Fecha de recepción: 12/11/2021

Fecha de aceptación 07/12/2021

Méndez-Zaballos, L. (2021). La formación del

psicólogo educativo. La experiencia del Prácticum

virtual en la UNED.

Revista Practicum, 6(2), 121-130.

https://doi.org/10.24310/RevPracticumrep.v6i2.13824

La formación del psicólogo educativo. La experiencia del Prácticum virtual en la UNED

The training of the educational psychologist. The experience of the virtual practicum at the UNED

Laura Méndez-Zaballos

Universidad Nacional de Educación

a Distancia (UNED) (España)

lmendez@psi.uned.es

Resumen

Estos últimos dos años han estado marcados por una crisis sanitaria que ha cambiado nuestra forma de vida, de trabajar y de relacionarnos. La imposibilidad de compartir espacios y las restricciones posteriores han obligado a transformar la enseñanza presencial en semi-presencial. Este cambio realizado en un período tan corto de tiempo, ha supuesto un esfuerzo muy grande para estudiantes, profesores y profesoras y gestores universitarios, que han visto como se transformaban muchos de los elementos que definen su forma de enseñar y aprender. Esta realidad tuvo unas consecuencias diferentes para las universidades no presenciales, ya que la enseñanza virtual venía a paliar en buena parte las limitaciones derivadas de la crisis sanitaria. En este artículo presentamos la experiencia de un Prácticum virtual llevado a cabo en la Facultad de Psicología de la UNED durante las últimas décadas. Este diseño basado en la metodología de la simulación ha sido una alternativa muy potente a la presencialidad en época de pandemia.

Abstract

The last two years have been marked by a health crisis that has changed the way we live, work and relate to each other. The impossibility of sharing spaces and the subsequent restrictions have made it necessary to transform face-to-face teaching into blended learning. This change in such a short period of time has meant a great effort for students, teachers and university managers, who have seen how many of the elements that define their way of teaching and learning have been transformed. This reality has had different consequences for non-face-to-face universities, as virtual teaching has largely alleviated the limitations arising from the health crisis. In this article we present the experience of a virtual Practicum carried out in the Faculty of Psychology at the UNED over the last few decades. This design based on simulation methodology has been a very powerful alternative to face-to-face teaching in times of pandemic.

Palabras clave

Prácticum, competencias profesionales, simulación, enseñanza virtual, psicología.

Keywords

Practicum, professional skills, simulation, virtual learning, psychology.

1. Introducción

Estos últimos dos años han estado marcados por una crisis sanitaria que nos ha obligado a trasformar, en un período muy corto de tiempo, nuestra forma de enseñar y aprender. Todos los cambios que hemos tenido que realizar han supuesto un esfuerzo muy grande para estudiantes, profesores y gestores, que han visto como se transformaban muchos de los elementos que definen su forma de enseñar y aprender. Esta nueva realidad tuvo una repercusión muy diferente en las universidades no presenciales, como en el caso de la UNED. Su propia metodología y recursos tecnológicos, incluida su plataforma virtual de aprendizaje, facilitó muchos procesos y redujo en gran medida las consecuencias y efectos de la crisis sanitaria. En todo ello hubo una excepción, las prácticas curriculares, al ser la única materia del Grado que dependía de espacios formativos externos a la universidad. Al igual que en el resto de las universidades, en la UNED se nos planteó el reto de dar respuesta a las limitaciones o incluso la imposibilidad, en muchos casos, de incorporar a los estudiantes a las entidades prácticas.

Dentro de este panorama, en la Facultad de Psicología contábamos con una modalidad de prácticas simuladas probada en las últimas décadas con numerosas promociones de estudiantes. Esta opción nos permitía ofrecer una respuesta de calidad a aquellos y aquellas estudiantes que no podían, por protocolo sanitario, realizar sus prácticas en entidades externas. Lo que había sido eficaz para estudiantes que por sus especiales características (discapacidad, internos en centros penitenciaros o con cargas laborales o familiares) no pueden realizar las prácticas presenciales, en época de pandemia, se mostraba muy útil para todo el alumnado.

1.1. El Prácticum en una universidad para todos

La UNED ha desarrollado su oferta formativa a lo largo de 45 años con el objetivo de promover la igualdad de oportunidades en la educación superior. Para cumplir con este propósito, esta universidad atiende las necesidades formativas de un número muy amplio de personas con discapacidad y personas privadas de libertad residentes en centros penitenciarios. A estos dos colectivos se suman personas con necesidades diversas provocadas por cargas familiares, horarios laborales o una residencia alejada de centros urbanos, circunstancias incompatibles con una oferta formativa presencial. Ofrecer una respuesta a estos colectivos implica facilitarles la posibilidad de formarse en la libertad espacio-temporal que caracteriza una enseñanza a distancia. En este marco y a partir de la entrada de las universidades españolas en el EEES y el lugar relevante otorgado a la formación práctica, la UNED, como el resto de las universidades, se enfrentó al reto de incluir un Prácticum en sus Grados. Si en un modelo presencial diseñar esta asignatura supone un desafío docente e institucional, en una enseñanza basada en un modelo B-learning, este desafío adquiere unas enormes dimensiones.

Para dar respuesta a este reto, la Facultad de Psicología incorporó en el ultimo curso del Grado una asignatura obligatoria de 12 créditos que cumpliese fielmente los objetivos formativos y docentes de un Prácticum respetando la diversidad y necesidades de todos nuestros estudiantes. Con este fin se diseñaron dos formatos, presencial y virtual. En el primero, los estudiantes realizan, además de otras actividades formativas, una estancia en una entidad con la que la universidad tiene un convenio de cooperación educativa y donde tienen acceso a los tres ámbitos clásicos de la psicología profesional: el clínico, el educativo y el social y de las organizaciones. En el segundo formato, el virtual, se acercan a la práctica profesional a través de escenarios simulados, enriquecidos por las TIC y formando parte de una comunidad de aprendizaje constituida por estudiantes, tutores y tutoras y profesionales expertos (González y Méndez, 2017). Esta modalidad implica hacer uso de un modelo didáctico con características propias, centrado en el uso de los recursos que ofrece la tecnología, siempre al servicio de los objetivos formativos de esta asignatura, de las estrategias didácticas y de las metodologías que exige.

1.2. Las prácticas virtuales. Un contexto simulado para

el desarrollo de competencias profesionales

El uso de la simulación como metodología para entrenar competencias profesionales está avalada por teorías del aprendizaje basadas en la experiencia y por las evidencias de su uso en diferentes disciplinas dentro del ámbito sanitario (Del Campo, 2016; Galindo y Visbal, 2007) y fuera de él (MikesKa y Howell, 2019). Aunque existen varias definiciones sobre la simulación, partimos de la que se sustenta sobre un mayor consenso. Se trata de una técnica docente, no de una tecnología, que pretende sustituir o ampliar las experiencias reales con experiencias guiadas que evocan o reproducen aspectos sustanciales de la experiencia real de una manera interactiva (Gaba, 2004).

Disponer de unas buenas prácticas virtuales implica atender a aspectos relevantes que permitan mantener un “alineamiento constructivo” (Biggs, 2005), garantizando la coherencia entre los objetivos formativos, los contenidos, los recursos tecno-pedagógicos, y las estrategias didácticas y metodológicas. Es decir, exige la confluencia de todos los elementos que forman el proyecto docente con el fin de conseguir un aprendizaje práctico funcional. Respetando este principio, a la hora de diseñar un entorno simulado tenemos que dar respuesta a algunas cuestiones:

Para intentar dar respuesta a estas cuestiones se creó un equipo multidisciplinar de profesorado universitario, profesionales del ámbito educativo y expertos y expertas en el diseño de entornos virtuales de aprendizaje. Juntos elaboraron un proyecto donde “exponer” al alumnado a un aprendizaje profesional y situado que le enfrentará a problemas reales y auténticos, obligándole a tomar decisiones y a utilizar procedimientos propios de la actividad profesional del psicólogo. Para ello, se empleó una variedad de recursos, algunos propios de la UNED y recogidos en su repositorio digital de objetos de aprendizaje y otros externos a la universidad que facilitaron la participación de profesionales no académicos. En cuanto a la tutoría y apoyo docente, esta modalidad de Prácticum está tutorizada por profesores y profesoras de la Facultad de Psicología con experiencia profesional. Este equipo cuenta con la colaboración, en la tutoría y seguimiento, de profesionales que trabajan en las tres áreas aplicadas de la psicología, clínica, educativa y social y de las organizaciones.

El modelo de simulación adoptado en nuestra propuesta se define atendiendo a tres elementos (Mañeru, 2015): competencias que pretende desarrollar, grado de fidelidad y coste que supone su implementación. En este diseño partimos de las competencias de acción profesional (Echevarría, 2006) acercando a los estudiantes al saber qué, saber cómo, saber ser y saber estar del psicólogo educativo. Para ello les sumergimos en un contexto profesional concreto y en las tareas significativas y prototípicas que realizan los profesionales. En cuanto al grado de fidelidad, este diseño no persigue la similitud física, sino una alta fidelidad conceptual, que permita “capturar” la situación psicológica (socio-cognitivo-emocional) activando habilidades cognitivas y sociales propias de un profesional. Finalmente, diseñar esta propuesta en una universidad pública exigía el ajuste a las posibilidades de financiación, utilizando recursos ya existentes en la universidad y creando recursos nuevos sostenibles.

Este modelo de Prácticum asume el propósito general que guía toda simulación (Farrés et al, 2015), involucrar a los estudiantes en el aprendizaje activo, el pensamiento crítico y la resolución de problemas. Partiendo de aquí, en la propuesta de la Facultad de Psicología de la UNED adoptamos uno de los tipos de simulación que se ha mostrado más eficaz, la simulación de escenarios caracterizados por la ejecución de la actuación profesional en un contexto profesional concreto. El objetivo es que el alumnado ponga en práctica competencias integrales en una situación lo más parecida posible a la real.

2. Aprendiendo a ser psicólogo en un entorno simulado

Partiendo de los elementos descritos se “sumergió” a los estudiantes a un entorno simulado prototípico del psicólogo de la educación, los Equipos Psicopedagógicos de Atención Temprana (EAT). Esta modalidad de Prácticum comparte los objetivos propios de esta materia que podemos sintetizar en tres:

La propuesta de trabajo y el aprendizaje experiencial por el que transitan los futuros psicólogos y psicólogas, se organizó en una estructura modular, de forma que cada módulo adquiere sentido en función de los otros y del “lugar” que ocupa en la secuencia. El orden de los módulos responde a la lógica temporal propia de las tareas que el psicólogo realiza en un EAT.

El primer módulo lo forman tres bloques de contenidos, donde se aproxima a los estudiantes a la atención temprana y a los elementos que definen ese contexto profesional, (normativa que lo regula o los profesionales que intervienen desde una perspectiva multidisciplinar). Un segundo módulo, formado por cuatro bloques de contenidos expone a los estudiantes a los procedimientos y protocolos que definen la cultura profesional en la atención temprana. La actividad de este módulo se caracteriza por el contraste de hipótesis frente a las evidencias del trabajo profesional real. Finalmente, el último módulo está constituido por tres bloques de contenidos que se focalizan en la intervención y evaluación psicopedagógica. A través de escenarios simulados y con el modelado de profesionales expertos y expertas, los estudiantes entrenan competencias y habilidades necesarias para la toma de decisiones y la resolución de problemas cuando realizan una evaluación e intervención psicopedagógica en el contexto de la atención temprana.

2.1 La secuencia didáctica

Adoptar una metodología basada en la simulación que capture la situación psicológica (socio-cognitivo-emocional) supone un ejercicio intenso de reflexión acerca de la didáctica de aprendizaje más adecuada y la selección de los elementos que se verán comprometidos. La figura 1 muestra la secuencia planteada en cada uno de los módulos, organizada en cuatro pasos.

Figura 1. Secuencia didáctica en un entorno simulado de aprendizaje. Fuente: Elaboración propia.

Describimos brevemente cada uno de los pasos que definen esta secuencia didáctica.

El primer paso sitúa a los estudiantes ante un problema ofreciéndoles recursos para construir una representación de los elementos que definen la situación-problema y a partir de ahí, formular las hipótesis iniciales. El diseño didáctico utiliza herramientas tecnológicas y contenidos multimedia interactivos que facilitan el análisis crítico del contexto profesional y la creación de significados que otorgarán sentido a su experiencia de aprendizaje en los módulos posteriores.

El segundo paso será ofrecerles un modelo experto que les ayude a confrontar su representación de la situación, desde el contexto ecológico, y volver a reformular sus hipótesis. La base de este paso es la comprensión, reconocimiento y análisis del problema de forma mediada y con la ayuda de modelos de práctica experta.

El tercer paso consiste en la realización de actividades poniendo el foco no sólo en el aspecto procedimental, sino de forma relevante en la actividad cognitivo emocional que conlleva. Se trata de estimular la toma de decisiones asumiendo el rol del psicólogo educativo especialista en atención temprana. Cada uno de los módulos de contenidos se sustenta, de forma esencial, en la participación activa del alumnado en su propio aprendizaje. A través de la realización, de forma individual y colaborativa, de diferentes actividades en el entorno virtual y también en el contexto real, se activan procesos cognitivo-emocionales de reconocimiento, selección, discriminación, interpretación, interacción, y exposición.

El último paso, se centra en la toma de conciencia de los diferentes hitos de aprendizaje por los que han transitado a lo largo de la experiencia y su relación con los conocimientos realizados durante el Grado. Se trata de crear un espacio de análisis y reflexión colectiva y guiada (Debriefing) a través de los recursos comunicacionales en línea. Es el momento de realizar una autoevaluación de las competencias adquiridas y de sus necesidades de formación.

Figura 2. Elementos y recursos que definen la propuesta.

Fuente: Elaboración propia.

Los recursos empleados en cada una de estas fases fueron seleccionados preservando el principio de alineamiento constructivo, al que hacíamos referencia al comienzo de este artículo. La selección tiene que ser coherente con los objetivos, contenidos de aprendizaje y metodología didáctica, en este caso la simulación. Además, cada uno de estos recursos se define por el proceso cognitivo que activa, entre otros, la contextualización situacional, la representación del problema, el análisis y replanteamiento de las hipótesis iniciales y, finalmente, la activación y toma de decisiones.

3. Conclusiones

A lo largo de este artículo hemos presentado una propuesta de prácticas simuladas desarrollada en las últimas décadas en la Facultad de Psicología de la UNED. La simulación se muestra como una metodología eficaz para abordar el desarrollo de competencias profesionales. Como se ha demostrado en el ámbito de otras disciplinas, también en las prácticas del Grado de Psicología la simulación clínica resulta una herramienta de apoyo que ofrece numerosas ventajas: favorece el aprendizaje por descubrimiento, reproduce un elevado número de veces la experiencia con el mismo control de variables, permite al aprendiz reaccionar tal y como lo haría en el mundo profesional, fomenta la creatividad, propicia la enseñanza individualizada, y facilita la autoevaluación, entre otras (Cabero-Almenara y Costas, 2016).

Además, la simulación, desde el modelo adoptado y que hemos expuesto en la introducción, se ha mostrado como una respuesta muy interesante para responder a las necesidades provocadas por la crisis sanitaria que hemos sufrido, logrando que se cumpla una buena parte de los objetivos formativos de las prácticas de Grado. Este abordaje metodológico permite generar diferentes escenarios, experiencias y casos que amplían las oportunidades formativas, en ocasiones muy limitadas en su formato presencial. Esta característica posibilita la creación de un ambiente de prueba y experimentación libre de riesgos (Mohamed y Fashafsheh, 2019), lo que es muy pertinente en títulos cuyo ámbito profesional se caracteriza por la vulnerabilidad de sus usuarios. En el caso de la psicología, los escenarios simulados presentan la ventaja de permitir acceder a situaciones que, debido a condicionantes éticos, sociales, administrativos y legales, no sería posible el acceso directo (González y Méndez, 2017).

Las evidencias que hemos tenido sobre el desarrollo de competencias, a través de la propia percepción de los estudiantes (Méndez et al., 2021) nos han permitido entender que un diseño de las Prácticas basado en la simulación no sustituye a la presencialidad, es valioso en sí mismo y nos permite un abordaje de la formación práctica diferente y enriquecedor que deberíamos tener en cuenta todos los agentes implicados en esta materia.

Referencias

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Cabero-Almenara, J. y Costas, J. (2016). La utilización de simuladores para la formación de los alumnos. Prisma Social, 17, 343-372 https://revistaprismasocial.es/article/view/1288

Del Campo, C., Fernández, D., De la Torre, J. y Galán, M. (2016). Entornos de simulación como complemento para la evaluación de competencias de las Prácticas Tuteladas del Grado en Enfermería. Nure Investigación, 13 (81), 3-15. http://hdl.handle.net/11531/6726

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