Juan Gil de Hontañón, arquitecto del tardogótico
ALONSO RUIZ, Begoña
Editorial CSIC, Madrid, 2023
ISBN: 978-84-00-11185-4
La monografía de Begoña Alonso Ruiz presenta de manera completa y detallada la vida y las obras del maestro cántabro Juan Gil de Hontañón, uno de los principales arquitectos tardogóticos activos a principio del siglo XVI. La trayectoria profesional del arquitecto carecía hasta ahora de un estudio monográfico, pese a su papel de relieve en obras fundamentales a lo largo de toda la Península como las catedrales de Segovia y de Salamanca, entre otros edificios destacados. En las décadas pasadas, la escasez de documentación influyó negativamente en su estudio, llevando a un excesivo atribucionismo que generó interpretaciones erróneas de su obra, algo que la autora se propone revertir a través de un análisis puntual de la documentación de archivo –bien a través la presentación de nueva documentación o bien a través una relectura de fuentes publicadas previamente– y un estudio crítico de la obra del arquitecto en su conjunto.
La monografía se compone de tres apartados: en el primero la autora se ocupa de la oscura bibliografía de Juan Gil; le sigue un análisis pormenorizado del lenguaje arquitectónico propio del maestro, para concluir con un detallado catálogo que incluye la totalidad de las obras en las cuales se ha destacado la intervención del arquitecto cántabro a lo largo de la historiografía.
En la sección inicial, la autora introduce un fundamental estudio de la primera etapa formativa de Juan Gil de Hontañón, cuyos comienzos profesionales son de difícil interpretación debido a la escasez de la documentación encontrada. Sin embargo, a través del estudio de la mucho más conocida biografía de su hijo Rodrigo, la autora arroja luz a estos años poco estudiados y de vacío documental, perfilando su formación entre Segovia y Madrid. Sus primeras intervenciones tuvieron lugar bajo la huella de Juan Guas y, a continuación, bajo el fundamental patrocinio del obispo Juan Rodríguez de Fonseca, cuyos encargos permitieron al arquitecto cántabro entrar en contacto con la obra de Simón de Colonia. Sin embargo, este obispo tuvo un papel destacado incluso más allá de la promoción artística, pues como da a conocer Begoña Alonso en este libro, es gracias a él que el maestro pudo obtener el perdón real y seguir siendo uno de los arquitectos más destacados de su época tras algunos problemas con la ley. Este período concluyó con la vuelta a Madrid, que dio paso a su etapa más conocida, en la cual participó en las grandes obras catedralicias castellanas de la época. Así, la autora vuelve a incidir en este momento (1500-1526) con una rigurosa y nueva mirada hacia la documentación. Se abrió entonces una etapa en la cual el arquitecto fue contratado por grandes personajes de la nobleza castellana –como, por ejemplo, los duques del Infantado, los de Alburquerque, los Fonseca, los Enríquez y los Velasco, cuya relación con el maestro es analizada detenidamente– y de la realeza, llegando a participar en la construcción de la Capilla Real de Granada.
En el segundo capítulo la autora se centra en el análisis del lenguaje del maestro, interpretando las trazas que produjo y la gran variedad y riqueza de soluciones que propuso en sus obras, definiendo los rasgos más propios de la arquitectura de Juan Gil, que utilizará para discernir las atribuciones impropias en el siguiente apartado. Así, analiza las soluciones planimétricas que más empleó –destacando la cabecera trebolada o la planta de salón, luego perfeccionada por su hijo–, las tipologías de bóvedas –en su mayoría heredadas de Juan Guas, hasta un notable enriquecimiento con la introducción de nervios curvos a partir de la intervención en Palencia– y su contenido decorativismo inicial, que creció paulatinamente en los últimos años hasta la gran proliferación ornamental que caracteriza obras como el cimborrio sevillano. Todos estos elementos constituyen una verdadera clave para entender la arquitectura del maestro, pues permiten a Begoña Alonso argumentar a favor de la atribución a Juan Gil de obras que carecen de menciones documentales. Sin embargo, estos elementos también alcanzarán a sus discípulos, de los cuales la autora presenta aquí breves referencias.
La última sección se constituye como un amplio catálogo donde cada obra es analizada detenidamente e ilustrada con planimetrías y fotografías, incluyendo obras documentadas y otras atribuidas al arquitecto con más o menos certidumbre. Para estas, la autora toma posición argumentando a favor o en contra de su atribución al maestro cuando la documentación y el análisis de la arquitectura no permiten establecer vínculos claros e indiscutibles con el conjunto de sus obras conocidas. Por lo tanto, incluye algunos ejemplos precedentemente atribuidos a Juan Gil de Hontañón –como, por ejemplo, la Sacristía de los Cálices en la catedral de Sevilla–, en los cuales descarta su intervención, proponiendo nuevas hipótesis relativas a los maestros que pudieron participar en su construcción. El capítulo se divide en diferentes secciones que agrupan las obras realizadas al margen de sus encargos principales, como el claustro de la catedral de Palencia, la librería de la catedral de Segovia, la catedral nueva de Salamanca –cuya descripción cuenta con un gran nivel de detalle, incluyendo las diferentes fases tanto documentadas como atribuidas–, el cimborrio de la catedral de Sevilla y la nueva catedral de Segovia. Cada una conlleva la intervención del arquitecto en una serie de obras vinculadas al mismo promotor, que la autora analiza de manera independiente, proponiendo para ellas nuevas transcripciones de documentos que justifican su planteamiento crítico y su posición en la atribución al maestro cántabro. A estas obras, se añaden una serie de intervenciones o consultas, como las efectuadas en las catedrales de Santiago de Compostela, de Sigüenza o de Zamora, igualmente analizadas con detenimiento.
En suma, esta publicación constituye una obra fundamental para el estudio de la arquitectura tardogótica peninsular al analizar por primera vez de manera completa y exhaustiva a uno de sus grandes protagonistas, Juan Gil de Hontañón, a quien conocemos ahora mucho mejor.
Arianna Vignati
Universidad Autónoma de Madrid