GONZÁLEZ CASTREJÓN, S. (2019). TEMPLOS VIRREINALES DE LA SIERRA DE OYÓN Y HUAURA. ESTUDIO ARTÍSTICO E ICONOGRÁFICO. LIMA: FONDO EDITORIAL DE LA UNIVERSIDAD DE SAN MARTÍN DE PORRES, OBISPADO DE HUACHO.
GONZÁLEZ CASTREJÓN, S. (2019). VICEREGAL TEMPLES OF THE SIERRA DE OYÓN AND HUAURA. ARTISTIC AND ICONOGRAPHIC STUDY. LIMA: EDITORIAL FUND OF THE UNIVERSITY OF MARTÍN DE PORRAS, HUACHO BISHOPRIC.
Francisco Mamani Fuentes
(Université Paris Sciences et Lettres-Ecole Normale Supérieure,
Universidad de Granada)
Recibido: 8 de diciembre 2020 / Aceptado: 8 de febrero 2021
Uno de los grandes desafíos para las historiadoras e historiadores es encontrar un tema de investigación que no haya sido tratado antes, trabajo complejo en una disciplina que se ve obligada constantemente a revisar sus fuentes bajo nuevas miradas para así obtener otros resultados. El libro escrito por Sara González Castrejón, doctora en historia del arte por la Universidad de Castilla-La Mancha, es uno de aquellos hallazgos de gran riqueza. A lo largo del libro, la autora nos demuestra la fuerte relación que existe entre el trabajo de archivo, la rigurosidad metodológica y el respeto por las comunidades donde se realiza el trabajo de campo, aspectos que deben estar siempre presentes en toda investigación histórica.
El objetivo principal del libro es poner en valor la rica historia virreinal de la sierra de Lima, en especial las provincias de Oyón y Huara, que poseen un inmenso patrimonio histórico monumental que lamentablemente a día de hoy no está realmente considerado por las autoridades peruanas. Para ello la autora nos invita a descubrir las numerosas iglesias de doctrina que sobreviven desde fines del siglo XVI y que han sufrido numerosos embates a través su historia: desastres naturales, abandono, robo y vandalismo. Estos edificios pueden ser considerados como una nueva zona de interés histórico artístico para la escena historiográfica peruana, debido a que presentan una riqueza que se manifiesta en altares barrocos, techos decorados y sus impresionantes pinturas murales que están a la altura de los templos de la zona cusqueña o del altiplano.
La autora comienza el texto con una introducción en la que realiza un necesario estado de la cuestión, marcado por la ausencia de información o de bibliografía sobre estos templos; incluso recalca que la «gran historiografía peruana» que ha estudiado el periodo virreinal no ha abordado los templos de las provincias de Oyón y Huara. A pesar de este problema, la autora se ha servido de algunas iniciativas que han intentado resguardar el patrimonio de esta zona del Perú, como el proyecto iniciado por World Monuments Fund a través de Robert W. Wilson Challenge Our Heritage desde el 2002, el proyecto financiado por la beca Getty Conservation Institute dirigido por la arquitecta Patricia Navarro Grau en conjunto con la arquitecta Maria Isabel Beas y el historiador César Maguña (2000, 2005, 2006), y finalmente ciertas acciones de restauración realizadas por Patrimonio Perú. Además de estos aportes, la investigadora ha hecho un trabajo de archivo que se evidencia en los fondos utilizados en el libro: el Archivo arzobispal de Lima, el Archivo del Cabildo metropolitano de Lima, el Archivo general de Indias, el Archivo del obispado de Huacho y el Archivo General de la Nación. Gracias a esto, Sara González ha podido lanzarse al estudio de estos templos con el apoyo de la Universidad de San Martín de Porres y el Obispado de Huacho, quienes editaron este libro.
El texto debe ser comprendido como un recorrido por la geografía de la sierra de Lima, un viaje extremadamente rico que necesita una contextualización histórica. Es así como la autora, expone en un apartado dedicado a ello la historia de la primera evangelización de la Sierra de Oyón y Huaura, en los repartimientos de Andax y Checras, presentándonos de esta manera la historia general de los templos de doctrina y las ordenes religiosas que estuvieron a cargo de ellos: Dominicos, Agustinos y Mercedarios.
Los templos han sido agrupados por la autora en dos grandes grupos, definidos por la provincia en la cual se encuentran. Comienza con la provincia de Huaura, donde analiza los edificios que fueron parte de la Doctrina de Santiago de Maray (antiguo repartimiento de los Checras). De este primer grupo, compuesto por diez templos, destacamos el de San Pedro de Tongos, donde encontramos lo que la autora llama «retablos tipo cariátides», que fueron una tipología de moda desde fines del siglo XVIII hasta principios del XIX; y el de San Bartolomé de Picoy que es uno de los que mejor conserva sus rasgos virreinales. El segundo grupo de templos, ubicados en la provincia de Oyón, están repartidos en la Doctrina de Santo Tomás de Cochamarca (4), en la Doctrina de Santiago de Andajes (7) y en la Doctrina de San Juan Bautista de Churín (11). De estos templos destacamos el de Nuestra Señora del Rosario de Calpa, donde encontramos en su fachada-retablo un programa decorativo mural que es similar a otros templos de la zona, lo que podría indicarnos la presencia de un mismo taller detrás de la realización de estas obras; el de San Martín de Maní donde encontramos textos religiosos en la pintura mural; el de Santiago de Andajes con uno de los mejores retablos de todo el Perú del siglo XIX; el de San Cristóbal de Rapaz que presenta pintura mural del siglo XVII, con una calidad que debería situarlo junto a los templos de Andahuaylillas y Huaro, referentes en pintura mural peruana de la época virreinal; y finalmente la de Santa María Magdalena de Pachangara, que es uno de los templos de mayores dimensiones de la doctrina y uno de los que presenta más elementos iconográficos de la Orden Mercedaria. La autora añade a estos dos grupos uno de edificios catalogados como Capillas de Hacienda y otro donde hace homenaje a los templos ya desaparecidos. Finalmente, el libro cierra con un apartado para las conclusiones, un apéndice documental compuesto por ocho textos y la bibliografía.
Son varios los aspectos interesantes del libro. En primer lugar, la autora plantea un enfoque de análisis que se plasma en cada una de las descripciones de los templos. Vemos así una sección dedicada a las noticias que tenemos del edificio. Después nos presenta la historia material del templo, sus etapas constructivas. Sigue con la descripción del retablo mayor y de las imágenes/esculturas, enfocándose en la relación que ellas tienen con la cultura católica, relatando en varias ocasiones textos hagiográficos, historias de las advocaciones de la virgen e historias de las congregaciones religiosas. Realiza además un inventario de todos los objetos, como el púlpito, los otros retablos y el órgano, y analiza el programa decorativo del arco toral y de la fachada-retablo. Para terminar, se dedica al techo, al coro y a la torre que puede ser exenta. En segundo lugar, la autora refuerza constantemente el rol de ciertos actores que fueron determinantes en la historia de estos templos, destacamos a fray Domingo de Santo Tomás, el arzobispo Jerónimo de Loaysa, el arquitecto Diego de Porres, el arzobispo San Toribio de Mogravejo y el visitador Julián Carrión y Tagle. Finalmente queremos remarcar que en cada templo la autora dedica unas líneas al final a modo de conclusión valorativa, resaltando la importancia de ese templo virreinal en el patrimonio monumental peruano.
Para concluir tomamos las palabras de la autora, este libro presenta al lector una «historia inédita», con documentos nunca publicados y con una investigación que manifiesta la agencia de las iglesias rurales en la auto-propaganda de sus comitentes, en su uso como obras de prestigio, en la visibilización del estatus de los pueblos donde fueron construidas, la importancia de las ordenes religiosas involucradas en la evangelización, y finalmente, el rol de la iniciativa privada en su construcción y mantenimiento. Metodológicamente, el libro no se limita a la historia de los templos virreinales bajo el periodo español, sino que los estudia hasta hoy, mostrándonos la visión de la investigadora sobre cómo abordar un edificio. El mensaje es claro: el edificio, entendido como documento histórico, muestra en el presente sus diversas etapas, no solo constructivas sino también decorativas, políticas y comunitarias. Esto nos invita a concebir un enfoque desde el hoy de cada edificio. No nos confundamos, este libro no debe encasillarse como una monografía en Historia de la Arquitectura. Es mucho más, acierta al elaborar una historia cultural de los templos virreinales, entendiéndolos como el espacio de interacción de múltiples factores, y resaltando uno de ellos: su relación con su comunidad de fieles, a los cuales la autora dedica este libro.