporal y
persona.
     
y que ha explicado al ser humano a través de dos realidades separadas: la
materia y el espíritu, como lo plantearon: Platón, Descartes, Leibniz, Male-
branche.
42
En efecto, aunque la persona en estado embrionario no ponga en
acto todas las dimensiones subjetivas, en su estructura interna está presente
lo propio que lo hace pertenecer a la humanidad. Y es la realidad embrionaria
la manifestación física de la individualidad de un ser humano.
Por otro lado, la fundamentación ontológica pone como criterio para ser
una persona la pertenencia a la especie humana, como lo explica Spaemann:
persona: la
    
43
De ahí se puede deducir que
todo ser humano es persona y toda persona es un ser humano.
Planteado el escenario anterior, surgen de nuevo las preguntas: ¿Cuál es la
lectura correcta sobre el embrión humano? ¿Existe la posibilidad de mediar
ambas posturas? ¿Se puede construir una visión integral sobre el embrión
humano? Es precisamente ahí donde los aportes del Personalismo integral
ofrecen una vía alterna a esta discusión sobre el estatuto antropológico del
embrión humano, acercándonos a los elementos propios del ser humano, ma-
nifestados en cada persona desde su concepción hasta su muerte.
Para dar el giro de qué es un embrión humano, a quién es, es preciso salir del
Lastre griego
la noción de naturaleza humana, que generó la discordia entre la tradición clá-
sica y el culturalismo,
44

resolver mediante una vía alternativa: usando la noción de humanidad en vez
de naturaleza humana.
Al utilizar el concepto de humanidad se evita caer en una descripción detalla-
da que da cuenta de qué es el hombre, para determinar sus rasgos propios, por-
42

aceptable y creíble: -

sorprendente que en el hombre convivan de manera armoniosa dos realidades, el es-


porción de él está inmersa, desde luego, en la naturaleza, pero la otra parte trasciende

, J. M., Antropología…, p. 73.
43
 R., Personas, p. 241.
44
Recomiendo al lector ir al texto de , J. M., Repensar la naturaleza humana.
87
La persona es estado embrionario. Una propuesta al debate sobre el estatuto
antropológico del embrión humano desde el personalismo integral
que puede existir la tentación de caer en una simple mención de características

la noción de humanidad
cada uno y se recrea con el surgimiento de cada nueva vida humana.
Ahora bien, ¿cuáles son los aportes de la antropología del Personalismo
integral al debate sobre el embrión humano? Para abordar esta pregunta, es
pertinente leer al embrión humano desde categorías que no opaquen lo pro-
pio de su ser, sino que resalten lo irreductible, singular y único que habita en
él. En otras palabras, dar el giro del qué es embrión humano, a quién es. Los apor-
tes dados por Wojtyla
45
y Burgos
46
ofrecen claves antropológicas para salir
del Lastre griego y poder dar el giro, pasando de un discurso que explique qué
es el embrión humano, desde premisas arraigadas en analizar su naturaleza,
al concepto de persona 
persona quiere decir fundamentalmente construir la antropología no a partir

47
En consonancia con lo anterior, el primer aporte del Personalismo integral
al debate sobre el estatuto antropológico del embrión humano es pasar del
. Este giro semántico nos conduce
a renunciar a la noción embrión humano para hacer referencia a la persona en
estado embrionario. Así, se recalca que, aunque el ser humano se encuentre en
la primera manifestación existencial, ya posee, desde su fecundación, todas
las cualidades que lo hacen ser una persona, desde su primera etapa de desa-
rrollo hasta su muerte.
La expresión de embrión humano acarrea la tendencia a ubicar a la per-
sona como un ser más del cosmos, sin ningún valor ontológico. En cam-
bio, la expresión, la persona en estado embrionario, recuerda la dignidad que
posee la persona, que lo pone en un plano diferente a las otras especies;
cada persona, aunque esté en estado embrionario, es única, individual e
irrepetible. En palabras de Burgos:

de existencia individual exclusivo (entre los seres del mundo visible) de la
humanidad. Este modo de existir deriva del hecho que la existencia indivi-
dual propia de la humanidad es personal.
48
45
Person and Commu-
nity, Selected Essays of Karol Wojtyla, Ed. Peter Lang, Colección Pensamiento Católico de
Polonia, 1993.
46
, J. M., Repensar la naturaleza humana.
47
, J. M., Repensar la naturaleza humana, p. 103.
48
, J. M., Repensar la naturaleza humana, p. 66.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 14, Núm. 27, Enero-Junio, 2022, ISSN: 2007-9699
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El argumento anterior no suprime que la persona inicie su existencia en la

inicia la vida en etapa embrionaria y, desde ahí, posee las características úni-
cas, individuales e irrepetibles propias de su identidad personal; sus facul-
tades se desarrollan con el tiempo, cuando las condiciones biológicas están
-
tan la presencia de alguien. Por ende, leer al embrión humano desde lectura
biológica es caer en una descripción demasiado objetiva y materialista, que

Todo lo contario acontece cuando se reconoce que la realidad de la perso-
na surge desde la etapa embrionaria, porque partir de esta realidad podemos
captar lo que revela la experiencia personal, nos descubrimos en la vida es-
tando en ella, como lo explica Marías:

cierta altura, lo que se llama la altura de la vida; y esto nos remite, secundaria
pero inexorablemente, al camino recorrido. Aquí interviene, junto a la futuri-
zación, inseparable en ella, el pasado: vivir es estar ya viviendo, encontrarse
ya en la vida.
49

-

imaginación; por otro lado, la acción consciente se pierde por algún momen-
to, como ocurre en el estado del sueño. Estas dos situaciones nos conducen a
comprender que la persona no es solo consciencia en acto, la consciencia es
una dimensión que hace parte de él, pero no la totalidad de la persona.
El mismo acto de conciencia nos conduce a deducir que, en la persona, en
mi persona, existe algo que excede lo que subjetivamente experimento de mí

yo entiendo, yo amo por estas tres (facultades), aunque no soy ni memoria,
ni inteligencia, ni amor, sino que las poseo (a saber, estas tres facultades).
Esto puede decirlo cualquier persona que posea estas tres (facultades), pues

50
Aquí él plantea la diferencia
entre lo que tengo y lo que soy yo. Lo que tengo es el conjunto de todas las
facultades que coexisten en la realidad de la persona, que se diferencian, pero
que están en ella; porque hacen parte de la estructura del ser de la persona.
49
J., Antropología metafísica, Madrid: Alianza, 1987, p. 224.
50
, De trinitate-

89
La persona es estado embrionario. Una propuesta al debate sobre el estatuto
antropológico del embrión humano desde el personalismo integral
Yo absoluto–
al estilo de Descartes o Husserl, se vuelve a caer en el idealismo. De ahí la im-
portancia de comprender al yo desde una estructura interna, introduciendo
en él todas las facultades y considerando que posee una estructura corporal
que instala en la realidad. Que la persona esté integrada por una subjetividad

de acto y potencia, sino una relación de co-determinación mutua en unidad
estructural, que le permite ser lo que es: una persona.
Establecida la relación entre la conciencia y el ser de la persona, a su vez

identidad personal, las cuales se dan en la corporalidad. La experiencia per-
sonal nos revela que existe la persona antes del acto de estar consciente: pri-
mero se debe existir para luego ser, como lo explicó Tomás de Aquino con la
operari sequitur esse

51
La comprensión de la regla del Aquinate nos lleva a captar que la persona
posee una unidad integrada por diferentes estructuras interrelacionadas en-
tre sí; y aunque cada una posea independencia respecto de la otra, siempre
está afectando a la estructura integral de la persona. Por lo tanto, no podemos
dividir la existencia personal del surgimiento de la vida. Se crea una nueva
persona cuando surge un nuevo embrión humano, quien, con el paso del ciclo
vital, pone en acción las facultades que están inscritas en su estructura como

Con el surgimiento del cigoto humano arranca la existencia de la persona
en su primera forma de expresión vital: el estado embrionario. La persona, con
el paso del tiempo y ciclo vital, irá actualizando en sí misma todas las facul-
tades que vienen inscritas en su ser. Por lo tanto, el estado embrionario es la
primera manifestación existencial de la persona, ese es el inicio fundamental
que marca la diferencia entre existir y no existir. Las facultades que la per-
sona, en su estado embrionario, vaya desarrollando, no son actos añadidos,

que decimos que un ser se actualiza, reconocemos que en él hay algo más que
su condición fáctica actual y que su ser ya es, en algún sentido, aquello que,

52
Por lo cual, podemos deducir que la acción consciente de la persona nos
conduce a reconocer que, en la persona, en mi persona, existe una realidad
51
 De trinitate, p. 129.
52
, J., La interioridad de la persona humana. Hacia una antropología personalista, Madrid: En-
cuentro, 2007, p. 171.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 14, Núm. 27, Enero-Junio, 2022, ISSN: 2007-9699
90
que supera mi estado de consciencia, una estructura interna de mi ser, que
me permite seguir estando, aunque haya tenido momentos donde la cons-
ciencia está disminuida. El estar consciente de la vida, como lo revela la ex-
periencia personal, consiste en la actualización del ser de la persona, quien
está en acto ejercitando su facultad racional. Ante esto, Zubiri,
53
Marías
54
y
Wojtyla
55

la relación de dependencia entre el sujeto y sus facultades. Es la consciencia

persona está por encima de la cons-
ciencia, su cuerpo, sus sentimientos.
Que la conciencia y las otras facultades estén ligadas a la estructura interna
de la persona, pone en evidencia la integralidad del ser humano, que existe en

surgido la corporalidad –cigoto–, y deja de existir la persona cuando su corpo-
ralidad muere, en cualquiera de los estados vitales que se encuentre.
Conclusiones
El personalismo integral ofrece unas claves de lectura antropológica para
resaltar lo propio de la persona, sin caer en categorías genéricas que han sido
pensadas para otras realidades, y que por interpolación se han aplicado al ser
humano; que han diluido lo propio de la persona y han hecho caer en concep-
tos que hacen fuerte énfasis en el qué, con la tentación de reducir la realidad
humana, principalmente, en sus primeros días de existencia, a una simple rea-
-
tar hacia la comprensión de la persona en estado embrionario es reconocer que
desde el momento de la fecundación existe alguien, con unas notas personales
que develan su realidad personal irreductible, quien reclama un trato adecua-
do, de cuidado, que respete su dignidad y promueva su desarrollo vital.
53
, X., Sobre el sentimiento y la volición, Madrid: Alianza, 1994, pp. 257-258.
54
, J., Antropología metafísica.
55
suppositum.
El suppositum es sujeto, es decir, al mismo tiempo fuente y fundamento de estos dos
modos diversos de dinamismo. En él se enraíza y tiene su origen en el último término la
totalidad del dinamismo de lo que sucede en el hombre, y también el conjunto del dina-
mismo de la actividad con la operatividad consciente que la constituye. Cf. , K.,
Persona y acción, p. 131.
91
La persona es estado embrionario. Una propuesta al debate sobre el estatuto
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  De trinitate  -
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