Teoría del arte y cultura digital

MARTÍN PRADA, Juan

Ediciones Akal, Madrid, 2023

ISBN: 978-84-460-5349-1

Es incuestionable que la actualidad está intensamente marcada por el desarrollo de la tecnología digital en todos los ámbitos. Cada día millones de personas interactúan en diferentes plataformas de la red digital global consumiendo con voracidad miles de imágenes. La accesibilidad a diferentes dispositivos portátiles y herramientas digitales para generar, manipular y consumir imágenes, facilita que cualquier usuario se convierta en productor y gestor de casi todas las representaciones que desea. La imagen ha adquirido un estatus privilegiado en esta época de la híper-visualidad y condiciona muchos aspectos de la vida cotidiana, incluida nuestra propia subjetividad. Es precisamente a partir del cuestionamiento sobre estatus del artista en este contexto de la cultura-red desde donde el especialista Juan Martín Prada ha elaborado el ambicioso libro Teoría del Arte y Cultura Digital.

El ensayo se enmarca dentro de una amplia línea de investigación desarrollada por el autor sobre diferentes circunstancias que acontecen desde la irrupción de la tecnología digital en la creación artística. Como ejemplo cabe recordar, además de numerosas publicaciones de artículos, los libros: Prácticas artísticas e Internet en la época de las redes sociales (Akal, Colección de Arte contemporáneo, 2012), Otro tiempo para el arte. Cuestiones y comentarios sobre el arte actual (Sendemà, 2012) y El ver y las imágenes en el tiempo de Internet (Akal, Colección de Estudios Visuales, 2018).

En el presente trabajo el autor aborda un área de conocimiento de la estética y la teoría del arte extremadamente compleja no sólo por ser rabiosamente actual en cuanto sincrónicamente contemporánea, sino por su extensión, tanto en términos teóricos como en magnitudes físicas. Tal y como cita el propio autor, su intención no ha sido la teorización del arte digital, sino sobre cómo el arte asume los condicionantes técnicos que articulan nuestras vidas y regulan nuestra subjetividad. Para enfrentarse a la dimensión de la cuestión, el autor ha dividido en libro en una serie de capítulos en los que se señalan las líneas fundamentales de investigación en esta área de conocimiento.

El libro comienza con el capítulo dedicado a la revisión de las principales teorías de la imagen y la mirada. A lo largo del capítulo se analiza una de las ideas fundamentales que no sólo vertebran todo el libro, sino que, según el autor, le dan sentido a la producción artística: el arte como contradiscurso de las formas dominantes. En poco más de treinta páginas el autor ha elaborado un tratado fundamental para adquirir las herramientas necesarias con las que analizar la producción artística de la cultura digital estudiando la actual relación entre el poder estimulante de las imágenes, que narcotizan e hipnotizan a los usuarios digitales, y la tarea del arte de operar críticamente con sus condiciones de posibilidad. Sin duda, un texto de obligada lectura. Cabe destacar cómo el autor en este primer capítulo toma posición sobre la polémica cuestión de la autonomía del arte frente a los postulados de la cultura visual, declarando que hay que evitar caer en la anulación de las diferencias entre lo artístico y lo no artístico precisamente por la importancia de posicionar la mirada del espectador ante la intencionalidad de la creación subrayando que «El arte exige otra mirada».

El siguiente capítulo lo ha dedicado al análisis de la transformación de la imagen dentro de las lógicas de exhibición que se dan en las plataformas digitales, en las que hay mucho que ver y nada que interpretar, citando algunas de las estrategias estéticas más destacadas con las que los artistas han elaborado sus obras críticas tales como las estéticas de lo viral. Uno de los temas que se consideran en este capítulo es la polémica irrupción de los algoritmos y la inteligencia artificial en la creatividad y en las prácticas artísticas. A pesar de que son campos extremadamente complejos y, en el caso de la inteligencia artificial, apenas incipiente, el autor consigue confeccionar un texto en el que, de manera resumida, se recogen datos imprescindibles para comprender esta transformación.

El autor incorpora a continuación un capítulo dedicado a los desarrollos técnicos de la conectividad y su influencia en la creación de la subjetividad indicando cómo el arte contemporáneo se continúa haciendo preguntas acerca de nuestra constitución como sujetos dentro de este escenario. El capítulo se ha divido en tres conceptos que han sido estudiados de manera individual: Subjetividad, Diferencia e Identidad.

La parte del libro orientada a establecer un marco teórico general se cierra con un capítulo en el que incluye brevemente algunos de los interrogantes estéticos sobre cómo influyen los códigos técnicos en la existencia en mundo global hiperconectado y las posibilidades que brindan las herramientas digitales en la construcción de la colectividad; capítulo que ha titulado como «Otros interrogantes estéticos».

Una vez ha concluido el bloque teórico general, el autor propone una atractiva fórmula para teorizar la producción artística propia de la cultura digital adaptada a la heterogeneidad propia de este periodo. Para lograr este ambicioso objetivo, el autor toma como referencia la metodología que experimentó Hal Foster en su libro Malos nuevos tiempos. Arte, crítica, emergencia (2015) para teorizar el arte post-1989. La esencia del ensayo del especialista norteamericano fue la creación de una serie de núcleos conceptuales capaces de aglutinar una producción artística que ya no podía ser analizada en términos temporales, de sucesión y reacción que eran propias de la historiografía del arte hasta ese momento. Los conceptos que empleó fueron «abyecto, archivista, mimético, precario y poscrítico». Como, según Juan Martín Prada, algunos de estos términos iban perdiendo vigencia conforme irrumpía la era digital, ha elaborado una serie de términos que, según su criterio, se adaptan a las particularidades actuales. Los términos que sugiere son «Liminar, Sistémico, Invaginación y Ectopia». La adopción de esta estrategia de núcleos conceptuales por parte del autor, manifiesta la necesidad urgente de adaptación que demanda la evolución de la creación artística propia de este periodo a todas las ramas dedicadas a los estudios del arte.

El libro se cierra con dos capítulos dedicados a realizar breves análisis sobre los efectos de la cultura digital y la repercusión de los avances técnicos tanto en el espectador, analizando su relación con la obra de arte en términos de participación, como en los nuevos modelos de exhibición y compra con la tecnología Blockchain y NFT.

Antonio Labella Martínez

Universidad Complutense de Madrid/Universidad de Málaga