António Vasconcelos Lapa. Apetece dizer «era uma vez...»
ALVES DOS SANTOS, Cidália y JANEIRO, Francisco
Europress-Indústria Gráfica, Lisboa, 2020
ISBN: 978-989-33-0643-7
Cidália Alves dos Santos y Francisco Janeiro recogen la actividad creativa de António Vasconcelos Lapa en este libro, un verdadero homenaje a su amplia trayectoria artística como escultor, diseñador, artista textil y, ante todo, ceramista. Su obra, caracterizada por unas complejas formas que ofrecen una amplia variedad de texturas y veladuras, consigue crear en el espectador una exaltación de los sentidos que invitan a entrar en el mundo más íntimo del artista. Combina los aspectos propios de la tradición cerámica portuguesa así como elementos innovadores, exóticos y contemporáneos, llevando al estudioso en su obra a extraer varias características propias como la narratividad lúdica y poética, y un inmenso barroquismo, donde juega con el exceso visual, la ilusión y la teatralidad, manifestadas en una amplia gama de creaciones e instalaciones, personajes atemporales, animales, plantas, seres fantásticos y elementos de una naturaleza transmutada, todos ellos muy singulares, que han sido expuestos en las numerosas muestras realizadas en galerías de arte, jardines e instituciones en las que ha conseguido seducir al público alcanzando un reconocimiento internacional.
De esta forma, en el prefacio, elaborado por el gran experto en cerámica e historiador António Miranda, exalta esas peculiaridades que definen a António Vasconcelos Lapa como un verdadero artista muy polifacético. Una breve introducción que adentra al lector en varios capítulos ampliamente ilustrados que recogen su biografía y actividad artística. En el primero de ellos, «Origens», se señala la importancia de haber crecido en un ambiente artístico e intelectual. Nacido en 1945, hijo del famoso pintor portugués Manuel Lapa y la escultora Irene Lapa, de quienes tomó la sensibilidad y el equilibrio estético. Todo ello unido a su formación académica en la Escola Artística António Arroio, continuando como ceramista en Faenza. A partir de 1971 ejerció como profesor en Educación Básica de segundo ciclo durante treinta años y enseñó cerámica en el IADE de Lisboa hasta 1989, desarrollando en paralelo su labor artística. Los primeros trabajos en los que participó se detallan en el siguiente capítulo, especialmente como diseñador de paneles de azulejos para diversas instituciones y bajo la dirección de su padre.
«Era uma vez», es el título del tercer capítulo en honor a la exposición realizada en su estudio en 1995, señalando la marcada tendencia a la narratividad de sus obras, donde el espectador fácilmente reconoce una historia. A través del análisis de varias piezas cerámicas hasta el año 2000 y expuestas en varias instituciones, se observa la influencia en António Vasconcelos Lapa de Pablo Picasso, artista al que admira y del que toma varios temas. También el carácter lúdico de su obra y la narrativa literaria que se manifiestan en las escenas realizadas sobre la obra de Lewis Carroll Alicia en el País de las Maravillas. Sin embargo, a partir de 2001 se produce un cambio en su obra: el capítulo dedicado a Vicente, su nieto, nacido ese año, lleva al artista a una explosión cromática nueva con colores no empleados hasta el momento y a una línea creativa diferente que culminará en 2011 con una exposición del mismo nombre que el nieto. El artista emplea piezas realizadas a partir de la recuperación de elementos cerámicos ya utilizados a los que da una nueva vida. Se muestra así dentro las líneas de las últimas tendencias artísticas, puesto que quiere llamar la atención sobre la desenfrenada locura consumista. La influencia de Vicente se encuentra en la creación de un nuevo imaginario que se suma a la fantasía infantil, aparecen dragones, lagartijas y otros reptiles en medio de semillas, todos con un color vibrante, utilizando piezas encajadas, ampliando la alegría de su obra y permitiendo una narrativa diferente de complicidad con el público, pues se pueden tocar las piezas, moverse y crear sonidos, que producen toda una cualidad multisensorial, algo prácticamente inédito en la cerámica hasta el momento.
La actividad creadora de António Vasconcelos Lapa no termina ahí, él sigue explorando, y así se muestra en los siguientes capítulos. «Entre a Terra e o Céu», recoge varias participaciones en exposiciones como «Voando» en 2014, «Angelorum-Mil años de Ángeles» en el Museu de Alberto Sampaio, en Guimarães, o «Caminhos», cuyas piezas muestran su barroquismo en diferentes facetas. Especialmente, se dedica un análisis a su excepcional «Anja», un ángel femenino y exuberante, una figura entre la sensualidad y la espiritualidad que da título a este capítulo. Es también una vuelta a la tradición, empleando los colores azules y amarillos propios de la cerámica de Viana acentuados en plata. Además, dentro de su producción artística destaca la elaboración de piezas exclusivamente para el espacio en el que se expondrán, piezas de cerámica, gres y arcilla pulida a las que incorpora cuerdas de viola, creando un diálogo claro con el espacio, una narrativa descrita como poética que permite nuevamente la interacción del público.
El capítulo titulado «A poesia está na rua», trata sobre varias exposiciones en las que el artista fue invitado a participar en jardines públicos, espacios que llenó de damas y las características «plagas», es decir, un gran número de piezas idénticas, aunque morfológica o estéticamente diferentes donde destacan las caracolas, monos u orugas. Todo ello dentro de los evocadores procesos del Land Art, con piezas acordes con el espacio que aumentan la flora y la fauna fantástica, transformando el espacio en una verdadera fiesta barroca. Demuestra cómo consigue deslumbrar los sentidos del espectador aprovechando los recursos que proporciona el espacio, acentuado por el sentido lúdico y el humor, que son una constante, donde aparecen piezas móviles que se agitan con el viento y producen sonidos, y que al tocarlas se perciben las diferentes texturas unidas al impresionante cromatismo.
En paralelo a estas exposiciones en jardines, entre 2015 y 2019 realizó varios trabajos en diferentes galerías de arte y museos. «Frutos, bichos e outros imaginários» es el capítulo que trata sobre su más reciente creación: frutos extraños, animales imposibles, sirenas y plagas de peces voladores que continúan siendo una constante y una de sus señas de identidad. Todas ellas apelan a los sentidos, su configuración fantasiosa y cromatismo, la dinámica lúdica y sensorial con el público que, en ocasiones, se mezclan con otras referencias como las culturales bíblicas o la creación de un universo femenino, como el de la Galería Monumental de Lisboa, donde expuso en 2019 una plaga de zapatos que ocupaba toda una pared.
No obstante, ante toda esta trayectoria artística como ceramista, en la que queda demostrado que es su verdadera pasión, desarrolló otras técnicas artísticas enumeradas en el último capítulo, titulado «Um artista versátil». En él se recogen y se ponen en valor algunos trabajos como tapices, ilustraciones de libros, los dibujos preparatorios a lápiz, que pocas veces se han expuesto y, también, piezas en bronce, realizadas como elementos decorativos o complementos arquitectónicos. Finaliza con un apéndice en el que se han seleccionado textos críticos realizados por diversos autores sobre diferentes exposiciones y muestras, y a los que se remite en varias ocasiones.
Gracias a este libro y al riguroso análisis biográfico, artístico y expositivo podemos conocer la obra de un artista original, donde a través de su apego por la cerámica consigue mezclar la tradición y el sentimiento, muy arraigados en Portugal, para innovar con nuevas formas y transformar espacios, consiguiendo demostrar que António Vasconcelos Lapa es un artista de primera fila en el panorama artístico contemporáneo.
Miguel Herguedas Vela
Universidad de Valladolid