Innoeduca. International Journal of Technology and Educational Innovation
Innoeduca. International Journal
of Technology and Educational Innovation
Vol. 8. No. 2.
Diciembre 2022 - pp. 97-113 - ISSN: 2444-2925
DOI: https://doi.org/10.24310/innoeduca.2022.v8i2.13719

Uso de las redes sociales por el alumnado universitario de la Facultad de Educación (Universidad de Extremadura)

Social network use among university students from the Faculty of Education (University of Extremadura)
RECIBIDO 20/10/2021 ACEPTADO 15/01/2022 PUBLICADO 01/12/2022
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Alejandro Cupido Navarro
Universidad de Extremadura, España
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Belén Suárez Lantarón
Universidad de Extremadura, España
RESUMEN
Las redes sociales han logrado que su uso llegue a considerarse como esencial en cualquier ámbito de la vida. También en el ámbito educativo, en el cual hacen que el proceso de enseñanza-aprendizaje rompa con los cánones tradicionalistas, promoviendo la eficacia y calidad de la educación. El presente estudio tiene como objetivo explorar cuáles son las redes más utilizadas por el alumnado universitario y con qué fines educativos. Para ello se ha utilizado un método cuantitativo, siendo el cuestionario, diseñado “ad hoc” el instrumento de recogida de información. La muestra la componen un total de 76 estudiantes de la Facultad de Educación de Badajoz. Los resultados indican que las redes sociales están en plena expansión dentro de las aulas universitarias y que WhatsApp es la más utilizada, seguida de Instagram. El alumnado utiliza estas redes de modo educativo para compartir información y/o documentos, apoyarse, mostrar su opinión y participar en grupos (principalmente sin docente). Como conclusión, destacar que las redes sociales son un recurso entre los universitarios y su utilización dentro de las aulas puede ser un recurso muy adecuado dada la cotidianeidad de uso entre las nuevas generaciones.

PALABRAS CLAVE Tecnología educativa, redes sociales, estudiantes universitarios, educación superior.

ABSTRACT
Social networks have come to be considered essential in all areas of life. In the educational field, they make the teaching-learning process break with traditionalist standards, promoting the effectiveness and quality of education. The present study aims to explore which networks are most used by university students and for what educational purposes. For this, a quantitative method has been used, the instrument for collecting information being a questionnaire designed "ad hoc". The sample is made up of a total of 76 students from the Faculty of Education in Badajoz. The results indicate that social networks are rapidly expanding within university classrooms and that WhatsApp is used the most, followed by Instagram. Students use these networks in an educational way to share information and/or documents, support each other, give their opinion, and participate in groups (mainly without a teacher). In conclusion, it should be noted that social networks are a resource among university students and their use in classrooms can be a very appropriate resource given younger generations’ daily use of them.

KEY WORDS Educational technology, social networks, university students, higher education.

1. INTRODUCCIÓN

Las redes sociales se han configurado como una herramienta básica en la comunicación y son utilizadas en todos los ámbitos de la vida: laboral, personal y/o educativo. De hecho, el 87 % de la sociedad (a escala mundial), en el último año ha contribuido a alguna red social (Ditrendia, 2020). Además, para Fontana (2020), durante el confinamiento el uso de las redes sociales tuvo un incremento importante, señalando una gran “efervescencia colectiva”.

En lo que se circunscribe al ámbito educativo se puede decir que la rapidez con la que se han introducido las tecnologías en las aulas ha sido exponencial. Sin embargo, las tecnologías también han mostrado, más aún si cabe, las deficiencias a nivel mundial y alguna problemática relacionada con esta como la brecha digital, información no veraz, ciberataques, sexting, ciberacoso, etc. (Herrero et al., 2021; Soriano et al, 2019; Suárez Lantarón, & García, 2021). A pesar de todo, cada vez más personas puedan acceder a una educación de calidad gracias a la tecnología.

Tal es la relevancia de las redes sociales que han pasado a ser una parte imprescindible en la vida de los sujetos de una sociedad (Gómez Aguilar et al., 2012). Además, las nuevas generaciones traen consigo la integración de éstas (García-Martín, & García-Sánchez, 2015). Sin embargo, los migrantes digitales o los transeúntes digitales han tenido que adaptarse tanto a los cambios como a las circunstancias que se dan en el contexto universitario (Ghounane, 2020).

Para González Fernández et al. (2015), el concepto de red social se ha utilizado para definir aquellos complejos conjuntos de relaciones entre los miembros de una sociedad. Por su parte, Lozares (citado en Chávez Martínez, 2014) va más allá, ya que no solo hace referencia a los sujetos sociales, sino también a grupos, e incluso, organizaciones y comunidades que están vinculados a través de las relaciones sociales. Para Meriodo (citado en Chávez Martínez, 2014) las redes sociales no son más que la modernización de aquellas relaciones personales de antaño, y para Rodríguez y Navarro (citado en Chávez Martínez, 2014, p. 106) el concepto de red social es el siguiente:

[…] el conjunto de personas que conocemos, con las que guardamos una relación personal más o menos estrecha, y con las que nos relacionamos con cierta asiduidad. […] La red es el conjunto de personas con las que vivimos nuestra vida, en un contacto cara a cara; también con los que vivimos nuestra vida intelectual en un debate que no tiene por qué implicar ese contacto cara a cara; finalmente, aquellos a quienes podemos recurrir en caso de necesidad y con quienes no tenemos contacto alguno hasta que se presenta la necesidad.

La tecnología y las redes sociales han promovido cambios en todos los aspectos de nuestras vidas. En el ámbito social, se puede decir que los individuos, de manera sincrónica, han establecido contacto entre ellos constituyendo grupos y organizaciones que, posteriormente, han hecho de manera digital. A priori da la impresión de que es algo normalizado en una sociedad del siglo XXI, con sus ventajas y desventajas (Caldevilla Domínguez, 2010; Molina et al., 2015).

Desde el punto de vista laboral, las redes sociales tienen la capacidad de ofrecer nuevas formas de trabajo (teletrabajo) así como dar acceso al flujo de conocimientos e información para “empoderar y mejorar las vidas de las personas” (Huidobro, 2007, p. 2). Su influencia hace que se apoye a las PYME de las personas empresarias locales para presentar y vender sus productos a través de internet (Real Pérez et al., 2014). Para quienes se encuentran en búsqueda de empleo, internet y las redes sociales abren el mayor espacio en el que volcar las ofertas y demandas a nivel local, nacional o internacional (Sánchez Fernández et al., 2016). Además, se puede empoderar a las personas y actores sociales, ONG, etc., a través de redes de apoyo e intercambio y lista de discusión. Igualmente, de cara a la sociedad, se pueden trabajar y desarrollar competencias precisas para el empleo, tales como la integración, el trabajo en equipo, la motivación, la disciplina, etc., (Peña et al., 2018), además de la competencia digital (Silva, & Lázaro, 2020).

A nivel educativo, son numerosos los estudios que se han enfocado en las redes sociales y su implicación educativa (Dans, & Muñoz, 2016; Espuny et al., 2011; Gil, & Calderón, 2021; Islas, & Carranza, 2011; Muñoz et al., 2013; Peña et al., 2018), mostrando que el uso de las redes sociales en espacios educativos hace que el alumnado cree, controle y comparta la información, aumentando así el rendimiento académico, pudiendo incluso impulsar otro modelo de aprendizaje. Asimismo, el uso de las mismas hace que se ejecuten acciones como el análisis, la resolución de problemas, la síntesis, la capacidad crítica, etcétera (Muñoz et al., 2013), estableciendo simultáneamente una relación alumnado-docente y viceversa (Alcívar, 2020). Además de ello, se observan beneficios en aspectos como la competencia digital, el aprendizaje social, sin barreras de espacio/tiempo, el fomento de la comunicación y el aumento de la motivación (Mundial, citado en Alcívar 2020).

Sin embargo, de acuerdo con Catalán-Matamoros (2020) o Herrero et al. (2021), se puede destacar la preocupación sobre la propagación de bulos (fake news) generando desinformación y/o infoxicación de la sociedad que Catalán-Matamoros (2020, p.1) denomina “infodemia”. Esta sobreinformación no veraz o “intoxicada” ha llegado incluso a incentivar una vorágine de altercados, dentro de la propia sociedad, fruto de “movimientos más actualizados del pasado” (Catalán-Matamoros, 2020, p.1) como indica el autor. Por su parte, Fontana (2020) añade que una desventaja sobre las redes sociales es el contexto geográfico, político y económico de las regiones, donde cada vez la brecha digital es más grande, donde las sociedades sean info-ricas o info-pobres, y que, por ende, haya discrepancia entre los propios grupos creados por la brecha digital.

En el ámbito educativo, también aparece como desventaja. El acceso a tanta información provoca que los contenidos no sean muy fiables, incluso llegando, en algunos casos, a ser ilegales o inmorales o provocando dependencia, entre otras cuestiones (Muñoz et al., 2013). Además de ello, el uso de las redes sociales en el aula (si no está bien planificada sus funciones) puede favorecer la distracción y el tiempo excesivo de uso (Rodríguez et al., 2017), así como generar debates fueras de control y/o motivación (Mundial, citado en Alcívar 2020). En este sentido, el papel del docente resulta fundamental (Colomo, & Aguilar, 2019).

1.1. Usos educativos de las redes sociales

Según se describe en el informe Ditrendia (2020), las redes más utilizadas son las que se describen a continuación. Estas redes sociales, también son las que más han sido estudiadas en relación con sus posibilidades educativas (Alcibar, 2020; Becerra, & Martín, 2015; Caldevila, 2010; Ghounane, 2020; Gil, & Calderón, 2021).

1.1.1. Facebook

Consiste en una red virtual de contactos, cuyo cometido es la divulgación, así como la producción y distribución tanto de información como de contenidos. Los usos educativos de esta red social han sido revisados por diferentes autores (García-Martín, & García-Sánchez, 2015; López de la Madrid et al., 2015; Solano et al., 2021). Algunos estudios recientes revelan que su principal uso educativo está ligado al estudio de los idiomas, inglés sobre todo (Ghounane, 2020). Además, su potencial comunicativo hace que tanto el estudiantado como el profesorado puedan ser partícipes en una comunidad de aprendizaje (Baker, citado en Ghounane 2020) y los beneficios que repercuten tanto en el estudiantado como en el profesorado hace que se potencie el proceso de enseñanza/aprendizaje (Espinosa, citado en Ghounane, 2020). Alcívar (2020) recopila los principales usos educativos de esta red social, tales como la búsqueda de información a través de cuentas gubernamentales, grupos privados donde el docente hace de moderador cuando el estudiantado interactúa, difusión de eventos educativos o del propio centro educativo, curación de contenido gracias a archivos de diversa índole, etc.

1.1.2. Twitter

Esta red permite comunicar y compartir contenidos a tiempo real desde cualquier parte del mundo, a través de una plataforma “microblogging”. Su uso educativo ha sido revisado por autores como Abella y Delgado (2015), Cazarez et al. (2016), Freyles (2017), Gallardo y López (2020) o Tur et al. (2017). Haciendo una revisión retrospectiva, Alcívar (2020, p. 10) destaca que los usos principales de Twitter en Educación suelen ser la búsqueda de información y/o tendencias, fomentar la escritura y síntesis, análisis de noticias, hechos y/o acontecimientos, la creación de grupos de trabajos a través de hashtags (#), resumir los contenidos teórico-prácticos de una clase mediante los hashtags, hacer tramas conceptuales fomentando la curiosidad y motivación del alumnado, entre otras. Del mismo modo, Shah et al. (citado en Tur, et al., 2017) sugirieron cuatro usos de Twitter para el aprendizaje: la creación de comunidades de aprendizaje formal e informal, el aprendizaje colaborativo, el aprendizaje móvil y el pensamiento reflexivo.

1.1.3. Instagram

Esta red permite la subida tanto de fotografías como de vídeos (en directo o en diferido), a los cuales, pueden aplicarse una serie de filtros, con el fin de que pueda verse dicho documento embellecido o mejorado. Sus aplicaciones en el ámbito educativo han sido estudiadas por autores como Casado y Ciudadreal (2021), González León (2021) o Montes et al. (2021). Como ya hemos indicado, se trata de una red social muy efectiva en cuanto a la retrasmisión de vídeos en directo. Para Alcívar (2020, p. 10), los usos educativos de esta red social son muy peculiares, tales como la retrasmisión de “directos” favoreciendo una comunicación asincrónica, desde cualquier momento y desde cualquier lugar. Además, la opción de crear álbumes viene fenomenal para agrupar diferentes temáticas (incluso unidades didácticas) y, por último, la creación de un perfil para subir todo lo relativo a una asignatura determinada.

1.1.4. WhatsApp

Red de mensajería instantánea que no solo permite la comunicación y/o vinculación entre personas, sino también producir y compartir documentación entre los/las internautas. Sin duda, esta red social es una de las más populares que se pueden encontrar en el ámbito educativo y, quizá por ello, una de las más estudiadas (Bouhnik, & Deshen, 2014; Gómez del Castillo, 2017; Padrón, 2013; Suárez Lantarón, 2018). El hecho de que esta red sea tan popular está relacionado con que no es más que la integración de varias características de las redes sociales anteriores. Suárez Lantarón (2018) señala entre sus virtudes:

su bajo coste combinado con la posibilidad de enviar gran cantidad de mensajes sin límite de caracteres, la inmediatez en la respuesta, la sensación de sentirte parte de una tendencia, la capacidad de establecer conversaciones con varias personas a la vez que te hacen sentir parte de una comunidad o familia y la sensación de privacidad en relación con otras redes sociales. (p. 122)

Por ello, WhatsApp se convierte en una red social influyente en el ámbito educativo, generando entornos educativos virtuales bien configurados y el que se pueden combinar, sin problema alguno, con las sesiones presenciales en el aula.

1.1.5. TikTok

Esta red tiene permite a sus usuarios la difusión de cortometrajes realizados por los internautas. Si bien es una de las redes sociales de creación más reciente, ya ha tenido su campo de estudio en el ámbito educativo (García Santillán, 2020; Hernández Plaza, 2021; Rodríguez Francisco, 2021). Su característica principal es la posibilidad de subir de videos a la misma. Estos vídeos suelen ser bailes, tutoriales, encuestas retos y desafíos, los cuales, suelen ser eficaces dentro de las aulas totalmente compatible con el canon tradicional del proceso de enseñanza/aprendizaje en las aulas y donde se puede “desarrollar un potencial creativo en los estudiantes asumiendo formatos no escritos y hacer de estas aplicaciones un agente socializador de contenidos educativos” (Hernández Plaza, 2021, p. 97)

Atendiendo a estas cuestiones, este estudio se plantea las siguientes cuestiones: ¿en qué redes sociales tienen perfil los/as universitarios/as?, ¿qué redes usan?, y ¿qué utilidad educativa les dan?

2. MÉTODO

Partiendo del objetivo de la investigación: conocer cuál es el uso educativo que los universitarios dan a las redes sociales, el método elegido para alcanzar dicho objetivo es de corte cuantitativo. Los datos han sido recogidos a través de un cuestionario elaborado ad hoc (anexo I).

2.1. Población y muestra

La población en la que se enfoca el estudio son los estudiantes universitarios, en concreto de la Universidad de Extremadura (Campus de Badajoz). La muestra, final consta de 76 sujetos, todos ellos estudiantes de la Facultad de Educación de la Universidad de Extremadura. Su selección se realiza de modo no probabilístico de conveniencia.

2.2. Instrumento

Para la recogida de información se utiliza como herramienta el cuestionario. En su diseño se han considerado y revisado trabajos previos, observando que uno de los parámetros comunes es el grado y dominio, por parte de los sujetos, de los dispositivos de acceso más populares a las redes sociales (Albert, & Hernández, 2020). Otro de los parámetros más populares observado en trabajos previos se relaciona con el uso de las redes sociales a nivel general, haciendo que el sujeto objeto del estudio analice y responda ante las diferentes situaciones que se le plantean (Colás et al., 2013; Martín, & Simkin, 2021) o la utilidad educativa de las mismas (Gómez Aguilar et al., 2012; Peña et al., 2018). Así mismo, se utiliza el informe Ditendria (2020) para seleccionar las redes sociales más utilizadas.

Partiendo de estos datos, se diseña un cuestionario inicial el cual, para su validación se envía a un total de 3 expertos (Profesores de Universidad) con experiencia en la materia (recursos tecnológicos y educativos). El análisis se realiza siguiendo a Cubo et al. (2020) de forma cuantitativa (promedios de claridad, pertinencia y relevancia, en valores que van desde el 1 hasta el 5) y cualitativamente (contenido). En dicha evaluación se obtiene M= 4.7. En relación con el contenido, considerando sus aportaciones, se procede a la mejora de la redacción, supresión y cambio de lugar de algunos de los ítems.

El instrumento final consta de tres bloques: la primera recoge cuestiones sociodemográficas (sexo, edad y titulación); la segunda se centra en aspectos generales sobre las redes sociales; y la tercera se enfoca de forma más específica en el uso de WhatsApp, Facebook, Instagram, Twitter y TikTok. Las opciones de respuestas son de forma cerrada en algunos casos (sí y no) y con escala de valoración en otros (valores de 1 a 4, siendo 1= Nada y 4= Siempre).

Asimismo, se calcula la fiabilidad del instrumento elaborado mediante coeficiente alfa de Cronbach (tabla 1), el cual ha sido considerado idóneo, teniendo en cuenta el margen que señalan autores como Barrios y Cosculluela (2013) o Rodríguez y Reguant (2020).

TABLA 1. Fiabilidad mediante prueba estadística Alpha de Cronbach

Fiabilidad mediante prueba estadística Alpha de Cronbach

Fuente. Elaboración propia

2.3. Procedimiento y análisis

Una vez que el cuestionario obtuvo su estructura y forma definitiva, se analizó el contexto y los participantes del estudio. Dadas las circunstancias sanitarias actuales se decidió aplicar el cuestionario de manera telemática por razones de seguridad, trasladando las cuestiones a la herramienta de formularios de Google (Google Forms) ya que este tipo de software permite hacer un seguimiento real de la cumplimentación del mismo, así como poderlo compartir en multitud de aplicaciones/redes sociales y en diferentes tipos de dispositivos. El tiempo de aplicación del mismo fue de 3 semanas desde el 15 de abril de 2021.

En lo que respecta al análisis de los datos, el propio software de Google Forms permite ver un análisis descriptivo de los datos que indican los sujetos, viéndose a modo resumen o detallado de cada sujeto, proporcionando, a su vez, gráficos de dichas respuestas. Además, estas respuestas se incorporaron al programa SPSS versión 25, el cual ha permitido realizar análisis de estadísticos de frecuencia y descriptivos como la media, la moda o la desviación típica.

3. RESULTADOS

A continuación, se exponen los resultados obtenidos, en primer lugar, en relación con la descripción de la muestra participante (datos sociodemográficos) y, posteriormente, los resultados obtenidos en relación con las dimensiones establecidas en el cuestionario.

3.1. Descripción sociodemográfica de la muestra

De las 76 personas encuestadas el 42.1 % son hombres y el 57.9 % mujeres. En cuanto al nivel de estudios el 82.9 % son estudiantes de Grado de Educación Primaria y el 17.1 % restante cursa Máster. La media de edad de la mayoría (30.3 %) se sitúa en los 20 años.

3.2. Perfil y uso general de las redes sociales

En relación con el tiempo que se dedica su uso, el 32.9 % utiliza las redes sociales entre 1 y 3 horas al día, lo que deriva en un uso bastante prudente de las mismas. Asimismo, la gran mayoría de los sujetos encuestados (44.7 %) utiliza las redes sociales entre 4 y 6 horas al día. Tan solo una minoría (2.6 %) utiliza estas plataformas más de lo habitual (entre 10 y 12 horas diarias). Los estadísticos indican un uso moderado de las redes sociales por parte de los estudiantes (M=1.92, Mo= 2 y Dt= 1.5)

En segundo lugar, se analiza el modo de acceso a las redes sociales. Este aspecto determina, en mayor o menor medida, los medios que están más habituados a utilizar. Los datos muestran que el medio más utilizado es el Smartphone (98.7 %) seguido de los ordenadores (30.3 %), ya sean de sobremesa o portátiles. Además, también utilizan la Tablet (ambos con 13.2 %) y la SmartTV (3.9 %).

En cuanto a los perfiles en redes sociales (como se puede observar en la gráfica 1) el 100 % indica tener WhatsApp y el 96.1 % Instagram. Las demás redes sociales ( Facebook, Twitter y TikTok ) no se quedan atrás (60.5 %, 69,7 % y 55.6 % respectivamente).

De igual modo, en relación con el uso, son WhatsApp e Instagram las que más se señalan (93.4 % y 82.9 %, respectivamente). Los datos indican que, a pesar de contar con un perfil en estas, las redes sociales como Facebook, Twitter y TikTok se desploman de manera significativa en cuanto a su uso se refiere (6.6 %, 26.3 % y 25 %, respectivamente).

GRÁFICA 1. Perfil y uso de las redes sociales

Perfil y uso de las redes sociales

3. USOS EDUCATIVOS DE LAS REDES SOCIALES

En este apartado se describe el uso educativo que los participantes dan a estas redes sociales.

3.3.1. WhatsApp

Los datos indican que todos los participantes tienen un perfil en dicha aplicación y que esta es la más utilizada por el alumnado (93.4 %). Entre los usos de carácter educativo que se indican está, en primer lugar, el intercambio de opiniones (63.2 %), seguido de la búsqueda de información (56.6 %) y pedir ayuda por dicha red social (52.6 %). Esta red también es utilizada para compartir documentación a través de las diferentes opciones (50 %) o el uso de la videollamada, ya sean individuales y/o grupales (40.8 %). Los datos también indican que una mayoría de estudiantes (61.8 %) pertenecen a un grupo de clase en el que están sus compañeros/as pero no el/la docente. Asimismo, la mayoría de los participantes (71.1 %) dicen no utilizar la posibilidad educativa de los vídeos explicativos o la emplean muy poco con ese fin. Los estadísticos descriptivos obtenidos se recogen en la tabla 2.

TABLA 2. Estadísticos obtenidos en relación con el uso de WhatsApp

Estadísticos obtenidos en relación con el uso de WhatsApp

Fuente. Elaboración propia

3.3.2. Instagram

Como ya se ha expuesto en el apartado anterior, el 97.3 % de los sujetos encuestados afirman tener creado un perfil en esta red social. Los datos obtenidos muestran que la frecuencia de uso de esta red social con fines educativos es menor que la anterior (82.9 %) Los datos indican que cuando se busca información el 75.3 % lo suele hacer de una manera bastante esporádica o no lo hace. La mayoría del alumnado participante (79.5 %) afirma que ayuda de manera puntual en esta red social o directamente no ayuda y lo hacen por otras redes sociales. En lo que se refiere al envío de la documentación, el 80.8 % afirma no utilizar este canal para tal finalidad o si lo utiliza lo utiliza de manera eventual. Sin embargo, una mayoría de las personas encuestadas (57.5 %) afirma dar tímidamente, incluso de manera habitual alguna opinión que pueda ofrecer puntos de vista alternativos. En cuanto a la retrasmisión de directos “en vivo” de las personas encuestadas, una mayoría (75.3 %) no suele utilizar dicha funcionalidad con carácter educativo. Con respecto a cuentas vinculadas al grupo de clase si no está el/la docente en el mismo se hace muy pocas veces (28.8 %) mientras que si el/la docente está dentro de dicho grupo-clase, el porcentaje de las personas encuestadas que afirman realizar dicha funcionalidad es aún menor (9.6 %). En cuanto a la realización y publicación de vídeos explicativos, tan solo el 15.1 % suele hacerlo e indican que es de manera eventual y/o rutinaria, frente al 84.9 % que dice no utilizar esta vía.

Los estadísticos obtenidos se pueden ver en la tabla 3. Los resultados muestran que esta aplicación no es muy utilizada por los participantes con fines educativos (Mo =1 en todos los parámetros, excepto en “Buscar información” y “ayuda a compañeros/as” que presentan Mo =2). De igual modo se observa una M =1.78 y Dt =.758 en la mayoría de los ítems, exceptuando uno de ellos (“Grupo de clase con el docente”) que su media es inferior (M =1.30).

TABLA 3. Estadísticos relacionados con el uso educativo de Instagram

Estadísticos relacionados con el uso educativo de   <i>Instagram</i>

Fuente. Elaboración propia

3.3.3. Twitter

Como ya se ha indicado, el 71.1 % de los sujetos encuestados afirman tener creado un perfil en esta red social. Los resultados indican que la mayoría del alumnado participante (73.7 %) no utiliza esta red social con fines educativos. De forma desglosada, el 85.5 % de la muestra no utiliza esta red social para buscar información en base a los hilos que se puedan crear o a los perfiles que puedan seguir. Además, la ayuda es prácticamente inexistente en dicha plataforma, ya que el 92.7 % afirma no utilizarla para tal fin, así como aportar opiniones que puedan esclarecer diversos puntos de vista (85.5 % de los sujetos encuestados). De la misma manera, este canal no se usa o se usa eventualmente para enviar o acceder a documentación a través de vínculos e hipervínculos (87.3 %). En lo que concierne a la creación de cuentas de grupos, el 87.3 % no tiene un grupo establecido en esta red social con sus compañeros/as y los grupos en los que el/la docente participa son prácticamente inexistentes (96.4 % de la muestra lo afirma). En cuanto a la realización y publicación de vídeos explicativos el 92.7 % no los hace explícitos por esta red social.

Los estadísticos (ver tabla 4) se sitúan en M= 1.18, Mo =1 y Dt =.547; es decir, que esta red social se utiliza, con fines educativos, menos que las anteriores.

TABLA 4. Estadísticos relacionados con el uso educativo de Twitter

Estadísticos relacionados con el uso educativo de Twitter

Fuente. Elaboración propia

3.3.4.TikTok

En esta red social, el 53.9 % de los sujetos encuestados afirman tener creado un perfil. Los datos obtenidos indican que la mayoría de los estudiantes encuestados no llevan a cabo un uso educativo de esta red social (75 %). En cuanto a la búsqueda de información, el 83.3 % de los sujetos señala no utilizar esta red con dicha finalidad. Del mismo modo ocurre con el parámetro “ayuda” ya que el 90.5 % no usa o usa eventualmente esta red social para ayudarse mutuamente, así como aportar opiniones para tener en cuenta diferentes puntos de vista a nivel educativo (81% de los sujetos encuestados). En lo que respecta al envío de documentación a través de vínculos e hipervínculos el 92.9 % de la muestra seleccionada no utiliza esta red social para tal fin. Así mismo ocurre con la realización y publicación, en esta red social, de vídeos explicativos (95.2 %). Finalmente, en lo que respecta a la creación de grupos de clase, los sujetos encuestados afirman que no tienen un grupo establecido en dicha red social ya sea sin docente (81%) o con docente (88.1 %).

Los estadísticos (ver tabla 5) confirman que esta red social no se utiliza, a nivel práctico, con fines educativos (M= 1.18 y Mo =1, Dt =.520).

TABLA 5. Estadísticos obtenidos en relación con el uso educativo de TikTok

Estadísticos obtenidos en relación con el uso educativo de TikTok

Fuente. Elaboración propia

3.3.5. Facebook

Como ya se ha señalado anteriormente, los datos indican que el 64.5 % de los sujetos encuestados tiene creado un perfil en esta red social, pero cuando se consulta si la usan con fines educativos, la mayoría (93.4 %) indica que no. Asimismo, los resultados obtenidos muestran que en esta red social prácticamente no se busca información, aunque haya grupos o páginas que puedan seguir (79.6 %). Lo mismo ocurre en relación con la ayuda a los demás compañeros/as del aula, y la aportación de conocimientos a través de esta red social (63.3 % y 65.3 %, respectivamente). Los resultados indican que apenas existe la creación de grupos en esta red social, independientemente de si el/la docente está integrado en el mismo o no (81.6 % y 87.8 %, respectivamente). Asimismo, tampoco se utiliza esta red social para publicar y/o compartir documentos o información elaborada por los estudiantes, (85.7%).

Los estadísticos (ver tabla 6) indican que el uso de esta red social, dentro de las aulas es mínimo (Media = 2, Mo =1 y DT=.694).

TABLA 6. Estadísticos obtenidos en relación con el uso educativo de Facebook

Estadísticos obtenidos en relación con el uso educativo de Facebook

Fuente. Elaboración propia

En la gráfica 2 se recogen los usos educativos indicados para cada una de las redes sociales señaladas.

GRÁFICO 2. Usos educativos según redes sociales

Usos educativos según redes sociales

4. DISCUSIÓN Y CONCLUSIONES

En líneas generales, se puede concluir que la mayoría del alumnado universitario utiliza, para el acceso a sus redes sociales el Smartphone o el ordenador (portátil o de sobremesa),

Los estudiantes universitarios tienen creado un perfil en las redes sociales principales (siguiendo el informe elaborado por Ditrencia, 2020), siendo WhatsApp la que triunfa, seguida de Instagram y Twitter. Estos resultados coindicen con otros estudios previos en los que se destaca la versatilidad, funcionalidad y uso de WhatsApp , describiéndola como la más popular y la de mayor crecimiento, no solo entre los jóvenes (Ditrendia, 2020; Suárez Lantarón, 2018). Asimismo, autores como Dans y Muñoz (2016), Peña et al. (2018) o Rodríguez et al. (2017) también destacan el uso educativo de redes sociales como Facebook o Twitter

Se confirma también que, a nivel general, el uso educativo de las redes sociales se está incrementando. Estudios como el de Espuny et al. (2011) o el de Islas y Carranza (2011) corroboran que el alumnado universitario maneja perfectamente las redes sociales en cualquier contexto que se precie, y que, en consecuencia, las aproveche para obtener información sobre las asignaturas o materias de clase, como almacenamiento, recuperación o uso de la misma. Sin embargo, no debemos olvidar, como se indica en el estudio de Flores et al. (2009) que el uso de las redes sociales también supone un incremento de valores que se están perdiendo de forma paulatina, reforzando, por ende, el currículo oculto.

Los resultados muestran que la mayoría del alumnado universitario utiliza con fines educativos, principalmente, la red social WhatsApp. Este aspecto puede deberse a que dicha aplicación (disponible en multitud de sistemas operativos, así como su fácil instalación en diversidad de dispositivos) integra una gran variedad de funcionalidades y formatos, algo ya destacado por autores como Bouhnik y Deshen (2014), Gómez del Castillo (2017) o Padrón (2013). Entre los usos educativos que hacen de dicha red está compartir documentos, información o establecer grupos de clase (con o sin profesor). Algunos estudios justifican este crecimiento en el uso debido a su facilidad de manejo, su inmediatez y bajo coste (Suárez Lantarón, 2018). Del mismo modo, el uso de esta red social es muy eficaz para la implementación de estrategias de enseñanza/aprendizaje dentro de las aulas de manera asincrónica (Padrón, 2013) además de fomentar los flashcards online, donde el estudiantado se ayuda de manera recíproca, todo ello, gracias a la introducción de los Smartphone en las aulas universitarias, proceso que cada vez es más relevante, promoviendo el mobile-learning (Gómez del Castillo, 2017).

Hay que destacar que Instagram , a pesar de que no ofrece tantas posibilidades como WhatsApp , está incrementado su uso en el ámbito educativo, está ganando en participación y el alumnado cada vez tiene una implicación didáctica mayor (Ruiz San Miguel et al., 2020). De hecho, se encuentran estudios (Bonilla et al., 2020; Gil, & Calderón, 2021; González León, 2021) que muestran algunas de las potencialidades que puede llegar a tener esta red social, si se aplica de manera adecuada, con el fin de que pueda tener una mayor reciprocidad dentro de las aulas universitarias, como por ejemplo la subida de información o la creación de álbumes acorde a una temática específica, entre otras (Alcívar, 2020).

Otras redes sociales como Facebook, Twitter o TikTok no se suelen usar o se usan de una manera más eventual con fines educativos. Este aspecto coincide con una menor implicación por parte del estudiantado universitario en dichas redes (como se ha visto en los resultados) y, quizá también del profesorado. Sin embargo, al igual que ocurre con la red social Instagram , en estas otras redes se está iniciando de forma paulatina una implicación didáctica que impone una serie de funcionalidades relevantes, dentro de las aulas universitarias, como las que propone Alcívar (2020) o algunas de las que han sido implementadas en tiempos de confinamiento durante la pandemia y compartidas en espacios de divulgación.

De todo lo expuesto se puede concluir que las redes sociales se encuentran presentes en el ámbito educativo y se abren camino, cada vez más, para incorporar nuevas posibilidades didácticas: compartir información o ser un medio para apoyarse y ayudarse entre el alumnado universitario.

Finalmente, hay que señalar que este estudio presenta una serie de limitaciones, comenzando por la muestra, la cual puede considerarse insuficiente para hacer una generalización de resultados. Por ello, se propone como futuras líneas de investigación: ampliar dicha muestra, no solo en número, sino también incluyendo otros campus que permita comparar resultados no solo a nivel nacional, sino también internacional. Se propone, también, revisar las potencialidades, tanto metodológicas como didácticas de cada una de las redes sociales expuestas en el presente estudio e incorporar otras, más novedosas y de más impacto social.

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Anexo I. CUESTIONARIO

Meta categorías y número de categorías asociadas