Márgenes, Revista de Educación de la Universidad de Málaga
HISTORIAS MÍNIMAS

Pensando en tiempos de infancias

Thinking about childhood times
Silvia Oballe
Recibido: 12 de enero de 2024  Aceptado: 14 de junio de 2024  Publicado: 31 de julio de 2024
To cite this article: Oballe, S. (2024). Pensando en tiempos de infancias. Márgenes, Revista de Educación de la Universidad de Málaga, 5(2), 204-207. http://dx.doi.org/10.24310/mar.5.2.2024.18546
DOI: 10.24310/mar.5.2.2024.18546

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Silvia Oballe 0000-0001-5918-851X
Psicopedagoga. Universidad CAECE (Argentina)
silviagladysoballe@gmail.com
Cristóbal Gómez Mayorga

Silvia Oballe

RESUMEN:
Se trata de un texto que aborda la situación que viven niños, niñas y adolescentes en el siglo XXI. ¿Qué es lo que les proponen padres, madres y docentes? ¿Cuál pareciera ser la situación de las familias y de la escuela? Cambios en cada una de dichas instituciones en virtud de las modificaciones generadas por los diversos avances de época, desde lo tecnológico hasta lo emocional, o la influencia de los medios de comunicación masiva. Señalamientos acerca de marcas que va generando la época en la constitución de las subjetividades.

PALABRAS CLAVE: infancias; subjetividades; época

ABSTRACT:
This is a text that addresses the situation experienced by children and adolescents in the 21st century. What do parents and teachers propose to you? What seems to be the situation of the families and the school? Changes in each of these institutions due to the modifications generated by the various advances of the time, from the technological to the emotional, or the influence of the mass media. Points about brands that the era is generating in the constitution of subjectivities.

KEYWORDS: childhoods; subjectivities; era

Procuso

Pensar... pensar... Me quedé “pensando” en esto de que “pensar” implica entrar en una dimensión diferente a la del reloj. Y me pareció que muy interesante podría ser considerar que el tiempo de la infancia no es cronológico y que la cronología viene por el lado de los adultos. Se me ocurre que esto de lo cronológico en un punto tendría que ver con el “deber ser”, y que el tiempo real se esfuma en ciertas situaciones que tienen que ver más con el ocio, con el descanso, con el juego, con algún deseo, con un manejo más parecido a la infancia.

¿Cuál es nuestra mirada hacia la infancia? ¿Hoy se habla de las infancias? ¿Una mirada casi nostálgica respecto del pasado? Pero además de la nostalgia, creo que aparece el desconcierto, la dificultad para entender los nuevos juegos, las nuevas modalidades, las nuevas palabras, o directamente a las “nuevas infancias”. Quizás sea un buen momento para replantearnos la situación, considerando el marco de la época actual y, a partir de nuestras nuevas decisiones, de nuestras nuevas miradas, ayudar a que niños, niñas y adolescentes comiencen a preguntarse, a dudar, a crear; que les ayudemos a “abrir la puerta para ir a jugar”...

En el día a día vemos algunos niños, a algunas niñas, que transitan la infancia más en un tiempo productivo que en uno libre, pero muchas veces la escuela genera también ese tránsito. Escuchamos quejas de las y los estudiantes y pareciera que en la escuela tuviesen una sensación de encierro, no sólo por el espacio físico, sino por cierto acotamiento de sus posibilidades creativas; que lo novedoso, lo disruptivo, muchas veces por lo curricular, por características del/la docente, o por otros motivos, parecieran desacreditarse, no tener lugar. Las y los estudiantes quizás asocian la escuela con un ámbito al que no elegirían ir, en el que tienen que dar las respuestas estipuladas, donde lo ingenioso, lo novedoso, muchas veces es rechazado. Para algunos, lo importante es sólo lo social, consideran su paso por las aulas similar a ir a su círculo deportivo. Si los docentes se ciñen al currículo, y no trabajan los temas de manera tal que sus alumnos y alumnas puedan sentirse atraídos, interesados, posiblemente estén cumpliendo una especie de ritual, pero la respuesta que tendrán no será tan positiva, quizás no logren un aprendizaje comprometido, creativo, en cooperación.

Pensemos que niñas, niños y adolescentes toman lo que les ofrece su entorno, lo más cercano desde lo familiar, hasta todo lo marcado por su contexto social. Además, no olvidemos la influencia que tienen los medios de comunicación masiva, las redes sociales, las aplicaciones y todo lo que hace a la tecnología, que no sólo acercan comercialmente productos generando la necesidad de obtenerlos, sino también que muestran otros mundos y aspectos de diversas realidades, muchas veces lejanas a las de ellas y ellos.

MARCAS DE ÉPOCA

Sabemos que las niñas y los niños son fieles representantes de la época en que viven. Entonces, cuando pensemos en las infancias debiéramos considerar lo familiar, lo social y, además, todo lo que acercan estos otros medios que resultan hoy tan accesibles; porque todas esas instancias son las que influyen en la constitución de las subjetividades. Tal como señala Byung-Chul Han (2012, p. 25). “La sociedad del siglo XXI ya no es disciplinaria, sino una  sociedad del rendimiento”. Este filósofo hizo un análisis profundo de los modos de vida de las personas en los tiempos actuales y, a partir de dicho estudio, señala que pareciera que todas las personas estuviésemos sometidas al rendimiento, al logro del éxito; y que cuando eso no se diera, pueden aparecer estados depresivos. Y los niños y las niñas¿cuándo juegan? Las hijas y los hijos ¿juegan con sus padres y con sus madres? ¿Qué tiempos tienen para el disfrute, para relajarse, para divertirse, para descubrir?

Pensando en la escuela que fue creada para que los que eran súbditos pasasen a ser ciudadanos, en la posmodernidad lo que produjo la economía de mercado fue que esos/as estudiantes, futuros ciudadanos/as, se convirtieran en actuales consumidores/as. La realidad es que hubo modificaciones respecto del tiempo, del espacio, y también de las ideas. Un objetivo de la escuela en sus orígenes era el de homogeneizar, en la actualidad intenta permitir que lo diverso pueda ser considerado. Lo menciono como un intento porque pareciera que la nueva idea es la de admitir las diferencias, sin embargo, en la cotidianeidad de la institución escolar no se ve tan así. Pareciera que a la escuela le sigue costando admitir lo distinto, lo que queda fuera de aquella norma que se relaciona con sus inicios, porque esa pauta pareciera seguir teniendo prevalencia. Algunas veces da la impresión de que la aceptación de la diversidad fuese sólo un buen deseo, o un “como sí”, algo que suena lindo en lo teórico, pero que en lo real puede hasta molestar. Cuando aparece en la escuela ese niño o esa niñas que no es el esperado, que no es el que responde a todas las pautas y a todos los aprendizajes previstos, suele perderse la capacidad de espera, de escucha, la aptitud para poder alojarlo.

Siempre he considerado que la escuela es un lugar para el encuentro; encuentros abiertos y favorecedores del intercambio que permitirán que cada estudiante descubra lo desconocido, lo diferente, lo contrario, lo similar, y entonces pueda tener conversaciones que le generen un buen caudal interactivo.

La posibilidad de que pensemos en el tiempo de las infancias y en cómo los adultos colaboramos en la constitución subjetiva de ellas y de ellos, es algo que podríamos abordar. Si en nuestra caja de herramientas tenemos aquellas que sirvan para acercarles posibilidades de intercambio, de escucha, de innovación, de creación, que eso signifique avanzar junto a otro. Y recordemos lo dicho por Esteba Levin (2020, p. 155), que “En ese tiempo afectivo y deseante, en la experiencia de uno y el otro se mantiene vivo el país vital de la niñez”. Que encontremos modos por los que los niños y las niñas puedan disfrutar de sus años de infancia, que no se vean obligados a vivir en un mundo del rendimiento, de la multiplicidad de tareas; que puedan reconocerse con posibilidades de crear, de conocer, de investigar y de reír.

BIBLIOGRAFÍA

Han, B. (2012). La sociedad del cansancio. Herder.

Harf, R., Azzerboni, D., Sánchez, S. y Zorzoli, N. (2021). Nuevos escenarios educativos. Otra gestión para otra enseñanza. Noveduc.

Levin, E. (2020). Las infancias y el tiempo. Diagnóstico y clínica en el país de Nunca Jamás. Noveduc.

Oballe, S. y Zunino, G.(2014). Alumnos, hoy. Desafíos e intervenciones. Entreideas.

Schlemenson, S. y Rego, M. (2023). Subjetividad y escuela. Intervenciones psicopedagógicas en la institución escolar. Paidós.

Untoiglich, G. y Szyber,G. (2020). Las promesas incumplidas de la inclusión. Prácticas desobedientes. Noveduc.


Márgenes, Revista de Educación de la Universidad de Málaga