Crecer en un chino y Vamos al chino: deconstrucciones de la sinofobia desde la práctica artística*

Laia Manonelles Moner

Universidad de Barcelona (UB)

laiamanonelles@ub.edu

Resumen: La migración china a España experimentó un claro crecimiento en la década de los ochenta del pasado siglo y, en la última década del nuevo milenio, hay que destacar que tanto jóvenes de origen chino que han migrado a España como las generaciones de jóvenes asiático-descendientes –que han nacido y se han escolarizado en España– han empezado a enfocar el racismo sistémico de la sociedad española, denunciando los prejuicios que padece la comunidad china y sus descendientes. La creación puede devenir un dispositivo para enfocar tópicos que discriminan a las personas migradas y racializadas y, a partir del trabajo multimedia Crecer en un chino (2019) de Paloma Chen y de la acción Vamos al chino (2022) del colectivo Cangrejo Pro, se ahondará en la potencialidad de la práctica artística para tomar la palabra y pasar a la acción con la finalidad de visibilizar y «reparar» las heridas migratorias.

Palabras clave: Arte procesual; Prácticas artísticas colaborativas; Racismo; Diáspora china; Paloma Chen; Cangrejo Pro.

Crecer en un chino and Vamos al chino: Deconstructing Sinophobia through Artistic Practice

Abstract: Chinese migration to Spain experienced a significant increase in the eighties of the last century and, in the last decade of the new millennium, it should be noted that both young people of Chinese origin, who have migrated to Spain, and the young Asian descent –who were born and went to school in Spain– have begun to focus on the systemic racism of Spanish society, denouncing the prejudices suffered by the Chinese community and its descendants. Creation can become a tool to focus on issues about discrimination against migrants and racialized people, and this article, based on the multimedia work Crecer en un chino (2019) by Paloma Chen and the action Vamos al chino (2022) by the collective Cangrejo Pro, will explore the potential of artistic practice with the aim of making visible and «repare» the wounds of migration.

Keywords: Processual art; Collaborative artistic practices; Racism; Chinese diaspora; Paloma Chen; Cangrejo Pro.

Recibido: 8 de octubre de 2024 / Aceptado: 29 de mayo de 2025.

Introducción. Las heridas migratorias

En el siglo XXI las personas inmigrantes han crecido exponencialmente y son una presencia estable en la sociedad española (Hernández, 2023) y, a raíz de dos procesos de regularización (1996, 2000) –en el quinquenio 1995-2000– se produjo un gran aumento de residentes chinos en España (Sáiz López, 2005: 152). Tal transformación en la demografía española implica ciertos conflictos sobre quién es «español» (Mayock y Corbalán, 2014: 9) y, en la actualidad, en las democracias tradicionales están proliferando discursos xenófobos por parte de partidos políticos de extrema-derecha (Arabi, 2020). Precisamente, en un marco geopolítico global, determinado por los flujos de movilidad internacionales y por fronteras políticas que generan exclusión (Garcés Mascareñas, 2023), la creación deviene un instrumento para enfocar las «heridas migratorias» y repensar los imaginarios que emergen fruto de las relaciones transnacionales. El presente artículo se centrará en dos proyectos para bosquejar cómo ciertas prácticas artísticas proponen explorar, de manera coral, las autorrepresentaciones de la comunidad china en España y sus descendientes con la finalidad de desactivar los prejuicios y las representaciones racistas e impulsar un pensamiento crítico. En concreto, se analizarán y se pondrán en relación el trabajo multimedia Crecer en un chino. Hablan los hijos de los restaurantes y los bazares de todo a 100 (2019), de la poeta y periodista valenciana de origen chino Paloma Chen (Alicante, 1997), con la acción colectiva Vamos al chino (2022) de la Compañía de Performance Cangrejo Pro (2018 hasta la actualidad), formada por un grupo de mujeres jóvenes de origen chino en Madrid, creada y dirigida por la artista Xirou Xiao (Hunan, 1992), quien llegó a España el año 2013 para realizar un Máster en Educación Artística en Instituciones Sociales y Culturales en la Universidad Complutense de Madrid.

Los procesos migratorios son heterogéneos y, antes de profundizar en las propuestas de Paloma Chen y del colectivo Cangrejo Pro, es preciso recordar que tales experiencias han sido un tema tratado extensamente por una generación anterior de artistas que, en las décadas de los ochenta y noventa, migraron de China a países como Estados Unidos, Europa y Australia para poder desarrollar su trayectoria sin censuras políticas. Diferentes historiadores/as del arte y curadores/as, como Gao Minglu (2002), Hou Hanru (2002), Melissa Chiu (2006) y Wu Hung (2014), rumian sobre tales artistas que enfocan las potencialidades y conflictos de habitar en los espacios denominados «in-between» (apropiándose del concepto propuesto por Homi Bhabha en 1994). Tales creadores/as ahondan en la «herida migratoria», siendo la identidad híbrida y la otredad temas determinantes en sus producciones artísticas. Justamente, el antropólogo Edmund Leach recuerda que construimos al «otro» a partir de un «nosotros» colectivo, subrayando que la construcción de la alteridad y la identidad son relacionales y contextuales (1967: 50). Leach bosqueja diferentes tipos de alteridad, en función de la «proximidad» de los grupos sociales, y señala que existe una categoría de «otro» que siendo próximo es «incierto». Este «otro incierto» aglutina el miedo a lo desconocido y advierte que la violencia es el resultado de que los seres humanos creen fronteras artificiales entre las personas que son como nosotros y los que no lo son (1967: 46). En esta dirección, el pensador e historiador Tzvetan Todorov apunta que el término «racismo» designa un «comportamiento» que generalmente está constituido por el odio hacia personas con características físicas diferentes a la nuestra y, también, que tal concepto hace referencia a una «ideología» concerniente a las razas humanas (2000: 115). Todorov subraya que toda pretensión universalista es etnocentrista e imperialista a la vez que alerta de los juicios de valor que emergen en las narrativas del «nosotros» y los «otros» (2000: 305).

Si recogemos tales reflexiones cabría preguntarse si, en el momento actual, se ha trascendido la «mirada al Otro». En concreto, sería pertinente interrogarse sobre qué sucede con las jóvenes generaciones de artistas, nacidos en los años noventa, que han realizado un proceso migratorio en el contexto del nuevo milenio marcado por la globalización. Otra cuestión a valorar sería qué acontece con las hijas e hijos de las familias que migraron –sea por motivos económicos y/o políticos– en las décadas de los ochenta y los noventa del pasado siglo. ¿Todavía profundizan dichos creadores en la herida migratoria? Los/as jóvenes artistas que han migrado alertan que, en el denominado mundo globalizado, aún persisten las actitudes xenófobas. En la misma dirección, los/las creadores asiático-descendientes –que han nacido y se han educado en España– interpelan a la sociedad con la siguiente cuestión: ¿hasta cuándo seremos migrantes? Tales jóvenes subrayan de este modo la discriminación hacia las personas racializadas.

Los antropólogos Dan Rodríguez-García, Teresa Habimana-Jordana y Cristina Rodríguez-Reche reflexionan sobre cómo marcadores visibles como el fenotipo continúa siendo un factor relevante en los procesos de estigmatización y discriminación en España. Recuerdan que el racismo se manifiesta cuando existe una estructura de poder ponderada a favor de una «raza» y que las construcciones raciales privilegian la «blanquitud», distinguiendo entre «nosotros» y «los otros», a la vez que alertan sobre las consecuencias negativas de tales jerarquías en la sociedad:

Cuando una maestra de tercer grado le dice a una niña de 8 años de padre español y madre dominicana que, por ser negra, interpretará al lobo en Caperucita Roja, o cuando un propietario se niega a alquilar un apartamento a alguien en base puramente en la apariencia física de esa persona, estamos, sin lugar a dudas, hablando del hecho social de la raza, de racialización y de racismo, no de algo abstracto o inexistente, es decir, sin impacto en la vida de la gente (2021: 47).

Con estas reflexiones advierten sobre los riesgos de un enfoque post-racial o «daltónico» (colorblind o ciego al color) que invisibiliza las diferencias en un contexto en que el racismo y la racialización están tan arraigados en el orden social que, frecuentemente, se normalizan representaciones que perpetran estereotipos negativos (2021: 37).

La estrategia metodológica de este artículo se basa en analizar dos casos de estudio, ahondando en el proyecto multimedia Crecer en un chino (2019) de Paloma Chen y en la acción colectiva Vamos al chino (2022) de la Compañía de Performance Cangrejo Pro. Se examinará cómo la creación, utilizando distintos lenguajes creativos, puede forjar dinámicas relacionales, enunciar otros relatos y desarticular los prejuicios que sufren las personas migradas y racializadas en España. La metodología es transdisciplinar, trabajando desde una perspectiva antropológica, sociológica y desde la historia del arte. En tal marco multifocal, ambos estudios de caso se pondrán en diálogo con un giro social del arte, con las reflexiones que exponen las propias creadoras en sus escritos y, también, en entrevistas realizadas por la autora a Paloma Chen y Xirou Xiao.

Crecer en un chino. Restaurantes, tiendas de alimentación y bazares

La poeta y periodista Paloma Chen reflexiona sobre la herida migratoria y visibiliza la discriminación y los estereotipos que padece la comunidad china y las personas racializadas y, en su proyecto multimedia Crecer en un chino. Hablan los hijos de los restaurantes y los bazares de todo a 100 (2019), recoge –a través de entrevistas– las vivencias de jóvenes asiático-descendientes que residen en España. Paloma Chen explica cómo dicho documental emergió como Trabajo de Fin de Grado de Periodismo en la Universidad de Valencia, inspirándose en diversas iniciativas como el documental Chiñoles y bananas. La segunda y nueva generación china en España (2015) de la periodista y poeta Susana Ye (Alicante, 1992), en el que entrevista a la antropóloga Gladys Nieto, a la socióloga Rosa Aparicio y a jóvenes españoles/as descendientes de migrantes chinos, que residen en Barcelona, Valencia y Madrid, para ahondar en la identidad. Chiñoles y bananas presenta el testimonio de trabajadores de comercios, ingenieros, periodistas, abogadas, veterinarias y una diseñadora gráfica. Paloma Chen entrevista –en Crecer en un chino a Susana Ye, quien expone que creció con una familia de acogida española hasta los once años, momento en el que fue a vivir con su familia biológica, desgranando el choque cultural y todas las posibles fases que vivió su familia como migrantes económicos chinos en España. Asimismo, Susana Ye reflexiona sobre el racismo que padeció de niña, que no descodificó hasta unos años más tarde, y exterioriza el proceso de autodescubrimiento y de reflexión en el que está. Las personas entrevistadas comparten vivencias relacionadas con el bulling, la soledad, las dificultades y las potencialidades de habitar una identidad híbrida. Precisamente, esta segunda generación dispone de un capital cultural que puede ser esencial para lograr construir una sociedad que celebre la pluralidad.

Otro referente a apuntar, que señala Paloma Chen, es el documental Chino Capuchino: cómo los estereotipos afectan a estos españoles (2019) de Ita Tsai, española de origen taiwanés, quien en dicho documental recoge fragmentos de programas y series de humor que ridiculizan y caricaturizan a las personas chinas para evidenciar la sinofobia de los medios de comunicación y el efecto nocivo que produce en la sociedad en general y, en particular, en la ciudadanía española con ascendencia este-asiática que se siente incomodada y humillada por tales estereotipos. Ita Tsai recoge el testimonio de jóvenes, como el escritor, músico y activista Chenta Tsai Tseng (Taiwan, 1991), conocido con el nombre artístico de Putochinomaricón, quien llegó a Madrid cuando tenía once meses. Dicho artista explica que se reapropia de la exclusión y de los insultos «puto chino maricón» para subvertir tales palabras y empoderase, exponiendo que concibe la creación como un caballo de Troya que trasmite estos mensajes antirracistas a personas que no conocen tales discriminaciones (Chenta Tsai Tseng en Ita Tsai, 2019). Aquí es preciso recordar cómo la crítica de arte, curadora y activista Lucy Lippard remarca, en su texto Caballos de Troya: arte activista y poder, la potencialidad del arte transgresor, sosteniendo que la creación «puede ser un socio poderoso para el discurso educativo, que expresa su propio idioma (y, dicho sea de paso, penetra subversivamente en intersticios donde la didáctica y la retórica no pueden entrar)» (1983: 60).

Paloma Chen revela que –si bien una de las premisas del periodismo es la distancia y la neutralidad– ella se posiciona, en la construcción de Crecer en un chino desde dentro. Los relatos expuestos por las personas entrevistadas conectan directamente con su propia historia y apunta que –al hablar sobre las vivencias– se desbloquean recuerdos, ahondando también en una identidad colectiva1. Además, Paloma Chen alerta de la connotación reduccionista del uso del término «chino» y profundiza, entre otros temas, en la herida migratoria y en los tópicos vinculados con la integración. Una de las personas que entrevista es al artista multidisciplinar Chenta Tsai Tseng, quien denuncia los prejuicios que ha vivido en un marco sociocultural que demoniza y caricaturiza a las personas asiáticas, recordando los discursos vinculados con «el peligro amarillo» que lo etiquetan como un «perpetual foreigner» (2019: 22-23). Tsai Tseng, en la entrevista, expone que sus padres fueron «estafados por el sueño europeo» y a la vez denuncia la existencia de un «techo de bambú» que dificulta el acceso a muchos espacios a pesar de que expone que tiene la esperanza que tales limitaciones puedan romperse. Paloma Chen y Chenta Tsai Tseng forman parte de la Red de Diáspora China, conjuntamente con Xirou Xiao y otros/as creadores/as y activistas, entendiendo la praxis artística como un instrumento para denunciar discriminaciones y explorar identidades híbridas.

Paloma Chen reúne los testimonios de tales jóvenes a la vez que explora sus propias vivencias, conectando la experiencia individual con una dimensión colectiva. La periodista y poeta explica la necesidad de responder a unas representaciones y narrativas que deshumanizan a la comunidad china y, en este marco, articula un reportaje multimedia en el que los relatos se humanizan. Expone que los restaurantes y los bazares chinos son lugares en los que se vive hostilidad y violencia, al mismo tiempo que revela que pueden devenir espacios de «resistencia» en los que emerge la creación y la resiliencia:

Yo los concibo así por mi experiencia personal, porque yo vengo de eso, y además me parecen ambientes que son totalmente disruptivos en el sentido hegemónico de la sociedad. Nunca se conciben como espacios donde se pueda hacer la resistencia ni nada artístico, cultural o intelectual, y no es verdad para nada. Son espacios donde yo he aprendido muchísimas cosas, donde yo, y sobre todo mi familia, que migró, pudo construir un restaurante y resistir. Yo creo que si lo llamo resistencia es porque lo que hacen las familias migrantes en general, y en particular las chinas, es resistir. Y me parecen además espacios que son muy violentos porque vienen las personas españolas con todo su orgullo, por ser autóctonas, y tú, que eres una persona migrante, les tienes que servir con esos juegos de poder de inferioridad, superioridad y prepotencia. Tienes que desarrollar cierta resistencia (Chen y Bajo de Vera, 2021).

Paloma Chen enfoca el conflicto, la confusión, el dolor e interpela de manera directa a la audiencia. Hay vasos comunicantes entre su documental coral Crecer en un chino, en el que ofrece una polifonía de voces, y sus poesías, puesto que lo personal conecta de manera directa con lo colectivo. En su poema Toda la vida reivindica el espacio de los restaurantes arraigados en las localidades frente a la exclusión social que señala la otredad:

[…] y mi restaurante con menú 7,50
y que lleva abierto desde 1980

sí que es un negocio de toda la vida (2022: 92).

El concepto de negocio chino y la expresión «vamos al chino» –utilizada peyorativamente para referirse a comercios y restaurantes de migrantes de origen chino abiertos en las últimas décadas– se relaciona directamente con el concepto de negocio o «bar de toda la vida», analizado por el antropólogo Joaquín Beltrán Antolín y la socióloga Amelia Sáiz López, quienes recogen el debate de si es correcto seguir utilizando la categoría étnica o de empresariado migrante puesto que «personas que han accedido a la nacionalidad y segundas generaciones acaban también siendo etiquetadas de inmigrantes cuando jurídicamente ya no lo son –los nacionalizados–, o bien su vida no se caracteriza por la movilidad internacional –segundas generaciones–» (2013: 88-89).

Paloma Chen recoge las reflexiones de jóvenes de su generación, pero trasciende el papel de mediadora porque construye tal proyecto desde dentro, desde la subjetividad. Chen encarna la teoría, poetiza la realidad, y transmite en sus versos la hostilidad que ha sentido ella y su familia. El trauma y la herida migratoria son procesados y compartidos mediante la práctica artística, entendida desde una perspectiva interseccional que entrelaza el racismo, el feminismo y la conciencia de clase social. En su poema Una cuestión personal (2023), cuyo título se inspira en el libro de Kenzaburō Ōe publicado en 1964, retorna a la sociedad las agresiones, los robos y las humillaciones que viven muchos jóvenes de su generación que ha entrevistado en Crecer en un chino.

Hoy no me saludaste.
Perdona, ¿cuál era tu nombre?
¿Qué estás viendo en la tele?
No te entiendo.
Cara de estupefacción.
Si llevas veinte años en España
¿cómo es que no sabes
hablar español?
Perdona, ¿cuál era tu nombre?
No tenemos plan esta tarde,
¿por qué no vamos
a los
chinos
a robar
un pintauñas,
alguna cosita pequeña?
Qué más dará…
no se van a enterar.
La china está
ahí todo el día;
no sabe hoy qué pasará:
si vendrán los testigos de Jehová,
si hará mucho o poco cash,
si vendrá alguien a quejarse
de que el lápiz que compró
es de poca calidad.
Quizá hagamos algo
que nunca hemos hecho antes…
Saquemos a punta de navaja
una propina,
total,
ella no se defenderá,
ella aún es algo amable
pero su marido
qué cara,
qué delgado,
qué pálido,
parece que cualquier
sonido
lo fuera a tumbar,
creo que ambos son
claramente
inofensivos.
¿Sabes dónde viven?
¡Ah si!
Sigamos a la
chinita.
La niña va a mi clase,
a veces la veo pasear.
Tiene la mirada perdida,
nunca sé adónde va…
Pero hoy lo sabremos.
Tocaremos el timbre,
huiremos.
No, no huiremos,
lo fingiremos.
Nos colaremos
en el rellano,
pondremos en su puerta
caca de perro.
Esperad,
tengo un mechero.
¿Por qué no les damos un pequeño
susto,
algo nimio,
algo pequeño,
algo inocente,
algo ingenuo?
Encendamos un petardo.
Hoy nos reiremos
de esos chinos
que vinieron
y que no sabemos
cuáles son sus nombres,
qué ven en la tele,
qué mira la niña
de la mirada perdida,
no se sabe si está
en la luna
o en la China.
Hoy la haremos reaccionar,
hoy quemaremos el bazar.
No saldrá en las noticias.
Somos niños inocentes.
Clientes habituales.
Hoy les haremos reaccionar.
A mis padres les gustará,
aunque no lo dirán
porque muchas veces
se han preguntaron
de qué hablarán estos chinos,
qué mirarán en la tele,
cómo se llamarán,
no se sabe si están
en la luna o en la China.
Son tan conformistas.
Son tan obedientes.
O
jalá algo los haga reaccionar (Una cuestión personal, Poemario Shan Shui Pixel Scenes, 2023).

De manera punzante y con una ironía mordaz visibiliza el acoso que viven las familias chinas que trabajan en tales comercios a la vez que alerta sobre la realidad de menores que, en el ámbito escolar, tienen que lidiar con actitudes racistas. Chen señala que concibió dicho poema como un artefacto oral para recitarlo frente a una audiencia blanca, española, para que se sintieran reflejados en el papel del agresor representado por unos niños. La poeta explica en una entrevista: «Cuando lo recito hay muchas otras personas migrantes, no sólo chinas, que se sienten muy identificadas porque cuento anécdotas que han vivido, ese tipo de bromas y microracismos» (Chen y Manonelles Moner, 12 de julio de 2023).

Paloma Chen aborda la herida migratoria y la identidad como joven china española hija de emigrantes. La creadora se pregunta por el espacio que la industria cultural y el canon literario euroblanco ofrecen a las mujeres migrantes y racializadas a la vez que advierte que las obras vinculadas con un pensamiento crítico, que trate las nociones de identidad y memoria, no aparecen en el currículum de formación de las instituciones educativas ni llega a los adolescentes (2023: 232). En su poemario Una invocación a las mayorías silenciosas (2022) habla desde la primera persona del singular y sus experiencias conectan de manera directa con la realidad de otras personas que han vivido procesos parecidos, enfatizando la relación de lo personal con lo político. Chen explica:

Es un poemario muy personal desde una identidad de mujer joven china española, hija de emigrantes. De alguna manera se inspira en muchas vivencias mías, pero también en muchas vivencias de compañeras y amigas con experiencias similares en la infancia […]. Hablo de muchísimos temas, como el racismo o el no poder comunicarte con tu familia porque hay una diferencia muy grande a nivel del lenguaje, cultura o costumbres, de no tener una identidad. Hablo desde mucho conflicto, desde mucha confusión. También hay rabia y tristeza, pero yo creo que eso tiene algo de colectivo, ¿no? La poesía puede ser muy egocéntrica, pero también puede tener algo más. Y yo me muevo bastante en círculos antirracistas y me interesa mucho ese tema, el de construir un proyecto más colectivo. Estoy contenta porque no solo personas chinas se pueden sentir identificadas o interpeladas por el libro, sino que muchos hijos e hijas de migrantes me han dicho que esa sensación de pertenencia la conocen (Chen y de Montis, 2022).

El poemario Una invocación a las mayorías silenciosas (2022) termina con una poesía con el mismo título en la que ahonda, de manera irónica, en la alteridad, en la dicotomía entre el «nosotros» y los «otros» que denuncia Leach, siendo determinante el hecho que invoca y apela a la comunidad. También hay que señalar que los textos de Paloma Chen alcanzan a un público amplio al ganar el Premio Nacional de Poesía Viva L de Lírica 2020 y aparecer en distintas plataformas digitales: «haciendo que las voces racializadas de la segunda generación estén siendo escuchadas en espacios a los que no habían llegado antes» (Hernández, 2023: 438). En unos versos del poema Una invocación a las mayorías silenciosas enuncia:

HOY invoco a las mayorías silenciosas
hemos venido a robar los trabajos
de los mejores ciudadanos
los que pagan impuestos y votan cada cuatro años (Chen, 2022: 103).

La creadora responde a la imaginería del peligro amarillo, de la «invasión» y de la caricaturización, con una invitación a crear contranarrativas y a forjar redes relacionales que ahonden en otros modos de hacer, siendo un ejemplo de ello la concepción de la Red de Diáspora China. Justamente, en el contexto del II Encuentro de la Diáspora China en España, el 2 de abril de 2022, presenció la acción Vamos al chino, del Colectivo Cangrejo Pro, en el Centro de Arte Matadero de Madrid. Una acción que enlaza directamente con la agresión relatada en el poema Una cuestión personal, interpelando desde la praxis artística a la sociedad para revertir el racismo estructural. Paloma Chen en una entrevista explica que decidió observar y no participar en dicha acción para no perderse ningún detalle, remarcando el impacto de tal performance en el público y que le emocionó profundamente puesto que apela a su propia historia, a la historia de sus padres, preguntándose cómo se habrían sentido éstos si la hubieran presenciado. Chen señala la potencia de dicha performance, que parte de lo autobiográfico, donde la emoción es explícita, directa, y a la vez sutil (Chen y Manonelles Moner, 12 de julio de 2023).

A continuación, las propuestas analizadas de Paloma Chen se pondrán en diálogo con la performance colectiva Vamos al chino (2022) para examinar cómo la praxis artística deviene un dispositivo para denunciar la sinofobia de la sociedad española.

Vamos al chino. Creación, comunidad y acción

La acción colectiva Vamos al chino, realizada por Cangrejo Pro (2022-2023), visibiliza y denuncia la violencia que padecen las personas de la comunidad china que trabajan en los bazares y tiendas de alimentación. Cangrejo Pro fue creado por la artista y mediadora cultural Xirou Xiao y está formado por un grupo de mujeres jóvenes de origen chino en Madrid (2018 hasta la actualidad), adentrándose en prácticas performativas colaborativas. La acción Vamos al chino ha sido llevada a cabo por las integrantes del colectivo Xirou Xiao, Zhihan Chen, Jiaying Li, Wanru Li, Jiakun Lu, Bixia Xu, Fengfan Yang y Shishi Zhu. Asimismo, hay que señalar que Xirou Xiao es cofundadora de la Asociación Liwai Acción Intercultural, desarrollando acciones de mediación intercultural a través del arte (2019 hasta la actualidad), es directora del proyecto de mediación artística y comunitaria TIĀN MǍ XÍNG KŌNG con familias chinas en Madrid y, también, es miembro de la Red de Diáspora China en España, junto con Paloma Chen y otras creadoras.

Antes de introducir la acción comunitaria Vamos al chino es preciso exponer que el grupo Cangrejo Pro se creó mediante una convocatoria por las redes sociales para realizar la acción comunitaria Me importa un pepino (2018-19) y, a lo largo de estos años, el colectivo ha evolucionado trascendiendo la praxis creativa para forjar una práctica que nace desde la amistad, la sororidad. Xirou Xiao reflexiona sobre qué significa ser una mujer joven china en España y cómo explora lo identitario desde la performance colectiva, siendo un ejemplo de ello Me importa un pepino (2018-19), en la Sala de Arte Joven de Madrid, en la que participaron diez mujeres jóvenes de origen chino. Xirou Xiao explica que el objetivo de dicha acción consiste en reflexionar sobre ¿quiénes son las jóvenes chinas que viven en Madrid?, ¿qué hacen?, ¿qué piensan sobre el feminismo?, ¿qué opinan y sienten sobre «el cuerpo», ¿y sobre su cuerpo en particular?, ¿qué dificultades y qué ventajas creen ellas que tiene ser una mujer china en España?, ¿cómo describen género e identidad?2.

El grupo obtuvo una beca en el Centro de Residencias Artísticas en Matadero, Madrid (2019-2023), y Xirou Xiao asevera que con este apoyo dispusieron de un espacio de trabajo y presupuesto «para mantener nuestra producción performativa y también la visibilidad y la legitimidad institucional» (Xiao y Hernández. s. f). Xirou Xiao expone que el arte es una herramienta para gestionar, también, la pluralidad del grupo y potenciar los vasos comunicantes entre ellas3.

El colectivo Cangrejo Pro anunció, en Instagram, la performance colectiva Vamos al chino (2022) [1] con la siguiente enunciación: «Crees que la situación de las familias chinas está lejos de ti, pero a mi madre le echaron cerveza en la cabeza...», remarcando –con tal afirmación– la decisión de enfocar tal agresión con el objetivo de generar una resonancia social para revertir tal situación de violencia que se silencia. Xirou Xiao revela en una entrevista realizada por Paloma Chen:

[…] dos compañeras de Cangrejo Pro nos compartieron incidentes parecidos: sus madres, que tienen tiendas de alimentación, casi simultáneamente habían sufrido robos con violencia. Esto no es un caso aislado. Este tipo de negocios sufren mucha inseguridad, y algunas compañeras de Cangrejo Pro lo han vivido desde pequeñas. Sentimos que teníamos que hacer algo al respecto, y esa fue nuestra manera, la única, con la que lidiar con nuestra necesidad personal y colectiva (Xiao y Chen, 2024).

Xirou Xiao explica que, aunque no todo el grupo ha experimentado este tipo de agresiones, se abrió un debate interno a raíz de tal suceso y la acción se concibió como un acto de apoyo y, al mismo tiempo, de denuncia. Justamente, para canalizar tal malestar decidieron recrear una tienda de alimentación china, con chucherías, en las que ellas atendían y el público recibía unas notas escritas con determinadas instrucciones como: «roba sin que te vean», «monta un pollo», «acércate a la mesa, elige el producto que quieras y di que lo pagarás la próxima vez» y, tras estas situaciones en las que el público interactuaba con ellas, intercambiaban el rol con la audiencia que devenía quienes atendían en la tienda.

Xirou Xiao explica que la expresión «Vamos al chino» provoca incomodidad y decidieron enfocar la realidad invisible de las agresiones que padece la comunidad china que trabaja en comercios de alimentación y bazares. La artista explica que la acción comunitaria parte de la necesidad, de un compromiso, como respuesta al asalto que vivió la madre de una de ellas a la que unos adolescentes le vertieron una cerveza encima. Este acto de violencia, lo captura también Paloma Chen en sus versos del poema Una cuestión personal:

Hoy la haremos reaccionar,
hoy quemaremos el bazar.
No saldrá en las noticias.
Somos niños inocentes.
Clientes habituales (2023).

Tanto Paloma Chen como Cangrejo Pro alertan sobre la hostilidad que padecen estas familias y la «normalización» de comportamientos humillantes. Para visibilizarlo y denunciarlo el colectivo del Cangrejo Pro termina la acción Vamos al chino derramándose ellas mismas una cerveza sobre sus cabezas. Se solidarizan y muestran su apoyo a estas familias que viven estas agresiones, mostrando que entienden su sufrimiento e interpelando al público con tal acción y con la siguiente pregunta: «¿crees que la situación de las familias chinas está lejos de ti? Pero es mi familia». Xiao relata que la audiencia les pregunta por qué no acuden a la policía y, en el debate posterior a la acción, ellas explican que, aunque se llame a la policía, no hay resultados.

La performance puede interpretarse como un ritual comunitario en el que exorcizan la agresión y potencian la fuerza del colectivo. Esta naturaleza catártica se entrelaza con una decisión política. Xirou Xiao nos lanza la siguiente pregunta: ¿cómo se transmite el racismo a personas que no lo han vivido nunca?4.

Una de las estrategias es interpelar de manera directa a la sociedad a través de la praxis artística, potenciando la interacción para tejer alianzas y redes afectivas. La performance comunitaria Vamos al chino termina con la pregunta: «¿crees que la situación de las familias chinas está lejos de ti?», que luego es repetida con un audio que reproduce un coro de voces. Con esta pregunta directa, al igual que con los poemas de Invocación a las mayorías silenciosas de Chen, se señala claramente el conflicto, la deshumanización y se apela a la empatía.

La performance colectiva Vamos al chino deviene un dispositivo para denunciar la sinofobia de la sociedad española y se ha llevado a cabo en diferentes enclaves, adaptándola en cada uno de ellos, como en el Centro de Creación Artística Matadero en Madrid, dentro del II Encuentro de la Diáspora China en España (2 de abril de 2022), delante del Centro Arts Santa Mònica en Barcelona (2 de octubre de 2022), en el marco de los VIII Encuentro Cultura y Ciudadanía en Sevilla (26 de octubre de 2022), en el Festival de Cultura Feminista en San Sebastián (2 de diciembre de 2023) y en el Museo del Traje de Madrid (20 de junio del 2023). Me centraré en la acción llevada a cabo en Barcelona [2], frente a una audiencia especialmente heterogénea. Cangrejo Pro, en la convocatoria de la acción, enuncia el deseo que esta pieza siga fermentando en espacios públicos, en centros escolares y en espacios escénicos puesto que uno de los objetivos finales es interpelar a la sociedad.

Cangrejo Pro rumia sobre la decisión de volver a activar la acción, una segunda vez, en Barcelona. El grupo, antes de la performance, se preguntó por qué reabrir heridas y Xirou Xiao explica que cada una de ellas encontró su propio sentido, no todas habían vivido tales situaciones y expone que el colectivo se sustenta en el apoyo mutuo, en las redes de amistad, de sororidad, escuchándose, aprendiendo, creciendo juntas y recogiendo los conflictos y la diversidad (Xiao y Manonelles Moner, 1 de diciembre de 2022). Xirou Xiao, ante la pregunta de por qué lo hacemos, responde que recrear/revivir una experiencia traumática es una manera de exorcizar, visibilizar y denunciar tal agresión. En una publicación en Instagram el mismo día que realizaron la acción, Cangrejo Pro, en relación a la experiencia en Barcelona, explica que el núcleo del grupo se ha fortalecido:

Hemos recibido y hemos creado nuevas experiencias. Por un lado, hemos transmitido a más gente una realidad de la comunidad china en España, hemos podido dar un pasito más a la transformación social que deseamos. Por otro lado, entre las cangrejas hemos actualizado nuestra «misión» de la creación de esta pieza, resignificar por qué y para qué hacemos, que es para ti esta pieza en este momento de tu vida, qué sentido hay «repetir» y «reabrir» una y otra vez las heridas propias tan dolorosas…cada una encontramos nuestra reflexión y la conexión (2022).

Esta misión enlaza con el propósito de recoger y pensar la siguiente cuestión que plantea Xirou Xiao: ¿Cómo se transmite el racismo a personas que no lo han vivido nunca? Una de las estrategias es interpelar de manera directa a la audiencia, proponer al público que interactúe, formando parte de la acción al adoptar el rol tanto de quien agrede como de quien recibe la agresión. Cangrejo Pro encarna y propone encarnar a la audiencia estas vivencias, retornando a la sociedad tales violencias. También hay que indicar que una voz individual y una voz colectiva (a modo de coro) repitió al final de la acción: ¿crees que la situación de las familias chinas no te afecta a ti? [3].

Xirou Xiao indica que la acción en cada lugar es distinta y que el grupo se pregunta por qué hacer la performance de nuevo en cada ocasión: «No es una pieza suave o fácil, es desde las tripas y las heridas personales y colectivas, y por el momento no la vamos a volver a hacer» (Xiao y Chen, 2024). Respecto tal decisión, Xirou Xiao explica que la última performance, que tuvo lugar en el museo del Traje de Madrid, la presenció la madre que había recibido tal agresión y cómo vivió la acción como un acto de apoyo colectivo, ayudando a cicatrizar las heridas (Xirou y Manonelles Moner, 2024). Aquí puede verse cómo ciertas prácticas artísticas procesuales, forjadas desde la sororidad, subrayan la relevancia de pasar a la acción para tejer redes de apoyo mutuo a la vez que se retorna tal violencia sistémica a la sociedad para fomentar un pensamiento crítico desde los afectos. Esta acción, en la que asistió la progenitora de una de las integrantes de Cangrejo Pro que padeció el asalto, puede entenderse como un acto de reparación simbólica construida desde la empatía.

Tales redes se tejen desde los afectos con el objetivo de tocar al público para impulsar una conciencia crítica. La historiadora del arte Nina Felshin remarca que los/las artistas activistas conectan la creación con los movimientos sociales, comprometiéndose en procesos activos de representación para estimular el cambio social (2001: 90). En relación al giro social del arte, la historiadora de arte Claire Bishop enfatiza la autorrepresentación de quienes padecen opresiones para que denuncien las injusticias vividas con su propia voz y tales proyectos artísticos comunitarios impulsan un cambio social desde dentro (2016). Aquí cabe señalar la relevancia de las autorrepresentaciones, en plural, para ahondar en una polifonía de relatos desde lo heterogéneo, vinculando lo personal con lo colectivo.

Conclusiones finales. ¿Cómo se transmite el racismo a personas que nunca lo han vivido?

La artista Cristina Zhang Yu y la médica Jiun Isabel Zhang Yim, miembros de la Red de Diáspora China, manifiestan que se acogen a la escritura como un acto de resistencia dentro de la producción epistémica de la academia española, identificando discursos sinófobos (2021: 2). El compromiso de tomar la palabra y poner el cuerpo es esencial en la naturaleza procesual de las iniciativas estudiadas que deconstruyen la sinofobia desde la praxis artística. El arte deviene un instrumento para explorar la vulnerabilidad y para pronunciar aquello que es silenciado, profundizando en la cohesión del colectivo. Aquí cabe recordar cómo John Berger alerta que una mayoría de la sociedad considera que las obras expuestas en los museos no les afectan, que son patrimonio de unos pocos privilegiados (2011: 24) y, en esta dirección, es esencial destacar que los proyectos analizados trascienden los marcos institucionales y nacen con la clara voluntad de llegar a un público amplio e interpelar a la sociedad.

La práctica artística puede convertirse en un instrumento para visibilizar y denunciar la discriminación, repensando la construcción de identidades híbridas en un escenario global. Las propuestas analizadas se articulan a partir de experiencias personales que conectan directamente con la comunidad, con la sociedad. Lo personal es político y las jóvenes generaciones de creadores/as sino-descendientes, nacidas y educadas en España, y los/las jóvenes que han llegado al Estado español, a partir del nuevo milenio, conciben el arte como un dispositivo para enfocar la violencia cotidiana racista, machista y clasista. Asimismo, para deconstruir las representaciones estereotipadas con el sesgo del «peligro amarillo» y/o la «exotización», exploran las autorrepresentaciones para subrayar la pluralidad y remarcar la necesidad de articular y escuchar otros relatos. Paloma Chen y Cangrejo Pro proponen pasar a la acción para desdibujar la otredad y promover un pensamiento crítico.

Tales creadoras involucran a la audiencia e invocan a las mayorías silenciosas. A través de la palabra escrita y vivida, de la oralidad y de la acción, nos hacen partícipes de la responsabilidad de crear otras maneras de ser, estar y hacer en el mundo que se sustenten en el respeto y la empatía.

Agradecimientos

Quiero expresar mi gratitud a Paloma Chen y a Xirou Xiao.

Notas

* Este artículo se enmarca dentro del trabajo realizado en el grupo de investigación InterAsia (2021 SGR 01028) y en el proyecto VIGEO (PID2022-139211OB-I00).

1 Conferencia de Paloma Chen en el marco de la Jornada Invocación a las mayorías silenciosas que tuvo lugar el 10 de mayo de 2023 en la Universidad de Barcelona.

2 Xirou Xiao, véase: https://www.chinacult.es/project/me-importa-un-pepino/.

3 Xirou Xiao en la conferencia Vamos al Chino, realizada en la Universidad de Barcelona el 30 de noviembre de 2022.

4 Xirou Xiao en la conferencia Vamos al Chino, realizada en la Universidad de Barcelona el 30 de noviembre de 2022.

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