AA.VV. (2022). Fortius. Fortificaciones en el
extremo occidental norteafricano. Instituto
de Estudios Ceutíes.
ISBN: 978-84-18642-17-3
AA.VV. (2022). Fortius. Fortifications in the far west of North Africa. Instituto de Estudios Ceutíes.
Marta Bleda Soler (Universidad de Málaga)
martablesol@gmail.com
Recibido: 15 de diciembre 2022 / Aceptado: 15 de marzo 2023
Desde su génesis, las murallas de Ceuta han proporcionado a la ciudad una férrea defensa frente a todo tipo de problemáticas, tanto políticas como territoriales, perdurando esa función en el transcurso de su historia. Es así como se convierten en protagonistas de las XIII Jornadas de Historia de Ceuta, convocadas por el Instituto de Estudios Ceutíes; una iniciativa académica tendente a destacar tales fortificaciones, una vez más, como relevante elemento vertebrador de la historia de la urbe.
Con vistas a perpetuar las novedades aportadas en la celebración de este seminario, se ha procedido con posterioridad a recopilar todas las contribuciones mediante la materialización del presente libro. En encuentros anteriores, la temática tratada giró alrededor de la propia ciudad de Ceuta, tanto en relación con su pasado histórico y la interacción mantenida con potencias europeas –preferentemente, España y Portugal– como a la diatriba ejercida entre dichos Estados y las ciudades norteafricanas circundantes.
En seis capítulos generales se atiende a un conocimiento que abarca todas las singularidades de la labor investigadora que en este libro se recopilan, especificando la reciprocidad entre la historia propiamente ceutí y el resto de los territorios circundantes en cuestiones relacionadas con su materialidad patrimonial. De esta manera, se presta especial énfasis a la estrategia defensiva, puesta de relieve a través de puntos de vista multidisciplinares. Es, por ello, que se incide en el origen de la creación de tales fortificaciones y en cómo, a lo largo de la historia, las distintas sociedades han redefinido sus instalaciones militares para adaptarlas al contexto de cada situación.
Los diferentes territorios del norte de África mantienen en su idiosincrasia un pasado preislámico que ha contribuido a forjar su identidad. Igualmente ocurre con estas portentosas fortificaciones, cuyo origen se remonta al Imperio romano; no en vano, el emperador Justiniano, en la época de la expansión bizantina, decide reacondicionar el sistema defensivo de los territorios ocupados. Los restos de estas grandes estructuras, que aún perduraban en el siglo VIII, son reutilizados por la cultura islámica para así garantizarse la defensa territorial en caso de disputa. Es de esta manera como se procede bajo mandato de Abd-al-Rahman III, califa omeya andalusí, con motivo de las continuas disputas mantenidas con la dinastía fatimí, pertenecientes a la facción religiosa chií. Las fortificaciones, símbolo del poder inusitado de este poderoso mandatario, servirán a Ceuta de férrea custodia durante centurias posteriores. Ahí radica la envergadura de su historia material, siguiendo el esquema arquitectónico de los postulados artísticos y estéticos del clasicismo califal. De esta manera es como, el capítulo titulado ‘Fortificaciones omeyas en el estrecho de Gibraltar’, de Pedro Gurriarán Daza, preludia la historia particular de la fortificación norteafricana.
Del mismo modo se evidencia en las aportaciones expuestas el interés de las monarquías europeas por el norte de África, tal y como explica Frederico Mendes Paula en su contribución ‘O campo exterior das praças de Marrocos’; el autor destaca la presencia portuguesa en el siglo XV con la refortificación y reurbanización militar en las plazas fuertes de estos territorios. Una iniciativa en la que se advierte la aplicación de principios renacentistas y tratados italianos coetáneos a su época, como igualmente se menciona en el capítulo ‘El proceso formativo de los ingenieros portugueses en el siglo XVI y su aplicación en las fortificaciones de ultramar’, de José Antonio Ruiz Oliva, al tiempo que cita además a los ingenieros lusos con mayor relevancia y su influjo directo de la corte española de Felipe II.
Retomando la publicación inicial, resalta la acción de los portugueses sobre la defensa de sus territorios con la inclusión, a su vez, de arduos protocolos no sólo para la ciudad en cuestión, sino también para el campo exterior o extramuros, ya que la población debía cumplir con sus quehaceres cotidianos sin riesgo de acecho ante posibles invasiones. Así pues, con las novedosas estrategias militares y de ingeniería aportadas, podemos comprender el estable asentamiento de la metrópoli portuguesa en el territorio africano, incluyendo a su vez enclaves como Tánger o Alcazaseguir.
Por otra parte, es necesario subrayar el gran influjo de la corona española en la recuperación de la ciudad de Orán en el siglo XVIII y la reforma de las instalaciones militares de la mano de Felipe V, así como la posterior reurbanización de Carlos III. De este último se erigiría en la plaza de armas un busto sobre pedestal y columna, a modo de triunfo, rememorando las acciones de su progenitor en 1732. El monumento, de gran tradición borbónica, se erigía en los territorios coloniales de dominio español con pretensiones institucionales y propagandísticas. En el caso concreto de esta urbe, la iniciativa regia tenía un emplazamiento relevante a nivel estratégico, ya que presidía la plaza principal y, en términos urbanísticos, ofrecía una visión simbólica sobre la capacidad de control y defensa militar. Por ello, la creación artística se instrumentaliza así para afianzar la imagen de la Corona española, como se sostiene en el capítulo ‘Monumento a Carlos III en Orán, 1722’, de los profesores Antonio Bravo Nieto y Sergio Ramírez González.
Y haciendo hincapié en el conocimiento de Ceuta y sus alrededores, no debemos olvidar la importancia del arte como valor documental en producciones dieciochescas y en los grabados. Un acercamiento a la evolución temporal de estos se expone en ‘El frente de tierra en una obra desconocida de comienzos del siglo XVIII’, de Gabriel Mª. Fernández Ahumada. En esta contribución se explica que en lienzos como Asedio de Gibraltar –título atribuido de forma errónea ya que se refiere a la ciudad objeto de estudio–, queda inmortalizada tanto la urbanización como la utilidad de sus sistemas defensivos frente a ataques y acometidas. Se incluyen hasta los vestuarios de los soldados que participaron en las batallas históricas, narradas en estos testimonios visuales durante el asedio del sultán Ismael Muley. Sumando todos estos factores anteriormente comentados, el cambio urbanístico de Ceuta en la Edad Moderna permite entender cómo estos elementos patrimoniales surgieron y desaparecieron en una misma época o cuál es el origen de la actual característica y funcionalidad de su planeamiento. Esto es así porque, para entender la esencia de un enclave territorial, es necesario comprender tanto el patrimonio existente como el que desapareció. Además, hay que tener en cuenta la dimensión histórica de la villa, las necesidades poblacionales en cada momento y las consecuencias pragmáticas derivadas del conjunto de tales factores, así como su posible perdurabilidad en la contemporaneidad.
Por añadidura, el redescubrimiento de nuevos conjuntos patrimoniales y su conexión con los destinos estratégicos más importantes del Mediterráneo en la Edad Moderna reinciden en las cualidades defensivas de la localidad. Así se manifiesta en la aportación de Carlos Gozalbes Cravioto, centrada en ‘El Castillo de Pescadores (Cobluca-Cherchel-Puerto Capaz-Yebha)’: Un desconocido castillo de frontera en la costa del norte de Marruecos”. Dicha construcción, de robustas torres circulares y cuadrangulares, es comúnmente conocida con este nombre por servir de cobijo y protección a los lugareños de dedicación pesquera en Chercher, frente a los corsarios procedentes de la zona meridional portuguesa y andaluza. Por tanto, tomando como referencia las alusiones a esta fortaleza en fuentes documentales y gráficas de épocas pasadas, existen además fotografías datadas en el siglo XX que complementan su presencia y ayudan a imaginar su reconstrucción. De esta manera, y con intervenciones como esta, es posible comprender la magnitud espacial de estas grandes estructuras y, por ende, la perpetuación de un distintivo militar inherente a las poblaciones norteafricanas de costa.
En definitiva, estas investigaciones nos permiten reconocer una imagen global de la situación, topografía y evolución histórica de las fortificaciones en el norte de África. Además, el uso del color y el exquisito cuidado de su diseño, aportan un plus visual de agradecer; no en vano, se llega incluso a enumerar la relación de la información textual con las imágenes expuestas, incluyendo alguna planimetría.
Aunque nos encontramos con la ausencia de una traducción inglesa en cada capítulo como medida globalizadora y con la carencia de prólogo inicial o de palabras claves en dicho idioma –requeridas en los formatos de investigación actuales propios del estudio de las Ciencias Sociales, el Arte y las Humanidades–, es de justicia enfatizar la intervención de autorías especializadas de ámbito internacional. Así, por ejemplo, la interrelación entre firmas portuguesas y españolas, necesaria para una visión analítica de conjunto más amplia, es reflejo prístino de la identidad propia de esta ciudad que, antaño, fue objeto de deseo de civilizaciones históricas. El motivo es sencillo: la urbe, situada entre dos continentes longevos y opuestos, es un lugar geoestratégicamente clave al presentar un notable interés debido a la facilidad de conexión y a las posibilidades de intercambio que genera entre territorios vecinos.
Como citar este artículo:
Bleda Soler, M. (2023). AA.VV. (2022) Fortius. Fortificaciones en el extremo occidental norteafricano. Instituto de Estudios Ceutíes. ISBN: 978-84-18642-17-3. Revista Eviterna, (13), 81-84 / https://doi.org/10.24310/ Eviternare.vi13.15993