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Metafísica y Persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 12, Núm. 24, Julio-Diciembre, 2020, ISSN: 2007-9699
En torno a algunas consecuencias de la
interpretación heideggeriana de la mónada como
representación en Leibniz
About some consequences of the Heideggerian interpretation of
monads as representation according to Leibniz

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hardy.neumann@pucv.cl
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El presente artículo
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ger efectuó de la idea de sustancia tal como la entendió Leibniz, vale decir, como mónada. Para
llevar a cabo esta tarea se toma como texto base la lección de Marburgo del semestre de verano
en 1928.
3
-
na, a la revisión interpretativa de la lección de 1928, se agregan explicaciones que complemen-
tan la exposición y discusión. Para ello se recurre, esta vez, a la lección que Heidegger dictó en
el semestre de invierno 1935/1936
4
en la Universidad de Friburgo de Brisgovia.
5
Palabras clave: sustancia, monadología, representación, espejo, alma, metafísica, psicología


of substance as Leibniz understood it, namely as a monad. In order to carry out this task, the
1
ORCID
2
Agradezco a los evaluadores anónimos las importantes sugerencias efectuadas. Éstas coopera-


3
GA 26.Metaphysische Anfangsgründe der Logik im Ausgang von Leibniz (GA 26). Marburger Vor-

las traducciones de los textos desde el alemán son del autor del artículo.
4
GA 84.1.
5
El texto correspondiente está hoy a disposición en el volumen 84, publicado en el marco de
las obras completas con el título Seminare Kant – Leibniz – Schiller (GA 84.1). Teil 1: SS 1931 bis
WS 1935/36, hrsg. v. Günther Neumann. V. Klostermann. F. a. M., 2013.
Recepción del original: 20/01/2020

Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 12, Núm. 24, Julio-Diciembre, 2020, ISSN: 2007-9699
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Marburg lecture of the summer semester in 1928
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is taken as a basis. With the aim of identifying
and evaluating the consequences of the Heideggerian interpretation, some explanations that
complement the exposition and discussion are added. To this purpose, the lecture course given
by Heidegger in the winter 1935/1936 at the University of Freiburg i. Br., is taken into account.
Keywords: substance, monadology, representation, mirror, soul, metaphysics, psychology
Introducción
En lo que sigue, me ocupo de la lectura que M. Heidegger realizó de la
noción de mónada en Leibniz. Para llevar adelante el trabajo se desarrolla
una lectura reconstructiva e interpretativa de los textos pertinentes tanto de


tendría en la metafísica como pregunta por el ser.
Uno de los designios estables del análisis hermenéutico fenomenológico que
Heidegger lleva a cabo cuando se trata de abordar el pensamiento de Leibniz,
consiste, según su propia declaración, en “poner al descubierto el núcleo propia-

7
Ello debería hacer posible para Heidegger,
en el marco general de la denominada destrucción de la doctrina del juicio en
Leibniz, comprobar hasta qué punto pudo Leibniz dar efectivamente vida a su
propósito de determinar el ser del ente que en propiedad merece ese nombre.
8
Te-
niendo presente, en efecto, que la Monadología
la sustancia como lo propiamente ente, ella aspira a determinar la sustancialidad
de la sustancia. En ese respecto, el esfuerzo interpretativo que lleva a cabo el mis-
mo Leibniz no está lejos del paso que ya había dado Aristóteles en el marco de su

la pregunta por el ser en pregunta por la ousía. Esa transformación se documenta

-
dad lo antaño, ahora y siempre buscado, lo que siempre nos deja en aporía, qué

9
6
GA 26.
7
GA 26, p. 95.
8
Me ocuparé principalmente del punto al que en esa lección se le asigna el §5, esto es, Die
Wesensbestimmung des Seins des eigentlich Seienden, als des möglichen Gegenstandes der Erkenntnis
– die Monade (La determinación esencial del ser del ente propiamente tal, como objeto posible
del conocimiento – la mónada). Este es el título íntegro que como tal aparece en la p. 37 del
texto publicado. En el índice, y luego con ocasión del desarrollo del tema, la versión se abre-
via y se halla sólo la siguiente parte del epígrafe más general: Die Wesensbestimmung des Seins
des eigentlich Seienden (la determinación esencial del ser del ente propiamente tal).
9
Cf. , Met. Z, 2, 1028b2-4 [trad. propia].
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En torno a algunas consecuencias de la interpretación heideggeriana de la mónada
como representación en Leibniz
La pregunta por el ser transformada por Aristóteles en pregunta por la

por la sustancia, pero esta vez en términos de mónada. Aunque Heidegger no
menciona el passus aristotélico antes indicado, tal intención es reconocible en
el propio Leibniz, pues la sustancia es sólo una de las formas de responder a


alude no tan sólo a un ente, sino al ser del ente. En Leibniz, de acuerdo con la
aproximación de Heidegger, la sustancialidad de la sustancia es lo que hace de
ésta el ente que es, a la vez que estatuye el modo en que despliega su estar-siendo.
La idea de determinar a la sustancia en su sustancialidad es un procedimiento
metodológico y de contenido que Heidegger recuerda constantemente como
forma peculiar de abordar a los pensadores que busca interpretar.
10
En ese marco, la Monadología vuelve concreta también esa interpretación
de la sustancia en su dimensión sustancial o en su sustancialidad y, como
tal, está llamada a proporcionar una determinación del “ser del ente pro-
 das Sein des eigentlich Seienden).
11
Como el programa mona-
dológico debe ofrecer un concepto de ser que incluya a todo ente, sea físico,
viviente, existente, o a Dios mismo, ese proyecto está destinado a convertirse
en ontología o, mejor, en metafísica general,
12
y, por ende, su pretensión es
de estricta universalidad. De allí que el concepto de ser que la monadología
gane debería brindar no solo un criterio para distinguir entre “esos diversos

13
Se incluye allí
un motivo profundamente aristotélico, al que, sin decirlo, Heidegger atiende,
expresado, p. ej., por Owen, en la idea ya clásica de un focal meaning en todas

14
Pero en su lectura de Leibniz Heidegger da un


el ente sustancia, sino como aquello que hace de ese ente una sustancia, su
existir por sí misma. La noción de mónada que Leibniz pone en circulación
recoge ese estar-en sí como irreductible condición ontológica en la unidad,

estar, alcanzará un sentido dominante; y como núcleo absolutamente identi-
tario de la mónada, constituye una buena parte de la trayectoria que seguirá
la propia interpretación que Heidegger ofrece. Por eso, el portal que abre el
desarrollo de las cuestiones que así surgen es la pregunta por una determi-
10
Ver, p. ej., GA 26, p. 86, 87, 89, 90, 94, 96, 103, 105, 122.
11
GA 26, p. 89.
12
GA 26, p. 89.
13
GA 26, p. 89.
14
Cf. Aristotle and
Plato in the Mid-Fourth Century, ed. by Düring, Göteborg, p. 180.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 12, Núm. 24, Julio-Diciembre, 2020, ISSN: 2007-9699
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nación de lo que caracteriza a “la sustancia como mónada, en cuanto ‘uni-

15


16
1. La mónada como vis originariamente representativa
Un paso decisivo en la lectura heideggeriana se da al hacer entrar en la

leibniziana de fuerza (Kraft o force), pero sin pasar por alto que el “carác-
ter de fuerza tiene que ser comprendido a partir del problema de la unidad

17
Se trata de una idea que, en Leibniz, pretende, ade-
más, superar los inconvenientes de la concepción cartesiana de la extensión.
Mientras Descartes habría intentado excluir la noción de fuerza,
18
Leibniz la
reintroduce en lo metafísico, en la sustancia misma: así, “la noción de fuerza
o de potencia (que los alemanes llaman Kraft y los franceses force) […] apor-
tará una grandísima luz para entender la verdadera noción de sustancia
19
¿Qué hay en la noción de fuerza capaz de iluminar nuestra comprensión de
la sustancia? Veamos. Cierto es que la vis es interpretada por Leibniz en el ho-
rizonte de las determinaciones escolásticas, pero éste lo hace distanciándose
de ellas, pues no se trata meramente de una potentia activa. La vis o virtus en
juego contiene en sí misma, siguiendo el lenguaje del estagirita que Leibniz
vis sino vis activa.
Por eso, Heidegger, al ofrecer una versión del pasaje, entiende que lo propio
de la vis activaein gewisses
schon wirkliches Wirken
esfuerzo explicativo de Heidegger, de una cuestión sutil, pues la mónada,
en cuanto vis activa, es un cierto actuar. Esta reproducción interpretativa no
es fácil de determinar acabadamente. El adjetivo gewiss no alude a que el
actuar sea indeterminado sino a que es un actuar retenido. Si fuera un actuar
ya consumado habría dejado tras de sí toda restricción en esa actuación; no
sólo pasaría a la ἐντελέχεια, sino que habría sido ya, derechamente, una tal.
gewisses Wirken-
niz, que la vis activa “contiene cierto acto o ἐντελέχειανactum quendam sive
15
GA 26, p. 90.
16
GA 26, p. 90.
17
GA 26, p. 96.
18
GA 26, p. 91.
19
GP IV, p. 469. De primae philosophiae Emendatione, et de Notione Substantiae (1694). Versión al
castellano en:  G. W., Obras losócas y cientícas. 2. Metafísica, traducción de Ángel
Luis González, Granada: Ed. Comares, 2010, p. 229.
89
En torno a algunas consecuencias de la interpretación heideggeriana de la mónada
como representación en Leibniz
ἐντελέχειαν continet
20
radican en que la fórmula comporta una tensión en
los términos que la componen. La vis activa no es actuación en ejecución pro-
piamente tal (Wirkung im eigentlich Vollzug), pero tampoco es mera facultad
pasiva (eine ruhende Fähigkeit).
21
Por eso, para la determinación de la fuerza
como constitutivum de la mónada sustancial, Heidegger escogerá un término
que debería reproducir toda la carga ontológica de dicha vis activa. Se trata de
la noción de Drängen o de Drang.
Los términos usuales para verter Drang son impulso o tendencia. Pero
esas dos palabras se quedan cortas. En Drang hay más que un simple ten-
der a…, pues el impulso puede permanecer en la mera tendencia; del Drang,
diesem Drang entspringt ständig ein
Vollziehen),
22
un poner en acto o en ejecución. Así entendido, el Drang está
incoado en toda sustancia por el mero hecho de ser tal.
23
Si bien se trata de

la sustancia, sólo opera en la sustancia concebida como mónada. En la ex-
presión μονάς-μονάδος, rescatada de Grecia y pasada por la criba de Leibniz,

en cuanto unicante. No se trata de una obviedad, pues la unidad no se es-

propia del número o de la especie, p. ej.,
24
puede mentarse también con ella
la simplicidad, la individualidad y la unicidad. Uno de los méritos de Leib-
niz es recoger varios de esos matices y reunirlos dándoles una característica
ontológica y funcional ínsita en la mónada.
Kraft o Drang
y unidad: se puede ser activo de diversos modos, pero la actividad de la
einheitgebende, donante de
facere unitatem: producir
la unidad, lo que tiene lugar no en un sentido fáctico, sino en cuanto ella
constituye el origen de la unidad misma. Heidegger subraya, primero, la uni-
dad como constitutivo estructural de la mónada y pone de relieve, enseguida,
la calidad ejecutiva de este impulsar, puesto que de él surge siempre, como
ya se ha dicho, ein Vollziehen, una ejecución, un cumplimiento (ἐντελέχεια).
La pro-pensión que habita en la actividad originaria de la mónada brota
von zu). El
20
Cf. De primae philosophiae Emendatione, et de Notione Substantiae (1694), GP IV, p. 469. Trad.
citada, p. 229.
21
GA 26, p. 102.
22
GA 26, p. 105.
23
GA 26, p. 105.
24
Cf. , Met. V, esp. 1016b32 y ss.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 12, Núm. 24, Julio-Diciembre, 2020, ISSN: 2007-9699
90
-

Pero como el tránsito es de una percepción a otra, puede hablarse en ella, en
un sentido esencial, de una percepción tendencial o de una tendencia percep-
tiva; entendiendo que, en ambos casos, cada una de ellas libra su ejecución



tal función en cuanto es y ha de ser ursprünglich ausgreifend y como tal im
vorhinein umgreifend.
25
Creo que una explicación de este difícil pensamien-
to heideggeriano puede tener lugar del siguiente modo: la aprehensión y la
comprensión o abarcamiento deben darse a una en el representar, que queda
ausgrei-
fend-umgreifend).
26
Si se amplía la idea puede decirse que la actividad ejecu-
tiva, propia de la mónada, debe considerar una doble dimensión: por una
parte, debe ser aprehensora (o aprehendiente) –con lo que queda aludido el
participio ausgreifend. Por otra parte, debe ser comprensora (o comprendien-
te) –con lo que queda referido el participio umgreifend. Tomando ahora a una
    
o lo comprensoramente aprehendido es simplemente aquella multiplicidad
desde siempre (im vorhinein) originariamente anticipada (ursprünglich) en el
-
túa acopiando en una recolección sumativa algo ya dado previamente; lo es

origina primariamente la unidad que entonces lo múltiple, como tal, recibe.
27
Las dos dimensiones apuntadas se contienen, además, en la representación
(Vorstellung) como propiedad esencial de la actividad originaria que es el
impulso ejecutivo (Drang  
“sigue siendo oscuro de qué modo precisamente algo así como el impulso
25
GA 26, p. 112.
26
Heidegger se apoya para la característica ausgreifend-umgreifend que ofrece de la mónada en
un texto de Leibniz en que se habla de sustancia prae-minens y entiende esa preeminencia

condición material, por así decirlo, o como condición fáctica, el que haya un Mannigfaltiges,
Sonst wäre das ganze Problem
der Einigung überüssig und sinnlos
-
ple en el impulso ejecutivo mismo (Drang), al punto que es éste el que “zugleich Mannigfaltiges
in sich tragen [muß], muß Mannigfaltiges sein

en el sentido de aprehensor de la multiplicidad y entiendo esa calidad de comprensor como

se dan a una en la condición estructural de la mónada, es decir, de la unidad.
27
GA 26, p. 112.
91
En torno a algunas consecuencias de la interpretación heideggeriana de la mónada
como representación en Leibniz
ejecutivo mismo (Drang
28
o sea, cómo se articula,
más acotadamente, el tipo de ejecución o acto que irrumpe desde lo que, de
modo formalizado, puede llamarse ahora la “impulsión disposicional pro-
Drang-

         
idea de mónada. Pero, por su parte, la respuesta que se dé permitirá, en
conexión con lo ya referido, sacar provecho a todo el potencial que esa in-
terpretación puede promover.
En ese marco, el elemento que adquiere primacía es, por cierto, el re-pre-
sentar (Vor-stellen       
aprehensora y comprensora de la actividad original de la mónada con el re-
presentar mismo. Pero si hasta aquí sólo se ha puesto el acento en los aspectos



La semejanza con el Ego exhibida por la sustancia permite ir delimitando
la representación. En carta a de Volder Leibniz decía: substantiam ipsam […]
veluti τὸ Ego vel simile, pro indivisibili seu perfecta monade habeo,
29
o sea, “es a
esta sustancia misma […] a la que yo tomo como la mónada indivisible o per-

30
Pero si la mónada es representa-
tiva, el tipo de representación quedará modulado por el sello propio de una
sustancia o, lo que es lo mismo, el rendimiento de la representación irá nece-
sariamente asociado a lo que una sustancia es de suyo, vale decir, la represen-
tación debe asumir la estructura propia de la sustancia. Expresado de otra manera
y formulada derechamente la consecuencia, se tiene lo siguiente: al acudirse
al yo en la determinación de la mónada y sus características, se va a produ-
cir lo que puede llamarse un intercambio estructural de propiedades a las
-

28
GA 26, p. 105.
29
GP II, 251.
30
Carta a de Volder del 20 de junio de 1703 (carta 25). (Leibniz, G.W., Obras losócas y cientí-
cas, 16B, Correspondencia III, traducción de Bernardino Oro de Miguel, p. 1199). En la mis-
ma línea se expresa Leibniz en Carta a de Volder del 30 de junio de 1704 (GP II, 270): “Operae
autem pretium est considerare, in hoc principio actionis plurimum inesse intelligibilitatis, quia in eo
est analogum aliquod ei quod inest nobis, nempe perceptio et appetitio
pues, considerar ahora que en este principio de acción se contiene un gran fondo de inteli-
gibilidad, pues en él hay algo análogo a lo que reside en nosotros, a saber, la percepción y el
Obras losócas y cientícas, 16B, Correspondencia III, traducción de
Bernardino Oro de Miguel, Carta 31, p. 1225.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 12, Núm. 24, Julio-Diciembre, 2020, ISSN: 2007-9699
92

31
Dicho de otro modo: representación quiere decir sustancia, sustancia quiere
decir representación, sin que se vea allí, como se colige de lo anterior, que se
esté ante una simple valencia tautológica cuando se invierten los polos. Lo
que en este punto Heidegger hace es justo maximizar tal sentido, pues “en su
-

32
De ahí que la idea –aunque correcta– que se tiene
de la sustancia leibniziana como mónada simplemente capaz de representar,
está lejos de dar con la estructura profunda de la misma. Esta circunstancia
provoca el efecto secundario de rebajar en cierta medida el valor de la noción
de alma. Alma es ahora simplemente un modo más (Modikation), entre otros,
de ser mónada. Debe consignarse, sin embargo, que la intención de Leibniz
es integrar el momento representativo y el carácter subsistente que se atribuye
a la mónada. La mónada no es aparte sus representaciones. No hay mónada
y adicionalmente representaciones: es justo en cuanto representativa que ella
es y lo que ella es: el mundo. No se trata de un mero tener representaciones
por parte de la unidad monádica, sino de ejecutar el acto de ser en la repre-
sentación; ella es en aquéllas.
2. El espejo como imagen de la mónada
Al vínculo uno-mucho como expresión de lo múltiple en algo uno (mult-
orum in uno expressio)
33
se accede indirectamente mediante la famosa me-
táfora o imagen leibniziana del espejo. Dicha metáfora puede cumplir una

34
como decía Aristóteles,
que es la virtud propia de una buena metáfora. En Los Principios de la Natu-
raleza y de la Gracia se lee que “cada mónada es un espejo viviente o dotado
de acción interna, representativo del universo según su punto de vista y tan

35
En la misma línea, el parágrafo 56 de
la Monadología dice: “Ahora bien, esta ligazón o acomodamiento de todas las
31
“Hay que recordar que “las mónadas no pueden comenzar ni acabar, más que de golpe, es
decir, que sólo pueden comenzar por creación y acabar por aniquilación; lo que es compues-
Monadología § 6, GP VI, p. 607). Traducción de
Obras losócas y cientícas. 2. Metafísi-
ca. Ed. Comares, Granada 2010, p. 328.
32
GA 26, p. 113.
33
GP II, p. 311.
34
Cfr. Arist., Retórica, 1411b 23 y 1411b 25.
35
chaque Monade est un miroir vivant, ou doué d‘action interne, representatif de l‘univers, suivant
son point de veue, et aussi reglé que l‘univers luy mêmeObras
losócas y cientícas, vol. 2. Metafísica, traducción de Rogelio Rovira, Granada: Ed. Comares,
pp. 344-345.
93
En torno a algunas consecuencias de la interpretación heideggeriana de la mónada
como representación en Leibniz
cosas creadas a cada una y de cada una a todas las demás, hace que cada
sustancia simple tenga relaciones que expresan a todas las demás, y que por

36
La mónada es representativa del universo entero, es un espejo viviente y
continuo en su actividad especular (perpetuo). ¿Qué implica que la mónada
-
pejo contiene en sí lo otro, pero no en cuanto otro. Vale decir, el espejo no se


rendimiento propio supone un haber abandonado eo ipso desde siempre toda
-
pre lo otro lo que en él hay, sin poder nunca estar él mismo en esa alteridad.
Pero entonces, con mayor razón, el espejo común se halla siempre fuera de
sí, des-poseído, vale decir, sin posibilidad de devenir auto-posesión. O, si se
quiere, al revés, al estar en sí, el espejo lo está siempre en tanto que otro. Lo
cual no quiere sino decir que el espejo no tiene ninguna identidad antes de la

37
En
36
Or cee Liaison ou cet accommodement de toutes les choses creées à chacune et de chacune à toutes
les autres, fait que chaque substance simple a des rapports qui expriment toutes les autres, et qu‘elle
est par consequent un miroir vivant perpetuel de l‘univers   
Obras losócas y cientícas, vol. 2. Metafísica, traducción de Ma. Jésus Soto Bruna, Granada:
Ed. Comares, p. 336. De la misma manera, en el Système Nouveau se dice que “chaque subs-
tance toute seule exprime en elle tout l’univers; c‘est un parfait miroir, suivant son rapport ou point
de veue” (GP IV, p. 475), esto es, que “cada sustancia expresa en ella todo el universo; es un
Obras losócas
y cientícas, vol. 2. Metafísica, p. 236). A diferencia del espejo común, la sustancia representa
todo. Claro está que expresando cada mónada o sustancia a todas las demás, “esta represen-
tación no es sino confusa en el detalle de la totalidad del universo, y únicamente puede ser
distinta en una pequeña parte de las cosas, a saber, en aquellas que son las más próximas
o las más grandes con relación a cada una de las mónadas; en caso contrario, cada mónada


Monadol. §
60, trad. de Ma. Jesús Soto-Bruna, Op. cit., p. 336). En Considerations sur la doctrine d’un Esprit
Universel Unique (GP VI, p. 538) se lee: “chaque ame est un miroir de l’univers à sa maniere sans
aucune interruption, et qui contient dans son fonds un ordre repondant à celuy de l’univers même,
que les ames varient et representent d’une innité de façons, toutes dierentes et toutes veritables, et
multiplient pour ainsi dire l’univers autant de fois, qu’il est possible, de sorte que de cee façon elles
approchent de la divinité autant qu’il se peut selon leur dierens degrés et donnent à l’univers toute la
perfection, dont il est capable”. En español: “cada alma es, a su manera, un espejo del universo,
sin interrupción alguna, y contiene en su fondo un orden que responde al del universo mis-

todas verdaderas, y multiplican el universo, por así decirlo, tantas veces como es posible, de
suerte que así ellas se aproximan a la divinidad tanto como se puede, según sus diferentes

37
En tal sentido, quebrarse el espejo no es tanto quebrarse el soporte material cuanto la función o
funcionalidad. En alemán se habla de quiebre (brechung

Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 12, Núm. 24, Julio-Diciembre, 2020, ISSN: 2007-9699
94

su ser en esa función.
Estas consideraciones buscan indicar formalmente lo que se cumple en un
espejo, pero permiten al mismo tiempo observar que la analogía con la móna-
da llega hasta aquí,
38
pues, a diferencia del espejo común, el espejo monádico
es
sino llegar a tenerse a sí misma en ello desde la perspectiva de la totalidad. El
-

porque, proprie loquendo, el todo asume todos los puntos de vista. “Además,

39
se dice en el Discurso de Metafísica.
La razón es que cada sustancia es, “por así decir, una concentración (concen-
tration
40
En esa misma medida las mónadas son concentrationes mundi o concentratio-
nes universi. Son concentraciones en cuanto cumplen con la representación de
un
punto de vista. “Dios ha puesto en cada alma –enseña Leibniz– una concentra-
tion du Monde o la fuerza para representar el universo según un punto de vista,
propio de esta alma, y esto es el principio de sus acciones, que las distingue

41




se convierte en principio de individuación. El texto que cita Heidegger es cla-
entelechias que de-


38
“Il n’y a rien de plus approchant de la pensée parmy les choses visibles, que l’image qui est dans


Esto es: “No hay nada más próximo al pensamiento entre las cosas visibles que la imagen que
está en un espejo, y las huellas en el cerebro no podrían ser más exactas; pero esta exactitud de

39
GP, IV, p. 434. En Obras losócas y cientícas, vol. 2. Metafísica, traducción de Ángel Luis
González, Granada: Ed. Comares, p. 170.
40
“un miroir vivant de tout l‘univers suivant son point de veue
diversos pasajes en la obra de Leibniz donde se expresa esta misma idea. Aquí algunos: GP
III p. 636; GP IV, p. 475; GP IV, p. 532; GP VI, p. 603; GP VII, p. 452.
41
GP IV, p. 542 (Extrait du Dictionnaire de M. Bayle article Rorarius): “Dieu a mis dans chaque
Ame une Concentration du Monde, ou la force de representer l’univers suivant un point de veue propre
à cee Ame, et c’est ce qui est le principe de ses actions, qui les distingue entre elles et des Actions
d’une autre Ame. Car il s’ensuit qu’elles auront continuellement des changemens qui representeront
les changemens de l’univers, et que les autres Ames en auront d’autres, mais avec correspondence“.
95
En torno a algunas consecuencias de la interpretación heideggeriana de la mónada
como representación en Leibniz
ben distinguirse, no ser completamente semejantes entre sí, ellas tienen que ser
“principios de diversidad pues cada una expresa de manera diferente que las

justamente ser otros tantos espejos vivientes de las cosas, otros tantos mundos

42
Hay en las mónadas una diversidad cuyo principio proviene
de ellas mismas y que conduce a su individualidad, gracias a la representación
puntual o perspectiva ontológica de la mónada.
43
Reexiones conclusivas
Pues bien, para Heidegger, una de las determinaciones más eminentes de
lebendiger Spiegel, miroir vivant,
espejo viviente, porque, para él, la mónada, por ser unitariamente represen-

nombre de sustancia, determinando, así, su sustancialidad. Anejo a ello va
el hecho de que la idea de mónada como espejo constituye la “base metafísi-
cognitio intuitiva
adaequata, tipo de conocimiento que supone claridad absoluta (absolute Deut-
lichkeit). Heidegger expresa esto diciendo, en sus términos, que se trata de
schlechthinnige Wachheit der
Monade).
44
¿Qué consecuencias trae aparejada esta dominante idea del espe-
jo viviente como un Charakteristikum de la mónada? ¿Cuál es el lugar que le
corresponde a esta determinación ontológica de la mónada que con Leibniz
se efectúa desde el representar?
Puede intentarse una respuesta recurriendo esta vez al Seminario del WS
1935/36 publicado con el título: Seminare Kant Leibniz Schiller.
45
El texto
42
Carta a de Volder del 20 de junio de 1703 (GP II, p. 251-252). En Obras losócas y cientícas, 16B,
Correspondencia III, traducción de Bernardino Oro de Miguel p. 1200.
43
En torno a esto, ver: , Individuation und Einzelnsein, Niesche, Leibniz, Aris-
toteles. V. Klostermann. F. a. M., 2003, pp. 183-193. Ver asimismo: von Herrmann, F.-W., Leib-
niz. Metaphysik als Monadologie, Berlin: Duncker & Humblot, 2015, pp. 211-217.
44
GA 26, p. 127.
45
La articulación del texto presentado a la publicación en lo que atañe a Leibniz es la siguiente:
Leibnizens Weltbegri und der deutsche Idealismus (Monadologie) Wintersemester 1935/36. El apartado
contiene 11 partes. A esa división sigue un apéndice que contiene los protocolos de las sesiones
realizadas. Es en ellos donde podemos informarnos con más detalle de las interpretaciones ex-
puestas por Heidegger y de la posición que en el Seminario tomó en torno a Leibniz. El texto
recoge los protocolos de la 1. sesión (6.XI.35), de la 2. y 3. (13. y 27.XI.35), de la 4. sesión (4.XII.35),
de la 5. (11.XII.35), de la 6. sesión (18.XI.35), de la 7. Sesión (9.I.36), de la 8. Sesión (16.I.36), de
la 9. Sesión (22.I.1936), de la 10. Sesión (29.I.1936), de la 11. Sesión (5.II.36), de la 12 sesión (12.
II.1936), de la 13. Sesión (19.II.36). Creo que vale la pena consignar, de paso, que los protocolantes
eran o llegaron a ser importantes personajes, respectivamente: Wilhelm Hallwachs, Emil Schill,
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 12, Núm. 24, Julio-Diciembre, 2020, ISSN: 2007-9699
96
ofrecido a la publicación recoge los apuntes de Heidegger, complementados
con los protocolos correspondientes.
46
En general, las notas del propio Heide-
gger son fragmentarias, pero los protocolos las amplían. En lo que atañe a lo

47
una idea que bien podría tomarse como una simple indicación externa, pero
que, en verdad, tiene notables consecuencias. En dicha sesión se consignó de
entrada que la arquitectura de la monadología corresponde a la de la meta-
física medieval, entendida como disciplina escolar, articulada en metaphysica
generalis, theologia rationalis, psychologia rationalis, cosmologia rationalis.
48
En ese
contexto, sin embargo, sólo la psicología no tendría en Leibniz un lugar pro-
pio. No se trata, sin embargo, de una expulsión de la psicología fuera de la
metafísica, sino de una cuestión mucho más compleja, que conducirá preci-
samente a lo contrario de su exclusión. ¿De qué se trata? Hay una interesante
toma de posición por parte de Heidegger en esta cuestión que quedó consig-
nada en el protocolo de Curt Arpe,
49
refrendada por otra vía en el apunte de
Wilhelm Hallwachs, quien, al parecer, se destacó por la amplitud y exactitud
de sus notas.
Que la psicología no tenga un lugar, se debe, según informa el protocolo
de Arpe, a que “el ser de la sustancia, por tanto, la metafísica, es concebi-

añadido (decisivo, por lo demás): “beides: Metaphysik und Psychologie hier also
zusammenfallen

50
En esta equívoca redacción –téngase presente que se trata de
apuntes–, hay que entender que el ser de la sustancia queda comprendido
desde el alma, circunstancia acorde a la preponderancia que adquiere en la
relación sustancia y representación el alma misma como un modo privile-
giado de ejecutar la calidad de mónada, según ya se ha visto. Alma es una
noción que se ha convertido en Leibniz en hilo conductor para acceder a la
nueva determinación (ontológica) de la sustancialidad de la sustancia. En esa



 Fe e ilustración: el proyecto
losóco de José Gómez Caarena
su vez al libro Peiró, F. X. S. J., Fernando Huidobro, jesuita y legionario, Madrid: Espasa Calpe, 1951.
46
Respecto de la importancia del seminario que Heidegger dictara en el WS de 1935-1936 y
otros seminarios de aquella época, así como del modo de proceder, informa muy vivamente
Kritik
der Urteilskraft del SS 1936. Él mismo elaboró protocolos de esas sesiones (cf. el posfacio del
editor, en la p. 866 de GA 84.1).
47
4.XII,35.
48
GA 84,1, p. 597.
49
Autor del famoso Das    bei Aristoteles. Hamburg, Friederichsen, de Gruyter & Co., 1938.
50
GA 84,1, p. 597.
97
En torno a algunas consecuencias de la interpretación heideggeriana de la mónada
como representación en Leibniz
misma medida, por consiguiente, también la disciplina que está llamada a
tratar acerca del ser en cuanto tal, queda bajo la égida de la idea de alma, en-
tendiendo esta palabra ahora como expresión del traslado de las propiedades

coincidencia entre metafísica y psicología porque el hilo conductor y el fun-
damento del tratamiento del ser se hallan ahora en el alma misma. En todo
caso, cabe consignar que ni en esa sesión ni en las siguientes se siguió tratan-
do el problema. Arpe se limitó a expresar en su protocolo: “wir fuhren dann
in der Interpretation fort
51
pero,
o bien esa interpretación no quedó consignada o se avanzó en otra dirección.
Ahora bien, si, en todo caso, prolongamos estas conexiones, observaremos
que la cuestión referida tiene una consecuencia gravitante: la psychologia no
pasa a ser una metaphysica entre otras, una parte de la metaphysica specialis,
sino que, en virtud de la ampliación de su objeto o, mejor, de su modo de
fundar el tratamiento de su objeto, es ella la que pasa a convertirse, con Leib-
niz, en metaphysica generalis. La disciplina que toma el lugar de la metaphysi-
ca, apropiándose de ésta y reemplazándola será justo la psicología. Con ello
hay un desplazamiento ampliativo de una disciplina specialis al terreno de la
condición generalis de la metaphysica. El Mitschrift de Hallwachs, siempre útil,
pone el acento en la respuesta de Heidegger al hecho de que la psychologia
como disciplina metafísica propia no tiene lugar alguno. No se trata de una
expulsión. Esto ocurre, no porque no haya lugar en el programa monadoló-
gico en general para ella; no hay lugar porque ésta, la psychologia, es ahora
ese lugar, ya que “el carácter del alma copertenece a la determinación de una

52
“La psicología pertenece por ello a la metaphysica
generalis
53
Con ello, el ser mismo “ha quedado concebido en el sentido de

54
Si esto es así, Heidegger se ha quedado
incluso corto al hablar del eigentlich(es) Seiendes, del ser en propiedad, del ser
eminente, que equivale en la tradición aristotélica ciertamente a la sustancia.
¿Por qué? Porque, a mi juicio al menos, ya no es sólo la sustancia el ente que
en propiedad es tal, sino que, por la vía de la interpretación de la sustancia
como mónada, Leibniz efectúa una agudización tan acabada de este concepto,
que, a partir de él, el verdadero ente pasa a ser la mónada, siempre que se lo
conciba, como hace Leibniz, en cuanto alma. Esto no es todo. Con ello se cor-
rige, de paso, el rumbo de las expresiones de Heidegger, en el sentido de que
esa entidad que es alma constituya un modo más (Modikation) de ser móna-
da. Eso sigue siendo así, efectivamente, pero a esa idea se ha llegado desde la
51
GA 84,1, p. 597.
52
GA 84,1, p. 755.
53
GA 84,1, p. 755.
54
GA 84,1, p. 755. Schon das Sein ist im Sinne der Substanz, d.h. der Monade, gefaßt.
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 12, Núm. 24, Julio-Diciembre, 2020, ISSN: 2007-9699
98
mónada concebida como alma; el alma y su disciplina (la psicología racional)
se han vuelto, por tanto, dominantes. En otras palabras, el ente eminente ya
no es, sin más, la sustancia, sino un ente que deviene tal en cuanto represen-
tativo de todo el universo en su integridad. Ello tiene lugar en esa unidad
-
te. Pero de acuerdo con la interpretación heideggeriana de este aspecto de

conexiones por ella establecidas, es el alma la que viene a jugar el rol deter-
minante en el tratamiento del ser.
Con todo y, en justicia, por así decirlo, el material conceptual para llegar a
estas conexiones, aunque no necesariamente alentada por ese acervo, estaba
 
Aristóteles se predicaron del alma, especialmente en la idea de que ella “es,

55
La interpretación
fuerte de este atributo en la tradición clásica, y que a mi juicio es la correcta,
es que el alma, en el acto de conocer, es las cosas. Lo cual es, de suyo, una
ampliación de todo lo que es: de lo ente, del ser del que conoce y de lo co-

en ella (cualquiera sea la explicación de cómo eso ocurre), trasciende, al ser
conocida, su propia particularidad y se proyecta más allá de sí, en otro, que es
también (intencionalmente) la cosa o el ente del caso, sin dejar de ser ni estar


si se lee en la perspectiva que lo hemos hecho. Constituyendo una culmina-

Aquino distinguía una doble perfección o, mejor, un doble modo como pue-
de darse la perfección en las cosas o, aún, un doble modo de ser perfecta una
cosa, a saber, una, en sí misma, “de acuerdo a la perfección de su ser, que le

56
y otra, “según la cual la perfección que

57
Tomás añade que “esta es la
perfección del que conoce en cuanto que conoce, pues algo es conocido por
el cognoscente en cuanto lo conocido de algún modo es en él. Por ello, en el
libro III del De Anima se dice que el alma es de algún modo todas las cosas,

58
Lo que sigue en el texto de
Tomás bien podría haber sido dicho después por el propio Leibniz, al refren-
dar Tomás que “según este modo es posible que en una cosa exista la perfec-
ción de todo el universo. Por lo cual la última perfección que puede alcanzar
55
, Acerca del alma 431b 21 [trad. Boeri].
56
De veritate, q.2, a 2 in c. [trad. propia].
57
De veritate, q.2, a 2 in c. [trad. propia].
58
De veritate, q.2, a 2 in c. [trad. propia].
99
En torno a algunas consecuencias de la interpretación heideggeriana de la mónada
como representación en Leibniz


59
Con ello entraría en
juego, además, si se considera el problema desde una perspectiva clásica, la
doctrina de los trascendentales, y podrá entenderse que el trascendental que
se destacará entonces sobre los demás sería el de la veritas. Con ello no queda
dicho necesariamente que la idea de verdad sea la clave para comprender el
proyecto monadológico de Leibniz, sino sólo que, como el mismo Tomás lo
estableció, para alcanzar la verdad como trascendental se precisa inexcusa-
blemente de un ente como el alma. Pero, claro, este es un asunto distinto en
el que no se puede aquí entrar.
Bibliografía
Obras y ediciones de Leibniz utilizadas
Die philosophischen Schriften von Gofried Wilhelm Leib-
niz. Berlin (Weidmann), 1875-1890; reimpr. Hildesheim, Olms, 1978.
Obras losócas y cientícas. Volumen 2. Metafísica. Editor Ángel Luis González.
Traductores: R. Rovira, R. Pereda, Ma. S. Fernández-García, Ma. J. Soto-Bruna,
A. Echavarría, A. Fuertes, A. Luis González. Editorial Comares, Granada 2010.
Obras losócas y cientícas, Volumen 16B, Correspondencia III. Introducción,
traducción y notas de Bernardino Oro de Miguel. Editorial Comares, Gra-
nada 2011.
Bibliografía de otros autores citados
, Retórica, edición con aparato crítico, traducción y notas de Antonio
Tovar, Madrid: Centro de Estudios Constitucionales, 1985.
, Metafísica
, Acerca del alma, traducción, notas, prólogo e introducción de Marce-
lo D. Boeri, Colihue Clásica, 2015.
, Individuation und Einzelnsein, Niesche, Leibniz, Aris-
toteles. V Klostermann. F. a. M., 2003.
, Metaphysische Anfangsgründe der Logik im Ausgang von Leibniz
-
ge. V. Klostermann, F. a. M., 1990.
, Seminare Kant Leibniz Schiller (GA 84.1). Teil 1: SS 1931 bis
WS 1935/36, hrsg. v. Günther Neumann. V. Klostermann. F. a. M., 2013.
59
De veritate, q.2, a 2 in c. [trad. propia].
Metafísica y persona. Filosofía, conocimiento y vida
Año 12, Núm. 24, Julio-Diciembre, 2020, ISSN: 2007-9699
100
, G.E.L., 
Aristotle and Plato in the Mid-Fourth Century, edición de Düring, Göteborg.
., Fernando Huidobro, jesuita y legionario, Madrid: Espasa
Calpe, 1951.
, Fe e ilustración: el proyecto losóco de José Gómez Caarena,

 Quaestiones disputatae de veritate,
, Leibniz. Metaphysik als Monadologie, Berlin:
Duncker & Humblot, 2015.
Normas editoriales
Presentación de originales
• Los textos, originales e inéditos, deberán ser relativos a los temas que
sugieren el título y subtítulo de la revista y que se explicitan en la Informa-
ción general (Cobertura temática). Para optar a su publicación es preceptivo
atenerse a las siguientes normas:
1. La extensión máxima, incluidos los espacios, será de 70.000 caracteres
para los Artículos y de 45.000 para las Notas. Esta norma general es suscep-
tible de excepciones, cuando se trate de trabajos cuya unidad temática lo re-
quiera. Asimismo, los trabajos que, por el mismo motivo, excedan el doble de
la extensión aquí indicada, podrán ser publicados en dos números sucesivos.
2. El Título de los trabajos ha de constar en el idioma original y en inglés.
Los artículos irán precedidos de un resumen, entre 500 y 1000 caracteres,
seguido de 5 a 7 palabras clave (o expresiones muy breves); uno y otras —el
resumen y las palabras o expresiones clave—, también en los dos idiomas.
3. Los trabajos se redactarán en formato Word (.doc o .docx), con las si-
guientes características:
Tipo de letra: Palatino Linotype
Tamaño de letra: 11
Márgenes: 3 cm laterales y 2.5 superior e inferior
Espacio interlineal: Sencillo
4. Las citas y referencias deberán redactarse en el orden y con el formato
siguientes: (s) e inicial(es) de nombre(s), título de la obra 
revista y volumen (si es el caso), ciudad de publicación, editorial, año y pági-
na/s. A modo de ejemplo:
, J., Metafísica de la persona, Barcelona: Balmes, 2008, p. 159.

Revista Española de Filosofía Medieval, 
J.-P., L’être et le néant, Paris: Gallimard, 1976, pp. 11-30.
Tras la primera cita de una obra, en las siguientes podrán utilizarse (no es
preceptivo) las abreviaturas comunes en los trabajos de investigación.
Cuando se trate de autores clásicos, las obras se citarán según las normas
y costumbres habituales entre los especialistas.


• Normas para el envío de originales:
Para someter el original al procedimiento de arbitraje de la revista, se envia-
rá un documento en Word, con el trabajo correspondiente, además de propor-

1. Con objeto de preservar el carácter anónimo de las colaboraciones y
posibilitar el arbitraje ciego, los trabajos se enviarán a través del Sitio Web
del OJS (Open Journal System) de Metafísica y Persona:
uma.es/index.php/myp, que será también el medio utilizado para facilitar el

Además del texto completo, con las notas correspondientes a pie de página,

Para que el texto pueda someterse al arbitraje ciego, según se describe en
el Procedimiento de evaluación, no constará en él ni el nombre del autor ni

2. Al registrarse en la Web del OJS como autor, con objeto de enviar una
colaboración, será preciso rellenar un formulario, en el que se incluyen los da-

remitidos a la revista. Como se ha indicado, ninguno de esos datos personales

Procedimiento de evaluación
La selección de los artículos y notas para Metafísica y Persona se rige por el
siguiente sistema de evaluación.
1. Arbitraje. Todos los trabajos serán evaluados y dictaminados por dos
académicos del máximo nivel y especialistas en el tema sobre el que versa el
artículo o la nota. Los árbitros siempre serán ajenos al Consejo Directivo y al
Consejo de Redacción.
Se tratará de un arbitraje doble-ciego. Los artículos han de recibir dos dic-
támenes favorables. En el caso de las notas, un solo dictamen favorable hará
posible su publicación, y uno solo en contra podrá impedirla.
Con independencia de cuál sea el dictamen, las opiniones de los árbitros
y sus observaciones o sugerencias se comunicarán al autor a través del sitio
Web del OJS de la revista.
— En caso de que se considere publicable, pero el dictamen incluya su-
gerencias, el autor será libre de tomarlas o no en cuenta e incorporarlas al
trabajo, siempre dentro del plazo previsto.
— Si la publicación está condicionada a ciertas mejoras, la aceptación de-

propuesta de los dictaminadores.
— Cuando el dictamen rechace la publicación, el autor tiene plena libertad
para asumir las correcciones, elaborarlas, incorporarlas al texto y volver a
presentarlo para su publicación en un número posterior de Metafísica y Per-
sona, que en su momento se someterá, como cualquier otra publicación, a
nuevo arbitraje.
2. Autoría. Una vez editados sus escritos, los autores podrán utilizarlos y
Metafísica y
persona como el lugar en que inicialmente se publicaron.
3. Certicación y envío de ejemplares. Los autores cuyos trabajos sean pu-
blicados recibirán por correo postal dos ejemplares de la revista en que el
artículo/nota haya sido publicado.

trabajo ha sido aceptado para su publicación por la revista y que será publi-
cado en su momento.
Suscripciones
La suscripción a la Revista es anual y comprende dos números. Existen
cuatro tipos de suscripción, cada una con sus propias características:
Suscripción a la versión digital.- Para recibir por correo electrónico nuestra
publicación, así como también las noticias relevantes sobre la Revista, es ne-
cesario enviar un correo electrónico a contacto@metyper.com, añadiendo los

Suscripción a la versión física.- La suscripción anual a la versión física
de la Revista tiene un costo de $62.00 USD, más gastos de envío. Para recibir-
-

institucional, correo electrónico y dirección completa a la que se enviarán
los ejemplares. Una vez recibida esta información, la Revista hará llegar al
interesado los datos necesarios para realizar el pago y este, una vez hecho
efectivo dicho pago, enviará una copia escaneada del recibo al mismo correo.
Intercambio de publicaciones.- Para solicitar el intercambio de publica-
ciones, es necesario enviar un correo electrónico con todos los datos de la

Adquisición de números individuales.- Para solicitar un número es-
pecífico en su versión física, contactar con la Revista en la dirección:
metafisicaypersona@upaep.mx.