Pacôme Thiellement (2020). Tres ensayos sobre Twin Peaks. Barcelona: Alpha Decay, 218 pp. ISBN: 978-84-120738-7-4. Reseña de Laura Calvo Gens (Universidade de Santiago de Compostela, España).
El colofón de la primera edición en español de Tres ensayos sobre Twin Peaks de Pacôme Thiellement reza: “esta edición, primera, de Tres ensayos sobre Twin Peaks, se terminó de imprimir en Salamanca el 24 de febrero de 2020, justo treinta y un años después del día en el que Dale Cooper llegó a Twin Peaks”. Este colofón nos revela, una vez más, que la serie de David Lynch y Mark Frost no puede simplemente mirarse desde el prisma académico-literario de sus textos, sino que tiene que completarse con los detalles materiales y la autonomía mitológica de las ediciones correspondientes, porque para adentrarse, como el Agente Cooper, en Twin Peaks, tenemos que abrazar todo ese universo infinito de imágenes, palabras y montaje situado también en el fuera de campo de una pantalla de televisión de 1990.
Como el director había sentenciado, “‘¡en televisión, puedes permitirte jugar con los detalles!’” (p. 47), en una lógica transpuesta por el autor y la edición. No en vano, el colofón, como cada una de las substancias de ese universo, no solo escribe la fecha de impresión del texto de un modo feliz, sino que, además, se hace eco de esa indiscutible necesidad “seriéfila” de no dar nunca por finalizada una serie. Digamos que ese colofón es a los tres ensayos (y un epílogo) lo que los ensayos son a Twin Peaks: la necesidad de seguir velándola, como el pueblo habría de velar el cadáver de la protagonista tras su muerte. Ante esta muerte de Laura Palmer todos buscamos respuestas que la serie obvia, y quizás sea que los textos de Twin Peaks no nos ayuden a encontrar ninguna respuesta más satisfactoria que la propia serie, pero sí que nos ayudan a mantener más viva, incluso, su muerte. Quizás sea que los textos más emocionantes y suculentos sobre Twin Peaks son estos que prolongan, transponen, alimentan y empatizan con el universo de la serie: los que nos ayudan a velar su cadáver sin responder a la gran pregunta (“¿quién mató a Laura Palmer?”).
Para velar ese cadáver, Thiellement compone en tres grandes bloques, como tres son los donuts que ilustran la fotografía de la portada, otro objeto-detalle imprescindible en el imaginario Twin Peaks. Si el colofón narraba la entrada a un lugar del que es imposible escapar –del que ni las ediciones son capaces de escapar–, los tres donuts son la imagen del gran metarrelato que atraviesa el organigrama temporal de la narrativa: esas tres temporadas con las que se entrega la ficción. En esas tres “delicias” se mastica la serie de televisión y sus ensayos: “La mano izquierda de David Lynch: Twin Peaks y el fin de la televisión”, “Exégesis de la Logia Negra: un ta’wil de Twin Peaks” y “La sustancia de este mundo”. Cada una de ellas se acompaña de la nota sobre el origen textual que le corresponde. En este sentido, el contenido del primero había sido publicado originalmente en Presses Universitaires de France (2010); el segundo, es la transcripción de una conferencia, pronunciada en el año 2014 en el Instituto superior del Automóvil y de los Transportes de Nevers; y el último de ellos, como es lógico, fue escrito entre 2017 y 2018, diseminándose entre un artículo de Cahiers du cinéma y un par de emisiones de France Culture. El texto es totalmente fiel a estas deslocalizaciones y asume su pertenencia plural, su calidad académica, su calidad oral y su calidad inmediata y periodística, de ahí la mutabilidad escritural de cada uno de los bloques.
Los dos primeros “donuts” se asemejarían, más bien, a un Bosco, a una multiplicación de referencias infinitas que saltan de Dante a Chrétien de Troyes o de la lectura teosófica a la gnóstica de la serie en cuestión. El segundo de ellos, bajo su forma de conferencia, no deja de ser una extensión interesante de los temas y los tropos del primer ensayo: ese densísimo mapa que deja claro que Twin Peaks puede legarle a cada texto una interpretación distintiva revelada, aquí, en las potencias de la exhaustividad de la lectura gnóstica. Son estos dos primeros ensayos los encargados de mantener viva esa memoria televisiva relativa a las dos primeras temporadas a través de un original aparato referencial que no se olvida de los referentes inevitables en los textos de Twin Peaks (por ejemplo, Laura de Otto Preminger), ni de los leitmotiv de su mitología (los espejos, el doppelgänger, la Logia Negra, los pájaros, la Rosa Azul).
Pero es el tercer donut el esencial del conjunto, pues este bloque parte de esa calidad y necesidad de testimoniar Twin Peaks desde sus inmediaciones temporales, de decirse en un fluir de proximidad al objeto que atestigua. Es por ello, que no son tres ensayos sobre Twin Peaks: son dos sobre Twin Peaks y uno sobre Twin Peaks: The Return o, más exactamente, el diario o memoria de campo de Twin Peaks: The Return. No es baladí la responsabilidad que asume el texto de llenar un vacío sin igual para el público, la crítica, los académicos, los fans (sobre todo, los fans, esos que aceptan la serie con todas sus consecuencias y que son todos los anteriores), aquél de llevar la tercera temporada al territorio de la interpretación, del análisis, de la teoría y de la divulgación, muchos años después del estreno de la serie y poco después de su regreso. Su trabajo es dificultoso, pues, porque empieza algo y para empezar algo se requieren a partes iguales pasión, ortodoxia contextual y predisposición a decir una forma a costa de no ser vista aún. A pesar de ello, también el epílogo cuenta con un valor simbólico especial, pues, sin renunciar al centro gravitacional del libro, orbita también alrededor de la necesidad de releer el cine de Lynch desde Twin Peaks o de hacerle justicia a la opinión de que la serie es, verdaderamente, la opera magna del norteamericano.
En la vorágine de conmoción ante el retorno de la ficción, el formato libro académico-ensayístico, con el que este texto tiene algo que ver, encontró un espacio para legitimar una despedida desmedida que estaba por regresar. La cuestión es que nunca se dejó de escribir sobre ella, pero Twin Peaks: 25 años después todavía se escucha música en el aire (2016) y Regreso a Twin Peaks (2017) –o, en un sentido estrictamente académico y a posteriori, Critical Essays on Twin Peaks: The Return– advirtieron una necesidad innata a la que también responde el texto de Thiellement: la de abrazar este retorno como una ofrenda, para llenar nuestras manos con las palabras que no habíamos dicho muchos años después de abandonar el pueblo cuyas empanadas de manzana probablemente sean las más sabrosas de toda la geografía norteamericana. Sin embargo, la ilusión de los ensayos (y un epílogo) no viene tanto de la recuperación de los detalles y su descuartizamiento en relecturas, ni siquiera de la valentía exigida al precipitarse en el análisis de un objeto tan novedoso, sino, en nuestra opinión, del tránsito que se ejerce entre este aparato que describimos y su disposición a crear una historia, una estética o una hermenéutica televisiva (y/o post-televisiva).
Textos como los de Pacôme son la demostración de que uno puede utilizar el objeto cualquiera para expresar discursivamente su propia historia o estética (del arte, del cine, de la televisión), a riesgo de que la interpretación de algo más que el objeto en cuestión (la historia, la estética) no se perciba o solo pueda ser percibida en el ejercicio interpretativo del lector. A través de esa organización se lee su mirada. Como bien explica, hace treinta años que la Logia Negra se expande por el mundo como un plató televisivo o un “lugar fuera de todo lugar” (p. 67) y “si la televisión es el ‘mundo de las formas en suspenso’ del capitalismo, Twin Peaks es lo esotérico de este mundo, lo esotérico de la televisión” (p. 68). Tras la inteligentísima recuperación de los argumentos de Benjamin y de la aplicación del pensamiento gnóstico al análisis de la serie, continúa:
Lo esotérico de la televisión no se hace con impunidad. Uno no se enfrenta impunemente al receptáculo de magia negra más poderoso de su época como si nada, de pasada, sin salir un poco trasquilado, sin dejarse el corazón o el amor de su vida, inclinado sobre el ala entenebrecida del Ángel… El arte es peligroso (p. 87).
Cuando la televisión desaparece y vemos Twin Peaks: The Return en la pantalla de un ordenador, todo lo que ha sido permanece. Donde hubo un plató de televisión ahora hay una caja de cristal que es el lugar de la tercera entrega, un “soporte de recepción para un gran número de espectadores, un receptáculo del cual uno no puede saber, a priori, lo que va a recibir ni la forma en la que debe hacerlo” (pp. 146-147). Ese flujo esotérico y sus lecturas no habrían mutado fuera del tiempo, mutan porque hay un tiempo que moviliza el objeto analizado y que permite releer el discurso de los dos primeros textos. Haber esperado, haber reunido y haber comparado ese tiempo es, quizás, la mayor virtud del ensayo, pues es solamente a través del tiempo que podemos exprimir Twin Peaks y cada uno de sus objetos y, verdaderamente, relatar una historia, una estética, una hermenéutica televisiva.
Didi-Huberman empezaba Ante el tiempo del siguiente modo: “siempre, ante la imagen, estamos ante el tiempo” (2008, p. 31). En esa posición podríamos hibridar las frases, podríamos decir: “siempre, ante Twin Peaks, estamos ante el tiempo” y no nos equivocaríamos porque la televisión, como Lynch mantendría infinidad de veces, permite la experiencia más extensiva y ostentosa del tiempo, a pesar de todas sus desventajas productivas y estéticas (Rodley, 1998). Como Twin Peaks, los textos sobre Twin Peaks necesitan también su tiempo y su retorno, y tiempo y retorno es lo que el ensayo de Thiellement tiene: textos recuperados y montados, reescrituras y nuevas escrituras, historia e inmediatez. Como ante la imagen y como ante Twin Peaks, ante estos tres ensayos –o dulcísimos donuts– estamos, también, ante el tiempo.
Referencias bibliográficas
Crisóstomo, R. & Ros, E. (Coords.) (2017). Regreso a Twin Peaks. Madrid: Errata naturae.
Didi-Huberman, G. (2008). Ante el tiempo. Historia del arte y anacronismo de las imágenes. Buenos Aires: Adriana Hidalgo.
Rodley, C. (Ed.) (1998). David Lynch por David Lynch. Barcelona: Alba Editorial.
Sanna, A. (Ed.) (2019). Critical Essays on Twin Peaks: The Return. Cham: Palgrave Macmillan.
Zárate, A. & Tad, O. (Coords.) (2016). Twin Peaks. 25 años después todavía se escucha música en el aire. Innisfree.