Tránsito en imágenes. Representaciones y olvidos de los exilios (siglos xvi-xxi)
AZUELA DE LA CUEVA, Alicia, PEÑA VELASCO, Concepción de la y RUIZ IBÁÑEZ, José Javier (coords.)
Fondo de Cultura Económica de España, 2023
ISBN: 978-84-375-0820-7
Términos como exiliado, migrante o refugiado parecen haberse vuelto habituales en los últimos años; incluso, corremos el riesgo de percibirlos como una moda de nuestro presente, como una tendencia que antes o después se acabará diluyendo. Tal percepción supone un grave peligro. Ante tal situación, esta monografía resulta de sumo interés pues nos ayuda a comprender el proceso de la migración, de la diáspora y del exilio desde la doble perspectiva de la Historia del Arte y de la Historia y nos recuerda que se trata de un tema de estudio que, en realidad, no es en absoluto una moda, sino un clásico que debe ser revisitado.
El exilio/destierro, como bien indican los coordinadores del libro en la introducción, implica generar un discurso con dos caras. Por un lado, la que promueven quienes han desencadenado dicho exilio/destierro como parte, por lo general, de un proceso de imposición política o religiosa. Es en estos casos un símbolo de hegemonía que debe ser respaldado por un programa ideológico que justifique tal decisión, fomentando el carácter vergonzante e ignominioso del castigo y la presentación del castigado como delincuente frente al bien público. Por otra parte, tenemos la imagen generada por los propios exiliados/refugiados, aspecto en el que se centra principalmente esta monografía. Estos, los exiliados, y también aquellos que los acogen, ponen en marcha diferentes mecanismos –sirviéndose de la imprenta, la pintura, la escultura, el teatro, la música, la fotografía o el cine– que permiten ofrecer su versión del discurso. Se potencia así la imagen del desterrado como expulsado, perseguido, refugiado o expatriado y entran en juego conceptos como tolerancia, compasión o empatía ante el sufrimiento.
Junto a la introducción, el capítulo inicial de Concepción de la Peña Velasco y José Javier Ruiz Ibáñez, «En torno a la representación de los exilios en los tiempos modernos», sirve para establecer los límites del trabajo y para sentar las bases metodológicas, así como para dar algunos ejemplos tempranos de la iconografía del expulsado en la Edad Moderna. Se nos plantea un recorrido transversal, transcultural y diacrónico, de tal forma que, mediante casos concretos de cómo el exiliado/refugiado ha creado su identidad, podemos alcanzar una visión panorámica; así, desde lo particular llegamos también a una serie de conclusiones generales que nos ayudan a comprender este proceso en el que se reproducen cuestiones comunes. Buen reflejo de la evolución que cubren estos estudios, del siglo XVI al XXI, es el muy destacable anexo fotográfico, que abarca desde el relieve de Felipe de Bigarny de Boabdil entregando las llaves de la ciudad de Granada hasta la fotografía Jimmy (2018) de Hans-Maximo Musielik.
Cómo se construye la identidad o el discurso del exiliado/refugiado se nos va desgranando a través de los capítulos que conforman el índice de la monografía. Comenzamos con el estudio de Cécile Vincent-Cassy, «Compañeros del exilio y del retorno. Rafael y Tobías en la pintura del siglo XVII», que nos desgrana el empleo de la figura de este arcángel como compañero de viajeros y desterrados. Buen ejemplo del efecto cultural que el exiliado provoca en la sociedad de acogida es «La imagen del mártir en la narrativa del exilio», de Sergi Doménech García, quien analiza los mecanismos empleados ante la comunidad receptora para lograr la empatía político-religiosa de esta. Como parte del discurso que el exiliado se ve en la necesidad de generar, Ester Alba Pagán, en la «La tradición clásica en la representación visual de los exilios: permanencias y nuevas construcciones en el siglo XIX», estudia la pervivencia de elementos clásicos (Odiseo, Eneas…) en el imaginario y la cultura visual artística del exilio decimonónico. Resulta un gran acierto el notable espacio que se ha concedido al análisis de la figura del exiliado –migrantes económicos en algunos casos, políticos en otros– en el ámbito hispanoamericano, especialmente por el efecto de ida y vuelta que este proceso tuvo y lo que implicó culturalmente a ambos lados del Atlántico. Se sitúan aquí los capítulos de Miguel Rodríguez, «Hacer la América. De las cofradías a los centros de la colonia española en la Ciudad de México»; Alfonso Muñoz Cosme, «El retorno: la arquitectura de indianos en España»; Tomás Pérez Viejo, «Gachupines y refugiados: la imagen de los españoles en la prensa y la caricatura mexicanas (1895-1940); Alicia Azuela de la Cueva, «La urdimbre de la imagen, el exilio y la transculturalidad»; Itzel A. Rodríguez Mortellaro, «Trascender el nacionalismo: muralistas mexicanos en el exilio»; y Jaime Cuadriello, «Dilemas y variables del discurso: pensar la historia del arte colonial, Latinoamérica, 1970-1980»; José Miguel Marinas, «Intercambios: republicanismos de ida y vuelta»; María Victoria Arechabala, «Dos ejemplos del intercambio musical en el exilio hispano-cubano»; Carmen Gaitán Salinas, «Las artistas y el teatro en el exilio republicano español»; y Ángel Miquel, «Españoles en el cine mexicano: representación y contexto». Por último, el índice se cierra con un par de estudios que nos actualizan todo lo visto hasta ahora a través de dos casos recientes. Sergio Rodríguez-Blanco, en «Creolización, régimen visual y aparato estético digital: migrantes haitianos en Tijuana», nos traslada a los procesos migrantes haitianos a Tijuana y a Baja California entre 2017 y 2018 y a su proceso de documentación fotográfica por parte de Hans-Maximo Musielik; y Mercedes Replinger, en «Los fantasmas del regreso», nos habla del migrante retornado, que a veces se siente como un nuevo desplazado en su patria de origen, como un extranjero, a través del caso del artista mexicano Carlos Amorales.
La lectura del libro, sin duda alguna, nos hace reflexionar más allá de lo académico. Además del valor científico de los textos, indudable, debemos destacar como valor añadido su valentía para hacernos recapacitar sobre una problemática actual en la que, a veces, se produce una notoria contradicción: la capacidad humana para dar lo mejor de sí misma en las peores circunstancias.
Fernando González Moreno
Universidad de Castilla-La Mancha