RESUMEN:
Entrevistamos a Cristóbal Ruiz Román, Profesor Titular del Departamento de Teoría e Historia de la Educación y MIDE de la Universidad de Málaga (España).
PALABRAS CLAVE: pedagogía social; educación social; Aprendizaje-Servicio; investigar con jóvenes, márgenes
ABSTRACT:
We interviewed Cristóbal Ruiz Román, Professor in the Department of Theory and History of Education and MIDE at the University of Málaga (Spain).
KEYWORDS: social pedagogy; social education; Service-Learning; researching with young people; margins
Cristóbal Ruiz-Román es Profesor del Departamento de Teoría e Historia de la Educación y Métodos de Investigación y Diagnóstico en Educación de la Universidad de Málaga (España). Sus trabajos de investigación se inscriben dentro del ámbito de la Pedagogía Social y giran en torno a los procesos de exclusión e inclusión socioeducativa de la infancia y juventud en contextos de alta vulnerabilidad social.
Su ya dilatada trayectoria como docente e investigador en la Universidad de Málaga, y a pesar de su juventud, comienza con su incorporación al grupo de investigación del Catedrático de Teoría de la Educación José Manuel Esteve Zarazaga quien, además de ser su director de tesis, fue su maestro: “con él empecé a dar clases en la universidad”. Pero su vinculación a la universidad no empezó sin antes trabajar en algunos contextos educativos, concretamente en el de Educación de Adultos; y aunque estudió magisterio de infantil, su primer trabajo fue con personas adultas, concretamente con jóvenes de barriadas desfavorecidas. Así es como se encaminó hacia las que son ahora sus líneas de investigación: Infancia y Juventud en Riesgo Social, y Resiliencia y Comunidades de Prácticas. En la actualidad, Cristóbal dirige diversos proyectos de investigación financiados en dichos ámbitos y es miembro reconocido de la Sociedad Iberoamericana de Pedagogía Social y del Grupo de Investigación EDUCAS (Educación y Cambio Social - HUM169, de la Junta de Andalucía).
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“Todos los niños necesitan de la educación, pero nosotros, como grupo de investigación nos tenemos que volcar con esos chavales que más lo necesitan”. Con estas palabras —como gesto hacia quien fue el director de su grupo de investigación, José Manuel Esteve—, rescata Cristóbal su herencia como investigador y nos muestra el sentido que para él tiene dicho oficio en la universidad. Y así, conversando un poco más sobre su trayectoria, podemos palpar cómo existe en su discurso una gran apuesta por la investigación de carácter democrático y participativo desde sus inicios, orientada para situarse al servicio de las personas y a través de la cual poder visibilizar las desigualdades y apoyar su transformación.
Si algo tiene claro, es que la importancia de la investigación en educación radica en hacer proyectos que tengan y se hagan desde el sentido común, porque para Cristóbal ese “sentido común” no solo tiene que ver con encontrar lalógica a las cosas; en su caso, lo vincula a lo que uno siente y es capaz de “poner en común”, y eso, según nos cuenta, tiene que ver fundamentalmente con la orientación que queremos darles a las cosas, el sentido con el que las pensamos y las ponemos al servicio de la relación con las personas con las que investigamos.
Por tanto, la investigación no es una cuestión individual sino, más bien, un acto común, realizada y vivida en grupo. A veces, como sostiene nuestro entrevistado, se cae en un tipo de investigación que cosifica, corriendo el riesgo de legitimar la indagación que se diseña y se desarrolla ejerciendo el poder y el control sobre el Otro-investigado; algo que sucede cuando al definir quién es el Otro, al decir cómo es su realidad y al hacerlo desde nuestros códigos epistemológicos y nuestros lenguajes. Y es que los lenguajes científicos o de la Academia, aunque definen y concretan, no contemplan muchas otras cualidades importantes.
“Cuando escuchas a las personas y te das cuenta de que lo que reclaman es el ‘derecho a tener una salida’, eso nos enseña mucho”, sostiene firmemente Cristóbal, mientras nos explica cómo investigar con chavales de barriadas marginales o con jóvenes migrantes les habla de su derecho a una oportunidad en este mundo. La investigación de este profesor de la Universidad de Málaga es, como él mismo lo cuenta, una investigación comprometida, que se pone a la escucha de los lenguajes de aquellos con quienes investigan; pegada a la piel de las dificultades y que trata de recoger la voz y las palabras de los jóvenes que viven y nombran el mundo desde sus realidades complejas y desiguales.“Cuando escuchas a las personas y te das cuenta de que lo que reclaman es el ‘derecho a tener una salida’, eso nos enseña mucho”, sostiene firmemente Cristóbal, mientras nos explica cómo investigar con chavales de barriadas marginales o con jóvenes migrantes les habla de su derecho a una oportunidad en este mundo. La investigación de este profesor de la Universidad de Málaga es, como él mismo lo cuenta, una investigación comprometida, que se pone a la escucha de los lenguajes de aquellos con quienes investigan; pegada a la piel de las dificultades y que trata de recoger la voz y las palabras de los jóvenes que viven y nombran el mundo desde sus realidades complejas y desiguales.
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Como no podía ser de otro modo, hablamos también sobre su experiencia como docente. Dados los ámbitos en los que investiga, la mayor parte de su docencia se encuadra en el Grado de Educación Social y en el Máster de Cambio Social y Profesiones Educativas del Departamento al que pertenece. Durante la entrevista, profundizamos un poco más en sus vivencias, en su relación con el alumnado y en lo que para él son aspectos clave que cualquier escenario formativo-educativo debería cumplir: (i) “analizar y aprender de la realidad con los otros”, lo que significa que el espacio de clase es un espacio común en el que el aprendizaje siempre se da en esa relación; (ii) “aprender desde proyectos de Aprendizaje Servicio”, lo que posibilita escenarios muy potentes al trabajar junto con la comunidad y poder analizar y trabajar conjuntamente para dar algunas posibles soluciones a la diversa y compleja realidad; y (iii) el hecho de “aprender lento y con sentido”, donde las clases sean un espacio en el que podamos darnos tiempo… eso es lo que Cristóbal consideran las claves de lo que él trata de cultivar en su docencia.