Márgenes, Revista de Educación de la Universidad de Málaga
ESTUDIANTES

¡No quiero estudiar otra ciencia que invisibilice a la Pedagogía!

I don't want to study another science that makes pedagogy invisible!
María José Palma Delgado
Recibido: 4 de noviembre de 2021  Aceptado: 29 de noviembre de 2021  Publicado: 31 de enero de 2022
To cite this article: Palma Delgado, M. J. (2022). ¡No quiero estudiar otra ciencia que invisibilice a la Pedagogía! Márgenes Revista de Educación de la Universidad de Málaga. 3(1) 172-176
DOI: http://dx.doi.org/10.24310/mgnmar.v3i1.13962

*ORCID: 0000-0001-7360-6474. Facultad de Educación, Universidad de Málaga (España), mjosepd26@gmail.com

RESUMEN:
Conocer los ámbitos de la pedagogía no es fácil en esta sociedad donde vivimos debido a la falta de conocimiento —y reconocimiento— acerca de la profesión del pedagogo. A todo ello, podemos unirle la cantidad de intrusismo laboral que existe en muchos lugares. Es por ello que expongo una breve experiencia personal para poder visibilizar la situación en la que nos encontramos la mayoría de pedagogos/as.

PALABRAS CLAVE: pedagogía; visibilizar; profesión

ABSTRACT:
In our society, it is not easy to understand the fields of pedagogy due to the lack of knowledge and recognition of pedagogical professionalism. In addition, we should add the amount of labour infiltration that exists in many places. For this reason, in the following article, there is a short personal experience in order to raise awareness of the situation that most of the pedagogues find themselves in.

KEYWORDS: pedagogy; make visible; profession

María José Palma Delgado.


En el presente escrito quiero mostrar mi historia a lo largo de estos años y aportar mi granito de arena para poner en valor y visibilizar la Pedagogía. Me llamo María José y soy pedagoga. Contaros mi experiencia tanto de estudiante como profesionalmente tiene la finalidad de compartir mis vivencias con muchos/as de vosotros/as, puesto que considero que somos bastantes personas las que nos encontramos o podemos encontrarnos en la misma situación. Pero antes, me gustaría aclarar qué es la Pedagogía para los/as que aún no sepan de qué estamos hablando.

La Pedagogía, según la Real Academia Española es la ciencia que se encarga de la educación y la enseñanza, sobre todo en la etapa infantil (s.f., definición 1). Añade “práctica educativa o de enseñanza en un determinado aspecto o área” (s.f., definición 2) o “capacidad para enseñar o educar” (s.f., definición 3).

Sobre estos conceptos que aporta la RAE, he de decir que la Pedagogía no solo se centra en la etapa infantil de la vida humana, sino que como aclara en la segunda definición, puede enfocarse en cualquier aspecto o área. Es aquí donde quiero hacer énfasis a lo largo de estas páginas puesto que, si nos enfocamos en el primer concepto que nos expone esta fuente, podemos ver el principal problema: el pedagogo o la pedagoga está invisibilizado/a en muchos de los ámbitos que actualmente conocemos.

Es cierto que la Pedagogía es la ciencia de la educación que estudia y analiza cada uno de los procesos de enseñanza-aprendizaje, pero esto lo hace en todas las facetas humanas y en diversas áreas. Por tanto, no solo se encasilla en la infancia, sino que también, en la niñez, adolescencia, juventud, adultez y/o vejez. A todo ello, se complementa de conocimientos de otras ciencias como la Psicología, Política, Sociología, Antropología, Filosofía, entre otras y como consecuencia, su ámbito de actuación es muy amplio, siendo algunos de ellos familiar, social, empresarial, salud, cultural, escolar, comunicación, etc. (Romero, 2009).

Pedagoga en el ámbito escolar.

Figura 1. Pedagoga en el ámbito escolar.

Por su concepto etimológico, “paidos” significa niño, mientras que “gogía” llevar o conducir. Aquí podemos ver también como desde su nacimiento, esta ciencia ha estado centrada en la infancia, ya que se piensa que es, en esta etapa, el momento crucial para construir a la persona (Romero, 2009).

Tal y como comparte Arnaiz (2020), es en esta faceta donde se construyen las bases para el desarrollo futuro de la persona, pero esto no quita que en otras etapas no podamos trabajar y crear otras bases que ayuden a progresar como persona.

Un sencillo ejemplo sería analizar el proceso de enseñanza-aprendizaje que ha desarrollado una persona a lo largo de su vida con la finalidad de dar respuesta a posibles problemáticas que puedan estar ocurriendo. Con ello, se puede diseñar y elaborar un plan de formación (reconociendo la complejidad de la labor en este momento ya que no nos encontraríamos en la infancia) que modifique y construya nuevas bases de desarrollo humano para solventar dichas problemáticas. Esto es lo que suele ocurrir en los centros de menores, por ejemplo.

A la hora de buscar un empleo, los pedagogos y las pedagogas lo tenemos bastante complicado debido a que, como he mencionado anteriormente, la Pedagogía se sustenta con otras ciencias y, es por ello que, existen diferentes puestos de trabajo que podemos realizar, pero no nos reconocen. Esto no es solo culpa de las bases de su concepto, sino que también, es problema de los profesionales que no nos dejan darnos a conocer y que, por tanto, no podemos diferenciarnos de las competencias de otras profesiones.

Un camino complejo

Dicho esto, y tras haber aclarado que no somos los profesionales de los pies o del habla, quiero contar mi experiencia y en qué punto me encuentro actualmente.

Allá por el año 2017 comencé el Grado de Pedagogía en la Universidad de Málaga y durante los cuatros años que ha perdurado mi formación, tengo que decir que he compartido muchas emociones. En primer lugar, empecé pletórica porque me habían aceptado en la carrera que, en aquel momento, pensaba que me iba a abrir las puertas para lo que me apasionaba, es decir, ser pedagoga hospitalaria. Conforme iban pasando los años e iba conociendo otras salidas, me di cuenta de que no podíamos acceder a esto por esta vía, sino por magisterio. Por tanto, aquí ya me encontraba confundida, pero entusiasmada por conocer otras ramas profesionales ya que me daba cuenta de que ser pedagoga era lo mío y me gustaba muchísimo.

Pedagoga con alumnado con NEE.

Figura 2. Pedagoga con alumnado con NEE.

Después llegaron las menciones del Grado que, dicho de otro modo, eran las optativas que elegías para enfocarte en una de las especializaciones que te ofertaban. Fue entonces cuando conocí el ámbito de la orientación, profesorado, las tecnologías de la información y de la comunicación (TIC) y las empresas. Quise arriesgar por conocer el mundo de las organizaciones, puesto que, a lo largo de la carrera, no se habla mucho de otras funciones que tienen y ocupan los pedagogos y las pedagogas, sino que se enfocan más en el ámbito escolar. Es por ello que, en este momento, me encontraba motivada e intrigada por conocer otras salidas de esta profesión.

No os miento, aquí ya me encontraba perdida y aunque son beneficios los que te aporta conocer otros ámbitos, personalmente, a mí me confundió bastante. Considero que esto ocurre por la falta de información que tenemos desde el principio, por tanto, cómo pretendemos visibilizar a la Pedagogía si ni a nosotros/as mismos/as se nos aclara qué áreas de actuación tenemos. Desde aquí, me gustaría hacer un llamamiento a todos/as los/as profesionales que se encargan de impartir esta ciencia para que la formación que se desarrolla actualmente pase por un proceso de renovación y facilite al alumnado los conocimientos necesarios desde el comienzo para conocer nuestros diferentes ámbitos de actuación y competencias en cada uno de ellos. Esto nos puede ayudar a ese proceso de orientación que, obligatoriamente, tenemos que pasar para decidir a qué queremos dedicarnos.

Actualmente, tras varios meses de ayuda orientativa, reflexión, test vocacionales, experiencias en prácticas y vivencias, he podido darme cuenta de que mi vocación se encuentra en el ámbito social y es aquí donde quiero mostrar mis nuevas emociones. Pero antes, considero que debo aclarar qué labor tiene el pedagogo y la pedagoga en este área.

La Pedagogía Social se encarga de analizar cada uno de los procesos de enseñanza-aprendizaje en todas aquellas personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad o, dicho de otro modo, en riesgo de exclusión social. Es por ello que, en este espacio, tenemos cabida en fundaciones socioeducativas, ONG, asociaciones, centros sociales, ayuntamientos, centros residenciales, etc., con las funciones de asesor pedagógico, mediador, mediador familiar, mediador intercultural, especialistas en el diseño de planes de intervención socioeducativa, directores/as de centros o instituciones de servicios sociales, animador sociocultural, técnico en igualdad de género, expertos/as en intervención con familias, entre otras.

A diferencia de la Educación Social, puedo decir que mientras el pedagogo o la pedagoga analiza, diseña, desarrolla y evalúa planes de intervención y formación, el educador o la educadora social, interviene. Ambas profesiones son complementarias y cada uno tiene su determinada área de actuación para una atención integral en las personas (Ruíz, 2017).

Pedagoga con familias en riesgo de exclusión.

Figura 3. Pedagoga con familias en riesgo de exclusión.

Llegados hasta aquí, me gustaría contaros que, cada vez es más difícil que el pedagogo y la pedagoga sean reconocidos/as en este ámbito, puesto que existen otros campos de estudio que desarrollan competencias similares, aunque eso sí, con diversas diferencias. Por tanto, me siento desmotivada por las dificultades que se nos presentan. Es por ello por lo que me gustaría que nos dieran la oportunidad de darnos a conocer, que en las entrevistas de trabajo no seamos competencia, sino profesionales complementarios a los/as educadores/as sociales, trabajadores/as sociales, psicólogos/as... y se nos reconozcan. Como habéis podido observar, cada profesional tiene campos de actuación diferentes y no por ello, tenemos que ser rivales de nadie.

Es muy triste ver que nuestra profesión no sea reconocida. Ir por la calle y que te pregunten qué has estudiado y no sepan de qué estamos hablando o, si tienen alguna idea, se confunda con la Podología o Logopedia. También, es desgarrador buscar empleo y que, en el mundo actual, los profesionales tampoco nos reconozcan. ¿Estamos hablando de las mismas oportunidades? ¿Qué está ocurriendo?

En mi cabeza, han pasado muchas ideas sustitutivas para desarrollar mis conocimientos pedagógicos como, por ejemplo, estudiar otra carrera que pueda intervenir y ser reconocida en el ámbito social, pero no quiero reemplazar a la Pedagogía quiero darla a conocer, quiero luchar profesionalmente, quiero demostrar mis competencias, mis habilidades y mis conocimientos. No quiero abandonar algo que me ha formado tanto profesional como personalmente. ¡NO QUIERO ESTUDIAR OTRA CIENCIA QUE INVISIBILICE A LA PEDAGOGÍA!

Es por ello por lo que hoy me encuentro escribiendo esto, para llegar a todos/as los/as pedagogos/as que también se encuentran en mí misma situación y, no solo a estos/as profesionales de la educación, sino también a todos/as aquellos/as que os habéis sentido así en algún momento, independientemente de quienes seáis. Daros a conocer, mostraros tal y como sois porque esa es la diferencia, mostrar las diversas cualidades y peculiaridades de las personas, aquellas que marcan y dejan huella.

REFERENCIAS

Arnaiz, B. (30 de enero de 2020). La importancia de la educación en la infancia. Ayuda en acción. https://ayudaenaccion.org/ong/blog/importancia-educacion-infancia/

Romero, G. A. (2009). La pedagogía en la educación. Revista Innovación y Experiencias educativas, (15), 1-8. https://archivos.csif.es/archivos/andalucia/ensenanza/revistas/csicsif/revista/pdf/
Numero_15/GUSTAVO%20ADOLFO_ROMERO_2.pdf

Ruiz, C. (22 de octubre de 2017). Concepto de pedagogía social y educación social. Cuarto pedagogía UM. YouTube. https://youtu.be/yX39rXi9esU


Márgenes, Revista de Educación de la Universidad de Málaga