ARTÍCULO 2/2024 (N.º 247)
UNIVERSIDAD DE BUENOS AIRES
Title: “Explanatory model of post-prison so- cial reintegration of parolees”
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EDITA: Sección de Málaga del IAIC Edificio Institutos de Investigación, Universidad de Málaga.
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trumentos y variables. 4.3. Procedimiento. 4.4. Análisis de datos. 5. Resultados. 6. Discu- sión y conclusiones. 7. Referencias
En las últimas décadas el delito se ha instalado en Argentina como uno de los principa- les problemas sociales. De acuerdo con la Dirección Nacional de Estadística Criminal (2023) el total de hechos delictivos durante el año 2022 fue 1.937.435, con una tasa de 922,6 hechos cada 100.000 habitantes. A este indicador se suma un alto porcentaje de reincidencia delictiva, es decir, de individuos sentenciados que delinquen nuevamente al recobrar su libertad. En el año 2022 según datos del Sistema Nacional de Estadísticas sobre Ejecución de la Pena, un 20% de las personas condenadas era reincidente y un 10% reiterante. Se considera que existe reiteración de infracciones cuando se comete más de una infracción de la misma naturaleza, sin que exista resolución o sentencia condenatoria firme.
Otro factor que agudiza el estado actual de la problemática abordada comprende la escasez de estudios e intervenciones que tengan por propósito central la reinserción social de quienes egresan de la cárcel, desde una perspectiva integrativa y multidimensional.
La reinserción social representa un fenómeno complejo en el que intervienen múl- tiples factores (Ciapessoni, 2019; Crespi & Mikulic, 2014; Ibañez Roi & Cid Moliné, 2016; Westem et al., 2015). No obstante, para explicarlo han tendido a prevalecer tres tipos de perspectivas, de forma aislada: a) la psicológica o psicologista, b) la psicosocial o microcontextual, y c) la sociológica o sociologista.
Desde la perspectiva psicológica se enfatizan aquellos rasgos patológicos de perso- nalidad que mejor predicen el comportamiento delictivo y la reincidencia (Alarcón et al., 2018; Fakhrzadegan et al., 2017; Suárez Montoya & Betancurt Mosquera, 2016). Asimismo, desde esta perspectiva, se han considerado variables de carácter socio-cog- nitivo, tales como el locus de control externo, las escasas habilidades en el manejo interpersonal y las distorsiones cognitivas, encontrando asociaciones entre éstas y
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el comportamiento reincidente (Beerthuizen & Brugman, 2013; Borras et al., 2017; Roncero et al., 2016).
Desde la perspectiva psicosocial, se han considerado aquellos factores de riesgo vinculados a los contextos vitales más inmediatos de las personas, señalando que la conducta delictiva se genera y mantiene en el marco de las relaciones sociales (Hoffman et al., 2020). Esto significa que el comportamiento de los sujetos se encuentra alta- mente influenciado por los vínculos que desarrollan con aquellos grupos sociales más significativos en sus vidas (familia, amigos, escuela) (Akers & Sellers, 2004; Hoffman et al., 2020). Variables negativas ligadas al nivel familiar, tales como violencia, falta de apoyo y criminalidad parental, han demostrado asociaciones positivas con el comienzo y el sostenimiento de conductas delictivas (Buist et al., 2020; Navarro Pérez & Pastor Seller, 2017; Ruiz-Hernández et al., 2019).
Desde la perspectiva sociológica, se han estudiado predominantemente factores socioeconómicos, institucionales, culturales y demográficos, en tanto variables que restringen las oportunidades de reinserción al contexto social favoreciendo la reinci- dencia (Sierra Castillo, 2018). Una tendencia muy extendida dentro de esta perspectiva ha sido analizar la relación existente entre desempleo, deprivación económica y delito (Carrera et al., 2019; Ruiz Morales, 2018).
Si bien se reconoce la relevancia de las diferentes perspectivas mencionadas en el es- tudio de la reinserción social, la adopción de un enfoque centrado en determinado tipo de variables ha sido un aspecto fuertemente cuestionado por diversos autores (Castellá, 2008; Crespi & Mikulic, 2014; Prilletenky, 2000). Esto ha dado paso al desarrollo de nuevos modelos conceptuales que enfatizan la interdependencia entre distintos niveles de análisis y variables asociadas a cada uno de ellos. En esta línea destaca el enfoque ecológico social, que constituye el marco de referencia del presente estudio.
El modelo ecológico social fue introducido por primera vez por Urie Bronfenbrenner (1987), como modelo conceptual para comprender el desarrollo humano. La teoría de Bronfenbrenner comprende diversos círculos de anidación que ubican el individuo en el centro rodeado por varios sistemas (micro, meso, exo y macrosistema). Posteriormente Belsky (1993) desde un marco evolutivo propuso la integración de una serie de sistemas
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cada vez más amplios. Para este autor el medio ecológico que caracteriza el intercambio entre las personas y sus ambientes, se compone de un conjunto de estructuras concén- tricas de mutua influencia que establecen tres contextos principales: a) el macrosistema, que incluye las creencias culturales y los estilos de vida propios de una cultura o subcul- tura específica; b) el mesosistema, que abarca el nivel de relaciones más próximas de las personas, mediatizadas por un conjunto de instituciones que operan entre la cultura y el nivel individual; y c) el ontosistema, que comprende diversos factores individuales.
Considerando los aportes de la perspectiva ecológica, se propone en el presente es- tudio poner a prueba un modelo ecológico como marco teórico explicativo del proceso por el que atraviesan las personas en situación de libertad condicional. En base a los niveles de análisis propuestos por Belsky (1993), el macrosistema se analizará en este estudio a partir de las variables percepción de ser objeto de prejuicio por parte de la sociedad y de las instancias de control social. De acuerdo a Cooper (1988), se define la percepción de prejuicio como una actitud hostil y negativa hacia un grupo, que es percibida por el propio sujeto o grupo prejuiciado, pudiendo afectar profundamente su autoconciencia. Resulta relevante integrar esta variable, dado que puede constituirse en un factor de vulnerabilidad al asociarse con la presencia de pocas oportunidades de integración al medio social y con el mantenimiento del fenómeno delictual.
En forma integral, el nivel meso o relacional incluye en este estudio el análisis del apoyo social comunitario de los liberados. El apoyo social se comprende como aque- llas previsiones psicológicas, instrumentales e informacionales proporcionadas por las relaciones íntimas, sociales y comunitarias que el sujeto mantiene y que contribuyen a su bienestar psicológico y a su integración social (Lin, 1986). Este es un aspecto central en esta investigación en la medida en que aporta a la comprensión de los procesos de integración social (Pretorius, 2019).
Por último, la perspectiva futura, la satisfacción vital y el tipo de afrontamiento ante eventos estresantes del proceso de reinserción, representan las variables comprendidas en el ontosistema o nivel individual. La perspectiva temporal futura puede definirse como las creencias o la orientación personal hacia el futuro, teniendo en cuenta diversos objetivos temporalmente distantes (Bembenutty & Karabenick, 2004; Gjesme, 1983; Husman & Lens, 1999). Se ha reconocido que la perspectiva de futuro puede tener
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un efecto importante en la motivación y el comportamiento humano (Nuttin, 2014). En este sentido, estudios previos han mostrado que puede favorecer la reinserción al medio social, cuando se basa en metas realistas y en la ejecución de acciones concretas para lograrlas (Crespi, 2014; Fabra & Heras, 2016).
Otra variable de importancia es la satisfacción vital (Damon 2004). En esta línea, una serie de estudios realizados comparando reincidentes y no reincidentes, pusieron en evidencia que una pobre valoración de la propia vida representa un factor de riesgo para la reincidencia en el delito (Mohamad et al., 2018; Viljoen et al., 2018).
También el estudio de las respuestas de afrontamiento es sumamente importante en este nivel de análisis. El afrontamiento se comprende como una forma individualizada de respuesta frente a eventos percibidos como estresantes (Lazarus y Folkman, 1986). Un as- pecto central en torno a la reinserción es que el sujeto sea capaz de mejorar la capacidad de enfrentarse con los problemas cotidianos de su vida diaria actual y futura (Crespi, 2021).
Integrando los diversos niveles señalados, se propone en este estudio evaluar cómo las variables mencionadas participan en el proceso de reinserción, entendiendo que:
La perspectiva que los sujetos tienen de su futuro y las metas o proyectos que desde allí se construyan representan un factor de suma importancia en la continuación o no de conductas de riesgo.
La satisfacción vital, en tanto valoración positiva de la propia vida, aporta el marco significante desde el cual comprender el porqué o el sentido de la propia conducta, así como del proyecto de futuro que se asuma.
A su vez, una evaluación detallada del ontosistema requiere del conocimiento de los repertorios de respuesta de los individuos y del grado de efectividad que tales respuestas tienen frente a los diversos estresores percibidos en el proceso de reinserción social.
El apoyo social percibido al relacionarse con la satisfacción de necesidades emocio- nales, instrumentales e informacionales, representa una variable que puede constituirse en un recurso en el proceso de reinserción. También puede contribuir positivamente
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en la elaboración de un proyecto de futuro y en la movilización de medios para su concreción, aportando a la satisfacción vital.
Finalmente, a nivel macrosocial, la percepción de ser objeto de prejuicio puede constituirse en un factor de vulnerabilidad en el marco del proceso de reinserción social, al asociarse con la percepción de pocas oportunidades de integración al medio social y con el mantenimiento del fenómeno delictual.
El objetivo de este estudio es analizar el proceso de reinserción social de personas que habiendo cumplido una condena han recobrado su libertad, desde una perspectiva que integre distintos niveles del marco ecológico en que tal problemática se perfila: micro, relacional o meso y macrosocial. Específicamente, se pretende poner a prueba un modelo conceptual que relacione los distintos niveles ecológicos en los que se agrupan teórica- mente las variables previamente señaladas para la comprensión de la reinserción social.
Es posible llegar a un modelo integral explicativo de la reinserción social a partir de la relación de diversos niveles ecológicos (micro, meso y macro) y de sus variables asociadas.
Las respuestas de afrontamiento implementadas por el liberado ante eventos estre- santes, la perspectiva temporal futura, el grado de satisfacción vital y el apoyo social comunitario, pueden operar como recursos percibidos en el proceso de reinserción social.
La percepción de ser objeto de prejuicio social representa uno de los principales factores que reduce las posibilidades de una reinserción social efectiva de las personas que han recobrado su libertad.
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Participantes
Se seleccionó una muestra intencional conformada por 174 sujetos que habían cum- plido condena y se encontraban en libertad condicional, entre las edades de 18 y 45 años. Para la selección de los participantes se han considerado los siguientes criterios de selección:
Edad no inferior a 18 años, ya que a esa edad comienza el régimen penal de adul- tos en Argentina. Asimismo, la edad no debía ser superior a los 45 años considerando que, de acuerdo con los datos estadísticos actuales, la tasa delictiva y la reincidencia descienden notablemente a partir de esa edad (Sistema Nacional de Estadísticas sobre Ejecución de la Pena, 2022).
La totalidad de los participantes debían ser de género masculino y el tipo de delito por el que cumplieron condena clasificarse dentro de los delitos contra la propiedad. De acuerdo con los datos aportados por el Centro de Estudios Latinoamericano sobre Inseguridad y Violencia (2022), al igual que la población carcelaria general, la mayoría de los reincidentes son hombres. Asimismo, aquellos que cometen delitos contra la propiedad (robos y hurtos), concentran la mayor parte de los reincidentes. En estudios realizados sobre reinserción social de liberados se advierte que este proceso es diferen- cial en función del género y del tipo de delito por el que fueron condenados. En este estudio en particular se optó por mantener constantes esas variables, estableciendo como metas para futuras investigaciones, detectar y analizar posibles diferencias en los procesos de reinserción social según género y tipo de delito.
Por último, se consideró como criterio de selección, que todos los participantes se encontraran en situación de libertad condicional, con un tiempo de egreso de la insti- tución carcelaria no superior a los seis meses. Se seleccionó este plazo, en la medida en que diversos estudios coinciden en señalar que los primeros seis meses después de la liberación son las más proclives para la reincidencia, en virtud de las diversas situacio- nes estresantes que el liberado atraviesa durante el proceso de su reinserción al medio social (Crespi, 2014; Ibañez & Cid, 2013).
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Dentro del rango estudiado, la media de edad fue de 32 años (SD= 7). El 45% de los sujetos eran solteros, mientras que el restante se polarizó entre un 26% en concubi- nato, un 24% separado y un 5% casado. Con respecto al nivel de escolaridad, el mayor porcentaje se concentró en la categoría de estudio primario completo (48%), seguido de secundario incompleto (37%) y primario incompleto (15%).
Instrumentos y variables
A fin de evaluar cada una de las variables del modelo ecológico se han administrado los siguientes instrumentos de recolección de datos:
Nivel macro
Escala de Prejuicio Social (Crespi, 2011). Este instrumento evalúa la percepción de ser objeto de prejuicio por parte de la sociedad y de las instancias de control social (policía). La escala comprende 18 ítems, de los que 9 corresponden a la subescala de prejuicio por parte de la sociedad: p. ej., ¨Tuve que ocultar mi condición de liberado para no ser discriminado¨, ¨Las personas se han alejado de mí por mi situación penal¨. Los otros 9 ítems se agrupan en la subescala de prejuicio por parte de la policía, p. ej., “Tuve miedo de que me pare la policía por el solo hecho de tener antecedentes”, “Me asusta pensar que puedo ser detenido sin motivo alguno”.
El instrumento cuenta con adecuadas evidencias de validez de constructo a través de análisis factorial exploratorio y óptima consistencia interna con coeficientes alfa ordinal de .90 (escala total), .92 (subescala percepción de ser objeto de prejuicio por parte de la sociedad) y .89 (subescala percepción de ser objeto de prejuicio por parte de la policía) (Crespi, 2014).
Nivel meso
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escalas por nivel de apoyo) con 18 ítems cada una, y una escala de respuesta tipo Likert de cinco puntos. Además, el instrumento aporta tres escalas globales (apoyo psicoló- gico, instrumental e informacional) que resultan del promedio de cada nivel de análisis (relaciones íntimas, sociales y comunitarias).
Para las escalas globales, utilizadas en este estudio, los valores alfa obtenidos han sido:
.89, .90 y .89, para apoyo psicológico, instrumental e informacional, respectivamente.
Nivel ontológico
El análisis factorial confirmatorio mostró que la escala es unidimensional y el coe- ficiente alfa de Cronbach obtenido fue de .82 (Crespi, 2014).
¨Muchas veces¨. Se evalúan dos escalas generales correspondientes a las estrategias de afrontamiento cognitivas (p. ej., análisis lógico y revalorización positiva) y a las estra- tegias de afrontamiento conductuales (p. ej., búsqueda de gratificaciones alternativas y
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descarga emocional). Los coeficientes alfa reportados para cada una de las dimensiones fueron óptimos, por encima de .70 en cada caso (Mikulic & Crespi, 2007).
Dimensiones | Indicadores | |
Reinserción social | a) Situación laboral | Ocupación |
Estabilidad laboral | ||
Satisfacción laboral | ||
b) Situación educacional | Nivel de estudio alcanzado | |
Inserción en actividades educativas | ||
c) Participación social | Participación en instituciones sociales/recreativas | |
Grado de participación | ||
d) Situación sanitaria | Acceso a servicios de salud | |
Disponibilidad de recursos económicos para costear atención médica | ||
Disponibilidad de recursos económicos para costear tratamiento y/o medicación | ||
Ayuda social para pagar medicación | ||
Pertenencia a obra social | ||
Satisfacción con atención recibida | ||
e) Situación económica | Nivel de ingresos laborales | |
Ingresos no laborales | ||
Otros ingresos en el hogar (compartidos) | ||
Ayuda social | ||
Posibilidad de cubrir gastos mínimos necesarios de subsistencia | ||
f) Vivienda | Disponibilidad de vivienda | |
Disponibilidad de agua potable | ||
Disponibilidad de luz artificial | ||
Hacinamiento (tres o más personas por habitación) | ||
Tipo de posesión vivienda | ||
Tipo de vivienda | ||
Disponibilidad de recursos económicos para mantenimiento de hogar | ||
g) Situación jurídica | Reincidencia o reiteración en el delito |
Del cuestionario se obtiene un puntaje por cada una de las dimensiones considera- das. Asimismo, a partir de la aplicación de un análisis factorial exploratorio se puso en
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evidencia que las dimensiones mencionadas se agrupan en dos factores definidos como participación social y condiciones materiales. Ambos factores explicaron el 62% de la varianza total (Crespi, 2014). El factor participación social agrupa las dimensiones correspondientes a: situación laboral, situación educativa, participación social y situa- ción jurídica. El mismo se calcula como un promedio de tales dimensiones. El segundo factor corresponde a las condiciones materiales y es saturado por los indicadores de si- tuación económica, condiciones de vivienda y situación sanitaria. Este factor se calcula también como un promedio de los indicadores señalados. Los valores alfa obtenidos han sido adecuados para cada uno de los factores: .79 para participación social y .70 para el factor condiciones materiales (Crespi, 2014).
Procedimiento
Los instrumentos mencionados se administraron a personas en situación de liber- tad condicional pertenecientes al Patronato de Liberados de Ciudad Autónoma de Buenos Aires. La participación fue totalmente voluntaria y anónima. Antes de res- ponder los instrumentos, se les informó sobre el objetivo general del estudio y se les pidió su consentimiento para responder. También se les resaltó la importancia de responder con sinceridad a todos los ítems de los inventarios. Se enfatizó que las respuestas no tendrían ningún tipo de impacto sobre su evaluación en el régimen de libertad condicional y que los datos serían tratados de forma absolutamente confi- dencial, con fines investigativos. En todos los casos se siguió el mismo procedimiento en la administración: en primer lugar, se informó a los participantes del propósito del estudio y se les pidió el consentimiento informado. En segundo lugar, se entregó a cada participante los protocolos, junto con un lápiz y goma para realizar la tarea. Posteriormente, se procedió a la lectura de las instrucciones de cada instrumento, indicando que todas las respuestas eran correctas y que no había tiempo límite para responder. La administración tuvo una duración promedio de una hora y media. Una vez que el participante finalizaba, el responsable del estudio se aseguraba de que no hubieran quedado ítems sin responder y que se hubiesen comprendido cada uno de los mismos. Para ello, se solicitó a cada participante que señalase si había tenido dudas o dificultades para responder alguna afirmación y se procedió a su respectiva aclaración en el caso requerido.
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Análisis de datos
Para poder poner a prueba el modelo ecológico de reinserción social propuesto, se consideró en primera instancia un estudio previo realizado en el que se buscó determinar cuáles de las variables propuestas en cada nivel de análisis predicen de mejor manera la reinserción social, a través de un análisis de regresión lineal múl- tiple mediante el procedimiento stepwise (Crespi & Mikulic, 2014). Se optó por ese método, ya que permite encontrar el modelo más simple y que mejor se ajusta, incorporando variables independientes y examinando la contribución de cada una al modelo de regresión. En la ecuación matemática de regresión múltiple especificada, la variable reinserción social tomó el papel de variable dependiente o criterio, mien- tras que las demás variables del modelo ecológico reseñado actuaron como variables independientes o predictoras. En dicho estudio, las variables que mostraron mayor capacidad predictiva de la reinserción social fueron: la percepción de ser objeto de prejuicio social por parte de la sociedad y por parte de la policía, las estrategias de afrontamiento por aproximación, en particular, las que están basadas en el método conductual, como son la búsqueda de apoyo y la resolución del problema, la satisfac- ción vital, la actitud temporal futura y el apoyo social proveniente de las relaciones íntimas (Crespi & Mikulic, 2014).
En función de este estudio previo, teniendo en cuenta las principales variables que explicaron la reinserción social del liberado —según el análisis de regresión múltiple efectuado—, se propone en este trabajo avanzar aplicando y poniendo a prueba un modelo conceptual capaz de integrar los distintos niveles ecológicos y variables aso- ciadas a cada uno.
Con el fin de estimar un modelo global que explicara la reinserción social desde el enfoque ecológico postulado, se trabajó con modelos de ecuaciones estructurales SEM, utilizando el programa AMOS v23 (Arbuckle, 2014). Estos modelos presentan diversas ventajas con respecto a los modelos de regresión lineal. Una de ellas es que posibilitan trabajar con variables latentes (constructos de interés), las cuales carecen de la influencia del error de medición. En este sentido, al modelar la relación entre las variables latentes, los efectos estimados también carecen de tal influencia. Por otro lado, a diferencia de los modelos de regresión, los modelos SEM posibilitan que una
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variable dependiente pueda convertirse a su vez en variable predictora de otra variable, así como estimar todos los efectos de manera simultánea, en lugar de hacerlo por fases. Por todas estas razones, estos modelos se utilizan cada vez más en la investigación en ciencias sociales (Doral-Fábregas, et al., 2018).
Para determinar si los datos respaldaban los modelos teóricos bajo prueba se consi- deraron los siguientes indicadores de bondad de ajuste: estadístico χ2, razón entre χ2 y el número de grados de libertad (χ2/gl), índices GFI (índice de bondad del ajuste), NFI (índice de ajuste normalizado), TLI (coeficiente de Tucker y Lewis), CFI (índice de ajuste comparativo) e IFI (índice de ajuste incremental) cuyos valores tienen que ser cercanos a 1, y los índices de error RMR (residuo cuadrático medio) y RMSEA (error de aproximación cuadrático medio) cuyos valores tienen que ser menores a 0.08 (McDonald y Ho, 2006).
De acuerdo al objetivo propuesto en este estudio, se buscó poner a prueba un modelo conceptual que integre los distintos niveles ecológicos en los que se agrupan teórica- mente las variables previamente señaladas en la comprensión de la reinserción social. Para ello, como se mencionó, se utilizó la metodología de modelos de ecuaciones es- tructurales SEM. Para poder utilizar este método fue necesario formular previamente un modelo teórico que especifique de manera explícita el efecto de unas variables sobre otras. Por esta razón los modelos SEM se denominan modelos confirmatorios. En la formulación del modelo de ecuaciones se contemplaron dos pasos importantes: el modelo de medición y el modelo estructural. El modelo de medición es un análisis factorial confirmatorio, mientras que el análisis estructural estima las relaciones entre los factores obtenidos en el modelo de medición (Corral-Verdugo, 2002). En el pre- sente estudio, la utilización de modelos SEM permitió contrastar dos modelos teóricos explicativos de la reinserción social, integrando en una única estimación los resultados obtenidos hasta el momento mediante modelos parciales. Los mismos se exponen en las figuras 1 y 2.
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Figura 1. Modelo estructural 1
Figura 2. Modelo estructural 2
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Tanto en el modelo 1 como en el 2, el modelo de medición consistió en la correlación (pesos factoriales) entre los niveles ontosistema, mesosistema y macrosistema con sus correspondientes indicadores. Se presumió que el ontosistema podría ser medido a través de las variables correspondientes a satisfacción vital, actitud temporal futura y afronta- miento conductual por aproximación; el nivel relacional o mesosistema por las variables apoyo psicológico, instrumental e informacional procedente de las relaciones íntimas; y el nivel macrosocial por los indicadores de percepción de ser objeto de prejuicio por parte de la sociedad y percepción de ser objeto de prejuicio por parte de la policía.
Por último, el factor reinserción social se integró por los indicadores de participación social y condiciones materiales.
El modelo estructural 1 consistió en la medición de los efectos (coeficientes estruc- turales) del macrosistema en el nivel relacional, del nivel relacional en el ontosistema y de éste en la reinserción social.
En el segundo modelo planteado, se consideraron relaciones de covarianzas entre los distintos niveles ecológicos (ontosistema, relacional y macrosistema). El modelo estructural consistió en la medición de los efectos de cada uno de los niveles del modelo ecológico propuesto en la reinserción social.
En cada uno de los modelos se esperaban coeficientes altos y significativos (p <
.05) en todas las relaciones especificadas. El método de estimación empleado fue el de máxima verosimilitud, previa constatación de la normalidad multivariada (Hu y Bentler, 1999).
En las figuras expuestas se muestran los resultados obtenidos en los modelos 1 y 2. En primer término, se probó en ambos casos la validez de constructo de las variables latentes consideradas (ontosistema, mesosistema y macrosistema). Todos los pesos factoriales del ontosistema con sus correspondientes indicadores fueron significativos (p < .05), tanto en el modelo 1 como en el 2. Así, en el modelo 1, el ontosistema se conformó por los indicadores de satisfacción vital (.63), aproximación conductual (.39) y actitud temporal futura (.36). El nivel relacional se integró por los indicadores de apoyo psicológico (.67), instrumental (.64) e informacional (.90) procedentes de las
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relaciones íntimas. El nivel macrosocial se conformó por las variables correspondien- tes a percepción de ser objeto de prejuicio por parte de la sociedad (.87) y percepción de ser objeto de prejuicio por parte de la policía (.81). El factor reinserción social se integró por los indicadores de inserción social (.86) y condiciones materiales (.84).
En el caso del modelo 2, el ontosistema quedó conformado por las siguientes va- riables observadas: satisfacción vital (.63), aproximación conductual (.40) y actitud temporal futura (.34). El nivel relacional se configuró por los indicadores: apoyo psi- cológico (.66), instrumental (.63) e informacional (.92) procedentes de las relaciones íntimas; y el nivel macrosocial por las variables: percepción de ser objeto de prejuicio por parte de la sociedad (.89) y percepción de ser objeto de prejuicio por parte de la policía (.79). El factor reinserción social se integró por los indicadores de inserción social (.87) y condiciones materiales (.85).
Al considerar el modelo estructural, en el modelo 1 se estimó el efecto del onto- sistema en la reinserción social, resultando un coeficiente estructural de .38. El efecto del nivel relacional en el ontosistema se mostró como un coeficiente estructural de
.42, mientras que la influencia del macrosistema en el nivel relacional se reflejó en un coeficiente de -.32. En el modelo 2, se evaluó el efecto del ontosistema en la reinserción social, obteniendo un coeficiente estructural de .42. El efecto del nivel relacional en la reinserción social arrojó un coeficiente estructural de .19. Y, por último, la influencia del macrosistema en la reinserción mostró un coeficiente de -.42.
Respecto a los indicadores de bondad de ajuste de los modelos teóricos expuestos, se advierte mejor ajuste en el caso del modelo 2. El primer modelo teórico obtuvo un χ2 = 89,486; gl = 31; p < .000. El segundo modelo teórico obtuvo un χ2 = 59,139; gl = 30; p < .000. En los dos modelos el Ji cuadrado resultó significativo, lo que indica que se rechaza la hipótesis nula que postula que el modelo teórico se ajusta a los datos empíricos. Sin embargo, como se conoce que el Ji cuadrado es una prueba estadística muy sensible al tamaño de la muestra, cuando este índice de ajuste es significativo puede tomarse como criterio la elección del Ji cuadrado de menor valor, lo que indi- caría la presencia de un mejor ajuste del modelo teórico a los datos (McDonald y Ho, 2006). De este modo si se sigue el criterio del Ji cuadrado de menor valor, el modelo que mejor ajustaría es el segundo.
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Considerando la razón entre χ2 y el número de grados de libertad, los valores obte- nidos por el segundo modelo también resultan ser mejores (χ2/gl= 2,88; χ2/gl= 1,97, respectivamente). El primer modelo obtuvo los siguientes índices de ajuste: CFI=.893, IFI=.897 y NFI=.851; el segundo modelo teórico obtuvo los índices: CFI=.947, IFI=.949 y NFI=.901.
A partir de la evaluación de los índices de ajuste, los datos sugieren que el segundo modelo provee un mejor ajuste a los datos empíricos.
Por último, se calculó el RMR y el RMSEA. El primer modelo alcanzó un RMR =.104 y un RMSEA =.108, y el segundo modelo un RMR =.087 y un RMSEA =.077. Estos valores indican un nivel de error más elevado en el caso del primer modelo, y un nivel aceptable para el segundo, de manera que este último modelo teórico y sus interrela- ciones es el que mejor se ajusta a los datos empíricos.
En términos generales, los datos obtenidos permiten considerar que la reinserción social es un proceso que recibe influencias no sólo de diversas variables, sino también multicontextuales. Los diversos niveles de análisis considerados (onto, meso y macro) correlacionan entre sí y tienen efectos directos en la reinserción social del liberado.
A partir de la aplicación de metodología SEM, se ha podido construir y validar un modelo ecológico como marco conceptual para la comprensión de la problemática de reinserción social. Se han contrastado dos modelos conceptuales que difieren en el tipo de relación existente entre los niveles ecológicos considerados (individual u ontosistema, relacional o mesosistema, y social o macrosistema). En el primer mode- lo propuesto, el nivel más amplio (macro) afectaba al relacional, y éste al individual, ejerciendo finalmente este último efectos sobre la reinserción social. En el segundo modelo especificado, los niveles reseñados estaban asociados entre sí, ejerciendo cada uno efectos sobre la reinserción social. Los indicadores de bondad de ajuste permitie- ron confirmar que este último modelo es el que mejor ajuste presenta. De acuerdo con ello, puede afirmarse que tanto el contexto social, como el relacional e individual, in-
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tervienen conjuntamente en la explicación de la problemática objeto de estudio, y están íntimamente relacionados. Este aspecto condice con el principio de interdependencia que caracteriza a la perspectiva ecológica (Bronfenbrenner, 1987; Castellá Sarriera, 2008; Westwegaard & Kelly; 1992). De acuerdo al mismo, tanto personas como am- bientes permanecen en constante interacción. Cuando provocan o experimentan algún cambio, producen también modificaciones en los demás sistemas. La interacción o reciprocidad es un concepto central en la perspectiva ecológica, ya que es considerada como el factor que produce el dinamismo en los sistemas. El ambiente ecológico es un conjunto de estructuras concéntricas, cada una de las cuales está incluida dentro de la siguiente, es decir, existe un nivel individual (ontosistema), un nivel medio que contiene al primero (mesosistema) y un nivel mayor que contiene a los dos anteriores (macrosistema). En el modelo propuesto, entre el nivel macro y el relacional e indivi- dual, los coeficientes de correlación son negativos, señalando que los indicadores que lo conforman (prejuicio por parte de la sociedad y de la policía) se asocian con pobres recursos de apoyo (nivel relacional), baja satisfacción vital, valoración negativa del fu- turo y menor uso de estrategias de afrontamiento conductuales como son la búsqueda de apoyo y la resolución de problemas (nivel individual). De acuerdo con estos datos, puede sostenerse la hipótesis de que las respuestas y actitudes sociales negativas que el liberado percibe en el período de egreso afectan a los recursos de apoyo disponibles, su nivel de satisfacción vital y la percepción que tiene de sí mismo, de sus posibilida- des de acción y de su proyección futura. Asimismo, el modelo pone en evidencia el efecto negativo que este nivel ecológico ejerce con relación a la reinserción social de los ex-reclusos. Particularmente, considerando los indicadores que saturan la variable reinserción social, una alta percepción de ser objeto de prejuicio por parte de la sociedad y de la policía, disminuye las posibilidades de participación social del sujeto (inserción laboral y educativa y participación en instituciones sociales).
Respecto a los otros niveles ecológicos, los coeficientes de correlación entre el nivel relacional y el individual son positivos, poniendo de manifiesto que cuanto mayor es el apoyo social percibido por los liberados, mayores son también la satisfacción vital, la valoración positiva del futuro y el uso de estrategias activas de resolución de problemas. Tanto el nivel relacional como el individual, tienen efectos directos positivos sobre la reinserción social, demostrando la hipótesis de que el apoyo social y las variables satis- facción vital, actitud temporal futura y afrontamiento por aproximación al problema,
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pueden constituirse en recursos importantes en el marco del proceso de reinserción. Estos resultados condicen con estudios previos que muestran el aporte que cada una de estas variables, en forma individual, tienen en la reinserción social (Andrews, 2015; Fabra y Heras, 2016; Pettus-Davis et al., 2015; Pretorius, 2019; Viljoen et al., 2018).
En conclusión, los resultados de este estudio indican que la reinserción social es un fenómeno multifactorial y que el modelo ecológico propuesto es adecuado, en lo que respecta a su estructuración, para evaluar dicho fenómeno. Los niveles abordados desde este modelo se integraron por aquellas variables que la literatura científica ubica como importantes en relación al fenómeno de la reinserción, pero que han tendido a considerarse individualmente. El ontosistema, el nivel relacional o mesosistema y el ma- crosistema, se relacionaron significativamente con la reinserción social. Tales relaciones son acordes con los postulados del modelo ecológico (Belsky, 1993; Bronfenbrenner, 1987; Castellá Sarriera, 2008). De acuerdo con ello, las características personales, rela- cionales (apoyo social en el nivel íntimo, social y comunitario) y macrosociales (creen- cias, actitudes sociales, estereotipos en relación a la delincuencia), presentan influencia potencial en la reinserción social del liberado (Pettus-Davis et al., 2015; Pretorius, 2019; Rade et al., 2016; Viljoen et al., 2018; Xian Tan et al, 2016).
Considerando las limitaciones del estudio, se ha propuesto en este trabajo mostrar algunas de las facetas de un problema más vasto, cuyas manifestaciones no agotan el espectro de variables analizadas. Son apenas indicios de una multiplicidad de factores que exigen nuevas propuestas y desarrollos investigativos. Las cuestiones de género, el abordaje de otros tipos de delitos, la realización de estudios longitudinales que impli- quen el seguimiento a largo plazo del liberado, el estudio de la reincidencia delictiva y del desistimiento, se tornan algunos aspectos que si bien, no han podido incluirse en el presente estudio, alientan la realización de futuras investigaciones. Además de los fac- tores mencionados, otra de las limitaciones del estudio efectuado responde al tamaño reducido de la muestra y a la selección de personas que se encontraban en situación de libertad condicional. Podría ser relevante evaluar si la condición jurídica actual del suje- to (libertad condicional, asistida, agotamiento de la pena, entre otras), tiene injerencia en términos del comportamiento del sujeto al obtener su libertad. Otro aspecto que resultaría necesario analizar comprende la identificación de aquellos factores de riesgo y protección que discriminan entre los liberados que luego de cumplir una condena no
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vuelven a cometer delitos, respecto de quienes continúan delinquiendo. Este último aspecto se torna central, a fin de comprender qué factores son los que efectivamente tienen mayor impacto en el desistimiento o permanencia en el delito, y por lo tanto también en el diseño de programas de prevención del delito y de la reincidencia.
Por último, respecto al modelo estructural puesto a prueba en este estudio, cabe señalar que las conclusiones acerca del mismo pueden variar al incluir otros partici- pantes, de manera que no pueden comprenderse como definitivas, ni generalizables. Asimismo, sería recomendable confirmar el modelo propuesto implementando otros indicadores (instrumentos) para las diversas variables. Además de incluir muestras con otras características, por ejemplo, participantes de ambos géneros, así como nuevas variables que hayan sido identificadas por la literatura científica como relevantes para la comprensión de la reinserción social. También puede resultar importante validar el modelo ecológico propuesto a través de la realización de estudios longitudinales, a fin de poder realizar inferencias de las relaciones causales entre las variables en diferentes momentos. En tal situación se podrá conocer si el modelo ecológico de la reinserción social experimenta alteraciones y de qué naturaleza.
Considerando los resultados obtenidos, se ha podido aportar conocimiento empí- rico para la comprensión de la problemática de aquellos sujetos que han recobrado su libertad luego de cumplir una condena, considerando el concepto de reinserción social como eje central de análisis. Diversos elementos se entrecruzan otorgando relevancia al estudio realizado. En el plano social, el incremento de los hechos delictivos durante las últimas décadas en Argentina, el elevado porcentaje de reincidencia en conductas delictivas y la pobre eficacia lograda a través de las políticas criminales y sociales, han consolidado las bases para que este fenómeno represente una de las problemáticas de mayor preocupación social (Luzzi, 2019). Esta cuestión requiere, así, ser abordada desde modalidades teóricas y metodológicas que aporten visibilidad sobre los factores que la configuran y mantienen, así como también, brinden los insumos necesarios para operar desde el conocimiento y los datos empíricos obtenidos.
Desde el punto de vista teórico, tradicionalmente tanto la problemática del delito como la reinserción social, se han considerado desde perspectivas que privilegian los factores personales, o bien, las condiciones macrosociales. Sin desconocer la importan-
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cia de tales factores, es preciso avanzar en la validación de modelos teóricos integrales, que enfaticen la interdependencia entre la persona, la comunidad y el contexto social en la explicación de fenómenos complejos, como lo constituye la reinserción social. En este sentido, la validación de un modelo ecológico de análisis para la comprensión de este fenómeno representa un aporte de vital importancia, en virtud de la carencia de estudios que contemplen la situación postpenitenciaria desde esta perspectiva.
Desde el punto de vista práctico, conocer con precisión la situación experimentada por aquellos sujetos que luego de haber cumplido una condena deben reinsertarse al contexto social, resulta un elemento clave a la hora de diseñar políticas públicas, es- pecialmente, aquellas ligadas a favorecer la reinserción social del liberado y reducir la probabilidad de conductas reincidentes.
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