RESUMEN
La experiencia relata el proyecto realizado en la etapa de Infantil del CEIP Concepción Arenal de Vila-real. La principal finalidad con la que surge es la necesidad de crear vínculos entre la escuela y las familias, así como entre las propias familias. Para ello, se articularon, por un lado, reuniones con las madres en horario lectivo y por otro, la iniciativa de mantener abiertas las aulas; todo ello con el fin de poder compartir con ellas las actividades que se iban realizando. La autora reclama la importancia de abrir los Centros en el marco de una escuela inclusiva.
Palabras claves: familias; escuela; participación; inclusión
ABSTRACT
The experience relates the project carried out in the Infant stage of the CEIP Concepción Arenal de Vila-real. The main purpose with which it arises is the need to create links between the school and the families, as well as between the families themselves. To this end, meetings were organized on one hand with mothers during school hours and on the other hand, the initiative to keep the classrooms open; all in order to be able to share with them the activities that were being carried out. The author claims the importance of opening the Centers within the framework of an inclusive school.
Keywords: families; school; participation; inclusion
“Ningún espacio ofrece tantas posibilidades como la escuela para que todos y todas, sea cual fuere su cultura, aprendan a vivir juntos”
(Llorente, 2015, p 106).
1. Introducción
Desde un punto de vista educativo, no es posible entender la escuela sin la familia. No podemos pretender educar sin pensar en el contexto de vida del alumnado. Así, el Preámbulo de la Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación (LOE) refiere que “las familias habrán de colaborar estrechamente y deberán comprometerse con el trabajo cotidiano de sus hijos y con la vida de los centros docentes.”
El CEIP Concepción Arenal es un colegio público de Vila-real (Castellón), con casi 100 años de historia. El centro está situado en un barrio periférico de la ciudad, con población emigrada residente desde hace años y mayoritariamente castellano-hablante. En la actualidad, y por razones que bien merecerían otro artículo, el porcentaje de alumnado inmigrante roza el 60%. Su origen es principalmente magrebí y rumano.
En este contexto, atendiendo a la parte positiva, podríamos hablar de oportunidades, de interculturalidad y de convivencia. Y, si bien es cierto que la diversidad no debería derivar en desigualdad, en nuestro caso las circunstancias familiares suponen, muy a menudo, que gran parte de nuestro alumnado inicie su aprendizaje en desventaja.
Como establece el artículo 7 del Decreto 104/2018, de 27 de julio, del Consell, por el que se desarrollan los principios de equidad y de inclusión en el sistema educativo valenciano:
Los centros docentes concretarán y organizarán, […] las medidas para hacer efectiva esta participación, que deberán ajustarse a las necesidades, las características y la diversidad de las familias y a la realidad del centro y del entorno social y cultural, sin descuidar especialmente la atención a las familias que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad.
Numerosos estudios han demostrado la relación entre la implicación y participación de las familias en la escuela y la mejora del aprendizaje y de los resultados académicos, máxime en el contexto en el que nos encontramos:
Los beneficios derivados de implicar a las familias y a otros miembros de la comunidad en los centros escolares son aún mayores en el caso de miembros de minorías culturales, puesto que dicha implicación conlleva una mejor coordinación entre las actividades realizadas en casa y en el centro escolar. (p. 77)
La participación de la comunidad en los centros escolares también juega un papel muy importante en la superación de las desigualdades de género en la educación, sobre todo a través de la colaboración de los miembros femeninos de la familia y de otras mujeres de la comunidad. (p. 79)
En nuestro centro, se han llevado a cabo experiencias de “Escuela de Madres y Padres”, aunque con escasa participación de las familias.
2. Escola Oberta
En el curso 2016/17, inicié la experiencia de tutoría en el aula de 2 años, dentro del programa experimental de la Conselleria d’Educació, Investigació, Cultura i Esport de la Generalitat Valenciana, que introdujo las aulas de 2-3 años en los colegios de Infantil y Primaria. Una experiencia extraordinaria que supuso para mí un nuevo reto profesional y personal. Teniendo en cuenta las características del centro, consideré la posibilidad de iniciar el proyecto de “Escola Oberta” en mi aula, con el objetivo principal de crear vínculos entre las familias, y entre éstas y la propia escuela. La experiencia se inició el curso 2017/18, en la tutoría del aula de 3 años, con 12 niñas y 10 niños, 13 de los cuales eran alumnos el curso anterior y 9 fueron matriculados ese curso. El porcentaje de familias cuya lengua materna no coincidía con las lenguas oficiales (valenciano y castellano) superaba el 70 %. El proyecto se articulaba a partir de dos acciones. Por una parte, reuniones entre las madres y la tutora una tarde al mes, en horario lectivo. En segundo lugar, apertura del aula a las familias, con el fin de compartir con ellas las actividades que allí realizábamos. Este horario facilitaba la asistencia de las familias que no contaban con la posibilidad de dejar a sus hijas e hijos a cargo de otra persona. De este modo, acudían al centro y además se les permitía venir acompañadas de sus bebés no escolarizados.
3. Las sesiones con las madres
Convocar reuniones con las familias es una práctica habitual en los colegios. Las tutorías, la información sobre aspectos generales del alumnado o la entrega de informes forman parte de nuestro día a día. Sin embargo, el propósito del proyecto iba más allá. Se trataba de propiciar un acercamiento a las personas que, a diario, nos confían a sus hijas e hijos, en un intento de favorecer su implicación en el proceso educativo. En la primera reunión, para lograr una mayor cercanía y dotar al proyecto de un estilo propio, preparé invitaciones y carnés personalizados. Es muy diferente la relación que se establece si se pasa de ser “la mamá de...” a “me llamo...”. Muchas de las madres, aunque apenas podían expresarse ni en castellano ni en valenciano, acudieron a la cita. Y, como en tantas ocasiones, las más aventajadas en el uso del idioma ayudaron a que nos pudiéramos entender. Hablamos de la diversidad, incidiendo en la riqueza que supone la multiculturalidad de la clase y del colegio (con muchas familias de procedencia magrebí). Descubrimos que no todas utilizan la misma variante dialectal del árabe y que por ello, en ocasiones, han de hacer esfuerzos por entenderse entre ellas mismas. También se suscitó el interés por temas como los trámites para la obtención de la nacionalidad o la dificultad que para ellas supone el aprendizaje del castellano. El momento de la merienda fue una buena excusa para introducir el gran tema de la cocina. En los meses siguientes, las reuniones continuaron afianzando el vínculo creado. Así, en el mes de marzo, y con motivo del Día Internacional de la Mujer, compartimos las diferentes visiones que tiene cada cultura sobre los derechos de las mujeres. No faltaron alusiones a las múltiples situaciones de discriminación conocidas y vividas en su doble condición de mujeres e inmigrantes, y a la importancia de educar en la igualdad a las hijas e hijos. Todas las asistentes coincidimos en el largo camino que queda por recorrer. En este punto, consideré la oportunidad de facilitar información relativa a la formación realizada por el centro sobre convivencia e igualdad, y que este año nos ha llevado a iniciar el proyecto sobre patios coeducativos. Con la llegada del curso 2018/19, hemos continuado con el proyecto a través del tratamiento de nuevos temas como el de la lectura, coincidiendo con el inicio de la actividad de préstamo de cuentos durante el fin de semana. Pregunté a las madres sobre la costumbre o no de contar cuentos a sus hijos e hijas, incidiendo en la importancia de la lectura en el aprendizaje y el contacto con los libros desde la infancia. Este momento nos sirvió para dialogar sobre cómo se aprende a leer y a escribir, aprovechando para explicar el tipo de actividades que realizamos en el aula y de qué forma pueden las madres ayudar a favorecer este proceso. También hemos abordado sus propias experiencias escolares. Y, así, hemos conocido a madres que apenas pudieron cursar sus estudios y también a licenciadas en sus países de origen. Algunas acuden a clases de castellano y quieren estudiar para no depender de otras personas en su vida cotidiana y, cómo no, para ayudar a sus hijos. Este es uno de los principales motivos que hace que decidan aprender. Hemos destacado la importancia de la participación de las familias en el centro y, sobretodo, se han puesto de manifiesto las expectativas que tienen respecto a la escuela. Como dijo una de las madres: “La escuela tiene que ser como nuestra casa”. En otra de las sesiones, ha surgido la oportunidad de jugar y de hablar de los juegos de su infancia, constatando que, pese a la distancia geográfica y cultural, algunos juegos populares son muy similares. Esta sesión sirvió también para mostrar materiales, juegos y actividades del aula, y para explicar el porqué de la importancia de ofrecer ambientes variados, ricos y estimulantes que permitan al alumnado desarrollarse, respetando los diferentes ritmos de aprendizaje. Conocer el tipo de propuestas y materiales que se utilizan en el aula les ayuda a que puedan participar en los juegos con sus hijas e hijos, e incluso posibilita que tomen la iniciativa para plantear nuevas actividades. Finalmente, respondiendo a la propuesta de algunas madres en encuentros anteriores, la última reunión ha estado dedicada a la actividad física. Esta sesión se organizó en colaboración con la “Oficina d’Atenció a les Persones Migrades” del Ayuntamiento de Vila-real (OAPMI). Una de las madres participante en sus talleres impartió una sesión de ejercicios y estiramientos, que finalizó con una relajación, en la que una de las madres magrebí actuó de traductora. Compartimos un momento “diferente” y gratificante para todas.
4. “Dejar la puerta abierta”
Otra parte importante del proyecto es lo que hemos denominado “dejar la puerta abierta”. Las actividades del aula están abiertas a la participación. Desde el inicio del grupo en el aula de 2 años, con el periodo de adaptación, existe la posibilidad de venir a la clase y quedarse, sentarse a contar un cuento, participar en la asamblea, acompañar en las actividades… Es difícil describir la satisfacción que produce ver la cara de un niño o niña viendo a su madre participar en las actividades del aula. Compartir juegos, cuentos o manualidades ha facilitado un acercamiento de las familias a la experiencia que supone estar en el aula y convivir con todo el alumnado. Los niños y niñas ya conocen a muchas de las madres por su nombre. En ocasiones, resulta imprescindible la entrada de las madres al aula. Esto sucedió en los primeros días de clase de una nueva alumna recién llegada de otro país, con la que no podía comunicarme por desconocer su idioma. Aunque su madre permanecía en el aula un buen rato, al marcharse, la niña no dejaba de llorar. Fue otra madre magrebí, presente en el aula, la que se pudo ocupar de ella, ofreciéndole consuelo… Aunque con el paso del tiempo han disminuido las visitas, no es extraño que alguna mañana acuda una madre a la clase para comentar algún tema y que, tras invitarla, decida quedarse “un ratito”.
5. ¿Qué piensan las participantes acerca del proyecto?
Las madres que han participado en el proyecto manifiestan una muy buena opinión de la actividad. Afirman que les ha permitido conocerse y compartir sus vivencias, y todas han expresado la voluntad de continuar el año próximo. Algunas de las participantes han valorado la oportunidad de dialogar con otras madres, no solo sobre la educación sino también acerca de otras preocupaciones que comparten. Otras, por su parte, agradecen haber podido relacionarse con madres de otras culturas, en un entorno acogedor. Las charlas, según su opinión, les han ayudado a afianzar su castellano y a adquirir seguridad en las conversaciones en la vida cotidiana o en la realización de exámenes. En otros casos, ha supuesto tomar la decisión de comenzar a ir a clases para mejorar su dominio del idioma. Muchas coinciden en que compartir conversación y merienda junto al resto de madres les ha permitido una relación que no hubiera sido posible fuera del centro escolar. Finalmente, respecto a la participación en las actividades del aula, consideran muy enriquecedor el poder compartir estos momentos con los niños y niñas. Esto hace que valoren positivamente el trabajo de las maestras.
6. Conclusión
El proyecto “Escola Oberta” ha superado las expectativas planteadas inicialmente. Hemos observado cambios en la relación entre las familias; existe una mayor empatía y comprensión entre ellas, se han producido cambios en la gestión de los conflictos y en las relaciones personales. También existe un mayor interés por la participación en las actividades del aula, a pesar de la dificultad que supone el desconocimiento del idioma. Mirarse a los ojos, sentarse juntas, hablar (o intentarlo al menos) y observar que se comparten muchas vivencias en cuanto a la educación de los hijos e hijas, permite crear lazos y enriquecer las relaciones. Los múltiples vínculos que se crean traspasan las paredes del colegio. Intentar que las familias se sientan parte del proyecto educativo mejora sus expectativas en relación con la escuela. No obstante, y pese a que considero necesarios proyectos como el que presento, la complejidad de contextos como el de mi centro requiere de otras medidas que van mucho más allá de las posibilidades de actuación individual o colectiva del profesorado. Medidas que deben ser puestas en funcionamiento por la administración. Es evidente que también hay aspectos a mejorar tanto en la consecución de una mayor participación como en la ampliación de las actividades realizadas. En este sentido, el proyecto “Escola oberta” se podría coordinar con iniciativas como las clases de castellano o valenciano, que se imparten en otras instituciones y organizaciones no gubernamentales (Servicios Sociales, OAPMI, Cruz Roja…), preparando alguna intervención en el aula a partir de lo aprendido en clase (cuentos, juegos…). También con la participación en tertulias dialógicas, grupos interactivos en el aula y talleres coordinados con otras entidades. En el marco de una escuela inclusiva como la nuestra, considero necesarias iniciativas como “Escola Oberta” que sean conscientes de que “el procedimiento para que la familia sea apoyo es construir una relación de colaboración en donde los agentes intercambian información y comparten conocimientos para trabajar juntos en la consecución de una meta compartida” (Simón y Barrios, 2019, p. 56). Es tarea de la administración valorarlas, fomentarlas e impulsarlas de manera efectiva, dándoles cabida dentro del horario escolar. Citando a Casanova: “La educación, si lo es, es inclusiva” (2016, p. 79).
REFERENCIAS
BOE (2006). Ley Orgánica 2/2006, de 3 de mayo, de Educación. Boletín Oficial del Estado, 106, de 4 de mayo de 2006. Disponible en http://www.boe.es/boe/dias/2006/05/04/pdfs/A17158-17207.pdf
Casanova, M. (2016). Evaluación para la Inclusión Educativa. Revista Iberoamericana De Evaluación Educativa, 4(1). Disponible en https://revistas.uam.es/index .php/riee/article/view/4470/4896
Diari Oficial de la Generalitat (2018). Decreto 104/2018, de 27 de julio, del Consell, por el que se desarrollan los principios de equidad y de inclusión en el sistema educativo valenciano, 8356 pp. 3335-3381 Disponible en http://www.dogv.gva.es/datos/2018/08/07/pdf/2018_7822.pdf
Llorente Cortés, M.A. (2015). Escuela pública, dignidad y compromiso. Barcelona: Octaedro D.L.
MECD (2011). Actuaciones de éxito en las escuelas europeas. Colección Estudios CREADE, 9.
Simón Rueda, C., y Barrios Fernández, A. (2019). Las familias en el corazón de la educación inclusiva. Aula Abierta, 48, (1), pp. 51-58. Disponible en https://dialnet.unirioja.es/servlet/articulo?codigo=6861533
Figura 1: Comienzo y agrupamientos
Imagen 2. Sesión de 26 de abril de 2018
Imagen 3. Cartel Escola Oberta para el inicio del curso 2018/19
Imagen 4. Sesión de 5 de noviembre de 2018
Imagen 5. Sesión de 28 de enero de 2019
Imagen 6. Sesión de 18 de marzo de 2019 sobre juegos
Imagen 7. Sesión de 8 de abril de 2019 – Relajación